Reseña: Abe Sapien Vol.3, de Mike Mignola, John Arcudi y VVAA

Ya no digo integral, digo colección de integrales; uno de los que muchos esperábamos que se empezaran a elaborar, sin duda, eran los integrales de Abe Sapien, tras las maravillas unificadas de Hellboy que Norma Editorial ha ido publicando; cuatro tocho-joyas en terciopelo-negro de Hellboy, seis tocho-joyas en verde de la archi-recomendable A.I.D.P., y ahora vuelve a la palestra la otra gran colección donde el dios Mike Mignola mete mano como es el tan esperado volumen tres de los integrales de Abe Sapien. Por supuesto, otro de la colección que todo amante del buen cómic debería tener y que incluye tres arcos argumentales que se pueden leer de un tirón, sobre todo, si ya tienes «dentro» el arco El Infierno en la Tierra. Los hechos acontecidos allí, ya siempre hay que tenerlos muy presente.

Abre con El ahogado. Donde se cuenta que hace un siglo, el investigador de lo paranormal Edward Grey se enfrentó a un poderoso hechicero en las costas de la isla de Saint-Sébastien. Pero a principios de los 80 del siglo XX, el nuevo agente de la A.I.D.P. conocido como Abe Sapien fue enviado para recuperar una reliquia que se perdió en aquella lucha. Y aquí se cuenta, aquí se disfruta, pero fueron tiempos en los que Abe aún no estaba preparado para enfrentarse a enemigos tan peligrosos. Y nos asomamos a una conversación que tiene lugar en el Cuartel General de la Oficina de Investigación y Defensa Paranormal, la discusión gira en torno a si Abe Sapien debería ser enviado a su primera misión sin Hellboy (se ausentó del grupo de 1979 a 1981). Pero el profesor también quiere que sea Abe quien recupere los restos de Vrooman, el brujo que Gray mató con la daga…

Me encantó esta historia porque el background de la isla es interesante, y la mayor parte de esa historia se la cuenta a Abe una mujer muerta, una bruja, cuya biografía es fundamental para la historia.

El diablo no bromea y otras historias cuenta con relatos súper estremecedores: la aparición espectral de un niño fallecido en un lago, un yelmo mágico atrapado en un submarino ruso hundido, un antiguo demonólogo y las consecuencias de su trabajo; tres misiones para la A.I.D.P. de las que tuvo que hacerse cargo Abe Sapien también en los benditos años 80.

La última recopilación que aporta el integral es Vidas perdidas y otras historias, donde Abe Sapien se enfrenta a vampiros latinoamericanos, una serpiente de lago, y un tentáculo lovecraftiano en sus investigaciones acerca de un nigromante del siglo XIX que aún viaja por el mundo. Una investigación que podría descubrirle su particular conexión con la humanidad. Otra maravilla del cómic que te hará amar no solo el personaje, sino todo-todito-todo donde Mignola mete mano.

La serie Abe Sapien tiene nueve volúmenes y es una parte esencial del canon. La serie es tan buena como Hellboy o la de la A.I.D.P; cualquiera que quiera disfrutar del fantástico tiene/debe tocarla. De hecho, ya va tarde si no. Secuencias de apertura fantásticas e inquietantes, cómics de terror, de fantasía oscura, súper bien elaborados. Y mola que se haya recurrido últimamente a contarnos cositas del pasado de todos los personajes. Y cuando digo todos, digo todos. Y es que Abe Sapien debutó en el primer número de Hellboy: Semilla de Destrucción. Corría el año 1994 y su cortesía y cordialidad contrastaban con la rudeza del personaje principal (algo que se muestra muy bien en las pelis de Guillermo del Toro). Desde entonces se ha convertido en uno de los personajes más queridos de la A.I.D.P., por no decir el que más. Como habéis podido comprobar, fue el primer secundario en tener su spin-off. Y la misma sinopsis editorial nos aclara que cuando apareció la A.I.D.P. como serie, fue pieza clave para el engranaje narrativo. Por todo ello, y por lo que está por venir, este que escribe piensa leer todo lo que el Mignolaverso propone.