Reseña: BLAST (Integral), de Manu Larcenet
Una de las últimas obras chulas que muchos deseábamos tener en formato integral es, sin duda, el Blast, de Manu Larcenet. De hecho, tras disfrutar de su Terapia de grupo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=16053) y su versión ilustrada de La Carretera (https://www.cronicasliterarias.es/?p=16350), es un cómic que sólo deseaba leerlo en dicho formato. Humor, ciencia ficción y ahora una historia detectivesca o noir, ahora me tocaba disfrutar de todas-todas con un cómic de un autor al que ya veis que sigo bastante. No me pierdo ninguno de sus títulos. Y, por supuesto, también leí y reseñé La vuelta al campo, sólo porque participaba en el dibujo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8387).
¿Y llegué tarde? Sí, llegué tarde. Y lo supe desde siempre porque me han recomendado leer Blast hasta la saciedad. Diría que unos siete u ocho años lleva haciéndolo el mismo amigo con el que hablo de buenos cómics europeos. Obra considerada de culto, un regalo que llega ahora en el momento adecuado, una obra que impacta por su densidad, tanto por el relato como por la atmósfera que desprende. Pero os voy a decir más: Polza Mancini no es sólo un personaje, es un concepto, una masa de sufrimiento y lucidez que busca la absoluta soledad. Con él, nos perdemos en una búsqueda mística donde la “explosión” se convierte al mismo tiempo en un escape y una confrontación brutal con la esencia de la existencia. Y es entonces cuando nos topamos con la línea en blanco y negro, a veces refinada, a veces opresiva, que propone Larcenet. Parece esculpir la psicología del personaje tanto como ilustra la historia. Sentimos casi físicamente el peso de los lavados, los negros densos, los silencios… La narración es lenta, envolvente y, para mí, a menudo fue frustrante. Entiendo que es precisamente esa lentitud la que nos permite explorar los meandros de la mente de Mancini, pero también es lo que transformó mi lectura en una especie de vía crucis, si soy sincero. Aunque creo que esto está hecho a conciencia. Por eso el título entiendo que gusta. Está tremendamente bien conseguida esa opresión.
Polza Manzini es detenido como principal sospechoso de asesinato. Obeso hasta la morbidez, ha pasado los últimos meses totalmente alcoholizado, vagabundeando y viviendo a salto de mata. ¿Cómo ha acabado en comisaría? Su historia es difícil de creer, pero empezó con una demoledora explosión mental que Polza llama el «Blast».
Larcenet explora aquí el poder crudo de la tira cómica, un medio capaz de condensar en una página un momento de vida, un pensamiento o una emoción, que queda impresa directamente en la mente del lector. El vagabundeo de Polza es también el de un hombre que ha roto con todo: con las normas, con la sociedad e incluso consigo mismo. Hay una rabia subyacente en este viñetario, un deseo de huir del mundo racional hacia un absoluto que se nos escapa con cada “explosión”. Pero también es una historia de fracaso, de no poder nunca liberarse de la propia existencia, del propio sufrimiento; las interacciones entre Polza y los agentes de policía que lo interrogan añaden otra capa: nunca sabemos realmente quién está manipulando a quién o dónde está la verdad.
Así que lo que me queda por decir es que Blast es un título, una obra que es una verdadera demostración de la transformación de Larcenet en autor de los grandes. El mismo que aquí se aleja de su herencia humorística para entrar en una madurez artística llena de paradojas. Me ha hecho disfrutar de verdad. Hacía tiempo que no devoraba tantas páginas en una noche. Y desde entonces llevo en la cabeza a Polza. Me dejé llevar por su vida e incluso estoy llegando a pensar que todos tenemos un Polza dentro esperando que lo ayudemos a no caer en la tumba que supone Blast. Una trama aterradora, exacerbada por las alucinaciones que sufre este extraño personaje en una explosión gráfica que nos intrigará, nos disgustará y, finalmente, nos conmoverá. ¿Era consciente en última instancia de sus acciones? ¿Era moralmente culpable? Es para leerlo, releerlo y releerlo otra vez.
Bien por Norma Editorial llevando a librerías esta genial edición.