Reseña: Trampa en Zarkass (Integral), de Yann y Didier Cassegrain

Me sorprenden un poco las críticas, bastante reservadas, que he leído sobre esta adaptación de Wul porque la verdad es que a mí este integral de Trampa en Zarkass, me ha parecido una obra buena y más que interesante. ¿Será porque no he leído las otras dos series publicadas previamente en la misma colección, con las que se la compara? O quizás sea porque no he leído la novela de Stefan Wul en la que se basa y, por lo tanto, las libertades que dicen que Yann se tomó con el guion no me molestaron como dicen “los entendidos”. Lo que yo puedo decir es que algunos de los juegos de palabras que se muestran y las transposiciones lingüísticas para hacer hablar a los nativos de Zarkass son un poco raros, la verdad, y no estoy seguro de que algunas de las referencias a nuestra vida cotidiana o personalidades actuales resistan el paso del tiempo. Pero más allá de eso, diría que le dan un tono fresco y bastante impactante a los diálogos, a veces, encantadores y por eso es una lectura que deleita y recuerda a las buenas pelis de ciencia ficción de este estilo. Y la idea (especialmente la de invertir el lugar de los sexos en la sociedad) que se difunde a lo largo de la trama, me ha parecido bastante original y molona.

La exuberante y amenazante jungla del planeta Zarkass depara muchas sorpresas a las dos agentes especiales obligadas a colaborar por el embajador de la colonia terrestre de Nueva Pondicherry en una misión ultrasecreta. ¿Su tapadera oficial? Estudiar la fauna, la flora y las singulares y extravagantes costumbres del pueblo indígena zarkasiano. Así que escoltadas por un grupo de nativos, nuestras dos valientes exploradoras se adentran en una zona prohibida para examinar de cerca el misterioso naufragio de una nave alienígena que parece preocupar gravemente a las autoridades gobernantes del lugar. Pero las dos jóvenes pronto sospechan que cada una ha ocultado a la otra los verdaderos motivos de su presencia en Zarkass y ocultan otras razones mucho más personales para estar allí.

Los dibujos de Didier Cassegrain, si bien al principio pueden sorprender por el aspecto algo angular o caricaturesco de los personajes, enseguida te acostumbras a ellos e incluso yo llegué a apreciar ese toque personal que da carácter a su estilo. Porque Didier Cassegrain se entrega por completo a los escenarios y, sobre todo, a los paisajes. ¡Guau! ¡Qué flora y fauna! Es abundante, sorprendente, exótica…, una recreación maravillosa.

En resumen, estamos en otro lugar ideado por la ficción y los viajes interplanetarios. Misiones de exploración, aventuras en el espacio exterior que mola leer de vez en cuando. Un cómic donde algunas viñetas pueden dejarte boquiabierto por el cambio de escenario que imponen y el aspecto majestuoso que evoca a la naturaleza más frondosa. Además de que, por lo que he leído, este es uno de los temas principales que aborda normalmente las obras del escritor Stefan Wul, y parece que su traslado al formato cómic en ese sentido de Yann y Cassegrain sí está hecho de maravilla aquí. Así que si te apetece embarcarte en un viaje planetario verdaderamente exótico con un tono mordaz y humorístico, tendrás todo lo que necesitas para una gran lectura en este genial tomo integral de la obra que acaba de publicar en nuestro país la siempre genial editorial Nuevo Nueve.

Echadle un ojo.

J. J. Castillo nació una fría mañana de invierno en la que el murmullo del viento hizo temer al más valeroso. Enamorado de esa sensación, dedica su tiempo a escribir y leer historias que increpen el alma. En el ámbito de las letras ha ganado premios y ha colaborado con cantidad de editoriales especializadas en los tres grandes géneros.