Reseña: Plastic Man. ¡Nunca Más!
Plastic Man siempre ha sido un superhéroe divertido, muy divertido, y eso poca gente lo sabe. Y el que ha leído poco o nada de este personaje, normalmente, se ha tomado la deferencia de no tomarlo en serio. Pero es un superhéroe con muchos matices, que da para mucho, y solo falta que un buen guionista lo pille para darle aventuras que encumbren su nombre. Una de estas (y no hay muchas) es la que presenta Christopher Cantwell en ¡Nunca Más! Uno de los cómics más divertidos que he leído este año siendo a la vez también una de las historias más tristes e innovadoras de DC que he disfrutado en mucho tiempo. Porque Patrick «Eel» O’Brien, Plastic Man, se topa con una advertencia mortal. Ha descubierto que está agrietándose, rompiéndose, en lugar de estirarse y doblarse. Una enfermedad de la que quizás no pueda recuperarse porque no se ve una posible cura en el horizonte. Y la cuenta atrás ha comenzado.
Pues durante un enfrentamiento rutinario entre la Liga de la Justicia y Solaris, Plastic Man es alcanzado por un rayo mortal y comienza a desintegrarse. Más tarde, durante una visita al especialista médico de Batman, se revela que la reacción química en su interior lo está destruyendo a nivel molecular y que pronto lo borrará del mapa.
El doctor también plantea la hipótesis de que podría deberse simplemente a que posee unos poderes únicos y algo inédito dentro de la física molecular está sucediendo. Pero a Plastic Man lo que le preocupa es, las implicaciones de este problema para con su hijo Luke, Offspring (componente de los Jóvenes Titanes), quien heredó sus poderes. Así que Plastic Man emprende una peligrosa misión para salvar, sobre todo, a su descendiente (nunca mejor dicho). Parece que lo único, lo suficientemente poderoso como para unir sus moléculas de forma permanente, es crear una bomba de fisión nuclear. Y para eso necesita una buena dosis de buena suerte.
La Liga de la Justicia riéndose y cambiando de tema ante el problema… Cantwell posiblemente nació para escribir Plastic Man. Ofrece aquí una visión perfectamente equilibrada de un personaje con increíble incisividad y sensibilidad, encontrando una voz cómica audaz para él, que se siente poderoso y consistente a lo largo de todo este drama. Eso es muy difícil de conseguir. Además, el guion juega fantásticamente con las expectativas preexistentes, aprovechando la (mala) reputación de Plastic Man como personaje cómico de alivio y convirtiendo esto en la piedra angular de su ruina. Lidia con la mortalidad de una manera carnal y plena, algo que rara vez se hace en los cómics.
El tiempo podría demostrar que ¡Nunca Más! puede ser una de las tramas más icónicas de Plastic Man, similar al Ojo de Halcón, de
Fraction y Aja o incluso El Regreso del Caballero Oscuro, del maestro Frank Miller. Redefinirá la percepción de muchos vosotros sobre este fantástico personaje.