Reseña: Papyrus (1974-1977), de Lucien De Gieter

Nada menos que los tres primeros álbumes de una joyita recopilada del cómic europeo que jamás esperaba ver publicada aquí. ¿Cuántas veces he dicho que Dolmen Editorial esta haciendo un trabajo grandioso con la recuperación de titulazos en su colección Fuera Borda? Perdonad una vez más mi éxtasis pero es que es coger el tomo y deleitarme con estas maravillas clásicas. Un integral de tres álbumes en esta ocasión, a cual más estimulante.

Creado en 1974 por Lucien De Gieter, Papyrus es un joven pescador que vivió durante la época de los faraones. A lo largo de las aventuras de Papyrus, imbuidas de magia y realismo fantástico, se nos invita a redescubrir el antiguo Egipto. Magníficas ilustraciones (donde se percibe el poderío de la BD), pero también una documentación impecable. De esos cómics que aportan algo más… Bien, es que tenía un poco de tensión con este titulo, quizás porque siempre deseé que me encantara, y me gustó. Mola ver obras que gracias a ellas descubres cosas, en este caso, del antiguo Egipto. Incitan a interesarse por más. Lo que más me fascinó fue la arquitectura monumental de los diversos templos y palacios antiguos que se marca el autor. Si investigas, descubres que no hay nada inventado. Un trabajo de documentación enorme detrás, es lo que hay. ¡Y las historias! En Papyrus hay complots, sumos sacerdotes engañosos y crueles, un joven valiente y su chica, personajes muy interesantes. Y dioses cuyos nombres no estamos acostumbrados a escuchar, con poderes extraños. Una mezcla de realidad y ficción súper interesante.

Papyrus, para nada es un cómic destinado a niños, como he oído por ahí. De hecho, los chavales de hoy en día a muchos nos hacen idiotas en cuanto a lecturas se refiere. Así que, ¿por qué catalogar? Papyrus es una saga que con poco, me ha hecho ver que logra su objetivo. Además, De Gieter sabe cómo infundir a sus historias el ritmo y las aventuras suficientes para que uno esté deseoso de pasar página para ver qué ocurre. Los tres primeros álbumes son La Momia Sumergida, El Señor de las Tres Puertas y El Coloso sin Rostro.

En La Momia Sumergida, todo el país está de luto. La princesa heredera del trono muere arrastrada por una misteriosa enfermedad. Embalsamada a toda prisa, su sarcófago ha desaparecido. Incluso el faraón, desesperado, no pudo despedirse de ella. Los dioses parecen estar alejándose del amo de las dos tierras… Muy lejos de Tebas, a orillas del Nilo, duerme un joven pescador. La esposa del dios cocodrilo se le acerca… ¿Qué extraño destino le espera a Papyrus?

En El Señor de las Tres Puertas, el joven fellah Papyrus, adquiere una espada mágica y salva a la princesa, de quien se convierte en protector y confidente. Tendrá mucho que hacer para proteger a su amiga de los complots y maniobras tramadas por los sacerdotes de Amon o ciertos príncipes malévolos empeñados en que desaparezca. Papyrus es ahora el gran héroe.

En El Coloso sin Rostro, queriendo hacerlo bien, Papyrus se ve golpeado por una maldición. Y no cuento más, por ser una magnífica aventura que se disfruta a tope y de principio a fin, sin spoilers.

Siguiendo la línea clara de De Gieter, nunca revolucionaria, pero eficaz y bastante elegante, encontramos una obra digna para el amante del buen cómic europeo. He aquí una serie ideal para recomendar a un público receptivo de aventuras históricas pero también amante de los fenómenos extraños, múltiples peligros y cierto humor en momentos concretos. Los héroes no dudan en codearse con las creencias y rituales de su país, y hablan de ello sin miedo como quizás en aquella época debió ser. Esta simpática y encantadora serie creada en 1974 en la revista Spirou, permite descubrir las antiguas costumbres de la civilización egipcia tan estudiadas por los arqueólogos. De Gieter aporta lo maravilloso de ello y da una atmósfera fantástica respetando la mitología egipcia, con una gran preocupación por la precisión en decorados y fondos.

Papyrus es simplemente una publicación maravillosa. Elección muy acertada de Dolmen Editorial