Reseña: Caty, la Chica Gato, de Ramzee, Giorgetti y Elkys Nova

La primera colección de la superheroína más importante del Reino Unido, no es decir poco. Un volumen con las mejores historias de Caty, la Chica Gato. Un cómic lleno de acción, perfecto para lectores nuevos con el maullido magnífico de mundo de Cat Girl. Cómic inglés que lleva décadas dando que hablar en el mundillo de los lectores de tebeos de toda la vida, y que trae a librerías ahora la recomendable Dolmen Editorial.

Podéis pensar que los cómics británicos de la antigua 2000 AD tienen mucha fama, que salieron joyitas, pero que a día de hoy muchas no resisten el paso del tiempo como no hace mucho me dijo un chavalito inocente. Si bien eso puede ser cierto con algunos títulos (porque no vamos a generalizar ni defender lo obvio), hay otros tantos cómics que permanecen a base de bien. Con ideas, acción o solamente con una pureza en su base, que como mínimo agrada. Y si la lectura de un cómic, al menos, agrada, ay, my friend, eso que es que merece la pena a poco que os guste disfrutar del mundo del cómic en general.

En el pasado había una gran cantidad de títulos que siguen mereciendo ser disfrutados. Y el ejemplo perfecto es Caty, la Chica Gato, uno de esos personajes cómicos que merece la pena conocer. Y que sí, aunque en un principio fue dirigida directamente a los niños (presumiblemente niñas), Cathy Carter (correcto, existe aliteración), es un personaje que evoluciona con el paso de las historias y gusta, me atrevería a decir, que a todo el mundo. Se pone un traje africano que le ha sido legado y adopta los poderes de un gato que usa para luchar contra el crimen, hábilmente y obstaculizada, a veces sí, a veces no, por su no tan fantástico padre detective privado. La idea puede ser más original que muchas historias de Catwoman con la que la comparación es inevitable. Pero en este tomo que recopila lo mejor de lo mejor de dicho personaje, también tenemos un avance hasta el día de “hoy”, donde vemos que Cathy ha crecido y ahora es oficial del CID (Crime Investigation Department), la rama de una fuerza policial a la que pertenecen la mayoría de los detectives civiles del Reino Unido y en muchas naciones de la Commonwealth. Cathy tiene una hija, Claire, que al más puro estilo Batgirl, necesita un traje más elegante que el de su mamá. Y no mucho después, lo obtiene.

Este genial volumen en tapa dura comienza con la historia más reciente creada para el personaje, escrita por Ramzee, una historia bastante simple pero con un toque de encanto a su medida. Hay una naturaleza casual y diversa en esta historia, aunque como en todas las demás, se nota a leguas que el objetivo de este título es la inclusión de niñas en los cómics de superhéroes. Y aunque las historias de Ramzee varíen en el tiempo, esta idea siempre anda en el horizonte o como trasfondo de cualquier aventura.

Elkys Nova proporciona los lápices en un estilo que combina bien la acción con la caricatura. Hay una facilidad en el aspecto del cómic en general, pero nada es demasiado exagerado y ningún personaje está sexualizado. Afortunadamente esto es perceptible para el lector objetivo. De hecho, iría tan lejos como para decir que el arte tiene un aspecto más inteligente que muchos cómics que he leído últimamente. La narración y el ritmo son perfectos. Y el resto del tomo se compone de reimpresiones de las aventuras originales de La Chica Gato, escritas y dibujadas por Giorgio Giorgetti.

Hay una cierta mirada entrañable en estas aventuras. Puedo alegar que en muchas de ellas Giorgetti se adelanta a su tiempo. Mientras los autores estadounidenses de aquellos años ponían pensamientos y monólogos interiores en bocadillos, Giorgetti usa cajas para contar parte de la trama en la que te has metido. Lo que se puede ver en cómics de hoy en día.

¡Disfrutad de esta joyita vintage!

Reseña: Alvar Mayor, de Carlos Trillo y Enrique Breccia

La aventura con «A» mayúscula en la época del colonialismo español en las Américas. Esa época tan exótica como atractiva, una época de poderío mundial para el Reino Español tan denostado por tantos, tanta envidia debe quemar a algunos otros imperios por dentro… Mis vellos se erizaron cuando me enteré que Dolmen Editorial publica Alvar Mayor. La publicaba, la rescataba, como lo queráis llamar. La obra de renombre que se marcó Carlos Trillo con el maestro Enrique Breccia, dos leyendas del cómic que se juntaron en el bendito año de 1977 para serializar este maravilloso cómic para la extinta revista Skorpio, genial publicación dentro del cómic argentino.

Cierto y verdad es que a mí siempre me llegaron informaciones de esta obra desde el otro lado de los Pirineos. Por lo que mi mente encajó que de algún modo pertenecía a la BD. En 1983, cuando el cómic ya existía en Sudamérica en formato álbumes y era reconocida como imprescindible, una ínfima parte de las peregrinaciones de este héroe atípico aparecieron en Editorial Dargaud en TPBs grandes muy curiosos de los que recuerdo haber leído algo. Recuerdo aventuras sueltas, aunque ninguna en especial. Era muy pequeño, todo hay que decirlo, leía desde muy temprana edad cómic para adultos pero no podía recordar nada de esta obra. En fin, el tema es que tenemos casi sesenta historias historias que componen la gesta, el cantar de gesta (lo llamaría yo), de Alvar Mayor; hijo del cartógrafo de Pizarro y por tanto uno de los primeros descendientes de españoles nacidos en América del Sur. Un tipo que conoce a la perfección todos los caminos, senderos y atajos que surcan tan enorme continente. Respetando a los pueblos indígenas y sus culturas, se gana la vida guiando aventureros en busca de El Dorado y el Cíbola, otra ciudad legendaria llena de riquezas, que durante la época colonial se le presuponía existir en algún lugar del norte de la Nueva España, en lo que hoy es el norte de México y el suroeste de USA. Y que duda cabe que en sus viajes, Alvar se encuentra con extraños personajes y pueblos de misteriosos conocimientos. Este es el fuerte del cómic. La aventura pura y dura, la historieta de aventuras en todo su esplendor.

Al leer este primer volumen recopilatorio, del que ya está anunciado el segundo (y por mis cuentas, el último) lo que me impactó fue la altísima calidad del dibujo de Enrique Breccia en esta época. El ilustrador navega entre viñetas perfectamente dominadas con paisajes o escenarios extremadamente detallados, pero también con una gran sensación de pureza y control en ciertos dibujos. Contemplando estas viñetas o a veces páginas enteras, uno no puede dejar de pensar en Toppi o el genial Joan Boix cuando ambos dos estaban en lo más alto de su nivel. Aquí Breccia esplende. Una fuerza gráfica que emana de cada página, solo por eso es indispensable esta colección para el amante del buen cómic.

Pero es que encima las historietas de Trillo son súper chulas, dignas de una buena serie de TV con buen presupuesto. En la trama general, seguimos a Alvar en relatos breves de unas diez páginas y en el transcurso de estos, lo que destaca sobre todo es la empatía que muestra el héroe hacia los pueblos indígenas así como una mirada intransigente hacia sus compatriotas a quienes les interesa más la búsqueda del lucro que cualquier otra cosa. Y donde dos personajes generalizados son recurrentes y siguen a Alvar en varias de sus aventuras; el indio Tihuo y luego las mujeres que se van cruzando en su camino. Personajes para nada secundarios que no tienen ni un pelo de tonto/a y participan de lleno en las historias.

Respetando el orden cronológico de publicación, en estas páginas se incluye el inicio de este viaje repleto de hechiceros, barcos, dioses nuevos y antiguos, calaveras, tabernas y puestas de sol legendarias, tal como cuenta la sinopsis editorial. Cierto es que tenemos bastante documentación de casi todo lo ocurrido en esta época en general. Resido en la ciudad donde se ubica el Archivo de Indias y sé esto de buena mano porque lo he visitado varias veces. Una época donde la búsqueda de enormes riquezas, con todo lo que ello conllevaba, deparaba en brutalidad, atrocidades, poder, sangre y rebelión. Perros sin salida, en muchos casos.

Alvar Mayor es un soberbio cómic realista, puntilloso, buscado, que te hace sentir la humedad de las selvas, la inmundicia de los soldados, su mismo hedor. La propia jungla es una especie de personaje que acaricia a estos aventureros y los envuelve… Volver a tenerlo disponible en librerías es muy buena noticia.

Reseña: El Último Monstruo Mecánico, de Brian Fies

Brian Fies es el dibujante estadounidense mundialmente conocido por ser el creador de Mom’s Cancer, que fue el primer web-cómic en recibir un Premio Eisner de la historia. Lo ganó en 2005 en la recién creada sección de Mejor Cómic Digital. El cáncer de mamá además ganó el Premio Harvey en la categoría de Mejor Nuevo Talento, así como otros tantos premios que dieron a Fies cierta fama. Pero Brian también es el creador de este genial tomo o novela gráfica que acaba de publicar Dolmen Editorial en nuestro país en formato tapa dura. Obra que también fue nominada al Eisner digital en 2014 y se lo llevó en 2015.

Como vais a ver, es un creador de historias que tocan la moral. Cómic o tramas que no dejan indiferente. La muerte inevitable de una enfermedad insuperable, What happened to the world of tomorrow?, o la devastación causada por los incendios forestales de California en 2017 que destruyeron su casa (A Fire Story). Pero, ¿y El Último Monstruo Mecánico? The Mechanical Monsters fue una película animada de Superman de 1941 lanzada por Fleischer Studios. El novelista gráfico Brian Fies debía estar enamorado de esta historia desde pequeño que decidió dar su toque y reinventarla como El Último Monstruo Mecánico, un cómic web publicado en blanco y negro antes de su paso a papel y al siempre agradecido color.

En la reinvención de Fies, el inventor loco de la historia original, que desató una ola de crímenes conducida por robots, finalmente es liberado de prisión en el siglo XXI. Debe tener, ¿cuánto, 100 años? Ignorando la imposibilidad cronológica, en esta nueva versión imaginativa de la vieja historia podemos encontrar al inventor reconstruyendo uno de sus robots (le cuesta encontrar piezas de repuesto) y buscando venganza contra el mundo, el «hate» a tope, ya sabéis, haciendo hincapié en esa máxima constante de todo villano que se precie que grita cada vez que puede: ¡Me vengareeeee!

Sabía que me encantarían los personajes de la novela gráfica de Brian Fies porque eché un ojo en su día a la historia online. Pero tras la lectura de la trama al completo, jamás pensé lo que podría llegar a amarlos en este agridulce guion que en realidad cuenta el cómo queremos ser recordados y el legado que queremos dejar. Aparte de ser una historia que evoca a la nostalgia constantemente, homenaje a los cómics de la Edad de Oro, explora el concepto de envejecimiento, el fracaso y la (des)conexión humana.

Y todo utilizando un ex-supervillano envejecido y su gigantesco robot.

Impresionado por la obra de arte impresionante e inmersiva de Fies.

Aprecio este cómic.

Reseña: Juez Dredd Vol. 1 (1981-1985)

En un mundo de constantes publicaciones de cómic pero, sobre todo, de grandes rescates de obritas de antaño y vueltas a la palestra de títulos en formato íntegro que nunca nos debieron faltar…, cómo demonios no iba a ser una buenísima noticia que la franquicia Juez Dredd la cogiera por fin una editorial en condiciones como es Dolmen Editorial. Además, metido ya el primer volumen dentro de estos formatos por años tan recomendables en tapa dura, por orden cronológico de publicación real y además, con bastantes partes inéditas en nuestro país.

La joya del mes de febrero para mí… y quizás de aquí en adelante se va a notar mucho-demasiado que Juez Dredd es uno de mis personajes favoritos del mundo del cómic; decía antes lo de inédito y original para con esta edición que os reseño hoy porque realmente Juez Dredd fue una una serie de historietas británica creada por el guionista John Wagner y nuestro autor patrio y dibujante Carlos Ezquerra para el número #2 de la revista de historietas 2000 AD en el bendito año de 1977. Pero como se fue poniendo de moda por entonces lo de las  tiras de prensa, también se sumó Juez Dredd a la idea de su publicación en este formato. Y fue cuatro años después de su creación e irrupción en el cómic que el avance de sus imparables historias vieron la luz en el diario Daily Star, obviamente, convirtiéndose en éxito inmediato. Porque si un poder tiene este personaje es que a poco te guste el tema y estés más a favor de lo autoritario y el totalitarismo cuando la gente se pasa las leyes por el forro… O al menos, más cerquita que de los rebeldes estos que se las suda todo. Si estás en este lado de la acero, el personaje te va a encantar.

Tiras de prensa inéditas en español tras sus cuarenta años de existencia. Sacadas, sobre todo, de la grandiosa Judge Dredd: The Mega Collection que fue una colección parcial quincenal de libros en tapa dura que publicó Hachette Partworks. Una serie de tomos que contenía noventa volúmenes y comprendía todos y cada uno de los arcos más potentes que se pudieron disfrutar en la vieja 2000 AD, así como material adicional con arte inédito. Bien, pues muchas de esas historias y tiras se pueden disfrutar en este Juez Dredd Vol. 1 1981-1985. Un volumen que, además de ser una colección genial para empezar con el personaje por primera vez, obvio es decir que el completista y amante de Dredd lo querrá sí o sí por lo inédito en nuestro idioma. Apuesto que serán tomos que volarán en librerías.

Su protagonista es el Juez Joseph Dredd, un agente de la ley estadounidense en un futuro distópico donde los jueces como él reúnen en sí los poderes de policía, juez, jurado y verdugo. Dredd y sus compañeros están facultados para detener, condenar e incluso ejecutar a los criminales en el acto. Un cómic que en su día disfrutamos mucho como buena Ciencia Ficción, pero que a día de hoy no nos parece tan descabellado un cuerpo así para que ciertos parámetros de la sociedad funcionaran. Es entonces que tenemos a un juez, jurado y verdugo que reparte ostias como panes. ¿Y qué puede molar más? Transita las calles de la futurista Mega-City Uno donde en toda ella tiene jurisdicción. Su palabra es ley y la ejecuta con puño de hierro. Aunque hay muchos como él, cada uno de su padre y de su madre (y nombre), Dredd tiene autoridad dentro de la autoridad y de todos es conocida sus implacables ejecuciones. Dredd no tiene piedad y ningún delincuente escapará a su control, ya sean criminales en mallas, científicos locos, golfos, invasores alienígenas, robots fuera de control o compañeros renegados. No saben lo que les espera…, como bien dice la sinopsis editorial.

Joyita. Mis aplausos para Dolmen Editorial.

Reseña: Battle Action, de Garth Ennis y VVAA

Battle Action es el cómic bélico rescatado que hará llorar de alegría a cualquiera que haya disfrutado de los viejos cómics del mismo nombre. Y si no llorar, que a veces puedo ser exagerado, sí que noté el vello de punta recordando lo bien que lo pasaba de pequeño con estas historietas.

Uno de esos niños debió ser el ya maestro del guion Garth Ennis, del cual ya conocemos su amor por los cómics descarados pero también las historias clásicas de guerra. Es decir, el serranito o sandwich-mixto vegetal para que se me entienda, un cúmulo de ideas rescatadas para conseguir que todo se haga bien en este volumen que publica Dolmen Editorial, y que justifica por un lado la compra de algo que sin duda van a disfrutar los amantes de lo bélico, y por otro, los fieles seguidores de Ennis. El genio que siempre goza de un alto nivel en todo lo que escribe o reescribe. Posiblemente el mejor escritor en activo, el top-one de muchísimos fans del noveno arte.

Porque sabemos que Ennis, siendo un gran admirador de los semanarios británicos de los viejos tiempos, tomó siete historias de cuando la frase de engancha en portada era ¡Grandes aventuras en el interior! Y con ellos escribió un nuevo capítulo de cada uno, con la ayuda y la complicidad de algunos de los mejores ilustradores que se asientan en el Reino Unido. Y sólo ojear el tomo por primera vez me puso la piel de gallina. A veces, los friki-cómics somos asi de monguers, sí, llevamos dentro lo que los grandes espíritus de Kirby, Lee, Eisner, Miller, Mignola o Ross inspiran. Como un anuario de guerra de noventa y seis páginas, los planetas se han alineado para que Dolmen Editorial publique esta chulada. ¿Y qué contiene? La primera historia es para mí la más poderosa de todas. Johnny Red contra Skreamer de los Stukas es donde el as de la aviación se enfrenta al temido coronel por la soberanía del cielo en el frente ruso. Épica a tope. Visto está que Ennis no era ajeno a este personaje y tenía algo que decir sobre él junto al dibujante Keith Burns. Una magnífica historia con batallas tácticas inteligentes protagonizadas por viejos aviones de por medio. Un buen comienzo. El arte en color se convierte en blanco y negro a continuación, ya que la versión de Ennis de El Sargento, de Gerry Finley-Day, es una lección de historia más sencilla que cualquier otra cosa. Pero funciona bien y con una trama fácil (una escuadra dirigida por el sargento Jim Masters intenta cruzar Italia sin morir en el intento); los miembros principales de la sección están esbozados magistralmente.

El tema bélico a tope continúa con Crazy Keller, pero esta vez es un asunto más ligero, lidiando con un capitán yanqui cuyo objetivo principal es sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial con más dinero del que ingresó. Curiosa trama que no conocía o de la que no recuerdo nada. Crepitante guión de Ennis bien ilustrado por Chris Burnham.

Pero no solo se trata la guerra aquí. Dregger fue una tira cómica de los años 70 que tomaba prestado generosamente lo que era popular en ese momento: dramas policiales británicos duros como The Sweeney. Dredger, que fue expulsado de los marines por brutalidad (creo que estamos de acuerdo en que es un logro, sobre todo, los que hemos sido militares profesionales), un tipo que soluciona problemas para el Gobierno y eso es realmente todo lo que necesitas saber… Las demás historias os dejo que las descubráis vosotros mismos.

A diferencia de otros cómics bélicos del irlandés, en Battle Action vais a encontrar al Ennis bueno, por la caradura con la que se le conoce. Este es Ennis sin correa y se le permite cagar en jardines de bellas flores con una violencia exagerada al estilo de lo que hizo con The Punisher. Y por ahí van los tiros, nunca mejor dicho. Una carta de amor de Ennis a un género, a una época, a un tipo de cómic que lo atrapó. Que nos atrapó.

Reseña: Hägar El Horrible (1973-1974), de Dik Browne

No es una broma. Otro tomo joyita, grandísima recuperación del cómic europeo es la que acaba de desembarcar en nuestro país con la publicación de Hägar El Horrible. Dolmen Editorial ha tenido la brillante idea, otra en el cúmulo de todos esos rescates de grandes cómics clásicos que está haciendo, de traer a tierras hispánicas las tiras de Hägar Dünor, que yo personalmente leí en las penúltimas páginas del periódico Ouest-France, en casa de mis abuelos cuando tenía poco más de diez años. Por lo que este rescate, que ya alabé en su día en RRSS cuando Dolmen lo anunció, me puso tierno como una magdalena…

Seguir las aventuras del terrible vikingo Hägar Dünor es verdaderamente emocionante. La vida de este valiente guerrero que solo teme a una cosa, a su esposa Helga (Hildegarde), se nos presenta en forma de tiras en blanco y negro en uno de estos tomos tan chulos que recopilan historias por años. Y lo que mola es que con esos dibujos que estás viendo con unos pocos trazos de lápiz, se crean personajes con carácter, escenarios, y como la nata blanca y fresca de un pastel de humor extravagante y situaciones perfectamente ambientadas en épocas vikingas. Y a mi adulta edad vislumbro aún mejor el verdadero maestro de la concisión que fue Dik Browne, para el que tenía ubicado como uno de los grandes de la BD y resulta que ahora que me documento para la reseña encuentro, para mi sorpresa, que Richard Arthur Allan Browne (1917-1989) fue un gran caricaturista sí, pero estadounidense y para colmo paisano neoyorquino. Y dibujante de mapas en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial donde en su tiempo libre creó el cómic Ginny Jeep, del que me hablaron muy bien, uno de esos cómics que aparecieron en los periódicos de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Y con el paso de los años el éxito le llegó en 1954, cuando junto a Mort Walker co-creó la tira cómica Hi and Lois, un cómic sobre una familia de barrio obrero, tira cómica de éxito que desde 1954 a día de hoy se sigue publicando.

Pero a lo que voy es que os insto a leer rápidamente las aventuras de Hägar Dünor, su esposa Helga y sus hijos Hamlet e Ingrid, sin olvidar a su compañero de desgracias Fortunato. Este volumen es un bellísimo objeto editorial que se presenta con un retrato del autor y una ficha sobre la adaptación de su obra en Francia. Y es que como todo el mundo con el que alguna vez hablé de esta serie, me encantó volver a las aventuras de este vikingo de armas tomar. Sinceramente conecté aún más (con la edad que tengo ahora) con el humor de Dik Browne. Un autor que como os decía, con sus trazos hace fácil lo difícil. Y el detallito que recuerda a Robin Dubois con el tema de un protagonista que siente una poderosa atracción por las tabernas para huir de una mujer controladora…, friends, con eso, me partí el culo.

Esta tira utiliza hábilmente a los vikingos como personajes cómicos tras los que se vislumbra una sátira de nuestro tiempo y de la sociedad norteamericana de los años 70. Anacronismos, dentro de un decorado simplificado, con una gráfica muy despojada. Dick Browne, cuyo dibujo se acercaba al de Mort Walker, sabía plantar un sketch en tres trazos de lápiz. Y pocos saben darle importancia a eso fuera del mundo del noveno arte. Hägar es ese hombre gordo, barbudo, brusco, pendenciero y fiestero, presa de frecuentes meditaciones, un tipo de hombre en el que podemos convertirnos muchos a poco que nos descuidemos. Su formidable esposa Helga, con fuerte poder acaparador, no es otra cosa que un reflejo de muchas parejas en la que el comportamiento podría ser perfectamente lo contrario a lo que se propone. Sólo es una crítica a la vida en pareja más que al ser humano.

En 2023 cumplirá 50 años esta joyita. Aventuras que aseguran risas.

Reseña: Los Centauros (1977-1980), de Seron

Puedo resultar cansino con lo de JOYITA… pero es que el amante del cómic europeo clásico de la BD que se precie y vea lo que está trayendo casi cada mes Dolmen Editorial… ¡madre-del-amor-hermoso! Y de nuevo le toca el turno a otra maravilla que jamás pensé volver a ver en una edición restaurada y nueva. ¡Y en español! Además de ir siguiendo la publicación por años que me parece otro aciertazo.

Los Centauros fue una obrita que se sacó de la manga el gran Pierre Seron (1942-2017), el genial guionista y dibujante belga que aunque no fue muy prolífico, que duda cabe que dio un pelotazo con su obra de Los Hombrecitos (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6366). Y es que el maestro Seron comenzó en la industria del cómic como asistente de diseño de Dino Attanasio y Mittéï bajo el seudónimo de Foal, trabajando en series como Modeste et Pompon, de André Franquin. Pero con el lanzamiento de su serie Les Petits Hommes (inicialmente en colaboración con el periodista Albert Despréchins), comenzó a despuntar en la famosa revista Spirou allá por 1967. Una serie que duró la friolera de casi cuarenta años.

La serie que os traigo hoy gracias a este tomo que publica Dolmen Editorial fue llamada en un principio Aurore et Ulysse y poco después conocida como Les Centaures. Comenzó a publicarse en el bendito año (no tengo abuela) de 1977 también en la revista Spirou, y como podéis ver tiene un atractivo impresionante. Aquí hay otro cómic que puede parecer y es juvenil, pero que llena de nostalgia y regusto a gente como yo. Sí que es cierto que el tono y el humor de Los Centauros es más bien bonachón y fácilmente dirigido a jóvenes que lo “intenten” con su lectura. Un giro más familiar a lo que proponía Los Hombrecitos. Contando que, Aurora y Ulises son dos jóvenes centauros que vagan por el mundo de los mortales en distintas épocas, y que buscan por todos los medios una puerta para volver al Olimpo.

No son más que pretextos para divertidas aventuras y algunos simpáticos gags, en cuyos viajes se cruzarán incluso con el mundo de Los Hombrecitos (Seron combina hábilmente sus dos series), y es que en esta serie inédita en nuestro país que la genial Dolmen publicará integra en dos tomos, hay muchos guiños y pasajes humorísticos bastante agradables. Todo está lejos del aburrimiento. Con cada uno de los pasajes, te diviertes. Tened en cuenta también que Stephen Desberg lo ayudó con ciertos escenarios y eso se nota. Básicamente, no rompe ningún ladrillo (como dicen los gabachos), pero Los Centauros está lleno de un encanto infantil y desarrolla cierta poesía, y en mi opinión, el dibujo de Seron con su estilo animado y no siempre necesariamente cercano al estilo de Franquin como siempre le criticaron; estamos ante una obra al que todo aquel que esté leyendo esta reseña debería darle una oportunidad. Aquí nadie copia a nadie; muchos criticaron a Seron porque el personaje de Renaud de Los Hombrecitos se asemejaba a un vecino lejano del Gaston, de Franquin. Cierto es que Seron tiene un estilo similar a Franquin, pero eso es todo. ¿Cuántos ilustradores hay en el mismo caso? En fin…

Dibujos agradables, claros, precisos y preciosos, que incitan a dibujar cosillas así por uno mismo. La mejor inspiración con colores brillantes y “tramitas” simpáticas. Los escenarios permiten descubrir agradables historias en las que se sumergen nuestros dos jóvenes héroes, que desean encontrar la puerta que los devuelva de una vez por todas a su mundo. ¿La moraleja? La curiosidad mató al gato… Y una forma chula también de redescubrir la mitología de una forma amena y divertida. Seron es un maestro siempre recomendable.

Por cierto, acabo de ver que Dolmen Editorial acaba de anunciar la publicación de Hägar el Horrible

¡Madre-del-amor-hermoso!

Reseña: MYTEK El Poderoso, de Tom Tully, Bill Lace y Eric Bradbury

Enorme e increíblemente fuerte, MYTEK funcionaba con luz solar, absorbiendo energía a través de baterías escondidas tras la piel de su espalda. En una ocasión, estas baterías fueron cubiertas por lodo durante una pelea, lo que provocó que MYTEK gradualmente se debilitara y algunos pensaron (los malos-malutos) que por fin el gran dios mono iba a caer. Pero el lodo se fue limpiando y entonces… terror…, horro, ira, muerte e inspiración. Y más muerte y desazón.

Cuento más. El profesor Boyce era un científico que trabajaba en proyectos de investigación en África. Después de que su laboratorio fuera destruido por los guerreros de la tribu Akari, un amigo guardabosques llamado Dick Mason le cuenta cómo los miembros de esa tribu adoraban a una estatua de arcilla de un simio gigante llamado Mytek que simboliza los poderes de la fuerza y destrucción. Así que al profesor se le enciende una lucecita y se pone a diseñar un colosal robot con la forma de este simio con la esperanza de emplearlo para convencer a la tribu de que renuncie a su caminos bélicos. Sin embargo, su asistente, el enano Gogra, amargado con el resto de humanidady peleado con el mundo, se hace con los mandos del Mytek robótico y lo usa para convertir a la tribu en un ejército que busca venganza contra todo ser humano civilizado. Conquistar el mundo es una opción.

Pero Boyce y Mason persiguen al enano y consiguen recuperar el robot, aunque Gogra logra escapar, y volver una y otra vez con prototipos inteligentes y otros muchos planes de contienda. Buscará siempre destruir el proyecto Mytek. Destruir todo lo ideado para este fin. Su campaña contra la raza humana no cesa. En realidad, acaba de empezar. Tom Tully acompañado por los guiones de Bill Lace y el arte de Eric Bradbury, dieron vida a uno de los personajes más conseguidos de lo que en su día se consideró el cómic de serie B más chulo del momento. Los que indagamos en su día en este personaje, nos dimos cuenta pronto que no era un King Kong de baratillo lo que se vendía aquí. Más bien, una trama pulpera de las buenas en formato cómic.

Mytek el Poderoso (Mytek the Mighty) fue una serie de historietas británica que vio la luz inicialmente en la revista semanal Valiant entre 1964 y 1970. Por estos lares, fue la mítica (nunca mejor dicho) Ediciones Vértice la que lo hizo cruzar fronteras y lo reprodujo en tres formatos distintos (tebeos, rústica y recopilatorios) pero al que casi todo niño de los 80 accedió a través de la grapa. Eran los más económicos con diferencia. Aunque también los más fáciles de encontrar dentro de la locura que era seguir una colección quiosquera en aquellos tiempos. Ante tal éxito, se cuenta que en 1968, ante la falta de material original, Vértice llegó a encargar a Fernando M. Sesén como guionista y Rafael López Espí como dibujante la realización de una historieta apócrifa de 126 páginas que llevaría el título de El retorno de Mytek. Pero, en definitiva, y a lo que voy, es que la publicación de un integral como Mytek el Poderoso no es otra cosa que una buena noticia más, por parte de Dolmen Editorial, que en su Línea Albión está trayendo otras joyitas del mismo ramal como Zarpa de Acero (https://dolmeneditorial.com/tienda/zarpa-de-acero/), obra que aún no he tenido la oportunidad de disfrutar aunque tengo unas ganas tremendas.

Señalo que esta cosita tan mona… es uno de los títulos que siguen “vivos” en bolsitas de plástico en mi colección oficial. Pero ni que decir tiene que deseaba tener esta obra en tapa dura, en este genial y formato y edición que propone Dolmen Editorial. Para mí, son los mejores dibujos de King Kong que existen, y eso que nada que ver con el rey Kong tiene.

Una de las obras más recomendables de pillar de este 2022.

Reseña: Sammy 1972-1974, de Raoul Cauvin y Berck

Sammy apareció por primera vez en el semanario Spirou en 1970 sucediendo a Mulligan. Los primeros álbumes o historietas de Sammy fueron categorizados por los lectores como excelentes cómics. Las aventuras humorísticas y policiales de estos matones al estilo Humphrey Bogart en una América en medio de “prohibiciones”, han sido consideradas a menudo como la mejor creación de tan prolífico guionista como lo fue Raoul Cauvin, el maestro que nos dejaba el año pasado. Además, variando la temática en casi cada una de estas aventuras, Cauvin muy pronto evitó el pecado de la redundancia, así que Sammy ya os indico que es otra de las colecciones imperdibles para el amante del cómic europeo clásico que se precie. Otra joyita que Dolmen Editorial publica y que este mes coloca entre novedades el segundo tomo que comprendería los álbumes publicados entre 1972-1974. Es decir, las historias dos, tres y cinco de la colección original, los álbumes La ruta del ron, ¡Viva el presidente! y El gorila de ocho patas.

Sammy es un cómic que demuestra que los autores -tanto Cauvin como el dibujante Berck-, estaban muy bien documentados con aquella época de una USA atormentada y amenazada por la Gran Depresión. En el cómic se abordan la mayoría de los temas principales de esta era: tráfico de alcohol, mafia, apuestas y peleas arregladas, así como el Ku Klux Klan, las intrigas palaciegas y mafiosas de la emergente Hollywood… e incluso me contaron que más adelante se tratan otros temas fuera de USA, de hecho, en este mismo tomo se hace. No obstante, estos temas, unos más serios que otros, Cauvin opta por abordarlos con gracia y buen humor. Se trata pues de una serie de historietas muy vivaces, llenas de punch, repletas de alusiones y gags, con el contexto fielmente plasmado a pesar del estilo semirrealista, una parodia lograda donde los héroes le sacan los colores a mafiosos y traficantes. Pero lo que os tiene que quedar claro es que Sammy y su jefe Jack Attaway son «gorilas» y ofrecen sus servicios para proteger a las personas ya sea para el uso de la fuerza o para investigar.

La ruta del ron cuenta como ambos son contratados por la misma policía para intervenir la Rum Row (Ruta del Ron); kilómetros de barcos anclados en el límite de las aguas territoriales y repletos de whiskies, cervezas y otros alcoholes prohibidos. Se liará parda.

En ¡Viva el Presidente! viajarán a la isla de Kawái, gobernada por un despótico dictador que ha requerido sus servicios.

Y en El gorila de ocho patas (para mí, el mejor álbum de la serie hasta el momento, una joyita) es una historia que vio la luz mucho antes de la autocensura. Los gags de estas historias se basan plenamente en el humor negro. Los cadáveres se amontonan (ah, el crucero termina sin tripulación…), desaparecen (¡viva la pesca del atún!) o acaban como objeto de exhibición, quedando todo ello legible por todos los públicos. Qué pena que Berck y Cauvin no pudieran seguir en esta línea. Ah bueno, y decir que va de que nuestros héroes deberán cumplir una misión en torno a un diminuto arácnido que les llevará a Sicilia, donde deberán enfrentarse a la tan famosa y enigmática Mano Negra.

Sammy 1972-1974 son tres nuevas hazañas de esta colección clásica que insisto es una joyita además de una grandísima oportunidad de poder conseguir estas geniales ediciones para los tiempos que corren. El dibujo de Berck es típico del estilo humorístico que propugnaban las ediciones Dupuis en la época: un franco-belga de nariz grande, redonda y limpia. Berck es un representante importante de esta escuela y sus cualidades están entre mis autores favoritos en este sentido.

Recomendable 100%.

Reseña: Irresistible, de Mark Wheatley y Marc Hempel

Los estrenos televisivos o cinematográficos siempre traen cosas buenas para el comiquero de pro. Un ejemplo claro es el estreno y éxito que ha tenido la primera temporada de Sandman en Netflix. No conozco a nadie que no haya quedado encantado y conozco gente que se ha hypeado muchísimo y (ahora) quiere saber más. ¿Qué ocurre? Pues que aparte de todas las reediciones y en diferentes formatos que están llegando a librerías para el interesado, para los que ya hemos leído todo y más de Sandman, encima ven la luz (algunas por primera vez) cositas relacionadas de algún modo con todo lo creado por el maestro Neil Gaiman. Irresistible es la prueba de ello. Una obra que como bien indica Dolmen Editorial fue publicada en el pre-inicio del sello Vértigo de DC Comics, y que fue una obra auto-conclusiva con la que muchos quedaron encantados por su originalidad (me consta), y que ni decir tiene que muchos (también) la estábamos esperando tener así en formato integral, tapa dura, como está de moda ahora tenerlo todo-todito-todo.

Mark Wheatley y Marc Hempel, pioneros creativos que lanzaron Blood of the Innocent, Mars y muchas otras creaciones, exploraran un tema súper atractivo en Irresistible. A pesar de sus vibrantes e increíblemente variadas carreras en solitario, Mark Wheatley y Marc Hempel han sido colaboradores frecuentes y con éxito. Su trabajo conjunto ha incluido a Tarzán, Jonny Quest, Titanic Tales y Doctor Cyborg, entre otros proyectos. ¿Lo último? Esta reedición completamente restaurada y lujosamente producida de su aclamada novela gráfica Breathtaker (Irresisitible) que hicieron para Titan Comics y que Dolmen Editorial ha tenido a bien publicar en nuestro país para deleite del aficionado. Una obra agotada hace tiempo, originalmente serializada y luego recopilada en tomo que fue uno de los títulos más vendidos por el sello Vertigo en sus más de veinte años de historia.

Sirena, tentadora, sensual, come-hombres; podéis llamar a Chase Darrow como queráis pero tened cuidado. Sea cual sea la etiqueta que se elija, nada quita que ella sea hermosa, atractiva y una potencia sexual. Una chica agradable que posee el poder de amar a un hombre hasta la muerte. Chase Darrow es una súcubo y si no conoces ese término…, o por el contrario sí que lo conoces, estaremos de acuerdo en que suena a peligroso. Cosa que es cierta y si eres hombre o mujer, si caes de bruces ante la hermosura de un ser que te sube la libido con tan solo mirarte… o rozarte; estás perdido.

Perdido en la naturaleza del placer.

¿Pero qué es Irresistible? Por un lado es una historia de Terror. Una mujer con el poder de drenar a los hombres su fuerza vital… pero con mucho de romance por medio porque esos hombres son víctimas voluntarias. Pero también estamos ante una historia de género negro porque Chase ha sido designada por el gobierno, criminal en busca y captura. Por otro lado, también tenemos una historia de superhéroes pues The Man -una figura popular de la televisión y el merchandising que también tiene poderes y habilidades más allá de los del hombre promedio-, usará sus dones para intentar cazar a Chase. Necesita darle un empujón a sus índices de audiencia.

En 1990, Mark Wheatley y Marc Hempel se unieron y crearon un cómic como nunca antes se había visto. Breathtaker: Love Death Sex Power era una novela gráfica en Vertigo antes de que existiera una impronta de Vertigo. Ahora, más de veinte años después, el dúo regresa y remasteriza su serie original e incluso me consta que se preparan para hacer la tan esperada secuela. Y aquí está. Ha llegado. Una edición conmemorativa del 30º aniversario de su publicación con más de sesenta páginas nuevas y material exclusivo, incluyendo un nuevo enfoque de la historia del Puto Amo.

Perdérsela no es una opción.