Reseña: LEM. Una Vida Que No Es De Este Mundo, de Wojciech Orliński

De un tiempo a esta parte habréis visto mi pasión por leer todo de Stanislaw Lem. Es algo que siempre pensé que haría llegado el momento, algo que se puede hacer desde ya gracias a Editorial Impedimenta que está elaborando toda una serie de títulos del maestro polaco, trayendo a nuestro país incluso obras nunca publicadas en nuestro idioma. Lo he contado alguna vez: el comienzo de mis aventuras con Lem fue infructuoso. Probablemente, fue en mis primeros años de bachillerato donde hice amistad con el hermano mayor de un amigo el cual leía Ciencia Ficción, después Science Fiction y también CF. Es decir, solo leía dicho género y cuanto más clásico mejor. En algunas charlas, me contaba argumentos que me flipaban, me hablaba de autores y sus ideas, un tema que en mis inicios de escritor me atraían cosa mala. Y lo hice. Creo que fue en aquellos años cuando adquiró Solaris..., y sin embargo, fue una novela que no terminé. Y no entendí (entonces) que veían los demás en Lem, por qué lo alababan tanto. Bastantes años después, esto cambió radicalmente. Lo único que he podido deducir es que mi mente en los años 90 no estaba preparada para este genial autor. Podéis encontrar reseñadas varias de sus obras en Desde New York – Crónicas Literarias. Dadles al buscador. Me estoy poniendo al día con todo-todito-todo lo que pueda devorar. Y cual fue mi sorpresa cuando me entero que, para colmo, Editorial Impedimenta (siempre maravillosa) va y recién edita una biografía sobre él. Algo que no esperaba leer/devorar nunca.

LEM: Una Vida que no es de este Mundo, me cautivó por la viveza con la que está escrita y la habilidad con la que nos lleva y ambienta el autor Wojciech Orliński, para con la época en la que vivió el maestro polaco. Pero no os equivoquéis, no es una biografía con un enorme conocimiento histórico y un lugar donde mostrar el don, ese magnífico poder al cual tienen acceso solo unos pocos creativos en este nuestro plano existencial. Una Vida que no es de este Mundo muestra a un hombre diferente e increíble, sí, pero tan natural como cualquiera de los demás mortales. Y fueron tiempos extremadamente interesantes, después de todo, pues Lem nació en Lviv en el período de entreguerras, cuando Lviv todavía era una ciudad polaca. Durante la Segunda Guerra Mundial fue estudiante y de origen judío, lo que no facilitó (sobrevivir) durante el Holocausto. Como sugiere Orliński, esta crueldad de la guerra influyó tanto en Lem que cantidad de hechos si se analizan con cuidado, se pueden ver reflejados en los libros que escribió. Y en el volumen se dan muchos ejemplos de esto, lo cual es genial. Porque ahora, cuando lea otras novelas que me esperan o relea obrazas de mis preferidas como Congreso de Futurología, La Fiebre del Heno (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5599) o El Invencible (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5104), les prestaré enorme atención a los detalles.

También me gustó el enfoque que el autor le da a los hechos. Orliński sugiere algunas cosas y reflexiona sobre qué fue más probable y por qué de esta manera y no de otra manera, explicando los matices de la historia del país de Lem. Orliński escribe un libro que con cada paso de las páginas se vuelve cada vez más interesante. Porque relata los años de la República Popular de Polonia y cuenta anécdotas curiosas, lo que me fascinó inmensamente. Desde mi punto de vista, se habla de una persona que era algo inocente en aquellos años y que quizás su mente, por encima de otras muchas, decide no recordar los ineptos comportamientos de un sistema político que solo buscaba el beneficio de unos pocos. A veces, cuesta creer que una vida humilde fuera posible en momentos así. En este libro hay una increíble cantidad de anécdotas e historias de todo tipo vistas desde diferentes puntos de vista: el propio Lem, su esposa, sus amigos y su hijo (a quien seguramente algún día leeré porque también escribe). Se muestra el carácter de cada uno de ellos de forma muy real. Eso si, al leer, debéis concentraros mucho para no perderos ninguno de los sabores y sinsabores que Lem tuvo en sus inicios. Es una pena perderse siquiera una palabra, porque todo es curioso e interesante.

¿Qué imagen queda? El Stanislaw Lem de Orliński es un hombre modesto que trata de lidiar con el trauma de la posguerra de alguna manera. Lem también es un genio con el valioso rasgo de tener una curiosidad constante por el mundo. Un soñador que imaginaba cómo era la vida ideal en Occidente, en su propia casa o en su propio coche. Realidades o sueños que insistía en convertirlas en «sensatas» en sus escritos. Pero también tenía sus cositas. Era un poco terco, le gustaba conducir automóviles peligrosos y tuvo que lidiar con problemas de salud constantes. Y aquí se puede sentir que Orliński le fascina Lem. Y logra transmitir esta fascinación al lector.

Un volumen con bastantes Notas a Pie de Página, lo que significa que está tremendamente bien documentado.

Y, por supuesto, genialmente traducido por Bárbara Gil.

Muy recomendable para sus fans.