Reseña: Una Sed de Venganza Justificada Vol. 1, de Rick Remender y André Lima Araújo

Comenzando casi como una anécota de vida y terminando con muertes por doquier, y estando confundido en cuanto a la trama casi en el ochenta por ciento del guión, este primer volumen me recordó por qué me gustan tanto las historias y, sobre todo, los inicios de Rick Remender. Dicen al otro lado del charco que le tomó años volver a su mejor nivel y que con Una Sed de Venganza Justificada lo ha hecho. Lo compro. Sólo puedo decir una cosa:

Denme más de esto, por favor.

Norma Editorial publicó entre sus novedades de agosto el Vol. 1 de Una Sed de Venganza Justificada, donde Rick Remender regresa al panorama actual del cómic con una historia de violencia excepcionalmente narrada y visualmente original de la mano del artista portugués Lima Araújo. Estoy totalmente de acuerdo. Y realmente no puedo contaros mucho de la trama sin estropearos los buenos entresijos con los que cuenta. De cómo el personaje principal se mete en el lío que se mete. Pero por un momento piensas que estás en un tipo de cómic cuando de repente estás en otro. De no ser por estos títulos con súper spoilers a lo años 80 que ahora le han dado por meter a las nuevas pelis de acción…, qué duda cabe que el impacto de lo que surge sería mayor. De alguna manera, nuestro personaje principal, el señor Wen (por llamarlo de alguna manera), encuentra un camino hacia la dark web donde descubre a ese tipo de asesinos a sueldo que aceptan trabajos. Realmente no estoy seguro de cómo sucede eso, sin embargo, ves a la próxima víctima y a esta mujer inocente y como Wen decide intervenir. Está a tope, sabe que la acaba de cagar por dar ostias a todo lo que se mueve y ahora estas personas los persiguen y sólo tiene que luchar por tratar de descubrir cuál será su próximo movimiento. Esto divierte al lector pero qué duda cabe que los que hemos estado en situaciones así, se sufre un estrés y un sinvivir de la leche.

A Righteous Thirst for Vengeance (Una Sed de Venganza Justificada) tiene una energía similar a los primeros cómics que dieron fama a Remender. Aunque este cómic en particular tiene sus raíces en un poder mucho más brutal y violento. La secuencia de apertura está completamente desprovista de diálogo y eso aporta misterio. Obtenemos una toma aérea de Vancouver, B.C. y disfrutamos de hermosas y pintorescas escenas gracias al dibujo de André Lima Araújo. Eventualmente el objetivo se acerca al barrio chino de Vancouver (que Araújo capturó con un asombroso decreto de precisión), y finalmente nos encontramos con un vistazo de nuestro protagonista.

Cómic con el poder atractivo de una peli coreana de acción.

Nuestro protagonista no tiene nombre. Nuestro protagonista es modesto. Nuestro protagonista no dice mucho. En el primer acto, nuestro amigo de la sudadera con capucha roja apenas une más de dos palabras para formar una frase, y Remender deja que la narración visual de Araújo lleve la mayor parte de la trama. No tenemos muchos puntos de apoyo narrativos, solo detalles colocados de forma extraña y fragmentos de información, la mayor parte de nuestro conocimiento del protagonista proviene de inferir cosas de su acción como la forma en que deja que una pareja de ancianos suba al autobús antes que él a pesar de que llueve a cántaros. Su colisión accidental con un transeúnte. Su interacción con un pájaro moribundo. El hecho de que va a “algún lugar” para hacer “algo”. Es una lectura intrigante, pero deja una gran cantidad de preguntas en el aire. Y el acto final al menos señala exactamente hacia dónde se dirige la historia.

Cómic por el momento súper recomendable, maravillosa trama que tiene un aire al genial manga de Oldboy (sí, al manga, porque la peli es algo diferente). Definitivamente, espero con ansias el próximo volumen.

Y qué decir del dibujazo del portugués que aporta la sensación de estar viendo un anime. Me mató.