Reseña: Sammy 1972-1974, de Raoul Cauvin y Berck

Sammy apareció por primera vez en el semanario Spirou en 1970 sucediendo a Mulligan. Los primeros álbumes o historietas de Sammy fueron categorizados por los lectores como excelentes cómics. Las aventuras humorísticas y policiales de estos matones al estilo Humphrey Bogart en una América en medio de “prohibiciones”, han sido consideradas a menudo como la mejor creación de tan prolífico guionista como lo fue Raoul Cauvin, el maestro que nos dejaba el año pasado. Además, variando la temática en casi cada una de estas aventuras, Cauvin muy pronto evitó el pecado de la redundancia, así que Sammy ya os indico que es otra de las colecciones imperdibles para el amante del cómic europeo clásico que se precie. Otra joyita que Dolmen Editorial publica y que este mes coloca entre novedades el segundo tomo que comprendería los álbumes publicados entre 1972-1974. Es decir, las historias dos, tres y cinco de la colección original, los álbumes La ruta del ron, ¡Viva el presidente! y El gorila de ocho patas.

Sammy es un cómic que demuestra que los autores -tanto Cauvin como el dibujante Berck-, estaban muy bien documentados con aquella época de una USA atormentada y amenazada por la Gran Depresión. En el cómic se abordan la mayoría de los temas principales de esta era: tráfico de alcohol, mafia, apuestas y peleas arregladas, así como el Ku Klux Klan, las intrigas palaciegas y mafiosas de la emergente Hollywood… e incluso me contaron que más adelante se tratan otros temas fuera de USA, de hecho, en este mismo tomo se hace. No obstante, estos temas, unos más serios que otros, Cauvin opta por abordarlos con gracia y buen humor. Se trata pues de una serie de historietas muy vivaces, llenas de punch, repletas de alusiones y gags, con el contexto fielmente plasmado a pesar del estilo semirrealista, una parodia lograda donde los héroes le sacan los colores a mafiosos y traficantes. Pero lo que os tiene que quedar claro es que Sammy y su jefe Jack Attaway son «gorilas» y ofrecen sus servicios para proteger a las personas ya sea para el uso de la fuerza o para investigar.

La ruta del ron cuenta como ambos son contratados por la misma policía para intervenir la Rum Row (Ruta del Ron); kilómetros de barcos anclados en el límite de las aguas territoriales y repletos de whiskies, cervezas y otros alcoholes prohibidos. Se liará parda.

En ¡Viva el Presidente! viajarán a la isla de Kawái, gobernada por un despótico dictador que ha requerido sus servicios.

Y en El gorila de ocho patas (para mí, el mejor álbum de la serie hasta el momento, una joyita) es una historia que vio la luz mucho antes de la autocensura. Los gags de estas historias se basan plenamente en el humor negro. Los cadáveres se amontonan (ah, el crucero termina sin tripulación…), desaparecen (¡viva la pesca del atún!) o acaban como objeto de exhibición, quedando todo ello legible por todos los públicos. Qué pena que Berck y Cauvin no pudieran seguir en esta línea. Ah bueno, y decir que va de que nuestros héroes deberán cumplir una misión en torno a un diminuto arácnido que les llevará a Sicilia, donde deberán enfrentarse a la tan famosa y enigmática Mano Negra.

Sammy 1972-1974 son tres nuevas hazañas de esta colección clásica que insisto es una joyita además de una grandísima oportunidad de poder conseguir estas geniales ediciones para los tiempos que corren. El dibujo de Berck es típico del estilo humorístico que propugnaban las ediciones Dupuis en la época: un franco-belga de nariz grande, redonda y limpia. Berck es un representante importante de esta escuela y sus cualidades están entre mis autores favoritos en este sentido.

Recomendable 100%.