Reseña: Conan de Cimmeria III (1935-1936), de Robert E. Howard

¿De verdad queréis leer una reseña sobre Conan El Cimmerio III 1935-1936? Imagino que sí porque sería la tercera reseña de un tercer volumen que cierra una colección que es un joya en sí y cuyos dos volúmenes anteriores ya hemos comentado por aquí (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11431https://www.cronicasliterarias.es/?p=12356). E insisto, ¿hablar, alabar una obra que recopila los relatos de este magnífico personaje y autor, una obra tantas veces bendecida y reeditada en diferentes formatos pero siempre uno nuevo mejor que el anterior? Es eso, en definitiva.

Este tomo con su caja y sus geniales ilustraciones como sus hermanos anteriores, abre con Los sirvientes de Bit-Yakin que fue una novelette (novela corta) que Robert E. Howard publicó por primera vez en la Weird Tales de marzo de 1935 con el título original Jewels of Gwahlur. Y posteriormente, con el nombre de Teeth de Gwahlur. Resumiendo mucho, una trama donde el bárbaro visita el oráculo de Alkmeenon con la intención de encontrar el legendario Diente de Gwahlur y descubre intrigas, monstruos y simios. Y como dijo alguien, para el amante del pulp, una historia donde haya puñetazos, espadazos y simios… es gloria bendita. A eso sumad en una cueva, un cadáver momificado, atado con una cuerda podrida que agarra un pergamino… un pedazo de aventura que da comienzo aquí.

El siguiente es Más allá del Río Negro, un relato que también vio la luz en la maravillosa Weird Tales pero en esta ocasión, en los números de mayo y junio de 1935. Está ambientado en la era pseudo-histórica de Hyboria y trata la batalla de Conan contra una tribu salvaje de pictos en las tierras inestables más allá del infame Río Negro. Aunque la historia tiene lugar en Conajohara, una provincia aquilonia recién establecida y recientemente anexada por el rey Numédides de los pictos. Sitúa a Conan en una serie de intrigas políticas para hacerse con el poder, como en pocas historias del bárbaro se representa. Y con un cita memorable al final, en un taberna, que parte de los labios del bárbaro: La barbarie es el estado natural de la humanidad. La civilización no lo es. Es un capricho de las circunstancias… ¡Y la barbarie siempre debe triunfar!

Maravilloso. En su libro sobre el trabajo de Howard, Marc Cerasini y Charles E. Hoffman, describieron Más allá del Río Negro como un «western trasplantado».

Un relato corto también incluido es El negro desconocido, una historia que curiosamente no quisieron publicar hasta que se reescribió como una historia denominada Echoes of Valour. La versión original de la historia fue posteriormente reescrita por L. Sprague de Camp en una trama diferente de Conan y publicada en el Fantasy Magazine de febrero de 1953 . La misma que fue retitulada después como El tesoro de Tranicos, una traslación al cómic que precisamente reseñamos hace poco por aquí: https://www.cronicasliterarias.es/?p=12885.

Los antropófagos de Zamboula fue publicado por primera vez en noviembre de 1935 por la revista Weird Tales con el nombre de Shadows in Zamboula. Cuenta como en uno de sus viajes, Conan el Cimmerio se encuentra de paso por una ciudad fronteriza llamada Zamboula, situada entre el extremo más oriental de los reinos hyborios y el extremo más occidental del Imperio Turanio. Zamboula es una ciudad en la que se cruzan todas las culturas y razas del continente hyborio. Paseándose Conan por sus calles, un viejo nómada de barba desaliñada y piel tostada por el sol, le advierte que debe guardarse de la casa de Aram Baksh, un albergue barato para viajeros. Sin embargo Conan, seguro de sí mismo, decide hospedarse en una habitación de esa posada. Al caer la noche, un caníbal darfario le ataca con la idea de comérselo…

Como última historia se añade Clavos Rojos (Red Nails), la que es para mí una de las mejores historias que se pueden leer de Conan, la leas cuando la leas, la leas en el formato que la leas. Mil veces la he recomendado. Por lo que no digo más.

Tenemos así un nuevo y último tomo publicado por Minotauro, una bella colección, que además contiene partes de los relatos originalmente corregidos, chulas ilustraciones así como la Carta a P. Schuyler Miller y uno de los mejores mapas de Hyboria que he visto.

En vosotros está tener el caviar del pulp en casa.