Reseña: Doctor Extraño. Amanecer de Otoño, de Tradd Moore y VVAA

De los cómics de Doctor Extraño que hay actualmente en librerías, uno que os puede llamar mucho la atención es Amanecer de otoño. Sobre todo, por su dibujo y su formato. Y no es para menos porque es un título tan chulo como sugerente que Panini Cómics ha decidido editar dentro de su colección Grandes Tesoros Marvel. Una obra del siempre diferente Tradd Moore, creador de otra originalidad como fue Estela Plateada: Negro (que por cierto está anunciado para el mes que viene como un Marvel Deluxe). Y es que Tradd Moore se está convirtiendo rápidamente en uno de los artistas más interesantes y fácilmente reconocibles del cómic contemporáneo. Su miniserie Silver Surfer: Black de la que os hablaba y que co-creó con Donny Cates, es una pieza ejemplar del arte del cómic moderno que trasciende las fronteras de la fantasía y el individualismo. La serie presentó a una amplia audiencia el trabajo de Moore y ahora el artista despierta al Doctor Strange de su letargo en una tierra lejana donde el sol nunca se pone.

Amanecer de otoño nos lleva a una tierra de llanuras onduladas con un sol rojo colgado en el cielo. El Hechicero Supremo se despierta bajo un árbol, desconcertado por su entorno e inseguro de su identidad. A su lado hay una niebla informe que de repente se convierte en una bestia, atacando con ira a todo lo que le rodea. En ese momento, el Doctor Strange recupera lentamente sus recuerdos y mira dentro del corazón de la bestia para ver el dolor que ha trasladado desde la llanura mortal a este aterciopelado lugar. Después de exorcizarlo, viaja a través de bosques verdes bajo la guía de amigables animales salvajes hasta que llega a una especie de campana que lo envía a un asentamiento humano cercano. Y cuando llega allí, lo único que encuentra son problemas. Ahora está atrapado en un mundo distante, rodeado de peligro, el Hechicero Supremo debe explorar esta tierra de espadas y misterio para desentrañar secretos arcanos y escapar de los terrores que la acechan.

Tradd Moore comienza muy pronto dividiendo Amanecer de otoño en tres actos. Esencialmente, convirtiendo un viaje a través de un planeta alienígena en una búsqueda de identidad y pertenencia. Moore y Clayton Cowles hacen compañía a Stephen con sus letras estilizadas que mantienen la calma en cursivas mientras la voz retumbante de esa extraña campana suena y grita en negrita cuando las frustraciones comienzan a acumularse. Casi sin diálogo intermedio, como lector, navegamos por las páginas de este mundo onírico y bello a la vez, desde el punto de vista del protagonista mientras reflexiona sobre el extraño paisaje. Aquí, este Doctor Extraño de melenas juveniles, es un hombre cansado y perdido en su mente en una ruta de senderismo que parece no llevar a ninguna parte. La naturaleza surrealista y misteriosa recuerda a la llegada de cualquiera al mundo de Oz pero con lo que encuentras al final del primer número (Fall Sunrise es originalmente una miniserie de cuatro números), ya ves que no tiene nada que ver. Un estallido de acción al final del primer número envía los pigmentos a un movimiento giratorio de perpetua agitación y todo empieza a cambiar en este mundo de belleza abstracta.

Gancho impactante. Un viaje a otro mundo por parte del Doctor Extraño que es un deleite.