Reseña: Marvel Must-Have. La Patrulla-X. La Saga de Fénix Oscura, de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin

Desde enero hasta septiembre de 1980, se publicó dentro de la serie regular de La Imposible Patrulla-X (X-Men), quizás uno de los mejores arcos argumentales que ha dado el mundo del cómic de superhéroes. Del tema mutante, uno de los más punteros, desde luego. Cualquiera que tenga uso de razón lo sabe, lo reconoce con tan solo oír el nombre. La Saga de Fénix Oscura es maravillosa la mires por donde la mires. Y os está hablando alguien que nunca fue muy de mutantes. Me atrajeron en su día, me atraen, pero siento cierto recelo por lo que la gente alaba tanto en cuanto a personajes. Aunque con esta historia, tengo que rendirme a la evidencia. Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin dándolo todo. Como dice el artículo que publicó Claremont en 2004: «Fueron los mejores tiempos, fueron los peores tiempos…», para ellos. Pero nueve numeritos finales (del #29 al #137) que todo el mundo estuvo de acuerdo en que comprendían en sí un todo, un arco argumental, una saga.

La Patrulla-X abandona la isla Muir en Escocia, pero Banshee decide quedarse con Moira. Havok y Polaris todavía creen que no pertenecen a los X-Men, y también se quedan con Madrox. Durante el vuelo, Jean vuelve a tener visiones sobre su pasado con Jason Wyngard, imágenes tan reales como la última vez. Cuando finalmente llegan a la Mansión X, los sensores advierten que hay una persona dentro, pero es el Profesor Xavier que ya ha regresado del Imperio Shiar… Después de unos días de descanso, Jean Grey sigue pensando que no puede controlar esa fuerza bruta, inmensa y dolorosa que brota en ella con la forma de Fénix.

Y tiene miedo.

En un mundo perfecto, podría decir que vaya pedazo de obra que acabo de leer, que se acaba de publicar, que es uno de lo grandes cómics del año, un Must-Have en toda regla. Y es así. La Saga de Fénix Oscura es la inmejorable prueba de lo que siempre predico. Benditos los años 80s y todo lo que se hizo en música, cine y cómics…. Más de cuarenta años después se puede seguir diciendo. Es muy fuerte pero es así. Cómics que a día de hoy se siguen disfrutando y que sigue siendo plausible lo que proponen. Indispensables. Estoy de acuerdo con el eslogan que propone Panini Cómics: ¡La Más Recordada Saga Mutante de Todos los Tiempos!

Sin duda, La Saga de Fénix Oscura será nombrada por siempre cuando las mejores historias mutantes salga al quite. La Saga de Fénix Oscura no es solo una historia de X-Men. Es la historia de La Patrulla-X. Y si a día de hoy en el mundo del cine, en mi opinión, no han sabido hacerle justicia; es su problema. Los que amamos tanto esta obra siempre nos quedará el formato comic, bien llevado brajo el brazo, en ediciones tan chulas como las que propone últimamente Panini Cómics en su colección de Indispensables (Must-Have).

Épica, una historia sobre el peligro del poder y su naturaleza seductora. Una historia de amor y pérdida, con dramas y aventuras de grandes proporciones. Sigue resonando entre los fans hasta el día de hoy, décadas después de su impresión, incluso después de que la mayoría de los eventos de la historia hayan sido desechados para arcos posteriores. Pero a diferencia de otras historias que tienen un alto rango (Watchmen, El Regreso del Caballero Oscuro, Maus), La Saga de Fénix Oscura no tuvo que reinventar los cómics para hacerlo. Aquí vamos a lo que vamos. Cómics de superhéroes, batallas interesantes y detalles que te hacen salivar. Presenta lo que creo que es el mejor grupo de X-Men de todos los tiempos (Cíclope, Lobezno, Tormenta, Coloso, Rondador Nocturno, Fénix, con Charles Xavier apoyándolos y Banshee de trasfondo), junto con apariciones especiales de clásicos como Bestia y Arcángel. Comprende además las primeras apariciones de Kitty Pride, Dazzler y mi amado Club del Fuego Infernal (incluida Emma Frost). El grupo viaja por diversas partes del mundo: Westchester (Inglaterra), Nueva York, Chicago, Denver e incluso llegan desde el más alejado lugar del Universo hasta el lado oscuro de la luna. Pero en especial, un escaparate para el personaje de Jean Grey, ya que sus poderes telepáticos alcanzan niveles similares al de los dioses, y su control sobre ellos se vuelve cada vez más tenue bajo las manipulaciones del misterioso Jason.

Una obra tan guapa que prefiero no contar mucho más.

Y por eso, aquí está de nuevo. Reeditada por fin, para aquellos insensatos que aún no han decidido leerla. Y en un formato brillante en lo que respecta a calidad y precio. Para lectores modernos, podría ser sorprendente saber que cuando se escribió esta historia, no se escribió como un gran evento. Chris Claremont y John Byrne creaban maravillas casi sin saberlo. Sin intentar crear crossovers, o eventos con el fin de destacar. Hacían lo que mejor sabían hacer, y disfrutaban. Y aquí eso esplende. Un diez de diez, un cinco de cinco, nada tan maravilloso debe faltar en cualquier cómicteca que se precie.