Reseña: Joker. Sonrisa Asesina, de Jeff LeMire, Andrea Sorrentino y Jordie Bellaire

Una muy recomendable colección que está publicando ECC Ediciones es el sello DC Black Label. Donde lo han vuelto a hacer y recién publica una de esas historias molonas con un equipo ganador del Premio Eisner detrás. Compuesto por el cada vez más recomendable guionista Jeff Lemire y la ilustradora Andrea Sorrentino, sí, lo adelanto ya, han creado algo especial en este Joker: Sonrisa Asesina.

Los cómics de DC Black Label nos están brindando historias independientes que se suman a la mitología de Batman y compañía. Pero también permite que cualquier lector los recoja en su ser sin necesidad de tener conocimiento de la intrincada historia o mejor dicho de la cronología DC. Batman: Damned fue el primer título de esta serie, lanzado en septiembre de 2019, una semi-secuela solo en términos laxos, de un tomo anterior de Joker que persigue a Batman y John Constantine mientras investigan una amenaza potencialmente sobrenatural en Gotham. En Joker: Sonrisa Asesina seguimos al doctor Ben Arnell en su intento de desenmarañar el cerebro del residente más enigmático de Arkham, el Príncipe Payaso y asesino Joker. Se da cuenta de que tiene mucho trabajo por hacer.

Pero sintiendo que de alguna manera puede llegar al núcleo del “hombre”, el Dr. Arnell pide más tiempo para poder entrevistar a Joker, pues se le comunica que en términos médicos de estudio, el tiempo se le acaba y tiene asignado ya nuevos casos. Por lo que el Dr. Arnell decide pasar más tiempo con su paciente a horas intempestivas, hasta que nos damos cuenta que el Joker tiene un plan para él y que la cordura del médico se deshace mientras la inteligencia insidiosa del Joker la consume.

El doctor Arnell comienza a llevarse el trabajo a casa de las peores formas.

Es un cómic muy bueno para los que gustan del psicoanálisis del ser humano. De esos que te dejan esa sensación de desequilibrio con su visionado como pasara en su día con el film de El Silencio de los Corderos. Para colmo, el arte es increíble, con estridentes colores o letras gritando para llamar la atención cuando se le pide. El propio Joker está dibujado astutamente, no es cualquier cosa, para que se nos represente como una pesadilla retorcida, en parte amigo, en parte ser maquiavélico, comportamientos dignos de un Óscar si esto fuera una película. Con este cómic, una vez más, el sello Black Label permite a los lectores explorar caminos más oscuros… Y vaya si Sonrisa Asesina lo es.

Siempre me ha gustado que el Joker no tenga una historia de origen concreta y esto se inclina hacia ese plano de paranoia que dentro de lo real, se vuelve irracional. Mostrando fluidez en un guion con «alegrías» por el simple hecho de entretenerse. De manera reveladora, y en un momento casi desechable, lo vemos mencionar a Batman con algo de ternura y consolida la relación entre esas dos medias naranjas que forman una (una sabrosa y otra podrida) que son esta pareja en definitiva. Hay discusiones sobre algunas de sus escapadas anteriores (gas venenoso, peces con sonrisas impregnadas de rictus) y son divertidas y aterradoras a partes iguales. Unas ilustraciones que se marca Andrea Sorrentino que hacen que este volumen en ciertos tramos, dé miedo.

Ahora, la comparació. Bueno, pues sí. Si disfrutaste mucho en su día de La Broma Asesina, de Alan Moore, o si es uno de tus cómics favoritos, te va a gustar. ¿Lo complementa? No. Son tramas diferentes. Pero no tanto si se trata de saber más sobre esa alma perdida, de ese ser demoníaco que nunca sabes por donde te va a salir como es el Joker. Pero si también has disfrutado de obras fundamentales como la brillante Asilo Arkham, de Grant Morrison y Dave McKean, la miniserie ahora recopilada en tomo también dentro del sello DC Black Label (https://www.ecccomics.com/comic/batman-asilo-arkham-biblioteca-dc-black-label-7672.aspx), será algo en lo que querrás quedarte atrapado. Cubre gran parte del gusto por leer Batman, sin que necesariamente tengas que estar al día con el personaje y sin que apenas aparezca. Además hay más títulos de este sello que son súper recomendables, creedme, ni de lejos soy el único que se está haciendo con la colección al completo.

Joker: Sonrisa Asesina demuestra que los cómics no siempre son solo para niños. En este caso, una lectura esencial para el fan DC, sin contar la del cualquier amante de los buenos guiones y las excelentes ilustraciones.