Reseña: Durango. Volumen 1, de Yves Swolfs

Vuelve a estar en catálogo una nueva edición de esta joyita western del cómic europeo como es Durango. Wow! Cuando vi que Yermo Ediciones nos traía esta maravilla en formato recopilatorio, no me lo pensé dos veces. Unas ediciones geniales en tapa dura, unas obras tan atractivas que, merece bastante el esfuezo económico. Pues Durango es una obra de esas que cautivan al verlas de pasada. Y de la que podés ver que todo el mundo comenta solo cosas buenas. Ya la misma portada, con un personaje muy a lo Clint Eastwood, atrae. Además de contener un verdadero spaghetti-western. Con grandes referencias a films clásicos, de los buenos del género como El Gran Silencio. Para los entendidos, que duda cabe que en Durango, Reno está inspirado en Kinski. El film también goza de un estado nevado como es Utah, donde la pequeña ciudad de Snow Hill parece perdida, y donde el deshielo llega a las cercanías de Wyoming a un lugar llamado White Valley.

Este primer volumen es brillante. Contiene los cuatro primeros volúmenes de la serie. Los únicos que hasta ahora habían visto la luz en nuestro país, sí, pero que en una edición así se hace indispensable. Yves Swolfs (Black Hills) redefine en Durango los parámetros del western franco-belga añadiéndole todas las características del spaghetti-western cinematográfico. Desde el primer momento lo ves. Viñetas que molan un montón, casi cada una un lienzo a enmarcar dentro del noveno arte. Hace que te preguntes donde has visto estos paisajes antes y por qué son tan evocadores. Asesinos liderados por Loco recorren las montañas nevadas. Pauline ha perdido a su marido; muerto por un asesino desenfrenado a quien parece que nadie puede parar en su desidia. Entonces, como una desalmada que lo ha perdido todo, ella contrata a un hombre habilidoso con el gatillo. La venganza, la persecución, está servida. ¿Cortarle la garganta a un niño? ¿En qué vasto e inconsciente mundo, nos hemos convertido?

En Los perros mueren en invierno encuentras un buen escenario y buenos diseños desde la primera página. La trama que os decía que más recuerda a El Gran Silencio. El plomizo y sangriento film que el cineasta Sergio Corbucci dirigiera a finales de los 60s. En un tiempo en el que el Salvaje Oeste conocido como tal, llega a su fin. Aunque a ciertos territorios, le cuesta irse. La fuerza de la cólera ya cuenta más. Y para mí, contiene ese ingrediente que hace que te enganches a la lectura y no quieras parar. Un grupo de ladrones, los mismos idiotas de los viejos westerns que se creen los mejores siendo los más salvajes sin respetar la vida de los demás, más unos aldeanos que acogen con los brazos abiertos a Durango, que parece resolver la situación a su manera. Un argumento de lo más sencillo pero pieza básica de las mejores historias del Oeste. Malas noticias para unos bandidos ir a saquear un pueblecito en el que Durango descansa…

Trampa para un asesino. Tercera aventura, tercera oportunidad, y sigue siendo efectiva a pesar de usar las mismas recetas. Sin embargo, el estilo de Swolfs que se parecía un poco al de Giraud hasta ahora, aquí cambia al utilizar otro escenario. En mi opinión, este es el gran álbum del tomo y no por su escenario (tan bueno como los demás) sino simplemente por la aparición estelar de la Mauser 98, el cambio del revólver por la famosa escopeta que dura hasta nuestro días. Dicen que es la marca de Durango por excelencia. Amos es el cuarto álbum y el que cierra el volumen. Del que espero poder a volver más en no mucho tiempo, pues menuda joya. Un cómic que refleja muy bien lo que debió ser el día a día en aquellos años de colonización y escaramuzas. Una buena historia que mantiene el movimiento. la atmósfera y el lado despiadado del clima para con la vida del ser humano en aquellos tramos. Personajes secundarios bien estudiados y el dibujo de Swolfs volviéndose espléndido. Por lo visto existe un «Ciclo Amos» de tres álbumes y este es el primero. La persecución entre mexicanos por un lado, y estadounidenses por otro. Grandioso.

Un primer volumen en el que conoceremos a Durango y que tipo de rasgos lo definirán en un futuro. Un pasado sangriento, rencor sosegado pero eterno, su condición de pistolero implacable y una antigua herida de bala que lleva a modernizar su arma, dejando atrás el clásico revólver para dar paso a las semiautomáticas. La principal presentación del cambio, pues Durango es un pistolero que no tiene escrúpulos en derramar sangre. Aunque surge en él, en ocasiones, la tesitura de estar haciendo lo correcto. Me consta que existen diecisiete álbumes publicados desde 1981, donde Swolfs ha ido introduciendo versiones y homenajes a grandes spaguetti-westerns de la historia fílmica. Yermo ya ha publicado varios recopilatorios. Un dibujante talentoso, guiones cautivadores y un personaje seductor y entrañable. Caeréis rendidos.