Creo que El Cielo en Guerra no se puede definir mejor que con la frase con la que abre su introducción: «Una gran saga en cuatro partes que sigue la historia de la aviación francesa durante la Segunda Guerra Mundial». Y ahora recopilado en un portentoso integral de cómic europeo como sólo Norma Editorial sabe hacer; podemos adentrarnos, sumergirnos en historias, desdenes y batallas espectaculares en el aire, gracias a Philippe Pinard y Olivier Dauger que saben narrar con rigor histórico la historia de la potente aviación francesa de entonces.
Los Diablos Rojos es el primer álbum que comprende la tetralogía. La batalla de Francia vista a través de los ojos de un joven piloto en el famoso escuadrón de combate que marcó una época. Un viaje desde el comienzo del conflicto hasta el armisticio del 22 de junio de 1940. Con la impresionante muestra de la táctica Blitzkrieg en tierra gala. Etienne de Tournemire es un joven teniente recién licenciado que acaba de unirse al escuadrón de los Diablos Rojos; contra toda expectativa, los vehículos blindados alemanes han logrado cruzar las Ardenas, los panzers, apoyados por la aviación, continúan su infernal ataque y amenazan con cruzar el Mosa en el Sedán francés. Estamos ante una de las batallas decisivas de la guerra, pues si los alemanes se hacían con este punto clave, los panzers evitarían la parte mejor fortificada de toda Francia… Etienne de Tournemire y sus camaradas en el centro de la lucha, superados en número, intentarán revertir el curso del destino.
Una curiosa historia se cuenta en Escarapelas en Llamas. Junio de 1940, un verano desastroso para Francia. El escuadrón de los Diablos Rojos sufre una debacle general y se retira al norte de África. El armisticio redistribuye las tropas y se rompen algunos juramentos de lealtad. A partir de ahora, se tendrá que elegir entre volar bajo los colores de Vichy o participar con las Fuerzas Francesas Libres. Todo se precipita y Francia camina a marcha forzada hacia la derrota. Las retiradas y las deserciones se suceden a un ritmo infernal. Llegan a orillas del Loira, donde Etienne y su compañero André Marceau mantienen su última batalla antes de unirse al norte de África. Pero un nuevo evento cambiará sus destinos: el drama de ver a la flota francesa siendo bombardeada por los propios ingleses. El compromiso de los pilotos franceses contra sus aliados de ayer es solo la premisa de una confrontación aún más cruel.
¿Era indispensable en una serie así el álbum Alerta en Siria? Sí, si deseamos tener en cuenta todo lo que sucedió durante las últimas horas de combate aéreo en junio del ´40. Completar en nuestra cabeza lo ocurrido, hasta el bendito aterrizaje aliado dos años después. Tensión, locura, desazón, una letanía de quejas constantes ante un miedo creciente: ¡Y los refuerzos! ¡Cuándo llegarán más aviones, armas más poderosas! Decenas de clichés que reconoceréis aquellos fans del buen cine bélico, asiduos a documentales o hayáis leído libros relacionados con la ocupación final de París. Brillante en este cómic la filosófica conversación sobre Kant entre un personaje y un oficial alemán.
Con Operación Tourch llegamos al final de esta entretenida tetralogía. Noviembre de 1942. Por fin, los escuadrones angloamericanos llegan como apoyo al norte de África defendido aún por el ejército de Vichy. Los escuadrones franceses contra los aviones aliados apoyan el combate hasta el alto el fuego… Épica y más épica.
Apreciando y poniéndonos del bando de los perdedores, los autores nos introducen en un bando francés que intenta preservar los intereses de un invasor que se vuelve más temible cada día. El dibujo es magnífico (como ocurre siempre con Dauger), y los colores permanecen a buen nivel de un álbum a otro (me gustaron mucho los verde-marrón-blanco de Europa y los beige-ocre para África-Siria-Iraq). Un guión instructivo, patrullas y escaramuzas en el cielo, épica durante cuatro días de intenso combate. Álbumes que se dejan leer con verdadero placer. Y aunque no encontraréis personajes entrañables, algunas de sus conversaciones se os quedarán grabadas por siempre. Un espectacular integral que hará las delicias de los aficionados al cómic bélico.