Reseña: Furiosa, de Geoffroy Monde y Mathieu Burniate

Furiosa es de esos títulos que tuve la intuición al ver la portada, que me iban a encantar. Y luego aún más sabiendo la sinopsis. Y…., cómic europeo del bueno. Y lo trae Norma Editorial. El caso es que el coche nuevo no podía fallar y no falló porque Furiosa es uno de los grandes cómics del año para mí. Te ríes cosa mala y salgo de mi lectura absolutamente encantado. En primer lugar, un dibujo ultra bonito, fino y original, en particular las (raras) escenas nocturnas, espléndidas. Una línea suave y clara que favorece la vista. Trazos que son un golpe de genialidad, en todos los sentidos de la palabra. Los colores también funcionan muy, muy bien, dando una atmósfera fuerte y dinámica al conjunto. El universo, que depende en gran medida del dibujo, es súper original. Los autores hacen algo nuevo a partir de algo viejo. ¡Dejadnos recuperar para vosotros esta vieja y buena leyenda artúrica! Y a eso le agrego humor, una buena dosis de humor, cool-trash (no sé muy bien qué significa eso, pero creo que encaja) así como un poco de barroco con también un poco de satanismo (Merlín es aún más perverso) y diálogos frescos y actualizados.

Los personajes de Furiosa son muy típicos, ya sea el propio Arturo (nombre al que mi madre siempre añadía: “…el de los huevos duros”, y creo que esto sumó), un Arturo en plena decadencia y literalmente bañándose en sus deshechos. Por otro lado, el Conde de Cumbre (que tiene una doble identidad, ¡pero shhh!) y su condimento en el cuenco, la taciturna Claudia, o simplemente la heroína, una joven llena de vida y enamorada de la libertad.

Una galería de retratos, a cual más increíble que el anterior.

Y finalmente, el escenario. En realidad no se trata de un escenario, sino de una carrera frenética. Explota a dos mil por hora lo que es una aventura medieval, con giros y vueltas como quieras. Es más, a los que amamos la Fantasía, nos echa la alfombra constantemente bajo de los pies. Sinceramente, un mecanismo muy bonito porque llegamos en Furiosa a un final bastante inesperado, como dijo alguien, nos dejan solos ante una alegoría del poder. Los autores van aún más allá al terminar esta epopeya en una dualidad de bien/mal, creación/destrucción, que parecen presentar como un componente inseparable de la vida misma. Y allí en el medio, el Hombre (en este caso, la Chica) que queda enteramente libre para prestar su ayuda a uno u otro, o simplemente seguir su propio camino.

Final perfecto.

Humor perfecto.

Agreguemos que, sin duda, agradará tanto a papás, mamá e hijos. ¿Se dice intergeneracional,verdad?

Uno de los grandes cómics del año.

Reseña: Se Está Muy Sola en el Centro de la Tierra, de Zoe Thorogood

Los títulos de las pelis, libros o cómics son muy importantes. Porque hay titulos bien elaborados que encandilan y un solo titulo puede hacer que quieras ver, leer o disfrutar de esa obra. Y eso concretamente es lo que me ha ocurrido con este titulo que publica Norma Editorial. Un álbum del que realmente no sabía qué esperar cuando comencé y eso que es un título aclamado por la crítica y fue nominado al Premio Eisner.

Tengo que decir que he leído un montón de autobiografías que se miran el ombligo y sabía que me resultaría difícil encontrar algo nuevo. Sin embargo, salí encantado con la lectura de la obra de Zoe Thorogood. Tiene talento narrativo de sobra y una madurez bastante sorprendente para su edad (23 años cuando hizo este cómic). Una autora que alterna reflexiones increíblemente precisas sobre la vida con pasajes más ligeros y divertidos que a menudo provocan sonrisas o incluso carcajadas, y es que reír, que la gente lo haga, es algo muy difícil de conseguir (salen arrugas).

En Se está muy sola en el centro de la Tierra, Thorogood lo rocía todo con una gran dosis de autodesprecio que la hace entrañable y crea un personaje con quien realmente podemos identificarnos. Con la esperanza de curar su depresión, la autora dedicó seis meses de su vida a crear historietas donde habla de sí misma y de lo que le sucede. Para ello utiliza todo su talento gráfico, con diferentes experimentos visuales y métodos narrativos. Se representa a sí misma de varias maneras, a veces muy realista, a veces caricaturizada, a veces con tan sólo una carita sonriente como cabeza. Y a veces en blanco y negro, a veces muy colorido, a veces una mezcla de ambos. Gráficamente desprende un gran trabajo y tiene talento.

¿Es un título demasiado egocentrista? Obviamente, se trata en realidad de hablar de ella misma y de sus pensamientos, que a menudo son oscuros. Pues sí, ella plasma en el papel sus ansiedades, su depresión, su malestar pero lo hace en forma de bocetos o monólogos de un puñado de páginas, a veces sólo dos, sin transición una tras otra. Es muy inconexo, muy prolijo y es un cómic que para las personas con depresión puede resultar doloroso leerlo. No soy propenso a ello pero sí he estado muy cerca de personas con ese problema y se sufre bastante si los entiendes.

Volviendo al cómic, tenemos unos gráficos elegantes, donde se mezclan varios estilos y técnicas, lo que permite renovar el placer y evitar la monotonía gráfica que suele asociarse a este tipo de trabajos. Entonces, si eres alérgico a las autobiografías ligeramente narcisistas, este no es el álbum que te reconciliará con el género… Pero si no, lo vas a disfrutar de todas-todas. Algunos pasajes conmueven de lo lindo y por el lado triste, sí, es un cómic que te hará llorar… si es que lo necesitas. Muy recomendable en ese sentido.

Reseña: Amore, de Zidrou y Merveille

No vengo a descubrir nada si digo que las obras de Zidrou hay que leerlas, seguirlas, al menos, echarles un vistazo siempre. Porque es uno de los grandes del cómic europeo de nuestro tiempo. Simplemente eso. Sin embargo, como suele ocurrir con el maravilloso mundo de la BD, el dibujo es lo que me atrajo de este cómic. Y tan pronto como abrí este tomito que Planeta Cómic acaba de publicar en nuestro país, la atmósfera inmediatamente me sedujo. El colorido, con sus grandes zonas planas y vivas, como inundadas de luz solar, contrasta con las viñetas más oscuras que albergan escenas apasionadas, o su dibujo lineal claro en contornos a veces ausentes que sólo el uso del color delimita. Amore es espléndida, inspiradora, llena de delicadeza…, me atrapó como una película de Antonioni.

Es un cómic que no parece gran cosa, pero hay detalles cuidados. Es toda una época que Merveille ha logrado capturar gráficamente, y es bastante encantador. Incluso más que eso, y fue solo por esta fe que Amore puede ser ahora mismo uno de los cómics más bellos que puedo recomendar. Porque con Amore, en primer lugar, esperaba profundizar en una historia completa, pero cuál fue mi sorpresa cuando, al cabo de unas páginas, me di cuenta que en realidad se trataba de una sucesión de cuentos. ¡Una antología para el forófo de las antologías! Si el ejercicio puede resultar verdaderamente fructífero en la literatura, sigue siendo algo maravilloso e inusitado en los cómics. Y cuando lo terminé, me di cuenta que tenía entre manos un tomito con historias ciertamente bien estructuradas, con más profundidad de la que esperaba, un compendio de historias que no sé porqué me recordó al film The Big Blue, de Luc Besson. Me encantó aquella introducción de la película, rodada íntegramente en blanco y negro, con una imagen espléndida y ambientada en el sur de Italia.

Fragmentos de historias bien representados (y magníficamente dibujados una vez más), y con enjundia, saborcito, como es todo lo que podemos referir al amor, el amore, ese poder que es de los pocos que aún mueve el mundo en el buen sentido. Siendo sincero, Amore es una antología sin sorpresas, sin risas pero con tramas que tocan de algún modo la patata. Un volumen bastante fino, que diría un amigo. Una sucesión de historias, relaciones de personas, que probablemente te lleven a pensar en alguien que conoces o hayas oído «su caso». Y que agradarán a los amantes de las historias contemplativas. Me gustó mucho porque tienes la impresión de estar leyendo una colección de cuentos de Dino Buzzatti con un marco bastante poético. Las historias tienen lugar en la Italia de los años 50 y 60, lo que aumenta el espíritu nostálgico del maestro Zidrou. Los vaivenes de las tramas dejan al lector muy libre ante el poder de la imaginación. Los gráficos de Merveille aportan más originalidad a ese sueño. Su estilo es moderno pero refleja perfectamente el ambiente de aquellos años de la Dolce Vita. Su colorido, muy elaborado, alterna tonos oscuros o brillantes y regala a Italia multitud de rostros como esta multitud de historias de amor que se pueden dar, en realidad, casi en cualquier ciudad de un país que tenga orillas en el Mediterráneo. Me encantó además que Zidrou domina el tema y ofrece más de un final abierto. El pequeño arte de la frase bien escrita.

El encanto de Amore funciona y compensa en parte, esa sensación de vacío que muchos hemos tenido alguna vez respecto a una historia de amor que pudo ser y no fue.

Reseña: La Mujer de la Estrella, de Anthony Pastor

Anthony Pastor firma aquí un western bastante clásico pero endiabladamente apasionante. La mujer de la estrella nos lleva a un lugar, a un largo viaje, nos ofrece una especie de círculo cerrado, de hecho, los dos personajes principales son dos fugitivos que por una combinación de circunstancias, se encontrarán en el mismo pueblo abandonado y aislado del mundo y a la espera de dos sheriffs que seguro que aparecerán en un momento u otro (mantienen al lector en vilo con ello), estos dos personajes tendrán que conocerse.

Realmente me gustó esta construcción. El guion… me parece una de las últimas maravillas leídas en formato cómic europeo. Una de esas joyitas, de las últimas que están pasando casi desapercibidas entre tanta novedad de cómic en nuestro país, de las que no esperas. Un cómic que trajo Yermo Ediciones, que siempre en un referente en nuestro país si amas todo o casi todo lo que se hace en la BD. Por lo que tenemos un buen álbum para degustar en estos momentos de playeo, piscineo o en tu sofá al fresquito del aire acondicionado. Un buen pikislabis. Agradable de leer y relativamente rápido todo lo que sucede.

De los cómics que te recuerdan porqué amas el western en formato viñeta. Por que La mujer de la estrella, sin renovar todo el género, resulta ser un western apasionante y bastante chulo. Una especie de ambiente a puertas cerradas, donde asistimos, en el fondo de un profundo valle, en medio de las ruinas cercanas a una antigua mina abandonada, a la resistencia de dos jóvenes, una mujer y un hombre, que se encuentran aquí por casualidad. Y poco a poco nos enteramos que han matado y que, por tanto, los persiguen por ello. Los motivos de su “asesinato” se van aclarando poco a poco. Esto le da profundidad a sus personajes, ya que aparecen los brazos armados de la justicia, los sheriffs y sus secuaces… La noción del bien y del mal no está muy clara, pero la lucha por la vida de este pueblo asediado da ritmo a la trama. Y rápidamente adoptamos su causa, mientras los representantes de la ley –en particular su líder (que parece habitado por una iluminación cristiana)– se hunden en la locura.

En cuanto al dibujo, el estilo bastante crudo de Pastor encaja perfectamente con la historia propuesta. La limitada elección de colores aporta estilo al conjunto. Las grandes viñetas dan aire a la narración. El corte es clásico y eficaz. El dibujo de Pastor, que trabajó en acuarela, es precioso y original para este western. Así que no me quedan más halagos. Un cómic que se disfruta mucho, donde no hay grandes sorpresas pero está muy bien hecho. Una película palomitera, que dicen por ahí.

Reseña: Barcelona Alma Negra, de Lapière, Jakupi, Pellejero, Torrents y Martín Pardo

Este álbum lo publica Norma Editorial. Y cuando comenzamos sin saber nada al respecto, el prólogo que presenta al héroe en la edad de un joven adolescente y evoca su pasado, sugiere que vamos a seguir la historia de su juventud y el trauma que parece haberle afectado. Pero en realidad esto es sólo el comienzo de la historia porque este cómic cuenta casi toda la vida de este chico llamado Carlos Vargas Moreno, desde su infancia durante la Guerra Civil Española hasta 1975. Y, sobre todo, mostrará cómo se desarrollará un complejo viaje de vida, que le llevará a convertirse en uno de los reyes del hampa catalán durante todo el franquismo. Una trágica historia familiar así como la presentación de un panorama de la sociedad barcelonesa bajo la dictadura franquista.

En Barcelona Alma Negra, tres diseñadores comparten el dibujo sin que yo pueda distinguir quién hizo qué y dónde termina el aporte de uno u otro. Hay que decir que Torrents ya había demostrado con Le Convoi que era capaz de producir gráficos cercanos a los de Rubén Pellejero (Un poco de humo azul…) con una línea elegante y clara y tinta espesa. En cuanto a Martín Pardo, este es el primer cómic que leo, armoniza bien con el estilo de los otros dos. El resultado es visualmente apreciable y anima a la lectura: por lo que tenemos un álbum de cómic europeo bonito y presentado con una enorme claridad. No obstante, en cuanto a la historia, tengo que decir que sorprende un poco por su ritmo. Los años pasan a veces muy rápidamente de una escena a otra, dando la ligera impresión de sobrevolar la vida del héroe y de obtener sólo extractos, pero extractos bien elegidos que forman un conjunto coherente y coherente en su conjunto. En su juventud el prota vive algunas tragedias, esas que moldean el carácter de cualquier persona y que se arrastran hasta la senectud. Las que moldean el carácter del futuro adulto en el que se convertirá. Pero ningún maniqueísmo porque Carlos no tiene nada de santo.

Una historia que se disfruta siguiendo el viaje de este hombre y descubriendo a través de él la situación de la Cataluña de esos años. La dictadura de Franco es un elemento esencial de la trama, pero está personalizada sobre todo en la persona de un policía podrido al que rápidamente llegamos a odiar, tan patético como el fascismo que adora. Fue para mí una lectura interesante y atrapante pero el personaje principal se vuelve cada vez menos entrañable con el paso de los años, lo que, sumado a la sensación de superficialidad de una narración con un ritmo un tanto desenfadado, establece una cierta distancia entre el lector y la emoción que podría surgir de la trama esencial. Por tanto, parece más instructivo que verdaderamente conmovedor. Sin embargo, es un álbum que recomiendo leer, que me queda el deseo de releerlo algún día porque se devora en un suspiro.

Los guionistas Denis Lapière (Sola) y Gani Jakupi se asocian con el trío barcelonés compuesto por el gran Rubén Pellejero (Corto Maltés) en compañía de Eduard Torrents y Martín Pardo para dar forma a una historia inolvidable ambientada en la Ciudad Condal.

Reseña: TER, de Rodolphe y Dubois

En la estela de los últimos buenos cómics europeos leídos, me topé con TER, publicado en nuestro país por Yermo Ediciones. Un cómic, una historia muy digna de reseñar porque la idea siempre-siempre es contaros las cositas buenas para leer que se publican en nuestro país. Tres álbumes en formato original que han sido traducidos y editados en un buen integral para nuestro disfrute, pero también una muy buena serie de CF y un trabajo realmente espectacular de Rodolphe y Dubois.

Rodolphe está inspirador aquí. Nos ofrece una historia cautivadora. Una trama que no revolucionará el género pero donde sabe poner todos los ingredientes para convertir la trama en un mundo coherente donde la religión juega un papel importante. Personajes, entrañables o no, aguantan con una ligera pega, el lado ingenuo de nuestro héroe, que evoluciona lentamente y así entramos en una narración dominada con una historia que se desarrolla a lo largo de tres álbumes llenos de vueltas de tuerca. Por eso, para mí lo importante es, la trama coherente con sorpresitas que contiene.

Empezamos con El Extraño, donde conocemos a un personaje que sale de la nada y tiene un extraño don en sus manos. Es muy intrigante. Un álbum que deja un cliffhanger de narices. Menos mal que lo tenemos en integral. Un hombre surgido de la nada, en un cementerio en medio de un desierto hostil, donde nadie puede sobrevivir…Y Pip, un joven inventor y saqueador de tumbas, se topa con él, dormido en una sepultura, desnudo… No sabe hablar y el único distintivo es un tatuaje en el brazo que dice «Mano de Oro».

La Guía, tan sólo nos aporta más preguntas. ¿Quién es este desconocido? ¿Es el salvador que anuncian las profecías o es un destructor de mundos que acabará con la pacífica vida de Pip y sus paisanos? Desde el momento en que al final del primer volumen, descubrimos lo que se esconde detrás de TER, en el segundo volumen hay muchas menos sorpresas. Sin embargo, tenemos ansias por saber que pasará en una historia de la que no tenemos ni idea cómo acabará.

¿El Impostor es uno de esos spoilers metidos ya en el título? Solo puedo decir que lamentablemente esta obra sólo concluye un ciclo, de ahí mi decepción momentánea porque es un thriller de los que calan hondo. Y aunque TER puede leerse como una historia completa, recientemente ha aparecido una secuela en el país vecino que ya ando loco por leer. Si estás bajo el hechizo de este tríptico, creo que andarás loco por degustar la aventura denominada TERRE que espero publique Yermo Ediciones en no mucho tiempo.

TER es una obra donde el dibujo de Christophe Dubois es suntuoso. Soy un gran admirador de Dubois, tiene su propio estilo a lápiz, es preciso, detallado, dinámico. Y goza de creatividad, las impresionantes decoraciones y los magníficos colores contribuyen a una atmósfera del fin del mundo muy chula. Donde anda muy presente la pata de Rodolphe con el bestiario que aporta, muy al estilo de obras como Aldébaran (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6223).

Con TER es fácil volver a la nostalgia de aquellos álbumes que contenían buena ciencia ficción clásica.

Reseña: El Dios Salvaje, de Fabien Vehlman y Roger

Le Dieu Fauve fue publicado en marzo de 2024 por Dargaud al otro lado de los Pirineos. Tan sólo dos meses después, Norma Editorial lo puso en nuestras librerías. Este trabajo supone otro lanzamiento en nuestro país del prolífico guionista Fabien Vehlman (Seuls, Green Manor, El Último Atlas https://www.cronicasliterarias.es/?p=9407). Un autor que ha llegado a nuestro país a través de diversas editoriales pero un autor de cómic europeo al que hay que seguir. Para El Dios Salvaje, Vehlman se juntó con el talentoso dibujante español Roger. Juntos, nos ofrecen una historia cautivadora y visualmente impactante, además de una inmersión en una narrativa muy particular. Porque este cómic nos traslada a la era imaginaria del Diluvio: una edad pasada y evocada unicamente en los textos antiguos y religiosos de la humanidad.

Comenzamos siguiendo a Sin Voz, un joven mono huérfano, decidido a demostrar su valía a su clan cazando al temible «Boca Larga», un viejo y feroz caimán. Pero mientras Sin Voz logra encontrar su lugar dentro del clan, presencia, completamente impotente, la masacre de su familia por parte de los guerreros de este imperio a punto de caer. Es capturado y entrenado para convertirse en un formidable guerrero sagrado, un “dios-cervatillo”, un dios salvaje. Pero Sin Voz parece desarrollar uno de los primeros instintos humanos, uno de los más feroces que sigue teniendo a día de hoy como es la venganza…

Lo fascinante de la narración de El Dios Salvaje es que la historia está dividida en capítulos y está diseñada como una historia coral. Cada capítulo se centra en un personaje diferente. La historia comienza siguiendo al mono sin voz, cuyo capítulo termina trágicamente con la masacre de su clan. A partir de ahí, seguimos a protagonistas humanos, lo que hace que esta narrativa sea apasionante es su construcción no lineal. Los personajes secundarios de un capítulo se convierten en los protagonistas de otro, ofreciendo diferentes perspectivas sobre una misma historia. Eso me encantó como me encanta cualquier serie de TV que hace concretamente esto. Cada capítulo arroja nueva luz y mejora nuestra comprensión de la trama y los personajes, por lo que tenemos un verdadero juego de rompecabezas en el que las piezas encajan gradualmente para formar una imagen compleja y cautivadora… al final.

El estilo semirrealista de Roger se inspira en los duros gráficos propios de ciertos cómics americanos. Los rasgos son claros, los personajes (especialmente Sin Voz, al inicio de la historia), están representados con sorprendente expresividad, enfatizando así la intensidad de las emociones que atraviesan. Unos colores apagados y oscuros, refuerzan la atmósfera opresiva y trágica que impregna toda la obra. Esta elección cromática crea un sorprendente paralelismo con la dureza de las situaciones vividas por los protagonistas, reforzando así el impacto emocional en el lector. Traslada de todas-todas a esa época pasada.

Por último, añadir que El Dios Salvaje delata ciertas obsesiones que encontramos, en menor medida, en otras obras de Fabien Vehlman. La dureza del mundo en el que vivimos y las relaciones y enfrentamientos de sus seres vivos. Pero también la insignificancia del poder por el hecho de que un simple evento puede cambiarlo todo en un instante. Un poco Juego de Tronos en el sentido de que nadie está realmente a salvo de nada.

Pura poesía.

Reseña: Shangri-La, de Mathieu Bablet

Cuando el Hombre quiere convertirse en Dios, sólo puede quemar sus alas…

Después de descubrir a Mathieu Bablet con Adrastea con el tema mitológico, no dudé un momento en ponerme con este maravilloso tomo de cómic que trae space-opera, una diferente, que atenta con la idea de marcar un hito en el campo de la ciencia ficción. Del cómic europeo de CF, mejor dicho, porque Shangri-La es una historia que sigue siendo clásica en esencia pero que logró mantener mi interés desde la primera hasta la última página. Una narrativa controlada que visita el racismo con animosidades y publicidad muy sexualizada, una distopía realista que te hace pensar en el valor de proteger nuestro hermoso planeta, el mismo que se está yendo a pique y no hacemos casi nada por salvarlo.

Es difícil no enamorarse de Shangri-La nada más coger el volumen que recién publica Tengu Ediciones. Magnífico cómic grueso (220 páginas) con lomo encuadernado en tela y cubierta majestuosa, con una excelente relación calidad-precio. Donde la obra de Mathieu Bablet hipnotiza incluso antes de ser abierta. La impresión de grandeza que transmite la portada ya atrapa. Y cuando lo abrimos, no nos decepcionamos…, cada página es una oportunidad para Mathieu Bablet de ofrecernos composiciones suntuosas, con decoraciones colosales y líneas extremadamente dominadas. Y de hecho, el estilo gráfico del autor-diseñador es, sin duda, lo que más atrae. Cómic para dejarte llevar, hechizado por el don de Bablet, y así descubrir los entresijos de un mundo futurista tan terrible como fascinante. Sin embargo, persisten dos grandes errores en mi opinión. Como leí en ciertos sitios, los diseños de personajes son muy cuestionables. Por mucho que los escenarios sean de un rigor y majestuosidad imponentes, los personajes son algo simples, esquemáticos; Todos lucen casi iguales. Y la otra incomodidad es quizás más grave: al querer interferir (y nosotros con ello) en los códigos de la novela de anticipación. Bablet cae en todos los clichés en los que esperamos no verlo caer. Por lo tanto, nos encontramos ante una situación que ya hemos visto en cientos de historias de CF: la humanidad reducida a vivir hacinada en entornos metálicos y espacios restringidos, una organización grande y abrumadora que gobierna el mundo (o lo que queda de él), una rebelión que intenta organizarse en secreto que cumplen sabiamente su misión sin conocer todos los aspectos del género.

Una descripción mordaz de una humanidad que no tiene sentido que siga existiendo, que discrimina y martiriza a los más débiles para establecer mejor su orgullo…, pero que quede claro que este argumento no es desagradable en sí mismo, pero sí peca de ser refrito de refritos, y obviamente Bablet corre el riesgo de enfrentarse a las grandes obras de ciencia ficción -de otras muchas- que ya lo hicieron mejor.

¿Se disfruta? Por supuesto. Porque el amante del buen cómic europeo siempre anda dispuesto a hacerlo con lo que se acaba de comprar. Pero al ver que cuanto más avanza la historia, más nos damos cuenta de que Mathieu Bablet sólo utiliza clichés e intenta ser original en cosas sin conseguirlo. Pero eso si, desarrolla una reflexión sorprendentemente potente sobre la humanidad, sobre la frontera entre el Bien y el Mal, y sobre todo, sobre el voluntariado, al describir una forma de totalitarismo mucho menos heredera de Orwell que de Huxley (véase su brillante Un mundo feliz).

Bablet describe la peor forma de totalitarismo que existe, una forma de totalitarismo consentido en el que la población sería consciente de su servidumbre, pero aceptaría sin problema siempre y cuando sirviera a su comodidad individual. Pese a todo, soy fan del estilo Bablet. Por lo que siempre-siempre seguiré sus obras. Y más, si afortunadamente llegan al español, como es el caso.

Reseña: Space Relic Hunters, de Sylvain Runberg y Grun

Space Relic Hunters fue un título que dividió opiniones en los lectores constantes de la BD. Y es cierto es que después de hojear rápidamente el álbum, pensé que los autores iban a urdir una historia de aventuras arqueológicas futuristas, del mismo tipo que la novela de Jack Seeker McDevitt, o el ciclo de Inhibitors, de Alastair Reynolds; una historia desarrollada en un futuro muy lejano donde la trama se resuelve mediante sucesivos enigmas para al final desenterrar un potencial “tesoro”.

Y así fue. Y eso me gustó. Estoy en ese bando. Porque estamos antes una space-opera en ese sentido trabajada, el tipo de historia que está en las estanterías mentales frikis de muchos de nosotros amantes de la CF: Star Wars, Starship Troopers, Desafío Total…, todo lo que hay para bombear, no nos molesta y nos resulta atractivo con poco argumento que lleve. La evocación a un futuro que no viviremos, el traslado a esas aventuras que solo podemos disfrutar a través de la imaginación de otros o de nosotros mismos. Pero nada de completos disparates. Existen más en la vida real, demasiados sentidos que nos han tocado vivir. Muy aburrida para mí y más si estás tieso normalmente como la mojama. En fin, a lo que vamos. En un imperio galáctico donde la libertad religiosa está prohibida, una de las mejores formas de ganarse la vida es convertirse en un cazador de reliquias prohibidas. A mí, ya está premisa, me enganchó. Tenemos a la humana Xia y Little Mercur, un extraterrestre enmascarado cuya especie se desconoce; los cuales se alían con Vitellius, un ex centurión que ha desertado de las Legiones Imperiales Divinas para llevar a cabo la misión más peligrosas de sus vidas.

Sí que recuerda a pelis como Rebel Moon…, visualmente potente pero donde el guion no es tan épico como podría ser. No obstante, se consigue una obra que da pie a secuelas y a mundo de mundos, universo de universos abiertos. Como me dijo un colega que lo había leído, afortunadamente, está Grun para salvar el barco del hundimiento. ¡Qué artista! Lo vi en Metronom y luego lo redescubrí en On Mars (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11824). Un artista que nunca deja de sorprender, una evolución en la dirección correcta, ¿podemos decir que hoy está en la cima de su arte? Para mí tiene todo lo que me gusta: inventiva (si dejo de lado el aspecto a veces kitsch de los personajes), minuciosidad a todos los niveles, una línea limpia y legible, una delicia visual con dibujos a toda página, diversificados y extremadamente buenos. Colores pastel a juego con el lugar o planeta visitado. Ojalá pudiera poner su arte al servicio de uno de mis relatos o futuros libros.

En definitiva, Space Relic Hunters es de esos cómics que se disfrutan, sobre todo, por su arte. E insisto, es una pena porque la ambientación es tan potente que, en mi opinión, se le podría haber sacado más (mucho más) a una premisa en principio muy interesante. Pero como autor tampoco voy a recriminar nada porque sé que es difícil a veces conseguir que la trama llegue. Y aquí el agravante es que Sylvain Runberg nos tiene acostumbrados a cositas mejores y no tramas lineales y sin tensión. Pero mi atención la seguirá teniendo porque como poco, queda un álbum ligerito de leer que tampoco deja malas sensaciones. Quizás me hubiera flipado de adolescente.

Reseña: Ira Dei, de Vincent Brugeas y Ronan Toulhoat

Históricamente, antes de leer sabía que, por ejemplo, Tancredo de Hauteville era el padre de Guillaume (o Guillermo) Bras-de-Fer. En este cómic que os traigo hoy, Tancredo y Guillermo son dos guerreros normandos, sin relación aparente y ese anacronismo me dejó con el culo torcido. Inmediatamente me confundió. Así que me dispuse a leer con muchas ganas este Ira Dei ahora que Yermo Ediciones lo tiene en su catálogo de cómic europeo en un tomo que recoge los cuatro álbumes de los que se compuso la serie.

La sinopsis nos dice que nos vamos al año 1040. El ejército de Bizancio intenta reconquistar Sicilia, en manos de los árabes, mientras la ciudad de Taormina sigue resistiendo a Harald, el terrible jefe varego que lidera las tropas bizantinas. Pero un normando llamado Tancredo y Étienne (un joven monje legado del papa), ofrecen los servicios de su tropa de mercenarios a Harald, con un trato muy peculiar: si logran hacer caer Taormina en tres días, recibirán todas las riquezas que existen. Y eso ya sabemos que traerá consecuencias y nefastas seguramente.

Respecto a mi desincronización histórica con el argumento (sé algo de estos temas porque estoy a un paso de ser un medievalista por amor al arte), además Trancredo desea llamarse Robert. Pero ojo, no creo que «Robert» esté vinculado aquí a la historia real (estaba Robert Guiscard, hijo de Tancredo, medio hermano de Guillaume Bras-de-Fer, precursor del reino normando de Sicilia, y él también llegó a Italia tras la muerte de Guillaume Bras-de-Fer). No, no, desestimé el tema porque creo que Vincet Brugeas se limitó a establecer sólo un vinculo de leyendas. ¡La de Roberto el Diablo! Por eso, a lo largo de la historia contada en este Ira Dei, nos enfrentaremos a un personaje, a veces Tancredo, el legal bueno, a veces Robert, el aterrador y despiadado. Esta ambigüedad confiere una profundidad increíble al personaje principal y eso me encantó, porque asociado al tremendo dibujazo de Toulhoat, tenemos un cómic europeo que es de esos que se disfrutan a tope a poco que ames el tema histórico medieval.

En cualquier caso, el entorno o marco es suficiente por sí solo: Sicilia era un lugar complejo en aquella época, un estilo al Abismo de Helm de El Señor de los Anillos pero con más gente y de diferente índole. Imaginaros: árabes, bizantinos, normandos, varegos… (vikingos mayoritarimente suecos) en Sicilia, un lugar no muy grande gobernado por la presencia del islam, la ortodoxia y el catolicismo, en definitiva. Los credos enfrentados. Ahí es nada. Un lugar así en un cómic donde ver todas las cuestiones de poder para cada civilización reunidas en una región tan pequeña y tan estratégica como fue dicha isla. Por eso tengo que decir que es sumamente ambicioso abordar este tema y felicito a guionista y dibujante por el trabajo realizado. Y quitando esa mezcla de leyenda e historia que no queda muy clara, y que por supuesto solo puede molestar tiquismiquis amante de la Historia como yo, tenemos un cómic que se disfruta una barbaridad.

Un integral chulo de verás que hará las delicias del buen amante de cómic europeo.

¿Conseguirá llevar a cabo su misión Tancredo, este guerrero de pasado misterioso convertido en un arma de la Iglesia?

Tendréis que descubrirlo por vosotros mismos.

Ya el álbum introductorio tiene una fuerza increíble.