Reseña: Batman. El Impostor, de Mattson Tomlim, Andrea Sorrentino y Jordie Bellaire

En una semana con más tiempo o vacaciones, ¿a quién no le va a apetecer cogerse uno de estos tomitos tan chulos del orejas picudas que publica ECC Ediciones en nuestro país y que recopila un arco argumental completo. Aventura que disfrutar y quien sabe si comentar con alguien algún dia en mesa de debate. Para los que os guste de algún modo saber a lo que váis y no gastar pasta por gastar (que no está la cosa para tirar cohetes), con esta reseña me dirijo a vosotros para reseñaros Batman: El Impostor, donde el director y guionista cinematográfico Mattson Tomlin, artífice de Proyecto Power y Pequeño Pez, se une al siempre magnifico Andrea Sorrentino, dibujante galardonado con un Eisner cuyos puntos fuertes son el suspense y el terror —como demostró en Joker: Sonrisa Asesina o en la genial Gideon Falls. Un tomito que recopila íntegramente la serie limitada Batman: The Imposter, compuesta por tres entregas en su edición original.

Y es que…, por fin encontré a Andrea Sorrentino (uno de mis ilustradores favoritos) dibujando un cómic de Batman. Como comentaba antes, por supuesto, lo podemos ver en Joker: Sonrisa Asesina (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5874) y en Batman: Asesino de Sonrisas (https://www.ecccomics.com/comic/batman-asesino-de-sonrisas-8695.aspx) antes de esto, pero el primero apenas tenía Batman para degustar y el segundo es solo un one-shot, no una miniserie como me gusta disfrutar a mí al estilo de El Impostor. Además, el color corre a cargo del único e inigualable Jordie Bellaire, quien resulta ser mi colorista favorito desde ya. El único desconocido para mí era el guionista y escritor, Mattson Tomlin y entonces, ¿este cómic esta a la altura de las expectativas? Echemos un vistazo.

Adelantar que es un cómic, una historia, visualmente maravillosa. Por ejemplo, hay una increíble extensión de dos páginas donde vemos una interpretación monstruosa central con un mitad hombre, mitad murciélago (no se preocupen, es solo una representación simbólica del personaje), con partes de la capa de un monstruoso Batman que se extiende por las páginas funcionando como bordes de viñeta. Eso ya es espectacular. Pero os diré que el cómic está ambientado en esa época en la que la gente todavía se pregunta si el Caballero Oscuro es siquiera un hombre… Y bueno, como suele pasar, estamos ante un cómic muy oscuro estéticamente con las tintas de Sorrentino pesadas en sombras y los colores de Bellaire mezclándose perfectamente con ellas. Realmente marcando el tono de cada escena. Tintas y colores intencionados para que la historia parezca una pesadilla.

En Batman: El Impostor también se disfruta mucho de los diseños de los personajes: todos se ven completamente únicos y se aprecia mucho realismo en cada uno de ellos. Podrían ser personas que ves por la calle. Y brilla el arte secuencial y se nota que hay un director de cine detrás de esta trama. ¿Un ejemplo? Hay una gran secuencia en la que Batman (¡Montado en bicicleta!), persigue a un par de criminales. Batman pasa corriendo junto a los otros autos de la calle, alcanza a los criminales, lanza una granada en al coche y el auto choca contra otro. Cada momento sigue al anterior de manera lógica y como resultado la historia tiene acción casi en cada viñeta.

¿La trama? Primero se menciona que “la ira de Bruce ahuyentó a su tutor”. Supongo que por «tutor» se refieren a Alfred. Aunque me resistí a la idea de que Alfred dejara solo a Bruce para lidiar con el problema de la trama. A lo que vamos es, que estamos en una historia donde Bruce lleva poco tiempo siendo Batman. Por desgracia, ya se ha ganado enemigos tremendamente poderosos. Y la élite financiera tradicional de Gotham se muestra hostil ante lo imprevisible de ese tío con pijama negro que va por la ciudad impartiendo justicia. Por lo que se desarrolla un plan para neutralizar al justiciero. Y aparece un segundo Batman acechando en las azoteas y los callejones… que asesina criminales. ¿Limpiar su nombre? Eso como mínimo.

Reseña: Sector Lejano, de N. K. Jemisin, Jamal Campbell y Deron Bennett

No es algo fácil tomar a los Green Lantern Corp y darles la vuelta. Pero N. K. Jemisin, Jamal Campbell y Deron Bennett hacen todo eso y más en Sector Lejano. Con una historia convincente, un elenco de personajes que te hace cuestionar cada motivo, un arte impresionante y unos guiones dignos de pelicula, me resulta bastante extraño que esta miniserie -o novela gráfica en su conjunto- no haya sido ya altamente recomendada aquí para lectores de cómics, sobre todo, para el buen amante de la Ciencia Ficción. Además que entrar con el conocimiento de lo que concierne a la Corporación Lantern puede ayudar al lector promedio a recoger pequeños detalles y asentir con la cabeza cuando pille esas referencias, no sé ustedes, pero a mi estas cositas me encantan. Pues Jemisin nos brinda todo lo que necesitamos saber sobre los Corps a través de los ojos de Sojourner «Jo» Mullein, una nueva Lantern a la que se le asigna la tarea específica de ayudar a Ciudad Duradera. Ella sabe tanto como el lector, y aunque sabemos por qué fue elegida para ser una Lantern, esta historia es independiente y quizás brilla aún más por ello.

Muy al estilo de Demolition Man (peli antigüita de Stallone pero que tenía su aquel en su momento con una Sandra Bullock en sus inicios), en Sector Lejano nos topamos con una trama donde hay un asesinato después de quinientos años. ¿Sospechosos? 20.000 millones de sospechosos. ¿Esperanzas de resolverlo? Una única esperanza. La Ciudad Duradera es una metrópolis en auge en los confines del universo, lleva generaciones sin sufrir crímenes violentos. Es más, el Control de Emociones ha borrado el abanico de emociones de sus ciudadanos, permitiendo que las tres razas residentes pasen por alto su turbulenta historia y coexistan en paz. Pero cuanto más cambian las cosas, más permanecen igual. Una lección difícil de aprender para Jo mientras viaja a la Ciudad Duradera para ser Linterna Verde del sector. Jo ha sido la única Lantern durante seis meses, y la única persona de los 20 mil millones de habitantes que también experimentó alguna emoción. Pero no todo es lo que parece y con la oscura historia de cada especie alienígena que reside en el planeta, Jo tendrá mucho trabajo por delante para resolver un asesinato que no tiene pies ni cabeza…

No es difícil ver el espejo que Jemisin levanta respecto a nuestra propia sociedad. Jo es una ex-poli y soldado, y muchos de sus pensamientos internos nos llevan a su pasado y a ver cómo se convirtió en Lantern. Es una persona con defectos, con recuerdos de su vida en la Tierra y todo lo que dejó atrás para ayudar a Ciudad Duradera. Pero lo que hace que Jo Mullein fácilmente sea uno de mis mejores Green Lanterns desde ya, es su evolución. En Sector Lejano no nos estamos uniendo a un personaje al comienzo de su viaje, entramos ya en medio. Jo ya es mayorcita para muchas cosas, tira tiros dados para bien o para mal, tiene sus defectos, como todos los tenemos y crecemos con ellos. Jo no es perfecta pero es capaz de darse cuenta que sus acción e inacción dañan a los demás y entonces cambia en consecuencia. Esto está genialmente conseguido.

Sector Lejano es fácilmente el mejor cómic de CF que he leido en meses. Tiene supuestos héroes y villanos DC pero cuando terminas este tomo que publica ECC Ediciones, la sensación es el estar leyendo una genial novela policiaca futurista al estilo del maestro Philip K. Dick. Se nota que N. K. Jemisin es, en realidad, una buena escritora de fantástico y fue galardonada con un Premio Hugo en su día. Además de que Sector Lejano llegó a estar nominada en los Eisner.

Reseña: El Misterio Religioso, de Grant Morrison y Jon J. Muth

Hallan muerto al actor que interpretaba a Dios en la obra religiosa del pueblo. Una de esas representaciones que se hacen en pueblecitos fervorosos de la religión cristiana. Pero ahora tras el asesinato, esta aldea en decadencia se llena de miedo y todos comienzan a sospechar de quiénes les rodean. ¿Estamos ante un impresionante thriller psicológico que brota de la mano del maestro Grant Morrison? Está claro.

Un mini-cómic que se devora en nada y que como aperitivo para viaje en tren o metro, cafelito en terraza o similiar, deja muy buen sabor de boca. Por que además está muy bien hecho que todos los personajes de esta obra buscan de algún modo juicio o redención. Pero ninguno más que el detective, un hombre desconcertado y confundido, más interesado en ver la escena desde arriba que diseccionar el crimen hasta dejarlo irreconocible.

Y siempre intentando resolver el misterio antes de que su pasado lo alcance. Busca descubrir el secreto de ambos. La redención del pueblo y la suya propia.

Estamos ante una de esas historias que son tan chulas que se nos quedan cortas. El ritmo es rápido y tienes la sensación cuando la acabas, que más que leer un cómic, ese amigo o amiga que se ha sentado contigo a tomarse un cafelito en la terraza, te acaba de contar una historia que ha calado en tu alma. Una historia que sucedió de verdad. Una trama oscura y profunda muy al estilo de las que puede contar un domingo por la noche Iker Jímenez en su programa Cuarto Milenio. Pero aquí con mucho más potencial psicológico gracias a las ilustraciones de Jon J. Muth que te meten en la trama cual sueño onírico y febril.

No obstante, si en El Misterio Religioso esperas una lectura fácil, con una resolución simple, olvídalo. Morrison escribe una historia abierta de capas sobre capas respecto al significado. Evocador y cinematográfica. Insisto, bastante onírica.

El Misterio Religioso es de esas historias que te la cuentan y empiezas a darle vueltas al coco. Bien escrita y bellamente ilustrada, no se puede dar más por menos.

¿De verdad creéis que el Diablo es siempre el culpable de nuestros males?

Reseña: Deadman. Amor después de la Muerte, de Mike Baron y Kelley Jones

No puedo recordarlo exactamente pero creo que fue alrededor de 1990 cuando fui muy fan de Deadman, un superhéroe de cómic publicado por DC Comics que apareció por primera vez en el Strange Adventures #205 en 1967. Fue creado por Arnold Drake y el maestro Carmine Infantino; una primera historia que hice todo lo posible por leer debido al morbo de su contenido pues fue la primera representación conocida de narcóticos en un cómic que estuviera aprobado por el famoso y deteriorante Comics Code. Además, la aparición de Deadman también sirvió de temprana carta de presentación de mi amado ilustrador Neal Adams.

Deadman era un antiguo acróbata de circo llamado Boston Brand que fue asesinado durante un espectáculo de trapecio por un asaltante misterioso conocido como El Gancho. Se convierte así en un espíritu con el poder de poseer a cualquier ser vivo, poder que le otorga una diosa hindú de nombre Rama Kushna, a fin de buscar a su asesino y obtener justicia. Sin embargo, Deadman se ve obligado a ayudar a los demás mientras realiza su búsqueda, utilizando su poder para intervenir y controlar a las personas vivas para ayudar a los inocentes. Deadman descubrió que unos delincuentes utilizaban el circo ambulante para el contrabando de heroína y cocaína y en última instancia, Boston descubre la verdad sobre su asesinato y llega a aceptar su papel como interventor en la vida de los mortales…

A partir de aquí, muy buenas aventuras de la mano de grandes autores. De hecho, siempre he dicho que si tuviera la oportunidad algún dia de guionizar a un superhéroe y pudiera elegir, Deadman estaría entre una de mis primeras opciones. Y aunque para mí su mejor arco es Dark Mansions, obra a la que recurro más de una vez como fuente de inspiración para el género de Terror, decir que Amor después de la Muerte y su contenido, taambiénes joyita indispensable del personaje. Por lo que estamos de enhorabuena ya que ECC Ediciones vuelve a reeditar este tomito donde el guionista Mike Baron y el dibujante Kelley Jones nos ofrecieron varias aventuras de este peculiar héroe del Universo DC.

Volumen que recopila las miniseries Love after Death, Exorcism y su serial en la revista Action Comics Weekly. Un tomito de lujo y a un precio genial, eso por un lado. Por otro, historias donde degustar que la muerte es el estado más solitario de la existencia, un hecho que Boston Brand nunca se detuvo a considerar… al menos no hasta que murió. No hasta que la bala de un asesino lo envía directamente al otro lado, así que por las malas, Deadman aprende lo que es estar verdaderamente solo. Y eso nunca se lleva bien. Ahora todo lo que puede hacer es rezar para encontrar algún día el amor después de la muerte. Entonces, mientras investiga un circo abandonado, Deadman se encuentra con otro fantasma… el espíritu de una trapecista de la que se rumorea que fue asesinada por su marido, el dueño del circo. Los dos espíritus se enamoran. Pero ni siquiera la muerte puede protegerlos de los celos de su esposo que aún vive, ya que él desata una horda de horrores secundarios para mantenerlos separados… Y esto solo es la punta del iceberg sobrenatural pues algo aún más siniestro está en marcha.

La mejor representación del género gótico llevado al mundo de los superhéroes.

Para algunos lo más importante de esta serie es Kelley Jones. Su arte es fantástico, cierto, sus trazos le dan un empuje a la ambientación inconmensurable y aunque sus viñetas a veces parecen tener perspectivas sesgadas, o simplemente elecciones extrañas de visualización, diría que estamos ante parte de su estilo primario y se hace queriendo para mantenernos fuera de balance, distantes, para revelar más tarde cierta profundidad emocional en cada uno de los personajes.

Mola mucho todo lo que concierne a este personaje.

Reseña: Batman. Origen (Edición Deluxe), de Scott Snyder, Greg Capullo y VVAA

El título lo define perfectamente pero lo dejo claro: Batman: Origen presenta una asombrosa nueva versión de los primeros años del Caballero Oscuro y sus primeros encuentros con su batería más extensa de villanos. Un buen mejunje clásico y nuevo a la vez, a ojos vista por los potentes autores Greg Capullo y el maestro Scott Snyder. Sí, los culpables de una de las nuevas mejores sagas del orejas picudas como fue El Tribunal de los Búhos. Obra que quedará como eterna entre las mejores que se han hecho últimamente.

Y es que Batman: Origen reúne una sucesión de historias comprendidas dentro del nuevo universo del Caballero Oscuro, muchas de ellas centradas en darle un subidón de potencia a El Acertijo. Un villano denostado pero al que parece que se le puede sacar mucho jugo. De hecho, diría que yo que jamás fui mucho de este villano, pero me ha encantado ver de lo que es capaz y como de una forma inteligente (ahora sí) se muestra ante Batman poniéndole en jaque más de una vez. Además, el entorno creado, la ambientación que usan como marco todas las historias, parece haber figurado siempre en un mismo volumen y, de hecho, así fue publicado en su día por ECC Ediciones. Pero ahora haciendo honor a lo que estas historias merecen sale editado como tomo deluxe tal como se hiciera con El Tribunal de los Búhos (https://www.ecccomics.com/comic/batman-el-tribunal-de-los-buhos-edicion-deluxe-4022.aspx) o la reseñada por nosotros recientemente La Maldición del Caballero Blanco (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5679). Obviamente, obrazas de tener/leer en la mejor edición posible. Y cantidad de cómics con una sola idea: derrotar a El Acertijo de una vez por todas y/o ponerlo en la alta cumbre que merece por su especial inteligencia.

Batman: Origen reúne las series de Batman núms #0, #21-#27, #29-#33 y el Batman: Zero Year: The Director’s Cut #1 USA. Pero, en realidad, el arco argumental que todos y cada uno de los números confrontan fue llamado el Año Cero (Zero Year) que se iniciara dentro del evento de Los New 52, el que es para mí el mejor mayor evento dentro de la cabecera de Batman en los últimos años. Con un Scott Snyder y Greg Capullo dándolo todo, pues esta increíble historia comienza con el Caballero Oscuro siguiendo el rastro de la Red Hood Gang (una banda de criminales que rotan los nombres de sus jefes con el fin de proteger sus verdaderas identidades) y un misterioso líder digno de renombre. Detectando sobre ellos temibles secretos y una gran sorpresa que cambiará el curso del arco argumental llamado Año Cero y, por supuesto, la vida de Batman y la de los que le rodean. Aquí se alcanza un nuevo nivel cuando El Acertijo consigue someter a la ciudad de Gotham City a una oscuridad total. Un apagón que se extiende además a otros títulos, afectando a superhéroes de todo el Universo DC. Aquí vais a ver sufrir a Batman de lo lindo.

Previamente, Snyder mostró a un Bruce Wayne que acababa de regresar recientemente a la ciudad, el cual aun no se había convertido en Batman, pero sin embargo había comenzado su carrera en la lucha contra el crimen. Y donde uno de los primeros objetivos de Bruce fue la Red Hood Gang…, y eso se paga con el tiempo. Bruce se vuelve a involucrar en la Red Hood Gang, para ver que estos dementes tienen como misión secuestrar un dirigible perteneciente a El Pingüino, y de paso robar varias armas procedentes de industrias Wayne, las cuales modifican para hacerlas mas letales. Y se van sucediendo tramas, una tras otra, donde los Capuchas Rojas hacen negocios con Philip Kane, la casa mansión Wayne donde espera Alfred explota a causa de una bomba que la banda coloca para darle la bienvenida a la ciudad, una paliza a la victima golpeándola hasta casi matarlo… y un final de infarto con persecución, batallas y explosiones.

Un tomo tope guay, con sobrecubierta de plástico, en tapa dura, por supuesto, una edición eterna. Scott Snyder (All-Star Batman), Greg Capullo (Noches oscuras: Metal), Fernando Pasarín (Liga de la Justicia), Greg Pak (Batman/Superman) o Chris Sprouse (Tom Strong); autores top para una trama inolvidable. Recopilaciones en tapa dura de sus mejores arcos argumentales con las que DC Cómics (y ECC Ediciones, en nuestro país) dan la oportunidad a nuevos lectores de descubrir o redescubrir sus mejores últimos momentos en formato cómic. Estas cositas rara vez decepcionan.

Reseña: Wonder Woman. 80 Años de la Guerrera Amazona, de VVAA

Tener lo mejor de la mejor en cómic, creo que es un hecho bastanta básico para un buen lector de tebeos de superhéroes. Es por eso que es casi una liturgia en el cómic de superhéroes conmemorar la llegada a un cierto número de ejemplares y ver lo bueno que es para ello que se publiquen tomos como Wonder Woman: 80 Años de la Guerrera Amazona. Cuatrocientas páginas de historias seleccionadas, las mejores aventuras desde que empezó a publicarse La Mujer Maravilla. Son ocho décadas, que se dice pronto, de historias seleccionadas desde su clásica primera aparición hasta la actualidad. A esto, sumadle más de cien páginas de material con nuevos colores, una historia “perdida” de la Edad de Oro nunca antes recopilada de, el DC Special #3, comentarios y apuntes históricos de la dibujante Trina Robbins (la primera mujer en dibujar a Wonder Woman), la directora de la peli, Patty Jenkins e incluso lo que dicen de ella mujeres que han interpretado a la semidiosa en la gran pantalla como la guapísima Gal Gadot o la gloriosa Lynda Carter. 80 años ya que vino al mundo (nuestro) la siempre carismática Princesa Diana.

¿Sabiáis lo difícil qué era conseguir un cómic de Wonder Woman en nuestro país en los 80? Uff, que me voy por otros derroteros… Ahora con este glorioso tomo uno puede disfrutar de un viaje en el tiempo con el personaje. Sí, sí, no hace falta que lo preguntéis: tomaco ideal para aquel que quiera leer algo del personaje por primera vez y no sepa por dónde empezar. Una edición original que se completa con el All-Star Comics núm. 8, Sensation Comics núm. 1, Wonder Woman (vol. 1) núms. 5, 78, 98, 124, 162, 203 y 206, Comic Cavalcade núm. 11, DC Special núm. 3, DC Comics presents núm. 41, Wonder Woman (vol. 2) núms. 6, 57, 73 y 170, Wonder Woman Annual núm. 1 (Extracto), Wonder Woman núm. 600 (extracto), Wonder Woman (vol. 4) núm. 23, Wonder Woman núm. 750 (Extracto), Future State: Immortal Wonder Woman núms. 1-2 USA; para más datos. ECC Ediciones nos trae esta joyita indispensable para todo fan de la heroína, la más grande que ha dado el noveno arte.

Donde en la historia principal, el épico inicio de Wonder Woman se abre con Presentando a Wonder Woman y Wonder Woman llega a América. Preciosos cómics clásicos que abren miles de puertas a nuevos desafíos. Con portadas de Joelle Jones y Trisha Mulvihill tremendas, colores restaurados vibrantes y llamativos. Me encanta. Pues adoro además las antologías y desearía que sucedieran más a menudo dentro del pijameo. Y más cuando se hace un recorrido “comiquil” sobre un personaje tan poderoso dentro de una franquicia. Uno de los pilares de la sagrada trinidad de DC. Y de esa mezcla surge siempre algo atractivo. ¡Las guerras de Wonder Woman!, genial aventura creada en 1973 por Cary Bates. O la eterna La Raza Fugitiva, de 1991, donde el maestro George Pérez, hizo llegar a su cúspide más alta al personaje. Aunque todo lo que hizo este hombre con ella fue magnífico. Y molan otras aventuras que se van contando. El ritmo rara vez decae. Diana tiene una pesadilla sobre ser expulsada de la Liga de la Justicia debido a sus poderes fallidos y se despierta con el tobillo roto justo cuando Jonah Hex ha regresado de enterrar al amigo de Steve, Nate… Me moló también ver encontrar el No cambies, de Greg Rucka o el Dios Herido, de Azzarello; son cómics indispensables para entender por qué La Mujer Maravilla es un personaje súper interesante de leer.

¿Veis? Esto es una locura, la emoción, nuestro frikismo, se despierta ante un tomo de tal calibre. Hay tanto corazón en este volumen, tanto poder de tebeo de superhéroe clásico, que realmente conecta con el buen amante del cómic en todos sus sentidos. Poco malo puede salir de autores como Gail Simone, Greg Rucka, Scott Snyder, Amanda Conner… , entre muchos más genios del medio.

Un volumen que se recomienda solo.

Reseña: Legión de Súper-Héroes. La Saga de la Gran Oscuridad, de Paul Levitz y Keith Giffen

Uno de los mejores eventos DC que se pueden encontrar entre las novedades de febrero es, sin duda, La Saga de la Gran Oscuridad que se recogió dentro de la colección Legión de Super-Héroes. Vuelve a estar disponible esta joyita de los 80s, la mejor década donde el cómic de pijameo tocó las estrellas, nunca mejor dicho. Y es que ECC Ediciones recopila de forma completa La Saga de la Gran Oscuridad, así como los episodios inmediatamente anteriores y posteriores, en un sólo volumen que supone una buena muestra de una de las épocas doradas del cómic en la que Paul Levitz y Keith Giffen fueron maestros en lo suyo.

La historia comienza con la Legión de Super-Héroes en medio de un período de transición. Los miembros más clásicos y la parejita de casados de Bouncing Boy y Duo Damsel anuncian al líder de la Legión (Lightning Lad) que dejan el grupo. Por supuesto, al ser él mismo un hombre casado (con la ex-líder de la Legión, Saturn Girl), Garth comprende totalmente las razones de sus amigos para retirarse por lo que les desea todo lo mejor. Dicha reunión se interrumpe con una alarma activa en el hospital principal espacial de gravedad nula el cual está siendo atacado por un grupo de organleggers; ladrones armados que intentan robar órganos para venderlos en el mercado negro.

Pero los organleggers no saben (así como para la mayoría de los miembros de la Legión), que Timber Wolf y Light Lass ya estaban a bordo del hospital en órbita, lo que significa que Brin rápidamente destroza a la mayoría de los monstruitos armados (escenas de lucha, esas que nos ponían el sistema nervisoso a los niños de los 80 por las nubes). Bien. Pues respondiendo a la llamada de socorro, un escuadrón de legionarios entre los que se encuentran Wildfire, Dawnstar y Ultra Boy limpian el sitio de organleggers que intentan huir de la escena. Mientras tanto, en la Tierra, mientras Bouncing Boy y Duo Damsel se asientan como monitores, reciben una llamada de Karate Kid, quien les informa que él y Princess Projectra han regresado a su mundo natal y estarán fuera de contacto por un tiempo. ¡Se están yendo todos! De vuelta al hospital orbital Medicus One, la Legión termina de limpiar y arreglar lo dañado cuando Garth descubre porqué Timber Wolf y Light Lass estaban a bordo en el momento del ataque: Timber Wolf recién despierta de su cirugía plástica (la del siglo XXX), que restaura su aspecto humano.

Como veis, todo comienza muy cómic con situaciones de acción, calma, asuntos propios, temas costumbristas, y de pronto, más acción. Estos eran los puntos fuertes del cómic ochentero, una gloriosa época de historias chulas en todos sus puntos, atractivas. Ejemplo: mientras Ayla camina por una de las estaciones en el ala de recuperación preocupándose por su chico, el peligro golpea una vez más cuando una extraña criatura llamada Organus se escapa y comienza a drenar la energía vital de todos los seres conscientes en su proximidad. Captura a Light Lass con sus tentáculos alienígenas pero antes de que pueda drenarla por completo, Timber Wolf salta a su rescate.

Una criatura demasiado poderosa… ¿Veis? De nuevo, estamos en la acción y estos autores con sus dibujacos y guión sabían como engancharnos. Siempre diré que estas historias la mayoría envejecieron bien. Y La Saga de la Gran Oscuridad es otro ejemplo de que estamos ante tramas eternas que se disfrutan por muchos años que pasen.

A muchos de ustedes, aunque visualmente seguro os atrae, pongo la mano en el fuego a que seguramente no tenéis muy claro qué o quiénes son la Legión de Súper-Heroes. Y no solo a los jóvenes, también a los que en su día no podían conseguir estas colecciones que llegaban con cuenta gotas a nuestro retrasado país en cuanto a lo friki.

Os comento. Legión de Súper-Héroes fue una colección sobre un grupo que se desarrollaba en el siglo XXX, donde obviamente los superheroes DC que conocemos ya no están. Creados a finales de la década de los 50 por Otto Binder y el dibujante Al Plastino, en un principio se nos presentó a este grupo como unos adolescentes que visitaban nuestro tiempo desde el futuro básicamente para conocer a Superboy (toda una leyenda en el lugar del que procedían). Tras sus inicios, el grupo tuvo cantidad de integrantes, un número alto de miembros comparable únicamente a la Liga de la Justicia. Pero lo bueno de este tomo es que no vamos directamente a La Saga de la Gran Oscuridad, sino que se nos prepara para ello. Y donde Darkseid es, por supuesto, el Mal personificado que llevará a todos a un sinvivir. ¿El grueso de la trama? Son esos cultistas que empiezan a robar artilugios mágicos con un oscuro propósito, pero tened por seguro que Darkseid es el gran villano a batir. Y eso, ni siquiera se esconde en la portada del integral.

No necesitáis saber más. Un tomo ideal para acercarse a la Legión de Súper-Héroes por primera vez. A lo ochentero, llegas de nuevas y tienes impactos en toda la cara. Como no lo voy a recomendar.

Reseña: Los Perdedores. Volumen Uno, de Andy Diggle y Jock

La temática del crimen no es algo que solo me atraiga a mí. Creo que es un «must» para el ser humano querer saber, querer enterarse, el tener curiosidad por el cómo ocurrió todo en un delito, crimen o accidente. Lo veo casi cada día. A eso se le puede sumar una historia inventada o no y ya tendríamos el noventa por ciento del cóctel a disfrutar. Lo poco que falta es el buscar el lugar idoneo para “enterarse”, es decir, sentarse a leer, hablar con un testigo, cómplice o incluso con el mismísimo culpable. La curiosidad por saber.

Me dirgí a Los Perdedores con las expectativas muy altas por todas las cosas buenas que había oído. Y no sé, estaba bastante seguro de que no sería para tanto. Pero lo fue. El haber disfrutado de esta chulada de cómic que se han marcado Andy Diggle y Jock es algo que tengo que agradecer bastante. Y eso que solo es el primer volumen de la serie, recién publicado por ECC Ediciones, que recopila los doce primeros números. Pero cantidad de material para disfrutar casi de una sola sentada. Y si me permitís, antes de hablar sobre la historia, hablaré del arte. Jock es capaz de captar el tono y la severidad de los personajes tan perfectamente que parecen reales. En Los Perdedores tienes la sensación esa extraña cuando estás viendo un film de animación que ha sido elaborado con actores reales. A eso sumad los colores (negro y naranja) y derivados del constante crepúsculo que dan un tono a la historia muy de tensión y puertas abiertas a las sombras que se acercan. Pero no os equivoquéis hay tanta acción aquí, repleta de escenas rápidas, que se requieren páginas casi completas varias para movimientos planificados por expertos en coreagrafía.

Los Perdedores nunca pierde el ritmo. Seguí a cada personaje mientras se movía por la página, esquivando balas y veloz por tratar de lograr lo imposible. Muy Matrix todo en ese sentido. Mola. Y ahora pregunto yo. ¿Puedo describir como “maravilloso” a un cómic que contiene un alto número de muertos? En mi caso, la respuesta es clara. Si la historia se atañe bien a la realidad, o a una posible, sí. En la ficción estadounidense, la idea de tener que luchar contra un gobierno corrupto es un concepto común. No puedo imaginar por qué (risas irónicas). Los Perdedores es en parte una historia sobre ex-militares a los que se les deja de tener respeto y honor, tras su trabajo para el país. Pero también es una historia sobre atracos. Y a quién no le gusta un atraco bien pensado, complejo y bien perpetrado. Que se lo digan si no, a las recaudaciones de la saga fílmica de Ocean Eleven

Este cómic eso es lo que aporta en gran medida. Los Perdedores no merece una reseña que diga menos. El diálogo es fantástico y se nota que es una historia bien pensada aunque los personajes no tuvieron mucho tiempo para desarrollarse con tanta acción (¡En doce números!). Sabes quiénes son y qué van a hacer a los pocos segundos de conocerlos, eso sí. Pero aunque todos tienen la misma misión, cada uno tiene sus propias motivaciones. Y eso les hace  interesantes. Sinceramente, lo que más me preocupaba era el desarrollo de Aisha. Es la única mujer del equipo y eso siempre me preocupa, especialmente en una trama así. Pero no sé si afortunadamente es la palabra, para decir que ella es la más aterradora del grupo. Estoy acostumbrado a que las mujeres desempeñen el papel de «femme fatale» en un género en el que una chica que no es seductora, que no es cautelosa y que no rehuye matar gente sin pedir disculpas, se vuelve tremendamente atractiva. Mas, mola ver que aunque los demás puedan hablar mierdas a sus espaldas, no hay forma de que le digan nada a la cara. Y luego está la trama que la une con el chico más maluto de todos, cuando hay traición y es asesinado por uno de los suyos…

No cuento más. ¿La premisa? La Agencia pensó que se había ocupado de Los Perdedores, después de que estos estuvieran en el lugar equivocado el día en que su helicóptero se incendió. No hubo supervivientes y tras algunas denuncias, Los Perdedores pasaron a los registros como otro equipo de soldados de Operaciones Encubiertas que murieron trágicamente en batallas estratégicas de la CIA. Pero estos chicos sólo se hacién el muerto. Y ahora que han visto lo que realmente la Agencia trama, comienza la venganza.

Increíblemente expectante por leer el segundo volumen.

Reseña: El Incidente Leviatán, de Brian Michael Bendis y Alex Maleev

El Incidente Levitán es un evento original que elaboró Brian Michael Bendis para DC. Tan original como que presenta un nuevo villano que busca crear un nuevo orden mundial. Un cómic curiosamente poco famosete en nuestro país pero curioso cuando menos por que Bendis también hace aquí, eso por lo que ha llegado a ser un autor de renombre. Busca la originalidad en un cómic de pijameo. Y es que ya sabemos que los secretos son parte de la humanidad. Está en todos nosotros ocultar cierta información a ciertas personas, ya que ingenuamente creemos que lo mejor para todos es que dicha información no se divulgue. Algunos se dedican a crear secretos y otros juegan con la idea de crear conspiraciones. Pero, ¿cómo sería un mundo si no hubiera más secretos? En este proyecto para DC, el creador Brian Michael Bendis continúa ese viaje y así crea a Leviatán, el único misterio que habita en la oscuridad del universo de DC. Una trama ubicada principalmente dentro de la serie de cómics de Superman y Action Comics, que ahora publica ECC Ediciones en un solo tomo.

Pero…, ¿de qué trata trata realmente? Tendríamos que irnos a los eventos ocurridos en el Superman: Action Comics Vol. 2): Leviathan Rising, para saber. Donde una nueva y misteriosa entidad está cazando a todas las organizaciones secretas del mundo. Y van cayendo una tras otra. Mas, incapaces de identificar al individuo detrás de este caos, los superhéroes no tienen más que el nombre de un extraño ser denominado Leviatán. Entonces, para evitar que esta mente maestra se lleve más vidas, los mejores detectives del mundo (con su traje y antifaz, por supuesto) se unen para desentrañar el misterio. Así, tenemos a Batman, Robin, Green Arrow, Plastic Man, The Question, Manhunter y Lois Lane, inmiscuidos en la trama. ¿Y por qué digo los mejores “detectives” del mundo? Muy fácil. El equipo creativo formado por Brian Michael Bendis y a los lápices Alex Maleev, lo que nos traen, no es otra cosa que una trama de intriga y suspense que sacudirá los cimientos del Universo DC.

Este tomo recopila los números del #1 al #6 de Event Leviathan. Además, el famoso Superman: Leviathan Rising #1, así como un relato extraído del DC’s Year of the Villain Special. Es el lugar idóneo para meterte en la aventura donde Clark Kent ha sido secuestrado y anda desaparecido. Y cuando aparece… Pero no pasará mucho tiempo antes de que se den cuenta que necesitan la ayuda del súper hombre para resolver el misterio pues todo hace pensar que terminará por sucederle algo horrible al planeta si él no está. En ciernes, una nueva súper amenaza impulsada por una visión utópica.

Me parece genial que se incluya en este tomo el Superman: Leviathan Rising #1. En especial, por estar estrechamente relacionado con la trama y porque si no eres fiel seguidor de la cabecera de Superman, obviamente, no sabes de qué van ciertas subtramas sueltas que se desvelan no mucho después. «Te prepara». Sin embargo, una vez que comienzas el arco de la historia, suceden cantidad de cosas. Tenemos lo que se llama un whodunnit. ¿Cómoorrrlll…? Es decir, un guión que se basa en gran medida en pistas falsas, pistas falsas y falta de información. Una estructura muy usada por los primeros creadores de la literatura detectivesca o novela policíaca. A eso le añadimos algunos contratiempos o sustos que no esperas y la revelación de lo que es realmente Leviatán. Entonces Bendis te ha vencido. Se ha hecho contigo y con tu interés y te mantiene con una medio sonrisa en el sofá por lo que tienes entre manos. Además, de ganarse a muchos con la constante incorporación de personajes que uno/a creía olvidados.

Por último, cabe señalar que encargar al artista Alex Maleev (que no es santo de mi devoción), para mí es todo un acierto para con el evento. Un mismo ilustrador llevando la obra de principio a fin es algo que funciona satisfactoriamente y le da al arco una cierta personalidad. Captura la atmósfera sombría y espeluznante del acontecimiento. Un cómic que si te resulta una pizquita interesante lo que cuento, probad, probad este montadito de lomo con queso y cervecita que se devora en nada.

Reseña: Batman R.I.P. La Saga Completa, de Grant Morrison y VVAA

El poder disfrutar de ediciones ultracompletísimas como las que os traigo hoy no tiene parangón. Volúmenes integrales propiamente dichos, la obra de un autor para con un personaje, todo-todito-todo recogido en un-sólo-volumen. Vamos, que es de traca decir no querer esto así en tu cómicteca. Y me estoy refiriendo al Batman R.I.P. – La Saga Completa que acaba de publicar ECC Ediciones. Un fabuloso omnibus, ediciones maravillosas y súper recogidas donde ya hemos podido conseguir de forma absolutamente íntegra toda la obra de Y, El Último Hombre o la siempre maravillosa La Cosa del Pantano, del maestro Alan Moore (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6462).

No hace mucho os decía que El Guante Negro era el preámbulo a esa época donde Grant Morrison ponía rumbo firme a su definitiva etapa con el Caballero Oscuro. Bien, pues el todo vendría con Batman R.I.P., el eje central a todo lo que el escocés propuso en su día para con Batman. Y ahora todo recopilado en un volumen que jamás ha visto formato así -que puede encantar a muchos y hacer enojar a unos pocos-, molestar… siempre va a haber gente que le des un lingote de oro y se moleste. A mí eso no me importa. Comentarios como, que si no se puede leer bien, que si se puede romper, que si «jibarizado» y palabrejas de esas sin sentido… Para mí lo que cuenta es tenerlo en mano y ver que es súper disfrutable. Que tiene un diseño ni pequeño ni grande que se puede conservar perfectamente. Con eso me quedo. Eso importa. Otra cosa que puede molestar (y en eso sí doy la razón) es que esta obra ha contado con varias ediciones en nuestro país y todas han ido bien en ventas. Es decir, muchos la teníamos por partes o en diferentes formatos. Pero friends, renovarse o morir, ¿no?

De este modo, se incluyen 52 números, nada más y nada menos. El #30, el #47, los Batman #655-#658, #663-#669, #672-#683, #700-#702, el DC Universe #0, los Batman & Robin #1-#16, los Return of Bruce Wayne del #1 al #6…; es decir, todo-todito-todos los números donde se toca este evento denominado R.I.P. que tanto dio de hablar en su día. Un formato DC Omnibus en cartoné que es puro beskar. Y que sirve, sobre todo, para dar la oportunidad a nuevos lectores de descubrir o redescubrir los mejores momentos, las mejores aventuras del que es, sin duda, el superhéroe más molón de la casa DC.

Para comenzar, diré que el arte en general en este súper evento es bastante bueno. Cantidad de detalles y buen color. Viéndolo con otros ojos, Batman R.I.P. es exactamente lo que uno esperaría de un cómic “actual”. Dicho esto, que no tiene porqué ser malo, uno se centra particularmente en la trama que es lo que aquí brilla especialmente. El tomo abre y vemos a Batman y Robin en plena acción sobre Gotham City. En una oscura y premonitoria declaración, Batman exclama que ambos: ¡Nunca morirán! Declaración espeluznante que puede sorprender y que ya pone a uno en tensión (tras muchos años de lectura donde pocas veces las cosas irán bien tras una frase así). Es obvio que lo peor está por llegar. Así que pasamos a estar con el orejas picudas y Jezebel Jet, ambos besándose a medio traje. Es algo que incluso alarma al Robin: Tim Drake. Pues Jet sabe todo sobre Batman y parece que Bruce cree demasiado en ella. La tipa, incluso ha estado en la Baticueva y sabe una cantidad considerable de todo lo que está aconteciendo (el Club de Héroes fue invitado a pasar un fin de semana de relax, un visitante inesperado cayó sobre ellos, el cuartel general de la policía de Gotham intranquilo por “ese Batman” que mata polis, la reciente resurrección de Ra’s al Ghul…), y la introducción de Damien en todo esto también ha ejercido presión sobre algunas relaciones. Friends, sabiendo cómo va el universo de Batman, sabes que esto no va a terminar bien. Y no toma mucho tiempo ver que Jezebel Jet comienza a… Bueno, veremos a Bruce tocando fondo, cayendo en espiral, diálogos tensos, es algo extraño al respecto y no sorprendente que ella se pase a la acera de los malos-malutos. Hasta el pobre Alfred lo pasará mal.

Una historia devastadora que pondrá al lector al límite. Las consecuencias de una enfermedad mental. Tim Drake obligado a desempeñar un papel independiente. Batman que no recuerda quién es. El título R.I.P. no se os irá de la cabeza en toda la lectura. Estás constantemente pensando en cuáles serán los siguientes en caer. Morrison une los puntos fuertes de Batman como personaje (para mí el que más), junto a una gran colección de villanos que le secundan. Lo que supone una buena cantidad de aventuras para la Batfamilia. En Batman R.I.P. esto esplende. Por lo que un tomo magnífico con una dramática historia detrás. Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka, Mark Waid y los ilustradores Andy Kubert, Andy Clarke, Frank Quitely, George Pérez, J.H. Williams III…; anda que he dicho poco…

Obra que es puro deleite.