Reseña: Capitán América. El New Deal, de John Cassaday y John Ney Rieber

Mucha curiosidad tenía por leer el arco denominado The New Ideal. Me dijeron que aparte de lo atractivo del argumento, era una historia potente porque tenemos dentro de ella al dibujante John Cassaday dándolo todo, del mismo modo que hizo cuando trató los X-Men con Joss Whedon, hecho que lo convirtió en una súper estrella, por cierto. Por otro lado, tengo que adelantar que la aparecida aquí no es para nada mi representación favorita del Capi tras el 11-S. Ese honor pertenece a Mark Millar y Bryan Hitch en Ultimates. Pero este título, sin duda, tendría el segundo puesto en ese supuesto honor. Pues si no me equivoco, esta es la primera aparición del sutil rediseño de John Cassday de la túnica de cota de malla del Capi. La tela o el material del traje es menos tela y más un material compuesto -dispuesto- en un diseño de cota de malla. Eso es significativo en sí mismo, ya que la apariencia se convirtió en la imagen principal del Capitán América durante la siguiente década.

¿La historia? Cassaday llevó esta historia sobre sus hombros y demostró que su arte no sería lo único chulo de un título suyo. Habría “una historia”. De la que tengo que decir que en primer orden me afectó bastante porque es una trama que no puede interesar para nada a un no-estadounidense. Pero yo que estoy entre dos aguas, sí que me enganché por lo del tono patriótico que a muchos de por aquí puede excluir como lector. Historia que cuenta que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Capitán América debe afrontar los peligros de un mundo que ha cambiado para siempre. Esto fue bastante bueno. Porque a partir de este atentado que impactó al mundo, teníamos un momento roto en las tramas de muchos superhéroes que trasladadan muchos lo que era la vida real al formato viñeta. Por eso El New Deal empieza justo después de la caída de las Torres Gemelas. Para luego entras en la verdadera carne de la historia del terrorismo y convertirse en lo que es probablemente uno de los más patrióticos cómics que captura muy bien lo que es y representa el Capi.

Sobre cómo el odio genera miedo, lo que hace que las personas hagan cosas horribles. Steve Rogers tendrá que tomar decisiones radicales sobre quién es realmente y qué representa.bles.

Esta es una muy buena lectura. Esto se debe principalmente a que el arte de John Cassaday se ve increíble (mucho mejor que su trabajo reciente en Uncanny Avengers). Me gusta que Rieber no sobrellene las páginas con cuadros de subtítulos y globos de palabras, por lo que no está encubriendo el arte de Cassaday. En cambio, la historia está casi impulsada por el arte y todas las palabras son secundarias.

No sé porqué esta obra me recordó bastante a Invencible Iron Man: Las Cinco Pesadillas, de Matt Fraction (https://www.panini.es/shp_esp_es/marvel-must-have-el-invencible-iron-man-las-cinco-pesadillas-smust069-es01.html). Quizás ustedes si podáis ver el por qué.

Reseña: La Imposible Patrulla-X. Congelado, de Claremont, Davis y Tom Raney

Meterse de pronto entre pecho y espalda un mini-arco chulo de los X-Men y devorarlo de un tirón. Una de las cosas a las que te da oportunidad estos geniales Marvel Must-Have que Panini Cómics está publicando. Si no, mirad:

Mientras Psylocke espera encarcelada en el plano X y tiene un extraño encuentro con su loco hermano en el plano astral, los X-Men son emboscados y luchan contra una banda de dinosaurios humanoides. Estos monstruos usan sus habilidades sobrehumanas para usurpar la mente de Rachel, haciéndola pensar que es un dinosaurio mutante y entonces todo se lía. Rachel vuelve su telepatía contra sus compañeros de equipo y ayuda a los dinosaurios a derrotarlos. La Patrulla-X, una vez cautivos y llevados a través de un portal resplandeciente, se vienen abajo. Queda como esperanza X-23 que escapó y liberó a Psylocke del Teletransporte X. Ambas deciden ingresar en uno de los portales abiertos para rescatar a la redimida Patrulla-X, incluido Lobezno que no levanta cabeza. Al garras, parece haberle sucedido algo extraño…

Pues eso, cómics que se devoran casi de una sentada, aventuras que vienen de perlas por su ligereza para este veranito de playa y piscineo. Y que son pequeños arcos ultra-recomendables que tuvieron lugar dentro de la serie regular de Uncanny X-Men. El arco Congelado correspondería a los números de la serie entre el Uncanny X-Men #455 y el #461. Chris Claremont, Alan Davis, Tom Raney, pocos más datos de calidad se pueden añadir.

Los X-Men descubren una nueva civilización maravillosa y avanzada, pero no muy amistosa, cuando regresan a la franja aislada de la Antártida. Además, si no tienen cuidado, los propios mutantes podrían ayudarlos sin saberlo a dar sus primeros pasos hacia la dominación mundial. Una historia que tiene un tremendo potencial pero que se resuelve pronto.

Juntar a La Patrulla-X y a la Tierra Salvaje siempre es sinónimo de buenas aventuras. El maestro guionista Chris Claremont lo sabe muy bien. Enfrentando nuevas y viejas amenazas del hogar de Kazar, los mutantes, más que nunca, deben demostrar que nunca actúan solos.

Lectura recomendada.

Reseña: La Patrulla X. Golgotha, de Peter Milligan y Salvador Larroca

En Golgotha, Peter Milligan trae su estilo tan característico de Vertigo a Marvel y nos brinda una historia de terror decente. ¿Terror? Jaja sí, sorprendente, pero es así. Sin embargo, Salvador Larroca no está al nivel y eso lo adelanto ya. Aquí. En el primer párrafo de la reseña. Necesita un nuevo equipo de entintadores y coloristas porque sus lápices parecen no existir bajo tanto arte digital descolorido. Pero a lo que importa, o al menos a lo que a mí más me importa: tenemos una historia de Milligan, en Marvel, de horror dentro del pijameo mutante. Y por eso disfruté tanto este tomito de la colección tan chula que está publicando Panini Cómics donde encontramos lo mejor de lo mejor. Por eso Golgotha es un Must-Have. Y lo que comienza como una intrigante historia de terror pronto se convierte en una desasogante trama con trasfondo extraterrestre. Los X-Men se enfrentan a un hongo que induce a la locura y desencadena un horror espantoso a espuertas. Y cierto es que un argumento así me producía dudas, no estaba seguro de cómo sería un título comercial de Milligan en Marvel y con una temática así… muchas más dudas. Pero ha sido divertido y un poco ida de olla ver a mutantes atacando mutantes (al estilo de los X-Statix). Nunca viene mal.

También os digo que el arco comienza con un misterio bien creado que cada vez increpa más. Todo se va volviendo más y más loco pero con escenas súper alucinantes, ritmo raruno de seguir y esto se debe en parte a que Milligan necesita configurar una trama ambiciosa de forma confusa para que de pronto todo cuadre en tu cabeza al final. Es su modus-operandi. Diferente pero somos unos pocos-muchos a los que nos gusta. Una peli de Lars Von Trier, a veces. Y una vez que se difumina la niebla, finalmente llegamos al meollo de la historia con La Patrulla X envuelta en una especie de viaje psicodélico violento y oscuro donde tendrán que enfrentarse a sus propios demonios.

Creo que la intención de Milligan era dejar claro que el muy angustiado y disfuncional equipo es capaz de enfrentarse a sus miedos e inseguridades (como las escribió y exageró) el guionista anterior (Chuck Austen). Números anteriores a estos (X-Men #166-#174), por los que hay que felicitar a Milligan por conseguir un gancho tan ambicioso.

Y la nueva relación de Bobby y Lorna se pone a prueba aquí. Aunque se nota bastante que Milligan no sabía cómo meter en esta historia (a lo Alien) al señor de las garras indispensable para La Casa de las Ideas como es Lobezno. Pese a todo, cómic recomendable que da para debate.

Reseña: Nextwave. Agentes de H.A.T.E., de Warren Ellis y Stuart Immonen

Es un indispensable de leer la Nextwave de Warren Ellis, sí. Un Must-Have con los doce primeros numeritos de esta serie que reboza originalidad. Una serie considerada de culto del siglo XXI, nunca antes reeditada y que ahora Panini Cómics pone en librerías en esta genial colección ligera y asequible económicamente que nos está dando grandes momentos lectores a muchos. Y ya sabéis. Warren Ellis. Lo que supone humor, acción y elegancia dentro del cómic de pijameo, como bien se ha dicho. Acción, excitación, explosiones…, el grupo denominado Máximo Esfuerzo Antiterrorista, o H.A.T.E., un grupo creado para luchar, encontrar y destruir armas de destrucción masiva. ¿Lo creó Bush, el que tan de moda puso ese término? Veremos. Aunque lo chulo-guapo es que estos grupos supuestamente de “salvamento” son células terroristas en sí mismos y a partir de ahí… Nextave: Agentes de H.A.T.E. puede ser una de las mejores series de cómic que he tenido el placer de leer en los últimos meses. Y todo recogido en un Marvel Must-Have llevadero, cosa que suma.

Algo que me gustó especialmente es el tono que tiene como de cómic clásico. Con esos gags y bromas a meterse con el villano por los trajes que usa o a como levanta una ceja para ser más villano aún en sus expresiones. Nextwave es una miniserie sobre un grupo de héroes de la lista D de Marvel que se unen para luchar contra el mal. Están formados por Monica Rambeau (Spectrum), Tabby (Boom Boom), Aaron Stack (Hombre Máquina), la cazadora de monstruos Elsa Bloodstone y el Capitán. Algo curioso sobre esta miniserie es la repercusión que tuvo pese a que fue tratada como no canónica durante mucho tiempo. Monica Rambeau estuvo muy involucrada en la secuela no oficial de Capitán América y The Mighty Avengers. Incluso Aaron Stack fue reinterpretado por completo y pasó de ser un personaje aburrido a un prototípico robot que quiere saber qué es ser humano. A lo Bender de Futurama, para entendernos, en todos los sentidos.

Tenemos doce números pero una serie que consta básicamente de seis historias de dos números cada una. Donde se trata la Beyond Corporation y cómo el equipo lucha contra casos muy extraños. Comienza lo suficientemente «realista» contra una amenaza legítima y un villano con Fin Fang Foom, pero rápidamente los vemos enfrentados a gatos mutantes, koalas voladores y brocoli-personas. La comedia es fuerte aquí y en ciertos momentos imaginé al propio Ellis parando un momento para reír mientras escribía estos guiones. El arte de Stuart Immonen como siempre para mi gusto, una de cal y una de arena. Lo mismo tiene viñetas potentes que en otras parece un novato. Pero no llega a la caricatura por lo que no me molesta del todo. Un cómic basado en el humor, como es este caso, se basa en tener una historia súper atractiva que contar, y eso ocurre. Humorístico, funciona como comedia, definitivamente, lo consigue a todos los niveles.

Nextwave: Agentes de H.A.T.E. es indispensable para ti fan de Warren Ellis, si como yo, cada no mucho, buscas porque necesitas algo suyo para reír o pasarlo bien. Que no siempre es lo mismo. Cada vez que puedo, me hago con un cómic de este señor y lo devoro. Sabes que va a ser divertido, divertido y fresco. Da igual cuando lo leas. Parece escrito ayer. Porque Ellis escribe historias atemporales y eso no lo hace cualquiera. Patadas, puñetazos, chistes y explosiones a lo largo del camino.

Reseña: El Hombre Submarino. Las Profundidades, de Peter Milligan y Ribic

No creáis que este que está aquí ha dejado de aprovechar la oportunidad que está ofreciendo Panini Cómics con estos Must-Have, oportunidad de leer lo que nunca se pudo, oportunidad para leer todo aquello que se te escapó o que por no estar haciéndote dicha colección nunca viste la posibilidad de que llegara a tus manos. El momento de adquirir grandes joyitas, grandes arcos argumentales o aventuras, en definitiva, indispensables cómics a leer. Cuyo lugar ya ocupa El Hombre Submarino: Las Profundidades. Decidme si no, cuando hemos tenido oportunidad de leer este arco fuera de los Must-Have o al precio de ellos, que eso es otra.

Aparte se junta que hacía bastante que no leía nada de Peter Milligan. Por lo que el destino parecía estar escrito para mi para con esta lectura. Y es que de todas las primeras creaciones de Marvel, el Sub-Mariner me parece el más reconocible de la era de las revistas pulp: su fondo oscuro, tipo anti-héroe duro y seco a la hora de hablar, parece más un personaje de Howard o Lovecraft de los días gloriosos de la Weird Tales. Y Las Profundidades no solo va por eso camino. También lo ejemplifica. El guion de Milligan se convierte en un guiño casi perfecto a los híbridos relatos de terror/aventura que tanto cautivaron a la juventud estadounidense durante la Gran Depresión y posteriormente en los 70-80 por estos lares. Además, a veces es fácil olvidar la importancia del Sub-Mariner antes de considerar su lugar dentro de la evolución de la narrativa pulp. En muchos sentidos, el personaje ayudó a cerrar la brecha entre las pulps tipo Doc Savage  de los años 30 del pasado siglo y los eventuales éxitos de los cursis superhéroes, los primeros pijamas que llegaron después. El personaje se originó antes de la ostentación y el glamour de las capas y las mallas, y en cambio provino de una era melancólica de sentimentalismo casi nihilista.

Teniendo eso en cuenta, no debería sorprender lo bien que funciona AÚN a día de hoy. Quizás por el mundo en el que se mueve que poco puede evolucionar, quizás por las grandes aventuras que han creado alrededor de sus picudas orejas. Las Profundidades mantiene a Namor en un segundo plano durante la totalidad de la primera entrega. Se remonta a las historias pulp más populares, que tuvieron la misma cantidad de influencia de las fuentes naturalistas, así como de las obras de la notable ciencia ficción, pioneros de la misma época. Lo hace centrándose en el personaje del Doctor Stein, un aventurero iconoclasta empeñado en desacreditar todo lo sobrenatural, Milligan crea así un esquema a lo Moby Dick teñido de horror. Con Namor interpretando el papel de bicho desconocido y escurridizo.

El lenguaje de la historia es crudo, el tema de la ciencia versus la fe es manifiesto, lo que crea una representación perfecta de historia de aventura sencilla. Si bien el guion en sí puede proyectar la historia en su venerable dirección, es la obra de arte de Ribic la que genera la atmósfera adecuada. Sus personajes realistas se mueven detrás de un filtro descolorido similar al pastel, el artista logra crear una estética que captura adecuadamente dos eras separadas de una sola vez. Se siente como una versión más valiente de algo que Alex Ross podría hacer, si hubiera nacido sesenta años antes.

Este tipo de historia es la que uno aconseja sobre un personaje específico cuando le piden consejo, valga la redundancia. Para aquellos de ustedes que esperan que Namor tenga un papel más importante, probablemente se sientan decepcionados. Aunque realmente no deberían estarlo, si llegas a la conclusión de que para esta aventura, el Sub-Mariner, es más bien una excusa para producir un relato de aventura y terror homenaje del glorioso pulp que todos adoramos. Aquí el anti-héroe residente es el Dr. Randolph Stein. Y mola. Mola de verdad. Un gran riesgo o una declaración de intenciones de lo que Peter Milligan también sabe hacer.

Reseña: Marvel Must-Have. Masacre. El Bueno, El Feo y el Malo, de VVAA

Nunca he sido muy fan de Deadpool. Y no porque no me guste sino porque ha sido uno de esos “elegidos” que fue caminando por la otra acera, la acera de mis personajes o cómics no leidos de la infancia porque simplemente no se terció ponerme con él. Con los años, he podido leer cositas y me he ido enganchando, pero como es un personaje muy alterno y con poca continuidad además de que en nuestro país en los 80 o 90 apenas llegaban cómics suyos; pues no surgió. No obstante, ahora, que casi todo se publica, a poco que esté a mano, intento devorar cositas de este original superhéroe porque las risas están aseguradas. Y leyendo, y leyendo, me he dado cuenta que una de los temas más importantes de su obra es el equilibrio. No es suficiente que Deadpool sea divertido. Tiene que haber un cierto nivel de patetismo en su núcleo. Tiene que ser serio a veces para realmente gustar. Porque no sé ustedes pero yo tener un amigo que se lleva todo el punto día haciendo bromas, pues como que no. Y Mark Waid debe haber caído en la cuenta de esto también. Y Joe Kelly. Y otros como Fabian Nicieza, Frank Tieri, Rick Remender y Gail Simone sabían que no todo debían ser bromas. Pero en un porcentaje alto, sí. Y ese es uno de mis principales problemas con la larga carrera de Daniel Way sobre el personaje. En el último volumen, se negó a tomarse a Masacre en serio. Por suerte, hoy os reseño un Must-Have que no cae en esa trampa.

Brian Posehn y Gerry Duggan tuvieron un comienzo difícil al iniciar el nuevo volumen de Deadpool para Marvel Now! Su primer arco narrativo, ese en el que Deadpool luchó contra versiones zombies malvadas de presidentes muertos, tenía seis números cuando realmente debería haber tenido cuatro. Afortunadamente, se les dio una oportunidad más y esta “segunda” historia llamado El bueno, el malo y el feo, es un título no sólo inteligentemente bien hecho sino ideal para recomendar como primera lectura. Una chulada de cómic que publica Panini Cómics y que además te llevas a casa por nada y menos con una aventurita muy entretenida y con la idea de un 3×1 súper guapo en superhéroe; Masacre más el Capi más el siempre hosco hermano mayor Lobezno.

El Deadpool #13 y #14, con Scott Koblish a los dibujos, actuaría como preludio de este arco argumental que comprendería hasta el #19. Se pone en marcha con los recurridos  y siempre efectivos y recurridos flashbacks. Deadpool/Masacre se presentó por primera vez en 1990, pero ¿y si realmente existiera en el canon del Universo Marvel antes de eso sin que lo hubiéramos sabido? En el inicio nos topamos con lo que Deadpool hacia a finales de los 70 era, cuando formaba equipo con un Luke Cage reacio y de blusa amarilla y un Puño de Hierro en su perenne línea. En esa historia se enfrentan a un proxeneta albino llamado el Hombre Blanco. Pero en el número que sigue, vemos al Hombre Blanco regresar en el presente y esa amenaza se mantiene. Pero resulta que esta misión tienen mayores ramificaciones en la historia de Deadpool. Y eso que hay una trama secundaria que ha estado ocurriendo sobre personas misteriosas que tranquilizan a Deadpool al azar, extraen sus órganos y luego se van. Finalmente, algo tendrá que hacer algo al respecto y en su investigación descubre que un hombre llamado Butler ha estado detrás de estas acciones durante años… Gente que experimenta con él…, con Masacre, en todos los sentidos.

Como un ejercicio de meta-lectura, al igual que yo como seguidor del superhéroe, el personaje de Deadpool tuvo muchos problemas de continuidad en sus propias historias. La mayoría de los guionistas que han tenido la oportunidad de hacer algo con él, han ignorado todo lo anterior, casi todo su alrededor y escribieron una historia para el personaje que les pareción bien. Y entonces entre los lectores surgen dudas como: ¿Deadpool es canadiense o de Ohio y se mueve más que los precios? ¿Lo abandonó su padre o fue un militar borracho que murió quemado? ¿Su madre murió de cáncer cuando él era pequeño o abusaron físicamente de él en su adolescencia? ¿Es Deadpool realmente «Wade Wilson» o es una identidad que le robó al hombre que luego se convirtió en T-Ray? Si bien no tengo respuestas para nada, solo decir que lo mejor es, si ves una aventura que te atrae de Masacre, que abre y cierra en el mismo tomo, y que apenas habla sobre “su historia”, os aseguro que es recomendable como mínimo.

El bueno, el feo y el malo es un ejemplo de ello.

Reseña: Motorista Fantasma. Autopista al Infierno, de Garth Ennis y Clayton Crain

Hoy vamos con un nuevo Must-Have, uno de esos títulos que como bien el nombre de su colección indica, son cómics indispensables de leer y por tanto tener. Un cómic que en este caso también sirve para leer por primera vez o adentrarse al Motorista Fantasma para todos aquellos que alguna vez mirasteis a este raruno superhéroe de soslayo. Lo dicho. Una de las historias o arcos argumentales cortos que más se pueden disfrutar de Ghost Rider es, sin duda, este Autopista al Infierno al que le viene ni que pintada la famosa canción de AC/DC. A aquellos con un conocimiento rudimentario del personaje de Johnny Blaze, Autopista al Infierno le funciona como una buena historia de Origen para uno de los superhéroes más extraños de Marvel que te puedas echar a la cara. Pero para aquellos que seguimos a este ser, mitad hombre, mitad ente fantasmal, desde siempre, nos encontramos aquí una trama en seis partes que viene de lujo tener recopilada.

¿De Origen? Sí, Autopista al Infierno está registrada como una de sus historias de origen canon. Y es cierto que la primera parte tiene un potencial enorme, pero después decae. Pero el camino merece la pena, ya que vas a vivir al menos uno de los grandes momentos que ha protagonizado Johnny Blaze en el mundo del cómic. La trama principal sigue al Ghost Rider mientras es engañado para cazar al malvado Kazann, un poderoso demonio que intenta traer lo peor de otros mundos (¿el verdadero infierno?) a la Tierra. Sin embargo, su búsqueda no es fácil, ya que existen agentes del Cielo como Ruth, un poderoso ángel, y del infierno, Hoss, un ser del Inframundo invencible, que también intentan derribar a este gran mal que acaba de hacer acto de presencia en la Tierra. Lo curioso de todo esto es que aunque estamos en una historia de Origen, el Motorista Fantasma tiene un protagonismo algo débil en una historia que a los amantes de John Constantine, por ejemplo, van a disfrutar un montón. Y se nota eso por quién está detrás del guion. No os descuidéis lo más mínimo, estamos hablando de un guion del siempre genial Garth Ennis, archiconocido por sus diálogos magistrales y sus historias apretadas llenas de sarcasmo y humor negro.

A lo largo de la miniserie, encontraréis ese humor negro tan característico al que hago referencia donde Ennis ataca como siempre a la religión organizada. Aunque es cierto que al ser un cómic Marvel se le ve algo retraído en ciertos temas. Pero no hay duda de su estilo de escritura, ese que atrapa mediante la empatía lectora con temitas con los que te identificas. Y se huele en ciertos momentos ese estilo que sacó a relucir con The Punisher en el que un malo caído en el suelo…, sólo es basura fácilmente pisable. Además, hay que felicitar a Clayton Crain por hacer un arte lo suficientemente bueno como para recomendar este TPB -ahora publicado en tapa dura por Panini Cómics-, sólo por su diferente dibujo. Utilizando su técnica de pintura digital, el mundo de Ghost Rider parece más real que nunca.

Johnny Blaze está pagando un precio incalculable por el trato que hizo con el Diablo. Pero ¿está condenado a correr por las autopistas del infierno durante toda la eternidad? Su última esperanza descansa en un inesperado aliado. Está es la sinopsis y la premisa perfecta para la miniserie. Si hablamos de si Autopista al Infierno vale o no tú dinero, pensad en un par de factores clave. En primer lugar, ¿te gusta el estilo de escritura de Ennis? Si te gusta la violencia excesiva y el caos, entonces puedes disfrutar del estilo en el que se presenta esta historia.

En segundo lugar, ¿disfrutas de la obra de arte de Crain? Si babeaste con Veneno vs. Matanza (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5409) y estás deseando más de su trabajo, no te sentirás decepcionado. Pero se cuela un tercer factor aquí. ¿Estás buscando una historia reflexiva de Origen sobre un personaje del que sabes poco o nada? Con haber respondido un solo sí a estas preguntas, tienes excusa para hacerte con el tomo.

Reseña: Marvel Must-Have. Spiderman. Tormento, de Todd McFarlane

La miniserie de Spiderman: Tormento de cuatro numeritos eran obviamente otro Must-Have a tener. La primera historia dibujada y escrita por el famoso Todd McFarlane, el señor que se hizo multimillonario a raíz de su colaboración en la cabecera del trepamuros. Con un dibujo que a tres cuartas partes del mundo comiquero enamoró, como guionista, con historias no muy potentes, aunque si os aseguro que si tuviera que recomendar una, la que es para mí la mejor de las leídas a mis cuarenta y tantos años, sin duda, me quedaría con Tormento. Y eso que no soy muy del Lagarto.

Aunque aquí se trata de forma muy especial. Y es que cuando eres uno de los superhéroes mejor valorados de la historia mundial y te mantienes en ese pódium tantos años, estás casi obligado a hacer nuevos enemigos o redundar en los que tienes con nuevas historias que atraigan al personal. ¿Y qué tiene Spiderman más que pelos en el pecho? Enemigos. Tiene una de las galerías de malos-malutos más formidables y extensas que existen y no solo en el mundo del cómic, diría que en cualquier formato literario. Pero, ¿qué sucede cuando tienes un enemigo nuevo y misterioso que te persigue, te ataca y no tienes idea de quién es o cuáles son los motivos de su vendetta? Esa es la pregunta a la que nos enfrentamos en Tormento.

Nuestro querido vecino Spiderman es atacado por Lizard, un enemigo que recuerda como enemigo peligroso. Sin embargo, de lo que no se da cuenta hasta más tarde es de que Lizard está siendo controlado por otra persona, una bruja vudú peligrosa y aparentemente loca, a quien más tarde conocerá como Calypso. Una ex amante de Kraven, otro miembro de su familia. Pero, ¿por qué debería temer alguien tan poderoso como el trepamuros a este tipo de canallaje? Pues mirad, muy simple, por la simple razón de que tiene el poder de usar a tan poderosa bestia como el Lagarto a su antojo. Y logra envenenar, atormentar y casi destruir a Spiderman en una sola noche. En esas nunca se ha visto Peter Parker…, ¿o sí?

Tormento es famoso por ser el arco con el que se inició el famoso Spiderman de Todd McFarlane. Lo dibujó y escribió en 1990, dando comienzo a esa locura de músculos inmensos y telarañas por doquier con las que se hizo famoso el autor. Un toque característico y reconocible, que es lo que cuenta en este mundillo. Pero aunque la considero joyita indispensable a tener creo que muestra ampliamente algunos de los problemas que tuvo McFarlane con la escritura. Problemas de los que nunca supo salir años después, por ejemplo, con sus intentos de hacerlo bien en Spawn. Un ejemplo son los cuadros de pensamiento, que se usan en exceso y tienen una perspectiva inconsistente. Y eso puede llegar a cansar al lector poco asiduo que quiere una «cocalita» rápida y ya está. ¿Es algo malo? No. Es su forma de escribir. Por eso, para mí McFarlane siempre será un grandioso ilustrador y guionista medio. Pero ya os digo que Tormento fue la primera, así que disfrutable a tope.

¿Calypso controlando al Lagarto para luchar contra Spiderman y torturarlo a más no poder? Quién no gusta de eso. Además, disfruté mucho de la interacción entre Spiderman, que seguía buscando al Dr. Curt Conners dentro de Lizard, y Lizard, que solo responde a un nivel instintivo y animal. No había Conners para que Spidey sacara algo bueno de esta historia. El breve relato de la adquisición de poderes sobrenaturales por parte de Calypso a través del sacrificio de su hermana menor también fue interesante, aunque si parpadeas te la pierdes.

La sangre corre por la Gran Manzana.

Spiderman se sumerge en la oscuridad mientras persigue al Lagarto por las calles y alcantarillas de la ciudad, tratando de poner fin a la pulsión homicida que deja a su paso. Pero ¿quién está controlando al Lagarto? Ya os lo he dicho, ¿no? Pero verlo, disfrutarlo y leerlo, es otra cosa. No sabéis de lo que es capaz esta señora…

Reseña: Must-Have. Capitán América. Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting

Siendo exagerados podemos decir que los marvelitas se dividen en dos tipos de personas: los que han leído y disfrutaron Soldado de Invierno y los que n… ni fu ni fa. Dejémoslo ahí. En este mundo nuestro está bien que haya de todo y nunca deben imponer sus opiniones a nadie. Como mucho, hacer ver los puntos buenos y malos de las cosas y que cada uno use el bufete y rellene su plato de degustación como quiera. Yo, por ejemplo, y ya sabéis de sobra lo que voy a decir, siempre diré que Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting es una obraza como una casa. Y sea en el formato que sea, tenéis que disfrutarlo al menos una vez en la vida. Y Panini Cómics que hace su labor editorial tremendamente bien…, ya estáis viendo que no ha tardado nada en ponerlo dentro de su genial colección Must-Have.

Finalmente -sí, porque ya poquitas cosas se pueden decir de esta obra que no se hayan dicho ya-, podemos decir que cuando Ed Brubaker resucitó a Bucky Barnes de entre los muertos en 2004, la people no profesó un movimiento increíblemente odiado y controvertido como le fue llegando con los años. Más bien, como un nuevo evento celebrado y sin esfuerzo que resultó «genial». Pero rápidamente comenzaron a surgir esos trasgos de las colinas que surgen de la oscuridad para hatear casi todo lo que se mueve, ¿y qué pasó? Que la MCU propuso el guión para peli en continuidad, se estrenó, triunfó, y después volvió a ser la obra de arte que muchos propusimos en su momento. Así es la vida del ser humano, en general, tú equipo es el mejor cuando gana y el peor cuando pierde.

El insensato debe saber que Bucky fue uno de esos personajes que murió en un momento comiquero donde la muerte de un personaje se consideraba en gran medida el final PARA SIEMPRE y de forma DEFINITIVA. Lo que debería ser normal aunque no en los cómics. Para más inri, de una manera tan importante para la historia de un icono tan potente en USA como es el Capitán América, que dicho personaje (odiado por muchos en aquellos momentos) y que todos creían olvidados, era un tipo de que no parecía tener mucho sentido remover su tumba. Sin embargo, Brubaker, Epting y Marvel encontraron una razón para hacerlo. Y funcionó. Por supuesto, desde su regreso, la historia de Bucky como el Soldado de Invierno solo fue tocada ligeramente (el arco de Time’s Arrow, por ejemplo), o una referencia aquí y allá a la historia antigua y ya está. Pero realmente no se dedicó mucho tiempo a explicar cómo se desenterró ese personaje para salir a la luz de pronto y poner medio Universo Marvel patas arriba. Sin embargo, con su «muerte» en Fear Itself, se explotó una oportunidad para finalmente darle a Bucky su propia serie derivada, aunque luego vinieron más burlas…

Es lo que tiene publicar una obra con un nivel alto. La oportunidad la tenéis de nuevo, en una edición llevadera, económica y molona como son estos Must-Have que, en definitiva, son eso: cómics que debéis tener/leer sí o sí a poco que queráis morir habiendo leído todo-todito-todo lo mejor de Marvel.

Soldado de Invierno (Winter Soldier) es, en pocas palabras, una historia de espías genial, atractiva, con el aspecto exportador de sensaciones que tenían esos cómics con los que alucinaba yo con mis tebeos de niño del maestro Steranko. Un guión de esos pocos donde el «regresando de entre los muertos» funciona.

Bucky y Natasha partiendo la pana.

El Capi en su línea.

¿Por qué no pasar por la piedra?

Reseña: Marvel Must-Have. Thunderbolts. La Ascensión de Norman Osborn, de Warren Ellis y Mike Deodato Jr.

Locos andamos algunos intentando pillar todos los Must-Have posibles que Panini Cómics está editando en nuestro país…, me fui directamente a por un desconocido para mí como era Thunderbolts: La Ascensión de Norman Osborn. La etapa completa de Warren Ellis y Mike Deodato Jr. al frente de Thunderbolts. Uno de los más polémicos guionistas del cómic estadounidense transformando a Los Más Buscados de Marvel en el grupo de élite de Norman Osborn, en una despiadada visión del poder y los medios que utiliza. Casi nada: Veneno, Piedra Lunar, Bullseye, Pájaro Cantor, el Hombre Radiactivo, el Espadachín y Penitencia son las nuevas celebridades de América, siempre a la búsqueda de los superhumanos por registrar que se esconden entre nosotros. Ellos (y no otros) son los nuevos y peligrosos Thunderbolts. Madre mía-madre mía-madre mía… la pintaza que tenía esto y decidme si sois capaces de imaginar como de hypeado iba yo a por esto.

Y ahora leído, lo primero que voy a decir es que… bueno, Warren Ellis, a mí rara vez me va a defraudar después de sacar comicazos locos al estilo Transmetropolitan. Para mí, su obra magna. Pero también es que grito a los cuatro vientos desde ya que mi nuevo ilustrador favorito de pijameo es el señor Mike Deodato Jr. Madre mía-madre mía-madre mía… qué dibujazos lanza en este tomo que engloba más de un arco de los Thunderbolts así como un genial one-shot de inicio; Civil War: Choosing Sides (Cambiando de Bando) y los números de la serie Thunderbolts #110 al #121 que contienen los arcos Fe en Monstruos y Ángeles Enjaulados; ambos de seis numeritos cada uno.

A lo que voy es que La Ascensión de Norman Osborn es un nombre global a todo el contenido del tomo. Trata de forma general varias aventuras. Y quizás el aspecto más impresionante de estos números es para mí el hecho de que Warren Ellis hace un buen uso de la historia de fondo de Jack Flag y Moonstone, dos personajes que no los entendería si no hubiera leido nada de nada de Ellis en toda mi vida. El hecho es que comienza mostrándonos una buena historia sobre un personaje tontuno al mismo tiempo que utiliza la historia de fondo del pesadísimo personaje patriótico de siempre que lleva sin aparecer más de una década. Y con un supervillano menor (aunque no tan menor en el contexto de los Thunderbolts), nos pone de pronto dentro de una trama impresionante mostrando el don por el que Warren Ellis es famoso: hacer de un personaje poco conocido alguien interesante. Además de la idea que nos encantó a muchos (y me consta que en USA no tanto) de trastocar la idea central de los Thunderbolts y hasta que punto se ve como algo chulo que un grupo se mueva por encima de todo cazando a superhéroes rebeldes.

El cómic, en general, es una enorme sátira. Ellis está JUGANDO en primera persona en lo que creo que mola bastante: el aspecto satírico (en el tema comercial juguetero existe una figura del Capitán América cuyo poder es que grita), pero hay momentos en los que parece que esto también debe tomarse en serio por lo menos en el cómic. A lo que voy es que en este cómic bajo el potente espectáculo de músculos y patadas voladoras por doquier, hay muchos toques de humor, lo cual es bueno de ver. Ellis sabe de sobra que si no añade eso -que por otro lado es uno de sus puntos fuertes- este “regreso” a los Thunderbolts se convertiría en un trabajo de escritura demasiado serio. Y hoy en día poca gente quiere un cómic de superhéroes serio al cien por cien. Y otras cositas que molan de La Ascensión de Norman Osborn son los detalles y los guiños al lector acérrimo marvelita. El diálogo inicial entre Norman Osborn y Bullseye es excelente, especialmente, en cómo usa la continuidad de Daredevil exactamente en el forma correcta de usar la continuidad y ese guiño a la historia a la que se refieren, claro. Pero de todos modos, si no la tienes en la recámara, entonces Ellis se encarga de que obtengas lo suficiente de la historia para entenderla de todos modos.

Pero para mí el verdadero triunfo es el trabajo que Ellis hace con Jack Flag. Maneja «la tontería» de Jack Flag a la perfección, reconociéndola, pero nunca teniendo la historia DE ACUERDO a la tontería. No sé si me explico, pero es brillante el conseguir que el público acepte totalmente el heroísmo de Jack Flag. Es toda una hazaña. Y madre de dios como van evolucionando los personajes.

Muy recomendado. Otro pelotazo de Must-Have.