Reseña: La Sombra sobre Insmouth, de Gou Tanabe y H.P. Lovecraft

Excelente sorpresa el volver a una historia que amo pero en un formato que nunca probé. Y decir desde YA que esta es la edición en la que, sin duda, se debería leer AHORA Y SIEMPRE la siempre maravillosa La Sombra sobre Insmouth. Una historia que he disfrutado en esta genial edición en tapa dura de Planeta Cómic, a la vez que jugaba la distopía imbuida en el juego de cartas tan de moda Arkham Horror LCG. ¡La experiencia fue total! Y es que La Sombra sobre Insmouth es mi relato favorito de H.P. Lovecraft y no solo por la historia, lo que cuenta y cómo se cuenta y toda la meta-historia de creación y publicación que tiene detrás. Pero no contaré más. Eso tendréis que leerlo en la biografía del señor de Providence si queréis saber los detalles.

El caso es que Gou Tanabe lo peta una vez más, tras El color que cayó del cielo y En las montañas de la locura (obra magna, mi amada historia, la mejor para mí en relato largo o novela corta), Gou Tanabe parece tener el don para transmitir lo que uno siente cuando lee al verdadero Lovecraft. Pero en formato ligero, de fácil entrada, lo que pide casi de forma inconsciente el lector de hoy en día. Y tampoco es que obvie cantidad de detalles para presentar lo mejor de mejor y en formato visual maravilloso para el deleite del mejor fan del género de Terror. Y asi contamos con una cubierta sublime (¡Portadaca!) y la semi-portada, o mejor dicho la primera página que encontramos en el interior, con esa especie de lienzo simulando lo real y lo irreal con esa señora híbrido con el niño en brazos… Mmmm… qué queréis que os diga, digno de ser colgado en el frontal de mi salón. En el mío y en el de cualquiera tan colgado de estos temas como yo.

La atmósfera en La Sombra sobre Insmouth está soberbiamente transcrita por Gou Tanabe con tablas muy ennegrecidas, una línea muy realista, las elecciones estilísticas me convencieron, al igual que la decisión de usar citas del texto original para preparar la escena… Pero para la historia en sí, encontramos al narrador ya tradicional que testimonia la experiencia vivida tras el contacto con lo irreal, lo sobrehumano, con esa locura que se va apoderando del personaje hasta incluso intentar quitarse la vida. Quizás uno podría encontrar esto bastante redundante pero recordad que hablamos de un relato escrito en 1931, va a hacer casi un siglo, así que ya imagináis quién ha inspirado a quién en estas tramas.

Estamos ante un tomo que principalmente fue dividido en dos partes y ahora Planeta Cómic nos lo presenta en formato íntegro, lo que es de agradecer. Donde el sensei Tanabe nos lleva desde el principio de la historia hasta el final, del encuentro entre el narrador y Zadok Allen, el hombre de noventa y seis años que de niño fue testigo de muchos de los terribles hechos que se van a contar. El argumento en esencia habla de cómo el gobierno estadounidense tomó el pueblo de Innsmouth a raíz de la denuncia de los hechos que se presenciaron allí y que el mismo protagonista denunció. Asi mismo, narra cómo descubrió la existencia del pueblo mientras buscaba la manera más económica de llegar a Arkham, cómo comenzó a interesarse en él por razones culturales y cómo, recabando información sobre el pueblo y sus habitantes, tropezó con el recelo hacia ambos, marcado con ciertos matices supersticiosos e incluso racistas. Aun así decidió viajar a Innsmouth y vivir -casi sin quererlo-, el horror en primera persona…

Y para los incautos que a día de hoy no conocen esta historia, no contaré más.

Cada viñeta, cada frase, es prácticamente la visión de Tanabe secundado por la sombra del dios-maestro-primigenio Lovecraft. La capacidad de identificarse con la historia, si no con el narrador, es muy alta. Siempre me sorprende lo fiel a la visión lovecraftiana que logra el mangaka y, por supuesto, también señor Gou Tanabe. El adjetivo recomendable se queda corto.

Acaba de llegar a librerías.

Reseña: We Live Vol. 1, de Inaki y Roy Miranda, Eva de la Cruz y Dave Sharpe

Planeta Cómic publicará en breve el primer tomo de una serie de la que no sabía nada de nada. Con una estética cuanto menos curiosa (y apocalíptica) no iba a ser yo quien dijera que no a reseñar una aventura nueva como la que se muestra en We Live. Y os avanzo una cosa, si no estáis llorando o con el corazón en un puño cuando terminéis de leer este primer volumen denominado El Día de la Extinción…, no tenéis alma.

No creo que exista un cómic de este año del que esperaba menos, y menos sabía, que haya leído y me haya impactado más que este. Algo parecido recuerdo con el famoso MAUS, de Art Spiegelman, pero ahí sí que sabía a lo que iba. No es una exageración y no me da vergüenza decirlo, tenía los ojos llorosos cuando cerré el volumen. No sé si en familia alguien se dio cuenta pero seguro que algo notaron. Es simplemente un gran primer volumen con una trama que te da donde duele y tiene un poderoso golpe emocional el cierre de este primer volumen dentro de un hermoso e increíble mundo de ciencia ficción. En We Live seguimos a un grupo de niños que deben llegar a la baliza de salida antes de que la Tierra explote en mil pedazos. Hototo es uno de los cinco mil niños afortunados elegidos para vivir fuera del ya triste y decadente planeta azul.

El año es 2084. Y la Tierra es ya un lugar inhabitable, un lugar sin recursos y un lugar lleno de monstruos mutantes liberados por el hombre. Cada día que se levantan, es un sufrimiento para los humanos residir en el mundo que les vio nacer. Y por si fuera poco, la Tierra acaba de recibir un mensaje desde las profundidades del espacio, una siniestra cuenta atrás para la extinción de la humanidad. Pero hay esperanza. Los mismos seres que han enviado el mensaje rescatarán a cinco mil niños para que lleven una nueva vida en otro lugar. Y Hototo es uno de ellos. Comienza su viaje… siempre que Tala, su hermana adolescente, consiga llevarlo hasta una baliza antes de que se marchen y empiece el declive.

El encuentro con el Destripador de Bengala pone a prueba la supervivencia del grupo. Sus vidas ahora descansan sobre los hombros de Simon, pero cada paso en falso tiene una consecuencia. Tala y Hototo, ahora acompañados por sus nuevos amigos, Humbo y Alice, se ven arrastrados a un camino nuevo e inseguro. Llegar a la lanzadera de Madre Megalopolis 9 se convierte casi en un sueño a cumplir.

Y la suerte les abandona. Porque se pierden, se separan y pronto descubrirán que el mundo esconde rincones mucho más oscuros de los que imaginaron alguna vez.

El día de la extinción golpea a la humanidad como un trueno de muerte.

La cuenta atrás para la extracción llega a cero.

Las balizas se activan y el destino habla. Nada será como antes. No para Hototo. No para Tala. No para nadie que quiera vivir.

We Live es un relato único sobre el apocalipsis contado por Inaki Miranda (Catwoman, Batman Beyond) y Roy Miranda. Tal como dice la sinopsis, invita a asustarse… y a pensar si realmente nuestros nietos, biznietos o tataranietos tendrán que pasar por algo así. Nosotros no, está claro. Pero que tenemos la culpa de que la Tierra se esté yendo al garete… de eso no tengáis ninguna duda.

Un cómic duro. Para emocionarse.

Reseña: Star Wars. Ronin, de Emma Mieko Candon

Se viene la moda de un ramal diferente de Star Wars que como mínimo mola un huevo. Tengo que informarme más pero me da que todo proviene del genial capítulo de Love, Death & Robots (antología animada original de Netflix, relatos de ciencia ficción sobre amor, muerte y robots como su propio nombre indica), un capítulo genial de la tercera temporada que pintaba a Star Wars lo más grande. Bueno, eso sin contar la serie Visions que llegó poco después y que me da que partió de ahí; otra serie de TV súper recomendable de anime creada esta vez para el servicio de streaming Disney+ y producida por Lucasfilm Animation, que constaba con nueve cortometrajes producidos por siete estudios de animación japoneses diferentes. ¡Viva el dólar! Y que cada capítulo contaba sus propias historias originales basadas en el universo Star Wars. Un pasote, una chulada, de la que no conozco a nadie que no le encantara. De ahí quizás que Disney viera un filón para seguir sacando por ese ramal de autovía de cuatro carriles temas de samuráis con jedis y por tanto siths.

En NY Crónicas Literarias hemos tenido la suerte de contar para Planeta Cómic como referente reseñil para esta que se publica este mes de retorno al curro, como es Star Wars: Ronin. Un cuento, una trama de combustión lenta que reparte detalles y hace guiños al fan de toda la vida de La Guerra de las Galaxias, casi de manera constante en cada capítulo hasta los últimos pasajes de la novela. El libro es todo fuerza y poco pelusa, especialmente cuando se trata de las audaces reinvenciones de la tradición Sith y Jedi que hemos llegado a amar en el canon clásico de Star Wars. Porque Ronin trata principalmente de un samurái espacial errante y sin maestro que llega a una parte de la galaxia compuesta por clanes jedi rivales. En esta historia, los sith no son necesariamente los malos y los jedi no son siempre los buenos-bonitos-héroes de siempre. Ronin desafía la moralidad de ambos bandos, desde los «males» cometidos por los jedi al servicio de un Imperio «pacífico» hasta el deseo de libertad y autonomía de los sith. Esto me encantó. Además de que la idea de la Fuerza también se vuelve más un espectro en la novela con duelos y corrientes oscuras complementarias y destellos blancos. No todo es negro o blanco. Gris como la vida misma.

Al eliminar las visiones occidentalizadas de la cultura oriental, Ronin adopta por completo el núcleo cultural japonés de la narración de Star Wars. Aún así, es profundamente una historia de Star Wars que incluye y remezcla los principios básicos de una saga -la más grande de todos los tiempos en cuanto a CF se refiere-, una saga que abarca décadas. Si bien Ronin y el tema japo puede ser un poco difícil de vender para los fans más acérrimos de SW, los fans que disfrutan de la amplitud de la narración que se ve en los libros de Legends (no canónicos) sí que disfrutarán de la escritura vanguardista y, en ocasiones, mística de Emma Mieko Candon, una autora y editora estadounidense de ascendencia japonesa pero nacida en Hawái que aparte de esta novela tuvo participación en el capítulo de Star Wars: Visions llamado El Duelo, con el que obviamente se relaciona Ronin. Como veis una reseña con cero o poco spoilers porque es una novela para disfrutar de pé a pá como se dice por estos lares sureños del Espacio Exterior. Y es que la sinopsis editorial ya cuenta bastante de por donde van los tiros: los jedi son los sirvientes más leales del Imperio. Hace dos décadas, los clanes jedi, al servicio de los señores feudales, se enfrentaron y asqueados de este ciclo sin final, una secta de jedi se rebeló con la intención de recuperar el control de su destino y su poder y de dejar de servir a este o a aquel amo. Se hacían llamar “siths”. La rebelión de los sith fracasó por culpa de las traiciones y de las luchas internas y los señores, que antaño habían sido rivales. Y ahora se han unido para crear otro Imperio. Y ya sabemos que ningún Imperio está libre de violencia.

Lejos de la frontera del Borde Exterior, un antiguo sith viaja acompañado únicamente por un droide leal y el fantasma de una era menos civilizada. Aunque empuña una espada láser, asegura que no pertenece a ningún clan jedi y que no rinde pleitesía a ningún señor… A partir de ahí, una aventura tras otra…

Al igual que Visions, Ronin no se considera parte de la continuidad de Star Wars, pero liberarse de esas restricciones es una de las principales razones por las que la novela brilla tanto. Ronin es abstracta, filosófica y meditativa. No obstante, y a veces, se parece más a Star Wars que al canon de Star Wars. Pero, en general, es un hermoso homenaje y celebración de los jidaigeki (dramas de época) japoneses clásicos, especialmente los de Akira Kurosawa, cuyo trabajo influyó mucho en las historias originales del Star Wars, de George Lucas.

Recuerden eso.

Reseña: Mitos Nórdicos. Volumen 1, de Neil Gaiman, P. Craig Russell y VVAA

Es curioso como a muchas de las otras culturas, los personajes de la mitología nórdica nos continúan siendo una faceta popular de la cultura pop moderna. Siguen siendo atractivos. En estos días, la mayoría de la gente probablemente esté familiarizada con las versiones de cómics/películas de Marvel de deidades como Thor, Loki y Odín, así como del gran impacto que tuvo en muchos jóvenes y viejóvenes la serie de TV, Vikings. Desde entonces, los elementos de la mitología nórdica los podemos ver por todas partes, incluso en los tatuajes que se hace la peña. Respecto a las lecturas, comentar que el maestro Neil Gaiman tomó prestado mucho de la mitología nórdica para su novela American Gods (2001, que fue adaptada a cómic también por Dark Horse Comics así como en una serie de TV de gran impacto mundial). Por lo que es apropiado -muy mucho-, que lo encontremos tras proyectos como Mitos Nórdicos, junto al siempre genial P. Craig Russell, publicando volúmenes de su obra literaria en formato cómic para Dark Horse.

Antología de cuentos nórdicos que este mes Planeta Cómic publica el primer volumen (de tres) en nuestro país. Un cómic maravilloso en muchos aspectos donde encontrar, por ejemplo, y para gente no muy versada en estos temas, de donde partieron muchas de las ideas que hoy vemos en algunos superhéroes; donde nacieron, donde comenzaron las versiones de Marvel de esos famosos personajes que tanto lo petan en cine… El primer volumen de esta serie, adaptado y traido a la vida gracias a los diseños de P. Craig Russell, se rodea también del don de maestros como el dios Mike Mignola, Jerry Ordway, Piotr Kowalski, David Rubín y Jill Thompson. Pero hay que recordar que son una adaptación muy fiel del material original de Gaiman, el libro que el maestro de Portchester sacó en su día con el mismo nombre y que al igual que la adaptación a cómic de American Gods, algo se altera, pero cambia poco y muy, muy bien, para entretener en el formato que tenemos entre manos.

Gaiman y Russell se unen a una colección legendaria de artistas para llevar a los lectores a través de una serie de mitos nórdicos, incluida la creación de los Nueve Mundos, la pérdida del ojo de Odín y la fuente de su conocimiento, la elaboración del martillo de Thor y el más valioso de los dioses; más tesoros inencontrables, el origen de la poesía y el papel de Loki en el final de todas las cosas, ese denominado Ragnarök. Este primer volumen de Mitos Nórdicos recopila los primeros seis números de la serie. Dentro de esos números hay adaptaciones de las primeras historias del libro de Gaiman y a diferencia de la mayoría de los cómics modernos, y al ser la mitología nórdica episódica, cada historia más o menos es independiente. Lo que viene muy bien para devorar el cómic rápidamente y sin tapujos. Muy digerible leer mitología así.

Yggdrasil y los Nueve Mundos, cuenta la historia de la creación nórdica: cómo surgieron los dioses, gigantes, enanos, humanos, etc. y cómo se crearon los Nueve Reinos.

La cabeza de Mimir y el ojo de Odín, explica cómo Odin intercambió su ojo con Mimir a cambio de conocimiento.

Los tesoros de los dioses, muestra cómo una broma de Loki hizo que los dioses recibieran algunas de sus herramientas icónicas, incluido el famoso martillo Mjolnir.

El maestro constructor, es una historia divertida sobre cómo se construyó el muro que rodea a Asgard.

Los hijos de Loki, presenta a los lectores a los hijos de Loki, Jormungundr, Hel y Fenrir, y explica cómo Tyr perdió la mano.

Y en La extraña boda de Freya vemos a Loki y Thor (disfrazados de Freya) viajando a un reino de ogros para frustrar un intento de matrimonio entre Thrym y Freya a cambio del regreso del martillo perdido de Thor.

Historias deliciosas, apetecibles, un buen frito variado para degustar junto a una cervecita o tintito este verano.

Reseña: Skywalker. Una Familia en Guerra, de Kristin Baver

La autora Kristin Baver (editora asociada y presentadora de This Week in Star Wars) aborda la biografía de la Familia Skywalker como si fuera una historiadora de la famosa galaxia conocida por ser muy, muy lejana. Incluso la descripción de la cubierta interior del libro Skywalker: Una familia en guerra, señala que la narrativa se compiló juntando fuentes históricas como «archivos de memoria de R2-D2, diarios personales y correspondencia, holograbaciones y despachos de noticias, así como otra documentación de eventos galácticos». Chula, chula, chula la propuesta y cómo la plantea Kristin Baver en esta novela que Planeta Cómic puso en librerías recientemente. Pues teniendo en cuenta el contenido de tres generaciones, Skywalker: Una familia en guerra ofrece detalles intrigantes y reveladores que dan un contexto crucial a la saga en general. Teniendo un total de treinta y tres capitulos y un Epílogo, el libro se divide en tres partes: El Padre, Los Gemelos y La Unión en la Fuerza, donde se relatan las vidas de Anakin Skywalker, Luke y Leia, y luego Ben Solo y Rey. El libro es tanto un resumen cautivador de las tres trilogías de Star Wars como una exposición íntima de los miedos, esperanzas y motivaciones de los miembros de la familia Skywalker.

Para mí, el mejor ensayo leido hasta el momento. Porque una nueva biografía de la familia más famosa de Star Wars no es solo un recuento de la saga que se desarrolló a lo largo de nueve películas; Una familia en guerra se va convirtiendo en una historia arrolladora de tres generaciones contada de la misma manera que un erudito escribiría la historia de una familia real. Se adentra en la psique empapada del miedo de Anakin que eventualmente lo llevó al Lado Oscuro para convertirse en Darth Vader. Las narraciones de Luke y Leia muestran cómo su educación reflejó su ascendencia biológica y al mismo tiempo fomentó en ellos la fuerza y la compasión para ser mejores y hacerlo mejor que Anakin y Padme Amidala (un capítulo que encaja muy bien para los que estamos disfrutando ya de la serie de TV de Obi Wan Kenobi). En cuanto a Rey y Ben Solo, su díada en el arco de la Fuerza captura el marcado contraste en su infancia que fomentó en ambos una preocupación por el pasado.

La biografía de Baver es el único lugar donde encontramos por primera vez más detalles sobre las vidas de Rey y Ben antes de los eventos de El Despertar de la Fuerza, que es donde se conocieron. Si bien Rey más tarde se enteraría de su poder en la Fuerza y su legado del Lado Oscuro, Ben creció con sus padres biológicos, ambos héroes de guerra, a su lado. Al igual que la caída de Anakin al Lado Oscuro, la transformación de Ben en Kylo Ren se describe como una serie de situaciones de profundo miedo, conflicto y sentimientos de traición, que el libro explora conmovedoramente…

Como saben todos los fans, la saga Skywalker no solo se desarrolló en la pantalla. El libro de Baver explica hábilmente la relación entre Anakin y su padawan Ahsoka Tano como una que se suponía que debía reinar sobre él y darle algo en lo que concentrarse además de las terroríficas pesadillas de la muerte de su esposa Padme. El libro también detalla más sobre la sensibilidad y el entrenamiento de la Fuerza de Leia, así como la relación de «los opuestos se atraen» que tenía con Han. Y hay información sobre la familia Lars en Tatooine, que adopta a Luke poco después de su nacimiento (enlace a Kenobi, otra vez). Incluso se explora la tensa relación mentor-aprendiz de Luke y Ben, incluso hasta el momento en que los sentimientos de traición de Ben por parte de su propia familia lo empujaron a destruir la academia Jedi de su tío y abrazar por completo su legado del Lado Oscuro como nieto de Darth Vader. Sin embargo, el libro no es todo pesimismo y angustia. Hay algunos momentos de frivolidad, incluido un breve comentario sobre la aversión de Anakin a la arena y la conmovedora relación de Ben con su tío Chewie. Detallitos así que molan bastante.

El enfoque de Baver para combinar las historias de tres generaciones que abarcan más de cuarenta años hace que parezca que estamos escuchando la saga Skywalker nuevamente por primera vez. Y eso no se consigue fácilmente. La saga Skywalker puede haber terminado ya, o no, lo que sí que es verdad es que sigue viva a través de esta pieza de la historia de Star Wars elaborada por una experta. De todos modos, aclarar que los antecedentes literarios de Baver como periodista también brillan en su escritura, lo que hace que el libro sea una narración biográfica bien investigada además de entretenida. Y, por supuesto, indispensable para todo fan de la mejor saga de Ciencia Ficción de todos los tiempos.

Reseña: Chew (Integral 1), de John Layman y Rob Guillory

Una de las cosas que más odié durante el confinamiento, fue no poder salir a comer fuera. Y donde se podía… no se podía a gusto. Que sí, que la comida a domicilio estuvo muy bien y las mensajerías hicieron dinerito fresco a cascoporro, pero uno/a no puede esta dando propina toda la vida porque le pongan de poner. No en este país. No con nuestros sueldos. Y cocinar no era una tarea ardua pero durante el confinamiento se convirtió en una de las rutinas más odiadas por el ser humano de este planeta al que por fin se le metió el miedito en el cuerpo porque un virus (esta vez de verdad) podía acabar con todos. Fue duro. Y eso que puedo alegar ser, de las pocas personas de este país que continuó saliendo a trabajar cada día como si todo aquello no fuera con él. Mi trabajo era importante en aquellos momentos para los demás. Dejémoslo ahí. Bien, pues si no sabéis que es Chew, aquí tenéis un cómic sobre las consecuencias que trae una plaga masiva, donde el gobierno ha establecido regulaciones estrictas sobre lo que la gente puede y no puede comer. Y los agentes de la FDA patrullan las calles en busca de vendedores de alimentos ilegales de alimentos mientras descubren una conspiración masiva que termina resultando ser docenas de cuerpos que debieron ser enterrados y no devorados como están siendo. Sí, a pesar de que Chew fue publicado en USA en 2009, este cómic no ha envejecido nada de nada.

Tony Chu es un policía con un secreto, un extraño secreto. Tony Chu es cibopático, lo que significa que obtiene impresiones psíquicas de todo lo que come. También significa que es un gran detective, siempre y cuando no le importe mordisquear el cadáver de una víctima de asesinato para averiguar quién fue y por qué están ahí tiradas sus entrañas, vacias por toda la acera. Es un trabajo sucio y Tony tiene que comer cosas terribles en nombre de la justicia. Y por si eso no fuera suficientemente malo, el gobierno ha descubierto el secreto de Chu y tiene (terribles) planes para él. Le guste o no. Chew es una de esas series de trama tan diferente que mola. Una serie retorcida sobre policías, ladrones, cocineros, caníbales y clarividentes, escrita por John Layman (Marvel Zombies vs. Army of Darkness, House of M: Fantastic Four, Puffed) con unos dibujos molones de mi admirado «novato» ilustrador Rob Guillory.

Chew comienza en un mundo donde una misteriosa cepa de gripe aviar ha matado a veintitrés millones de personas. Como resultado, el gobierno USA ha prohibido la producción y venta de todos los productos de pollo. No más tortillas, no más huevos revueltos, no más sopa de pollo y no más pollo frito (¡Dioses! Me muero si pasara algo así). Curiosamente, resulta que vivir en un mundo en el que el pollo está prohibido es un mundo en el que solo los forajidos tendrán pollo. ¿Os acordáis de la La Ley Seca? Pues eso. Y aquí como resultado una Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recientemente empoderada va directamente a la guerra con ese mercado negro de aves creado por los malos-malutos que siempre tienen que estar al margen de las normas civilizadas impuestas. Y si creéis que la trama de este cómic es sospechosamente una crítica a la tremenda guerra contra las drogas que existe en USA, no os preocupéis, el cómic hace claramente la comparación por nosotros.

En todo este lío interviene el ex-policía de Filadelfia convertido en agente de la FDA, Tony Chu. Ese que puede aprender cosas sobre los alimentos que come. Por ejemplo, si come una manzana, puede saber dónde se cultivó y quién la recogió. Si come un buen bistec…, bueno, digamos que no le hace ninguna gracia comer carne. Ya en el primer número de la serie, su pequeño/gran talento le sirve para descubrir accidentalmente a un asesino en serie que trabajaba como sous-chef en un bar clandestino de pollos de rigurosa procedencia. Una “encantadora” premisa para empezar este primer magnífico integral de veinte números que acaba de publicar Planeta Cómic en nuestro país. Donde a pesar de la temática exagerada y las desagradables implicaciones de un policía que tiene que comerse a la gente en nombre de la justicia, la construcción de Chew esplende porque muestra ser un cómic que se disfruta con una sonrisa casi constante en la cara. Muy pocos cómics consiguen eso.

Sabía de la fama de Chew y era uno de los títulos que había pasado por alto hasta ahora que sabía que me iba a encantar si o si. Iba con las expectativas muy altas y aunque soy consciente de que eso es muy peligroso, no solo no me ha decepcionado, me ha quedado la sensación de que quiero esta serie al completo en mi ya tan espacio-solicitada cómicteca. Tony Chu es un chulo personaje que se mueve entre un gran elenco de personajes. Layman reconoce todos los tropos tradicionales de un procedimiento policial y lo lleva de maravilla con cada trama. Violencia, intriga, humor y habilidades aún más extrañas que las centradas en la comida, van apareciendo. Son los otros ingredientes del atractivo de Chew.

Una maravilla.

Reseña: Conan El Cimmerio. El Coloso Negro, de Vincent Brugueas, Ronan Toulhoat y Robert E. Howard

Tras el impacto brutal que me dejó la noticia de poder leer al personaje de Conan tratado por autores de la BD, es decir, el famoso cómic europeo de donde parten tantas y tantas grandes ideas y, sobre todo, esos tremendos dibujazos que se marcan la mayoría, y tras disfrutar muy mucho del primer álbum como fue La Reina de la Costa Negra (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9237), una de sus obras más famosas llevada a buen término por el gran Jean-David Morvan y Pierre Alary: era técnicamente imposible que yo me pudiera perder el segundo álbum de la colección, El Coloso Negro, recién publicado en nuestro país por Planeta Cómic. Uno más de esa colección que en el país galo ha dado tanto qur hablar y que lleva por el momento publicados el considerable número de trece álbumes. Tomitos que deseo con fervor que sean todos-toditos-todos publicados aquí.

Casi que os puedo decir que esta serie me está haciendo amar más aún al personaje. Ese que normalmente adolece de una imagen un tanto falsa a lo que todo prolifico le viene a la cabeza cuando piensa en el cimmerio y ha leído los relatos originales de Robert E. Howard. Sí. No es esa masa de músculos allá por donde mires. Eso viene de los cómics USA, pero que es un tío duro de pelar, eso sin duda. Aquí en estos que ahora os reseño, gozan, sobre todo, de un ritmo importante y de unos dibujos y montajes de viñeta tremendos, más adecuados a la realidad de las novelas.

Magnífico trabajo de los coloristas también, en un ambicioso proyecto desplegado por Glénat al otro lado de los Pirineos, adaptado también aquí a un genial papel satinado, buen álbum al más puro estilo europeo. El sueño de un friki de este marco del noveno arte como yo el ver a Conan así. Si La Reina de la Costa Negra era un escenario que encajaba como un buen one-shot que devorabas casi sin respirar, El Coloso Negro no es para menos. Con una intro de genial tratamiento gráfico, los autores de Iras Dei o Prometeo (grandes cómics europeos ya publicados en nuestro país), aquí también los autores despliegan su saber hacer en una aventura más clásica y lineal.

En El Coloso Negro, en otro tiempo, en otro lugar, tenemos una historia idealmente pensada para un artista-genio del dinamismo y las escenas de acción. Porque de eso se trata principalmente las historias de Conan. Palomiteo puro. A pesar de un comienzo amistoso, el corazón de la historia se centra en la batalla en la que Conan es la piedra angular que decidirá el desenlace. Una trama que no me ha llegado tanto porque soy muy fan y tengo en muy alta estima la historia a la que de algún modo copia este relato como es La Ciudadela Escarlata, que en narrativa es épica y fantástica a más no poder y cuya adaptación súper buena al noveno arte, en mi opinión, aún está por llegar. Sin embargo, si sois admiradores del dúo Toulhoat/Brugeas, que a poco que conozcáis sus obras seguramente lo seréis, este cómic os va a encantar. Repito que, habiéndome tragado todo lo posible de Conan en novela, relato, cómic, cine… Puedo decir, sin miedo a equivocarme, que siempre quiero más. Y verlo en diferentes versiones, ver sus historias transgredidas al lector por los diferentes tipos de comunicación, ver disfrutar de sus aportaciones, es algo que no me cansa. Aunque vuelva a releer la misma trama una y otra vez.

Mike Moorcock se refirió a la adaptación al cómic de Elric en su ciclo de Glénat, como la mejor jamás concebida, habiendo captado perfectamente los autores franceses el tono ambiental y la psicología del antihéroe que él siempre pretendió. Creo, imagino, que si Howard viviera habría aprobado el bello homenaje que le están rindiendo estos autores de la BD. ¿Quién sabe? Después de todo, a Crom no le importa, ¿no? Olvidaos de Schwarzenegger, olvidaos de Momoa (aunque encarnó al personaje mejor de lo que esperaba), olvidaos de John Milius y si podéis, olvidaos por un momento de la obra de John Buscema y Roy Thomas. Tened en cuenta esta joyita. Diferente. En cómic europeo. Una nueva forma de verlo. Muy recomendable.

Reseña: Conan El Cimmerio. La Reina de la Costa Negra, de Robert E. Howard, Jean-David Morvan y Pierre Alary

En 2007 la editorial Bragelonne emprendió una recopilación en formato cómic de tres de los relatos más famosos del maestro tejano Robert E. Howard sobre su personaje eterno, el bárbaro más famoso del fantástico. Patrice Louinet y otros llevaron a cabo un verdadero trabajo de arqueología literaria en el país galo, a veces traduciendo de nuevo los textos mecanografiados originales hasta que pudieron estar disponibles para su publicación. Habiéndome tragado todo lo posible por tragar en novela, relato, cómic, cine de este personaje, puedo decir sin miedo a engañarme que siempre quiero más. Y verlo en diferentes versiones, ver sus historias transgredidas al lector por los diferentes tipos de comunicación, ver disfrutar de sus aportaciones, es algo que no cansa. Aunque vuelvas a releer la misma trama una y otra vez. Y eso que allá por los 80s la historia de inicio del cimmerio no produjo en mí ese fuerte impacto que causó en todos mis amigos. Mas, está claro que Conan fue el personaje que dio nombre al género llamado Fantasía Heroica y en mi opinión, se tienen que dar ciertos aspectos para que te caiga bien al «conocerlo». Y con los años empiezas a valorar todo lo que rodea al personaje y no queda otra: lo quieres tener todo-todito-todo de él.

Y con los cómics, el personaje esplende. Y por Crom, ¿cómo diablos no iba a querer leer yo rápidamente este Conan El Cimmerio elaborado en la BD, cuna del cómic europeo ahora que por fin llega a nuestro país gracias a la edición de Planeta Cómic? Esto, ladies and gentlemen, es una de las noticias del año. Estamos en el año en el que Conan celebra cuarenta años de publicaciones con Planeta y precisamente mañana cuarenta años cumple la genial pelicula de Conan El Bárbaro. Ahora, estas geniales ediciones de Glenat, aportan una nueva colección de álbumes donde se adaptan las historias más potentes de Robert E. Howard, trayendo el mejor Conan, el más auténtico, en los cuentos que sus seguidores más valoran desde siemprea día de hoy.

Un ambicioso proyecto desplegado por Glénat pero adaptado a nuestro idioma por Planeta Cómic en un genial papel satinado y álbum al estilo cómic europeo. El sueño de un friki de este marco del noveno arte como yo. Doce relatos que verán la luz en diversos álbumes de los que ya se ha publicado este primero La Reina de la Costa Negra, guión del siempre genial Jean-David Morvan y dibujo de Pierre Alary. Trazos que os impactarán desde un principio por el dibujo caricaturesco de Alary. Y es que puedes pensar en un principio que la trama va a perder potencial por ello. Pero no pasa. O al menos, a mí no me ocurrió.

Varios puntos buenos o diferentes aporta Alary: el diseño de Conan se aleja de la imagen clásica de «calzoncillos peludos» que se pegan a una entrepierna. Por otro lado, Bêlit es un genial reflejo en cuanto a gestos del relato literario. Diría que es la versión «más fiable» de todas lass que me he encontrado en mis lecturas comiqueras. Al menos, en caracter. En otras versiones de Conan, esta aguerrida muchacha no es el centro de atención, es más una espectadora. Pero aquí Bêlit pasa a ser protagonista junto al bárbaro. Comparte cartel. Por eso me gusta, porque muestra lo que ocurrió con ella de verdad. Howard diseñó a Bêlit como el único personaje femenino rudo de todos estos mundos. Y aquí se refleja de verdad. La historia comienza con un asesinato cometido por Conan el cual es perseguido por guardias. Se las arregla para escapar obligando al capitán de un barco mercante a llevarlo a bordo en contra de su voluntad. Las aventuras se entrelazan entre persecuciones, masacres, actos de piratería, sexo, romance, búsqueda del tesoro, tierras por descubrir…

Una joyita.

Y en cómic europeo.

Una nueva forma de verlo.

Súper recomendado.

Reseña: Solo el Fin del Mundo Otra Vez, de Neil Gaiman, P. Craig Russell, Troy Nixey y Hollingsworth

Solo el fin del mundo otra vez fue originalmente una historia fantástica escrita por Neil Gaiman y publicada en 1998. Yendo al grano, es una mezcla del clásico personaje de hombre lobo al estilo Lawrence Talbert de la Universal, la ciudad de Innsmouth de Lovecraft y también -por qué no- tiene cositas que recuerdan a una novela que me encantó en su día como fue A night in the lonesome October (Una noche en el solitario Octubre), de Roger Zelazny.

La historia comienza en pleno invierno en Innsmouth, Massachusetts. Talbot se despierta una mañana con resaca de hombre lobo. Se encuentra mal y vomita la pata de un perro y los dedos de algunos niños… Inmediatamente recuerda lo que sucedió la noche anterior. Se limpia y luego se dirige a su oficina. Cuando llega allí, un hombre gordo está encorvado en la silla junto a la ventana. El hombre habla de esos Profundos que vienen a veces del mar limpiando la orilla de la inmundicia que la habita. Lawrence le pide al gordo que se vaya y luego se da cuenta del letrero de neón que promociona a una psíquica al otro lado de la calle. Se dirige a ese lugar donde se anuncia Madame Ezekiel y esta señora le echa las cartas…

El tarot desvela la carta del hombre lobo, luego una con formas de Profundos por lo que se deduce que se deben hacer sacrificios para que se alcen desde el océano. Luego Talbot todo irritado saca una carta en blanco y otra y otra más. Y esto molesta a Madame Ezekiel que acusa a Talbot de estropear sus cartas y le echa de su tienda. Entonces se dirige a un bar a tomar un trago, el cantinero le sirve, luego toma un libro y procede a leer pasajes sobre cómo cuando la luna y las estrellas están en posición correcta para poder hacerse sacrificios dignos para que los Profundos puedan ser convocados… Se va iniciar el fin del mundo y Talbot, por supuesto, quiere saber cuál es su papel en todo esto.

Después de la lectura, he podido saber que Neil Gaiman escribió una serie de historias como tributo a Roger Zelazny. Y que P. Craig Russell las adaptó a cómics. Aunque la historia es bastante corta, Gaiman no deja de ofrecer como siempre una trama rica, descriptiva, de las que uno siempre quiere más. La forma en que escribe, el aspecto y los olores de este pequeño pueblo pesquero de Nueva Inglaterra provocan que el lector se sienta como si estuviera parado allí con el frío amargo del invierno en su aliento. El amor de Gaiman por H.P. Lovecraft es evidente en muchos de sus cuentos y guiones para cómics, pero aquí es demasiado evidente. Dejando aparte los nombres y lugares, sobre todo, en la espeluznante forma en que toda la gente del pueblo actúa hacia Talbot.

En cuanto al arte, Solo el fin del mundo otra vez desprende una sensación muy retorcida, casi demente. Troy Nixey hace un trabajo realmente fantástico con la atmósfera de Innsmouth; Talbot transformándose en el hombre lobo y luchando contra Madam Ezekiel en las profundidades del mar se dibujan de manera brillante. Nixey también hace un trabajo maravilloso en aquellos detalles lovecraftianos, como tentáculos y cosas resbaladizas y espeluznantes que chocan y hacen ruidos extraños en la noche, como fondo de algunas viñetas. Los personajes humanos tienden a parecer un poco tontos y deformes a veces pero el uso del color de Matthew Hollingsworth los magnifica.

Gracias a Planeta Cómic estamos podiendo hacernos casi cada mes con cómics que parten del consagrado autor del fantástico que es Neil Gaiman. Lo que es garantía de satisfacción. ¿Hombres lobo y Lovecraft? ¿Qué más se puede pedir?

Reseña: Star Wars. La Guerra de los Cazarrecompensas, de VVAA

Con el monazo de Star Wars que tenemos algunos en este momento tras haber tenido geniales veladas en TV con las series The Mandalorian y El Libro de Boba Fett donde, por encima de todo, brillan las apariciones del mismo Din Djarin, Ashoka y el mismísimo Luke Skywalker; muchos nos sentimos un poco huerfanos ahora… Y aunque sabemos que no pasa nada, que en breve se viene más leña con la serie de Obi-Wan Kenobi en apenas mes y medio. Uno siempre quiere más. ¿Y qué hace si es listo? Pues lo que llevo diciendo y recomendando desde hace años: recurrir a Planeta Cómic y a toda su senda de publicaciones del Universo Expandido que publican casi cada mes librarse de esa orfandad con el mayor desapego posible.

Y tras chuladas indispensables de tener como fue el tomaco integral que se marcaron con Boba Fett: Antología (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7811), llegan más deleites para los amantes del personaje como es la denominada La Guerra de los Cazarrecompensas, de Charles Soule, Steve McNiven, Laura Martin y Travis Lanham. Más del otro cazarrecompensas mandaloriano más famoso de estos mundos como es Boba Fett (aunque haya un lío tremendo con si lo es o no lo es). Una historia ambientada en los sucesos que van entre El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi, territorio narrativo ocupado por Sombras del Imperio en el canon Legends, un lapso de tiempo que da para mucho. Pues podremos descubrir qué sucedió cuando Fett transportó la carbonita congelada con Han Solo desde Ciudad Nube hasta el Palacio de Jabba. Una aventura que comienza interesante pero con un dificil reto; tenemos a unos autores que deben mantener una trama con la suficiente tensión para que los fans de Star Wars se interesen. Ya que todos sabemos cómo va a resultar todo: será entregado a Jabba pero posteriormente ser rescatado por el famosa díada de la Princesa Leia Organa y Luke Skywalker… Sin embargo, La Guerra de los Cazarrecompensas “compensa” la historia al darle un giro con el tema de darle un posible destino diferente al tabletón de chocolate carbonico que es ahora Han Solo. Un destino increíblemente espantoso… pues si la matriz de carbonita no se mantiene estable, la tan valorada presa podría DERRETIRSE literalmente.

Y si la posibilidad de que Solo se convierta en una sustancia pegajosa no es suficiente para mantenerte enganchado/a (aunque sabemos que sobrevivirá, ¿no?), otra parte chula de esta aventura es el hecho de que la narrativa esplende (que siempre diré que para mí es el principal atractivo de esta franquicia) y nos muestra nuevos “rincones” de esa galaxia muy, muy lejana. ¿Qué siginfica? Pues que además de planetas, ciudades, razas y naves nuevas a visualizar, tendremos recreadas escenas como la del joven Boba acunando la cabeza de su padre, Jango Fett (Episodio II: El Ataque de los Clones), dando nuevas capas de profundidad a un personaje que originalmente solo tenía unas pocas líneas. Escena que fue usada para El Libro de Boba Fett, por cierto.

Sinceramente, La Guerra de los Cazarrecompensas, si eres fan ya viejuno de Star Wars, te puede parecer más de lo mismo. A estas alturas, caca de bantha. Pero con el avance de la historia, sobre todo, en los dos últimos números, te das cuenta de lo indispensable que puede ser para tu conocimiento leer todo lo que sucede aquí. Ver a Vader amenazando con cortar a Han Solo por la mitad, Luke negandose a reunirse con Vader sin querer ser cebo, Leia desesperada ideando un plan alocado como es el de atacar a Vader con solo Chewy como compañía, los Hutt discutiendo sobre si renunciar a Han Solo y Hutt Bokku queriendo desafiar a Vader también. No es broma, en caso de que no sepas quién es Bokku the Hutt, aquí te va a sorprender. Y entonces sabemos que hay más cazarrecompensas interesados en hacerse con el turrón de Suchard…

Además de establecer una historia interesante, también tengo que mencionar la extensión de dos páginas de Fett luchando en una arena que os va a dejar flipados a muchos. Entonces os sugiero que, a todos los que hayáis leido hasta aquí, no deberías dejar pasar la oportunidad de pillar este cómic. Este comienzo de una nueva era que se viene en publiaciones relacionadas, ramales de lo que sucede en La Guerra de los Cazarrecompensas.