Reseña: El Fantasma Dentro de Ti, de Sean Phillips y Ed Brubaker

Razón no le falta al gran Kareem Abdul-Jabbar cuando dice que leer Reckless o casi cualquier cómic de género negro en el que estén involucrados Sean Phillips y Ed Brubaker, te retrotrae en sensaciones a lo que siente uno/a cuando lee por primera vez El halcón maltés o El largo adiós. Grandes clásicos, de la mano de grandes maestros del género negro. El fantasma dentro de ti correspondería al cuatro volumen, misterio o caso dentro de la serie Reckless. Y si bien parece una ligera desviación de la dirección central de la serie, si nos centramos, podremos comprobar que Anna asume aquí un nivel de independencia importante y aunque parezca un interludio con una historia de esta chica para hacernos saber un poco más sobre ella, vamos a ver que es mucho más que eso.

La historia comienza con Anna dando tumbos por una casa a oscuras, con lo que parece una puñalada en un costado, hasta que cae desmayada (o muerta) en el hall de una casa; escena que recuerda bastante a como empezaban las pelis de crímenes en los años 50. Pero la ambientación principal nos lleva a 1989, a una sala de cine antigua, por lo que aquí hay al menos dos o tres capas de nostalgia para muchos de nosotros (siempre un placer). Entonces Lorna Valentine, la ex-Evillina del mundo del cine, entra en escena (Ethan estará totalmente ausente durante el 95% de la historia, por si no lo habéis pillado aún). Y Anna toma las riendas: Lorna quiere saber si su nueva casa, la Mansión Lamour, está embrujada. Anna era muy fan del personaje de Evillina en la televisión, así que, claro, ella toma el caso, aún sabiendo de la fama de los asesinatos que hubo en esa mansión ubicada en Hollywood Hills. Y conoce la leyenda. Cuentan que la Mansión Lamour alguna vez fue propiedad de una estrella de cine, cuya esposa fue asesinada allí y que él mismo murió poco después. Cuando vas y te enteras que la estrella de cine odiaba a los bancos (como debe de ser), es posible que escondiera en su día su enorme fortuna entre las paredes. Así que muchos piensan: ¡Vayamos allí durante la noche y veamos si podemos encontrar pasta! Pero Anna es precavida y decide consultar a Madame Marlena, una psíquica, que hace sesiones de espiritismo y tarot. Y oh, sí, cuando descubrimos quién está detrás de lo que sucede en la casa, nos enteramos de todas-todas de lo sucedido en la escena donde apuñalan a Anna. Y Ethan regresará para ayudar a cerrar el caso…

Un misterio que con cada paso se aclarará, como le gusta al público en general. Una buenísima historia de pulp noir como solo este tándem sabe hacer. De las que sé que cantidad de lectores de buen cómic no se van a perder. Los ya considerados maestros del género negro del noveno arte, aportan otro caso, otro éxito en mi opinión, que se puede añadir a una buena cómicteca junto a Criminal, Kill or be Killed, Pulp y obviamente junto a los anteriores números de Reckless (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8835). Percibí que nos quieren presentar a una Anna muy del estilo de señorita “moneypenny” con gafas que va de menos a más, o incluso una versión paralela de una joven Velvet… pero creo que la intención iba por otros derroteros. Anna se parece más a Enid Coleslaw en Ghost World, de Daniel Clowes (¡El fantasma…! ¡Bingo, te pillé Brubaker!); cómic que publicó en nuestro país Ediciones La Cúpula y fue llevado al cine.

Pero lo que está claro es que El fantasma dentro de ti vuelve a pisar el territorio de otro clásico de Hollywood de Brubaker-Phillips como fue The Fade Out (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2213). Es decir, más crema sobre un delicioso pastel. Muy agradecidos por que estos títulos lleguen a nuestro idioma, la verdad.

Reseña: Reckless, de Ed Brubaker y Sean Phillips

La obra por la que el tándem Brubaker/Phillips probablemente sea la serie Criminal. Y es maravillosa a poco que te haces con ella. La asociación de Brubaker y Phillips se ha convertido en uno de los grandes elementos básicos a tener en formato cómic. En particular, los que aman la temática criminal (nunca mejor dicho). Lo que deriva a la tan de moda a día de hoy, la famosa novela negra. Novela policiaca, de investigación, de crímenes…, todo llevado a cómic de acción y thriller por estos señores. ¡Una buena peli!, que se dice. La alquimia invisible de las palabras de Brubaker y el arte de Phillips se han convertido prácticamente en referente de este género dentro del noveno arte. Una historia realista pero impulsada personalmente de hombres malos (bueno, en su mayoría hombres) que intentan hacer cosas buenas pero fallan en un grado u otro. ¿O es que los hombres buenos se ven impulsados a hacer cosas malas? También se pone mucho el ojo en esto. Pero cuando analizas los titulos que estos autores han creado juntos, encontrarás sobre todo, eso, combinación de buenas y malas personas cuyos planes rara vez salen bien. ¿Objetivo? Ya sabéis como somos los estadounidenses: dólares por doquier y un poquito de amor…

En Reckless, han pasado diez años desde que Ethan salió de la vida de Rainy cuando ella misteriosamente aparece de nuevo otra vez. Ambos formaban parte de una célula terrorista hippie de la era de los 70 cuyos planes se vieron truncados por una explosión que destrozó dicha célula y casi mata a Ethan y todo lo que llevaba detrás. Sus secretos. Ahora, el tipo se dedica a ver películas antiguas en un cine destartalado que posee. Tal vez, esperando a la próxima persona que necesite el tipo de ayuda que la policía o incluso el FBI no puede proporcionar. Entonces, cuando Rainy se acerca a través de los canales pertinentes, Ethan no puede evitar verse envuelto en los problemas de un amor perdido…. porque, como dijo el poeta, el amor cuando no mata, muere.

Reckless continúa esta exploración de la naturaleza del hombre de a pie como es Ethan; un antiguo agente del FBI, que pasa por la vida ya sin apenas fuerzas. Emociones cero. Sabe que alguna vez vivió una vida intensa llena de sobresaltos y alcanzó el zenit de la pasión y el morbo. Pero aquel atentado destrozó muchas cosas en su vida. En especial, la relación con la chica que más quería. Eso lo marcó para siempre. Y si encuentra alguna alegría, es en su antiguo cine, viendo viejas películas de Robert Mitchum. No obstante, Rainy ha vuelto. Sabe que debería sentir algo por su antiguo amor, pero actúa más por obligación con quienes alguna vez fueron…

Ed Brubaker y Sean Phillips haciendo lo que mejor saben hacer. Buscando un cierre para los personajes y un nuevo comienzo para un amor nunca cerrado. Una de las grandes cosas que separan este cómic de Criminal es que gran parte de la acción y el drama ocurren bajo el brillante sol de California. El anterior trabajo fue llevado a cabo de noche o fuera de la luz del día. Como si los personajes temieran estar expuestos al sol o a todo. Reckless es un referente de lo que se cuenta en cuestión de luces y sombras. Phillips y su colorista Jacob Phillips crean un lienzo de amplios horizontes, sin todas las sombras pesadas que ocultan a los personajes y sus motivaciones. Los trazos del señor Phillips se sienten súper realistas y no tan claustrofóbicos u opresivos como en su trabajo anterior.

En definitiva, una historia de tomo único que se disfruta hasta la última página. Genial Panini Cómics y su sello Evolution trayendo títulos de este tandem de autores que siempre son garantía de buen rato lector.

Reseña: Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

Supongo que muchos de vosotros tendréis vuestros autores favoritos de los que os compráis e intentáis leer todo-todo. De los que aunque escriban una obra en papel de váter, lo queréis tener/leer todo. Se llama ser fan, aunque ahora le dicen ser fanboy o algo así. Pero normalmente esto pasa porque confías en esos autores y sabes que rara vez te defraudan. Ya puede ser un tema muy bizarro o uno que no les pega ni con cola que cuando te pones a leer, no paras de susurrar: «Madre mía, qué bueno es». O qué buenos son. Pues si es de esos que se complementa o se completa con una pareja de ilustrador como es el caso Ed Brubaker y Sean Phillips; dios, pero qué buenos son.

Por otro lado, sabéis muchos que con los años he encontrado el “lado bueno” del Salvaje Oeste; un cine, una literatura, un tipo de cómic que de pequeño nunca me gustó y ahora se puede decir que lo amo. Sólo por eso conocer de la publicación de Pulp entre las novedades de Panini Cómics y con este tandem de autores en los créditos, me puso casi el vello de punta. Y no sé si lo siento o me alegra decir que amigos, Panini Cómics este año en verano no ha parado de sacar joyitas. Otros años (aunque creo recordar que un par ya que hace lo mismo), Panini Cómics, más o menos en junio, julio y agosto, sacaba poca cosa. No poco bueno, sino poco en cantidad; el continuo de ciertas cabeceras y algún que otro integral interesante. Pero poco en cantidad. Este año, da miedo. Joya del cómic tras joya. Menudo julio estamos viviendo. Diez súper recomendables, al menos. Y no tienen porque ser grandes tochales.

Un ejemplo de ello es Pulp, una historia corta, one-shot, de los maestros Brubaker y Phillips; que si me pongo a nombrar joyitas que tienen juntos publicadas, no paro. Los mejores creadores del cómic de genero negro que han existido nunca. Pulp es un nuevo giro en una trama que hemos visto antes. Pero que tiene ese toquecito que siempre engancha. A un señor mayor llamado Max Winter, sus días de gloria le pesan pero se le da una última oportunidad para enfrentarse a lo injusto. Posiblemente, un nuevo intento de alcanzar la gloria. Una trama algo conocida pero que este equipo creativo la hace sentir fresca al reducir la acción y la romantización, y permitir que los miedos y sueños de sus personajes tengan prioridad. Por que lo bueno es que Pulp es literalmente un cómic sobre vaqueros y nazis… ¡Uh! ¿Qué? ¡Cómo! Ups! Sí. Aunque dedica más tiempo a ese miedo que todos tenemos sobre la vejez y la muerte que a otra cosa. A lo que verdaderamente importa. Todo el mundo muere. Unos antes, otros después. Tarde o temprano, todos morimos. Y Winter está en esos momentos en los que uno contempla su lugar en el mundo y piensa bastante en lo que dejará a los que quedan detrás.

Ed Brubaker y Sean Phillips han creado cantidad de historias increíbles juntos. Panini Cómics ha traído a nuestro país la mayoría. Por lo menos, un buen lote de las más potentes como pueden ser Criminal, Fatale y aún se está editando Kill or Be Killed. De las más potentes en cuanto a género negro. En Pulp, el tandem demuestra una vez más que aún le quedan muchas historias por contar juntos y que son capaces de seguir aportando historias gráficas que son todo un deleite.

Aquí conocemos a Max Winter, que escribe historias pulp para una revista en la Nueva York de 1930. Historias de la Frontera con pistoleros y bandidos y muchas de ellas centradas en su héroe Red River Kid. Solo que las historias no son del todo ficticias pues, en realidad, se basan en la vida verdadera de Max en el Lejano Oeste. Pero llegan malos tiempos y la vida del escritor comienza a caer en espiral. Le reducen el salario en el trabajo, lo asaltan mientras intenta ayudar a un extraño necesitado y para más inri, sufre un ataque cardíaco. Max comienza a pensar en su muerte más que en otra cosa. Y en lo que dejaría a su esposa en caso de muerte prematura.

Paralelismos entre la vida del Max actual y su vida en la frontera. A través de los cuentos de Max, conocerémos su vida anterior. Lo que sucedió a Max, aquellas tres veces en las que casi lo matan, por ejemplo. También de sus viejos hábitos en los que ha vuelto a caer. También vemos a alguien del pasado de Max resurgir. Pero, ¿era amigo o enemigo? ¿Puede Max hacer lo correcto por su esposa antes de que el sol se ponga por última vez? ¿Qué pasa con los nazis invasores en Nueva York? ¿Qué papel juegan en el “viaje” de Max? Brubaker y Phillips elaboran una historia extraordinaria de redención, desesperación y autorrealización.

A alguien que lleve la escritura dentro, le dará que pensar.

Reseña: Sentient, de Jeff LeMire y Gabriel H. Walta

Solo la portada, con poco, dice mucho. Es capaz de retrotraerte a las mejores pelis de CF de los 80´s, ¿no? No obstante, yo ya iba bastante hypeado (¡con ganas!) de leer esta obra debido a que soy seguidor de Gabriel H. Walta en Facebook. Lugar dónde él mismo a su vez, nos hypea con las viñetas en las que está trabajando. Y me enamoraba cada una de las que subía referente a Sentient. Por que ahora sé que son de Sentient (normalmente, no cuenta a qué obra se refieren). Y por fin, y gracias al Sello Evolution de Panini Cómics, lugar donde encontrar de vez en cuando obras muy características de cómic independiente. Sentient ya está entre las novedades de este mes; guionazo de Jeff Lemire con el enorme dibujo de nuestro paisano andaluz y triunfador en USA por sus geniales trabajos, como por ejemplo, su magnífica Visión.

Sentient es un cómic a cargo de los ganadores del Premio Eisner que nos traslada a lo más profundo del espacio exterior en un futuro no muy lejano, donde una nave espacial, la U.S.S. Montgomery flota hacia su destino. ¿Pero qué destino? El objetivo es crear una colonia en un planeta distante donde la humanidad resurja tras dejar atrás una Tierra agonizante. Empezar de nuevo. Así que el navío va lleno de familias pacíficas que solo quieren tener la oportunidad de prosperar. Una nave controlada y dirigida por la Inteligencia Artificial llamada Valarie, o simplemente, Val. Sin embargo, la colonia está teniendo problemas con los separatistas, que quieren derrocar al Gobernador de la Tierra y afirmar su control. Ahora, la Montgomery, está a punto de llegar a la llamada Zona Oscura, donde ninguna comunicación podrá llegar ni a la Tierra, ni a la colonia. Un momento tenso para todos los pasajeros pues, sabemos de lo que es capaz el ser humano cuando no-lo-ven… Concretamente, por que se está empezando a sospechar que uno de los tripulantes de la nave es secretamente un separatista. Cuando de pronto, lanza un ataque químico sobre los adultos, matándolos a todos… Ahora, solo los niños siguen vivos. Guiados por la I.A…, ¿saldrán adelante? ¿Pueden aprender a trabajar juntos? ¿Y puede Val demostrar que puede reemplazar su programación y convertirse en una figura materna para todos ellos?

Brillante. Brillante. Brillante.

Sentient, pertenece a la última ola de cómics de la novedosa editorial TKO. Si no lo sabéis, TKO tiene un modelo de negocio único y accesible: todos sus cómics están disponibles simultáneamente para descargar, comercializar o en un estuche de números individuales. Francamente, es una estrategia brillante, aprovechar los tres rincones divergentes del fandom para obtener la máxima exposición y reconocimiento de la marca. Beneficios sensibles de consumirse en una sola sesión que se presentan deliberadamente como una película de pantalla ancha y tienen un fuerte ritmo cinematográfico. Pero llámenme antiguo, si quieren, me quedo con el formato papel. La sensación ineludible de tener y disfrutar un cómic entre mis manos, no me la quita nadie.

Por eso esperé.

Como describí anteriormente, la historia se centra en el grupo de niños sobrevivientes después de que sus padres son masacrados y la I.A. de la nave asumiendo el papel docente tras la tragedia. A menudo se dice que los niños son conocidos por su resiliencia, y aunque Jeff Lemire no los muestra emocionalmente inmunes a la situación, sí que se apoya en esa resiliencia. Los niños, liderados también por Lil Wu (la mayor), uno por uno aprenden los roles necesarios para mantener la nave en funcionamiento, según en lo que sobresalen en la escuela. El “diferente” es Isaac, porque su madre fue la separatista y responsable de las muertes. Pero en lugar de adoptar el estereotipo de «como no le agrado a nadie, me convertiré en malo», Lemire muestra a un Isaac superando las suposiciones. Un gran personaje, que subvierte astutamente las expectativas de los guiones habituales. Val, sin embargo, es la chispa que hace que la historia funcione. Y hasta ahí puedo leer…

Estilísticamente, Gabriel H. Walta es un ilustrador muy a tener en cuenta. Sus páginas evocan (parece que sin esfuerzo, pero sólo lo parece) el vasto vacío del espacio, que es en sí ,un mismo un eco de lo que sienten los niños. Cantidad de viñetas de toma angular, a veces a caballo entre una página y otra, un efecto muy chulo que muestra lo que se puede hacer con un estilo minimalista cuando se utiliza correctamente.

Sentient es una obraza que merece film, por el simple motivo de llegar a más gente. No tienes que ser aficionado a la Ciencia Ficción para que te guste, ya que es un drama humano por encima de todo. El arte es magnífico y el guión lanza una reflexión al mundo: ¿Pueden las máquinas aprender de nuestra supuesta humanidad?

Reseña: Space Bandits, de Mark Millar, Matteo Scalera y Marcelo Maiolo

A las novedades de Millar en nuestro país hay que estar siempre atentos por la sencilla razón de porque sí. Y más cuando se meten en algo tan rancio, tan ochentero, tan nuestro como es el argumento de Space Bandits. Una primera escena: dos bandidas, una de ellas famoso en toda la galaxia y la cosa poniéndose fea cuando ambas son traicionados y abandonadas a su suerte. Del tirón. ¿Un homenaje en toda reglas a Tango & Cash? Madre mía, madre mía, ahora tienen que encontrar una manera de escapar de cárcel espacial para poder vengarse de sus antiguos «amigos». ¿Y sabéis lo gracioso? Que muchos de los que estáis leyendo esto no sabéis ni quienes eran Tango & Cash… Madre mía. Como suele pasar, quedas enganchado con Mark Millar al momento. Da igual la obra con la que te inicies. Millar presenta bien la narrativa en Space Bandits, te lanza un argumento que se dispersa en varias direcciones, pero aun así nunca te sientes perdido mientras pasas de un escenario a otro. La caracterización es otro punto fuerte. Aunque como mencioné, rinde un homenaje demasiado evidente cambiando únicamente el trasfondo, este hombre tiene el don (junto al enorme dibujo de Matteo Scalera) de aportar personajes frescos en un contexto rimbombante. Los eleva a otra dimensión, y por encima de los arquetipos genéricos, Millar es un grande entre los grandes.

Space Bandits es de todas-todas el cuento de una venganza que involucra a un elenco de personajes convincentes centrados en Thena Khole y Cody Blue. Se le puede acusar de lo mismo de siempre: se ve a leguas que es un guión básicamente escrito para serie de televisión (ya sabemos del hermanamiento de Millar con Netflix), pero es que es así, puedo imaginarme toda y cada una de las páginas de Space Bandits en la pantalla. Un cyberpunk y western espacial mezclados, al estilo Blade Runner haciendo un mix con Firefly o Cowboy Bebop; y un poquito de Akira, por que no. Todos esos elementos que siempre estuvieron para los niños de los 80 en el futuro, y definitivamente están en el futuro, porque, como todo el mundo sabe, los 80s son el verdadero futuro.

Así que hablemos de la trama: Thena Khole y Cody Blue se encuentran entre los criminales más buscados del universo. Cody lidera su propia banda de forajidos a sueldo para cometer robos, pero también es conocida por ser blanda porque siempre lo hace de manera que nadie resulte gravemente herido o muerto. Bastante inusual para el líder de una pandilla, pero solo es una razón más para ser increíblemente adorada por sus fans. Al otra lado, están Thena y su novio, Yiggo Lust, que usan sus recompensas como herramientas para elaborar aún más. ¿Cómo? Finge ser una cazarrecompensas, entrega y recoge la pasta, luego ella lo manda todo a la mierda con una explosión y en la puerta le espera su conductor para la fuga. Es una forma bastante rápida de ganar mucho dinero, y también es fácil, si tienes a Yiggo, por supuesto. Piloto a batir. Todo va según el plan para Cody y Thena, hasta que ambos son traicionadas, puestos sus pellejos en un plan maquiavélico, para que acaben en la trena. Y a partir de ahora, dos chicas furiosas, llenas de odio que claman venganza. Nada va a ser bonito. Patear traseros es una frase que se va a quedar corta en el Universo…

Este genial volumen, disfrutable a tope para los que amamos los Ciencia Ficción dinámica de acción y diseño y ambientación por encima de todo, recopila los cinco numeritos de esta miniserie que es todo un espectáculo. El artista Matteo Scalera lo es con sus lápices, se ponga en el contexto que se ponga. Además, cuenta aquí con los colores de Marcelo Maiolo que son absolutamente hermosos. My friends, en Space Bandits, se junta todo. Pero la verdadera fuerza de esta obra es la construcción del diseño estelar, digna de una buena serie de TV o de un buen libro de rol. Que sí, que tiene sus elementos estrafalarios que rinden homenaje a tópicos clásicos, no obstante, eso que hace que sintonices y admires lo que va sucediendo, y tus ojitos también repararán en el conglomerado exterior.

Dicen que Millar es siempre resultón. Me parece un insulto. El cyberpunk aquí creado no es solo digno de pantalla, es digno de ser ampliado en cualquiera de las facetas frikis que conocemos. No soy fanático de Millar pero con esta obra me ha tocado la patata por que ha sido capaz de llevarme a ese lado del disfrute de cuando vi por primera vez El Imperio Contraataca, El Quinto Elemento o la mismísima Tango & Cash. Además, el tito Millar deja siempre en el lector esa sensación de anhelo. ¿Estamos ante el Prólogo de una historia mucho más amplia?

En Netflix, dicen.

Veremos.

Reseña: The Fade Out (Deluxe Edition), de Ed Brubaker, Sean Phillips y Elizabeth Breitweiser

Tuve un amigo que amaba cualquier argumento que hiciera referencia a novela negra, cine de época y entorno político-detectivesco de los años 50. La persecución de “comunistas” en Hollywood, las grandes novelas de Dashiell Hammett, Raymond Chandler y films provenientes de libros como La Dalia Negra y L.A. Confidential. Todo esto era súper ideal de la muerte para él. Y aunque yo lo criticaba sarcásticamente en días nublados, en cierto modo, me lo inculcó. O me pasó su fiebre. Pues si algo tiene el ser humano pasionario de gustos enfermizos es un inmenso poder de contagiar al de al lado. Siempre que estén en su misma onda y sean receptores abiertos, claro. El tema es que leí y vi bastantes cositas que a él le molaban, y en ese trajín de gustos que por supuesto disfruté, yo también descubrí cositas pero más de mi campo. Me topé con Ed Brubaker. Con su Soldado de Invierno, con su Criminal, su Batman: Gotham Noir, su Gotham Central, su Sleeper, su Fatale, su Velvet y su Kill or be Killed. Es decir, el género negro hecho cómic. Pero no el género negro bla-bla-blá y bla-bla-blá; el mejor thriller, el mejor cómic de espías, el jodido mejor género negro hecho cómic. Díganme ustedes entonces si tras tanto «sufrido» (os aseguro que no conozco a nadie y digo nadie que no le haya gustado ni siquiera una de las obras anteriores), nadie; cómo diablos no iba yo a pillar esta Deluxe Edition de The Fade Out que vuelve a editar Panini Cómics en su sello Evolution Cómics.

La historia tiene lugar en 1948, la edad de oro de Hollywood y el antiguo sistema de Estudios. Es una época de prosperidad de posguerra que se refleja en películas ostentosas y glamourosas en Hollywood. Durante estos días, los Estudios tenían TODO el poder y la influencia de Hollywood. Había mucho dinero en la industria del cine y dada la paranoia de la Guerra Fría, el incipiente FBI tenía un gran interés por erradicar a los presuntos simpatizantes comunistas dentro de la industria. Intereses duales de los estudios y el FBI dieron como resultado un Hollywood lleno de guionistas y actores que compitieron vendiendo al de al lado como competidor comunista, para que fueran puestos en la lista negra y eliminados.

Ser etiquetado como «comunista» e incluido en la lista negra es exactamente la situación en la que se encuentra uno de los protagonistas en The Fade Out. El otro, aún experimentando una carrera exitosa, está luchando con el trastorno de estrés postraumático de sus días en la guerra. Juntos, los dos se topan con un asesinato que se convierte en algo más grande de lo que uno puede imaginar… Un «noir» o un «hard-boiled» como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950); una trama oscura y violenta, pero también inteligente que nos muestra a un Ed Brubaker en su mejor momento.

Lo que hace que The Fade Out sea tan convincente es la atención de Brubaker a los detalles con respecto al período de tiempo. Leí una entrevista en la que dijo que basó esta historia en los relatos de su tío, que fue guionista de género negro durante dicho período. Todo-todito-todo te traslada a la época como hacen las buenas novelas de Hammett. Desde la jerga, la cruda descripción de la segregación de la costa oeste, las diferentes experiencias de la posguerra para los veteranos y los altibajos de la vida en Hollywood, todo se corresponde con precisión con aquellos momentos de penuria y vida. Como cinéfilo y amigo del “pasionario” que me lo inculcó, he leído libros y ojeado documentales de esta curiosa época norteamericana. En aquellos días, los actores, y las mujeres en particular, eran tratados básicamente como esclavos en la industria del cine. Y Brubaker captura ese lado feo e ignorado de los primeros días de Hollywood al explorar a los guionistas que, en última instancia, eran simples herramientas de los Estudios. Ironía negra clásica que resulta ser verídica en uno de los finales de cómic más tristes de todos los tiempos. Teniendo en cuenta, además (¡Tened en cuenta!), que esta trama se disfruta con delicadeza, paciencia, como realmente se lee una buena novela negra. Esas que aportan datos, más en los detalles y conversaciones, que en la propia prosa.

Estamos hablando de una Edición Deluxe que recopila los doce números de la serie, reparto de personajes, extras, biografías y bueno, siempre sin olvidarnos del gran Sean Phillips, alma gemela ilustradora de la mayoría de las grandes joyas escritas de Brubaker. Apoyado en un coloreado maravilloso de Elizabeth Breitweiser que lleva el cómic a un nivel grandioso visualmente. Me alegró mucho oír que se rumoreaba una adaptación cinematográfica en breve.

Así que leed The Fade Out si sois fanáticos del «noir». Leed esto si sois cinéfilos. Leedlo, si os encanta el drama criminal. The Fade Out es una maravilla que satisface a todos y obviamente acaba de posicionarse en el top de mis mejores lecturas de este odioso año.

Indispensable.

Reseña: Die. Corazones Rotos por la Fantasía, de Kieron Gillen, Stephanie Hans y Cowles

Esto es lo que necesitáis saber sobre Die.

Die os suena.

Die se siente como algo muy cercano.

Lo primero que me atrajo de esta serie fue la definición que le dio en una entrevista el guionista Kieron Gillen donde la describió como un «Jumanji Gótico». Y es cierto que la base la tiene. El punto de partida es ese. La trama, a groso modo, trata sobre un grupo de niños que se topa con un juego de mesa que en realidad contiene un mundo fantástico en el que tendrán que lidiar con las consecuencias de sus acciones. No obstante, mi flipadura y súper sorpresa con Die viene de una historia que propaga ese potente enganche que tiene en sus inicios Stranger Things o It; donde también un grupo heterogéneo de inadaptados se ve atrapado en la persecución de una fuerza malévola. Incluso tiene también ese toque chulo de Las Crónicas de Narnia o aquella gran historia triste que era Un Puente hacia Terabithia. Historias sobre escapismo infantil.

Dentro de su sello Evolution, Panini Cómics trae a nuestro país este primer volumen tan esperado de Die. La obra puntera del momento de Kieron Gillen y Stephanie Hans, todo un éxito de ventas en USA. Donde con una sinopsis inicial nos oferta que un grupo de cuarentones debe luchar contra el horror al que apenas sobrevivieron cuando eran jugadores adolescentes de una partida de rol, pero que tras sus recuerdos se abre una historia tremenda y con una profundidad increíble. Y hay más. Por que Gillen ofrece una de las mejores aperturas de trama que he leído en mucho tiempo. Establece sucintamente el mundo, el conflicto y el gancho para el resto de la serie y parece que casi sin esfuerzo. Telegrafía momentos narrativos y lo que nos cuenta desde el principio nos da un puñetazo narrativo. Pues Die no es otra cosa que un tributo y una subversión a la fantasía de nuestras mentes en la infancia, de los juegos que jugábamos cuando no entendíamos completamente las reglas, pero esos mismos que disfrutábamos junto a nuestros amigos por encima de todo.

Un lugar donde escapar y dejar atrás todos los problemas que nos esperaban en casa.

En Die, Gillen y Hans, han demostrado ser un dúo dinámico que desarrolla un mundo de terror y fantasía alarmantemente seductor. En serio, menudo descubrimiento. Me siento emocionado de agregar esta serie a mi lista de espera por hype. Donde suma bastante el arte de Stephanie Hans que oscila entre la evocación a la nostalgia borrosa que a muchos nos atañe de aquellos años 90, añadiendo un matiz de fantasía oscuro, clásico, muy familiar. Y escalofriante y maravilloso a la vista…, para los que amamos el Terror por encima de todos los géneros.

Die está hecho para que la sintamos cercana. El guionista es increíblemente consciente de cada uno de los tópicos y ha seleccionado quirúrgicamente la elección de cada palabra para asegurarse de que la trama se diferencie a su vez y no se parezca a nada que hayamos leído o visto antes. O al menos, no mucho. Las presentaciones de los personajes iniciales son sombrías, la introducción al juego central dice rotundamente: ¡Esto no es una mierda de D&D listo para usar al abrir la caja!

Esto es fantasía para adultos.

Die exige ser leído.

Reseña: Moonshadow, de J.M. DeMatteis, Jon J. Muth y VVAA

Moonshadow fue una de las series de cómics más aclamadas de los 80s cuando salió por primera vez en Epic. Una secuela, Farewell Moonshadow, vio la luz en la siempre recomendable Vértigo en 1997. Ahora, muchos años después, Dark Horse y Panini Cómics a través del sello Evolution Cómics, acaban de publicar en nuestro país una lujosa edición en tapa dura que reproduce la serie original. Encima, con una sección de material adicional. A ver, por si aún no me habéis entendido: ¡Sí! ¡Llegó el momento! ¡Tenéis qué haceros con esta maravilla ahora que por fin vuelve a estar disponible! La obra que llevó a lo más alto a su escritor y creador J.M. DeMatteis, una obra que muchos años después sigue proyectando una enorme sombra sobre su carrera. Algo muy parecido a lo que le sucede a Neil Gaiman con Sandman.

Conoce a Moonshadow, el hijo de una joven hippie judía y un globo de luz alienígena alocado y sonriente. Esta serie, originalmente producida en doce partes, fue escrita y editada en lo maravillosos años 80, pero reeditada en 1994 y 1995, que es cuando yo la conocí por primera vez. Eres joven, sin dinero para todo lo que deseas, series que tristemente tienes que dejar pasar, y para colmo, ningún amigo cercano la continúa; que era el método entonces para poder leer algo que no coleccionabas. Pero recuerdo que me gustó mucho y que tuve esa espinita clavada largo tiempo. Además, enganchaba. Una historia de un viaje hacia la madurez y el despertar. Ideal para aquellos maravillosos años.

Moonshadow es un cómic perspicaz, brillante y absolutamente hermoso. Con impresionantes obras de arte pintadas en acuarela, cortesía de Jon J. Muth. Las palabras y las imágenes fluyen y se mezclan en perfecta armonía. La serie está bien escrita, es tranquila, dulce y conmovedora a la vez. Al releer el inicio, bonitos recuerdos afloraron en mí y ciertos momentos me encogieron el corazón. Moon deambula por el universo, ve morir a su madre, pasa tiempo en un manicomio, se une al ejército, pierde su virginidad, encuentra brevemente un hogar y luego lo pierde… Una trama constante que no para, con un protagonista que le va sucediendo una cosa tras otra. Su padre (componente de una raza de seres aparentemente omnipotentes pero completamente impredecibles) aparece a intervalos aleatorios y a veces solo para burlarse de Moon. Según como te coja el cuerpo, los encuentros y desencuentros con este ser, te ponen de los nervios. Una serie narrada por un viejo señor Moonshadow, del que te compadeces después de todo lo vivido, sentimientos hacia un narrador afligido.

Por otra parte, varios mini arcos argumentales. Con cierta mención al Viaje al Despertar, de Moonshadow, te mantienen totalmente intrigado (cómo lo estás ahora) sobre la naturaleza de esta idea. Bien, pues deciros, que al igual que todos ustedes y después de leer los primeros doce números en aquellos años, muchos lectores movieron este tema tanto que se le tuvo que preguntar al autor sobre su significado. Me parece curioso, por que los que hemos leído mucho sabemos que es una idea general creada por el autor, qué únicamente debe quedar como referente en tu subconsciente (o en la retina, como se dice ahora) durante la lectura. Ella sola debe evolucionar para que comprenda a qué se refiere. Pero no es dificil, mi opinión es, que quizás fuera una idea demasiado madura para niños lectores de entonces. Sólo hay que poner atención a cuando Moon y sus compañeros llegan al planeta Shree-Quack-Quack, y dan con un profeta que afirma haber descubierto el significado de la vida. Uno por uno, sus compañeros se unen a la multitud de seguidores de H’onnka, marchando felizmente en círculos hacia el profeta. Ese que tiene acciones ilógicas y ridículas, pero sus seguidores aparentemente tienen total fe en conocerlo. Sin embargo, Moon se aparta, solo, dirigido por el fantasma (o el recuerdo) de su madre muerta. Y es allí, en una cueva solitaria donde llega al final de su viaje.

La metáfora está servida. La metáfora de la vida.

Moonshadow es un integral que acaba de ver la luz en librerías. La obra definitiva de J.M. DeMatteis, Jon J. Muth, Kent Williams, incluso de George Pratt. Una idea, un mundo, un cómic inspirado en la canción de Cat Stevens del mismo nombre. Una sátira en forma de cuento de hadas ecléctico muy peculiar. Contada por un Moonshadow de ciento veinte años de edad. El trabajo de una vida. Una serie como ésta es un poco como una Prueba de Rorschach: personas hambrientas de misticismo y revelación encontrarán una aventura inolvidable. Las que no, sólo un cómic de Fantasía.