Reseña: La Familia de la Casa de Muñecas, de M.R. Carey, Peter Gross, Vince Locke y VVAA

La Familia de la Casa de Muñecas (Dollhouse Family) es una de las entradas iniciales a la nueva línea de cómics de Terror de la editorial USA Hill House Comics de DC. Titulazos que ECC Ediciones está publicando en nuestro país. Una editorial que lleva adelante el consumado autor de terror Joe Hill, a quien los fanáticos de los cómics conocerán por haber co-creado la fantástica serie Locke & Key, por ser el hijo de Stephen King y por escribir unos muy buenos libros del género. La Familia de la Casa de Muñecas es obra del guionista M.R. Carey (Mike Carey), los artistas Peter Gross y Vince Locke. Y el colorista Chris Peter. Todos miembros veteranos del universo de The Sandman, y Carey, autor del notable spin-off Lucifer. Un conjunto de artistas también asociados a la magnifica The Unwritten, también de Vertigo. Este grupo parece una comunión ideal para lanzar una nueva línea de cómics de Terror. Y entonces, ¿cómo demonios de La Familia de la Casa de Muñecas no iba a salir una historia súper chula?

Comenzamos la trama sabiendo de una familia inglesa que tuvo mala suerte a principios de los 80. Alice, de seis años, hereda una antigua casa de muñecas de un pariente lejano que tiene más de cien años. Vender esta antigüedad se convierte en una fuente de fricción pues el cabeza de familia dice que podrían sacar un buen dinero vendiéndola. Pero Alice rápidamente se apega al juguete. Y la madre, que es una especie de mediadora, se lo consiente. Hace por que su pareja, a regañadientes, acepte. Pero hay más en la casa de muñecas de lo que parece y Alice rápidamente se da cuenta del tipo de magia que encierra su nueva posesión. Por un lado, la casa de muñecas le ofrece a Alice un escape de la vida real, donde ella y su madre deben lidiar con un padre y marido que empieza con un carácter duro, lo que con los años se convierte en un maltratador. Pero la Casa, de algún modo, le brinda la oportunidad de resolver sus problemas familiares…

La Familia de la Casa de Muñecas va y viene entre el empeoramiento de las circunstancias de Alice y la historia de un señor ilustrado de principios del siglo XIX. Se llama Joseph Kent y en su aventura de cartografiar unas tierras se topa con una cueva alucinante donde se pierde durante ocho días y donde tiene un encuentro con una mujer misteriosa que lo lleva al camino de la locura. A medida que se desarrolla la historia, queda claro que la historia de Kent es una narración de los orígenes del juguete de Alice. Un guión entretejido pero en espiral de la descendencia de Alice respecto a Joseph Kent, centrado en este extraño juguete y el terror que se va abriendo en todas sus formas.

Una maravilla de cómic. Creo que puedo decir de los más vendidos de esta colección. Una, a la que tengo varios amigos enganchados. Siempre digo que no se publica mucho cómic de Terror, pero ahora alego que mucho menos con autores de renombre y con ideas fuera de los mitos lovecraftianos. La historia de La Familia de la Casa de Muñecas recuerda más a la literatura de los grandes clásicos como M.R. James o los geniales cuentos de fantasmas de mi amado Joseph Sheridan Le Fanu. Un horror que no se basa en sustos, sino en lo demoníaco y lo paranormal. Lo sugerente, con imágenes simples como puede ser un vaso de agua a medio-llenar en una mansión abandonada… En composición, La Familia de la Casa de Muñecas también recuerda a los tempraneros cómics de The Sandman y Hellblazer. Tienen ese tono. Si es que hay que admitir que no están al mismo nivel.

Resulta que ese es el tipo de horror que más disfruto. El clímax es un poco apresurado en el primer número, pero sabes que queda mucho por desarrollar en los siguientes números. Y sientes alegría de tener una historia así, ya recopilado en un tomo entre tus manos. Por eso, siempre-siempre agradezco estos formatos de hoy en día. Son historias que te llevas “adentro” de una vez. Se convierten en una miniserie que absorbes, que degustas al completo (cual serie de Netflix).

Los lápices de Gross y las tintas de Locke son lo suficientemente sólidas. No es lo más destacado del titulo, pero son dibujos muy adecuados cuando se combinan con los colores de Peter. Los elementos más demoníacos se representan de manera bastante memorable. Y con unas portadas tremendas, tanto oficiales (muy a lo Coraline, de Neil Gaiman) como las alternativas (que brindan más por la espectacularidad). Todas se incluyen en el tomo. Y es que siempre se debe apostar porque haya este tipo de cómics en librerías. Yo no pierdo la oportunidad. Y quieran o no, el miedo vende.

Echadle un ojo a Hill House Cómics. Llenan el vacío que hay ahora mismo en el mercado de cómic de Terror.