Reseña: Imperio Secreto (Integral), de Andrea Sorrentino, Leinil Francis Yu, Nick Spencer, Steve McNiven y Daniel Acuña

Los cómics de eventos de superhéroes son algo divertido. Eso no nos lo quita nadie y es algo que para los que somos niños de los 70, 80 o 90 no podemos evitar que nuestras orejas se pongan en alto cada vez que escuchamos la palabra “evento”. Para nuestros inicios lectores era algo que nos atraía mucho y a día de hoy nos sigue poniendo burracos el saber que tenemos entre manos un buen tomo contenedor de una mega-historia con cantidad de superhéroes involucrados. Incluso los mejores guionistas a menudo tienen dificultades para lidiar con estas bestias difíciles de manejar, entregar una historia convincente y artísticamente bien elaborada. Pero se ve cierto que un puñado de guionistas en Marvel realmente parecen tener el truco y afortunadamente Nick Spencer es uno de ellos.

El gran crossover del verano de 2017 de Marvel y que por fin edita Panini Cómics en un glorioso tochaco Marvel Now! este mes para deleite del aficionado, fue un evento que comenzó con una base súper atractiva basándose en giros argumentales más significativos en la historia que otra cosa. Explora lo que sucede cuando el mayor héroe del Universo Marvel (o al menos, al que más cariño se le tiene) se convierte en el peor enemigo de todos. Para aquellos que de alguna manera lograron no estar expuestos a Imperio Secreto cuando se editó en grapa, esta miniserie sirve como la culminación de la saga creada por Nick Spencer para con el Capi. Y gracias a un ínfimo detalle al principio, detalle cuántico cortesía de Living Cosmic Cube Kobik, tenemos que la vida de Steve Rogers ha sido reescrita para que ahora sea un agente durmiente de HYDRA desde los primeros años de su existencia. Por lo tanto, Imperio Secreto marca el punto en el que el Capitán América y la resurgente HYDRA se levantan y toman el control del mundo dejando a Los Vengadores preguntándose cómo pudieron haber puesto tanta fe en el tío del escudo.

En lo que respecta a premisas cruzadas, Imperio Secreto se encuentra entre las mejores historias que elaboran esta técnica. Al igual que Civil War, cuenta una historia muy oportuna y políticamente recargada que tiene un impacto claro e inmediato en toda la línea editorial de Marvel. Los primeros capítulos tienen un peso real y un sentido de la importancia que se encuentra rara vez en cómics de superhéroes. La serie aunque demuestra ser capaz de mantener ese impulso a largo plazo termina por tener un final que creó bastante polémica y separó opiniones. Y es cierto que la trama comienza a alargarse después de algunos problemas a medida que el énfasis cambia en la búsqueda dispersa del Cubo Cósmico. Pero el clímax es incapaz de mantenerse siempre. Esto es muy difícil de conseguir y solo los que somos escritores lo sabemos. Por eso en Imperio Secreto, en lugar de ofrecerse un examen profundo de la caída y posible redención del Capitán América, todo culmina en otra batalla genérica entre el bien y el mal. Y entiendo que a la gente le pueda dejar con el culo torcido tanta tralla para después nada. A mí me satisfizo pero entiendo que haya gente a la que no.

La calidad artística de la serie se divide en gran parte entre Steve McNiven, Andrea Sorrentino y Leinil Yu, tres grandes artistas, pero no artistas cuyos estilos necesariamente se mezclan bien. Esa es otra. Pero la buena noticia es que la colección en tapa dura ofrece un paquete bastante completo. Además de la miniserie de diez números de Secret Empire, recopila el capítulo de prólogo Secret Empire #0, el capítulo de epílogo Secret Empire Omega, el vínculo del Free Comic Book Day y el Captain America #25 (que sirvió como final de serie colectiva para ambos cómics del Capitán América de Spencer).

En cuanto al material más directamente relevante, tener este evento de este modo cubre todas las expectativas porque en su conjunto es una historia que marca y da caché el habérsela leido. Así de claro. Así que cerrando el veredicto, en mi opinión, Spencer y McNiven, más que un evento, crean historia íntima y centrada en los personajes. Gran parte de este problema se ve a través de los ojos de un niño llamado Rayshaun, uno de los pocos civiles comunes con presencia de ánimo para ver el nuevo régimen de HYDRA y anhelar el mundo tal como era.

Echadle un ojo si podéis. Spencer no toma precisamente el camino fácil. Ofrece una combinación curiosa de dramas de personajes, espectáculo de superhéroes e incluso humor significativo; todo para equilibrar esos momentos huecos que tiene la historia. Si hasta aquí os mola, tenéis mi enhorabuena por intentar haceros con esta aventura.