Reseña: Liga de la Justicia / Power Rangers, de Taylor y Byrne

Entre los crossovers más sorprendentes que se pueden encontrar en DC dentro del sello Boom! Studios (el cual no para de sacar cositas muy locas) ahora mismo está Liga de la Justicia / Power Rangers. Lo acaba acaba de publicar ECC Ediciones por fin, en tomo de tapa dura recopilatorio (ya sabéis que no soy mucho de grapas). Una miniserie diferente y curiosa, se mire por donde se mire. Empezando obviamente porque seguramente nadie imaginaba que estos personajes pudieran estar en el mismo universo alguna vez.

¡Cuidado, van a metamorfosearse!

¡La Liga de la Justicia aún no conoce a estos adolescentes tan temerarios!

A tope con la presentación.

Tom Taylor es el aclamado guionista de Injustice y DCsos, y ahora se une al dibujante Stephen Byrne para este casi evento y despiporre de cómic. Para muchos, dos mundos de la infancia chocando en una nueva aventura cargada de nostalgia. En mi opinión, un título en el que ya entras con una sonrisa en la cara. Y aunque nunca fui de Power Rangers (me pilló ya con unos añitos), sí que disfruté y reí con algún que otro capítulo junto a mi hermanita pequeña en el sofá de casa en aquellos años de estudiante. ¿Sensaciones? Muy similares a lo que sentí al leer Batman / Tortugas Ninja reseñada el verano pasado (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6407) o Green Lantern / El Planetra de los Simios que disfruté hace casi dos años (https://www.cronicasliterarias.es/?p=453).

Liga de la Justicia / Power Rangers sacará a relucir tu niño interior. Los coleccionistas lo van a disfrutar. Uno más de esos What if…? rarunos, como los llamo yo. Y más cuando trata viajes interdimensionales, de los más locos que te puedas imaginar. La historia comienza en una Angel Grove destruida, la ciudad natal de los Power Rangers. Allí Zack (Black Ranger) es consolado por Superman, diciendo que el accidente no fue culpa suya. A partir de ahí, retrocedemos treinta y seis horas atrás donde Lord Zedd está atacando la sede principal de los Power Rangers. Para proteger su cuartel general, Black Ranger decide teletransportar a Lord Zedd y sus secuaces, y sin querer, los envía a un universo diferente. Al nuestro. Después de que el resto de los Rangers lleguen para salvar a su amigo malherido, para colmo, tendrán que enfrentarse a los héroes de nuestro mundo: la Liga de la Justicia.

Lo dicho. Si disfrutas esta aventura en tono alegre y no te la tomas demasiado en serio, la disfrutarás un montón. Es divertido y entretenido ver a la Liga de la Justicia reaccionar ante las habilidades de los Power Rangers, pero creo que eso es casi todo lo que va a ser esta historia: divertida y entretenida. Aunque uno a estas alturas tampoco pide más a la hora de sentarse a leer. Además, las ilustraciones de Stephen Byrne son limpias y brillantes. Dibujadas y coloreadas por él mismo, aquí hay mucha viñeta-espectáculo. Sus interpretaciones de los miembros de la Liga de la Justicia están a la par con la mayoría de los artistas que trabajan en DC, pero me sorprendió ver que su versión de Superman es mucho más pequeña que casi todas las versiones vistas anteriormente…jajaj.

Que sepáis que también me emocionó ver a un Voltron en una poderosa splash-page.

Nadie puede decir de estos autores que no hayan creado una trama palomitera y emocionante dentro del «juego» que se propone. ¿Lo más profundo? Hacer ver a los Power Rangers y a la Liga de la Justicia que el enemigo de su enemigo es su aliado.

¿En conclusión?

Nostalgia pura.

Reseña: Batman. El Contraataque del Caballero Oscuro, de Frank Miller y Lynn Varley

No podía faltar dentro de la genial colección DC Black Label el último aporte que hizo Frank Miller al mundo del Caballero Oscuro; que por cierto, se le llama así por su ingenio. El Contraataque del Caballero Oscuro fue una idea muy esperada, desde el mismo momento en que su predecesora se publicó. Pero a muchos fans no les gustó. Y es que este es el tema de siempre: después de una gran obra, de un gran film, de un gran cómic, de un gran libro… ¿qué viene? ¿Otro mejor? Pocas veces se consigue. En sólo algunos casos un autor o un artista consigue llegar a su cima, a su clímax, adopta el estado sobre-inspirado, con el don a tope y sale lo que sale. Una maravilla. Un tesoro como fue y es El Regreso del Caballero Oscuro. Pero como os digo, esto es dificilísimo de conseguir y no todos están en el momento preciso, en la hora adecuada, ni llevan el don potenciable dentro. Esto solo lo entiendes al cien por cien cuando eres creativo. Y se entiende que el fan siempre quiere más de lo mejor, obviamente. En este caso, de aquel Caballero Oscuro con el que tanto lo flipamos. Llegó en 2002 y en tres libros o partes que forman un todo. Se llama El Contraataque del Caballero Oscuro. Pero hay que entender que no salen «Picassos» todos los días…

Una cosa que me gusta y que le debe pasar al maestro FranK Miller, es que su mente debe seguir en los benditos años 80. El Contraataque del Caballero Oscuro se lee como un cómic de mediados de esa década. Unos años donde esas musas de las que hablo estaban a tope en muchos autores. Brotaron personajes y series súper molonas. No obstante, cuando se fue acabando la década, la industria del cómic se estaba muriendo. Las ventas bajaban en picado, los cómics fueron ignorados por la cultura dominante y los superhéroes eran impotentes frente a villanos de la vida real, como tramas de reciclaje, ídolos repetitivos… Pero justo cuando las cosas se veían más oscuras, descendió de una noche sin luna, Frank Miller. Apareció con su innovadora novela gráfica e injertó la angustia moderna en los mitos de los cómics. Creó una obra literaria que definió el género. También soy de los que piensan que Batman renació en este momento. Miller puso de nuevo los cómics épicos en el candelero. La revista Time y Rolling Stone elogiaron a Frank Miller y los 90 empujaron aún más a los cómics gracias a la peli de Tim Burton, el cual confesó estar muy inspirado por la novela gráfica. Desde entonces, los cómics comenzaron a explorar nuevas direcciones artísticas, lo que trajo una nueva generación de lectores al mercado y ayudó a impulsar las ventas de cómics a máximos históricos. Un Regreso…, de todas-todas.

En 2002 llegó El Contraataque del Caballero Oscuro (The Dark Knight Strikes Again), la secuela del clásico. Inicialmente, el lanzamiento de DK2 (como se le llamó al principio, como broma a las tendencias de películas de aquella época) atrajo mucha atención en los medios. Lo recuerdo, fue durante los años en los que empezamos a reseñar en Desde New York – Crónicas Literarias. De hecho, recuerdo que un amigo que vive en Brooklyn y reseña, me comentaba entonces que participó en un trabajo solicitado por el propio editor de DC Comics, en el que tenían que mirar cada una de las copias anticipadas para asegurarse que todo estaba más que perfecto para su distribución. Las oficinas de DC en Nueva York estuvieron a tope para anunciar el más esperado regreso del Batman, de Frank Miller. Pero entonces el público leyó El Contraataque del Cabllero Oscuro y los críticos calificaron la obra de arte minimalista y dijeron cosas como que estaba «dibujada apresuradamente». Los colores digitales superbrillantes de Lynn Varley se describieron como «enjuague bucal con sabor verde». ¿¿?? Peor aún, a muchos lectores no les gustó cómo Miller encaró la obra en forma de burla hacia la mitología de los superhéroes. Como dijo Bob Lipski, un dibujante que trabaja en DreamHaven Books and Comics: «Los fans han sentido que Miller escribió DK2 como forzado a hacer una jodido trabajo que no quería». Lo cual es una pena. Porque en primer lugar, ya os digo que gente que habla así, poco conocen a Frank Miller. Y ahora encima yo os digo, casi veinte años después, que tenéis que leerla y opinar por vosotros mismos.

Vais a encontrar una versión tan revolucionaria del personaje (que es lo que preocupa verdaderamente a la industria, pero mola), que de tan diferente que se vuelve, a mí, por lo menos, me encanta. Un cosa está muy clara: Miller tocó la fibra a mediados de los 80 con El Regreso del Caballero Oscuro porque los cómics no estaban a la altura de su potencial. Sin embargo, la revolución que inició Miller ha ido en exceso y eso a los conservadores o puritanos no les gusta. Para ellos, El Contraataque del Caballero Oscuro se vuelve un extraño candidato a la alegría. Y sonreír no está bien visto para el que usa traje de chaqueta. Ambientada tres años después de los eventos de su predecesora, con una USA que se vuelve un estado policial donde la Declaración de Derechos ha sido derogada, la gente no hace nada y un presidente holográfico está controlado por el magnate de los negocios Lex Luthor. Peor aún, la mayoría de los ciudadanos no se preocupan por las libertades que han perdido: están demasiado ocupados viendo programas porno y hacen vigilias a la luz de las velas en los días de sol… Decidme si no es interesante una historia que pregunta en voz alta, si es mejor ser feliz y estar esclavizado, o estar hundido en la miseria pero libre.

Opinad por vosotros mismos: SIEMPRE.

Reseña: El Escuadrón Suicida. Orígenes Secretos, de VVAA

Por lo bajini, la última película de James Gunn, El Escuadrón Suicida, nos ha presentado por fin, bien hecho, un film fuera de actores que van de ídolos y que lo primero que piden es tener más minutos en pantalla. Con la dignidad y la humildad por delante, James Gunn ha creado una película que es él, en esencia. Un «boom» de largometraje en muchos aspectos. Y aunque se la acusó de sangrienta, de violencia gratuita, tened en cuenta que este tipo de troles, o no les gusta ver que DC triunfa o no han leído cómics de este grupo en su puñetera vida. Tened en cuenta que está considerada una de las mejores pelis trasladadas a la gran pantalla de un cómic. Un cómic/película de personajes donde todos brillan. Y ahora digo: el cómic donde debéis poner el ojo a poco que os gustara la peli es Orígenes Secretos. Tomaco que publicó ECC Ediciones en una genial edición recopilatoria, volumen que tiene la particularidad de llenar el vaso medio lleno del fan que quiere saber más y más de cada uno de los protagonistas de este grupo tan característico. 

Saber más de un grupo de reclusos que el gobierno usa forzadamente para misiones de riesgo con la condición de reducirles pena, aunque la mayoría de los casos trabajan amedrentados, secuestrado bajo «otros recursos”, que les tiene implantados la señorita Amanda Waller; conocida como El Muro, personaje creado por los maestros John Ostrander, Len Wein y John Byrne. ¿No la conocen? Amanda Waller es una antagonista y aliada ocasional de los superhéroes del Universo DC, una funcionaria gubernamental despiadada y de alto rango que usa la astucia, las conexiones políticas y la pura intimidación para lograr sus objetivos. Carácter fuerte digno de estudio así como directora de las misiones mortales asignadas al Escuadrón Suicida. Y una especialista que supervisa la investigación de personas con poderes.

El Escuadrón Suicida: Orígenes Secretos fue una novedad de agosto, pero no quise perder la oportunidad de recomendarlo por lo que aporta. Pero primero:

NO ES UNA REVISIÓN EN VIÑETA DE LA PELÍCULA

Que quede claro. Esto es lo que tiene de malo ponerle a cómics las portadas del film. Aunque entiendo que toda publicidad es poca para mover el medio. Lo entiendo. Pero los fans comiqueros deben saber que aquí dentro se encuentran los orígenes de cada uno de los componentes de tan distinguido grupo. Comunión que nunca debió existir pero existe. Y encima se les da bien trabajar juntos siempre que haya cabezas por reventar y tipos por extinguir que no merezcan la vida. Además, esta selección de historias también incluye una aventura sobre la juventud de la mismísima Amanda Waller, la mujer implacable que dirige la Fuerza Especial X.

Lo cuenta muy bien en una mini-introducción Fran San Rafael como siempre. Tras la genial presentación con la que se inicia con cuatro numeritos del clásico personaje de El Pacificador (inminente serie de TV, que por cierto, dirige y guioniza también James Gunn); pero el resto del volumen incluye aventuras realizadas por autores legendarios como John Byrne, que escribió y dibujó la primera aparición de Bloodsport en la serie mensual de Superman; Alan Grant, John Wagner y Norm Breyfogle que sacaron adelante el debut del Ratonero; o Gail Simone y Ed Benes que convirtieron a Savant en uno de los personajes punteros de Aves de Presa. Pero también queda espacio como bien se indica para la primera aparición del Rey Tiburón en aquella destacable colección de Superboy de los 90. En definitiva, ver dónde comenzaron Deadshot, Harley Quinn y el resto de componentes de un grupo que reparte más que recibe, al cual en muchos casos se les van las misiones de la mano. No tiene precio.

O sí lo tiene y uno muy recomendable por calidad/precio. Contenido del bueno y que insisto, no estamos ante un cómic que revisite la película. Es un tremendo compendio, una tremenda aportación para el fan que desee saber más de estos personajes. Si quieres tener una idea de qué es El Escuadrón Suicida, quiénes son sus miembros y qué papel juega en el Universo DC, es mejor volver al principio, ¿no? Pues eso es exactamente lo que aporta Orígenes Secretos.

No tengo ninguna duda. Este volumen reposa en la cómicteca del distinguido James Gunn.

Reseña: Batman. El Mundo, de VVAA

Hoy toca Batman. Recomendar uno de los mejores tomos que he leído últimamente con historias del personaje. Claro. Tampoco me iba a equivocar mucho con Batman: El Mundo, ¿no? Perdonad, pero uno tiene mucho por leer, la vida es corta y los libros y cómics son muchos. Y es que toda obra que encabece Brian Azzarello en los guiones, junto a todo un conjunto de autores, y Lee Bermejo al dibujo, y todo un conjunto de ilustradores; en eso, my friends, uno poco puede fallar. Batman: El Mundo es un evento internacional que se publicó hace nada en nuestro país en dos ediciones: una con portada de Paco Roca (ésta que os traigo) y otra con portada de Lee Bermejo. Pero ambos volúmenes contienen lo mismo. Una idea tan poderosa como es poner al orejas picudas al servicio no de una sola ciudad, sino del mundo entero. Se le propone que mire más allá de los puentes, los callejones y los rascacielos de su oscura ciudad para que se percate de que la justicia no entiende de fronteras y que viaje. Que hay maldad en cualquier rincón de este mísero mundo. En definitiva, relatos de diversos autores que nos llevarán a ver como el Caballero Oscuro se defiende y antepone su vida por otros, allá por otras zonas del mundo. La lucha por la justicia pasa por la globalización en una antología de tapa dura que recopila historias protagonizadas por el Caballero Oscuro cuando abandona Gotham City en busca de aventuras. Escrita e ilustrada por equipos creativos también de varias partes del globo, esta colección de relatos presenta los mejores talentos creativos de más de una docena de países. Cada historia sigue al orejas picudas en una ciudad diferente. La antología se lee como una celebración del legado de Batman pero sirvió también para presentarle a los lectores USA (país que aún anda en el ensimismamiento), presentarle a todos ellos el talento creativo que existe en otras partes del planeta.

Comentaros que, como antología, Batman: El Mundo no tiene un tema general fuera de las cositas que le van ocurriendo a Bruce en diversas ciudades del planeta. En cambio, cada capítulo sigue al señor Wayne mientras viaja a otro país y si tiene que pasar a formato Batman, lo hace; cosa que en otras historias (por favor, nunca dije que el Caballero Oscuro no hubiera viajado nunca), parece que había cierta reticencia a usar el traje en país extraño. Por eso, en este volumen vamos a ver como da leña sin cuartel en Francia, España, Italia, Alemania, República Checa, Rusia, Turquía, Polonia, México, Brasil, Corea del Sur, China, Japón y en su país natal también. Si bien cada historia es una trama independiente, muchas de ellas exploran la cuestión: ¿Por qué Batman perdura como símbolo de esperanza siempre en la oscuridad? Y, ¿cuáles son las repercusiones de ser un justiciero?

Buena pregunta.

Como en cualquier recopilación de historias que se precie, no todos los relatos son un «home run». Y ahora viene lo fuerte: podría decirse que la historia más débil es el capítulo inicial, el que hace el equipo creativo más potente como son Brian Azzarello junto a Lee Bermejo. Si bien el estilo pictórico hiperdetallado de Bermejo y su versión gótica de Batman está técnicamente bien hecho, se adentra casi en la parodia con su violencia gráfica y páginas de presentación de héroes y villanos con poses dignas de los mejores marcos de una tienda de cuadros. El guión de Azzarello lleva la narración de estilo noir a un extremo que parece algo manido. Pero bueno. Se les puede perdonar porque no es otra cosa que una presentación. Afortunadamente, la siguiente historia retoma mi gusto por leer cositas de vez en cuando del Caballero Oscuro, con una historia de Catwoman ambientada en París, que curiosamente elaboran Mathieu Gabella y Thierry Martin. Un marcado contraste con la historia anterior. No obstante, las mejores historias que aprovechan la perspectiva y la cultura únicas de la herencia del país al que representan, son para mí gusto, las que nos llevan a Brasil, México y Alemania. Pero la historia más impactante es la que se marcan los creadores italianos Allessandro Bilotta, Nicola Mari y Giovanni Niro. Un guion que sigue a Batman y su relación con un nuevo villano llamado Ianus, basado en la figura de dos caras de la mitología romana que ve el pasado y el futuro a la vez… Maravillosa.

Cerrado por Vacaciones, la historia española de guión, dibujo, color y portada de Paco Roca y rotulación de Dolores Faraco, es otra maravilla. Pero simplemente porque el trabajo del señor Roca siempre es portador de una enorme calidad y regusto a los ojos. Siempre lo es.

Batman: El Mundo es un tomo único para disfrutar en cualquier momento del personaje DC con más seguidores del tercer planeta a partir del Sol. Una reliquia que merece un espacio en el estante de cualquier coleccionista.

Reseña: Green Arrow. Año Uno, de Andy Diggle y Jock

No todos los Año Uno son formidables. Pero hay dos que sí. Batman: Año Uno, por supuestísimo, del dios Frank Miller y Green Arrow: Año Uno, de Andy Diggle y Jock. Así. Lo digo ya. Directo. Del tirón. En toda la cara. Se ha subido al podio de joyitas comiqueras que he descubierto este año, de esos tomitos que no esperaba que me fliparan tanto y a los que llego tarde, por supuesto. Probablemente, tienes razón en lo que piensas, quizás sea yo el tontolabas-disperso que andaba perdido sin haber leído aún esta maravilla. Seis numeritos ahora recopilados nuevamente en un tomito en tapa dura al que muchos otros «dispersos» deberían echar un ojo. El origen definitivo del Arquero Esmeralda, narrado por los multipremiados autores Andy Diggle (Batman, Los Perdedores) al guion y Jock (La Cosa del Pantano, Hellblazer) al dibujo. ¿Y el por qué de tanto flipe? Green Arrow: Año Uno es una lectura tan rápida que tuve que asegurarme de lo que había leido. Y ese mismo día, por la noche, decidí revisitarlo. Con la segunda lectura me dije, este cómic es una maravilla.

Andy Diggle prepara al malcriado y señorito Oliver Queen y lo encara directamente a una caída, es decir, le da un patadón y lo pone mirando pa´Cuenca para que lo pase mal de verdad. Todo con un arte de Jock que encandila. Incluso al entrar, sabiendo por su sinopsis (¡no lo hagáis!) lo que iba a suceder, devoras el tomo cual peli de acción ochentera con sensaciones a lo Comando o Predator. Primero la calma para que después todo se torne en desgracias, explosiones y demás. El tema comienza con Ollie y su amigo Hackett, en el Polo Norte buscando desafíos. En realidad, es Oliver quien tiene que ver con el desafío, mientras que Hackett es su guía británico al que se le paga para ayudar a Oliver a arriesgar su vida. Después de salvar a Ollie, Hackett se pregunta por qué diablos se molesta, pero Oliver le recuerda que todo es cuestión de pasta en esta vida… Nos trasladamos entonces y rápidamente a un evento de caridad en Star City donde Oliver anda borracho y promueve el bochorno cosa mala. Está borracho, anda borracho, la caga estando borracho. ¿Ya mencioné que está ebrio? Bueno, realmente es que lo está y termina pujando y ganandose la atención de Howard Hill, el tipo que hizo todos los trucos de Erol Flynn y luego actuó como un completo y total imbécil para la diversión de nadie. Mientras esto sucede, Hackett le cuenta a Ollie sobre un trato que va a hacer con China White en Fiji y, dado que Oliver es ahora el hazmerreír de Star City, acuerda sin tener ni idea que ese trato siga adelante. Pero cuando se entera bien, Hackett no quiere que participe, pero Ollie insiste en seguir con ello y en este punto, si no sospechabas que Hackett no tramaba nada bueno, te dan la razón. La mirada que le da al desgraciado de Oliver Queen os lo confirmará.

Un viaje que comienza bien -Ollie contando que ha conocido a Howard Hill y disparando flechas en el barco en su tiempo libre no tiene desperdicio-, cuando las cosas se ponen feas. Hackett saca a su villano interior y admite que está malversando el dinero de Ollie, pero es incapaz de apretar el gatillo contra su amigo de toda la vida. Entonces, estalla una pelea en el yate y Hackett golpea a Ollie y lo arroja por la borda en lugar de “ponerle una bala” (o dos, como le dice China White por radio) en su cerebro. Trepidante momento e historia de la que creo haber contado demasiado por mi pasión…

Así que lo dejo. Tenéis que disfrutarla por vosotros mismos. Porque Green Arrow: Año Uno es un buen renacer del personaje. Como os decía, realmente he disfrutado de diversas historias Año Uno, pero hay dos por ahora que se alejan bastante en calidad de las demás por cómo se disfrutan. Green Arrow: Año Uno es una lectura realmente rápida y no hay nada impactante o diferente de lo que ya estamos acostumbrados en el cine de acción. Correcto. Pero que un cómic consiga aportar esa sensación de agilidad, movimiento, explosiones y trama de conspiración detrás; sigue siendo algo muy difícil de conseguir, os lo digo yo. Y el tandem de historia y dibujo Diggle/Jock lo consigue con viñetas, montaje, tiroteos y flechazos en la jungla, con un buen guion y un arte de Jock fantástico. Con frases chulas también como cuando Hackett le dice a Oliver: «No eres Robin Hood, más bien un Peter Pan».

Un tomo genial que además, solo en esta edición, trae fragmentos ilustrados de guion, bocetos y una introducción de otro grande del noveno arte como es Brian K. Vaughan (Perdidos, Y, el último hombre, Saga, Runaways).

Nada como una persona pasándolo mal, para que vea que la vida es otra cosa.

Reseña: Estado Futuro. Futura Gotham, de Nicola Scott, Eddy Barrows, Gene Luen Yang y Ben Oliver

Y ahora vamos con Estado Futuro el nuevo universo que se ha estado gestando en DC Comics en los últimos tiempos. Para entender cómo surge dicho evento hay que remontarse a los planes originales de DC durante el pasado año; el año malo que todos hemos pasado. En un principio, la editorial confirmó que tenía planes en torno a Generation Zero: Gods Among Us y dijo que se lanzaría un evento titulado Generations en el que confluirían todas las épocas de las cabeceras de DC. Esto, en teoría, saldría a la venta durante el Día del Cómic Gratis de 2020. Sin embargo, el editor jefe Dan Didio fue despedido de la compañía en el mes de febrero del año pasado, y con la crisis socio-sanitaria y económica que todos conocemos, pues Generations se retrasó. Y todo apuntaba muy mal pues el mismísimo Scott Snyder afirmó que los planes se estaban diluyendo y que incluso se barajaba dar carpetazo al asunto para pasar a otra cosa. Otra propuesta que no tuviera nada que ver. Así que Jim Lee terminó asegurando públicamente que desechaban el concepto de Generations y que le estaban echando un ojo a otras ideas. Aquí es donde entró Estado Futuro, una proclama que se relaciona directamente con el trabajo de Scott Snyder en Dark Knights: Death Metal y que conecta con dicha línea argumental. ¿La idea? Explorar posibles futuros de DC Comics, ramales que brotaron de la nombrada Death Metal. Esto es en resumen Estado Futuro. Una secuela directa del arco anterior y que nos presenta un posible futuro con el legado de la Liga de la Justicia y compañía dentro de algunos años donde ver el futuro de todos.

De estos títulos que ahora edita ECC Ediciones en formato TPB y que recogen series completas, decidí empezar por Futura Gotham. Su argumento central me toca de cerca la fibra. Donde la ciudad de Gotham anda sometida a una empresa de seguridad privada que ha impuesto una dictadura y detesta a los justicieros. Ahí es nada. Y no solo por eso me parece el mejor volumen para empezar. También porque incluye un par de numeritos de cada personaje principal como Harley Quinn, Robin Eternal, Catwoman, Nightwing y una conjunción chula que se hizo de Batman/Superman. Futura Gotham ofrece a los lectores un vistazo general a un posible futuro del Universo DC. Esta línea de tiempo tiene lugar en un futuro en gran parte distópico donde existe el régimen mencionado que criminaliza a los superhéroes y ha establecido un estado de vigilancia permanente sobre ellos. Durante todo el evento, Gotham City se convierte en un campo de batalla entre seres con poderes y estos vigilantes de seguridad mejorados que al parece dirige el Magistrado y su equipo de Pacificadores.

Batman, Nightwing y Robin, sobre todo, tienen enfrentamientos muy duros con estas “fuerzas de paz”. Y es que el Magistrado quiere que Red Hood se concentre únicamente en cazar y capturar superhéroes activos. Pero sin actuar como un héroe. A ver como demonios se come uno eso. Gotham se ve entonces sacudida por una serie de explosiones enormes que varios piensan que ha puesto en marcha el Nuevo Batman. A partir de aquí se desata la guerra. Y Red Hood y la Familia Batman en el punto de mira de todos.

Nicola Scott, Eddy Barrows y varios autores más, nos muestran el futuro próximo de Gotham City mientras el guionista Gene Luen Yang y el dibujante Ben Oliver nos cuentan los inicios de tan horrible situación en las que los transeúntes de la ciudad lo van a pasar muy mal. Un excelente trabajo al presentar varios puntos de la trama en un período de tiempo bastante corto pero bien elaborado para que el lector no se pierda en las pistas estableciendo una intriga de base así como la constante acción en casi cada salida de un personaje a la palestra. Y es que aparte, nos vamos enterando que Hood está completamente involucrado en al menos dos organizaciones diferentes con objetivos totalmente contrarios. Mola. Muy Scorsese.

Un evento que contará de casi veinticinco títulos que se publicarán este año en distintos formatos. Una trama que tampoco nos lleva muy lejos porque Futura Gotham, al menos, nos lleva al cercano año 2025 y nos muestra a los grandes héroes y villanos de DC luchando contra fuerzas paramilitares contratadas por la mismísima alcaldía de Gotham.

Pinta bien todo esto.

Reseña: John Constantine. Hellblazer. Señales de Infortunio, de Simon Spurrier, Aaron Campbell y VVAA

Si siempre te ha llamado la atención Hellblazer pero por una cosa o por otra nunca te has puesto con él, este tomito es buena ocasión para conocer al personaje… actual. Una pizza de varios ingredientes que ya os advierto que está deliciosa. Además, viendo la cantidad de reseñas que estamos haciendo últimamente, qué duda cabe que las historias de Hellblazer son una buena recomendación para Halloween también. Uno de los personajes más icónicos del Universo DC que regresa gritando y soltando tacos a las páginas del tomo que se denominado Señales de Infortunio, y que recopila los números #1 al  #6 de la serie original así como The Sandman Universe Presents: Hellblazer #1 y el #14 de Los Libros de la Magia, para meterte en situación.

Como bien dice su sinopsis: El cabrón ha vuelto. Y lo hace de la mano de autores súper fans del personaje clásico como Simon Spurrier, Aaron Campbell, Matías Bergara, Marcio Takara y alguno más. John Constantine está de regreso y el mago estafador que una vez guió a Tim Hunter al mundo de la magia tiene un desafío para que el joven mago puede salvar o condenar al mundo de una vez por todas. Pero este Constantine ha visto caer a muchos ante el corrupto Tim Hunter y, en el mejor de los casos, no es de fiar. ¿Intentará John matar a Tim solo para estar a salvo? ¿Puede lograrlo si lo intenta? ¿Y sobrevivirá el mundo al intento? Son preguntas que se presentan aquí. Kat Howard y Simon Spurrier unen fuerzas para proponer un tema interesante que gira y gira entre la perspectiva de John Constantine y la de Tim Hunter. Así comienza la serie nueva y principal que recoge el volumen. Tramas dibujadas por Tom Fowler, aunque se ven drásticamente diferentes gracias a los acabados de Craig Taillefer y los colores de Jordan Boyd. Si nunca antes ha leído un cómic de John Constantine o Tim Hunter, este es uno que sorprende y te enganchará a esa conjunción.

Pero vamos a lo esencial. John Constantine está de vuelta y sobresale como un pulgar dolorido en el nuevo Londres. Los pubs con agujeros en la pared que frecuentaba John son ahora bares de moda para las chicas del West End y los cócteles acaramelados han reemplazo a los gintonics. A pesar de esto, el mundo todavía necesita un bastardo para hacer lo que hay que hacer. Como, por ejemplo, averiguar por qué una horda de ángeles ahora parece estar protegiendo un parque y golpeando a cualquier pecador que se sienta afortunado de cruzar sus límites… Estamos ante una colección de doce números que se dividirá supuestamente en dos tomos; en tapa dura, de estos tan llevaderos y chulos que publica ECC. También es una lectura obligada para los fans del John Constantine clásico, por supuesto. Pero insisto, Simon Spurrier ha traído de vuelta a Hellblazer en toda su maravilla ultrapolítica y malhablada, y la obra de arte de Aaron Campbell y Jordie Bellaire es un retroceso bienvenido a los días de gloria de Vertigo Comics. Un bienvenido regreso a las formas y una señal de que el sello oscuro DC Black Label viene para dar que hablar, en este mundo que vuelve a querer imponer censuras.

En el último cómic aportado aquí (#6), concuerdan cositas. Pero al leerlo me debatí entre varios sentimientos. Percibí que el estilo se lee como el Hellblazer clásico de la mejor manera, es decir, aquellas sensaciones y aventuras con monstruos que desafiaban la definición visual, proporcionando impresiones aterradoras sobre líneas claras. Las primeras páginas enfatizan breves retratos de personajes del mejor tipo, pero los giros en la trama revelan a otro ser humano cuyo tipo está en el centro del trauma. Personajes, personas, que se mueven por un odio imperdonable. Es difícil no sentirse en conflicto a medida que avanza la historia. Sabes que estás viendo la vida misma. Lo cabrón e hijo de puta que puede llegar a ser el ser humano con el prójimo. El egoismo puro, la mala educación, el yo-voy-a-lo-mío, preponderan aquí. Y aunque esto sea duro de decir, John Constantine: Hellblazer, esta vuelta a las andadas, pero elaborando el día a día que vemos en las calles, en el trabajo, en los deportes de equipo… No es otra cosa que una mirada a la actualidad. Figuras oprimidas que tienen prisa y casi matan por llegar a tiempo al trabajo, monstruos feos e invencibles, ángeles, demonios…, todos ellos, más el tío que se te cruza por la calle y te pide dinero y al otro día intenta apuñalarte en un callejón. ¿Qué dónde vivo? En 2021. Donde todos somos espejos de nosotros mismos. Por eso es tan brillante este regreso y las formas en las que está elaborada la serie. Su virtud es que muestra el mundo, nuestro mundo, el de ahora. Algo por lo que siempre abogó la clásica Hellblazer.

El mundo se va a pique.

Reseña: Sweet Tooth. El Regreso, de Jeff Lemire y José Villarrubia

Recordad siempre recurrir a la base de una buena historia. En las fuentes, está la esencia. Lo mejor de lo mejor. En cómic podemos encontrar desde hace un tiempo la serie de Sweet Tooth. Precisamente, ECC Ediciones ha sido la culpable de traer por estos lares este cómic tan joyita como original del ya maestro Jeff Lemire. Cómic que ECC Ediciones terminó por publicar de forma íntegra en dos volúmenes geniales. Pero hay más, friends. De este tipo de chuladas y de tan diferentes series no suele verse más. A los buenos autores siempre les da por hacer un “descanso” y salirse del típico y constante trabajo del mainstream. Pero como la mente de un verdadero escritor nunca descansa pues va y se saca algo tan diferente como inédito… Y esta es y no otra, la razón por la que nació Sweet Tooth. Sí, este genial cómic que se ha convertido en serie para Netflix (por eso lo de recurrir a las fuentes), la denominada Sweet Tooth: El Niño Ciervo. Y al decir que hay más, me refiero a Sweet Tooth: El Regreso, donde Lemire retoma uno de sus proyectos más personales, formando de nuevo equipo creativo con otro maestro como es el genial José Villarrubia. Seis numeritos más, una miniserie, un arco completo nuevo de esta casi mitología llevada a la viñeta del autor de obras tan maravillosas como la trilogía de Terror de Essex County o Black Hammer, así como cantidad de obras para Marvel y DC. ¡Y tiene mi edad!

Garabateadas en la primera página vais a encontrar algo que desconcierta. La frase 300 Años Después… Palabras que desconciertan y que te introducen un misterio en el cuerpo antes de empezar. Pues no es otra cosa que un mensaje extraño que dejará al lector preguntándose si Lemire se está refiriendo a su primera serie o a otro evento desconocido que aún no se ha producido. A partir de ahí, los futuros paralelos en tu mente se aclararán con esta nueva versión de un niño con rasgos parecidos a los de un ciervo reflexionando sobre visiones tenebrosas donde otro rostro aparece. A los que venís de la serie principal os sonará: un hombre enorme de ojos fríos… Pero algo está cambiando dentro de él, algo que aún no puede precisar. Y muy pronto la historia comienza por sí sola a medida que comienzan a surgir nuevas arrugas en el guión… Con un cambio en términos de seguridad que mantiene al niño dentro de su espacio vital, así como otra perspectiva donde vemos al peque de cuernos siendo inyectado con algún tipo de brebaje por parte de personas que lo cuidan (la escritura de Lemire aquí mantiene un suspense tremendo).

Finalmente, el niño, al igual que el protagonista original, Gus, antes que él, se encarga de cruzar el umbral que es su prisión y se ve expuesto a un giro que inmediatamente coloca a El Regreso en una trama nueva, un nivel completamente diferente a su historia predecesora. Y eso que como os decía se revela una cara familiar (pero posiblemente completamente diferente), la misma que se cierne sobre el niño, lista para iniciar un épico viaje. Aquí es donde la brillantez de Lemire brota mientras entreteje hábilmente los hilos de una manera que la nueva aventura se llena de peligros con la constante sensación de malos presentimientos y misterios sobre lo que está por venir. Sí, como habréis notado, es de esas series que casi odias por no poder contar mucho a alguien sin desvelarle demasiado. Lo que sí puedo decir es que a los entusiastas de Sweet Tooth les puede encantar el giro de acontecimientos que hay. Es una experiencia completamente nueva donde descubrir que quizás el peque llamado Gus no era el único ser en este mundo lleno de imposibilidades de la madre naturaleza.

La estrella del cómic contemporáneo Jeff Lemire (Moon Knight, Black Hammer, Animal Man) y el colorista José Villarrubia terminan su regreso al mundo de los híbridos y las plagas apocalípticas en Sweet Tooth: El Regreso. El capítulo final de esta serie secuela está lleno de ritmos emocionales, de una narración que está llena de guiños a la serie original y sinceramente, dudo que esto termine aquí. Para gusto nuestro.

Las acuarelas de José Villarrubia para crear la atmósfera de esta serie son brillantemente soberbias.

Reseña: Flash. Avanzar, de Francis Manapul y Brian Buccellato

Lo dice el propio cómic. Avanzar. Continuar con lo bueno y con lo que uno o una se siente a gusto leyendo. No sé a cuantos de vosotros les pasa, pero en «my family» seguimos (aún) firmemente las aventuras de Barry Allen en su serie de televisión. Cada nueva temporada es una celebración. Seis temporadas ya y a expensas de acabar la séptima. Tiene esas aventuras que recuerdan al The Flash más clásico (lo que a mí me gusta) pero a su vez ese rejuvenecimiento de personajes y modernidad (lo que atrae a mi mujer e hija). La disfrutamos, nos da mucho con muy poco. Pero ay, si miráramos un poco, ay, si nos fijáramos en que estamos en un gran momento de publicaciones donde se puede conseguir casi todo en formato cómic. Qué de chuladas se pueden conseguir a poco que mires…

Fue no hace mucho cuando alguien me hizo la pregunta eterna de: ¿Por dónde empiezo con Flash? Pues mira amigo, Avanzar es el tomo no solo ideal para empezar, es por dónde DEBES comenzar a disfrutar de este Flash moderno que tanto se refleja en la serie de televisión. Lo dice su propia sinopsis editorial: el equipo artístico formado por Francis Manapul y el siempre comprometido con su obra Brian Buccellato se unen para guión y dibujo de este nuevo inicio para con el Velocista Escarlata. Dos autores que ya habían hecho un buen trabajo en su etapa en Adventure Comics con Superboy como prota. Pero en 2011 se encargaron se sacar adelante a The Flash en el nuevo Universo DC.

Una obra que tiene buenísimas referencias de la crítica USA.

Este primer tomo denominado Avanzar, comprende los primeros ocho números de la colección. Donde Manapul y Buccelato tejen una historia que lo abarca todo y que te pone de cero a cien en apenas cinco páginas… Como debe de ser con este personaje. Un cómic, una serie, una cabecera llena de impresionantes secuencias de acción y una primera propagación de apertura increíblemente genial. Con esa perversidad de un reloj que no detiene su tiempo y con esa acción que nunca se detiene. Un cómic que desde el principio nos presenta a ese superhéroe rapidísimo que evita que un dispositivo experimental sea robado. Sin embargo, uno de los secuaces muere en el proceso. Pero, ¿a manos de Flash? Al igual que pasó en el evento DC de Renacimiento, el público y los medios se apresuran a culpar al súper velocista. Por lo que Barry Allen debe investigar lo que podría ser su propio crimen. No obstante, hay un giro aún mayor (¡y más!), ya que se revela que la persona fallecida era una antigua amiga de Barry…

Un inicio que impacta por su impactante conclusión. Y a partir de ahí… aventuras por doquier, con un muy alto nivel de atractivo cada uno de los argumentos. Con esa enorme variedad de enemigos que tiene el del pijama rojo. Flash: Avanzar muestra lo que es. Un cómic de los de antes, de los que gustábamos de pequeño, un triunfo estético con Manapul y Buccellato formando un genial tándem. Un buen trabajo para que la ausencia de Geoff Johns no se sienta demasiado dolorosa. Pero este nuevo The Flash es realmente un esfuerzo de equipo que realza la naturaleza simbiótica de las historias que contiene.

Perdonad mi efusividad pero os advierto que adoro los lápices de Manapul. Y puede que os enamore a algunos de ustedes después de empezar con esta serie. Avanzar es la muestra de que Manapul y Buccelato hacen un trabajo espectacular juntos. El ejemplo de autores comprometidos con una historia, con un personaje, que no merece menos. Pues no solo obtenemos datos sobre el Velocista Escarlata y todo lo que hay detrás, también de la vida actual de Allen como corporativo del CSI. A esto, sumadle el posible triángulo romántico que parece estar ya marcado a fuego en su nueva vida.

Barry Allen tiene dos trabajos. Pertenece a la policía científica de Central City y es Flash, el Hombre más Rápido del Mundo. Cuando toca serlo. Y siempre-siempre este va a ser su sino, para bien o para mal.

Colecciones que gusta tener recopilada en tomo.

Reseña: Batman. Especial Detective Cómics Núm.1027, de VVAA

Empezaré esta reseña ya con la recomendación de a quiénes recomiendo obtener/leer, sí o sí, este Batman Especial Detective Comics #1027. Uno: te encantan los cómics antológicos que no son otra cosa que one-shots uno detrás de otro de diversos autores. Dos: disfrutas leyendo todas estas diferentes versiones de Batman y Gotham. Pero hay un tres. Sí, hay un tres: necesitas de vez en cuando un tomito que no requieran muchas neuronas, una colección de historias divertidas donde se aboga por la acción palomitera, algo que también tu cartera agradece. Para los que cumplan al menos dos de las cláusulas que propongo, Especial Detective Cómics Núm.1027 se vuelve un tomo indispensable. Aunque poco más tarde de empezar, sabrás que quieres tenerlo para ti, para siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Para la conmemoración de los 1.000 números (se dice pronto) del debut del Caballero Oscuro que lo hizo en el #27 de la colección Detective Comics, en abril de 1939, se editó esta antología como homenaje al personaje. Un homenaje, sobre todo, para el fan, de los que muchos de los cuales llegaron a convertirse en grandes autores del noveno arte no muchos años después… Porque, por supuesto, nuestros abuelos (o bisabuelos) recordarán la primera historia de Batman y como surgió de una reunión de amigos, los conocidos Bob Kane y Bill Finger que decidieron hacer para el Detective Comics #27, algo diferente. ¡Allá por mayo de 1939! Por lo tanto, la reseña que os traigo hoy, realmente va sobre el número #1000 real de Batman en Detective Cómic. ¡El #1000!

Para resumir: once guionistas y trece ilustradores del momento, dándolo todo por un personaje que aman desde que tienen uso de razón. Pin-ups a página completa o lo que también se llama una Galería de Portadas y una portada principal de Andy Kubert más quince relatos donde vais a encontrar más de una originalidad como Legado, de Tom King y Walter Simonson (ahí es nada, trama que habla sobre el cáncer y la muerte y la pérdida de seres queridos) o La Lección Magistral, de Brian Michael Bendis y David Márquez. Quince historias de las que hay algunas realmente geniales y algunas que (para mí) fallan. Pero en las antologías la probabilidad del error siempre existe. Puede haber buenas, muy buenas, obras maestras pero también malas, regulares e historias que ni fu ni fa. Es como ir a buscar oro al río Pecos y pasar la bandejita. Pues con esa bandeja-removedora de madera que es nuestra búsqueda eterna de un buen cómic, Batman Especial Detective Comics #1027 ya os aseguro que contiene algunos pedrolos dorados de los gordos.

Tenemos tramas que son homenajes dentro del homenaje; otras que intentan complacer a los fans, tal vez, presentando cameos de héroes, fragmentos de momentos significativos en la historia del orejas picudas, reminiscencias del pasado, homenajes a anécdotas que alguna vez lo marcaron para siempre… Y es que para nada hay algo malo en que hagamos una pausa en el número #1027 de la clásica Detective Cómics para mirar hacia atrás en un viaje de ochenta años al pasado. Para así deleitarnos con cositas que son cameos convertidos en viñetas y que en films no me cabe duda de que serían un tributo al Óscar. Lo digo: no conseguir este cómic es una oportunidad perdida. Una de las razones es la historia Detective #26, escrita por Grant Morrison e ilustrada por Chris Burnham (colores de Nathan Fairbairn) que es una ráfaga de aire fresco, una toma alternativa, un reinicio directo a la trama que muchos tenemos en la parte posterior de la cabeza, cuando leemos Batman. El What if…? (¿Y si?) que a Morrison le gusta hacer y ahora lo plasma en negro sobre colores. Ver como se nos devuelve a la idea de un justiciero que quiere usar sus habilidad por encima de la fama, de que empiecen a llamarlo como lo llaman y que en su traje contenga publicidad murcielaguista.

Historia cautivadora y divertida como pocas.

¿Entonces? Entonces, para enmarcar el pedrolo. Sinceramente, hay tres o cuatro historias importantes en este número, por las cuales ya vale la pena conseguirlo. Una edición de época para un personaje eterno. Con un arte bueno o muy bueno en porcentaje alto. Así que totalmente recomendable. Ejemplar único. Buenas historias con buenos finales.