Reseña: LEM. Una Vida Que No Es De Este Mundo, de Wojciech Orliński

De un tiempo a esta parte habréis visto mi pasión por leer todo de Stanislaw Lem. Es algo que siempre pensé que haría llegado el momento, algo que se puede hacer desde ya gracias a Editorial Impedimenta que está elaborando toda una serie de títulos del maestro polaco, trayendo a nuestro país incluso obras nunca publicadas en nuestro idioma. Lo he contado alguna vez: el comienzo de mis aventuras con Lem fue infructuoso. Probablemente, fue en mis primeros años de bachillerato donde hice amistad con el hermano mayor de un amigo el cual leía Ciencia Ficción, después Science Fiction y también CF. Es decir, solo leía dicho género y cuanto más clásico mejor. En algunas charlas, me contaba argumentos que me flipaban, me hablaba de autores y sus ideas, un tema que en mis inicios de escritor me atraían cosa mala. Y lo hice. Creo que fue en aquellos años cuando adquiró Solaris..., y sin embargo, fue una novela que no terminé. Y no entendí (entonces) que veían los demás en Lem, por qué lo alababan tanto. Bastantes años después, esto cambió radicalmente. Lo único que he podido deducir es que mi mente en los años 90 no estaba preparada para este genial autor. Podéis encontrar reseñadas varias de sus obras en Desde New York – Crónicas Literarias. Dadles al buscador. Me estoy poniendo al día con todo-todito-todo lo que pueda devorar. Y cual fue mi sorpresa cuando me entero que, para colmo, Editorial Impedimenta (siempre maravillosa) va y recién edita una biografía sobre él. Algo que no esperaba leer/devorar nunca.

LEM: Una Vida que no es de este Mundo, me cautivó por la viveza con la que está escrita y la habilidad con la que nos lleva y ambienta el autor Wojciech Orliński, para con la época en la que vivió el maestro polaco. Pero no os equivoquéis, no es una biografía con un enorme conocimiento histórico y un lugar donde mostrar el don, ese magnífico poder al cual tienen acceso solo unos pocos creativos en este nuestro plano existencial. Una Vida que no es de este Mundo muestra a un hombre diferente e increíble, sí, pero tan natural como cualquiera de los demás mortales. Y fueron tiempos extremadamente interesantes, después de todo, pues Lem nació en Lviv en el período de entreguerras, cuando Lviv todavía era una ciudad polaca. Durante la Segunda Guerra Mundial fue estudiante y de origen judío, lo que no facilitó (sobrevivir) durante el Holocausto. Como sugiere Orliński, esta crueldad de la guerra influyó tanto en Lem que cantidad de hechos si se analizan con cuidado, se pueden ver reflejados en los libros que escribió. Y en el volumen se dan muchos ejemplos de esto, lo cual es genial. Porque ahora, cuando lea otras novelas que me esperan o relea obrazas de mis preferidas como Congreso de Futurología, La Fiebre del Heno (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5599) o El Invencible (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5104), les prestaré enorme atención a los detalles.

También me gustó el enfoque que el autor le da a los hechos. Orliński sugiere algunas cosas y reflexiona sobre qué fue más probable y por qué de esta manera y no de otra manera, explicando los matices de la historia del país de Lem. Orliński escribe un libro que con cada paso de las páginas se vuelve cada vez más interesante. Porque relata los años de la República Popular de Polonia y cuenta anécdotas curiosas, lo que me fascinó inmensamente. Desde mi punto de vista, se habla de una persona que era algo inocente en aquellos años y que quizás su mente, por encima de otras muchas, decide no recordar los ineptos comportamientos de un sistema político que solo buscaba el beneficio de unos pocos. A veces, cuesta creer que una vida humilde fuera posible en momentos así. En este libro hay una increíble cantidad de anécdotas e historias de todo tipo vistas desde diferentes puntos de vista: el propio Lem, su esposa, sus amigos y su hijo (a quien seguramente algún día leeré porque también escribe). Se muestra el carácter de cada uno de ellos de forma muy real. Eso si, al leer, debéis concentraros mucho para no perderos ninguno de los sabores y sinsabores que Lem tuvo en sus inicios. Es una pena perderse siquiera una palabra, porque todo es curioso e interesante.

¿Qué imagen queda? El Stanislaw Lem de Orliński es un hombre modesto que trata de lidiar con el trauma de la posguerra de alguna manera. Lem también es un genio con el valioso rasgo de tener una curiosidad constante por el mundo. Un soñador que imaginaba cómo era la vida ideal en Occidente, en su propia casa o en su propio coche. Realidades o sueños que insistía en convertirlas en «sensatas» en sus escritos. Pero también tenía sus cositas. Era un poco terco, le gustaba conducir automóviles peligrosos y tuvo que lidiar con problemas de salud constantes. Y aquí se puede sentir que Orliński le fascina Lem. Y logra transmitir esta fascinación al lector.

Un volumen con bastantes Notas a Pie de Página, lo que significa que está tremendamente bien documentado.

Y, por supuesto, genialmente traducido por Bárbara Gil.

Muy recomendable para sus fans.

Reseña: El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem

Cuando creía que no iba a leer ninguna novela apocalíptica más que me sorprendiera, va y me topo con El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem. Una novelita corta que acaba de publicar la siempre recomendable Impedimenta Editorial en este centésimo aniversario del nacimiento del autor. Una novela satírica como solo podría escribir el maestro polaco. Una historia que marca al leerla.

Stanisław Lem nació el 12 de septiembre de 1921 y murió el 27 de marzo de 2006. El autor polaco con toda una vida de premios literarios, en 1973, recibió una membresía honoraria de la SFWA (Science Fiction and Fantasy Writers of America), cuya aceptación provocó alboroto entre algunos miembros y le dieron y quitaron la mención en más de una ocasión. Cosas de norteamericanos. Pero lo que está claro es que Lem es un autor consagrado que pasó a la posteridad por su enorme obra. Y me da que Impedimenta con sus constantes publicaciones nos lo va a hacer saber.

Las historias de Ijon Tichy no son Ciencia Ficción dura, se mueven mejor entre el sarcasmo o la comentada sátira social. Generalmente muestran al personaje principal viajando a planetas distantes y observando y comentando sus costumbres, que a menudo recuerdan extrañamente las costumbres humanas. La mayoría de las historias se recopilaron en una antología llamada The Star Diaries, volumen que sueño con verlo publicado en nueva edición en nuestro idioma. Una idea muy chula pues el conjunto de historias de este personaje tiene un componente recursivo en el sentido de que Tichy se refiere a su propio libro «The Star Diaries» como una narración de sus viajes e implica que la historia que está contando actualmente aparecerá en una edición futura del libro…

El Profesor A. Dońda (De las Memorias de Ijon Tichy) se publicó por primera vez en la revista Szpilki en 1973, y fue posteriormente editado en varias colecciones y antologías. No muy tarde llegó a la parte occidental de Europa. Fue traducido al francés (1977), alemán (1978), portugués (1987) así como al ruso (1988). ¿Y aquí? Pues llega por primera vez en 2021 (¡Dios!). Pero nunca es tarde si la dicha es buena y gracias al empeño genial que está haciendo con este consagrado autor Editorial Impedimenta -así como a la magnífica traducción de A. Murcia y K. Mołoniewicz-, ya lo tenemos por estos lares. La trama cuenta una «historia dentro de una historia». La historia marco comienza con el autor (Ijon Tichy) quejándose de que tiene que grabar sus memorias en tablillas de arcilla, como hacían los babilonios. Esta lamentable situación se debió a que el mundo ignoró la advertencia del Profesor A. Dońda (compañero fue Ijon Tichy), quien estableció que la información contiene una especie de «masa crítica», y cuando se excede (algo similar al uranio), puede ocurrir una destructiva reacción en cadena. Tichy luego procede a contar la historia del profesor…

El suspense de todo lo que rodea a Dońda está ambientada tras un holocausto informativo, resultado de la transformación de la información en masa por parte de Dońda, que provocó la desaparición de los contenidos de todos los bancos de datos informatizados. Y aunque causó una enorme hecatombe en el Primer Mundo, supuso un enorme alivio para el Tercero; que dejó de estar tan alejado de la riqueza o el ansia de una vida normal. No solo las armas modernas se volvieron inutilizables, sino que el sistema monetario mundial con el dólar estadounidense como la principal moneda mundial, también se derrumbó. Lo que obligó a la humanidad a regresar al paraíso, a la naturaleza, al edén que partimos.

El periodista, escritor y bloguero Wojciech Orliński dijo que el profesor Affidavid Dońda es uno de los personajes genios más comprensivos de Lem. Toda su vida, literalmente desde su misma concepción, incluyendo su nombre y apellido, fue una cadena de errores y coincidencias, que eventualmente lo llevaron a ser quién es y a su descubrimiento. Sus divertidas hazañas en el país africano ficticio de Gurundiwaju no son otra cosa que una aguda alegoría de la República Popular Polaca de la década de los 70s. De este relato y de su conclusión apocalíptica derivó la «Ley de Dońda» que dice: «Cualquier cosa que pueda hacer un ordenador pequeño con un programa grande, un ordenador grande con un programa pequeño puede hacer lo mismo. Por lo tanto, la conclusión lógica es que un programa infinitamente grande puede funcionar solo. Sin ningún ordenador». Y Dońda explica su razonamiento. En esencia, lo que viene a decir es que infinitamente mucha información puede funcionar sin problemas y difundirse rápidamente sin la ayuda de ningún dispositivo. Significa que la enormidad de la información se manifestará libremente tarde o temprano.

El catastrófico final de esta historia, os va a dejar el culo torcido.

Una joyita.

Reseña: El Gabinete de los Ocultistas, de Armin Öhri

Impedimenta y las joyitas literarias que publica casi a escondidas… Menos mal que yo casi lo huelo en sus títulos y sé a lo que me tengo que acercar. El Gabinete de los Ocultistas… es de esos titulos que vi, llegué y vencí. El autor me sonaba de estar en boga en ciertos círculos, y además, el título terminó por hacerme levantar las orejas cual conejo en mitad de la carretera.  Armin Öhri empieza a ser un autor de novelas policíacas a los que poner el ojo publicación tras publicación. Grandes éxitos cosecha ya en el país germano. De hecho, La Musa (también publicada por Editorial Impedimenta) le hizo merecedor del Premio de Literatura de la Unión Europea a la vez que inauguraba la serie de detectives berlineses, mismos protagonistas de El Gabinete de los Ocultistas. Novela que he disfrutado un montón. ¿Una cautivadora novela gótica? Cierto es que tiene ese ambiente neo-gótico que algunos autores están consiguiendo en la actualidad. Pero en mi opinión, va un poco más allá. Por que es una forma renovada de ese género que mola por su tono oscuro pero trasladado de alguna forma a nuestros días.

El Gabinete de los Ocultistas cuenta que a finales de 1865, un glamuroso personal se reúne en el castillo de Buckow pues el barón Valentin von Falkenhayn ha organizado una fiesta para Nochevieja. Lamentablemente, el comisario de policía Gideon Horlitz no puede asistir así que ha asignado su invitación a los dos estudiantes Albrecht Krosick y Julius Bentheim, que en su nombre tienen el placer de participar en la mesa del barón con un menú exquisito y posterior sesión. Nadie sospecha que habrá alguien muerto esa noche, víctima de un espantoso accidente, al menos, a priori. En cualquier caso, la prensa identifica rápidamente la causa del accidente: 13 personas participaban en la fiesta. Un número espantoso. ¡Por tanto algo tenía que pasar! ¿Pero qué diablos? A Albrecht Krosick le divierte la superstición e inmediatamente funda un Club de Ocultistas. Por supuesto, con exactamente 13 miembros. Recluta a algunos de estos miembros entre los invitados de la pasada celebración del día de San Silvestre. Pronto, sin embargo, habrá otra persona muerta y ahora se decide que el malvado 13 ha vuelto a atacar. Pero ahora está claro que ha sido un asesinato y por eso el instinto fisgón de ambos estudiantes se activa. Para Julius Bentheim, sin embargo, la búsqueda del asesino también se convierte en una maniobra de distracción de su dolor personal porque solo unos meses antes creía haber encontrado el amor. Y desde entonces andaba atormentado por el anhelo de Filine. Pero dicha investigación le sumerge en otra corriente y eso que está de por medio la sensual Adele, una tentación que no deja de cruzarse en su camino…

«Un thriller policial berlinés», es una de las definiciones más he oído de este titulo y me gusta. El autor dibuja una imagen interesante de la clase media de la capital alemana a mediados del siglo XIX. Lo hace maravillosamente bien. Krosick y Bentheim también frecuentan el conocido salón de Fanny Lewald y como lectores tenemos la oportunidad de pararnos como si estuviéramos tras una cortina para observar el decorado. Theodor Fontane frecuenta las páginas, así como el mariscal de campo prusiano von Moltke y Rudolf Virchow. El autor (¡qué tiene mi edad!) logra hacer unos bocetos de personajes muy interesantes. Y Bentheim y Krosick como protagonistas principales también son personajes que rezuman realidad. Casi imágenes para nuestro cerebro que se vuelven tangibles cuando los oímos “hablar”. No obstante, tienes otros personajes más duretes de asimilar como el padre de Filine o la directora del monasterio de Lindow, la madre Caritas. Demasiado exagerados para mi gusto. Pero no distraen de la trama central de misterio que es lo que importa. Estamos inmersos en una historia que nos atrapa tan fuertemente que uno tiene unas tremendísimas ganas de visitar Berlín. Aunque estoy seguro que poco de lo de aquí, voy a encontrar a día de hoy. Pero bueno. Los detalles. La gracia está en los detalles.

Armin Öhri ofrece un thriller interesante. Lectores interesados en la vida diaria de la Berlín de 1865, han venido al lugar correcto, si encima adoran las tramas bien cuidadas. Como anécdota, me pareció curioso que esta novela tenga como portada, una foto original del castillo de Buckow, el cual fue demolido hace mucho tiempo. ¿Tiene eso algo que ver con el misterio de los 13?

A investigar se ha dicho.

Reseña: La Fiebre del Heno, de Stanislaw Lem

Los que seguís nuestra web desde siempre, sabéis que uno de mis autores fetiches de Ciencia Ficción es Stanislaw Lem. El Polaco, como lo llamo yo. Y más ahora que Editorial Impedimenta va publicando, poco a poco, todas sus obras en estas maravillosas ediciones de bolsillo tan esmeradamente cuidadas que tienen. Pero, ¿y si os dijera que La Fiebre del Heno más que CF es una de esas obras chulas que los autores “encasillados” en un género se sacan de debajo de la manga un día, con las que abordan otro género molón como es el detectivesco?

Aderezada con los ingredientes de la novela clásica de suspense, La Fiebre del Heno es un auténtico tesoro recuperado del genio Stanisław Lem, como bien dice su sinopsis editorial. Y con una muy buena traducción de Pilar Giralt, añado yo.

La investigación. El detective Gregory debe resolver el misterio de la misteriosa desaparición de un cadáver. Al principio, como todos los demás, intentará abordar el asunto con cierta distancia y una sonrisa un poco irónica en su rostro. Sin embargo, a medida que fallan las soluciones más simples, él mismo comienza a considerar fuerzas sobrenaturales y otras fuerzas que no son de este mundo pues ciertas situaciones que empieza a encontrar, no son para nada corrientes. ¿Conseguirá formular la tesis adecuada y resolver el caso? El aspirante a astronauta estadounidense viaja a Italia para resolver el misterio de varios suicidios. Suicidios que, además de ser cometidos por clientes de un determinado Resort (un balneario napolitano), no se encuentran más puntos en común. Todas las víctimas eran turistas, viajaban solas, rondaban la cincuentena y padecían algún tipo de alergia. Tanto la policía local como la Interpol consideran que no hay pistas suficientes para afrontar el caso. Pero, ¿seguir los pasos de una de las víctimas ayudará a resolver el misterio? ¿Tendrá algo que ver esa alergia en común que tiene aquí casi todo el mundo, y que tampoco le permitió ir al espacio al protagonista?

Las muertes, sin duda, obedecen a algo más perverso.

Siendo sincero, en principio (y si no eres fan de Lem), vais a encontrar una historia de detectives poco convencional y que os puede resultar sencillota. Pero lo que sí os puedo asegurar es que se apoderará de vosotros una atmósfera oscura y pesada, un clima o ambientación, que puede robar el corazón a algunos de vosotros. Pues la trama sumerge en todo un concurso de ideas, sobre todo, a los que lleguéis de nuevas. Puede recordar el polaco aquí, a esas novelas de estilo tradicional inglés que solo los que profundizan mucho en el género de Misterio conocen y disfrutan. Tiene esos encantos. Por otro lado, la solución muy estadística del rompecabezas final puede asustar a algunos y a otros dejar con el culo torcido… jajaj. Aun así, La Fiebre del Heno no deja de ser un rompecabezas emocionante -de esos en los que sin darte cuenta te encuentras mordiéndote el labio o rizándote el pelo con un dedito-, que para mí dicha lectura terminó por convertirse en una buena película de acción al final. Además, el héroe no del todo profesional, despierta bastante simpatía.

Resumiendo. Investigación. De la buena. De la que nos gusta leer en piscinita o playa. De la que nos abstrae de todo. Stanisław Lem demostró que en el campo literario de lo criminal también tenía su hueco. Y es que refrescar las obras del polaco es para mí es toda una aventura. Creía haber leído esta novela en inglés hace años, pero cuando me surgí en ella, me di cuenta que no recordaba nada de nada. Y no sé si tengo el alhzeimer cerca, por que La Fiebre del Heno tiene una conclusión de las que no se olvidan fácilmente.

Recomendación total como lectura disfrutable, inmersiva y veraniega.

Reseña: El Invencible, de Stanislaw Lem

Stanislaw Lem (1921-2006) es de esos pocos autores de Ciencia Ficción de los que me propuse leer todo-todo lo que se publicara de su obra en nuestro idioma. Es por eso que tengo puesto el ojo a las virtudes de Impedimenta como editorial. Lugar donde se están rescatando sendos títulos del autor erudito y polaco.

Diría que la audiencia potencial a la que van dirigidas las obras de Lem se pueden clasificar en tres grupos. Primero, personas que no están familiarizadas con la obra del escritor (aunque es posible que hayan visto su nombre mencionado en versiones cinematográficas de su novela Solaris), y no han leído ninguno de sus libros. Segundo, una audiencia consistente en personas que han leído al menos un par de libros suyos, pero saben poco sobre él (sus ataques mordaces a la CF, por ejemplo, especialmente a la CF estadounidense). Tercero, con mucho el más pequeño de los grupos pero no microscópico: formado por completistas de Lem. Tipos rarunos, con gabardina y gafas de pasta que lo han leído todo y han vuelto a releer ciertas obras suyas para comprenderlas mejor o con la intención de “explicarlas” algún día a un hijo o amigo. Debatirlas. Yo no suelo ponerme gabardina y no llevo gafas (aún), pero el tercer grupo es en el que me interesa estar. Un grupo donde es probable también, que sus integrantes tengan en casa varias ediciones de un mismo título de Lem.

El Invencible fue publicado originalmente en Polonia en 1964. Apareció por primera vez en inglés en 1973 y ahora vuelve a estar entre las novedades de nuestro país en 2021, tras algunas ediciones antiguas que hizo la clásica Minotauro. Y… Ah disculpa, ¿qué? Perdón, ¿de qué va? Te lo digo. El Invencible es una historia cargada de giros de tuerca. El Invencible es un crucero estelar de Clase II, la nave más grande de la flota estacionada en la base de la constelación de Lira, que se mueve en secuencia de fotones a través de un cuadrante en el borde mismo de ese cúmulo de estrellas. Los ochenta y tres hombres de la tripulación duermen en la cámara de hibernación en forma de túnel en la cubierta principal. Dado que el viaje es relativamente corto, en lugar de una hibernación completa, los han sumergido en un sueño profundo en el que la temperatura corporal no desciende por debajo de los cincuenta grados. Solo los autómatas trabajan en el puente. En el punto de mira de su campo de visión está la aureola de un sol no mucho más caliente que una enana roja normal, pues El Invencible ha sido enviado a Regis III en primer lugar porque un año antes, el navío llamado El Cóndor, había informado de un aterrizaje exitoso en dicho planeta, pero luego solo comunicó una única transmisión con la base. Cuarenta horas después del aterrizaje, en un mensaje ininteligible. Sonidos que se asemejan al código Morse pero sin sentido. Luego, se oyen algunos sonidos extraños como “maullidos de gatos histéricos”, además de enormes murmullos inexplicables. Esa fue la última transmisión. Con el objetivo de encontrar a su nave gemela, El Invencible se lanza en pos de determinar el destino de su tripulación donde se toparán con una forma de vida de lo más enigmática…

Nomino ya a El Invencible, como uno de mis tres libros favoritos de Lem. Podemos estar seguros de que los lectores del tercer grupo que os comentaba al principio ya han adquirido los doce títulos de Lem que ya ha publicado Editorial Impedimenta. Me juego lo que queráis. Doce con éste, nada más y nada menos. Novelas, antologías de relatos, memorias, ensayos… hay donde elegir. La selección ya abarca casi toda su carrera. Libros algunos reimpresiones extraídas de editoriales extintas, otras obras inéditas y publicadas por primera vez en nuestro idioma…, donde encontrar una joyita de la CF europea como es El Invencible.

Título que podéis leer y disfrutar, sin problema, estéis en el grupo que estéis.

Viva la Ciencia Ficción bien hecha. «Conocer a su audiencia» es el primer mandamiento del escritor.

Y Lem lo sabía.

Reseña: Reinas del Abismo, de VVAA

No sé si es una trilogía, pero a ojos vista, sí que lo son estos tres geniales volúmenes, que se ha marcado en apenas unos meses Editorial Impedimenta. Damas Oscuras, Damas Asesinas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2794) y Reinas del Abismo, son tres ejemplares con el Mal en casi todas sus representaciones. Decía en una anterior reseña que la recomendable Editorial Impedimenta llevaba un tiempo que no me dejaba dormir, publicando ciertas obras (yo que soy amante del Terror en todas sus formas pero, sobre todo, antologías); lecturas que quitan el sueño para bien o para mal. Para los que disfrutamos con el Terror, pero también con obras en ediciones preciosas, genialmente llevaderas para leer en cualquier sitio que uno se encuentre. Una antología diferente y con autoras de lo paranormal tan poco conocidas en nuestro país, que para los que amamos este tipo de literatura, se vuelve una edición imprescindible. Las obras a menudo desconocidas de mujeres de antaño que incursionaron en lo extraño, en lo oscuro, es una de mis pasiones lectoras. Tengo varias de estas antologías en la biblioteca, junto con varias colecciones de un solo autor de pequeñas editoriales independientes. El que me conozca sabe que “vivo” en este género casi desde el día que nací, y que como otros, sufro por la escasísima publicación en español de obras de este gran género por muchos despreciado. SE PUBLICA MUY POCO. Es por eso que me inicié en el mundo de las reseñas, y así dar más visibilidad a lo POCO que se editaba en el idioma de Cervantes. Así empecé.

Y ahora cuidado. Estoy a punto de ponerme mezquino…, en el mismo día de mi cumpleaños. Reinas del Abismo (Queens of the Abyss) no era un titulo desconocido para mí. Era algo de Mike Ashley que estaba esperando pacientemente y cuando vi que Impedimenta lo publicaba solté un ¡Sí! a lo Cristiano Ronaldo, en un vagón de metro. Y cuando lo tuve entre mis manos, de verás que me alegró mucho ver que había una historia de Mary Elizabeth Braddon, la autora de Lady Audley’s Secret y The Shadow in the Corner, que no sé si se ha editado en español, pero que son obrazas. Creo recordar que fue en ese mismo vagón de metro (¡el ansia!) que comencé a leer Reinas del Abismo y devoré unas cuantas historias. Me di cuenta que no todos los relatos eran muy «extraños», inquietantes sí, pero no no todos coincidían con la tremenda historia de ambientación que Mary E. Braddon (escritora muy popular en la época victoriana) sabía crear. Lo «raro» que retrata la señora Braddon en Una revelación, se refiere a lo sugerente y sobrenatural en lugar de algo descarado y simplemente existente. El Terror que yo alabo. ¿Pero entonces esta antología abría con lo mejor de lo mejor al principio? ¡No! (A veces, la gente me mira raro en el metro), y comprobé ya en casa que ciertamente no.

En Reinas del Abismo hay más de una joyita.

El editor de la serie Tales of the Weird, Mike Ashley, se saca de la manga una genial antología que en el idioma de Shakespeare tuvo muy buena acogida. No solo hay historias que no había leído anteriormente, sino que hay escritoras de los que nunca había oído hablar. Un beneficio mutuo para mí y para cualquiera que tenga el mismo tipo de amor por la lectura. Y lo que es más importante, escritoras no tan familiares, a quienes Mike Ashley llama las «Reinas del Abismo». Los tres primeros relatos, Una revelación, de Mary E. Braddon, El ángel del escultor, de Marie Corelli y De entre los muertos, de la siempre genial Edith Nesbit; son todos cuentos de fantasmas. Al igual que El piso encantado, de Marie Belloc Lowndes. Entre los que más impactan por ciertos detalles está Una Navidad en la niebla, de Frances Hodgson Burnett, que tiene una de las mejores y más espeluznantes representaciones de estar atrapado en una densa niebla, que he leído nunca. No fue hasta que llegué a Una circe moderna, de Alicia Ramsey, que este libro cobró velocidad. La historia de Ramsey es realmente extraña, presenta un «apuesto pícaro» que tiene la desgracia de encontrarse con «La Virgen Loca de las Colinas», porque todo un pueblo italiano sabe que, a quienes ella llama, ya nunca regresan.

May Sinclair, cuyo trabajo me encanta, viene a continuación con La naturaleza de las pruebas, también en el lado fantasmal pero con uno de los giros más finos e inesperados del volumen. No es necesario leer entre líneas para averiguar qué sucede en El obispo del infierno, de Marjorie Bowen. ¿O sí? Y luego llegamos al final, a la que se convirtió en mi sección favorita de este libro con algunas historias escritas por, como señala Ashley, escritoras «menos conocidas» que se atrevieron a entrar en el bastión masculino de la revista pulp. Los tres grandes ejemplos son: El tapete, de Greye La Spina, Dama Blanca, de Sophie Wenzel Ellis y La isla de las manos, de Margaret St. Clair.

Mucha felicidad lectora aquí. Perdonad mi osadía, pero para mí Reinas del Abismo, es uno de los mejores volúmenes que podéis encontrar en el catálogo editorial de Impedimenta. Así, sin vaselina. Por cierto, preciosa portada que se han marcado, ¿no?

El editor Mike Ashley tiene un gusto por lo exquisito que ya muchos quisieran. Un volumen que se disfruta aún más en esta época navideña donde el frío y la lluvia nos rodean, día sí, noche también. Definitivamente, muy pero que muy recomendable.

Reseña: Damas Asesinas, de Tori Telfer

El veneno es el arma de los sin emociones, los sociópatas, los verdaderamente crueles.

Y de las mujeres, dijo uno.

Y se lo cargaron.

La recomendable Editorial Impedimenta lleva un tiempo que no me deja dormir. Va publicando esos titulitos de libros de thriller, terror, asesinos y lo peor de todo, casos reales; de esas lecturas que quitan el sueño. Una obras en tapa dura genialmente llevaderas para leer en cualquier sitio como es el caso de Damas Asesinas. Cuatrocientas páginas que se leen en nada. Una breve biografía de mujeres asesinas conocidas que me ha venido muy bien. Debido al trabajo, llevo ya unos cuantos añitos en un atracón de crímenes reales, escuchando podcasts sobre el género, viendo documentales, películas… Sobre finales de 2018 me interesé también, por libros que tratasen estas vidas de incertidumbre y en muchos casos, locura. Especialmente, mujeres asesinas, ha sido un tema interesante.

Haciendo mención a cómo empiezo la reseña, Damas Asesinas me ha parecido un libro súper curioso ya que presenta la idea de usar veneno de una forma realmente aterradora, pero también de forma bastante normal, como si se tratase de cualquier arma homicida. Por lo que tengo estudiado, la mayoría de la gente considera que usar veneno es el arma homicida más fácil, pero para nada lo es. Es dañino psicológicamente. Se necesita ser capaz de superar una enorme carga emocional y mantener la compostura para ver cómo la víctima se consume. La larga espera… Y el otorgar. El que calla, otorga, que decía mi abuela. Supongo que es por eso que Olenna Tyrell fue un personaje bastante potente en Juego de Tronos… Bien, disculpad el off-topic.

Durante bastante tiempo, la mayoría, si no todas las mujeres asesinas, siempre usaban veneno. Y muchas veces, casi siempre por una motivación amorosa o económica. Cuando profundizas en ellas, quizás asuste el alto porcentaje que marca esta pauta. Pasó demasiadas veces en la historia. Por supuesto, existen anomalías como Elizabeth Bathory o Gertrude Baniszewski, que claramente eran más pro a las torturas, pero en casos famosos son la excepción. Anomalías, nunca mejor dicho. Cuando piensas en asesinos en serie a lo largo de la historia, los nombres que te vienen a la mente son: Jack el Destripador, Ted Bundy, Berkowitz (El hijo de Sam)… Pero, ¿qué pasa con Tillie Klimek, Moulay Hassan y Kate Bender?

La narrativa con la que nos sentimos cómodos es aquella en la que las mujeres son víctimas de delitos violentos, no las perpetradoras. De hecho, se cree aún que los asesinos en serie son tan universalmente masculinos, que en 1998, el agente del FBI, Roy Hazelwood, declaró infamemente en una conferencia de homicidios: «No existen asesinas en serie». Pues como se dice aquí en el sur: No-ni-ná. Damas Asesinas cuestiona esa afirmación y ofrece catorce ejemplos espantosos como evidencia. Aunque en gran parte olvidadas por la historia, las asesinas en serie como Erzsébet Báthory, Nannie Doss, Mary Ann Cotton y Darya Nikolayevna Saltykova rivalizan con sus homólogos masculinos en astucia, crueldad y apetito por la muerte ajena. Cada capítulo explora los crímenes y la historia de un tema diferente, y luego procede a desempacar su legado y su interpretación en los medios, así como los estereotipos y clichés sexistas que inevitablemente las rodeaban.

Una lectura maravillosa, ideal para los que nos interesan estos temas, y somos capaces de separar, con firmeza, racionalidad de irracionalidad.