Reseña: MLE. Los Defensores. Origen, de Roy Thomas, Steve Englehart, Sal Buscema, Len Wein y VVAA

Recuerdo perfectamente que Los Defensores fue el primer cómic de superhéroes que tuve, leí y releí como si no hubiese un mañana. Y amé, durante mucho tiempo. Esto parece que no ha cambiado; cuando un niño se encariña con algo, lo lleva a todos lados, lo utiliza, lo lee, se imagina en él y por si fuera poco, incluso se lo lleva puesto a la hora de dormir. Como oro en paño, guardaba mi ejemplar de Los Defensores. Recuerdo llevar bajo el brazo aquella grapa de Ediciones Zinco a doquiera que mi madre me llevase. Aunque curiosamente no recuerdo cuándo ni dónde me lo compraron o si lo heredé de algún mayor cercano de entonces. Hablo de comienzos de los 80. La memoria no da para tanto. Aunque sí sabréis que el ser humano empieza a marcar muescas en su culata-cerebral muy pronto…

Por esto y mucho más, podría decir que Los Defensores puede ser perfectamente el primer grupo de superhéroes que disfruté, y mi favorito pese al paso de los años. Una serie que oficialmente tiene sus inicios en 1972 pero que, como  ocurriría con muchas otras series después, ya en las cabeceras principales se daba a entender la posible afiliación por parte de cada uno de sus miembros. Unos inicios que contó con los más grandes del momento, una enorme variedad de superhéroes como Doctor Extraño, Namor, Hulk, Nighthawk, Gata Infernal, Valkiria y mi siempre amado Silver Surfer, entre muchos otros. Por lo que os obvio que si me entero que Panini Cómics y SD entre sus geniales Marvel Limited Edition -geniales tomos de grandes títulos que parecían irrecuperables-, nos trae un maravilloso volumen con los inicios de Los Defensores, la pregunta es: ¿Quién iba a estar ahí el primero para pillarlo?

El 12 de diciembre del pasado 2019 apareció en librerías el tomo Marvel Limited Edition, Los Defensores: Origen. Casi el día de mi cumpleaños. ¿Serendipia? ¿Creen en eso? Los Defensores: Origen es un volumen con todo lo necesario para conocer a este no-equipo de principio a fin. Las precuelas a la unión (Doctor Strange #183, The Sub-Mariner #22, #34-#35, The Incredible Hulk #126, Marvel Feature #1-#3), seguido de la serie original de Los Defensores, los verdaderos inicios contados en The Defenders #1-#11 e incluso su participación en una batalla inaudita, una guerra, un enfrentamiento de los que molan, contra los mismísimos Vengadores en The Avengers #115-#118.

Recuerdo las presentaciones por que me encantaban, y quizás me sentía algo identificado: «¡Sigue las aventuras de Los Defensores, el mejor no-equipo dentro de los cómics! ¡Misiones y aventuras, un grupo de inadaptados, los más poderosos de Marvel, todos a una!». O algo parecido. Pero sinceramente, cómo demonios no me iban a gustar si en su haber ya contaban con cuatro de mis superhéroes favoritos. ¿Quizás fue a raíz de esto o ya me molaban de antes? Tampoco recuerdo. Lo que sí sé es que el Increíble Hulk, el Submariner (Namor), Estela Plateada y Doctor Extraño eran los ingredientes principales. Así que imaginaos si de la noche a la mañana os encontrárais con un súper grupo con un buen porcentaje de personajes que nos han molado siempre. Los astro alineados.

Y como no hablar de mi enamoramiento por esa rubia de enorme espada como es la desafiante Valkiria, una superheroína imagen y semejanza de la figura mitológica nórdica de Brunnhilda que se convierte en pilar básico del grupo, aliada íntima, un apoyo súper necesario para uno de los mayores momentos de crisis cuando Los Defensores se enfrentan a Dormammu, El Sin Nombre. O a La Encantadora. O a esa oscura amenaza del pasado del Doctor Extraño como es el hechicero Cyrus Black. Importante también el enamoramiento de Valkiria por Thor, en especial, cuando se sucede la épica guerra de Los Defensores contra Los Vengadores. Una potente batalla como pocas veces se ha visto en el mundo de los cómics.

Una de las colecciones más recordadas de La Casa de las Ideas. Con grandes autores del momento, maestros consagrados a día de hoy como Roy Thomas (que abre el volumen con una curiosa Introducción), un Steve Englehart, Sal Buscema y Len Wein a tope, y muchos otros. Indispensable, es poco decir.

Reseña: Merry X-Men – Calendario de Adviento, de Chris Claremont, Charles Soule, Cullen Bunn y VVAA

Cómics interesantes para épocas ideales. Jamás pensé que podría reseñar un cómic así. Aunque de ideas originales sabemos que los guionistas de La Casa de las Ideas andan un poco sobrados a veces. Y es que estamos en esa época del año otra vez; las personas se vuelven locas por meterse en un lugar calentito para un pastel y una taza de café, a otras se les va la pinza gastando dinero en comida y regalos para la familia, y otras solo necesitan para estar a gusto, acurrucarse en el sofá con su ser querido. En resumen, es la temporada de vacaciones de finales de año. Al igual que la mayoría de las compañías de medios, Marvel tampoco evita la posibilidad de que lo pasemos bien leyendo algo acorde a los días que actualmente transitamos.

Y así llega Patrulla-X Especial Navidad o Merry X-Men – Calendario de Adviento. Un especial algo diferente. Un tomo en el que cada página de la historia (salvo el capítulo final), se cuenta en tiempo real y cada página es un día en el siempre maravilloso mes de diciembre. Esto permite más de una docena de historias diferentes y lo que mola es, que están llevadas por equipos creativos diferentes.

Merry X-Men – Calendario de Adviento se centra, sobre todo, en Júbilo y su hijo Shogo. Nuestra mutante intentará llevar a su hijo a Hawái en dichas fiestas tal como hacen muchos norteamericanos que prefieren playa y sol, a la nieve invernal. Lo que deparará en una serie de eventos increíblemente divertidos con robots, explosiones, luchas en las alturas en abundancia, todo durante un mes de diciembre bastante movidito. A groso modo, ese es el resumen y no deseo contar más pues estamos ante un tomo que en general, con poco que cuente, mucho desvelo.

La cuestión es que todo tipo de creadores, conocedores de La Patrulla-X, se han reunido para sacar adelante un cómic ideal (y que siempre lo será) para devorar en la estación navideña. Y no unos cualquieras, hablamos de los maestros Chris Claremont, Charles Soule, Cullen Bunn y Kelly Thompson, entre muchos otros que aunque no son tan consagrados, sí que reúnen un enorme talento como para estar presentes en un volumen así. Lo que incluye además ilustradores muy a tener en cuenta a día de hoy como Terry y Rachel Dodson, Chris Sotomayor, Carlos López y David López, entre una docena de artistas más.

En Merry X-Men – Calendario de Adviento hay suficientes momentos de personajes y chistes sobre los X-Men como para complacer al fan más puntero del reino mutante. Incluso al fanático del cómic más hastiado le gustará este soplo de aire fresco por que no es lo qué se cuenta, sino cómo se cuenta. Y bueno, no sé si me he explicado bien, pero hago constar que no sólo está la historia de Júbilo y su peque, está también la del enfrentamiento entre Santa Claus y la traviesa Domino, la trama de los Braddocks en Navidad y la “reunión” de Brian y Betsy, Gabby rastreando a Santa buscando alegría y conexión familiar, varios X-Men recordando aquella vez que Bobby la lió, Hank en su apariencia mutada capturando la melancolía y la soledad de volver a casa con una familia que puede quererle… Y más. Bastante más.

En definitiva, una obra bastante divertida y bien dibujada para disfrutar estas vacaciones. ¡Felices Fiestas a todos!

Reseña: 100% Marvel HC. Veneno. Matanza Desencadenado/Redención, de Hama, Wildman y Luzniak

A la vez que el mundo de los cómics ha ayudado al cine a salir adelante por su falta de ideas, en modo recíproco, el cine ha dado un buen empujón económico también al noveno arte. A partir de un título, se han vuelto a reeditar obras que solo existían en el olvido, la nostalgia o esas enormemente valoradas bibliotecas de coleccionistas. Y lo curioso es que en ocasiones, un estreno en cine es sólo el principio. Pues si hay demanda o la editorial es generosa con el aficionado, no todo que da en uno, sino que siguen cayendo más historias de ese personaje. Lo que el verdadero friki disfruta y desea.

Lo mío con Veneno (Venom) es un interés tardío. Como todo villano de los duros, siempre me fueron atractivas las historias Marvel donde participaba, se le puede ver la maldad a leguas. Pero sin duda, mi débil excusa para continuar leyendo sus mejores historias, sus mejores arcos argumentales es que Panini Cómics sigue sacando lo mejor de lo mejor del personaje. Lo vuelve a poner en el candelero en unos geniales tomacos comprendedores de sus mejores arcos argumentales.

Veneno: Matanza Desencadenado/Redención es el 100% Marvel HC que os traigo hoy. Se inicia con Matanza Desencandenado (Carnage Unleashed), un título un poco engañoso, ya que no ves mucho de ESE OTRO monstruo psicopático, más allá de la miniserie de cuatro números que le da nombre al volumen. Sin embargo, es una buena opción, porque Matanza Desencandenado es simplemente la mejor historia, la que más he disfrutado en todo lo recuerdo de este ser abominable. Obviamente, un título homenaje a Maximum Carnage, pero no la historia, sino el videojuego. Larry Hama abre esta trama de cuatro números con Veneno arrasando en lo que podría ser uno de los mejores póster de engendros simbióticos que podrás ver nunca. Y es que cuando el videojuego Carnage Unleashed se convierte en éxito, esto le brinda al psicópata Cletus Kasady la oportunidad de obtener su libertad y renovar su sádico reino de terror en las calles. ¿La única forma de detener a este demoníaco ser? Otro simbionte que le supere en odio, dolor y arrebato. La sangre fluirá cuando Veneno y Matanza se encuentren. Por que además, la ex-esposa de Eddie Brock quedará atrapada en ese fuego cruzado. Y todo apunta a que para sobrevivir, deberá convertirse en esa maravillosa Veneno femenina. Con Spiderman al lado de Eddie cuando una invasión alienígena amenace con convertir la Tierra en un horripilante planeta de simbiontes.

Redención es lo que sigue a lo que propone Hama en Matanza Desencadenado. Con una atención al detalle impresionante, pues no cualquier guionista se documentaría tanto con todos esos versículos bíblicos que lanza por su boca el Comepecados. Un ser dispuesto a cambiar la vida de Eddie Brock, que asesina al CEO de una compañía de videojuegos y a su abogado. Y como os decía antes, Anne Weying (ex-mujer de Eddie Brock) como su próximo objetivo. Pero Eddie cree haber encontrado una cura milagrosa para salvarla de esa locura simbiótica. O quizás lo empeore.

La gran pieza final, el objetivo, el trasfondo que se acerca como un nuevo amanecer es el genial arco El Planeta de los Simbiontes. Una historia que se esperaba como una de las más grandes creadas para el personaje de Veneno, pero que por lo que oí tiene tantos fans como detractores. Como siempre digo: estamos en esta vida para probar cosas nuevas por nosotros mismos. Cuantas más mejor. Así que espero ese título como agua de mayo, de enero, febrero o lo que llegue antes. Que Panini lo traiga en una buena edición es lo que importa.

Tenemos en Veneno: Matanza Desencadenado/Redención una magnífica edición palomitera, entretenida a tope de power, diversión y acción a cascoporro. Con miniseries de las buenas recopiladas para llevar bajo el brazo. Un personaje con el que cada vez que me encuentro, siento que se le puede sacar un provecho enorme.

Nuevamente prendado y satisfecho con una lectura Marvel que no conocía. Ni que decir tiene que si has leído hasta aquí, estás calentando el sitio en pillarlo.

Reseña: 100% Marvel HC. El Castigador: Zona de Guerra, de Chuck Dixon, John Romita Jr. y Mike Harris

Interminables alabanzas para definir esto de tener en un sólo tomo una serie al completo. En un solo volumen portable donde quiera que vaya, una maravilla que poder llevar bajo el brazo para degustar y abstraerse en cualquier lugar posible. La Maravillosa Época de los Integrales que estamos viviendo y que en el futuro recordaremos, o se recordará, como años dorados de publicaciones en papel. Como si no hubiera un mañana.

El Castigador: Zona de Guerra es una serie publicada por Marvel Comics donde vais a ver a The Punisher dándolo todo. Tramas que fueron escritas y dibujadas por varios artistas en un total de cuarenta y un números, pero donde esplende por encima de todo el inicio llevado a cabo en 1992; guionizada por Chuck Dixon, y con un John Romita Jr. pletórico a los lápices. El Castigador: Zona de Guerra está considerada la tercera serie más popular entre los aficionados, pero ya sabéis como es esto, para gustos los colores. En mi caso, leerla de un tirón así, ahora, y con la madurez que uno tiene en estos momentos, os juro que ha hecho tambalear mis dos altas posiciones que ostentaban Punisher Max y Diario de Guerra. Y no es para asustarse, se dice que con Zona de Guerra, el personaje llega a marcar en los 90s su máximo pico de explotación y popularidad.

Los seis primeros números comprenden un arco argumental. Con el trasfondo común de lo obvio: la guerra contra el crimen de Frank Castle como El Castigador convierte el Universo Marvel en una zona de guerra. Donde al abrir el tomo nos damos de bruces con un enfrentamiento: un oficial de policía recibió un disparo y un pintilla utiliza a otra poli como escudo humano. The Punisher le dispara y ella puede correr a auxiliar al otro agente. Mientras tanto El Castigador ejecuta al pintilla. Pero ella trata de arrestarlo y él, tranquilamente, le dice que haga lo que crea correcto. Y al no hacer ningún esfuerzo por detenerlo, se va. Comienzan a desatarse entonces toda una serie de crimenes violentos por la ciudad. Un colombiano herido se encuentra con sus superiores y les explica una reciente masacre. Frank Castle empieza a sospechar que su compañero Micro tiene un problema con la mafia. Noches después, desaparece. En una de sus salidas, Frank intercepta un robo de uno de los lavaderos de dinero que usan las Tríadas y los mata a todos, excepto a uno, que se niega a dar información. El Castigador lo tortura con una paleta, un trozo de carne y un soplete (hay que verlo). Pero todos los caminos parecen llevar al denominado Shotgun, que ha empezado a gobernar la gran ciudad de la noche a la mañana. Y cuando los jefes de reclutamiento policial empiezan a requerir gente, Mickey dice que tiene a un primo de Kansas ideal para el trabajo: Johnny Tower (El Castigador, encubierto) que va de todas-todas a por ese Shotgun…

Lo siguiente es que Rosalie se molesta porque las familias de la mafia se están reuniendo sin ella. Uno de los cabecillas le dice que debería irse a casa y llorar la muerte de su padre, tío y prometido. Ella argumenta que nació en La Familia y ha estado al lado de su padre desde que era pequeña. La mayoría alegan que no van a trabajar para una mujer. Ella ordena a sus chicos que lo maten. Después del altercado, se elige a sí misma como nuevo jefe y les da a todos su primer mandamiento: ¡Quiere a El Castigador muerto! Para asegurarse, Rosalie se reúne con Los 7 Asesinos y les explica los términos. Todos tienen puesto el ojo en The Punisher después de esa famosa recompensa de cinco millones de dólares.

Caña de la buena.

Ciertos desconocidos creen que cuando recomiendo algo con ansia, con tanto ímpetu, es por que soy así de entusiasmista, de forofo, de influencer… Es en esos momentos cuando les recuerdo (mi madre decía: «Tienes tan buena memoria, de lo rencoroso que eres».), les recuerdo a esa gente sin fe, que El Castigador: Zona de Guerra es una jodida maravilla.

Reseña: Grandes Tesoros Marvel. Parábola, de Stan Lee y Moebius

No ocurre muy a menudo y menos hoy en día, pero en los años dorados, cuando dos titanes de cualquier medio artístico colaboraban en un proyecto, seguramente atraían la atención de multitud de seguidores. Una cómic, una novela gráfica producida por los ya ángeles del noveno arte Stan Lee y Jean Giraud (más conocido como Moebius); dos colosos frente a frente, un mano a mano entre cómic americano y la famosa “bande dessinée” (BD) de cómic europeo. Y ahora en un maravilloso y enmarcable tomo, Panini Cómics reedita este genial Parábola, un título que jamás debió dejar de estar disponible en librerías.

En este noviembre que se nos fue, hemos tenido el primer tomo de la nueva línea Grandes Tesoros Marvel que trae una recopilación del cómic Parábola editada a un tamaño gigantesco. Aquellos dos números que compusieron en su día una historia en el volumen 4 de la magnífica serie regular de Silver Surfer. Panini Cómic vuelve a reimprimirla después de los años. Dónde una estrella cae a la tierra, el pánico se apodera del planeta mientras la humanidad se prepara para su inevitable fin y resulta que la estrella es una nave y dentro vive un dios.

Todo lo que pide es adoración. Superado en todos sus intentos de salir ileso, el ser humano se apresura a obedecer. Solo hay una voz de disidencia que no será silenciada. Se llama Estela Plateada, que reconoce a ese dios como su antiguo maestro aunque se pregunta por qué Galactus alenta a la humanidad a vivir de acuerdo con su naturaleza más oscura… Para colmo, todos los superhéroes de la Tierra han caído ante el inesperado poder de Mrrungo-Mu, el líder alienígena de los esclavizadores. Todos, excepto Silver Surfer. Que se pregunta: ¿qué posibilidades tiene él contra tal poder?

La historia de Parábola es de esos grandes guiones que parecen relativamente simples (Galactus, un ser alienígena de poder insondable que se alimenta de planetas enteros, regresa a la Tierra habiendo hecho un juramento para no atacarlo y exige a la humanidad seguimiento); sin duda una idea que queda para siempre en el lector. Indispensable para amantes de Estela Plateada, por supuesto. Una trama fascinante sobre la locura y nobleza del hombre.

Originalmente publicado en 1988 llega en este 2019 que se nos va, una grandísima edición digna de coleccionismo. Con una genial introducción de Stan Lee se explica la idea y en un fascinante epílogo de Moebius se explica el proceso artístico tras la novela gráfica. El guión de Stan Lee se siente quizás demasiado elaborado (¿adulto?) para un cómic de la época. No obstante, las magníficas ilustraciones de Moebius liberan un poco y muestran la suficiente moderación para permitir que el arte hable por sí mismo. Ayudado de diálogos que son extrañamente apropiados para imágenes tan grandiosas. Muy conseguido el tono bíblico en esta/este Parábola.

Al igual que otras grandes historias del noveno arte como Watchmen, La Última Cacería de Kraven o El Regreso del Caballero Oscuro, Parábola es un indispensable de cualquier cómicteca que se precie. Dos estilos diferentes que se mezclan para crear una salsa diferente. Sabrosa. ¿Crees que llevar mucho tiempo agotado ayuda a valorarlo más? Pues sí. Pero que es una maravilla, eso no me lo quita nadie. La fusión de los estilos artísticos francés y estadounidense, deja de piedra.

Indispensable.