Reseña: Batman. Yo, Joker, de Bob Hall

Tras ver un peliculón como es Joker, interpretado por Joaquin Phoenix, un actor que para mí se merece todos los premios que le puedan dar, uno tenía más ganas del personaje. Y uno sabe muy bien que gracias a ECC Ediciones, sólo tenemos que echar un ojo a su extenso catálogo, para ver que seguramente haya más de una obra centrada en el villano que probablemente has pasado por alto. Y así es, en mi caso. Entre sus últimas novedades encontré una que además de no haberla tenido en cuenta en su momento (uno no puede gobernar tan ancho mar), tenía un pintón de muerte. Y entonces, los nervios a flor de piel, llegar a casa, el sillón de lectura favorito y casualidad o no, la family le deja a uno sólo con sus pensamientos y al tajo. Por que Yo, Joker tenía todo-todito-todo para gustarme y ser leída de leída de una sentada. Para colmo, estaba de por medio Bob Hall, un señor maestro polifacético, y eso friends, eran palabras mayores…

Robert «Bob» Hall (1944) es un ilustrador y guionista de cómics estadounidense, que además es dramaturgo y director de teatro. Un maestro en las escenas, diría. Pero esperad, esperad, que hay más. Es que Bob es el cocreador de Los Vengadores Costa Oeste de Marvel Comics, o como se llamaron aquí, Los Nuevos Vengadores. Pero el señor Hall, como amante del cómic de superhéroes, tiene a sus espaldas más títulos como Weird War Tales, Squadron Supreme y de sus últimas me suenan Armed and Dangerous y Shadowman, que dibujó y escribió para Valiant Comics. Pero resulta que tiene en su haber una genialidad como es Yo, Joker, que se ubica fuera de la continuidad, en ese apartado lugar de DC Cómics donde las historias son como una invitación abierta a las fantasías más salvajes y extrañas del mundo de la viñeta. Conceptos algunos rarunos pero en su mayoría, extraños, autocomplacientes e inverosímiles con detalles sorprendentes que os puedo asegurar que en más de un caso gustan más que lo que se contó en la regularidad. Hablo de los Elseworlds (Otros Mundos).

Bien, pues hará unos veinte años (suena a mucho, pero para los de mi edad sabemos que no hace nada), el maestro Bob Hall apareció en los cómics de Batman en un visto y no visto, y fue para escribir e ilustrar historias muy chulas. Una de ellas fue Yo, Joker y otra Es la Hora del Joker (It’s Joker Time), ambas recogidas en este TPB que hoy os reseño. Donde brilla, sobre todo, la primera, pues uno tiene la sensación de haber descubierto el significado de la vida tras leerla… ¡A lo que vamos! Un guión que nos lleva a una Gotham muy distinta de la que conocemos, con lugares habituales y no habituales a la vez, pero con un ritual o celebración anual que lo cambia todo. Y es que cada 21 de diciembre, sus habitantes celebran una especie de concurso muy especial que consiste en intentar destronar al Caballero Oscuro de su puesto. ¿El objetivo? Sustituirlo. Una historia apocalíptica súper interesante en formato cómic muy a Los Juegos del Hambre o para la gente de mi edad, muy a lo Perseguido (The Running Man, con Arnold Schwarzenegger), historia del maestro Stephen King, por cierto.

Y aquí tenemos al Joker y Batman en el candelero. El Guasón (como dicen mis hermanos sudamericanos) escapa del Asilo Arkham para enfrentarse a un duro… ¿programa de televisión? Un futuro distópico en el que la verdadera historia de Bruce Wayne, su misión como Batman y su galería de villanos se ha convertido en una especie de culto de ofrendas al Mal. Un ritual televisado y venerado por los ciudadanos de Gotham que se mecen en un frenesí desorbitado instando a su Caballero Oscuro, un monstruoso ser conocido como The Bruce, que sólo piensa en aplastar y destruir. ¿La única regla? No tomar solamente una vida. Uff…, y para mal del demonio, los villanos a destrozar son ciudadanos inocentes, secuestrados, con lavados de cerebro y alterados quirúrgicamente antes de ser empujado a las calles para ser cazados y asesinados. Suena fuerte, ¿no? Eso no quita que mole.

Yo, Joker, una historia contada desde el punto de vista del Joker, uno de los desafortunados en ser seleccionado para actuar en tan siniertro programa de televisión, una manifestación del caos, hecha cómic.

Reseña: Flex Mentallo. El Justiciero Musculoso, de Grant Morrison y Frank Quitely

Hay momentos de incertidumbre en los que uno busca algo diferente que leer, y curiosamente descubre cositas como Flex Mentallo; obra que en principio tenía catalogada para futurible pero que resultó ser imposible encontrar disponible en su día. Una miniserie de cuatro números escrita por Grant Morrison y dibujada por Frank Quitely que sólo por estos maestros a un lector de cómics ya le debe interesar. Y en cuánto uno indaga, más se engancha. Y en cuánto uno descubre qué es realmente Flex Mentallo, más se pregunta cómo demonios ha podido pasar por alto algo tan chulo como puede ser un spin-off de los buenos de La Patrulla Condenada. De los que hay que leer sí o sí. Una epopeya que finalmente vuelve a estar disponible después de los problemas legales que por lo visto tuvo la obra y que la mantuvo fuera de impresión durante años. Pero entonces, ¿quién o qué es realmente Flex Mentallo? Pues diría que es solo uno de los muchos personajes secundarios que con un poco de salsa se les saca mucho partido.

Flex Mentallo: El Justiciero Musculoso es una historia donde el poder de la imaginación se considera la fuerza más suprema de todas y con ello se consuma todo un arco argumental de cuatro numeritos que ECC Ediciones ahora recopila en un solo tomo. Estoy de acuerdo. Además, ¿sabéis qué? No voy a explicaros quién o qué es exactamente Flex Mentallo, pues no estoy completamente seguro de poder hacerlo. No es lo que crees, de eso estoy seguro, pues vas a encontrar mucho más en una historia algo surrealista, en un innegable buen trabajo de Grant Morrison. Un lugar donde explorar un poco más sus pensamientos después de su maravillosa Animal Man.

Y aproximadamente una década después, hizo algo soberbio en Flex Mentallo. Los temas sobre qué eran los cómics, cuáles son y serán, están presentes en casi todo su trabajo. Flex Mentallo se erige como el eslabón perdido entre la forma original y cruda de Grant Morrison y la versión madura y segura que tenemos hoy en mente de un personaje o mejor dicho, de un héroe protagonista. Los cuatro números recopilados en esta aventura llamada El Justiciero Musculoso nos llevan a través de la historia de los cómics a grandes rasgos. El primer número se centra en la Edad de Oro, el segundo en la Edad de Plata, el tercero en ese “tiempo oscuro” posterior a 1986, y en el cuarto vais a ver lo que lo realmente piensa el autor de los cómics modernos. Y sonreiréis. Pues es algo binario. O los amas o no quieres saber nada de ellos.

Todo se basa en la idea de dos tipos más que diferentes. Flex Mentallo busca a su amigo llamado El Hecho, y ambos, conscientes de que son personajes de ficción de una serie de cómics inventados por un niño, intentan descubrir cuál es su verdadero sino. Flex Mentallo es muy similar a Charles Atas, un conocido culturista italiano de principios del siglo XX que desde muy temprana edad se mudó a Brooklyn, Nueva York y se hizo muy conocido. Su amigo, El Hecho, recuerda mucho al Rorschach de Watchmen, o quizás a The Question. Es decir, en personalidad, justo el otro extremo. Durante dicha búsqueda entrarán en juego todo tipo de factores y van encontrándose a sí mismos en diferentes marcos de la historia del cómic. Una exploración sobre qué eran y qué llegarán a ser.

Grant Morrison es solo la mitad de la ecuación aquí, y si hay alguien con quien el escritor debería trabajar con mayor frecuencia, ese es Frank Quitely. Tener a ambos en una misma obra, es absolutamente un gusto adquirido. Quitely con cada página mejora y mejora. Se debe en parte a que su estilo es una combinación de todo y nada. Es decir, puede representar algo ajeno al mundo del cómic en formato viñeta y de pronto, aparece como una versión ligeramente sesgada de los artistas de la Edad de Oro y Plata. Y Grant Morrison no es Alan Moore. Y definitivamente no es Frank Miller. Pero es ese tercer maestro en discordia de los contemporáneos de los que uno debe leer todo-todito-todo.

Dicen que leer Flex Mentallo: El Justiciero Musculoso es lo más parecido a alterar tu comprensión del espacio-tiempo. Lo que está claro es que te cambiará el modo de ver el noveno arte.

Reseña: Green Lantern. Sin Miedo, de Geoff Johns, Carlos Pacheco, Van Sciver y Bianchi

Tras el buen regusto que me dejó Green Lantern – El Planeta de los Simios, tenía más ganas de Lanterns. Y recordé que tenía pendiente retomar estos tomitos que ECC Ediciones está recopilando donde se recoge la serie regular que se iniciaba con los seis episodios de la epopeya que marcó el inicio de esa era llamada Renacimiento; con guiones de Geoff Johns (JSA) y dibujo de Ethan Van Sciver (Batman/Catwoman: Rastro de pólvora). Y que ahora continúa con un arco diferente llamado Green Lantern: Sin Miedo. Como bien se comenta, una nueva colección, una nueva forma de tenerlos bien recopilados, una idea que nace con el propósito de abarcar la legendaria etapa que trajo de vuelta a Hal Jordan. Por si no ha quedado claro, sí, en este segundo volumen es donde comienza la serie recopilando los seis primeros números de la serie. Una nueva era para Hal Jordan como Green Lantern en su primera serie regular americana del siglo XXI. Así que abrochaos los cinturones y agarraos para disfrutar como este que os habla, de uno de los mejores íconos DC, no sólo como superhéroe, sino como es para mí, uno de los mejores personajes con el que poder disfrutar de aventuras intergalácticas en formato cómic.

Sobre todo, esto último. Pues siempre pensé que Green Lantern y sus historias están un poco fuera de tanto maremágnum superheróico… Así que un poco de verde. Eso recomienda el médico, cada no mucho. Y tiene más razón que un santo. El no dejarlo, un poquito de Green Lantern, del mejor de ellos, del que sacó adelante un autorazo como Geoff Johns, un personaje que se nota que ama y que se preocupó por que no quedara en el olvido desde que llegara a DC Cómics. Aquí, Hal Jordan regresa a la vanguardia comenzando en las pistas de aterrizaje de la Base Edwards de la Fuerza Aérea hasta poder llegar al rincón más oscuro del Sector Espacial 2814. Con un arco argumental en tres partes llamado Sin Miedo.

¿Y ese nombre? Fácil. Las fuerzas de la oscuridad ya han comenzado a crecer, buscando reclamar el poder de la Linterna Verde para sí mismos. Con una premisa básica, Johns nos lleva poco a poco a una batalla que se va fraguando lentamente como se bate el chocolate en un día de invierno. Mientras lucha por enderezar su vida en la Tierra, Hal Jordan hace un descubrimiento horrible en los confines del espacio: tiene la clave del futuro del Green Lantern Corps. Encontró un nuevo Manhunter en la ciudad que afirma que el sector 2814 está bajo su jurisdicción y Jordan termina por descubrir que la verdadera naturaleza de la misión del androide es otra. La falsedad con sus mejores recursos. Entonces, ¿de verdad, le corresponde a Hal Jordan cerrar ese tema o hay algo más oculto? Pues se sabe que Mano Negra ha vuelto a la acción. Busca venganza. Y hay más. Cuestiones que se suceden una tras otra, como por ejemplo, ¿qué tiene que ver una extraña autopsia alienígena con Héctor Hammond? ¿Y qué papel juega en esa conspiración oscura nuestro Green Lantern?

Green Lantern: Sin Miedo es por encima de todo una historia repleta de acción que enfrenta a Hal Jordan contra el mortal Tiburón, a medida que los secuestros alienígenas en la Costa Oeste aumentan. Una trama que de forma chula nos lleva a los primeros eventos de Renacimiento con el personaje. Con una premisa de secuestros de seres inocentes que no esperaba. Todo conectándose poco a poco con la inminente Guerra Rann / Thanagar.

Siempre me encantó de Green Lantern (del moderno, no aquel de sus principios que eran casi de chiste las cosas que hacía con su anillo); sus innumerables aventuras intergalácticas. Para los niños de los 80s, Green Lantern era más que un superhéroe, pues cada vez que surgía una misión donde debía recorrer medio universo para realizarla, miles de opciones se abrían. Además, la idea de otros Lanterns por ahí sueltos, cada uno de una raza diferente, cuya misión es custodiar una cantidad de pársecs importante…, siempre me ha parecido maravillosa. Por eso no me canso de repetir que leer algo suyo de vez en cuando, tenerlo presente, me parece una de las lecturas más entretenidas que uno puede encontrar como amante de la Ciencia Ficción.

Reseña: Huyamos por la Izquierda. Las Crónicas de León Melquíades, de Mark Russell y Mike Feehan

Así nos va a los que perseveramos; lectores constantes, tenaces, firmes, persistentes, gente que no para de leer una obra tras otra por que es fácil y gustoso. Las mejores aventuras, las mejores historias donde dejar deambular la mente de uno, siempre se encuentran en la cultura freak, geek, o como queráis llamarlo. Un universo interminable donde disfrutar, lejos de la cada vez más insolente actualidad. Ideas originales a un paso. ¿Y por qué tan serio?, como decía aquel de boca rajada. ¿Por qué tan filosófico a comienzos de 2020? Fácil. Lo que uno encuentra casi por casualidad, me ha hecho reflexionar. Y es que si me hubiérais dicho hace algún tiempo que me enamoraría de un cómic sobre León Melquíades… -¿Quién? Uff, seguro que a muchos de vosotros (como a mí) ni os suena el nombre. Pero os pongo en situación. León Melquíades (Snagglepuss, en inglés) fue un personaje de dibujos animados creado por la factoría de animación Hanna-Barbera. Un león o gato montés antropomórfico y parlante con acento sureño de color rosa cuyas aventuras fueron emitidas en USA allá por los 60s y en nuestro país hacia finales de los 70s, principios de los 80s. De esas series muy relacionables entre ellas junto a El Oso Yogui, Leoncio León y Tristón, Los Picapiedra, Los Autos Locos…-, bien, pues como os decía, ¿quién demonios me iba a decir a mí que con algo más de cuatro décadas encima, me iba a encantar un cómic sobre León Melquíades? Friends, en serio, un pedazo de enamoramiento de este nuevo replanteamiento que Mark Russell le hace al personaje.

Un lavado de cara, una nueva visión comiquera volviéndola actual, a una serie de Hanna-Barbera tal como hiciera con la exitosa Los Picapiedra, la joya de la corona de todas estas readaptaciones. Otra edición chula como es Huyamos por la Izquierda: Las Crónicas de Melquíades que ahora ECC Ediciones recoge en un tomito con la miniserie al completo. No obstante, no esperéis nada infantil. De hecho, diría que estamos ante un cómic bastante adulto ya que se centra en aquellos años de sustos en USA, como fue la década de los 50s del pasado siglo. Puro género negro. Y  sí, me refiero a esa famosa lista negra de gente perseguida de Hollywood de la que tanto se habló entonces.

Encontramos entonces a un León Melquíades como una especie de Tennessee Williams (no tan descabellado), que lleva una vida gay secreta oculta al público. Pero la caza de comunistas es solo un aspecto parcial. Aquí se mezcla el desdén por los estadounidenses homosexuales, su trato como degenerados y la yuxtaposición de personas que llevan vidas ocultas debido a su orientación sexual con seres que se ven obligados a hacer lo mismo debido a sus convicciones políticas. La vergüenza es el arma utilizada contra todas las formas disidentes. La vergüenza de ser quien realmente eres, se alinea con el miedo a ser perseguido. Ese es el trasfondo. Estados Unidos, como se muestra en Las Crónicas de Melquíades, es ese país que tuvo como enemigos a racistas y xenófobos de otros países cuando sus mismos defectos saltaban en su propia parrilla. No es una nación de individuos como se pretende, sino un asentamiento de entidades indistinguibles que solo tolerarán su singularidad hasta cierto punto. El típico ejemplo de haz lo que digo, no lo que hago…

Y aquí se ve. En definitiva, un genial tomito con un tema muy serio a tratar. Llevado con personajes infantiles reconvertidos (muy a lo Blacksad, por cierto), con muchos aspectos de la historia negra de Hollywood que brindan su contexto más allá de la sátira. Con líneas y dibujos de angustia y horror bastante conseguidos. Con otros personajes conocidos y relacionados que hacen aparición como el Sabueso Huckleberry, que es un poco Truman Capote (esto puede sonar un poco desgarrador); o el genial Tiro Loco McGraw, al igual que Pulpo Manotas y algunos secundarios típicos de las series Hanna-Barbera, que con un poco de esfuerzo de memoria reconoceréis.

Mark Russell compara el mundo a un escenario y sugiere que todos somos actores. Bueno, en realidad, Shakespeare sugirió eso. Pero Russell lo convierte en cómic. En una miniserie que es propensa a debate. Una aguda sátira política muy conseguida.

Reseña: Generaciones (Integral), de John Byrne y VVAA

Es obvio que a los amantes del cómic, a los que tenemos encima ya unas décadas leyendo, una de las cosas que más nos molaba de pequeños respecto a los superhéroes, eran los crossovers. Un crossover es una interrelación de historias o personajes de diferentes cabeceras o de la misma franquicia; dos potencias editoriales o más, en definitiva, que se reunen en una o varias historias para una trama conjunta. Considerado por muchos (por los más superficiales, claro está) como una maniobra de mercadeo o publicidad, al lector constante que nos centramos en lo que nos gusta (historia, personajes y sus momentos épicos), encontrarlos en nuestro kiosco-cielo-celestial de dónde vivíamos, no era cosa que un síntoma de ansia pura y hype hasta conseguirlo. Molaban mil. Y si os paráis a pensarlo, no me digáis que no es un súper lujo encontrarte así hoy en día, en un solo volumen, la obra enterita del maestro John Byrne. Ese momento de su vida que decidió dedicarse por entero a los héroes más punteros de DC Cómics.

En Generaciones, encontraremos tres miniseries completas de cuatro, cautro y doce números respectivamente, que el maestro canadiense realizó durante varios años. Un guionista y dibujante, uno de los más aclamados del cómic estadounidense. Un volumen aquí que se centra en una máxima, una idea, una premisa fascinante como bien se alega en la sinopsis editorial, pues, ¿y si los personajes de las viñetas envejecieran al mismo ritmo que sus lectores? Una cuestión que muchos hemos tratado bastante en nuestras conversaciones comiqueras. El envejecimiento. Ese Mal que los superhéroes parecen no sufrir…

… hasta ahora. Pues en Generaciones se cuenta la historia, a lo largo de un siglo -que en realidad coge casi dos, como a muchos de nosotros nos ha tocado vivir-; donde somos testigos de los sucesos y circunstancias que con el paso del tiempo llegan a unir a dos de los superhéroes más poderosos del mundo como son Batman y Superman. Y en estas batallas, estos superhéroes, en principio, opuestos en casi todo, no solo se definen. Sino que también se representan tal como fueron presentados por escritores y artistas a lo largo de las diferentes décadas. Desde su primer encuentro hasta sus enfrentamientos contra el Joker, Lex Luthor y Mxyzptlk. Una relación personal que evoluciona con cantidad de desencuentros, batallas y sucesos a los que se unen los mejores amigos, socios y descendientes de cada uno.

Una genialidad que empieza con el Último Hijo de Krypton y el posteriormente conocido Caballero Oscuro en 1939, al comienzo de sus carreras, cuando ambas potencias con capa se encuentran por primera vez formando equipo contra el temible Ultra-Humanita. Y a partir de ahí, a medida que pasan los años, sus caminos se cruzan una y otra vez, se alternan, se juntan sus investigaciones y deben combinar sus habilidades y poderes para evitar cierta cantidad de desastres. Pero incluso cuando ceden sus virtudes a una nueva generación de héroes, los enemigos de su pasado conspiran contra ellos y la situación termina por volverlos a juntar. Revelaciones sorprendentes que cambiarán para siempre el legado de los mejores héroes del mundo.

En 1939, Superman y Batman se encuentran por primera vez en la Feria Mundial de Metrópolis para luchar contra un robot desbocado que se halla bajo el control de Ultra-Humanita. En 1949, Superman y Batman se unen para enfrentarse a sus grandes némesis pues han capturado a Lois Lane para desestabilizar al Hijo de Krypton. En 1959, Superman y Batman lidian contra Mxyzptlk y Bati-Duende en un concurso en el que se intenta saber qué héroe es lo suficientemente digno de ser llevado a un mundo lejano para reñir contra una invasión alienígena. En 1969, la familia de Superman tiene varios problemas importantes: Joel Kent se va a luchar a la Guerra de Vietnam y Lois Lane Kent es diagnosticada con cáncer. Por otro lado, la familia de Batman intenta resolver el misterio del denominado Joker Junior. En 1979, la hija de Superman, Kara Kent, y el hijo de Batman, Bruce Wayne Jr., deciden casarse, aunque un enemigo del pasado de Superman tiene en mente aarruinarles tan bonito día. En 1989, Superman es acusado de asesinar a Lex Luthor, y el hijo de Batman se dispone a descubrir la verdad. En 1999, Bruce Wayne vuelve al papel de Batman después de años de ausencia, mientras se restauran los poderes de Superman. En 2919 (enorme salto, ¿no?), Batman y Superman recuerdan su primer encuentro como quizás pudieron ser el primer Robin y Superboy allá por 1929…

Con el paso de los años, el maestro John Byrne ha ido cambiando de sitio en la industria de los superhéroes. Se sabe que siempre fue culo de mal asiento. Y quizás él, mejor que nadie, lo sepa y así lo refleje en su Generaciones. Un deambular donde con cada década llega una nueva aventura diferente y tramas a cuál más evocadora. ¿El detalle? Se percibe que Byrne fue y es, bastante consciente de que cada uno tenemos nuestros gustos, que cada uno debemos hacer/escribir/crear nuestras obras si importar lo que los demás piensen. Escribir, dibujar, para disfrutar nosotros mismos. En definitiva, saber que si queda alguien en el mundo que necesita otro Batman, otro Superman, el suyo puede ser tan bueno como cualquiera. Y mostrarlos en un trasfondo que es una oda al paso del tiempo, me parece todo un acierto en esta fabulosa Generaciones.

¡Feliz Año Nuevo a tod@s!

Reseña: El Planeta de los Simios / Green Lantern, de Robbie Thompson, Justin Jordan y Barnaby Bagenda

Me pedía el cuerpo leer una macarrada, o una historia que tuviera indicios de serlo. Con personajes, tramas mezcladas de diferentes universos por que en el fondo uno sabe, que las macarradas otra cosa no pero originales son un rato. Fue entonces que encontré entre las últimas novedades de ECC Ediciones un tomito que en principio reunía lo que me pedía el body. Y es que Boom Studios! y DC Comics, dos editoriales con franquicias importantes y clásicas dentro del buen cómic, se reunieron para sacar adelante una miniserie o evento cruzado de dos de sus potentes títulos como son Green Lantern y El Planeta de los Simios.

Los astros se habían alineado.

¿La historia? Pura Ciencia Ficción como solo estas dos franquicias podrían aportar. En un mundo alienígena totalmente desolado, una figura envuelta en un manto dirige unas extrañas palabras hacia Arkillo, Bleez, Star Sapphire, Saint Walker, un miembro de la tribu Indigo y Larfleeze. La energía amarilla brota de su mano haciendo que todos los Lanterns retrocedan. Incluso tal poder arroja a un lado a la figura envuelta. Por otro lado, lejos de este planeta, una explosión de energía amarilla brota abriéndose paso a través del cosmos. Encuentra su camino hacia una porción desértica de la Tierra y Nova va al cráter cuando este potente rayo cae destrozándolo todo. Y entonces una mano lo alcanza por detrás y Cornelius… Retrotrayéndonos a la trama general, Taylor ha desaparecido y Cornelius durante sus investigaciones descubrió un anillo antiguo, diferente a todo lo que el Universo ha visto hasta ahora. Todo eso repercute en que, a medida que dicho poder y empieza a resonar en las estrellas, los Guardianes del Universo deben revelar a sus Lanterns un secreto que se esperaba que nunca jamás debiera ser desvelado.

De la mano de Robbie Thompson (Silk, Spidey), el guionista Justin Jordan (Green Lantern: Nuevos Guardianes, Luther Strode) y el dibujante Barnaby Bagenda (Omega Men) llega un relato épico que abarca varios universos y que enfrenta a Lantern contra Simio en la lucha definitiva por el poder. Esto alega la editorial, y yo no lo podría haber dicho mejor, pues los Green Lantern Corps, liderados por Hal Jordan, corren de un lado para otro en esta obra en plan aventuras espaciales o como si de una partida rolera futurista se tratase. Todos intentando hacerse con esa fuente de poder inmensa, antes que el enemigo pueda tenerlo en sus manos y descubra una verdad que podría cambiarlos a todos para siempre. Añadiendo una Ape City en pánico, pues se ha corrido la voz de la captura de un humano que habla (Hal) y un extraño compañero alienígena (Sinestro) y lo que es peor, merodean por el lugar un grupo de humanos extraños con cicatrices y en apariencia mutante, que han sido vistos en La Zona Prohibida.

Estupendísima aventura, palomitera, de las que dejan un buen sabor de boca a los que nos gusta la Ciencia Ficción ligera. Por que sinceramente hablamos de puro entretenimiento, historias de pensar poco y dejarte llevar por diferentes mundos a lo Episodio VII de Star Wars o la gloriosa Los Guardianes de Galaxia, de James Gunn.

Refuerzos y más refuerzos ante una inevitable lucha final. El Planeta de los Simios/Green Lantern, así en tomo recopilado, cuenta con una explosiva conclusión que la remata como una historia genial, digna de recomendación, una aventura de personajes interesantes en un enorme conflicto cósmico de los que no te enteras si no estás al tanto.

Reseña: Batman. Los Reyes del Miedo, de Scott Peterson y Kelley Jones

En Los Reyes del Miedo, Scott Peterson y Kelley Jones, quisieron profundizar en la más profunda psique del Caballero Oscuro. Permítanme hacerles saber que como fan de las historias introspectivas y psicodélicas en base a lo que uno estudió, y dado que esta miniserie de seis números no está ligada a la continuidad, tenía muchísima curiosidad por leer esta miniserie que ECC Ediciones saca al mercado en un buen tomito (como siempre) de esos ligeros para devorar en cualquier parte. Además, os confieso que hacía tiempo que no me ocurría: tras acabarlo, no busqué nada más. Me dispuse a leerlo de nuevo pues esta trama tiene mucho destilado y en diferentes capas. Tenía mis expectativas, la sensación de a dónde podría estar yendo el equipo creativo cuando empecé a leer la trama, en qué lugar siniestro de la mente de Bruce Wayne querían soltarme, pero me equivoqué. Y equivocarse en las suposiciones de una historia, mola.

Una serie que el tiempo (y vosotros) diréis si en su conjunto se convierte en un clásico.

Para empezar, en Los Reyes del Miedo, estamos ante una historia donde El Espantapájaros se convierte en personaje principal. Vuelve a andar suelto y lo peor es, que tiene un rehén y lo ha rociado con una temible toxina. Un villano que en realidad no recibe mucho protagonismo en el tema que se propone al principio, pero que parece estar tras cada jugada, y eso, nuevamente, mola. No sólo permite al equipo creativo poder preparar una buena entrada para El Espantapájaros, sino que también se tiene tiempo para establecer un guión base y aportar contexto e introducir los principales problemas con los que se va a encontrar el orejas picudas.

Que se pueden resumir básicamente a: ¿Qué asusta realmente a Batman? Con una cuestión secundaria que el propio héroe dice: ¿En qué medida es responsable de las acciones de sus villanos? Estas son, por supuesto, preguntas ancestrales que han sido examinadas y respondidas por varios equipos creativos a lo largo de los años. Y aunque personalmente creo que sigue siendo un tema potencialmente interesante para explorar en un cómic de Batman, también creo que aquí se desarrolla de otro modo, con una buenísima teoría, que no desvelaré aquí. Pero os doy una pista: la encontraréis en una breve conversación que tienen Joker y Batman, donde usan metáforas sobre la mansión y la cueva del Caballero Oscuro para proponerlos como sus lugares «más oscuros»…

Sinceramente, soy incapaz de comparar Los Reyes del Miedo con otras obras de Batman. Insisto en que trata un tema que no es nuevo ni original, pero al leer la historia…, no sé, deja un buen sabor de boca. Aunque está claro que las alusiones al Arkham Asylum, de Grant Morrison y Dave McKean, son inevitables.

Batman: Los Reyes del Miedo comienza con Batman evitando que Joker mate a un inocente y diezmando absolutamente a sus matones en el proceso. Pura acción como gusta a muchos para enganchar, pero con la diferencia que Batman, en este cómic, tiene una mente táctica. Es capaz de evaluar situaciones, sabe cuándo saltar a la refriega para salvar una vida, o usa estrategias y artes marciales expertas para dominar a cualquier enemigo que se tercie en combate físico. Precisamente por esta precisión, esta delicadeza, y el suspense que mantiene el tema Espantapájaros, me gusta.

Todo esto sazonado con los dibujacos que es capaz de aportar Kelley Jones. En un tomo que se debate entre lápices y tintas, siniestramente oscuro, con una buena dosis de horror ilustrada. Por supuesto, también con sus -en ocasiones-, ciertas partes del cuerpo de algunos personajes extrañamente desproporcionadas.

Recomendado si gustas de la estética única de Kelley Jones, si te van las tramas con trasfondo y esencialmente filosóficas, y te encanta, sobre todo, las conclusiones moralmente satisfactorias.

Reseña: Wonder Woman. Las Mentiras, de Greg Rucka y Liam Sharp

Siguiendo con lo épico, uno va leyendo por temporadas lo que el cuerpo le pide. Puedo saltar (sin saltar en realidad) de una novela pulp a cómics de Conan, de un clásico superheróico a una biografía histórica, o de una historia de Terror a relatos costumbristas de Virginia Woolf. Topándome entre tantas letras y viñetas con algunas historias similares aunque cada una en su ramal. Y ahora vuelvo a la Wonder Woman de mis amores para poder leer una nueva aventura aprovechando que ECC Ediciones recopila ahora en tomitos sus mejores arcos argumentales. En especial, este Wonder Woman: Las Mentiras sacado del evento DC Renacimiento. Y es que he disfrutado mucho pues todo empezaba bien. En uno de los muchos viajes en metro que hago, me topé una tarde con un chico que leía y disfrutaba de la lectura. Le pregunté si tan buena era la historia y me dijo algo que me alucinó: «Este tomo tiene dos cosas nuevas para mí: es mi primera lectura de Wonder Woman y el primer cómic donde veo una mujer como la protagonista». Aluciné. Como si de un hecho sucedido en los años 50 del pasado siglo se tratara, pensé: ¿A estas alturas? Por todos los dioses, me valía que el joven nunca hubiera leido nunca un cómic de WW pero, ¿el primero dónde una mujer era protagonista? Soy consciente que para cierta gente desconocedora del personaje podrá pensar que las historias de la Chica Maravilla son siempre del mismo tipo: aburridas por exageradas, feministas, con un personaje escrito específicamente para que DC pueda mostrar al mundo que los géneros de sus personajes están equilibrados. Pero los insensatos se equivocan. Wonder Woman: Las Mentiras es un tomo ideal para demostrarlo. 

Diana es un personaje fantástico, interesante, imperfecto e intrigante. La historia comienza con la prota pateando traseros antes de irse a casa. Pero Diana anda confundida y comienza a cuestionarse la verdad de todo. Y no está segura de por qué tanta confusión. Pero sucede. Y está claro que ella no es… Así comienza un guión de Greg Rucka que demuestra una vez más, que es uno de los grandes maestros guionistas del noveno arte, vivo. Un personaje icónico expuesto a una perspectiva diferente. Y como fondo un paisaje inusual, la selva tropical de Banakane, muy lejos de lo urbano, de la siempre oscura Gotham City. La Chica Maravilla en un mar de ricas imágenes de bosque verde, entre tonos rojos y marrones, con unos personajes que tienen un pasado claramente ligado a Wonder Woman como son Steve y su equipo o Barbara Ann como Cheetah, uno de los principales adversarios de la superheroína. La conocida como chica-guepardo. Es entonces que a mitad de camino, quizás uno se pueda encontrarse confundido con lo que está sucediendo y se pregunte por qué demonios Diana no puede regresar a casa. Y vi que Greg Rucka ganaba, ese era seguramente el efecto deseado. Lector y prota desubicados…, en resumen, Diana se encuentra incapaz de regresar al Olimpo de Themyscira, y empieza a darse cuenta que tal vez su única esperanza sea esa odiosa chica-guepardo. A cambio de su ayuda, la villana quiere que la princesa amazona mate a Urzkartaga, para quedar libre de la maldición que la hace alimentarse de mortales. Una pata lava a la otra. «Quid pro quo». Y como el destino es así de cachondo, Diana y Steve trabajan en el mismo caso pero desde extremos opuestos. Aun así, el encuentro en la jungla ilustrará aún más ese pensar de que ambos están eternamente unidos. Algo así como Clark Kent y Lois Lane.

Se suele decir que un héroe es tan bueno como sus villanos. Greg Rucka se encarga en Las Mentiras de que la teoría se asiente. Un buen primer arco que vio la luz en la serie Renacimiento y que ahora se puede disfrutar de una sentada. A medida que disfrutaba el tomo me fui dando cuenta de un detalle, con ciertos matices, la historia daba la suficiente información para completar espacios en blanco a todo aquel desconocedor del personaje; como le sucedía al chico del metro. Se disfruta. Y es que seleccionando cualquiera de los títulos que ECC Ediciones está publicando en esta colección, siendo sincero, cada vez que leo uno de ellos me aficiono aún más a un personaje que siempre había visto con otros ojos.

Reseña: Mr. Milagro. Edición Especial, de Tom King y Mitch Gerads

Mr. Milagro es una de esas series que marcan al lector después haberla leído. Tom King nuevamente haciendo estragos entre lectores de cómics, seguidores y frikis de los superhéroes, en cualquiera de sus modalidades. Tras enterarme de la enorme fama de la obra, de conocer de lo que fue capaz este autor en obras anteriores, sobre todo, tras disfrutar de su maravillosa revisitación al personaje de La Visión (Premio Eisner a Mejor Serie en 2017); sí friends, yo soy uno de los que está entre el público cuando Tom King da un concierto.

En primera fila.

Y supongo, que como muchos de vosotros, gente que ya tiene una edad y por una cosa o por otra no se ve comprando grapas a cada momento. De los que no tienen paciencia para nada, o no tienen tiempo para mucho, o mejor dicho que a día de hoy ama los buenos tomos recopilatorios “a lo ECC” que salen al mercado; lo siento, si soy de esa gente que espera a que una súper recomendada obra como Mr. Milagro este en un solo tomo. Por que era obvio que llegaría. Y disfrutar así de una de las series más alabadas en el mundo del cómic de los últimos tiempos. Con una mini introducción del propio Tom King que llega al alma tras descubrirnos lo cerca que estuvo de morir (o de volverse loco) en manos de su hijo…, abre este volumen que recopila la serie limitada de doce números guionizada por él e ilustrada por Mitch Gerads. Una obra que fue publicada mensualmente por DC Comics y por supuesto, por ECC Cómics en nuestro país. Una historia que ha llevado a ambos autores a ganar sus respectivos Premios Eisner, el premio más alto ofrecido en la industria del cómic. Un tandem de autores que ya lo hizo bastante bien en El Sheriff de Babilonia, genial serie de doce de números también que ECC editó en un solo volumen no hace mucho. ¿Será para ellos el 12 el número de la suerte?

En un par de páginas que agradecerán los no muy puestos, antes de sumergirnos en la trama, nos ponen en situación indicándonos quién es quién en los mundos de Apokolips y Nueva Génesis. Cada uno de los grandes mandatarios de estos planetas, y lo que de Darkseid y Highfather, surge. Como eje central, la historia de Mr. Milagro , que a groso modo nos habla de un oficial de policía estadounidense convertido en consultor militar mientras intenta resolver el asesinato de uno de sus aprendices de policía iraquí en la Bagdad de 2004.

*Nota: Tom King fue agente de la CIA, por lo que es obvio pensar que en ciertas partes del guión se está basando en sus propias experiencias durante la guerra de Irak.

King y Gerad abren con el personaje principal sacado del hospital por su esposa, Big Barda, después de haber intentado suicidarse. La explicación que Scott da, es que es un artista del escape y por lo tanto, su mayor truco es saber escapar de la muerte. Inmediatamente después de regresar a casa, ambos encuentran al hermano de Scott, Orión, quien les informa que la guerra ha comenzado nuevamente. Highfather ha sido asesinado y Darkseid tiene la ecuación de la Anti-Vida, que le da el poder de infectar y dominar las mentes de sus enemigos haciéndoles creer que sus vidas no valen nada y voluntariamente se someten al control del propio Darkseid. Mmmmm…, aquí hay algo que empieza a no cuadrar, ¿no? Orion algo irritado informa a Mr. Milagro y a su chica que deben regresar a Nueva Génesis cuanto antes para ayudar en una guerra en la que se verá involucrada todo el universo.

Pero no os equivoquéis. Tom King no está interesado en batallas espaciales épicas. Le va más profundizar, mostrarnos a personajes grandiosos de la forma más humana posible. Almas rotas, deprimidas con preocupaciones que podemos tener tú y yo, sin duda, un buen truco para acercarlos al lector. Y lo hace de forma magistral. Exempli Gratia: Mr. Milagro recibe constantemente flashes de sus amigos muertos, la realidad parece desvanecerse como un televisor con estática y lo que debieran ser viñetas de acción a veces se dividen en fondos en negro que simplemente dicen: «Darkseid es». Como lector, nunca estás completamente seguro de si son realmente mensajes de Darkseid y su ecuación de la Anti-Vida invadiendo la mente de Mr. Milagro, o si Scott finalmente ha perdido toda la cordura tras años de abusos.

Si nos vamos a ese trasfondo que a veces es inevitable sacar a la luz, Mr. Milagro es esencialmente la vida de Jesús en el Universo DC; es hijo de Dios (Highfather) y fue intercambiado al Diablo (Darkseid) para hacer las paces entre Cielo e Infierno. Criado en el Mal y con una infancia llena de torturas, finalmente escapa pero todos sabemos que las secuelas quedan. Con diálogos ágiles, queda así una trama recogida en un volumen tan completo como necesario de tener en la mejor cómicteca que se precie. Filosofía pura y dura. Uno de mis momentos favoritos de la serie es ver a Scott Free cuestionarse la existencia de todo parafraseando a Descartes.

Uno de los mejores regalos en formato cómic, que podéis hacer/os en estas Navidades.