Reseña: La Bibliomula de Córdoba, de Lupano y Chemineau

Ha sido un verdadero placer leer este cómic, La bibliomula de Córdoba, recientemente publicado por Norma Editorial en una preciosa edición: ¡Es espléndido desde múltiples puntos de vista! Contiene un escenario muy rico, a lo largo del viaje épico de un trío de personajes que nada predispone a priori a la aventura: Tarid, el bibliotecario eunuco elegante y corpulento, Lubna, la copista esclava que trabaja con Tarid, y Marwan, el antiguo alumno de Tarid que se convirtió en un tío de la calle… Tenemos a un trío e incluso a un cuarteto porque a ellos se les une la memorable mula del título, que juega un papel esencial (e inesperado) en la historia y que contribuye a la trama con una fuerza cómica como pocas veces se ha visto en un animal de compañía.

Un cuarteto que se forma un poco por casualidad, tras un terrible acontecimiento inaugural que los dejará desamparados: el incendio de la biblioteca por parte de un malintencionado visir, menos fanático religioso que político, deseoso de atraer el apoyo de los religiosos. Obviamente, todo elaborado por culpa de su ambición política… Leer esta historia es vivir una aventura rica y apasionante.

Se percibe a leguas que los autores han realizado un trabajo de investigación y documentación de gran precisión, plasmando en imágenes bellísimas ilustraciones de lugares y paisajes que nos transportan literalmente a nuestro país en la época en la que Al-Andalus era el principal reino árabe en Europa. La misma época del apogeo político del emirato de Córdoba, principal capital del mundo (se dice que entonces era la ciudad más poblada del continente). El interesantísimo epílogo muestra hasta qué punto el libro es fiel a lo que sabemos de esta época en la que convivían (más o menos pacíficamente según el momento) reinos musulmanes y cristianos en nuestro país. Y en mi Al-Andalus: musulmanes, cristianos y judíos. Y en el hilo de la historia descubrimos anécdotas auténticas y sorprendentes, hasta los detalles de las inesperadas aventuras de un rey demasiado gordo para montar a caballo, o de las espadas vikingas falsificadas que circularon en el siglo X y que sólo un ojo avispado en temas históricos podría identificar.

Una aventura rica en giros de tuerca, humor y múltiples emociones también. La historia contiene muchos misterios relacionados con los personajes principales cuya historia pasada vamos descubriendo poco a poco, incluso a través de sueños casi fantásticos cuyo significado luego descubrimos. En la descripción de esta dura época, que no se presenta de forma idealizada, nuestros antihéroes se enfrentan a numerosas dificultades, perseguidos por muchos, donde muchos de ellos eran seres más depredadores para los cuales los libros no significaban nada de nada. Como mucho, su valor comercial.

Y un diseño y dibujo maravilloso. Todos los protagonistas de este portentoso álbum están dibujados con gran talento, ya sean los personajes importantes de la historia, pero también todos los numerosos personajes secundarios que existen los cuales brotan con realismo entre arquitecturas ilustradas súper realistas (si aún no habéis visitado la Mezquita de Córdoba, estáis calentando el sitio). Pero ya lo que me dejó con el culo torcido en La bibliomula de Córdoba es, que más allá de la historia épica, hay otra historia entretejida, que nos habla del amor por los libros, la riqueza del conocimiento que nos permiten compartir y lo que aportan a la humanidad. ¡Es fascinante redescubrir con Tarid antiguas intuiciones hoy a menudo poco conocidas sobre la evolución de las especies o los inicios de la aviación! A lo largo de los libros mencionados en la historieta, la trama rinde homenaje a la riqueza de la literatura de los eruditos de Al-Andalus y recuerda su papel esencial como, por ejemplo, contrabandistas que permitieron salvar los textos de muchos grandes autores de antigüedades que solo buscaban su propio beneficio. Otra historia de la fragilidad y acoso a los libros en nuestra historia pasada.

La bibliomula de Córdoba es un cómic, un álbum, un objeto hermoso que gusta tener en casa, entre las manos, en una urna de exposición. Un éxito total de estos autores. Un cómic de museo disponible en librerías.

Reseña: Shibumi, de Pat Perna, Hostache y Trevanian

Cierto es que nunca pensé que la genial Shibumi fuera una historia que se se pudiera trasladar al cómic. O que alguien tuviera la idea de llevarlo a cabo. Que se atreviera. Y eso que es una novela trepidante maravillosamente ingeniada por el intrigante Trevanian. Pero no sé porqué nunca caí en ello. Ahora podéis ver que Pat Perna y Jean-Baptiste Hostache pensaron que sí era posible. Crearon un genial volumen en formato serie y la buena nueva es que una editorial como Tengu Ediciones la acaba de publicar en nuestro país en formato integral.

Shibumi es obra maestra de la literatura norteamericana, novela de espionaje filosófica y crítica mordaz a USA como pocas historias lo son. Un libro inclasificable del misterioso y legendario escritor estadounidense Trevanian, y ahora tenemos esta trama en un maravilloso cómic europeo de los que hacen época, tal y como dice la sinopsis editorial. Y aviso que esta historia tiene un comienzo complicado y puede que algunos tengan que aguantar un poco para continuar. Pero sabiendo que lo que viene va a molar…, debéis aguantar. Aunque tenga a veces un estilo recargado en algunas páginas, hay que dar bastante información para que la historia se sostenga al mismo nivel que el libro. Y entonces a disfrutar. Me gustaron los personajes y su destino, a veces doloroso. Me gustaron los diálogos, especialmente los del héroe, que se centran en una reflexión sobre el mundo occidental, sus absurdos, y todos estos temas tratados con humor e ironía. Me gustó la inserción de los momentos de escape del prota, su fuerza silenciosa y su flema (que aquí no tiene nada de británico). Me gustaron los personajes secundarios. Me gustó esperar la acción, sentirme decepcionado por no obtener ninguna y disfrutar mirando más de cerca el dibujo y releyendo el diálogo antes de pasar la página. Me gustaron los juegos políticos y de espías, las motivaciones de cada uno y cómo cada uno se organiza y cambia de posición según sus intereses… La pura novela llevada de manera gloriosa al noveno arte. Pero entiendo que Shibumi no será un cómic que pueda complacer a todos. Después de haber tenido la oportunidad de viajar (siempre es una oportunidad) y de abrirme a la cultura india y asiática en particular, siempre me sentí muy cerca de la forma de pensar del héroe de Trevanian y de su incomprensión ante la estupidez, injusticia y cinismo que propina el ser humano. Sobre todo, en el país que aún se considera el más poderoso del mundo.

En cuanto al dibujo, no conozco bien a Hostache (Clockwerx, Assasin’s Creed: Conspiraciones, Naissance du tigre, Les pionniers…), pero su dibujo es extraño a la vez que atractivo. Todo queda un poco geométrico, los primeros planos de los hombres son angulosos y no muy bonitos, pero los primeros planos de las chicas tienen más éxito. En definitiva, no sé porqué me recuerdan a los dibujantes de las pelis Disney clásicas. Por eso y por todo lo demás, Shibumi se ha vuelto un indispensable en mi cómicteca. A recomendar. Un novela gráfica maravillosa. Más de doscientas páginas que provienen de una obra maestra de la literatura americana, novela de culto y muy famosa, que no es otra cosa que una crítica irónica y mordaz a los Estados Unidos a través de ciertos diálogos y a través de la Organización Madre, esta especie de entidad enorme que lo controla todo y decide vida o muerte para un cierto número de individuos. Pat Perna (Kersten, Convictos, Valhalla Hotel, Kosmos…) hace una buenísima traslación.

Una última batalla en un entorno de conspiraciones y muerte como pocos héroes han vivido.

Reseña: Batman. Año Uno, de Frank Miller y David Mazzucchelli

Fue genial que esto se hiciera cuando se hizo. Fue Frank Miller el iluminado en muchos aspectos. Fue Miller el que se paró a pensar que un personaje como Batman necesitaba un reinicio. Aunque Año Uno no fue un reinicio propiamente dicho, fue algo más, algo especial. Una mini saga donde se narra (obviamente lo que indica el título) el primer año en que Bruce Wayne decidió ser, quién llego a ser. Una historia genial que se desborda en suspense y acción donde Miller profundiza a retazos en la infancia de Wayne y en la idea de cómo quiere encauzar su vida, una vida que es como un pastel sin guinda. Algo le falta y no sabe qué es. Tiene una idea, pero hasta que no se lanza a pasear por las calles y a tener enfrentamientos de lo más real con malhechores; no descubre lo que realmente desea hacer en su tiempo libre.

Frank Miller dotó con gran parte del protagonismo de esta historia al teniente Gordon, lo cual fue todo un acierto. También se cuenta su vida, los pormenores de ser un buen samaritano en una ciudad repleta de políticos y policías corruptos y la debilidad de un hombre contra el mundo. Año Uno es una obra cumbre en muchos sentidos. Destaca la aparición de personajes esenciales años después como Falcone »El Romano» (que hace aquí su primera aparición), una muy diferente Selina Kyle que más que ladrona, Miller encasilla como una valiente prostituta del East End y por supuesto, amante de los gatos. El comisario Gillian Loeb, la detective Sarah Essen o el fiscal del distrito Harvey Dent. Aquí se estaba gestando, se gestaba el resurgimiento de un llamado en nuestros días Caballero Oscuro.

En Año Uno se cuenta la vida del guapo y rico Bruce Wayne. Ha regresado a su ciudad natal tras doce años fuera del país. Lo que los demás no saben es que ha estado entrenándose para conseguir un propósito que lleva años regando su cabeza. Por otro lado, el teniente James Gordon también llega a la ciudad. Bruce empieza, y decide dar una vuelta por los bajos fondos de la ciudad. Es allí donde tiene un incidente con un proxeneta y una prostituta llamada Selina Kyle. Una tía que no lucha nada mal… Wayne ve monstruos en la oscuridad, uno especial que le persigue, uno que fue a por él cuando de pequeño cayó en aquella enorme cueva que hay bajo la mansión Wayne. Lo curioso es que quiere ser como ese monstruo. Quiere ser un ser oscuro con orejas que pueda aterrorizar a los criminales y… ¿empieza a conseguirlo?

Batman: Año Uno se publicó originalmente entre 1986 y 1987, entre los números #404 y #407 de la serie regular. Sin embargo, está planteada como una lectura independiente y autoconclusiva. Está considerada unánimemente como la mejor historia de Batman jamás realizada junto a El Regreso del Caballero Oscuro. Durante mucho tiempo se quiso llevar al cine. Poco antes de que se lanzara la noticia de la producción de Batman Begins, Miller confirmó que gran parte del cómic aparecería en la próxima película de Christopher Nolan.

Frank Miller al guion, David Mazzucchelli al dibujo y el coloreado de Richmond Lewis, dieron al aficionado lo que deseaban. Una obra eterna que por estos lares consideramos el mejor y más recomendable cómic de Batman que se puede recomendar a un aficionado que quiere leer una obraza del orejas picudas. Excelentes obras muchas pero que superen el sobresaliente, se pueden contar con los dedos de una mano. Los años 80 fueron un punto álgido en la historia del noveno arte y Batman debía estar ahí… Y estuvo gracias a Frank Miller. ECC Editorial lo sabe, y como lo sabe, siempre tiene en cartel esta joyita que nunca debe faltar en disponibilidad y asequibilidad. Uno de los cómics que hay que leer antes de morir.

Reseña: Los Nuevos Titanes. ¡No a las Drogas!, de Wolfman y George Pérez

Pocos cómics vais a encontrar más educativos. Y eso que lo que tenemos entre manos es un cómic o una miniserie de tres numeritos que fueron escritos y divulgados en los años 80 del pasado siglo. Un cómic que como bien cuenta Fran San Rafael en una breve sinopsis fue un proyecto en conjunta de The Keebler Company junto a DC Comics tras el fuerte empuje que la primera dama norteamericana Nancy Reagan (mujer de Ronald Reagan) quiso dar a la lucha y la concienciación en la campaña contra las drogas.

Un tomito único que recoge este proyecto y que ECC Ediciones ha tenido a bien traer a las últimas novedades comiqueras de este país. El especial de Los Nuevos Titanes publicado por primera vez en 1983. Donde Speedy y Los Nuevos Titanes exploran la adicción a las drogas. Parte de la campaña de sensibilización sobre las drogas que originalmente fue un cómic promocional, pero fue tan popular que se convirtió en un tema para recaudar fondos. Y que contiene curiosidades del mundillo como que el traje de Starfire fue modificado y Robin (Dick Grayson) fue reemplazado por El Protector (un nuevo personaje o no) debido a problemas de licencia. Y es que nada mejor que aquel joven grupo como eran Los Nuevos Titanes para representar estos temas y salir a kioscos (los de entonces) para convertirse en un fenómeno social porque fueron cómics que raro fue el niño o niña al que no le llegó en una época tan emergente de los superhéroes. El gobierno USA de entonces vio el potencial de los personajes y junto con DC y otros patrocinadores corporativos, publicaron tres cómics contra la droga que se enviaron a todo el país y poco después otros países rápidamente importaron porque el boom de las drogas en los 80s fue tremendo (I was there).

Tenemos a estos superhéroes incluso llegando a ser enviados para la distribución en las escuelas uniendo gastos en cooperación con la Campaña Presidencial de Concientización sobre las Drogas (Y was there too); y lo mejor, grandes autores dándolo todo para que los cómics fueran interesantes. No meras viñetas de promoción. Marv Wolfman, George Pérez, Ross Andru, Joey Cavalieri y el gran ilustrador filipino Adrian Gonzales. Ahí es nada.

Por otro lado, lo que me parece curioso es como este tema se ha dejado de lado a día de hoy, teniendo como tenemos, un verdadero problema con las drogas, si cabe, más gordo e impactante, como es el tema del fentanilo. La droga-zombie que está dejando a muertos andantes por calles y calles del país más poderoso del mundo y que poco a poco va conquistando medio mundo. Una droga en la sombra.

Se necesitan más campañas así. Se siguen necesitando campañas así. Y los superhéroes son los mejores embajadores para esto.

Reseña: Control de Daños. La Colección Completa, de Dwayne McDuffie y VVAA

Control de Daños puede ser la serie Marvel que llevo más tiempo esperando ver recopilada. Una de mis más preciadas rarunadas dentro del noveno arte, porque si hay alguien que no aboga por seguir solo lo mainstream, uno de esos siempre he sido yo. Amante de lo diferente y original, Control de Daños fue una de las series que más disfruté a finales de los 90 en su idioma original. La misma que de un modo extraño mi cerebro olvidó con los años e incluso me perdí o pasé por alto los siguientes especiales que salieron. Pero una serie que regresó a mi mente cuando caí en la cuenta (y me encantó el detalle) cuando los vimos aparecer al inicio de Spiderman: Homecoming. Desde entonces, los que andamos por aquí no hemos parado de dar calor…, de reclamársela a Panini Cómics por RRSS porque, sin duda, esta serie debía estar nuevamente disponible. Y sueño cumplido. Y no solo se ha publicado La Colección Completa con las tres miniseries ochenteras-noventeras que leí, también contiene todas las apariciones de este genial departamento en el Marvel Age Annual #4 USA (de donde parte la idea), Marvel Comics Presents #19 USA, el especial de Los 4 Fantásticos así como la miniserie de tres numeritos donde vuelven a encontrarse con el gigante verde, la genial World War Hulk Aftermash!: Damage Control de 2008. Indispensable se mire por donde se mire.

Lo dicho. Si buscas una serie diferente con la que reír un rato pese a que toca de forma general un tema obvio, un tema que curiosamente muchos lectores nunca se han preguntado pues: ¿Qué ocurre con todo lo que superhéroes y villanos dejan tras una tremenda lucha? ¿Quién paga toda esa destrucción? ¿Quién corre con los gastos? O como dice la sinopsis de este volumen: ¿Galactus se ha comido tu casa? ¿El Helitransporte de SHIELD se ha estrellado sobre tu coche? ¿Los alienígenas han destrozado Manhattan… otra vez? ¡Será mejor que llames a Control de Daños! Si no habéis caído ya, os lo digo yo, Hulka tendrá un papel importante en estas miniseries. Su primo es el principal «arrasador de lugares» cuando se encuentra en batalla y ella… Bueno, ella es abogada defensora de profesión, y de vez en cuando también se le va la mano, ¿no?

Un comienzo genial. Los Vengadores (Thor, Hulka, Black Knight y Spiderman) están luchando contra un robot gigante en el centro de Nueva York. El Bug-Bot alternativo (así se llama) crece hasta tres veces su tamaño y aplasta a Thor a varias calles de distancia, derribando un edificio. Entonces Spidey logra meterse dentro de la boca del robot hasta la sala de control y lo apaga…

El atasco que rodea la aventura del superhéroe amenaza con hacer que John Porter llegue tarde a su nuevo trabajo, por lo que corre por las calles hasta el edificio Flatiron y las oficinas de Damage Control, la empresa que repara lo que los superhéroes y villanos destrozan. En el vestíbulo, John se encuentra con el villano Thunderball, que perdió su característica bola de demolición y cree que Control de Daños podría recuperarla (también se encargan de cosas así). Un primer capítulo que os cuento porque representa bien el humor de aventuras posteriores. El gigantesco robot derribado por Spiderman (con un solo click) está tendido en pleno Manhattan entre múltiples edificios, con la cabeza y los hombros apoyados contra el World Trade Center y… ¿quién demonios quita esa chatarra de ahí?

Ya estás enganchado/a. Y en caso de que estuvieras preocupado/a, Thunderball recuperó su bola de demolición. Considero que Control de Daños, de Dwayne McDuffie, es uno de los cómics más divertidos que Marvel ha publicado jamás. Y aunque sé que muchos marvelitas no le dan valor, lo tiene, y mucho por lo original y diferente, además de tratar un tema real llevado al mundo del pijameo. Pero también lo que siempre nos ha atraído del mundo de los superhéroes. Mi parte favorita es la del trabajador que descubre una esfera brillante y tiene un «Origen», convirtiéndose en un nuevo súper… alguien.

Maravilloso, se mire por donde se mire.

Reseña: Días del Futuro Pasado, de Chris Claremont y John Byrne

Días del Futuro Pasado es de esas grandes historias que nunca se ha podido representar bien en la gran pantalla. Y sabiéndolo el personal del séptimo arte, se han limitado a hacer variaciones de la idea principal o contar en pelis lo anterior o lo posterior a la principal trama en la que se basa esta joya del cómic de superhéroes. Arco argumental que solo se recogió en cuatro grapas pero que todo el mundo comprendió como una única aventura y entonces ya solo la podemos encontrar como historia única pese a ser publicada por primera vez en los X-Men #138-#143 y el Annual 4. Por lo que súper lógico encontrarlo ahora dentro de los Must-Have.

Tras los acontecimientos de la saga Fénix Oscura (otra joya del pijameo), los X-Men dejan descansar a Jean Gray. Y después de perder a la mujer que ama, Cíclope abandona a La Patrulla-X (icónica portada). Los X-Men: Bestia, Ángel, Cíclope, Profesor Xavier, Coloso, Banshee, Tormenta, Rondador Nocturno y Lobezno; junto con John y Elaine Grey, Lilandra y Moira están en el funeral de Jean. Y Cíclope hace un viaje al pasado…, recordando al primer equipo de los X-Men, el día en que Jean llegó a la Mansión X y su primera misión contra Magneto. Piensa en cuánto amaba a esa chica desde el principio, pero no podía hablar con ella debido a su poder y responsabilidad de liderar a La Patrulla-X. Su encuentro con Ka-Zar en la Tierra Salvaje, con el extraterrestre llamado Stranger, y con Juggernaut, a quien habían vencido con la ayuda de la Antorcha Humana. La llegada de Los Centinelas y el sacrificio final…

Pero Días del Futuro Pasado es un viaje a un futuro distópico, donde Los Centinelas acechan el planeta cual historia de Terminator. Y donde los X-Men son la única esperanza de la humanidad… ¡hasta que mueren! Treinta años después de lo contado anteriormente, USA está totalmente controlada por estos seres. Los pocos mutantes sobrevivientes son: Kitty Pryde, Tormenta, Coloso, Lobezno y Franklin Richards (hijo de Mr. Fantástico y la Mujer Invisible), ah, y Magneto. Y juntos planean cambiar la historia haciendo que Rachel Summers intercambie la psique de la Kate Pryde adulta con esa de su yo más joven. La idea está clara. Conjuntar un inmenso poder para aniquilar la dictadura a la que están sometidos. En este futuro, los X-Men escaparon del campo de concentración, sufrieron dos muertes y planean contraatacar. Un cómic para revivir el legendario viaje hasta el futuro distópico de 2013, donde Los Centinelas han conquistado la Tierra y todo se torna en desgracia. Una edición especial imprescindible, con una de las más inolvidables aventuras de los mutantes.

Días del Futuro Pasado fue una especie de milagro en la franquicia mutante. El último arco de una serie que tuvo muchos altibajos. Pero esta historia no solo continúa la trama de un film que salió hace diez años, sino que ofrece lo que podría ser la película de mutantes más satisfactoria en pantalla si alguna vez le dan la oportunidad a alguien con criterio para hacerlo bien. Tan solo si lo hicieran con decencia y sin altos miramientos como hicieron con la maravillosa X-Men: First Class (2011) o cualquiera de las pelis de Spiderman, pienso que quedaría algo muy digno de ver ahora que casi todo cómic tiene su reflejo en series de TV o cine. De hecho, si hicieran una miniserie de cuatro capítulos de esta aventura, sin duda, saldría muy beneficiosa la trama. Tenemos aquí, de todas formas, uno de los mejores arcos argumentales de los mutantes en la etapa Claremont/Byrne. Para muchos, los mejores autores que han tratado a los mutantes. Un relato que se divide entre presente (1980) y futuro (2013), y debo decir que me parece una maravilla como se hacen los saltos en el tiempo en este guion.

Historia del cómic. Digno de estudio.

Reseña: 100 Balas. Libro 01 (Integral), de Azzarello y Risso

La serie que recomiendo hoy puede ser la única que conozco que le ha gustado a todo el mundo a la que se la conté en su día. Y la recomendaré siempre. Siempre que alguien me pregunte qué serie cerrada es para ti la mejor, de superhéroes o no, probablemente, hasta el resto de mis días, y con permiso de mi amada Astro City (que aún siguen saliendo historias), creo que siempre diré 100 Balas. Y como cuando el río suena, agua lleva, 100 Balas es claro ejemplo de ello. Una historia de la casi siempre magnífica y extinta Editorial Vertigo, que ahora ECC Ediciones recupera en unos magníficos integrales. Un formato genial, vistoso y económico en comparación, de una magnífica trama. Un compendio de historias que forman un todo. Este Libro 01 de cinco reedita por completo la maravillosa serie del guionista Brian Azzarello y el dibujante Eduardo Risso. En este inicio, lleva los números del #1 al #19, una historia breve relacionada que se publicó en Vertigo: Winter’s Edge #3, además de una de sección especial de bocetos del maestro Risso. Pero a ver, tened claro que 100 Balas no es un cómic cualquiera, es un cómic real, con sucesos totalmente creíbles de ahí su grandiosidad. Maneja constantemente la máxima de… si tuvieras la oportunidad de tomarte la justicia por tu mano contra alguien que te ha hecho daño (o a los tuyos) y pudieras salir indemne de ello, ¿lo harías? Los culpables de esta obraza son el norteamericano Brian Azzarello y el argentino Eduardo Risso a los lápices. 100 Balas está muy arriba en la pirámide de los mejores cómics de todos los tiempos. No lo digo yo, es ese agua que suena tanto en el río de las recomendaciones donde el crimen ha surgido con fuerza en libros y cómics en los últimos años porque.., es real. El mundo del crimen, los bajos fondos, la economía sumergida de un país se mueve así. Cada uno ajusta sus cuentas a su manera. Cada cual su pelea. Y hasta que no te toca de cerca…

Antes, por supuesto, estaban las historias de detectives y mafiosos en la década de los 50 y 60 del siglo pasado, pero parece que poco a poco volvemos a literatura…, real. La tan de moda novela negra, los thrillers conspiratorios, los argumentos donde ya no es el protagonista quién investiga sino el asesinato o el modo en que se efectuó lo que nos atrae. Novelas como las de Dennis Lehane o Jo Nesbø entre las más vendidas de un género que no para de crecer. Y es que el regreso de muchos lectores a querer leer a los grandes como James M. Cain, Dashiell Hammett, Jim Thompson, James Ellroy, Elmore Leonard o incluso Patricia Highsmith; marcan que un cómic como 100 Balas sea indispensable. Además, de otros como Criminal o Sleeper, de Ed Brubaker, historias que lo petan en ventas, y que el mundo del cine anda fijándose en ellos. No pasan de moda porque desgraciadamente el crimen nunca pasa de moda.

Y atrae.

100 Balas plantea la premisa de qué pasaría si un agente, cuya vida ha sido arruinada, recibe cien balas irrastreables para que se asesine a quien se quiera. Estas armas son entregadas por el misterioso Agente Graves, líder de una organización conocida como Los Milicianos, una fuerza parapolicial instaurada por la organización clandestina conocida como The Trust. Una serie de miembros que vamos conociendo poco a poco con el paso de las historias, aunque cada argumento se centra en casos particulares de gente medio arruinada por algo que hicieron (o no), o hicieron a medias pero pagaron el pato por completo. La verdadera savia de esta obra: casos que podrían ser perfectamente reales. El Agente Graves se aparece como el que no quiere la cosa en la vida de un hombre marcado por siempre por tener imágenes pornográficas de niños en su ordenador, una mujer cuyo esposo e hijo fueron asesinados, un hombre que ya no es bien considerado en lo que hace por culpa de cierta ««amistad eterna» de un amigo de la infancia… Y más. Graves sabe todo sobre ellos, hasta el más mínimo detalle, lo que hicieron, lo que les sucedió, y luego, los mejores consejos a dar para que el insensato claudique. Un arma y cien cartuchos. Matar a placer. Sin rastro. La venganza por encima de todo. Librarse del rencor eterno. La policía al servicio de Graves, las instrucciones para que esos demonios caigan de inmediato; en una frase. La persona que use este maletín estará, efectivamente, por encima de la ley. Sin daños a terceros. Ni a primeros. Por que como bien se dice ahora, la mejor venganza es vengarse.

100 Balas es un cómic de personajes. De historias independientes. ¿Un misterioso hombre que entrega un maletín con cien balas irrastreables? Mr. Sheperd, ¿un Señor de la Guerra, un hombre que se encargó de llevar a cabo el cometido del Trust? Megan Dietrich, ¿una «femme fatale», mujer muy joven, cabeza de la familia Dietrich de la organización clandestina? Los Minutemen, ¿siete asesinos muy habilidosos? El Perro, El Lobo, La Lluvia, El Bastardo, El Santo, el Monstruo, El Puntero… Brian Azzarello es reconocido por el uso de un amplio manejo de las voces de sus personajes. La jerga a la orden del día. Gran cantidad de metáforas, una serie oscura, violenta, acorde a las historias al cien por cien. Y, ¿por qué ofrece esto? Porque es la misma realidad, lo que vemos hoy en día, lo que gusta al ser humano. Tramas que podrían ocurrir fehacientemente, y quién sabe si ocurrirán o no han ocurrido ya. Este es el fuerte de 100 Balas. Una serie ganadora de los Premios Eisner y Harvey. De diez.

Reseña: V de Vendetta, de Alan Moore y David Lloyd

El primer día laborable de 2024 os traigo un clásico así como un indispensable de cualquier cómicteca que se precie. V de Vendetta, de Alan Moore, cuando estaba en todo su esplendor creativo, cosa que sabemos que no se extendió mucho en el tiempo.

V de Vendetta es, a nivel de cómic, al menos tan importante como lo podría ser en la ciencia ficción, Un mundo feliz y 1984. Simplemente, porque puede (y debe) ser leída fácilmente por un público más joven y con no mucha suerte, la disfrutará. Y no serán crucificados por considerarla novela gráfica, no son literatura real, que aportan un lavado de cerebro, torturas interminables y argumentos políticos sin gracia. Y es que a V de Vendetta las impresiones generales del ingenuo mezcladas con la escritura ingeniosa, profunda y sofisticada de Moore la hacen aún más inquietante que las distopías generales que carecen de imágenes grabadas dentro de la mente de mucha gente de a pie que solo «vive» de lo que sale en televisión. Para colmo, estamos ante una historia que no es solo pura imaginación. Aquí hay mucha subjetividad que puede incentivar y desatar el pensamiento liberal así como el radical. Por ese lado, sí que es peligrosa la lectura porque cuando el lector se entere que estamos tratando un argumento inspirado en hechos reales arcaicos, la cosa puede cambiar.

V de Vendetta fue una serie de diez grapas escritas por el gran Alan Moore e ilustrada por David Lloyd. Una trama situada en un futuro distópico (para entonces) pues fue escrita en 1980 y nos traslada a finales de 1990. Ambientada en una Gran Bretaña que anda cercana a una guerra nuclear parcial, y con gran parte del mundo destruido, en este futuro, un partido fascista ostenta el poder del país anglosajón. Pero se está dejando ver un misterioso revolucionario apodado «V», que oculto tras una máscara de Guy Fawkes, empieza una elaborada y violenta campaña con el fin de derrocar al gobierno e incitar a la población a adoptar un modelo político-social diferente.

Inglaterra es gobernada por Fuego Nórdico y se sume en un régimen totalitario que controla a la población mediante los métodos habituales: policial, propagandístico… y otros tecnológicos: cámaras, micrófonos…; sin embargo, un «terrorista» subversivo como es V, no piensa permitir que ese régimen perdure mucho en el tiempo. Ha decidido iniciar su campaña de terror.

Tenemos una trama que no es otra cosa que una potente batalla entre anarquía y fascismo así como una crítica total a la sociedad de control. Al totalitarismo. Aunque la serie originalmente fue ideada y publicada como una serie limitada de cómics, no mucho después fue recopilada y siempre vendida como novela gráfica. Y así es como se debe leer. Y así es como ECC Ediciones la pone de nuevo en cartel con esta y otras tantas publicaciones para que tengas como elegir esta joyita del noveno arte si existiera la posibilidad de que no la hubieras pillado ya. O seas como alguno de los que andan por aquí que necesitan tener todas y cada una de las versiones que existen en papel.

V de Vendetta reúne múltiples elementos propios del género literario de la distopía. De hecho, cuando alguien me pregunta por una en concreto, a mi mente siempre viene esta obra. Tras leer V de Vendetta parece que vemos todo diferente, nuestro alrededor, las reacciones y falsedades de la gente, diferente. A los políticos y mandatarios, no os quiero ni contar. Parece que alguien nos ha susurrado que hay que ser pesimista y no admirar las dictaduras reales, sino especialmente las que están en reacción por la degeneración socio-evolutiva. Teorías de la conspiración, pero la vida real.

Curioso es ver a tantos y tantos jóvenes ponerse la careta de Fawkes en fiestas, sin saber lo que realmente significa.

Reseña: Kick-Ass Omnibus, de Mark Millar, John Romita Jr. y VVAA

Ese regalazo comiquero que estáis buscando para estas fechas puede ser el genial Kick-Ass Omnibus que se acaba de marcar Panini Cómics. ¿Alguien os pide un buen cómic de superhéroes diferente y original, ese pelotazo de título que le dio el nombre que tiene hoy en día Mark Millar dentro del noveno arte? Podéis darle en la frente con este maravilloso tomo. O quizás solo dárselo en papel de regalo y en mano, despacito, para que no acabe en el hospital. O para vuestra propia cómicteca si no conseguisteis tener todo-todito-todo lo que se publicó y os mola poseer este genial tochal en tapa dura. Regalazo, es un nominativo que le viene al pelo. La saga completa del primer superhéroe real de Nueva York: Kick-Ass. Sin súper poderes, por supuesto, y sin ni siquiera entrenamiento, Kick-Ass se enfrentará a los delincuentes y acabará con los huesos rotos. Hasta que otros sigan su ejemplo…

… porque Kick-Ass es un magnífico tour de fuerza y violencia donde la realidad superheróica está muy presente. Y para colmo, en nuestra amada ciudad de Nueva York. Un adolescente que aún va a la escuela decide convertirse en un superhéroe disfrazado y descubre que es mucho más peligroso y difícil de lo que piensa. Pero también más adictivo de lo que jamás imaginó. Kick-Ass es para mí la versión más realista del género de superhéroes que se puede encontrar en un cómic. De hecho, es eso, alguien que se pone un traje y decide enfrentarse a los malos sin poderes ni na de na. ¿Cómo acabará? Pues destrozado como se puede pensar; a unos les podrá, pero otros les darán de ostias hasta en el cielo de la boca, como se suele decir.

Decían cuando Kick-Ass salió a la luz y su éxito fue inmediato que sólo un individuo retorcido podría encontrar un gran entretenimiento al ver a una niña preadolescente masacrar a gánsteres mientras usaba un disfraz y maldecía como un marinero borracho. Sin duda, es un cómic que no puede/debe leer un pequeñajo de seis años pero que una persona mayor sí que disfrutará por la realidad de las cosas que ha vivido. Además yo fui de esos que disfrutó de la versión cinematográfica a tope pese a la visual de serie B que presentaba. La historia de un nerdlinger que se pone un disfraz y es golpeado regularmente como una mula alquilada parecía una acusación de intentar vivir en una fantasía de cómic, pero cuando Hit Girl y Big Daddy se volvían locos de remate repartiendo palos, todo era fiesta en mi mente que vivió las mejores pelis de Bruce Lee. Woo-Hoo! Y cuando comprobé que en el cómic esto se representaba aún mejor… Guau.

Después de leer el cómic, este maravilloso omnibus que recopila no solo la miniserie de ocho numeritos iniciales, sino también el spin-off de cinco números de Hit Girl, los siete números de la segunda parte y los ocho de la tercera; se puede deducir que Millar pretendía darle un toque a esos fans que se toman sus cómics y colecciones de pijameo demasiado en serio. Recibir una fría dosis de realidad. E insisto, el cómic tiene una vibra más consistente y deliberada que el film pues elimina toda la genialidad de Hollywood y se centra, con la ayuda del siempre genial Romita Jr., en viñetas de golpetazos y sangre que quebraran algo dentro de ti.

Dave es simplemente ese niño nerd (o friki en nuestro país) que lee cómics y sale con sus amigos cuando no fantasea con su profesora de Biología. Su mamá falleció recientemente y su papá trabaja muchas horas por la noche. Dave se da cuenta de que no hace falta un trauma para convertirte en un superhéroe: sólo soledad y desesperación. Así que se viste. Le dan una buena paliza. Una buena. Pobre chavalito que intenta colgar el sombrero de lucha contra el crimen, pero luego aparece un tipo vestido como un superhéroe llamado Red Mist (Niebla Roja), eso enoja un poco a nuestro héroe Kick-Ass, por lo que se pone el traje nuevamente y forman equipo. A partir de ahí… las súper estrellas de los cómics estadounidenses Mark Millar y John Romita Jr. crearon un verdadero clásico moderno de los cómics de pijameo. Un éxito de ventas en todo el mundo que ha inspirado dos películas. Ahora puedes leerlo completo, recopilado en este volumen monumental. Entonces, si eres como yo y no tienes problemas para ver o leer sobre una joven que actúa como una máquina de matar malhablada, entre otros muchos delirios, entonces disfruta del cómic que inicio la saga y todo lo que viene detrás. Si consigues este regalazo, tendrás todo un bufete de acción de un solo vistazo. No es portable… pero pocas cosas quedan tan bien en la estantería. Y… ¿podéis dejar de mirarme con desprecio?

Reseña: Kingdom Come, de Mark Waid y Alex Ross

Una de las obras indispensables de tener en cualquier cómicteca que se precie es, sin duda, Kingdom Come. La potente obra que se marcaron Mark Waid y Alex Ross, un cómic inolvidable que todo el mundo debería leer, al menos, una vez en la vida. Porque Kingdom Come fue una miniserie de cómics de cuatro números publicada en 1996 por DC Comics bajo su sello Elseworlds. Y que quede claro que la idea partió de una idea original que venía gestando en su mente Alex Ross. ¿La historia? Está ambientada en un futuro alternativo del Universo DC. La nueva generación de héroes ha perdido su brújula moral y se ha vuelto tan imprudente y violenta como los villanos contra los que luchan. El régimen anterior de héroes (La Liga de la Justicia), regresa en circunstancias terribles, lo que establece una batalla de la vieja guardia contra estos protectores intransigentes en un conflicto que definirá lo que realmente es el heroísmo y determinará el futuro del planeta.

Superman y La Liga de la Justicia abandonan sus papeles como superhéroes después del ascenso y el fuerte apoyo público de un superhéroe llamado Magog, que no tiene reparos en matar, en particular al Joker antes de su juicio por el asesinato en masa del personal del Daily Planet. What? Lo que estáis oyendo. Pero incluida Lois Lane. En años siguientes, surge una nueva generación de metahumanos con superpoderes. Se involucran en batallas destructivas con poca distinción entre héroes y villanos. El narrador, el ministro Norman McCay, sufre visiones de un futuro apocalíptico. Inevitable. El Espectro se le aparece a McCay y lo recluta para que lo ayude a juzgar el apocalipsis sobrehumano que se avecina… Y no os puedo desvelar más de esta obraza. La intención es, que el que no sepa nada, la disfrute a tope. Y el que sepa, y aún no lo haya hecho, pille una buena edición de este título. Para elegir tiene. En mi opinión, una historia donde se reclutan héroes nuevos y viejos, bien contada y maravillosamente dibujada, difícil que no guste. Kingdom Come me encanta, y mi misma opinión la vais a encontrar doquiera que busquéis información.

La excepción más destacada es Batman, que está resentido con Superman por haber abandonado hace unos diez años. Batman le advierte que sus nociones idealistas están obsoletas y que su violenta interferencia sólo exacerbará los problemas del mundo. En respuesta a La Liga de la Justicia de Superman, Batman activa su propia red de agentes, compuesta en gran parte por héroes más jóvenes de segunda y tercera generación. Se pudo ver un flashback de esto en formato cine como una visión futurista que tiene Bruce Wayne en la peli mientras lo tienen prisionero. Pero aquí los veteranos como Green Arrow, Canario Negro y Blue Beetle, son elegidos como tenientes. Lex Luthor organiza el «Frente de Liberación de la Humanidad» y el MLF es secretamente un grupo de villanos de la Edad de Oro y villanos de tercera generación como el sucesor de Ra’s al Ghul e Ibn al Xu’ffasch (el hijo de Bruce Wayne y Talia al Ghul).

Cuando el dibujante de cómics Alex Ross estaba trabajando en Marvels (1994), decidió crear una «gran obra» similar pero con personajes DC. Ross escribió un manuscrito de unas cuarenta páginas…, lo que se convirtió en Kingdom Come. Le propuso la idea a James Robinson como proyecto similar en alcance a Watchmen (1986-1987). Pero este no lo vio tan claro. Al final, Ross se asoció con el escritor Mark Waid, quien fue recomendado por los editores de DC para completar esta obra que terminó siendo oro puro.