Reseña: Kull El Conquistador, de John Buscema, John Bolton, Charles Vess, Tony De Zúñiga y VVAA

El regalazo que muchos de ustedes pueden esperar para mañana podría ser este nuevo Marvel Limited Edition de Kull El Conquistador que trae Panini Cómics y SD. Todo lo que correspondería al volumen dos más diez números del volumen 3 más la Marvel Graphic Novels #47 Kull: The Vale of Shadow. Ahí es nada. Para más inri: el último de los tres volúmenes que recopilan los cómics originales completos de Kull en Marvel. El cierre. Aventuras fantásticas y épicas de este gran personaje creado por Robert E. Howard que aunque no tuvo tanto éxito como Conan, para mí, en ciertos aspectos, es mucho mejor y más creíble de aquí a Lima. Tomazo de casi seiscientas páginas de sangre, muerte y destrucción a espadazos entre la racionalidad y la irracionalidad propuesta antaño por seres oscuros manejantes de la brujería. Porque fue antes de crear a Conan, que Howard ideó a un rey bárbaro con muchas cosas en común con su personaje más popular. Y cuando fue trasladado al noveno arte, también os digo que protagonizó algunos de los mejores cómics del género, como los incluidos en los magazines en blanco y negro de Marvel, que han sido recogidos en estos volúmenes por las magníficas editoriales antes mencionadas. Tomos imprescindibles a día de hoy a poco que puedas económicamente: cómics eternos.

En el primer volumen de la colección se repasa la llegada de Kull al trono y a partir de ahí asistíamos a los numerosos complots que intentaban destronarlo. Cantidad de números que entre aventuras y desventuras tienen ese trasfondo. En este tomo que sale este mes que se va, se ofrece las últimas series en color del personaje, los últimos momentos en todos los sentidos, con algunos de los mejores artistas de la década, como John Buscema, John Bolton, Charles Vess, Butch Guice y Bill Sienkiewicz, y finalmente culminamos los años ochenta con una impresionante novela gráfica de Alan Zelenetz y Tony De Zúñiga. Aunque nunca olvidemos que fue el mítico guionista y editor de Marvel, Roy Thomas, el encargado de llevar a Kull a las viñetas, al igual que antes había hecho, con gran éxito, con Conan El Bárbaro.

¿Y cuál es la guinda, el regalito del roscón de reyes, el verdadero tesoro que contiene este tomo? Se llama Kull: The Vale of Shadow. Una buena novela gráfica, elegante, brillante, una historia espeluznante, lírica y poética en la que el anciano Rey lucha contra su mayor enemigo de una manera característicamente bárbara e inquebrantable. Donde Kull está muriendo, sudando y esforzándose en su lecho de muerte mientras las heridas infectadas parecen llevarlo al Más Allá. Y reunidos para la guardia de la muerte están sus asesores más confiables que mientras, recuerdan individualmente al gladiador salpicado de sangre que se convirtió en el mayor monarca de Valusia, ese ser que se muere frente a ellos. Inconsciente, el cuerpo de Kull se agita y se retuerce. Sigue luchando, su alma atrapada en un reino etéreo, bailando un dúo erótico con el oscuro y seductor ángel de la muerte que ha venido para llevarlo ante los dioses…

Y hasta ahí puedo contar. Una magnífica novela gráfica que sirve para conocer al personaje por primera vez, para degustar en cualquier momento en el que uno/a quiere tener una buena sentada de lectura de literatura fantástica. Por supuesto, bellamente ilustrado en la manera grandiosa y ostentosamente humana de los artistas filipinos que se convirtieron en un pilar de DC y Marvel durante los años 70 y principios de los 80. Exempli gratia: Tony de Zúñiga, el primer artista de cómics filipino que trabajó con una editorial estadounidense y permitió que muchos otros artistas de su país entraran en la industria internacional, además de ser creador de Jonah Hex y Orquídea Negra con John Albano.

En agosto de 1929, tres años antes de que Conan naciera en las páginas de la revista pulp Weird Tales, Robert E. Howard (1906-1936) ya había creado a otro bárbaro con muchas cosas en común. Lo llamó Kull, el rey de Valusia, que vivió miles de años antes. Desgraciadamente, Kull no tuvo la misma popularidad que Conan, por lo que su autor lo dejó después de publicar tan solo dos relatos, para centrarse en nuestro bárbaro favorito. Esos relatos de Kull fueron The Shadow Kingdom (agosto de 1929) y The Mirrors of Tuzun Thune (septiembre de 1929) y fueron adaptados al cómic, así como decenas de historias, que fueron recuperadas y publicadas en el noveno arte.

Lo que os reseño hoy es otra edición que viene acompañada de numerosos extras, como una larga introducción del guionista Roy Thomas, en el que analiza los números de la colección, además de otros interesantes artículos, bocetos, portadas, anuncios de la época… Perdérselo es delito.

¡Felices Fiestas!