Reseña: MYTEK El Poderoso, de Tom Tully, Bill Lace y Eric Bradbury

Enorme e increíblemente fuerte, MYTEK funcionaba con luz solar, absorbiendo energía a través de baterías escondidas tras la piel de su espalda. En una ocasión, estas baterías fueron cubiertas por lodo durante una pelea, lo que provocó que MYTEK gradualmente se debilitara y algunos pensaron (los malos-malutos) que por fin el gran dios mono iba a caer. Pero el lodo se fue limpiando y entonces… terror…, horro, ira, muerte e inspiración. Y más muerte y desazón.

Cuento más. El profesor Boyce era un científico que trabajaba en proyectos de investigación en África. Después de que su laboratorio fuera destruido por los guerreros de la tribu Akari, un amigo guardabosques llamado Dick Mason le cuenta cómo los miembros de esa tribu adoraban a una estatua de arcilla de un simio gigante llamado Mytek que simboliza los poderes de la fuerza y destrucción. Así que al profesor se le enciende una lucecita y se pone a diseñar un colosal robot con la forma de este simio con la esperanza de emplearlo para convencer a la tribu de que renuncie a su caminos bélicos. Sin embargo, su asistente, el enano Gogra, amargado con el resto de humanidady peleado con el mundo, se hace con los mandos del Mytek robótico y lo usa para convertir a la tribu en un ejército que busca venganza contra todo ser humano civilizado. Conquistar el mundo es una opción.

Pero Boyce y Mason persiguen al enano y consiguen recuperar el robot, aunque Gogra logra escapar, y volver una y otra vez con prototipos inteligentes y otros muchos planes de contienda. Buscará siempre destruir el proyecto Mytek. Destruir todo lo ideado para este fin. Su campaña contra la raza humana no cesa. En realidad, acaba de empezar. Tom Tully acompañado por los guiones de Bill Lace y el arte de Eric Bradbury, dieron vida a uno de los personajes más conseguidos de lo que en su día se consideró el cómic de serie B más chulo del momento. Los que indagamos en su día en este personaje, nos dimos cuenta pronto que no era un King Kong de baratillo lo que se vendía aquí. Más bien, una trama pulpera de las buenas en formato cómic.

Mytek el Poderoso (Mytek the Mighty) fue una serie de historietas británica que vio la luz inicialmente en la revista semanal Valiant entre 1964 y 1970. Por estos lares, fue la mítica (nunca mejor dicho) Ediciones Vértice la que lo hizo cruzar fronteras y lo reprodujo en tres formatos distintos (tebeos, rústica y recopilatorios) pero al que casi todo niño de los 80 accedió a través de la grapa. Eran los más económicos con diferencia. Aunque también los más fáciles de encontrar dentro de la locura que era seguir una colección quiosquera en aquellos tiempos. Ante tal éxito, se cuenta que en 1968, ante la falta de material original, Vértice llegó a encargar a Fernando M. Sesén como guionista y Rafael López Espí como dibujante la realización de una historieta apócrifa de 126 páginas que llevaría el título de El retorno de Mytek. Pero, en definitiva, y a lo que voy, es que la publicación de un integral como Mytek el Poderoso no es otra cosa que una buena noticia más, por parte de Dolmen Editorial, que en su Línea Albión está trayendo otras joyitas del mismo ramal como Zarpa de Acero (https://dolmeneditorial.com/tienda/zarpa-de-acero/), obra que aún no he tenido la oportunidad de disfrutar aunque tengo unas ganas tremendas.

Señalo que esta cosita tan mona… es uno de los títulos que siguen “vivos” en bolsitas de plástico en mi colección oficial. Pero ni que decir tiene que deseaba tener esta obra en tapa dura, en este genial y formato y edición que propone Dolmen Editorial. Para mí, son los mejores dibujos de King Kong que existen, y eso que nada que ver con el rey Kong tiene.

Una de las obras más recomendables de pillar de este 2022.

Reseña: Sammy 1972-1974, de Raoul Cauvin y Berck

Sammy apareció por primera vez en el semanario Spirou en 1970 sucediendo a Mulligan. Los primeros álbumes o historietas de Sammy fueron categorizados por los lectores como excelentes cómics. Las aventuras humorísticas y policiales de estos matones al estilo Humphrey Bogart en una América en medio de “prohibiciones”, han sido consideradas a menudo como la mejor creación de tan prolífico guionista como lo fue Raoul Cauvin, el maestro que nos dejaba el año pasado. Además, variando la temática en casi cada una de estas aventuras, Cauvin muy pronto evitó el pecado de la redundancia, así que Sammy ya os indico que es otra de las colecciones imperdibles para el amante del cómic europeo clásico que se precie. Otra joyita que Dolmen Editorial publica y que este mes coloca entre novedades el segundo tomo que comprendería los álbumes publicados entre 1972-1974. Es decir, las historias dos, tres y cinco de la colección original, los álbumes La ruta del ron, ¡Viva el presidente! y El gorila de ocho patas.

Sammy es un cómic que demuestra que los autores -tanto Cauvin como el dibujante Berck-, estaban muy bien documentados con aquella época de una USA atormentada y amenazada por la Gran Depresión. En el cómic se abordan la mayoría de los temas principales de esta era: tráfico de alcohol, mafia, apuestas y peleas arregladas, así como el Ku Klux Klan, las intrigas palaciegas y mafiosas de la emergente Hollywood… e incluso me contaron que más adelante se tratan otros temas fuera de USA, de hecho, en este mismo tomo se hace. No obstante, estos temas, unos más serios que otros, Cauvin opta por abordarlos con gracia y buen humor. Se trata pues de una serie de historietas muy vivaces, llenas de punch, repletas de alusiones y gags, con el contexto fielmente plasmado a pesar del estilo semirrealista, una parodia lograda donde los héroes le sacan los colores a mafiosos y traficantes. Pero lo que os tiene que quedar claro es que Sammy y su jefe Jack Attaway son «gorilas» y ofrecen sus servicios para proteger a las personas ya sea para el uso de la fuerza o para investigar.

La ruta del ron cuenta como ambos son contratados por la misma policía para intervenir la Rum Row (Ruta del Ron); kilómetros de barcos anclados en el límite de las aguas territoriales y repletos de whiskies, cervezas y otros alcoholes prohibidos. Se liará parda.

En ¡Viva el Presidente! viajarán a la isla de Kawái, gobernada por un despótico dictador que ha requerido sus servicios.

Y en El gorila de ocho patas (para mí, el mejor álbum de la serie hasta el momento, una joyita) es una historia que vio la luz mucho antes de la autocensura. Los gags de estas historias se basan plenamente en el humor negro. Los cadáveres se amontonan (ah, el crucero termina sin tripulación…), desaparecen (¡viva la pesca del atún!) o acaban como objeto de exhibición, quedando todo ello legible por todos los públicos. Qué pena que Berck y Cauvin no pudieran seguir en esta línea. Ah bueno, y decir que va de que nuestros héroes deberán cumplir una misión en torno a un diminuto arácnido que les llevará a Sicilia, donde deberán enfrentarse a la tan famosa y enigmática Mano Negra.

Sammy 1972-1974 son tres nuevas hazañas de esta colección clásica que insisto es una joyita además de una grandísima oportunidad de poder conseguir estas geniales ediciones para los tiempos que corren. El dibujo de Berck es típico del estilo humorístico que propugnaban las ediciones Dupuis en la época: un franco-belga de nariz grande, redonda y limpia. Berck es un representante importante de esta escuela y sus cualidades están entre mis autores favoritos en este sentido.

Recomendable 100%.

Reseña: Irresistible, de Mark Wheatley y Marc Hempel

Los estrenos televisivos o cinematográficos siempre traen cosas buenas para el comiquero de pro. Un ejemplo claro es el estreno y éxito que ha tenido la primera temporada de Sandman en Netflix. No conozco a nadie que no haya quedado encantado y conozco gente que se ha hypeado muchísimo y (ahora) quiere saber más. ¿Qué ocurre? Pues que aparte de todas las reediciones y en diferentes formatos que están llegando a librerías para el interesado, para los que ya hemos leído todo y más de Sandman, encima ven la luz (algunas por primera vez) cositas relacionadas de algún modo con todo lo creado por el maestro Neil Gaiman. Irresistible es la prueba de ello. Una obra que como bien indica Dolmen Editorial fue publicada en el pre-inicio del sello Vértigo de DC Comics, y que fue una obra auto-conclusiva con la que muchos quedaron encantados por su originalidad (me consta), y que ni decir tiene que muchos (también) la estábamos esperando tener así en formato integral, tapa dura, como está de moda ahora tenerlo todo-todito-todo.

Mark Wheatley y Marc Hempel, pioneros creativos que lanzaron Blood of the Innocent, Mars y muchas otras creaciones, exploraran un tema súper atractivo en Irresistible. A pesar de sus vibrantes e increíblemente variadas carreras en solitario, Mark Wheatley y Marc Hempel han sido colaboradores frecuentes y con éxito. Su trabajo conjunto ha incluido a Tarzán, Jonny Quest, Titanic Tales y Doctor Cyborg, entre otros proyectos. ¿Lo último? Esta reedición completamente restaurada y lujosamente producida de su aclamada novela gráfica Breathtaker (Irresisitible) que hicieron para Titan Comics y que Dolmen Editorial ha tenido a bien publicar en nuestro país para deleite del aficionado. Una obra agotada hace tiempo, originalmente serializada y luego recopilada en tomo que fue uno de los títulos más vendidos por el sello Vertigo en sus más de veinte años de historia.

Sirena, tentadora, sensual, come-hombres; podéis llamar a Chase Darrow como queráis pero tened cuidado. Sea cual sea la etiqueta que se elija, nada quita que ella sea hermosa, atractiva y una potencia sexual. Una chica agradable que posee el poder de amar a un hombre hasta la muerte. Chase Darrow es una súcubo y si no conoces ese término…, o por el contrario sí que lo conoces, estaremos de acuerdo en que suena a peligroso. Cosa que es cierta y si eres hombre o mujer, si caes de bruces ante la hermosura de un ser que te sube la libido con tan solo mirarte… o rozarte; estás perdido.

Perdido en la naturaleza del placer.

¿Pero qué es Irresistible? Por un lado es una historia de Terror. Una mujer con el poder de drenar a los hombres su fuerza vital… pero con mucho de romance por medio porque esos hombres son víctimas voluntarias. Pero también estamos ante una historia de género negro porque Chase ha sido designada por el gobierno, criminal en busca y captura. Por otro lado, también tenemos una historia de superhéroes pues The Man -una figura popular de la televisión y el merchandising que también tiene poderes y habilidades más allá de los del hombre promedio-, usará sus dones para intentar cazar a Chase. Necesita darle un empujón a sus índices de audiencia.

En 1990, Mark Wheatley y Marc Hempel se unieron y crearon un cómic como nunca antes se había visto. Breathtaker: Love Death Sex Power era una novela gráfica en Vertigo antes de que existiera una impronta de Vertigo. Ahora, más de veinte años después, el dúo regresa y remasteriza su serie original e incluso me consta que se preparan para hacer la tan esperada secuela. Y aquí está. Ha llegado. Una edición conmemorativa del 30º aniversario de su publicación con más de sesenta páginas nuevas y material exclusivo, incluyendo un nuevo enfoque de la historia del Puto Amo.

Perdérsela no es una opción.

Reseña: Tarzán 1979-1981, de Archie Goodwin y Gil Kane

Pelotazo en gordo que esto llegue así a nuestros días, en este formato, en una edición genial en tapa dura y a todo color como debería estar siempre el mejor Tarzán en formato cómic publicado. Gil Kane y Archie Goodwin dándolo todo en su mejor época comiquera. El que llegó después de otro potente como fue el de Joe Kubert pero que realzó más si cabe la figura del hombre-mono más popular de todos los tiempos. Publicadas en USA entre 1979 y 1981 esta tiras de cómics son las aventuras de Tarzán más fáciles de recomendar por su potente atracción y enganche lector a poco que te pongas con su lectura. Gozan de ese no-sé-qué que tenían los cómics ochenteros en los que con casi cualquier aventura en las exóticas junglas africanas de gente que llega, que viene con malos propósitos, con buenos o les son indiferentes porque ya viven allí; todas y cada una son aventuras atractivas que querrás terminar de leer.

Lo dice la sinopsis; bien sea tras el rescate de un niño malcriado, la persecución de un feroz león herido, la lucha contra un grupo de mercenarios con armas modernas por salvar a una joven de un multimillonario despechado…, los autores se permiten el lujo de convertir de nuevo a Tarzán en Lord Greystoke y mudarlo a Nueva York por cuestiones de negocios. Y allí juegan a enfrentarlo con King Kong, o a todo lo que puede parecerse a King Kong en la forma de uno de los amigos simios del pasado remoto de nuestro héroe, ahora convertido en atracción de feria y asesino. Mejor contado -sin mucho spoiler-, imposible.

Aventuras de Tarzán que en un principio y a nivel europeo sólo se ofrecieron a lectores de habla francesa en folletos distribuidos en kioscos y que poco después comenzaron a aparecer en el resto de países del viejo continente en formato álbum europeo. Creo recordar que comprendieron dos volúmenes. Tarzán 1979-1981 es una vez más, una celebración, un integral, un tomo, un volumen, de esos que muchos jamás pensábamos volver a ver publicado como novedad. Y es que pocos artistas son capaces de representar escenas de acción con tanto dinamismo e intensidad como las que forman en su conjunto (guión-dibujo) los señores Archie Goodwin (1937-1998, maestro de maestros que nos dejó de forma inesperada) y Gil Kane (grandioso el artículo de Abrahan García que contiene el tomo donde nos habla de la calidad de los trabajos del señor Kane nacido en Estonia y que nos dejó ya en el lejano año 2000). Como dice Rafael Marín (coordinador de esta genial colección de grandes recuperaciones del cómic que está elaborando Dolmen Editorial en su Colección Sin Fronteras), Gil Kane nos entregó un Tarzán joven, ágil y moderno. Hoy en día lo denominarían fibroso y a-tope-de-power, y esto último lo digo yo. Y también alego que (insisto) se nota bastante que los dos maestros estaban aquí en el apogeo de su arte. Firmaron en estas aventuras las adaptaciones consideradas entre las más fieles de la obra de Edgar Rice Burroughs, confirmando un Tarzán entre las leyendas que habían pasado del formato literario al noveno arte con gracia y salero. Al igual que Conan.

Historias clásicas de la jungla, entretenidas, luchas contra monstruosos animales, nativos, hombres blancos malvados y codiciosos con tramas no muy profundas pero que te hacen pasar un buen rato de lectura orientado a la acción. Son viejos cómics de aventuras con esos códigos, esa magia que no pasan desapercibidos para nadie. El dibujo de Kane es uno de los que tienen sitio en mi panteón personal. Historias que ganan obviamente por el color.

Reseña: The Freebooters (Los Filibusteros), de Barry Windsor-Smith

Los Filibusteros es la nueva joyita que no debiera pasar desapercibida ahora que acaba de ser publicada por Dolmen Editorial. Y es que menuda chuladas de cómics están publicando las editoriales este verano. Por mi parte, no paro. Y no paro de quedar encantado con lo que leo porque ahora mismo es fácil elegir e ir a tiro hecho para no equivocarse. Muchas cosas buenas editadas en el noveno arte aunque es cierto que la situación social que estamos viviendo no ayuda. Pero bueno, olvidándonos un poco de los males del mundo (que es por lo que se debe leer, para abstraerse), las aventuras que uno puede vivir al leer The Freebooters es una muy buena elección.

Es obvio que Barry Windsor-Smith es un creador que sabe de lo que habla. O lo que hace. O que tiene un don al transmitir lo que pasa por su cerebro y brota de sus manos. Pocos creadores son capaces de crear un elenco de personajes tan interesantes y tan simpáticos de inmediato. Pero es que encima te los dibuja y con ellos van de forma directa a tu mente. Aquella telepatía inmediata de la que hablaba Stephen King. Pocos creadores son capaces de traer un elenco como los que aparecen en Los Filibusteros a este a un mundo de forma tan viva y además con una historia interesante que sería perfecta si no fuera por la parada abrupta que tenemos al final. No obstante, y en concepto, The Freebooters, de Barry Windsor-Smith, es único. De hecho, comienza con un artículo donde el autor vincula recuerdos e historias sobre varias piezas de su creación y nos lleva a ese lado-sentimiento de lo suyo con estos personajes.

La colección está estructurada primero para que el lector entienda cómo Windsor-Smith aborda la creación de cómics y en segundo, para que el lector obtenga una idea de los cómics más allá de las típicas ofertas de spandex llenas de acción de hoy en día. Y es que The Freebooters fue parte de una antología a mediados y finales de los 90 llamada Storytellers que intentaba oponerse a lo que la mayoría de los cómics habían llegado a representar y evitar las tendencias editoriales de finales de siglo XX. Y ahora tenemos la edición original de Los Filibusteros toda recopiladita en un solo tomo. Que comienza con una historia conceptual que no tiene color ya que nunca fue publicada. A los lectores se les presenta a los mismos personajes principales, Axus y Aran, pero ambos son algo diferentes en sus encarnaciones finales. Luego nos presentan a The Freebooters tal como se publicó en Storytellers, en color, la gozadita a tope para todo aquel que ame la fantasía heróica épica y medieval.

The Freebooters es un cómic maravilloso mientras dura. Se enfoca menos en la acción y más en desarrollar su gran elenco de personajes, cada uno bastante diferente del otro. Aran ha pasado de ser el joven guerrero errante en el primer número a un papel más de oráculo. Axus parece un poco más pasivo de lo que vimos originalmente. Es un héroe «retirado» que se ha instalado en su pequeño rincón del paraíso, pero añora las aventuras y sus días de gloria. Es el dueño de una taberna/resort en las afueras de la ciudad de Shahariza (Mmm… ¿inspiración-gorda para El Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss? Toda la pinta, ¿no?). La interacción entre los personajes es el punto focal de cada capítulo, dado que cada personaje es tan distinto que a menudo hay un gran nivel de humor y profundidad en los diálogos. En los aproximadamente nueve números completos de Los Filibusteros obtenemos más información sobre estos personajes que en muchas otras obras en el doble de números. Los pocos temas incluidos en el volumen son tan divertidos que desearás que haya más. La trama se dirige hacia un enfrentamiento entre Axus y un monstruo al que mató en su mejor momento. Y es que, ¿quién no querría ver al «venido a menos» Axus intentar derrotar a ese poderoso ser?

Da pena que nunca obtengamos una resolución. Barry Windsor-Smith ha creado un elenco de personajes tan divertido y un mundo tan maravilloso aquí que no sé si el ansia de querer saber más les puede venir mal a algunos lectores fanáticos de las historias cerradas. Si que es verdad que en lugar de ver la resolución de la historia principal, se reimprimen una variedad de historias alternativas incluido el «final» de The Freebooters (una fiesta en la que una variedad de personajes de la colección Storytellers se encuentran y disfrutan de una velada nocturna veraniega muy apetecible). Hay que recordar que BWS decidió cerrar todas las series.

Y como no me gusta perder el tiempo en lo obvio, poco os hablaré sobre el dibujo. Barry Windsor-Smith es el tío que para mí dibujó al mejor Conan de la historia. Ahí lo dejo.

Para cerrar diría que esta colección pese a ser una historia inacabada sigue siendo una lectura definitiva para los dedicados a la profesión o aquellos que desean ingresar al negocio. El proceso creativo que se enseña entrelíneas es tremendo. Los lectores verán páginas sin terminar, piezas progresivas que muestran bocetos en bruto hasta piezas finales en color. También obtenemos una narrativa que nos guía a través de los pensamientos y decisiones que tomó BWS con sus series.

Por cierto, la comparación con el libro de Rothfuss viene al pelo, porque aquello tampoco parece que vaya a ser cerrado nunca. Y tantos años después, si se hace, rara vez esas cosas salen bien.

Reseña: Papyrus (1990-1992), de Lucien De Gieter

Papyrus, del autor belga Lucien de Gieter, es un cómic clásico de la BD que tiene aventuritas muy molonas a poco que gustes del buen cómic europeo… y del género histórico. Género de aventuras propiamente dicho. Por eso en estos números aplica, una vez más, todo lo que concierne al Antiguo Egipto y sus arquetipos del héroe de lucha constante. Conocimientos también que disfrutas como lector gustoso de mitos, leyendas y cuentos que se utilizaron para sacar adelante la seductora fantasía egipcia. Demonios y maravillas a partes iguales. Y es que realmente tengo muy buenos recuerdos de las lecturas de Papyrus, en general. Con cada volumen que va publicando Dolmen Editorial nada me quita ese gusanillo de querer más cuando los termino. Aventuras con todas esas intervenciones del panteón divino egipcio de fondo pero donde se añade una buena dosis de fantasía, ideal para lectores jóvenes ávidos y adultos que amaron y siguen amando todo lo que concierne a la BD y a los mitos como el coloso sin rostro, los cuatro dedos del Dios Luna, las lágrimas del Gigante, el Laberinto (una aventura chula incluida en este tomo), los jeroglíficos y personajes inolvidables.

Papyrus es, por ejemplo, una alternativa interesante a Alix (y su serie relacionada) donde descubrir historia antigua, y el Antiguo Egipto en particular. Sobre todo los primero álbumes que ya fueron publicados en sendos tomos por Dolmen Editorial.

Papyrus (1990-1992) contiene los títulos El Laberinto, La Isla Cíclope y El Niño Jeroglífico. Un quinto volumen donde acompañamos al héroe en un viaje de ida y vuelta a la civilización minoica, cómic que hubiera molado muchísimo que me lo hubieran enseñado en clase de Historia en el instituto. Porque vale para cuando se tocan dichos temas, os lo aseguro. El Laberinto es un álbum sumamente dinámico donde nos topamos con un Papyrus más activo, mucho menos afectado por los acontecimientos, y obligado a luchar por su supervivencia. La ausencia de la habitual galería de personajes que lo rodean probablemente sea algo por lo que hay que pasar también. Teti-Sheri, poco presente en esta historia aunque su imagen tiene una escena importante que representar. Y se revela algo que será útil más adelante…

La Isla Cíclope habla de los setenta días durante los cuales se momificó el cuerpo del príncipe Melos, hijo del rey de Creta, Minos Idomeneo, muerto en Egipto. Fue colocado en un sarcófago dorado. Y en este momento, escoltado por la princesa Teti-Sheri, es traído de vuelta al país a bordo del velero real. Una terrible travesía para los egipcios porque nuevamente la princesa es víctima de un intento de asesinato cuando es arrojada por la borda.

Me comentaba mi tito americano, ese amante del cómic europeo que me metió en esto que, El Niño Jeroglífico es un álbum menor de la serie. Contiene hermosos pasajes (algunas visitas, con soberbias ambientaciones) pero también es una historia donde Papyrus parece bastante pasivo. Yo diría que es una historia donde De Gieter aprovecha para demostrar su conocimiento y nos lleva con él a este Egipto de la época de esplendor con hermosos dibujos. Aunque está claro que es una historia no muy imponente en su contexto. Aquí lo didáctico se impone a la aventura y eso puede no gustarle a los que ya tienen una edad. Aunque para mí, lo que la salva de una mala nota, es la presencia de la siempre dulce Teti-Sheri y todo el encanto y el sabor que aporta. Y el regreso de la «familia».

Dicho ya, Papyrus tiene eso: deja muy buenos recuerdos de sus lecturas. Suspenses momentáneos que se van desarrollando con las tramas, una serie de cómics que claramente iba dirigida al público juvenil de la época que no son otros que nosotros y nosotras a día de hoy.

Reseña: El Imperio de Trigan, de Don Lawrence y Mike Butterworth

Más recuperaciones buenas, más joyitas del cómic clásico que aparecen en nuestras librerías, más recomendaciones de lectura para el buen amante de la Ciencia Ficción. Otro súper tomo que jamás pensé poder ver/tener entre mis manos en lo que me resta de vida. Porque sí friends, uno llegó a perder la esperanza de poder obtener ciertas obras tras dejar atrás una esplendorosa niñez y resulta que se está consiguiendo recuperar desde hace unos años y en formato íntegro, grandes títulos que nadie que esté leyendo esta reseña ahora mismo se debería perder. Os hablo de varios casos con grandes editoriales de nuestro país a las que hay que agradecer el trabajo que están haciendo. Y donde, por supuesto, en el podio se encuentra Dolmen Editorial con su genial colección Fuera Borda donde se edita el mejor cómic clásico de la BD pero también chuladas como El Imperio de Trigan, cómic alabado por maestros como Neil Gaiman. Donde descubrir el final de esta saga en una cuidada edición cronológica repleta de extras.

El Imperio de Trigan es un referente en la historia del cómic británico, dibujado por el legendario Don Lawrence con su deslumbrante y clásico estilo, un relato épico que dio lugar a una nueva mitología de la CF ambientada en un futuro lejano que cautivó la imaginación de toda una generación en la que me incluyo. Una obra que nos transporta a un peplum futurista completamente teatral pero con múltiples giros de guión que te dejan con el culo torcido. Obviamente, te va a molar bastante si eres fan del género histórico en si; conocer civilaciones y ser entendido en algunas ayudará bastante. Y sumará, en general, que os guste saber como se desarrollaron algunas de esas civilazaciones dejando de lado vuestra opinión política sobre dictadores, “buenos gestores” de imperios, esos a los que muchos llaman fachas de la peor calaña sin tener en cuentra la época en la que existieron. Pero mola que todo se traslade -o nos traslademos-, hacia el lado del superhéroe vector de transmisión de la moralidad y os explico esto con una cita muy famosa del escritor George Orwell (1984), una frase muy conocida a nivel mundial por ser recreada por Winston Churchill y que definiría bastante bien este cómic:

LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS VENCEDORES

Por lo que El Imperio de Trigan es una auténtica epopeya bastante cercana en espíritu al universo creado por el novelista Isaac Asimov en Fundación. Hablamos de un cómic que fue la primera gran serie de CF dibujada en estilo hiperrealista llena de detalles por el maestro ilustrador Don Lawrence (quien luego perfeccionaría mucho su técnica en Storm, una tira creada para el cómic semanal holandés Eppo en 1977). Los guiones de Mike Butterworth dan lo que se le pide a un cómic asi y entre estos dos autores crean un mundo asombroso donde vais a tener de todo: piratas, bárbaros, tecnología futurista, los personajes Trigan y su hermano Brag, el viejo sabio Péric que visten de romano pero utilizan espadas y pistolas láser, las maravillosas arquitecturas de grandes ciudades antiguas genialmente representadas y todo acentuado bajo la mirada altiva de poderosas naves espaciales…

Esta soberbia obra, sobre todo, en aspecto gráfico, comenzó a publicarse en 1965 en la revista británica Ranger. Fue abandonada por Lawrence en 1975 tras unos cincuenta números y retomada por otros autores con menor éxito hasta su declive en 1981. Sin embargo, la serie llegó a ser muy popular en Países Bajos mientras que en Francia, las ediciones de Septimus publicarían álbumes en 1976. Aunque es, sobre todo, Glénat la que retoma todos los álbumes en orden cronológico entre 1982 y 1989 y los lanza al mercado. ¿En nuestro país? No hace falta que diga nada, ¿no?

Y ahora os digo yo, friends: ¿Cómo puede decepcionar y no sorprender la lectura de una obra así? Luchas internas dentro un imperio, rivalidades por el poder, invasiones extraplanetarias, guerras y cataclismos que recuerdan a las viejas películas kitsch de los años 50… Cantidad de lectores abandonamos Look and Learn en su día (material educativo ilustrado) para recurrir a una tira cómica de CF bellamente ilustrada que presentaba tecnología futura, monstruos y hombres con espadas que vestían ropas del poderoso Imperio Romano… Una mezcla única y elegante del fantástico para con el género histórico. Don Lawrence en todo su esplendor, con unos guiones de Butterworth que aportaban un tipo de narración diferente al que se veía en los cómics de la época.

Si alguna vez existió una catacumba contenedora de tesoros del noveno arte británico, allí encontraréis seguramente varios ejemplares de El Imperio de Trigan.

Esta es su épica historia.

Reseña: La Decimotercera Planta. Volumen 1, de John Wagner, Alan Grant y José Ortíz

Ayer mismo hablaba de la importancia del rescate editorial de obras perdidas en el tiempo por las cuales la mano del Demonio las había llevado al quinto anillo del Infierno a ese que llaman especulación. Comentaba también la cara de tonto que se le debe estar quedando a más de uno al ver que están volviendo a ser reeditadas grandes novelas y a precio honrado. Pues con los cómics lo mismo. En este caso, Dolmen Editorial publicando entre sus novedades un magnifico volumen (el primero) de una serie de cómics tan original en su día como fue La Decimotercera Planta.  Obra que no es moco de pavo, a mano de los maestros ingleses John Wagner y Alan Grant y nuestro paisano el gran José Ortiz, y es que no se puede negar el impresionante catálogo de éxitos que vendrían de las islas, fábrica de ideas como fueron las revistas 2000 AD así como tantas otras que a día de hoy luchan por no quedar en el olvido.

En especial, hoy haré referencia a Scream! y The Eagle porque es de donde parte La Decimotercera Planta en los gloriosos años 80. Inédita hasta la fecha en español y creada por John Wagner y Alan Grant (los co-creadores de Juez Dredd) e ilustrada por el legendario dibujante español José Ortiz, en La Decimotercera Planta tenemos por delante temas de casas encantadas, domótica homicida, monstruos horribles, mucha superstición y las reuniones de vecinos más terroríficas de la historia del cómic. Obra que al ver que se publicaba en nuestro país me dio en el pecho una explosión de absoluta nostalgia. No había leído nada de esto en más de treinta años. Fue aproximadamente en 1984 cuando se vieron impresas por primera vez y mi famoso tío proveedor-mío de lecturas comiqueras, me las proporcionaba. Recuerdo haberle dicho que, por favor, me trajera todo-todito-todo de la revista Scream!; ya sabéis de mi pasión por el género de Terror. Pero aunque parecía demasiado aterrador para un niño de ocho o diez años, atractivo todo era como poco. Y cuando me enteré que después de un tiempo, Scream! se fusionó con The Eagle, pues todo-todito-todo de esta última para poder continuar leyendo las historias de Max y su decimotercer piso. Pero obviamente, las cosas cambiaron y no mucho más de cuatro o cinco revistas pude adquirir. Por lo que como un cosaco, como un poseso, he disfrutado de este primer volumen (¡sólo el primero!) que Dolmen Editorial acaba de poner en el mercado.

Un maravilloso tomo donde leer y disfrutar de las historias clásicas de Max, la computadora, una historia, un argumento totalmente recomendado para los amantes de la narrativa futurista mezclada con el Terror. Max es una computadora diseñada para ayudar a las personas que viven dentro del edificio con sus tareas domésticas. Se preocupa mucho por su bienestar. De hecho, podría simplemente asesinar si determina que uno de ellos está en peligro. Y resulta que ese suele ser el caso y tiene la herramienta perfecta para ello en la decimotercera planta…

Este es el primer volumen que recopila las historias publicadas entre 1984-1985. La esencia de los primeros episodios cortos es que Max se entera de alguien «malo» que quiere lastimar a uno de los inquilinos y luego los atrae a su piso especial para darles un susto de muerte. Nunca mejor dicho. Esto se intensifica rápidamente en Max usando la hipnosis para solicitar ayuda de uno de los residentes y luego la policía se da cuenta de las travesuras mortales de este edificio inteligente. Los sustos en sí mismos son simples y encantadores en el sentido de los cómics de antaño: esqueletos, arañas, etc. De hecho, todo el escenario tiene esa vibra realista, aparte de la maravillosa computadora y el mal que le puede a la hora de impartir justicia. El arte de José Ortiz, aunque no está en su culmen como llegó a estar en la revista 2000 AD, no deja de ser excelente.

Necesito ya el Volumen 2.

Reseña: Tif y Tondu. Misterios al Descubierto, de Will, Maurice Tillieux y Desberg

Más Tif y Tondu, por favor, y más Tif y Tondu tenemos gracias a Dolmen Editorial que no para de traer a nuestra tierra joyitas de la BD como esta. Cuarto volumen el denominado Misterios al Descubierto con el que se completa el ciclo de aventuras guionizadas por Tillieux, incluyendo los dos últimos episodios que escribió en colaboración con Stephen Desberg, por entonces una joven promesa que no tardaría en consolidarse profesionalmente, pasando a convertirse en el guionista oficial de la serie tras la desaparición prematura de su mentor. Lo aclara y presenta muy bien la sinopsis editorial. Pero tres nuevos álbumes de la colección recopilados en un portentoso volumen en tapa dura para su disfrute. Virtud que os aseguro que Tif y Tondu siempre aporta.

En Aventura en Birmania (Aventure Birmane), el cuerpo del explorador Jacques Carlier es encontrado en la selva, diez años después de su desaparición. Las joyas Khmer están colocadas junto al cuerpo, lo que sugiere que los exploradores habían descubierto un tesoro. La señorita Amélie financia y participa en una expedición a Birmania para aclarar lo sucedido. Para esto se acompaña de Tif y Tondu, así como de cuatro científicos. Pero mientras tanto, un hombre es secuestrado en un pequeño pueblo de Francia y uno de los científicos parece tener todo el interés en que la expedición fracase…

En El abismo prohibido (Le gouffre interdit) nos vamos a un pequeño pueblo de Ardèche, en Aulenay, donde Chomerac espera cerca de la estación a que lleguen sus dos invitados. Tif y Tondu no pudieron resistir la invitación de su viejo amigo. Al mismo tiempo, se produce un atraco en un banco de la ciudad y dos hombres enmascarados se apoderan del botín. Se comportan de manera extraña pues esperan a que el empleado tras el mostrador pueda avisar a la policía… Genial aventura que tiene de todo. Acción buenas subtramas y siempre en el camino, el misterioso Sr. Shock, el bandido internacional con esmoquin al que quieren atrapar a poco que tengan oportunidad.

En Los pasamontañas (Les passe-montagnes) todo lleva a descubrir un centro de ocio para millonarios en Los Alpes donde se gestionan demasiadas fechorías y conspiraciones para con el mundo.

Tif y Tondu era y es uno de los títulos más esperados por los fans del cómic franco-belga a este lado de los Pirineos. Una de la obras más esperadas que en mi caso, ni me enteré de que salía como novedad en su día. Pero que a día de hoy llevo ya cuatro volúmenes disfrutados en el idioma de Cervantes por fin. Es toda una aventura verlos, obtenerlos y devorarlos. Dos detectives -uno calvo y otro barbudo- capaces de lo mejor y de lo peor según se tercie el asunto. El misterio que se les presenta…, para un dueto de investigadores que si no sabíais nada de ellos ahora tenéis una tremenda oportunidad de haceros con sus historias ya que Dolmen Editorial sigue publicando esta genial obra de la BD.

Por supuesto, indispensable para amantes del buen cómic europeo.

Reseña: Super Agente 327 (1986-2001), de Martin Lodewijk

Super Agente 327 fue un cómic ideado por Martin Lodewijk en 1966. Está considerado uno de los personajes más famosos del cómic holandés. Ni que decir tiene que hace una gran referencia al personaje televisivo de moda por entonces como era el Superagente 86. Sin embargo, tiene ciertos puntos de humor bastante diferentes, una de las más mordaces parodias del género de agentes secretos, protagonizada por el as de los servicios secretos de los Países Bajos, el audaz aunque a veces desmañado Enrique Panférreo.

Este quinto volumen integral recoge más misiones de un héroe (a veces, antihéroe), que a poco que lo conozcáis y os gusten las historias policíacas y de espías, os va a enamorar. Durante más de cuarenta años, Martin Lodewijk (1939-) ha estado escribiendo y dibujando las aventuras del agente secreto Hendrik IJzerbroot, más conocido por su nombre en clave Agente 327. Cada vez que amenaza peligro, es enviado para garantizar que la población neerlandesa pueda volver a dormir en paz. Hendrik lanzó la primera aventura en el ilustre semanario de cómics Pep, en respuesta al exceso de películas y series de televisión de espías que aparecieron a mediados de los 60. Series como Get Smart y por supuesto las películas de James Bond. Sin embargo, Lodewijk no se basó en James Bond, como muchos suponen, sino en la serie de televisión estadounidense Peter Gunn (dirigida por Blake Edwards); serie que nunca se emitió en Países Bajos, pero Lodewijk leyó sobre ella en la revista LIFE y vio en Gunn la apariencia ideal de Panférreo.

Para con la obra Lodewijk realizó relatos breves de cuatro páginas cada uno (veintiuna en total), pero en 1968 incursionó por primera vez en un relato largo (Dossier Stemkwadrater), que también apareció en Pep. Si bien las tramas son aventuras o desventuras de naturaleza anecdótica, esta larga historia le permitió disfrutar del personaje y de una larga serie de bromas y referencias al género de espionaje que encandiló a muchos y le dio fama a la obra a nivel europeo. Por ejemplo, el villano de la historia se llama Dr. Tal vez… (ya existía un Dr. No, ¿no?) E incluso un Dr. Yes. A partir de ese momento, Lodewijk haría principalmente historias largas, ambientadas en todo el mundo y esas son las historias a las que estamos llegando ya en estos integrales que tan maravillosamente está publicando Dolmen Editorial en su genial colección de cómic europeo Fuera Borda.

Este nuevo tomo Super Agente 327 (1986-2001) contempla La bomba olvidada, La ruta de la tortuga, La caja negra y Cacoína y comandos. Cuatro nuevas historias que llevará a nuestro héroe junto a la atlética, avispada y buenorra Olga Lawina, a los más recónditos lugares del mundo, desde la república exsoviética de Zappingstán hasta las selvas inexploradas de Marijuania; donde habrán de cumplir las más insólitas misiones. Un tomo que además incluye un extra que es “el cómic más pequeño del mundo” y nuevas muestras del talento gráfico de ese genio de la historieta holandesa que es Martin Lodewijk.

El Superagente 327 está de vuelta. Yo es que no puedo perdérmelo. Otro buen integral de cómic europeo que ya forma parte de las delicias con las que pueblo mi cómicteca.

Un gran momento comiquero que estamos viviendo.

Nunca me cansaré de decirlo.