Reseña: Los Escorpiones del Desierto, de Hugo Pratt

Otras de las joyitas comiqueras que se han podido encontrar en el Salón del Cómic de Barcelona de este año y que ya está disponible en librerias especializadas, ha sido el tomo integral y recopilatorio de Los Escorpiones del Desierto, de Hugo Pratt. Sí, del maestro italiano, que obviamente también realizó otras obritas y muy chulas fuera del eterno Corto Maltés. Ayer me puse con este terrible cómic bélico y hace un rato mismo lo terminé casi sin respirar. Me pregunto por qué esta obra era casi desconocida para mí, porqué me pasó casi desapercibida en su día. Y sé que estaba jugando con fuego, porque uno ya sabe como es el ser humano por lo general cuando vienes de leer tremendos cómics de un autor y lo normal es que todo lo que no sea eso, parezca de muy inferior calidad. Pues en principio os diré que Los Escorpiones del Desierto es uno de los cómics más preciosista que he tenido la suerte de leer. Esta sería la segunda creación de Hugo Pratt que leo después del increíble Ernie Pike Integral que también se marcó Norma Editorial; obra a la que por cierto recurro cuando necesito inspiración de buenas historias bélicas. Por lo que declaro que Los Escorpiones del Desierto se suma a esa mini colección-de-inspiración.

Pratt consiguió llevarme de viaje por el desierto de Libia, entre soldados y mercenarios británicos, italianos y africanos, mientras captaba de una manera muy realista todo el duro y cínico escenario de una guerra sucia (no es que haya guerra pura, pero se habla bastante de ello), así como unos paisajes muy especiales, llenos de una belleza tan simple como salvaje. Como en definitiva es el entorno desértico. También conocí a personajes muy interesantes, y me encontré con escenas de acción y escenas «exóticas», y se me ocurrió una idea para la parte específica de la II Guerra Mundial en África, una parte relativamente desconocida para muchos lectores que no ahondan mucho más allá. Y bueno, no hace falta decir que la atmósfera es increíble y el cómic volverá locos a los fanáticos de las aventuras de guerra clásicas pues casi que se respira arena y polvo. ¡Y qué placer encontrarme con Cush! Para los que hayan disfrutado de los titulos de Corto Maltés, este guiño les gustará. Si Koinsky es menos idealista y más pragmático que Corto, no es menos enigmático. Sobre todo, porque las lagunas de estas áreas de conflictos están muy bien trasladadas por Pratt. Las opciones de alianza de los pueblos, la diplomacia de las alianzas temporales, el desfase entre una situación sobre el terreno y un estado oficial percibido como tal por los que deciden… todo ello está admirablemente representado en este cómic. Asi como las corrientes y cualquier tipo de guerrilla posible en esta región del África, un lugar en el que un día podemos ser aliados y otro enemigos.

Aquí los hombres son los juguetes de una guerra. Pura realidad. Es inquietante, seguimos las aventuras del grupo, las traiciones, nacen las amistades, también vemos los sueños detrás de cada individuo; el que haya estado alguna vez vinculado al ejército lo disfrutará a tope. Varios personajes resultarán muy cautivadores a lo largo de la historia, además de Koinsky, que sigue siendo escurridizo, nos tocará La Motte, soldado francés, la comandante Fanfulla y por supuesto Cush, a quien disfrutaremos y donde incluso nos darán más info sobre él que la que se aporta en Corto Maltés. Un tío más violento que Corto, Koinsky juega con la muerte de los demás cuando Corto únicamente es capaz de jugar con la suya. Sobre todo, los álbumes uno, dos y cinco (y para mi el cuarto, en especial), son joyas del noveno arte.

Esta larga serie de relatos (en años) comenzó en 1969 en la revista Sergent Kirk (creada para dar cabida a los cómics de Pratt, incluido, por supuesto, Corto Maltés). Luego continuó en otras revistas italianas como Linus y Corto. Concluyó en 1992 y ahora la tenemos para nuestro deleite en una bonita edición integral prologada por el guionista Felipe Hernández Cava. Una obra que aporta una psicología muy interesante.

Reseña: Leonard Cohen. On the Wire, de Philippe Girard

Os contaré sin miedo a equivocarme que uno de mis autores favoritos actualmente de cómic europeo es Philippe Girard. Pese a que en realidad el autor es canadiense y aún no siendo muy fan de Leonard Cohen y eso que viví su época de esplendor en la música y me encanta solo una de sus canciones; decidí sobre todo leer y reseñar Leonard Cohen: On the Wire por el autor. Un artista que me parece fascinante su trabajo a cada cual mejor.

Pero, ¿quién no conoce las canciones engrandecidas por la inimitable voz del canadiense Leonard Cohen, uno de esos músicos que han marcado la música del siglo XX? Muchos, ¿no? Pero ahora decidme, ¿quién conoce sus caóticos momentos de vida por los que tuvo que deambular entre luces y sombras? Su voz grave y profunda es reconocible entre mil pero, ¿qué sabemos de Cohen? Compositor e intérprete de So long, Marianne, Suzanne o la inolvidable Hallelujah. Hablamos de un tipo que se cruzó con Janis Joplin, Lou Reed, Phil Spector y Jeff Buckley. Poeta enamorado presa de los excesos y de la búsqueda de un alma eterna, Cohen atraviesa el siglo XX como un pájaro… sobre un cable; eso cuenta la sinopsis editorial de este chulo álbum que publica Norma Editorial este mes. Y esto es lo que ofrece Philippe Girard en esta obra, haciendo descubrir al lector, a través de flashbacks y azares del destino, los encuentros felices que habrían dado forma al inmenso artista en el que se convirtió hasta que tristemente se nos fue en 2016.

Leonard Cohen: On the Wire nos llevará a una visual desde sus inicios como artista y su dificultad para orientarse con la secreta esperanza de seguir los pasos de su abuelo intentando convertirse en el príncipe de los gramáticos. Todo, hasta descubrir sus dotes de poeta y más tarde de músico. El lector descubrirá, a su vez, distintas facetas de su tumultuosa vida compartida entre amores defraudados y las traiciones de productores que abusaron de su bondad y generosidad. Conoceremos así las condiciones en las que perdió los derechos de Suzanne, uno de sus grandes éxitos, por no hablar de la maraviloosa pieza Hallelujah, de la que pocos saben que es autor.

Tanto si eres seguidor de este cantante como si no, creo que te gustará este cómic-biográfico de algún modo, sobre el encantador pajarillo moreno de voz grave, la insólita vida de Leonard Cohen.

Insisto, a manos de Philippe Girard y sus evocadores trazos, una joyita que goza de fluidez para recorrer los casi setenta años (no desde que nace) pero que recorren la vida de un gran artista.

Reseña: Bootblack, de Mikaël

En un cómic bélico, por lo general, nos topamos con flashbacks de soldados y veteranos venidos a menos que suelen recordar una y otra vez los momentos más duros pasados durante una batalla o guerra. Bootblack es muy diferente, trata de un soldado que recuerda su pasado, sí, pero tira más hacia el recuerdo de una juventud del protagonista como hijo de inmigrantes en las calles de Nueva York de entreguerras. Los grandes momentos vividos de un personaje en una ciudad que crecía y crecía es la nueva obra de arte del artista Mikaël.

Es increíble cómo este autor es capaz de apreciar y reproducir en sus títulos las grandes ciudades norteamericanas de los años 30 (Nueva York, en particular). Y como narra sobre las profesiones de la época y lo que simbolizan. Pasamos de constructores de rascacielos gigantes en su genial Giant (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/giant), a tratar los problemas de vida de los pequeños limpiabotas de la ciudad que sobreviven varios dias con un escaso dólar. Es más, si miráis de pasada la portada de este volumen que recopila los dos álbumes de Bootblack, os enfrentaréis a una ilusión óptica. ¿Un guiño voluntario a su anterior obra? Da la impresión de estar viendo a un hombre sobre una de esa famosas vigas en el aire, cuando en realidad son dos tomas, diferentes ilustraciones que tratan lo que es estar arriba o abajo.

El punto fuerte es, sin duda, el dibujo y los colores creados para la ocasión por Mikaël. Su estilo realista muy ameno y su elección de colores donde predominan los tonos sepia, dotan casi a cada viñeta de un encanto especial. Sus decorados de las grandes ciudades norteamericanas del periodo de entreguerras acentúan aún más ese clasicismo nacido de la propia vertiente cinematográfica del encuadre y la coloración. Una trama que se lee agradablemente también. En primer lugar porque el dibujo de Mikaël -muy oscuro, con un colorido bastante conseguido- es realmente bueno y dinámico en una trama donde seguimos a un grupo de niños traviesos, incluido nuestro héroe y lo que les deparará el destino (una escena introductoria en forma de flash-forward, luego una historia lineal que nos explica el pasado del personaje principal y finalmente un regreso a una época posterior para la escena final en el primer álbum).

A nivel de personajes, el joven pilluelo de la calle dispuesto a todo para salir airoso, el amigo luchador, la bella y joven vecina de la que se enamora perdidamente o el rival pandilla. El nivel de progresión de la historia, maravilloso. El descubrimiento del entorno, luego la evolución de las pequeñas travesuras hasta la catástrofe que lo cambiará todo… Un genial clásico que te hace amar el buen cómic europeo. ¿Muy Dickens la trama? Puede. Pero más similar diría yo a las sensaciones que uno tiene cuando disfruta la excelente película Érase una vez en América. Incluso por el romance de Al y Maggie (algunos puntos en común con el de Noodles y Deborah). Y, por supuesto, una obra que tira de la enorme fuente de inspiración que fue para todos cuando la Nueva York de la época empezó a alzarse hacia los cielos en la Era Roosevelt.

De la que Will Eisner también creó maravillosos cómics, por cierto.

En una web como Desde New York…, un cómic así tenía que ser reseñado sí o sí.

Reseña: La Verdadera Historia del Soldado Desconocido-La Báscula de Charlot, de Tardi.

Leer a Tardi siempre es garantía de cavilación. Disfruté encontrando nuevamente una obra suya en Norma Editorial. La editorial por excelencia donde encontrar buen cómic europeo desde que tengo uso de razón.

Un álbum en tapa dura, dos historias publicadas en 1974, en blanco y negro y en el genial formato álbum clásico de la BD. Pero más. Científicos locos, delirios a lo Julio Verne, 14-18, la pena de muerte, la morgue… En aquella época, después de mayo del 68, los autores rompían estándares, eran provocadores y desconcertantes. Por eso, Tardi fue el precursor de muchos formas de abordar un cómic y a día de hoy sigue siendo relevante. Dos buenas historias reunidas aquí PERO: ¿por qué no puedo “hacerme” o sentirme a gusto con el estilo gráfico de Tardi? Pregunta que me hago humildemente a mí mismo y para la que aún no tengo una respuesta convincente.

Me gustó La verdadera historia del soldado desconocido. Tardi nos ofrece un delirio cuya narración recuerda mucho a Edgar Allan Poe. La historia también es de ese estilo en ambientación pero aquí un pobre hombre se encuentra en un mundo extraño donde se mezcla el realismo con la ficción. Está genialmente elaborada la exaltación y aparente ebriedad que desprende la trama. Pareces estar inmerso en el sueño de alguien.

En cambio, la siguiente historia me gustó bastante más. La Báscula de Charlot es algo más paranoica y se hace algo dificil de entender; estamos hablando de una realidad que no cuadra con la nuestra y por eso puede contrariar. Una historia que desprende sensaciones similares a visionar un lienzo abstracto y lo que de ahí tu mente pueda imaginar. Pese a todo, una historia contra la pena de muerte, con la que te quedas pensando qué demonios va a ocurrir con el anciano protagonista, su carta y el tipo de monstruo que habita allí.

Este álbum comprende historias producidas al inicio de la carrera de Tardi. Encontramos entonces los temas clásicos y criticas con los que empezó a «dar caña». Él mismo lo explica en el Prólogo. Son locuras, demencias, Tardi pareciendo dibujar pesadillas que podrían ser suyas o no. Son cuentos de una mente joven que busca la originalidad por encima de todo. Demasiadas similitudes con Adèle Blanc-Sec.

Para quien no conozca a Tardi, La verdadera historia del soldado desconocido, le parecerá mejor relato que el opáco, La báscula de Charlot. Así es de Tardi.

Hasta que no sabes de qué pie cojea, sus historias pueden parecer únicamente delirios.

Te enamoras de su obra cuando insistes.

Reseña: Bouncer (Edición Integral), de Alejandro Jodorowsky y François Boucq

Bouncer es un western tradicional que trae Norma Editorial en formato integral como novedad para el mes más corto del año. Estamos ante una nueva edición maravillosa e integral de esta aclamada obra de Jodorowsky y Boucq, que ya colaboraron en Cara de Luna (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2640), y que vuelven hacer un tándem perfecto de maestros del noveno arte. Pero Bouncer… what is… or who is? Bouncer es “portero” del saloon de Barro City. Bouncer es el que lleva el orden en el Saloon Infierno. Bouncer protege ese antro perdido de la mano de Dios en la ciudad de Barro City, en el lejano Oeste, mientras defiende la tierra de sus antepasados, un territorio donde los favores siempre se pagan con balas y sangre. Y, alternativamente verdugo o justiciero, Bouncer arrastra consigo un pesado y doloroso pasado familiar que nunca deja de atormentarlo. Secretos, tradiciones indias, minas de oro a explotar, chacales y buitres, todos los ingredientes están ahí para una muy buena historia dentro de otras que van surgiendo. Una obra soberbia porque en Bouncer el dibujo es suntuoso, realista, preciso y con detalles que hay que tomarse algo de tiempo para repasar. O nuevas lecturas para apreciarlos bien. Los colores en esta obra se convierten en olores que apestan a ese gran Oeste Americano donde se siente el polvo, la calor y la suciedad.

En este mundo violento, sin concesiones y sin remisiones, es donde Jodorowsky no aplica los buenos sentimientos en casi nadie. Es un universo tan duro y despiadado, una historia oscura bajo el sol occidental, muy real. Y tampoco os dejéis engañar por la aparente debilidad de Bouncer; un pistolero de un solo brazo, golpeado hasta la saciedad tanto moral como físicamente. Es un tirador formidable. Y cuando su sobrino que se ha quedado huérfano le pide ayuda, vuelve a reconectarse con su doloroso pasado. Él y sus dos hermanos son hijos bastardos de una prostituta deambulante, con la que han cometido muchas fechorías. El último provocó la dislocación de la familia mientras peleaban por un diamante. Uno terminó ciego, el otro hijo de mala madre y la respectiva, se suicidaron. ¿Linda familia, no? A esto sumad, varias aventuras entre las que destaca el intentar dilucidar sobre una serie de asesinatos que se han dado en el pueblo en los últimos tiempos. Todos asesinados por la mordedura de una serpiente…, en teoría.

Pones la banda sonora del gran Ennio Morricone, te sientas en tu sofá de lectura favorito y en nada te transportas con este tomaco a un spaghetti western oscuro y violento con los peores forajidos del Lejano Oeste. Tramas que hacen mella. Y no vamos a decir que es una obra original pero, ¿qué obras originales con el Far West como telón de fondo existen?

Los escenarios salvajes con la salsa picante del Monument Valley son fantásticos y los personajes tienen caras sucias, siniestras, realmente terribles que son cinceladas por el sol. Tenemos la carne picada de siempre. Balas sobrevolando cabezas. Un ritmo trepidante que rara vez descansa con violencia desatada casi en cada página. Tenemos aquí también a un Boucq muy, muy grande, quizás en la cúspide de su carrera de ilustrador. El dibujo de Boucq es increíblemente preciso cuando se trata de paisajes pero también tiene ese don para hacer rostros inolvidables. Un cómic que es una delicia para los ojos.

Os hablé en su día de cómo el western se había convertido en mi segundo género favorito. Los tres primeros arcos de Bouncer son un claro ejemplo del porqué de ello. Del encanto que puede llegar a tener este género inmortal al que tanto me he enganchado. Maravilloso, maravilloso, maravilloso.

Reseña: Klimt, de Cornette y Marc-Renier

A mi chica, mi novia, la que es desde hace casi veinte años mi mujer, no le gustaba mucho estudiar Historia del Arte en el instituto. Sin embargo, siempre estuvo enamorada de un lienzo. Un cuadro de Klimt que se llama El Beso. ¿Por qué cuento esto? Muy fácil. Para mostraros la belleza de la cultura, lo que siginifica para todo ser viviente, pese a que no seas forofo, ni fan, de un tema. Desde entonces, en casa tenemos un cojín en el sofá con la representación del lienzo de Klimt. También le regalé unos pendientes y un colgante con esta misma ilustración. No nos gusta mucho El Retrato de Adele Bloch-Bauer (también conocida como La dama dorada o La dama de oro) porque es un rostro, una pintura que da cierto miedito. Pero sí que nos encanta también Danaë. Un óleo de Gustav Klimt, creado en 1907 que es ejemplo del simbolismo, la excelencia del amor divino, la trascendencia, la belleza del cuerpo de la mujer. Decidme ahora entonces si no era vital para mí, leer, degustar y reseñar, en esta magnífica colección que está publicando Norma Editorial sobre grandes pintores, autores de renombre en formato cómic; si no era súper indispensable ponerme con Klimt. Todos los matices de la vida de este genial artista en un cómic inolvidable como bien alega su sinopsis editorial.

Este es el retrato de un pintor bohemio que amaba el arte tanto como a las mujeres. Vivió en Viena, inmiscuido entre la rica burguesía y muy cerquita del famoso doctor Sigmund Freud. Conoceremos en este cómic cómo pintó su cuadro más famoso (El Retrato de Adele Bloch-Bauer), de la que hay que decir que su esposo era un rico mecenas de la industria azucarera. Y mientras leía el cómic me pregunté dónde había visto esta pintura recientemente. Y fue en la película La Dama de Oro con la excelente Helen Mirren, porque esta obra había sido confiscada por los nazis durante su locura asesina contra los judíos. Y es que fue necesaria una larga batalla legal a finales de los 90 para que la heredera recuperara la posesión de la propiedad robada (posteriormente otorgada por 135 millones de dólares a Ronald Lauder, el propietario de los cosméticos Esthée Lauder). Pero en lo nuestro, me encuentro que el guión del cómic describe bastante bien la fase de composición con esta reina egipcia cubierta de oro y joyas suntuosas. Es cierto que hay algunas fases ligeras, pero la lectura del cómic es una trama agradable de principio a fin.

También ayuda conocer a Gustav Klimt, cuya fama se elevó bastante tras su muerte (como suele pasar en la raza humana). Vivió un estrepitoso escándalo durante la exposición en 1901 de su cuadro Medicina, que fue criticado por la crítica, nunca mejor dicho. Obviamente, pero también curiosamente, los médicos tenían un problema con las mujeres desnudas. Por Filosofía, Klimt ya recibió palos por todas partes por plasmar gente desnuda abrazándose en una especie de orgía desbocada. Ochenta y siete profesores universitarios incluso presentaron una petición ante el Ministerio solicitando quitar sus pinturas de ciertos sitios, así que el artista no lo tuvo fácil para que aceptaran Medicina, más aún cuando repitió el concepto de cuerpos flotantes (la vida), un esqueleto (la muerte) y la figura femenina que representa a Hygeia, diosa de la curación, la limpieza y la sanidad (de ahí viene la palabra «higiene»). Vestida con una túnica decorada al estilo Klimt, la diosa tiene una larga serpiente enroscada en su brazo derecho que bebe de su copa. Nos mira de forma solemne y nos da cierta seguridad. Es una maravilla. Pero hay friends, los conservadores…

Este cómic vuelve a ser maravilla para mí por muchas cosas. Es la esencia del arte dentro del noveno arte. En términos de diseño, podemos arrepentirnos de los colores demasiado apagados pero el resto, el contenido y gran parte del continente, es bastante satisfactorio. Cada vez más enamorado de esta colección que Norma Editorial está editando. Además, Klimt sigue siendo noticia a día de hoy porque dos jardineros han encontrado una de sus obras que fue robada hace casi veinte años.

Pasen y vean, como se decía antes en los museos.

Reseña: Corto Maltés. La Juventud, de Hugo Pratt

Gracias a Norma Editorial tenemos cada poquito nuestra ración (o tapa, en este caso) de Corto Maltés. Escrita y dibujada por Hugo Pratt y luego preeditada, La Juventud vuelve a estar en librerías. Se podría considerar la primera aventura del héroe, ya que transcurre al final de las hostilidades de la primera guerra ruso-japonesa de 1904-1905. Época en la que Corto tenía tan sólo diecisiete añitos y se encontraba en Mukden, Manchuria, cerca de la frontera con Corea. Una fantástica idea de Hugo Pratt que le lleva a proponer al personaje como amigo del escritor Jack London, entonces corresponsal de guerra en el The San Francisco Examiner.

Y donde conoce por primera vez a Rasputín.

En la trama, los japoneses están a punto de derrotar a la Rusia zarista. El final de la guerra está cerca. Los rusos se rinden y se extienden las órdenes de alto el fuego. Pero en Port-Arthur, los francotiradores siguen resistiendo. En el frente de Mukden, un oficial ruso de las tropas siberianas no quiere saber nada, y furioso, sigue disparando contra líneas enemigas y no duda en volverse contra sus superiores. Para evitar la condena que le espera, deserta vistiendo un uniforme del Ejército Imperial Japonés. En su huida, encuentra refugio en un cuartel de la Cruz Roja donde conoce al periodista y corresponsal de guerra Jack London. Rápidamente descubierto por los japoneses en vista de su atuendo robado, el fugitivo, responde al nombre de Rasputín. Y es llevado bajo custodia militar, sospechoso de deserción y asesino de soldados de su propio bando… Más tarde, London “hiere” el honor de un teniente japonés y se enfrasca en un duelo casi perdido con un especialista en artes marciales. Testigo del asunto, Rasputín quiere huir a Manchuria lo más rápido posible para preservar su vida. Pero se topa con un joven amigo londinense que quizás podría ayudarle a escapar vía marítima…

Analizando la historia, Pratt aprovechó en La Juventud para varias cosas. En primer lugar para dar un paso al frente y presentarnos lo proactivo que ya era Corto en sus años mozos. Después Pratt presenta a Jack London, con lo que nos hace saber que tenía intención de meter personajes históricos reales en las aventuras del marinero. Además de que London fue uno de los escritores más importantes de la formación de Pratt, no obstante, se da a entender que no está de acuerdo con los intentos de ciertos intelectuales de izquierda que quisieron recuperar a este autor con el pretexto de que denunciaba la explotación capitalista. Y eso que el maestro italiano señala que London también era racista por desear la victoria de los rusos en la guerra de Manchuria. Pero los que también amamos el trabajo de London (especialmente, sus libros de aventuras como Colmillo Blanco), vemos que en realidad su aparición es una oda a su obra en calidad de maestro en palabras, diferente y raruno en pensamientos para con él.

Siempre en el tema literario (que es lo que a mí me importa), mola ver que Corto planea descubrir las minas del rey Salomón, las que están en el corazón de la famosa novela del escritor inglés Henry Rider Haggard. Y así este álbum, se podría decir que inicia el ciclo romántico que narra las aventuras del cazador Allan Quatermain, inspirado en el explorador Frederick Courtney Selous, a quien Pratt conocía muy bien.

¿La Juventud? Pues indispensable, como indispensable es tener toda la colección del marinero más famoso del noveno arte.

Reseña: La Vuelta al Campo, de Jean-Yves Ferri y Manu Larcenet

Hacía mucho tiempo que no me había reído tanto con un cómic. Y eso me recordó que tengo que volver a los álbumes buenos de Gaston Lagaffe, aquellos que con su lectura te sientes rejuvenecer. Son historias que se reflejan muy bien en cómics como La Vuelta al Campo, de Larcenet y Ferri. Evocan lo mismo. Muestran unos muy agradables personajes (en este caso, atípicos rurales) y divertidísimos que con apenas cuatro detalles se grabarán en tu memoria para siempre. Además de Madame Mortemont, en La Vuelta al Campo, el personaje del ermitaño es magnífico. Recuerda muy mucho al personaje del gobernador en las novelas de Carl Hiassen…

La Vuelta al Campo es una oda a esos compradores de edificaciones arruinadas campestres que con dos tablas, un martillo y unos clavos… cambian su mundo de un día para otro. De los que pueden ser felices hasta el día de su muerte solamente sembrando patatas y recogiendo rábanos. Los dos amigos que son Ferri y Larcenet se encuentran por primera vez en esta serie y se puede sentir la complicidad entre autores. Cómic que estructurado en pequeños bocetos de media página cuentan una historia llena de metáforas, a grandes rasgos, la historia de una pareja neorural que intenta adaptarse a su nuevo entorno; decoración bucólica y aislada, vecinos «rústicos»… Y no sé hasta dónde llega Larcenet en el sentido autobiográfico. Pero es él -o un duplicado de él- quien se pone en escena, no convencido de haber tomado la decisión correcta, el cual siguiendo a su novia loca por vivir en un entorno natural y tener un niño; todo resulta fácil y difícil a la vez. Y es que, a veces, hay que luchar por los sueños de otros, ¿no? Por eso diría que Manu Larcenet se abre en canal contándonos su vida en La Vuelta al Campo. Y si no todos los chistes son divertidos, hay una coherencia entre todos ellos, lo que provoca un conjunto de anécdotas chulo y divertido. Algunos buenísimos como cuando «Manu Larssinet» tiene que dibujar el famoso cartel de la fiesta del cerdo del pueblo… Descojone completo.

El equilibrio entre el humor y las reflexiones sobre la vida que encontraréis aquí, agrada mucho. Me atrevería a decir que ningún lector se arrepentirá de haber comprado este magnífico integral que se acaba de marcar Norma Editorial. Un compendio de gags inspirado en la vida real de unos personajes que ansían lo que muchos: vivir en el campo. Tranquilidad, no estrés, paz fuera ruidos y gente que se odia con la mirada…  Empeñarse en vivir.

Para más inri, el estilo de dibujo empleado por Larcenet en esta serie, aparentemente simple, parece perfectamente dominado y lleno de dotes expresivos. La belleza de la simpleza. Para mí, es uno de los mejores dibujantes de este estilo del gremio actual. El diseño de Larcenet es reconocible y eso es lo que destaca a un artista.

La Vuelta al Campo comprende una serie de álbumes que ahora se recogen en un magnífico integral. Un cómic fresco y de buen rollo, es la máxima que me viene a la cabeza para esta serie (bastante cercana en ciertos aspectos autobiográficos a otra serie de Larcenet (Los Combates Cotidianos: https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/los-combates-cotidianos-01), aunque menos seria. Así que, recomendable, recomendable, recomendable.

El guionista de la nueva etapa de Astérix (Jean-Yves Ferri) y el dibujante Manu Larcenet (Los Combates Cotidianos, El informe de Brodeck) firman una comedia desternillante que gira en torno a la dicotomía entre la ciudad y el campo. Maravilloso relato costumbrista.

Reseña: Piel de Hombre, de Hubert y Zanzim

Con que te digan que estás ante una obra que acumula una decena de premios en Francia, entre los que se encuentran los más conocidos, se te debe poner el vello de punta a poco que ames e intentes degustar todo lo que puedas sobre cómic europeo. Un mínimo de interés crece en ti. Y se transforma de bolita a bola de nieve a medida que te vas interesando por un argumento que encima tiene un giro que puede llegar a dar (y da) mucho de sí. Con esto me refiero a cómo creció mi hype cuando me enteré que Norma Editorial publicaba Piel de Hombre en nuestro país. ¿Y qué pasó? Pues de esas historias que sabes a ciencia cierta que te van a gustar pero que siguen siendo una linda sorpresa. Un relato precioso que nos presenta a personaje inolvidable como Bianca una semana antes de su boda, matrimonio concertado entre dos «buenas» familias, se discuten varios temas, incluida la identidad de género, la condición femenina y la religión. Temas que sigue siendo una pena que sea relevante en muchos países hoy en día. Y como Bianca habla con su madrina antes de casarse la cual le otorga una “piel de hombre» para que conozca y experimente sensaciones y sentimientos del otro sexo. Por lo que ya os adelanto que como mínimo tendrá una visión de su futuro marido desde ángulos sorprendentes.

Hubert (seudónimo de Hubert Boulard) fue un guionista de cómics francés que nos dejó en 2020 con tan solo 49 años. De familia normal pero muy católica (poco favorable a la homosexualidad) provocó que el artista se encontrara en una depresión no diagnosticada ya desde su infancia. Las dificultades por las que atravesaba lo inspiraron a crear, en sus obras, “monstruos y personajes marginados”. Os cuento este tema para que veáis como un autor puede crear las más bellas obras y, sin embargo, lleva toda una vida de sufrimiento. Entre muchos otros títulos, en su último año de vida, Hubert escribió el guión de Piel de Hombre (Peau d’homme), dibujado por Zanzim, obra que hoy os traigo. Un álbum que ganó el Gran Premio de la Crítica 2021, el Premio de los Bibliotecarios 2021 y el Festival de Angoulême 2021, en el apartado Fauve des Lycéens. En el que nos vamos a la Italia del Renacimiento, donde Bianca, una joven de buena familia, está en edad de casarse y sus padres encuentran un prometido de su agrado: Giovanni, un rico comerciante, joven y agradable. La boda parece discurrir sin problemas a pesar de que Bianca no puede ocultar su decepción por tener que casarse con un hombre del que no sabe nada. Pero cuando menos lo espera, se le da a conocer el secreto guardado y legado por las mujeres de su familia durante generaciones: ¡Una piel de hombre! Al ponérsela, Bianca se convierte en Lorenzo y disfruta de todos los atributos de un joven increíblemente hermoso. Ahora podrá recorrer el mundo de los hombres y conocer a su prometido en su entorno natural. Es más, en su piel masculina, Bianca se libera de los límites impuestos a la mujer y descubre el gusto por el amor y la sexualidad de una forma que jamás pudo imaginar.

Pese al entorno creado de cuento medieval y mágico, en Piel de Hombre, Hubert muestra personajes terrenales. Una Bianca bastante desvergonzada, un Giovanni arrogante y «lindo», Angelo el monje inquisitivo y una plétora de papeles secundarios entrañables. Sin olvidar el muy distinguido Lorenzo (Bianca bajo su piel). Me vi envuelto en esta loca historia, donde Hubert destila maliciosamente las escenas atrevidas y más convencionales, encuentra el equilibrio adecuado y de él emana un soplo y oda a la libertad. De hecho, vemos de inmediato hacia dónde dirige el autor sus ideales más certeros y más íntimos, pero nada que interfiera en la lectura. Muy de acuerdo con la opinión de que estamos ante una hermosa oda a la libertad sexual. La moral renacentista que actuó como espejo de la de nuestro siglo y que tanto hincó el diente a querer marcar más la diferencia entre géneros. ¿Tuvo que ver la iglesia y sus propósitos machistas? Siempre tiene que ver la Iglesia, friends… ¿Por qué tachar la libertad al género femenino y ser objeto de desprecio y coerción cuando son las responsables principales de que estemos en este mundo? Jamás lo entenderé.

Zanzim en sus dibujos nos lleva de la mano al arte medieval pocas veces mejor interpretado. Me encanta la disposición a querer mostrarnos un dibujo muy de homenaje a los diseños medievales, los pocos, que se pueden encontrar a día de hoy. Hubert y Zanzim tejen un sofisticado cuento medieval que nos invita a reflexionar sobre el peso de los roles de género y las convenciones sociales…, lo dice la sinopsis y lo corroboro. Además, en un bonito tomo digno de regalo, en tapa dura y una edición preciosa.

Reseña: Blacksad. Todo Cae. Primera Parte, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido

Que Blacksad vuelva estar entre las novedades es buena noticia. Una más de que las cosas empiezan a cambiar… para bien. Que digo buena, es una tremenda noticia. Porque encima, ahora que se puede y gracias a Norma Editorial, este genial tandem que son Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (guionista/dibujante) han ido presentando por medio país este nuevo álbum, la primera parte de Todo Cae,el sexto álbum de la serie Blacksad. De hecho, ayer mismo estuvieron en Nostromo, la librería sevillana especializada conocida internacionalmente por su Premio Eisner a Mejor Tienda de Cómics del Mundo. Pero no es para menos, porque Blacksad es, sin duda, un icono mundial del noveno arte que ha llevado a sus autores a ser reconocidos en cantidad de país por esta obra magna del género negro (noir).

El ansiado del detective antropomórfico más famoso del mundo vuelve. Suele pasar con Blacksad que con cada historia, quedas con la miel en los labios como osito que pide más y más. Pues imaginaos si ya vamos sabiendo que Todo Cae es tan solo una primera parte… Uno ya casi va triste como pasaba con el reciente film de Dune, ¿no? Jajaj… Si es que somos unos ansias. Bueno, os contaré de qué va.

Muy a los cine clásico de los 50, muy a lo novela negra de Raymond Chandler o novela policíaca de Dashiell Hammett (que es donde se mueve como gato entre madejas, la esencia de este personaje), John Blacksad recibe el encargo de proteger al líder del sindicato de trabajadores del metro. Ese personaje amenazado por la mafia de las comadrejas. Pero su investigación desafiará a los poderes políticos y empresariales que rigen los destinos de la ciudad, y estos no dudarán en aplastar cualquier obstáculo que pueda alterar sus planes. john llevará entonces una investigación que resultará particularmente delicada … Llena de sorpresas. Una historia que está terriblemente bien labrada donde descubrir tanto la vida cotidiana de los trabajadores encargados de la construcción del metro en las entrañas de la ciudad, como el inframundo y el mundo del teatro; contraste absoluto entre las sombras y la luz. El mundo de abajo y el mundo de arriba. Encarnado por el ambicioso Solomon, maestro constructor de Nueva York. Pues, ¿qué tema de construcción no esconde dinero negro bajo sus arcas?

Sé que parte de lo que os cuento es su sinopsis editorial, pero friends, ¿qué más contaros de un álbum que no llega a las sesenta páginas, sin destriparos más? Sabéis que Blacksad siempre es joyita. No lo tengo que decir yo. Hablamos de un cómic, de una serie, de un personaje con varios Premios Angoulême (el más prestigioso del cómic europeo), varios Premios Eisner (el más prestigioso en USA y diría que del mundo), estamos hablando de un cómic que no necesita de reseñadores. Se recomienda sola cada publicación. Sé que hay gente que a día de hoy se avergüenza de aún no haber leído Blacksad y no entiendo a qué espera, aún más sabiendo que Norma Editorial publicó en su día un integral con todos los anteriores álbumes recopilados (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/blacksad/blacksad/blacksad-integral-ed-en-castellano) que es una verdadera maravilla. ¿Qué más contaros? Pues que Todo Cae vuelve a ser una fiesta para los ojos. Cada viñeta admirable, los colores son preciosos, y aún sigo sorprendiéndome muy mucho con cómo Guarnido consigue mostrar animales antropomórficos tan expresivos. Tan humanos. El dominio de la línea es perfecto. Y cuando saca a relucir el lado salvaje de los personajes, es simplemente excepcional. Qué tío.

Además, las investigaciones policiales de John Blacksad en este tomo tienen un ritmo normal, medio, ni muy alto ni muy bajo, cosa que le permite al señor ilustrador detenerse en los detalles de las diferentes viñetas.

¿Sensaciones? No sé porqué con esta historia tuve la impresión de redescubrir el turbio mundo nocturno de Nestor Burma, pero en formato animal (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/nestor-burma). Ayer en la presentación de Todo Cae, en Nostromo, era una de las preguntas que quería hacerle a los autores. Me intrigaba saber si había algún tipo de inspiración del clásico personaje de Jacques Tardy y Léo Malet. Pero no se dio el caso 🙁

¿Algo más? Blacksad es una obra con la que sus autores han tocado el cielo. Dios mío, que venga esa segunda parte YA. Es todo muy simple, en realidad. Estamos ante «ooootra» historia que uno/a tiene que degustar por sí mismo con una buena taza de té o café cerca y en un buen sofá para solitarios. Esos que somos todos cuando leemos.