Reseña: La Tumba de Drácula. ¡La Noche del Vampiro!, Gerry Conway, Marv Wolfman, Gardner F. Fox y Gene Colan

Se reivindica mucho y es normal. Estamos hablando del que puede ser el mejor cómic elaborado de Terror y encima cómic que realza y supera la figura tan trillada de Drácula en el mundo del cine. Alguien tuvo que tener en mente la idea de, si se hacía, había que hacerlo bien. Quizás el propio maestro-dios del dibujo Gene Colan, quizás el cúmulo de guionistas de calidad como Gerry Conway o Marv Wolfman (¡apellido inspirador!). A nuestro país han llegado diferentes versiones de esta serie que os reseño hoy. Pero ahora va Panini Cómics y se apunta un mega-tanto sacando la Biblioteca Drácula, es decir, la gloriosa serie de La Tumba de Drácula, en diez chulos volúmenes llevaderos (en este formato no existe excusa para no leerlo) y para colmo de males-preciosérrimos: por fin, a todo color. En mi caso, dos primeros tomos que han visto la luz (¡¿la luz?!), dos primeros tomos que ya he devorado y con los que me inicio en la colección. Quincenales, por quince pelotes, incluyendo ocho números de Tomb of Drácula cada uno. ¿Se puede dar más por menos? Dicen que es una de las más soberbias interpretaciones del mito creado por Bram Stoker. No se equivoquen: NO EXISTE UNA MEJOR.

En 1971, la Comics Code Authority (un organismo reunido para censurar cómics, una serie de ilusos que se aburrían bastante) ajustó sus regulaciones para dar más penalidad a lo que consideraban una sopa en súper ventas de tebeos de contenido sexual, y todo lo relacionado con el género de Terror (vampiros, hombres lobo y otros monstruos). La respuesta en la gloriosa Casa de las Ideas fue una ola de «héroes monstruosos» como Morbius, Werewolf By Night y El Motorista Fantasma. No obstante, todo el mundo sabía que cierto ser con categoría, que con su sola presencia eclipsaba a todo, un aristócrata de caché como era el propio Conde Drácula, de Bram Stoker…, debía salir a la luz (¡¿otra vez la luz?!). Un ser, un personaje que necesitaba pasar al noveno arte con criterio, de forma independiente a la novela y hacerlo con una buena historia, atractiva y original. La joya, la tenéis delante.

En La Tumba de Drácula, abrimos con un hombre llamado Frank Drake, junto con su amigo y su amada, abriéndose paso por los vastos campos de la Europa del Este. Drake ha venido a las tierras salvajes de Transilvania en busca de la herencia de su familia, un castillo que ha pasado de generación en generación, desde antes de que la familia Drake cambiara su nombre. Habiendo arruinado la fortuna de su familia, Frank y su amigo Clifton han venido con la esperanza final de vender el castillo y obtener algo de liquidez. Pero incluso Clifton no se creyó del todo el resto de la historia, la parte en la que Frank explicó su apellido original, pues, ¿cómo diablos iba a proceder del famoso Drácula?

Me gusta ver que realmente la historia de Bram Stoker no existe en el Universo Marvel, my friends. Frank Drake es la prueba viviente de ello. Y también atrae como empiezan a torcerse las cosas desde el principio: el tema es bastante incómodo entre Frank y Clifton, ya que la pareja actual de Frank, Jeanie, es en realidad la ex de Clifton. Una vez que llegan al castillo de Drácula, Frank encuentra objetos familiares realmente inquietantes. Además, es como si hubiera estado soñando con esos pasillos de piedra entre corrientes de aire frío, toda su vida. Mientras investiga, Cliff, el amigo idiota de Frank, cae por un suelo podrido a una catacumba oculta donde descubre la tumba de Drácula y… ¿qué es lo peor que podría pasar? Las nefastas intenciones de Cliff de estafar a Drake y casarse con Jeanie por su dinero palidecen en comparación con la sed de sangre que acaban de despertar en esa mazmorra.

Un inicio pletórico para una maravilla de serie, que en una primera lectura, aporta esas maravillosas sensaciones que una vez percibimos en nuestras primeras vivencias con el género de Terror. No es alabar por alabar. Desde el primer momento te das cuenta que La Tumba de Drácula es y fue un cómic inusual. En primera instancia, el personaje principal es en realidad el villano de la obra. Eso no era, ni es normal aún a día de hoy. También por que el arte de Gene Colan es tan excelente (nadie dibujaba de forma tan real las neblinas y el viento como este hombre), un arte que te introduce en la trama cuando incluso los diálogos de Gerry Conway son algo más masticables.

La Tumba de Drácula fue uno de los éxitos más inesperados de Marvel, y aunque Marv Wolfman no empezó en el elenco de autores, en el momento que coge los mandos de la serie se nota. Construye toda una serie de aventuras casi por ejemplar, que se disfrutan de lo lindo. Y más, en estos días grises y lluviosos. Por supuesto, también introdujo en el noveno arte al personaje Eric Darren Brooks, el famoso y verdadero Blade el Cazavampiros (en el #10 de esta colección), un personaje secundario con mucha fuerza. Un tipo con interesante historia detrás que en breve os contaré.

La Tumba de Drácula es un cómic súper IN-DIS-PEN-SA-BLE.

Reseña: 100% Marvel HC. Veneno. El Hambre/Fauces y Garras, de Kaminski, Hama, Halsted y St. Pierre

Otro buen tomito con el que disfrutar viendo a esta aberración alienígena. Veneno: El Hambre / Fauces y Garras es el 100% Marvel HC que recientemente se ha publicado para todos aquellos que nos hemos enamorado de sus historias o arcos argumentales. Así, recopiladas de dos en dos y en tapa dura, gracias a la constancia de Panini Cómics con este antihéroe. Y con el aliciente que muchos esperábamos volver a leer: ¡Veneno contra Lobezno!

El Hambre (The Hunger) es la primera miniserie de cuatro números que trae el volumen, donde el simbionte (o El Otro, como se le conoce aquí) tiene necesidad de «cerebrear» y abandona a Brock cuando ya no puede soportar esta adicción. Una idea muy chula pues el simbionte, cada vez que deja a su anfitrión, quiere o termina uniéndose con alguien o algo más. Hubo muchas oportunidades para que esto sucediera a lo largo de sus otras historias, pero esta vez el guionista toma el camino correcto y deja que el simbionte piense por sí mismo: ¡Felicitaciones Len Kaminski! Brock realmente es un buen tipo. Esto es probablemente donde mucha gente pierde interés en las aventuras de Veneno, y no lo entiendo. ¿Por qué Brock tiene que ser un tipo malvado? Venom debido a la idea de “comer cerebros” va saltando por ahí y Brock, desde el principio, resistiéndose para encontrar una cura. Pero, “gracias a Mac”, eventualmente terminamos de nuevo con un monstruo simbionte que arranca brazos y come cerebros como quién degusta un helado. ¿Y el simbionte cayendo en brazos de Brock y abrazándolo como a un cachorro?

¡Momentazo!

Una sólida historia de relación entre el simbionte y Eddie. Pero la cuestión es: ¿El simbionte puede morir por comer cerebros? Si el traje no engulle la materia gris, ¿morderá todo lo demás? ¿Se convertirá en un caníbal enloquecido?

Fauces y Garras (Tooth and Claws) son tres numeritos de una historia que es pura acción. Veneno y Lobezno, Venom y Wolverine, dos potencias letales, lanzados a una aventura interdimensional involuntaria de esas con trasfondo Alien (la peli) pero con estilo tergiversado. ¡En el espacio seguirás escuchando gritos! Pero antes, Criamalvas absorbe a Veneno para acercarse a Logan, pero su plan le sale mal y todo acaba en una refriega en la que Logan y Veneno quieren cazarle. Aunque de vez en cuando se enfrentan y la nave del Fago anda de por medio con individuos que tienen mucho que ver e interesados en que todo esto suceda.

Una aventura tan oscura como onírica, que consigue engancharte hasta el final para saber qué extraña subtrama esconde.

Un volumen este Veneno: El Hambre / Fauces y Garras, contenedor de dos miniseries muy de coleccionista. Interesantes, diferentes y tétricas en muchos momentos. El rintintín, el sarcasmo y el rentoy entre Lobezno y Veneno ha sido lo más entretenido de leer en mucho tiempo. Además, ambas historias parecen estar editadas en consonancia. Primero, la más contemplativa y en segundo lugar: acción, puños, arañazos y golpes tremendos que echarían a dormir a un elefante.

Veneno, como todo villano me es atractivo. ¿Por? Especialmente, porque a muy pocos de Marvel se le puede ver la maldad, la verdadera maldad, con la que un villano así actuaría. Creo que esto debe ser una cláusula en el contrato a la hora de escribir a Venom en la Casa de las Ideas, por que todo guionista lo tiene en cuenta. Pero sin duda mi débil excusa para continuar leyendo sus mejores historias, sus mejores arcos argumentales es que Panini Cómics está sacando todo-todito-todo del personaje y de forma genialmente recopilada. He vuelto a disfrutar con Eddie Brock y sus maldades. En ambos guiones, a cual más diferente, actualmente, muy orgulloso de ver estas ediciones en mi colección.

Reseña: MLE. The Deadly Hands of Kung-Fu. Puño de Hierro y Otras Historias, de Rudy Nebres, Chris Claremont y VVAA

Tras el The Deadly Hands of Kung-Fu y el Luke Cage: Del Infierno… ¡Un Héroe!, donde disfrutamos de puños, patadas voladoras y ostias a mansalva, llega otro Marvel Edition Limited, esta vez la recopilación de todas las aventuras de Puño de Hierro dentro del mítico magazine de los años 70. Una nueva joya-joyita-joya del género recuperada para los que fuimos niños en los 80s, con padres y abuelos cinéfilos donde semana sí y semana también, se estrenaba o “daban” en el autocine una peli del gran Bruce Lee que todos íbamos a ver. Dias de gloria, sueños y buenos momentos para el entrenamiento de lo que treinta o cuarenta años después llamarían friki, o polifriki, como a mí me gusta llamarnos; porque nos gusta de todo. Todo lo bueno de cómics, libros, música y cine.

El Kung-Fu, ese tremendo arte que se mostró al mundo y del que siempre queríamos saber más. Porque saber demasiado, era poder. En 1974, la fiebre del Kung-Fu golpeó a toda USA y gracias a la gran y pequeña pantalla, se expandió por medio mundo. Cine, televisión pero también una exitosa serie de cómics llamada, en principio, Maestro de Kung-Fu, que partía de un muy chulo magazine llamado The Deadly Hands of Kung-Fu, fue lanzado por Marvel. Y fue genial, os lo puedo asegurar, porque yo estuve allí, lo viví, lo gocé y disfruté “in situ”. Historias que iban encabezadas por el gran Shang-Chi, pero donde podías encontrar también a dueños y señores de las patadas voladoras como Puño de Hierro o los Hijos del Tigre. Tiempos de grandes cómics con artistas considerados a día de hoy autores consagrados. Y unas portadas impresionantes de Neal Adams.

Cada número no solo presentaba aventuras y tramas con acción a raudales de los más grandes héroes del Kung-Fu, sino también entrevistas, guías de artes marciales, reportajes fotográficos y críticas de películas, TV y libros. Si había algo que quisieras saber sobre artes marciales, The Deadly Hands of Kung-Fu era tu fuente. Tu manantial en mitad del desierto; ese kiosco lleno de periódicos y revistas insulsas de la época. Tesoros a nuestros ojos. Y todo estos recuerdos de abuelo pelirrojo es para que veáis el tremendo valor que tienen los Marvel Limited Edition que Panini Cómics y SD Distribuciones andan publicando/rescatando, joyitas clásicas donde encontrar hoy en día los mejores relatos de esa gran revista-cómic que fue The Deadly Hands of Kung-Fu.

Donde tras algunos intentos con un Bruce Lee comiquero que no prosperó, llegaron algunos susodichos que sí que lo hicieron a su imagen y semejanza como Shang-Chi y también el magnífico Puño de Hierro. Personajes que enganchaban por su trasfondo, sus imponentes presencias en viñeta y su autoridad y rápido desenlace contra adversarios de gran calibre. Quizás por el pijameo, quizás por su carácter, a mí me llegó más Iron Fist, o Danny Rand, poseedor del incomparable poder otorgado por el don del Puño de Hierro. Quién debía defender el reino místico de K’un-Lun del siempre malévolo Dhasha Khan, que intentaba poner a prueba el temple de Puño de Hierro con sus terroríficos planes. En un gran arco incluido en este tomo, el guerrero-hechicero busca el espíritu del Pájaro de Fuego, una mujer protegida por Iron Fist, pero Khan tiene al Dragón de Plata a su lado, ¡alguien con una conexión profunda e inquietante con Danny Rand! Una confrontación que pondrá en peligro el alma de Iron Fist, además de lo dicho: puños, patadas voladoras y ostias a mansalva, entre exuberantes ilustraciones de lavado de tinta que transmiten poder y majestuosidad en el mundo de las artes marciales. Y alguna que otra aventura en solitario de las compañeras de Puño de Hierro: Misty Knight (ex-agente de policía que tiene una agencia de investigación privada) y Colleen Wing (descendiente de una familia de samuráis, que vengó la muerte de su abuelo con la ayuda de Puño de Hierro).

Las conocidas Hijas del Dragón.

The Deadly Hands of Kung-Fu: Puño de Hierro y otras historias contiene los números de #10, del #19 al #27 y #29 y #30 de la colección, donde se incluye la monumental saga en seis partes, a cargo de Chris Claremont y Rudy Nebres, en la que Puño de Hierro lucha por el destino del mundo. Una joyita que vuelve a nosotros, a nuestro tiempo, a nuestras cómictecas.

Un buen chute del mejor arte marcial de todos los tiempos.

Reseña: S.H.I.E.L.D. (Integral), de Jonathan Hickman, Dustin Weaver y VVAA

El magistral título en Marvel de Jonathan Hickman y Dustin Weaver, S.H.I.E.L.D. llegó como Integral por fin a nuestro país. Un Ómnibus más bien, que muchos esperábamos para poder sumergirnos en una trama que ha dado bastante que hablar al otro lado del charco. La historia comenzó, en 2010 y se relanzó en 2011, en un momento en que Hickman y Weaver tenían un futuro brillante en la editorial y menos material en desarrollo. Cuando la publicación se volvió más esporádica, la reputación de la serie se vio afectada por cierta temática que después comentaré, pero al igual que casi todos los cómics escritos por Jonathan Hickman, juntar las piezas narrativas para discernir la trama con el esperado número final, hace fácil que haga ¡Click! tú cerebro y entonces asientas diciendo palabrotas en voz baja del estilo: Joo-deeeeeerrrr…

Y es que obtener una historia que haga preguntas y desafíe al lector es exactamente lo que los fans deben esperar de S.H.I.E.L.D. Una obra que por cierto contiene unos fantásticos cliffhangers e ideas dibujadas por el increíble talento del noveno arte, Dustin Weaver. Es interesante ver dónde Hickman comienza a insertar su punto de vista de la historia en los personajes y cómo en este volumen vais a decubrir bastantes aspectos de la historia, especialmente con los momentos finales de esos personajes. La combinación de guión, orígenes sobrenaturales y superhéroes…, creo que es la primera vez que he visto este desarrollo en un cómic. Al menos, tan bien elaborado. Tened en cuenta además, que lo que se cuenta en S.H.I.E.L.D., ha jugado un papel importante en el Universo Cinematográfico Marvel (UCM).

Hay una extraña estructura no lineal en S.H.I.E.L.D. que se desarrolla (principalmente) en 1953, pero también en un pasado ancestral y en un futuro lejano. La mayor parte de la historia se desarrolla antes de la Edad de Oro de Marvel, esa época de los 60s cuando aparecieron personajes como Spiderman o Los 4 Fantásticos; pero Hickman parece estar enseñándonos un punto filosófico más amplio. Para aquellos que de alguna manera estén familiarizados con el Universo Marvel, ya sea desde su infancia o desde las películas, el concepto de S.H.I.E.L.D. es bastante sencillo: sirven simultáneamente como una fuerza policial mundial, visten de negro, subvencionados por varias potencias mundiales, por lo general, sirven para dar un toque de espionaje a cualquier historia o tramas de superhéroes. Eso sí, también otorgan a los eventos un alcance mayor. Es una función narrativa bastante sencilla: cuando el problema es demasiado grande para que un/a tío/a lo resuelva vestido de spandex simplemente agregamos salsa…, quiero decir, S.H.I.E.L.D y… ¡Qué venga la Caballería! De repente, aumentan las apuestas, el héroe tiene que lidiar con una nueva dinámica y la historia se vuelve más interesante o al menos, dinámica a más no poder. S.H.I.E.L.D. es una organización que ha servido como base de historias y series ocasionales (como la muy querida serie de Nick Furia, que os recomiendo), pero esos son otros temas. Por lo tanto, es absolutamente fascinante ver a Hickman tomar un concepto relativamente simple y expandirlo con tanta libertad. De repente, no solo tratan con artilugios geniales como portaaviones flotantes, sino que también incursionan en la profecía y el misticismo. No son un grupo de trabajo reactivo creado para hacer del mundo un lugar mejor, son una orden masónica que data de antes del nacimiento de Cristo y que lleva artefactos históricos de gran importancia. Es extraño ver dicha institución representada de esa manera, pero es sorprendente lo bien que Hickman nos lo/a encaja.

Da nueva vida a un concepto antiguo. Y sinceramente me sorprendió lo bien llevado que está el humanismo de la «historia secreta» en este gigantesco universo compartido. El Universo Marvel tiende a ser un lugar muy oscuro donde le suceden cosas horribles a la gente buena. Por eso me sorprendió el crudo optimismo de la historia que se lee entrelineas en S.H.I.E.L.D., cuando se nombra a la organización secreta: «No es así como acaba el mundo», declaran los héroes de todas las épocas.

Jonathan Hickman es una estrella en ascenso en Marvel, una supernova que de vez en cuando estalla y crea mundos nuevos a partir de simples rocas espaciales. Su aclamado trabajo en Secret Warriors, Fantastic Four, Ultimate Thor y Ultimate Hawkeye, hizo que quisiera leer esta obraza, tan diferente en todos los sentidos. Muchos vais a flipar. Y más, con un Dustin Weaver que presenta un espectáculo visual conmovedor, un “cuento” que presenta a personas violentamente divididas en varias capas diferentes y contiene meditación sobre psicología. En otras palabras, Hickman le pide mucho a Weaver en este portentoso guión, pero Weaver saca pecho y lo logra con resultados increíbles. Hay pliegos detallados de doble página llenos de extraterrestres, máquinas y páginas obsesionadas con imágenes-espejo -incluso los momentos finales con Howard Stark conectando estas ideas presentan elaboradas ilustraciones de maquinaria cargada de detalles pequeños e insignificantes-, ilustraciones que dan miedo de lo trabajadas que están. Enorme, lo laborioso de esta obra. Y la colorista Sonia Oback agrega elementos finales y remarca una obra llena de talento en todos los sentidos. Un titulazo que, sin duda, debería tener la grandeza de ganarse un buen sitio en la balda de grandes obras apoteósicas de nuestra cómicteca.

No hubo en su día suficientes personas que leyeran o hayan leído S.H.I.E.L.D., pero ahora que el ciclo está completo, la recomendación es muy alta. Pocos títulos tienen este nivel de ambición y esta cantidad de artesanía en todas y cada una de sus páginas. En vosotros está comprobarlo.

Reseña: Planetes (Edición Integral), de Makoto Yukimura

La Ciencia Ficción también es ese valle amplio donde el Manga también se las trae. Y es que quizás es mejor preguntarse cuál de los géneros es el único en el que el Manga no tiene una obra buena. Casi con cualquier tema dentro de esos mismos géneros. Obras que con un mínimo que te pongas, atraen, títulos la mayoría con un hilo conductor original. Y con “original” quiero decir diferente, por que los mangas buenos tienen ese toque de originalidad que provoca que quieras leerlo, a poco que te guste el argumento. Me atrajeron principalmente dos cosas de Planetes: esto mismo que os digo, su argumento, su género, y siendo un poco superficial (nunca mejor dicho), su superficie. El volumen en el que Panini Cómics ha condensado toda la obra de forma íntegra. Un tochal de los que hacen historia, un volumen pretencioso que con solo verlo en la estantería de algún lugar, provoca que quieras tenerlo entre tus manos.

Planetes, de Makoto Yukimura, es una historia sobre trabajadores de saneamiento espacial, personas que limpian escombros en órbita y hacen que el Espacio sea seguro para los viajeros espaciales en el año 2070. Sus vidas, cómo llegaron allí y sus sueños para el futuro, es lo que se cuenta. Pero en como todas las buenas historias, eso es la superficie. No es realmente lo principal. Lo atractivo en Planetes se encuentra en una trama de cómo amar a las personas, por imperfectas que sean. Explorar sus propios límites. Me encantó este maravilloso cuento de Ciencia Ficción que lo sentí más con una historia sobre la vida, y lo pequeñitos y curiosos que somos ante la inmensidad del Universo.

Pese al glorioso género en el que nos sumergimos -la CF poderosa por sus escenarios, ambiente e inspiración pura para la imaginación-, Planetes centra su potencial en los personajes. Hachimaki, sueña con unirse a una próxima misión de exploración a Júpiter. Él, como su padre, se preocupa en última instancia por una sola cosa: el Espacio y poco más. La familia y los amigos siguen interfiriendo, pero su inquietud es averiguar su lugar en el Universo. Por otra parte, Yuri, quien aún se está recuperando de la muerte de su esposa por culpa de un accidente en órbita; todavía intenta lidiar ese trauma. Hasta que encuentra interés en… Y finalmente Lee, quien… solo quiere fumar, jajaj. Está bien algo de realidad en los cómics, mangas, libros, pelis; basta ya de tanta censura. Realidad cercana es lo que enganchará al lector. Y yo jamás fumé, eh, nunca me atrajo, pero que el problema está ahí para muchos, es obvio. Y bueno, en realidad, Lee quiere algo más que fumar. Quiere estar con su marido y su hijo, que no la entiende del todo. Pero Lee es una mujer que quiere comprender el porqué de muchas cosas y en consecuencia, también es del tipo que no hace lo que no quiere hacer. ¿Algo aparentemente extraño en una mujer de 34 años?

En el transcurso y avance de Planetes, nos vamos encontrando con más personajes como: Goro y Haruka, los padres de Hachimaki, y quizás el modelo para sus futuras relaciones. Locksmith, que está tan concentrado en su trabajo que se ha olvidado por completo de la humanidad (héroe perfecto para cualquier trama de Ciencia Ficción que se precie). Y Tanabe, el reemplazo de Hachimaki, alguien que le enseña que la vida es algo más que ambición (otro de mis personajes favoritos, probablemente porque me gusta la gente como ella en la vida real). ¡Oh, y no podemos olvidarnos de los gatos! En esta historia, importan de una forma importante esos felinos incapaces de dejarse fotografiar y a los que el ser humano ha sucumbido cual dioses de un universo de otra realidad. Aparecen en Planetes de una manera muy familiar, similar a como se tratan en las obras de Haruki Murakami.

Planetes tiene un potencial enorme. Cuatro tomos recopilados en un sendo integral, que curiosamente apenas pesa. Un manga que provoca que te interese la vida de los trabajadores de saneamiento espacial pues con muy poco terminan convirtiéndose en héroes inesperados por culpa de unos terroristas que amenazan el futuro de la exploración espacial. La infraestructura de contención, de seguridad, el trabajo de efectuarla, al parecer, es algo aburrido de contar. Obviamente, hasta que se desata un problema y nos quedamos sin protección. Entonces, se convierte en algo importante, imprescindible y se pone atención en ese tipo de seguridad y se pregunta todo el mundo como eso no lo controlaba alguien. Es un tema secundario pero importante tras los personajes de este manga. Pues Planetes es una excelente historia-ejemplo de mostrar lo que quiere la gente, muestra la atención de unos pocos pero también la conveniencia y poca solidaridad de otros muchos.

Personajes maravillosos y un mundo futuro realista y algo optimista. Dos preguntas constantes en la frente: ¿Cómo será el cielo cuando ya no sea un lugar al que podamos viajar sin restricciones? Y, ¿cómo amar a alguien que se dedica por completo a su trabajo? Personajes, sus límites, necesidades, crecimiento y cambios. Cosas buenas. Creo.

Reseña: Space Bandits, de Mark Millar, Matteo Scalera y Marcelo Maiolo

A las novedades de Millar en nuestro país hay que estar siempre atentos por la sencilla razón de porque sí. Y más cuando se meten en algo tan rancio, tan ochentero, tan nuestro como es el argumento de Space Bandits. Una primera escena: dos bandidas, una de ellas famoso en toda la galaxia y la cosa poniéndose fea cuando ambas son traicionados y abandonadas a su suerte. Del tirón. ¿Un homenaje en toda reglas a Tango & Cash? Madre mía, madre mía, ahora tienen que encontrar una manera de escapar de cárcel espacial para poder vengarse de sus antiguos «amigos». ¿Y sabéis lo gracioso? Que muchos de los que estáis leyendo esto no sabéis ni quienes eran Tango & Cash… Madre mía. Como suele pasar, quedas enganchado con Mark Millar al momento. Da igual la obra con la que te inicies. Millar presenta bien la narrativa en Space Bandits, te lanza un argumento que se dispersa en varias direcciones, pero aun así nunca te sientes perdido mientras pasas de un escenario a otro. La caracterización es otro punto fuerte. Aunque como mencioné, rinde un homenaje demasiado evidente cambiando únicamente el trasfondo, este hombre tiene el don (junto al enorme dibujo de Matteo Scalera) de aportar personajes frescos en un contexto rimbombante. Los eleva a otra dimensión, y por encima de los arquetipos genéricos, Millar es un grande entre los grandes.

Space Bandits es de todas-todas el cuento de una venganza que involucra a un elenco de personajes convincentes centrados en Thena Khole y Cody Blue. Se le puede acusar de lo mismo de siempre: se ve a leguas que es un guión básicamente escrito para serie de televisión (ya sabemos del hermanamiento de Millar con Netflix), pero es que es así, puedo imaginarme toda y cada una de las páginas de Space Bandits en la pantalla. Un cyberpunk y western espacial mezclados, al estilo Blade Runner haciendo un mix con Firefly o Cowboy Bebop; y un poquito de Akira, por que no. Todos esos elementos que siempre estuvieron para los niños de los 80 en el futuro, y definitivamente están en el futuro, porque, como todo el mundo sabe, los 80s son el verdadero futuro.

Así que hablemos de la trama: Thena Khole y Cody Blue se encuentran entre los criminales más buscados del universo. Cody lidera su propia banda de forajidos a sueldo para cometer robos, pero también es conocida por ser blanda porque siempre lo hace de manera que nadie resulte gravemente herido o muerto. Bastante inusual para el líder de una pandilla, pero solo es una razón más para ser increíblemente adorada por sus fans. Al otra lado, están Thena y su novio, Yiggo Lust, que usan sus recompensas como herramientas para elaborar aún más. ¿Cómo? Finge ser una cazarrecompensas, entrega y recoge la pasta, luego ella lo manda todo a la mierda con una explosión y en la puerta le espera su conductor para la fuga. Es una forma bastante rápida de ganar mucho dinero, y también es fácil, si tienes a Yiggo, por supuesto. Piloto a batir. Todo va según el plan para Cody y Thena, hasta que ambos son traicionadas, puestos sus pellejos en un plan maquiavélico, para que acaben en la trena. Y a partir de ahora, dos chicas furiosas, llenas de odio que claman venganza. Nada va a ser bonito. Patear traseros es una frase que se va a quedar corta en el Universo…

Este genial volumen, disfrutable a tope para los que amamos los Ciencia Ficción dinámica de acción y diseño y ambientación por encima de todo, recopila los cinco numeritos de esta miniserie que es todo un espectáculo. El artista Matteo Scalera lo es con sus lápices, se ponga en el contexto que se ponga. Además, cuenta aquí con los colores de Marcelo Maiolo que son absolutamente hermosos. My friends, en Space Bandits, se junta todo. Pero la verdadera fuerza de esta obra es la construcción del diseño estelar, digna de una buena serie de TV o de un buen libro de rol. Que sí, que tiene sus elementos estrafalarios que rinden homenaje a tópicos clásicos, no obstante, eso que hace que sintonices y admires lo que va sucediendo, y tus ojitos también repararán en el conglomerado exterior.

Dicen que Millar es siempre resultón. Me parece un insulto. El cyberpunk aquí creado no es solo digno de pantalla, es digno de ser ampliado en cualquiera de las facetas frikis que conocemos. No soy fanático de Millar pero con esta obra me ha tocado la patata por que ha sido capaz de llevarme a ese lado del disfrute de cuando vi por primera vez El Imperio Contraataca, El Quinto Elemento o la mismísima Tango & Cash. Además, el tito Millar deja siempre en el lector esa sensación de anhelo. ¿Estamos ante el Prólogo de una historia mucho más amplia?

En Netflix, dicen.

Veremos.

Reseña: Morbius, El Vampiro Viviente. Viejas Heridas, de Ayala, Ferreira, Siqueira y VVAA

Muchos andamos a la espera de un nuevo film que nos saque de la gustosa hibernación que nos dejó Infinity War/EndGame. Queremos más. Por que de lo bueno, queremos siempre más, de ahí que nos llamen seres inteligentes…, si es que alguien nos llama así. Entre compañías, se supone que había un mini-parón preparado ante tan tremendo espectáculo, quizás, para no saturar al público con tanto superhéroe. Siempre está la lista de films por venir, sí: spin-offs, films de personajes secundarios, series (ahora todo el mundo hace series) de iconos Marvel o grupos de superhéroes teenagers que pretenden serlo. Una serie de cositas que calman -o pretenden calmar- el ansia del aficionado Marvel (metamos en el saco ya a todo el mundo por que hasta las abuelas saben ya quienes son Los Vengadores). Pero el mini se convirtió en parón. Un virus tiene paralizada a la Tierra y esto no es un guión de un cómic. Lo estamos viviendo. Al igual que con Viuda Negra, con Morbius se pretendía lo de siempre: film de estreno en cines y Panini Cómics trayéndonos lo mejor del personaje al mismo tiempo. Algo genial para los que pretendemos conseguir por fin sagas que ya no estaban tan a la mano. Pero nuestro gozo en un pozo. Como sabéis todo se retrasa, se descuadran en el tiempo muchas cosas… En fin. No cuento más de lo mismo. Lo que sí que alabo es que muchas editoriales se levanten cada día con ánimo de seguir publicando lo que se pretendía más o menos en fechas indicadas, aunque claro, obviamente, no tendrá el mismo impacto en ventas. Cosa que, sin duda, es malo para todos. El cine ayuda mucho.

Y aquí entramos nosotros. Estar al tanto y leer, leer mucho, y hacerse cada uno con lo que le interese y probar series o integrales pues la sorpresa está ahí fuera. Como lo ha sido Morbius: Viejas Heridas para mí. Un acercamiento al personaje de Morbius más actual. De hecho, estos números se publicaron en USA los primeros meses de este mismo 2020. Y ahora os contaré un secreto: Morbius siempre ha sido uno de mis anti-héroes favoritos. Es un personaje trágico, afligido y con una enfermedad en la sangre, que tuvo el orgullo de pensar que podría curarse a sí mismo con un pequeño ADN de murciélago. Debido a su naturaleza complicada de desear sangre pero no querer tomarla de los humanos (un vampiro, en toda regla), en los cómics de Marvel pasó de villano a héroe para posteriormente convertirse de nuevo en villano. En la salva inicial que Vita Ayala y Marcelo Ferreira crean en Viejas Heridas, aprenderemos el estado heroico actual de Morbius y también cómo este personaje va a evolucionar más.

Más claro, agua… En blanco y en botella, dicen. La cabra siempre tira al monte. Los que conocéis mi afán por el género de Terror, nada os va a sorprender que Morbius me guste como personaje casi desde que lo conocí en su debut en The Amazing Spiderman #101. Sí. Yo estuve allí. En el momento USA donde hizo debut en el noveno arte. Idea que surgió, nada más y nada menos, que de la mano de Roy Thomas, que comentaba con Stan Lee de hacer algo con Drácula para Marvel, pero el siempre incisivo Stan quería más bien “un villano disfrazado”. Thomas agregó parte de la concepción del personaje de una película de Ciencia Ficción que vio de niño en la que se representaba a un hombre convertido en vampiro por radiación en lugar de magia. Y el caso es que disfruté de ese número, ya que se inclinaba hacia la naturaleza aterradora de los vampiros y al mismo tiempo ofrecía temas que invitaban a la reflexión como las funciones del cuerpo humano y la lógica de la humanidad.

Pues Ayala hace esto en Viejas Heridas. A través de reflexiones sobre Aristóteles, que se cortan junto con los violentos ataques de Morbius a un grupo de criminales, gran parte de la narrativa se desarrolla en un almacén donde los malos-malutos hacen de la suyas. Vita Ayala y Marcelo Ferreira generan un gran comienzo: bien escrito, acción intensa con una inclinación al horror muy bien llevada y… Terror. Ayala hace un buen trabajo capturando su angustia y la dura verdad de la situación. 

Morbius es el vampiro viviente… ¿pero es algo más? Durante años, el biólogo Dr. Michael Morbius, ganador del Premio Nobel, ha estado luchando por encontrar una cura para su caso único de vampirismo. Ahora, por primera vez en más tiempo del que puede recordar, su salvación puede estar al alcance de su mano. Pero el villano de la vieja escuela, Fundidor (Melter aka Bruno Horgan) ha resurgido en el momento equivocado y podría convertirse en el primero de una larga lista de víctimas en el sangriento camino de un vampiro nuevo, revitalizado, y eso que Michael Morbius solo quería recuperar su alma…

Reseña: Capa y Puñal. Depredador y Presa, de Bill Mantlo, Bret Blevins, Larry Stroman y Terry Austin

Strange Tales Vol. 2, del #1 al #19, ahí es donde se recopilaban estos geniales números de Capa y Puñal que tan buena crítica tuvieron. Unos geniales y súper inspiradores cómics donde encontrar aventuras de los protas junto al Doctor Extraño, El Castigador, Caos o incluso a Jack El Destripador. Templos, seres del inframundo, sospechosos rituales y bandas callejeras de drogatas a evitar para que el mundo no se vaya a pique. Los guiones del Bill Mantlo de esta época tenían mucho de John Carpenter. ¿Y a quién en su sano juicio no le gustan las pelis del dios del cine ochentero? Strange Tales fue una de las primeras revista-cómic antológicas de Marvel. El título fue revivido de diferentes formas y en múltiples ocasiones, no obstante, fue un icono y en ella hicieron su debut grandes personajes como Doctor Extraño y Nick Furia, agente de S.H.I.E.L.D, que han llegado hasta el día de hoy y todo el mundo conoce gracias al MCU (Universo Cinematográfico Marvel, in english). Pero la revista también era un escaparate para las historias de Ciencia Ficción y Suspense de los maestros Jack Kirby y Steve Ditko, y la obra pionera del siempre magnífico Jim Steranko. Después de la cancelación de la segunda cabecera de Doctor Strange en los 80s, Strange Tales se relanzó como Volumen 2 en 1987 y aunque seguía presentando historias de Extraño por partes, ya incluía una nueva pareja de superhéroes denominados Capa y Puñal; once páginas exactamente con las que el aficionado se volvió a ilusionar.

Éxito que determinó que llegaran a tener su propia cabecera.

Entonces, ¿queda claro? Estamos hablando de que Panini Cómics nos trae por primera vez la mejor época recopilada de estos personajes. Una pareja desconocida para algunos por su no extensa obra pero que se vuelve carismática a poco que los conoces. Con un tema en cada aventura que se divide entre varias narrativas diferentes. Pero con una idea molona. Tyrone «Ty» Johnson (Capa) y Tandy Bowen (Puñal) son en realidad jóvenes fugitivos que se ocultan en la ciudad de Nueva York. Tras unos intensos problemas familiares que persiguen a cada uno, un día se encuentran y Tyrone considera robar el bolso de Tandy, pero antes de que pueda, un ladrón se adelants y Tyrone la ayuda. Después, cenan y se hacen amigos rápidamente. Cuando una ingenua Tandy acepta una oferta de acogida de unos tipos extraños, Tyrone va a protegerla, pero los capturan. Los dos adolescentes pronto son entregados al químico criminal Simon Marshall, el cual ha desarrollado una nueva heroína sintética que anda probándola en adolescentes fugitivos. Hasta el momento con resultados fatales, Tyron y Tandy sobreviven a la droga y consiguen escapar. Durante la huida, Tyrone se ve envuelto en una extraña oscuridad y se siente atrapado por una extraña hambre que se suaviza en presencia de Tandy, a la que ve brillando con una intensa luz. Tratando de ocultar su nueva apariencia sombría en una capa improvisada, Tyrone absorbe a los matones de Marshall en su oscuridad mientras Tandy los destroza con dagas de energía.

Capa y Puñal acaban de declarar la guerra al crimen organizado.

Lo guay, lo diferente es, que tanto Capa como Puñal luchan por permanecer heroicos hasta que llega el momento de la verdad y entonces actúan todo se les va de las mano. Actúan de forma poco heroica. Con bastante maldad. A lo Punisher, para que nos entendamos. La muerte es lo mejor que les puede pasar a esos mafiosos criminales sin miramientos con los niños que viven en la calle. Para Capa, el problema es que su conjunto de poderes lo anima a explorar su lado malvado. Posee un portal viviente a una extraña «dimensión oscura» que hace que cualquiera que entre en ella vea y experimente sus peores temores. Por eso, Capa literalmente tiene hambre de luz, de las fuerzas vitales de otras personas, y aquí entra en escena Puñal, una enorme manifestación física de luz, que le sacia y digamos que lo encamina con su presencia. La idea me parece súper chula. Una que le surgió a su creador Bill Mantlo, una noche estrellada en la que paseaba solo por la Isla de Ellis (junto a la Estatua de la Libertad).

Capa y Puñal: Depredador y Presa recopila como os decía los primeros diecinueve números de la Strange Tales donde la pareja entró por derecho. Panini Cómics además ha tenido la genial idea de incluir también la novela gráfica que da nombre al tomo (Predator & Prey). Una que llevaba años intentando conseguir. La historia comienza un siglo atrás cuando Jack el Destripador se fugó de Inglaterra a Estados Unidos, para comenzar una nueva ola de crímenes. Enterraba a sus víctimas en los terrenos que ahora ocupan la iglesia dirigida por el Padre Delgado. El mismo párroco que anda tras Capa pues piensa que el chico está poseído por un demonio. Tras una serie de desavenencias y un intento de exorcismo, Capa y Puñal se ven envueltos en el horror y más terrorífico objetivo del regreso de Jack El Destripador.

Hoy es Martes 13.

Una época nunca antes recopilada.

Reseña: Luke Cage. Del Infierno… ¡Un Héroe!, de Archie Goodwin, Roy Thomas, John Romita Sr. y Steve Englehart

El buen comiquero lleva en la sangre ser coleccionista. Respecto a un personaje que le mola, siempre lo quiere todo-todito-todo de él en su cómicteca. Pero uno/a, cuando es consciente de que el espacio/tiempo están relacionados, no le queda otra que hacer «selección» y tal vez buscar sólo las mejores épocas, las mejores sagas, de ciertos superhéroes en particular. Tener lo mejor de lo mejor, cosa harto difícil hace unos años pero que gracias a las editoriales de nuestro país cada vez se va haciendo más fácil por sus constantes colecciones, recopilaciones, tomos indispensables y demás. Van llegando a librerías en esta gloriosa Época de los Integrales que estamos viviendo. Y ahora que me perdonen los seguidores de T’Challa, Wakanda y demás…, pero para mí, sin duda, y desde siempre, si ha habido un icono Marvel de la cultura negra ese ha sido siempre Luke Cage. Aunque yo siempre lo conocí como Power Man. Tío duro, cercano, un negraco que da su merecido a esos listillos blancos a la vez que encumbra los derechos de las personas en la sociedad. Y que opta por un tono medio y elige limpiar las calles y hacer de su comunidad un lugar más seguro. No obstante…, un héroe de los 70s…, cuando en el cine se repartían ostias y tiros por doquier…. Obviamente, Luke Cage trabaja por un precio. Su carácter subyacente es el de un hombre honesto que solo intenta vivir una vida que se esfuerza al máximo por derribarle. Siempre recordaré el comentario que me hizo una chica en la Comic-Con de San Diego donde ese año se debatía sobre personajes de cómic de los 70. La fan-girl dijo algo así: No dejes que su aspecto de duro te engañe… Luke Cage es 100% osito de goma por dentro. Nunca supe cómo calificar eso.

En Luke Cage encuentras la potente explotación fibrosa de musculoso tío negro por un lado. Por otro, si lo tienes delante y te está buscando, puede que te cueste encontrar sus “buenas intenciones”. Es como echarle el brazo por encima a un león. Mmmm…, a lo que voy es: si siempre te llamó la atención el personaje y quieres leer una de las mejores etapas (si no la mejor) de él, estás de enhorabuena. Por que Del Infierno… ¡Un Héroe! es lo que muchos estábamos esperando. Numeritos que son toda una delicia del personaje, dentro de un buen Marvel Limited Edition, estos tomos integrales donde se está recopilando puro caviar Marvel.

Luke Cage: Del Infierno… ¡Un Héroe! (Luke Cage, Hero for Hire) recopila los dieciséis primeros números de las aventuras del personaje, de una época, de un nuevo héroe para una nueva era, diferente a todo lo que se había contemplado entonces. Su mejor considerado inicio. Donde un preso acusado injustamente en la prisión de Seagate (en ocasiones llamada “Pequeño Alcatraz”) llamado Carl Lucas se somete a un experimento científico. Cuando a un guardia de prisión racista le da por manipular la máquina con no buenas intenciones, Lucas comienza a desarrollar algunos efectos secundarios sobrenaturales. En concreto, fuerza extrema arrolladora y una piel a prueba de balas. Y así acaba de nacer Luke Cage. Y ahora que se hace llamar así para reflejar su pasado reciente, se erige como un auténtico protector de las empresas con el objetivo de limpiar Harlem, aunque primero con una vieja cuenta que saldar con su antiguo socio en el crimen.

Para lanzar la serie, Archie Goodwin proporcionó guiones de estilo «bajo-explotation» y al menos para los primeros capítulos, el artista George Tuska juega con diseños que son casi lienzos de exposición. Después de cuatro episodios, Goodwin dejó a Luke Cage en buena forma, con una base sólida y un elenco de apoyo viable. Estas historias son lo más destacado de la colección. El personaje principal, Carl Lucas, fue creado por Archie Goodwin, Roy Thomas y John Romita Sr. y cobró vida en esta etapa inicial con las geniales ilustraciones de George Tuska y unas maravillosas tintas de Billy Graham. La Nueva York de los 70, los barrios, peleas, duelos de baile y deportes en la calle. Vida social a tope… Oh, qué maravilla para quién lo vivimos. La vida en la calle. Luke Cage: Del Infierno… ¡Un Héroe!, es quizás la colección que mejor refleja esa época de todas las series nacidas en La Casa de las Ideas.

Como para perdérselo.

Reseña: Marvel Héroes. Doctor Extraño. Relatos Extraños, de Peter B. Gillis, Sal Buscema y VVAA

Eah, pues vamos a decirlo ya: el tomo recomendado que todo el mundo estaba esperando sobre Doctor Extraño ya está aquí. ¿Relatos Extraños? ¿Por qué? Muy fácil. Se esperaba como agua de mayor un buen tomo recopilatorio de la etapa del guionista Peter B. Gillis, donde el Doctor Extraño casi que es otro. Ahora más tenaz, duro, el Hechicero Supremo con un parche en el ojo y desplegando a más no poder el uso de la magia negra. Una etapa maravillosa ahora recogida en un integral que recopila los primeros diecinueve número de Strange Tales, Doctor Strange #74-#81 y Doctor Strange: Sorcerer Supreme #1-#4; lugar donde se le va la pinza del todo. Es más, podéis mirar webs norteamericanas donde se pide consejo sobre lo mejor de lo mejor de Strange y raro es el que no aconseje esta etapa.

Pues Relatos Extraños hace, sin duda, referencia a aquella serie antológica de Marvel Comics. Un título que fue revivido de diferentes formas y en múltiples ocasiones. Y donde Doctor Extraño y Nick Furia, agente de S.H.I.E.L.D., hicieron su debut. Un escaparate para las historias de CF y Suspense de los maestros Jack Kirby y Steve Ditko, y para la obra pionera del escritor e ilustrador Jim Steranko. Y aquí es donde algunos se dará cuenta que el Doctor Extraño tiene una larga historia en Marvel. En mi caso, por ejemplo, a poco que veo a alguien medianamente interesante en el personaje, rápidamente acudo a mostrarle todo un mundo de posibilidades e historias por descubrir. Da igual si queréis profundizar en Extraño después del film en solitario de Benedict Cumberbatch o tras disfrutarlo en Infinity War o EndGame (dónde para mí lo peta). El caso es que el Maestro de las Artes Místicas es obviamente uno de los mejores superhéroes (si se le puede llamar así) jamás creado en la Casa de las Ideas.

Doctor Extraño: Relatos Extraños recoge una maravillosa época-aventura larga del personaje. Esta parte vio la luz a mediados de los 80s donde casi cada colección de cómic contaba con un a día de hoy reconocido maestro del noveno arte, ya sea en guión o ilustración. Este tomo se inicia con los últimos números de Doctor Strange (#74 al #81), que dan pie al reinicio de la serie con Strange Tales #1, en los que entramos de lleno en una aventura del Hechicero Supremo junto a Capa y Puñal. Lo aclaro ya porque después vienen las eternas preguntas: está bien comenzar aquí incluso si no has leido nada antes o incluso si no te has sumergido en la saga del Barón Mordo o no has entendido bien el papel de El Anciano (mentor de Extraño y predecesor como Hechicero Supremo).

Como os decía, Doctor Extraño: Relatos Extraños recopila la totalidad de la carrera de Doctor Strange en la revivida Strange Tales, y da pie a una serie de encuentros y desencuentros que vuelven las cosas (contadas hasta el momento) un poco confusas. Dado que Extraño ha regresado de una tremenda batalla, exhausto y sin poder, y su Sanctum Sanctorum ha sido golpeado y muchas de sus armas y artefactos destruidos con tal de detener a un hechicero rival. Y todas las cosas que esos artefactos mantenían a raya ahora están tratando de volver a funcionar…, pero requieren su tiempo. Por lo que son tiempos desesperados que requieren medidas desesperadas, y Extraño se ve de pronto interesándose por el Lado Oscuro para sobrevivir al cansancio y al horror que le acecha constantemente. Abrazando los peligros del sopor y… la magia negra.

Pero, espera, espera, desde sus inicios fue descrito como un practicante de magia negra, ¿no? ¡O así lo llamaron! ¡Incluso como nigromante! ¡Dios mío…, acabo de matar a mi primer hombre!, llega a exclamar entre lágrimas, muy afectado por lo sucedido. Aunque es obvio que se ha olvidado de los hombres, demonios y seres varios que ha derribado a lo largo de los años. Y también hay bastante de: ¡Debo negarme a mí mismo los placeres del amor! Cosa que estaba pasando después de varios “tonteos” con su discípula/aprendiz, Clea. Pero lo que mola-mola-mola, de verdad, es como estos guiones de Peter B. Gillis se encaminan al más puro de Terror de Lovecraft.

Rituales a impedir, ocultismo y seres que no debieran haber pisado nunca nuestro planeta. La parte en la que Extraño se une a un viejo enemigo del Primigenio para atacar a la peor de las fuerzas oscuras, que resulta ser nuestro viejo amigo Shuma-Gorath, es espectacularmente soberbia. Tras tragarse una tonelada de oscuridad y fusionarse con Arioch (¿Señor del Caos de las obras de Moorcock?), nos topamos con pulp a raudales, almas torturadas, ritos ancestrales, la oscuridad a un paso para dejar atrás tanto sufrimiento… Horror, suspense, acción, romance y fantasía oscura con una pizca de elementos de carácter lascivo, violencia y erotismo.

Sí, la etapa de Peter B. Gillis con Doctor Extraño, es notablemente buena. Esta sí es mi taza de té.  Todo funciona.