Reseña: Marvel Gold. Los Nuevos Mutantes Vol. 1, de Chris Claremont y Bob McLeod

A Charles Xavier, fundador de La Patrulla X, cada vez le preocupaba más y más ir perdiendo en cada aventura a nuevos estudiantes; el primer Ave de Trueno murió en su segunda misión y Fénix se suicidó… En un ataque de la raza de Los Brood, Xavier creyó que todos sus X-Men perecerían. Estuvieron a punto. Y entonces empezó a elucubrar, cosa que le sumió en una medio depresión donde juró no volver a poner en peligro a más jóvenes mutantes. No obstante, su amiga y colega, Moira MacTaggert finalmente lo convenció para reabrir la escuela y así ayudar a jóvenes mutantes a tener «una vida normal». Todo se debía en realidad a una carta que Reed Richards (Mr. Fantástico) escribió sobre la necesidad de que Karma (Xi’an Coy Mahn), de algún modo fuera capaz de controlar sus tremendos poderes. La chica ya había comentado que ante tanta locura sus alternativas de vida eran, o El Club del Fuego Infernal, o Magneto. Ya veis, lo que es no saber. De guatemala a guatepeor. El profesor Xavier decidió acoger a aquella alma sin rumbo y entrenarla y educarla en el uso de sus poderes especiales. Pero jamás, jamás, la enviaría al combate…

Si algo te gusta, indaga. Casi todo tiene una base profunda y estable. Trascendente. No es, un día un autor o varios autores dicen: ¡Hey, vamos a hacer una serie sobre unos niños mutantes! Y tal cual… Sí que es cierto (y al que le gusta escribir, lo sabrá) que hay personajes que una vez creados, cobran vida. Consciente o inconscientemente dentro del creativo, piden paso, y quieren papeles en primera línea. No quedarse en el olvido. Y así fue como después de su primera aventura en Marvel Graphic Novel #4, la última generación de mutantes ocupa un lugar en la mente central de los autores pidiendo paso (otra vez). Se crea una serie principal solo para ellos. Encontramos así al Profesor Charles Xavier con la idea de volver a habilitar su Escuela para Jóvenes Superdotados con una nueva generación de estudiantes, que va rescatando por cada lugar del planeta.

Un equipo que se instala en la Mansión X, donde se convierten en un equipo de refuerzo para los X-Men. Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, son los componentes primarios de dicha formación. Con el paso del tiempo, otros integrantes se sumarán al equipo tales como Magma, una princesa amazónica; Cypher, un joven «traductor»; Magik, la joven gobernante del Limbo; y el alienígena Warlock, mi personaje favorito en aquellos años de mi niñez donde disfrutaba con cada número en el que salía. Además, que me gustaban bastante los principales enemigos que tenían. Los Infernales (Hellions), alumnos de Emma Frost, en ese entonces, la Reina Blanca del Club Fuego Infernal. Esos a enfrentar, los originales fueron: Émpata, un arrogante joven español con la capacidad de detectar y manipular las emociones de los demás; Catseye, una chica americana que podía transformar su cuerpo en una felina morada y cambiar su tamaño; Jetstream, un marroquí que generaba bioenergía térmica y se movía a velocidad sobrehumana; Roulette, una chica de Atlantic City que podía influir psiónicamente; Tarot, una lyonesa que podía manifestar mentalmente las imágenes de sus cartas de tarot; y un segundo Ave de Trueno, hermano menor del fallecido John Proudstar, el original Ave de Trueno, que poseía atributos sobrehumanos y una tremenda capacidad de curación. Un equipo de villanos a la medida casi siempre, que es lo que importa.

Un Marvel Gold, uno de los integrales más deseados por muchos desde que empezó dicha época de grandes publicaciones del pijameo. Los Nuevos Mutantes que acaba de editar Panini Cómics, los inicios como grupo de Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, así como los primeros diecisiete números de su serie, más algunos one-shots en los que participaban y ayudaban (o perjudicaban, todo hay que decirlo) con sus apariciones. Viviendo en un mundo donde dominar sus poderes mutantes y crecer en un mundo que los odia por sus increíbles diferencias con el ser humano de a pie. Una serie magnífica que muchos disfrutamos de pequeños, siendo una de las más leidas y buscadas en los kioscos de entonces. Finales de los 80s, en mi caso. Y como no recordar ser uno de los pocos de mi entorno que conseguía cada grapa que llegaba, gracias a mi amistad con el librero. En aquellos años, algunos podían tener cierta envidia, pero el caso no era siempre tenerlos. Eran años de gran amistad y solidaridad entre amigos, y como no había abundancia en la redundancia, pues para leer más, más cantidad de series, nos prestábamos unos a otros como si ni hubiera un mañana.

Así que me siento feliz. De algún modo sabía que esto llegaría. Marvel Gold: Los Nuevos Mutantes es uno de los tomos más deseados por los fans de los mutantes, además, de lo que está por llegar. Casi setencientas páginas a un precio genial, por lo que supone, con todo lo ideal para iniciarse con los jóvenes mutantes.

Chris Claremont en estado de gracia.

Reseña: Marvel Héroes. El Regreso de los Seis Siniestros, de David Michelinie, Stan Lee, Gil Kane, Erik Larsen y VVAA

Si estás en la onda de Spiderman, te habrás dado cuenta que se publican pocos títulos comparado a otros años. ¡Pero qué tomos, madre mía! Lo mejor de lo mejor en geniales compendios, llegan poco a poco a librerías, muchas, colecciones indispensables que se llegan a agotar por que Spidey siempre es Spidey. Aunque diría que algunos titulos apenas tienen repercusión en redes y eso que estamos hablando de unas muy chulas recopilaciones, para los que como yo, que pensamos de modo algo sibarita y ya tenemos una edad; le tenemos muchas ganas. ¿Sinceramente? Por que algunos ya no andamos para colecciones en grapa. Así que por todos los dioses, no me digáis que no mola muy mucho la idea de tener todo-todito-todo (algunos ya se lo solicitamos a Panini Cómics en su día); todo de El Regreso de los Seis Siniestros. Para mí, uno de las mejores arcos argumentales extensos del trepamuros, y para la comunidad, un top de tops de nuestro vecino favorito Spiderman. Un Marvel Héroes que además, en este caso, aporta esas aventuritas chulas donde Parker pierde los poderes arácnidos o se enfrenta en una dura lucha con el Doctor Muerte.

Los Seis Siniestros fue un grupo de villanos ideados y reunidos para/con un solo objetivo: MATAR A SPIDERMAN. La cabeza pensante, el siempre locuaz Doctor Octopus, que consigue una reunión de malévolos seres para ese fin y están en más de una ocasión a punto de conseguirlo. Dicho grupo, con el tiempo, contendrá diferentes líderes y diferentes componentes (¡Incluso se llega a crear unos curiosos llamados Los Doce Siniestros!), pero el objetivo, siempre será el mismo. Borrar al trepamuros de la faz de la Tierra o hacerle daño sin miramientos. Y es que después de sufrir tres derrotas consecutivas, un Doctor Octopus separado de su pack archipoderoso de tentáculos por un tiempo, consigue hacerse de un nuevo aparato que mezcla con su cuerpo. Con esa poderosa arma sale de prisión y rápidamente busca venganza. Por que como bien se dice ahora: La mejor venganza, es vengarse.

Se pone entonces en contacto con todos los supervillanos conocidos que han sufrido al arácnido, que se cruzaron con él y que, por supuesto, le guardan rencor. Más bien, le odian. Hablo de El Buitre, Kraven, Mysterio y El Hombre Arena. Ellos responden a la llamada. Y como ninguno está dispuesto a renunciar al honor de matar al canijo de mallas rojas y azules, deciden desafiarlo individualmente con un sorteo al azar. Provocándolo primero a más no poder (Los Seis Siniestros secuestran a la Tía May y a la secretaria del Daily Buge, Betty Brant y las tienen como reclamo para obligar a Spiderman a participar en las diferentes rondas); pero, ¿qué pasó? Pues que nuestro vecino favorito derrotó a Los Seis Siniestros uno por uno, burlándose encima, de esa inútil decisión de juntarse para después enfrentarse con él por separado… Pero todo esto fue antes. El Regreso de los Seis Siniestros es lo que sucede después. ¿Qué nunca segundas partes fueron buenas? Diganselo a la segunda parte de El Padrino, La Guerra de las Galaxias y a El Regreso de los Siniestros. Títulos que navegan libremente en ese mar de excepciones.

El Regreso de los Seis Siniestros vio la luz como arco argumental dentro de la serie regular The Amazing Spider-Man, entre los números #334 y #339. Pero cierto y verdad es, que se empieza a gestar bastante antes y se “soluciona” en bastantes números y aventuras después. Y como Panini Cómics es lista y lo sabe, de ahí que este genial Marvel Héroes contenga todas esas aventuritas y sucesos que comprendieron realmente la trama y que forman parte de la conclusión de la etapa de David Michelinie y Erik Larsen en la serie. Historias legendarias, en un tomo indispensable que incluye The Amazing Spider-Man #330-#350, el Annual #24, The Spectacular Spider-Man Annual #10 y esa joyita de Spidey como fue La Aventura Totalmente Diminuta, con la que Stan Lee y Gil Kane volvieron a casa.

Pues ahí va entonces una recomendación fácil, de las que se hacen solas y casi no hace falta que leáis esta reseña para saber que este volumen es de los que hay que tener. ¿Qué tenéis que recluiros un tiempo en casita, esas minivacaciones que parece que ahora recomiendan y que para muchos es posble hacerlo? Lecturas. Lecturas de las buenas debería recomendar el Gobierno. El Regreso de los Seis Siniestros debería estar en esa pila de recomendaciones para el aislamiento. Es más, si es así, probablemente tengáis que buscar algo más leña, por que hacía años que no disfrutaba tanto y me leía en tan poco tiempo un tochaco de tales dimensiones.

Un superhéroe en su mejor momento en la que fue para mí su mejor serie regular. Villanos a cascoporro llenos de odio y encuentros y desencuentros en los lugares más curiosos de una Nueva York que empezaba a ser centro de todos los males del mundo.

Lectura im-pres-cin-di-ble.

Reseña: 100% Marvel HC. Rondador Nocturno, de Dave Cockrum

Llamadme raro pero para mí, uno de los personajes más atractivos que han terminado por componer el universo Marvel siempre ha sido Rondador Nocturno. Con un par de sencillas reglas, y en una noche de inspiración de Dave Cockrum, se creó un personaje carismático, gracioso y original. Pícaro con el tiempo y con un poder aparentemente sencillo pero súper poderoso. Lo cuenta muy bien el editor Marvel Julián M. Clemente en una pequeña introducción al principio de este 100% Marvel HC Rondador Nocturno que recién publica Panini Cómics. Una buenísima recopilación de sus aventuras en solitario, una buenísima aportación a ese vacío que teníamos muchos en el corazón por la falta de obras donde aparece este magnífico personaje.

Como mutante, Kurt Wagner tiene la capacidad de teleportarse hasta una distancia máxima de unos tres kilómetros, además de una agilidad sobrehumana y diversas mutaciones en su aspecto físico como dientes ligeramente desarrollados, piel de color azul, tres dedos de gran tamaño en las manos, cola plenamente funcional acabada en un apéndice triangular en punta de flecha, ojos amarillos de demonio… En sus apariciones es representado como un personaje miedoso pero práctico, bromista, respetuoso y aficionado a los libros y películas de capa y espada. Un personaje que con cada historia aporta matices. Un ejemplo es que pese a ser perseguido por gente asustada que lo tilda de maligno y diablo por su aspecto, Kurt Wagner es católico. Y algunas cosas más que llegaron con el tiempo sobre su origen son: que resulta ser hijo biológico de Mystique y del demonio Azazel, y en su pueblo, Mystique fue perseguida y tuvo que lanzar al niño al río para salvarlo. Del que fue recogido por unos gitanos y pasó a formar parte de un circo ambulante. Tiempo después, la famosa escena del profesor Charles Xavier salvándolo de una turba enfurecida, para reclutarlo en la nueva Patrulla-X…

100% Marvel HC Rondador Nocturno, de Dave Cockrum, recoge las aventuras independientes (o con más protagonismo) donde aparece el personaje. Un viaje a otra dimensión (Enseñame el Camino a Casa…) donde junto a otros X-Men, es arrastrado a un antiguo reino de mujeres que quieren adorarlo como Dios o Rey, aunque el Desvanecedor hará de las suyas… Una oda a las historias de Fantasía veréis en El Cuento de Hadas de Kitty. Y como colofón la muy esperada por mí,, miniserie de cuatro numeritos de Rondador Nocturno, que se publicó en los gloriosos años 1985 y 1986, y donde el artista de circo Kurt todavía alberga sueños de aventuras épicas. Sueños que se hacen realidad cuando intenta rescatar al dragón de Kitty Pryde, y es enviado a una dimensión de piratas voladores, brujería y mucho saqueo.

Rondador Nocturno curiosamente tuvo sus inicios para la Legión de Superhéroes que ahora navega en costas de DC Cómics. Sin embargo, editores con poca visión de futuro de entonces lo desecharon “por gracioso” (¡Dios!). Nightcrawler fue entonces esa espinita que Cockrum siempre llevó dentro hasta que surgió la oportunidad de dibujar en Marvel junto al maestro Len Wein, un señor más abierto de miras, que mostró interés por los bocetos guardados en el cajón de Dave Cockrum. Se ponía en marcha así, aquel legendario casting de superhéroes para la nueva Patrulla-X. Y surgió la oportunidad de introducir a Rondador Nocturno junto a Tormenta, además de unos creados en conjunto Ave de Trueno y Coloso.

¿Resultado? Brillante. Por que fuera de que aquella Patrulla-X fuera la más exitosa creada con el brillante aporte de Chris Claremont, por supuesto, una buena parte de nosotros tuvo la oportunidad de conocer y empezar a amar a un personaje considerado a día de hoy casi de culto.

Sólo le veo una cosa mala en su haber: a día de hoy, nadie (y digo nadie) ha sabido caracterizarlo bien para la gran pantalla. Un personaje tan singular, de esos pocos que parecen nacidos para ser representados solo en su formato original. No le hace bien salirse de la viñeta. Y me da que es imposible.

Reseña: 100% Marvel HC. Lobezno. El Fin, de Paul Jenkins y Claudio Castellini

Una de las pocas historias Marvel centrada en los últimos días de sus personajes es Lobezno: El Fin. Una miniserie de seis números que recopila en un 100% Marvel HC, Panini Cómics. Y que vio la luz la semana pasada en librerías. Esta vez parece que sí, el final de Lobezno ha llegado. O al menos parece que su inmortalidad regenerativa le empieza a pasar factura… Y es que Lobezno: El Fine se publicó en USA a lo largo de todo el año 2004 y es esencialmente una plataforma para escribir el final de un personaje popular, por no decir el que más tras Spidey en la Casa de las Ideas. Donde además se consigue un clímax que, como lectores, nunca veríamos normalmente, gracias a la inmortalidad y la atemporalidad (y no olvidemos el valor comercial) de lo que podemos encontrar normalmente en un cómic de superhéroes. Un mundo futuro, distópico, si queréis, que les da a los creadores una licencia artística, libre de cualquier carga sobre la continuidad. Es por eso que mola pues, ¿qué mejor autor para hacer esto que Paul Jenkins, escritor de la popular serie del Garras llamada Origen? Esa que definía los primeros capítulos de la vida de Wolverine, y aunque algunos de los toques agregados aquí a Lobezno son predecibles: una melena de canas, un marco ligeramente marchito y la sensación de que sus reflejos y habilidades físicas se están ralentizando; no obstante, ver a Lobezno en esta faceta, ver que por fin, de verdad, está envejeciendo, mola. Por que además Jenkins mete otros añadidos (esperados pero necesarios), como son la naturaleza solitaria de Lobezno escondiéndose en el bosque como un ermitaño, su paranoia y frustración por que aún se le niega el conocimiento de su pasado. Sazonada con la siempre moralidad rondadora de Dientes de Sable en sus últimos años de su vida, que no dejan de ser enfoques interesantes y que aportan cierta frescura familiar.

El arte de Claudio Castellini aporta cierta modernidad. Los que me conocéis, sabéis que soy muy de dibujantes clásicos, de formato y viñetas de antaño en lo que se refiere al mundo Marvel. Así que cuando a un abuelete como yo le toca definir a un ilustrador que llega a trabajar en obras posteriores a los dos-miles, sólo desea que sea lo suficientemente sólido, y que al menos consiga capturar la atmósfera de lo que se cuenta. Siendo consciente que Castellini no es nuevo en esto, por supuesto, y que fui gran seguidor de él en su día con su Nathan Never. Pero sabiéndolo de antemano, sí que le pedía que en este caso Lobezno: El Fin, recordara de algún modo a lo visto en Origen, por que ambas obras están muy relacionadas. Bien, pues tengo que decir que Castellini lo consigue. Algunos disparos en la caza de ciervos o ese doloroso ¡Snikt!, de tener que empujar físicamente sus garras hacia atrás… Un buen toque, o doloroso guiño añadido muy aquel momento doloroso para todos con Spiderman en el puente…

Con una premisa básica en la que se dice que los mejores momentos de Logan quedaron atrás, y en la que ahora sufre por haber visto como sus amigos morían mientras él permanecía a salvo gracias a sus poderes regenerativos; todo apunta a que es ahora de un nuevo viaje. Encontrar respuestas a esas preguntas sobre su odiosa y extensa existencia. Y aunque la historia tiene algunos giros y vueltas, establece o deja claro que los eventos de Origen desempeñan un papel relativamente importante aquí. La confusión de Logan sobre los descubrimientos realizados en esta trama, sobre todo, y su implacable paranoia con respecto al proyecto Arma-X que se construyó en su cuerpo. Es entonces que, después de décadas de aislamiento, Logan el mutante conocido como Wolverine, se encuentra tras su gran enemigo. Una organización clandestina del gobierno que continua maltratando almas en pos de sus estudios. Lobezno, por tanto, decide de una vez por todas, desvelar donde arraiga esa maldición que muchos verían como una bendición. Una búsqueda pospuesta demasiado tiempo…

Puedo decir sin miedo alguno que me ha gustado más El Fin que Old Man Logan. Más atractiva y creíble, una miniserie súper interesante donde ver a un Lobezno en declive, obcecado en crias malvas.

Reseña: Conan El Bárbaro. Ómnibus Vol. 2, de Roy Thomas, John Buscema, gil Kane y VVAA

Menudos pelotazos de tomos estos geniales Ómnibus que está publicando/rescatando Panini Cómics de la gloriosa época Marvel. Espero que ningún fan del personaje, de la fantasía épica, o mejor dicho, el seguidor del mejor cómic que se precie lo esté dejando pasar. Sinceramente, ¡y gracias a Crom!, siguen llegando poco a poco a librerías estos volúmenes. Necesario que sea con cuentagotas, en mi opinión, para que no haya alto desgaste económico ni lector. Joyas en formato compendio de la que emerge una obra inmortal. Un lugar donde revivir las primeras hazañas de Conan en reinos fantásticos de una época pretérita. Descubrir, o volver a leer nuevamente (os confieso que nunca pude tener más de unas cuantas grapas gordas de esta colección en mi juventud); vivir junto al cimerio sus grandes momentos como ladrón, asesino, mercenario y en especial, en este segundo volumen, como su más alta pretensión. Como Rey. Una leyenda renacida y recogida en un muy distinguido tomo que todo el mundo está alabando doquiera que mires. Y es normal. Por su enorme y genial relación calidad/precio es más que recomendado. Además de contener la que es para muchos -y para mí, por supuesto-, la mejor saga de Espada y Brujería creada para el noveno arte.

Fue hacia finales de 2018, principios de 2019, cuando se dio una enorme primicia: Los derechos de Conan regresaban a Marvel después de una larga temporada en Dark Horse. Noticia que causó un gran revuelo por que muchos sabíamos que eso significaba que vendrían grandes y nuevas propuestas. Un Conan de nuevo en el candelero y posiblemente una recuperación de sus mejores etapas. Y esos famosos rescates que tanto nos molaron a los amantes del cómic setentero y ochentero y que soñamos una y otra vez volver a tener…, están llegando.

Lo mejor de nuestra juventud en gloriosas ediciones, dignas de los buenos nuevos tiempos de integrales que vivimos. Pues el primer fruto de esta revivida relación viene en formato Ómnibus, en este genial tomo que os reseño hoy, lo que es el segundo volumen del Conan El Bárbaro, de Roy Thomas, Gol Kane, John Buscema, Barry Windsor-Smith y varios maestros más. Junto a otras maravillas como son también los de Conan: La Etapa Marvel Original.

Entre adaptaciones de los grandes relatos originales del creador Robert E. Howard e ideas originales de Roy Thomas, se vuelve a mover un nuevo tocho de grandes aventuras épicas. Adaptaciones y grandes arcos argumentales para cerrar después de los correspondientes números de la serie regular, desde el #27 al #50, la colección de La Espada Salvaje de Conan.  Casi veinticinco números más de aventuras entre monstruos que brotan del subsuelo un día cualquiera en una tranquila aldea, como ritos macabros iniciáticos y maldiciones difíciles de erradicar. Más intrigas y traiciones por conseguir en reinos usurpados. Y ejércitos de familiares en discordancia que en principio deben unirse ante un enemigo común y poderoso, liderado, nada más y nada menos, que por un majestuoso Conan. La Espada Salvaje de Conan al completo más miniseries o arcos cerrados como mis favoritas La Hora del Dragón, El Hombre Nacido de un Demonio o la idílica Conan, El Conquistador. Con unos ilustradores de ensueño demostrando sus más altas cotas de preciosismo, evolución y originalidad.

Una serie completamente remasterizada, con algunas ilustraciones restauradas para que coincidan con la majestuosidad de las ediciones originales. Además de contener cada episodio, portada, artículos, cada sección editorial de entonces con las curiosas, graciosas e ineptas preguntas de los lectores americanos de la época. Una edición fiel al original hasta el más mínimo detalle con multitud de reveladores extras difíciles de encontrar y detalles en lo que se convierte en un volumen, o mejor dicho, un sueño hecho realidad.

Lo llevo diciendo hace bastante, y con el paso del tiempo, vamos viendo como se publica uno y otro integral a cual más apetecible. Más que nada por que son títulos que engloban grandes épocas y personajes con los que hemos crecido y disfrutado hasta la saciedad. Y casi cuatro décadas después llegan ediciones que nos tocan el alma, arañan nuestra nostalgia y volvemos a poner el ojo bueno en nuestros personajes idolatrados. Recuperar sensaciones. Esas algunas que consiguen retrotraernos de nuevo a aquella época lectora maravillosa que muchos añoramos. Sensaciones. Series e historias completas, en definitiva, que jamás pensamos que volveríamos a tener y que gracias a ediciones como ésta, provocan que miremos nuestros cómictecas orgullosos, gordos, anchos de gusto, casi tanto como ese enano tremendón creado por Tolkien para la Compañía de Escudo de Roble.

¿Me vais a decir de verdad que no queréis disfrutar de lo mejor que se puede leer de Espada y Brujería en cómic?

Reseña: 100% Marvel HC. Marvel Team-Up, de Chris Claremont y John Byrne

Puedo asegurar que una de las muchas solicitudes que se le han hecho a Panini Cómics en los últimos años, ha sido la recuperación de los famosos Team-Up con los que tanto disfrutábamos de pequeños. ¿Cómo diablos no iba a ser atractivo para un fan de los superhéroes encontrarse una miniserie en la que su héroe favorito vivía una aventura -con enjundia- con otro potente superhéroe que bien pudiera ser el favorito de tu mejor amigo, de tu padre, hermano o hermana, o incluso del niño que no soportabas? O cómo normalmente me pasaba, un aventura de mi personaje favorito junto a otro que también lo era. Aunque yo siempre fui más de villanos Marvel…

Encontrarlos juntos, en definitiva, sufriendo, luchando contra un portentoso villano o incluso (esto era lo más común), enfrentándose entre ellos mismos. Ambos héroes pero con diferentes modos de ver la justicia, en dicho relato. O incluso a veces, a partir de estas miniseries, se creaban discrepancias que bien pudiera marcar la relación de ambos para toda la vida.

Los Marvel Team-Up representaban una formidable imagen de la Marvel de la época, con los personajes clásicos de la factoría entremezclándose con las revolucionarias creaciones de entonces. A groso modo, esto es un Marvel Team-Up en toda su esencia. Bueno friends, supongo que os habéis enterado que desde hace ya unos meses, y al fin en formato Omnigold, Panini Cómics está poniendo en el candelero esta legendaria colección de los años setenta en que Spider-Man compartía cartel con otros. Sí, el glorioso trepamuros en su mejor época y con autores, ya hoy grandes maestros del noveno arte como Chris Claremont, John Byrne.

Y es que este Spiderman: Marvel Team-Up podría ser de todos los de la época, la serie más molona. Una colección que -pese a que en la portada de este que os reseño hoy aparezca junto Thor-, en casi cada número la aventura le llevaba a toparse, ora con un superhéroe, ora con un villano diferente. En el fondo, lo que ya hemos contado. Te aseguras y sabes que vas a ir pillártelo sí o sí por que esto es caña de la buena. Lo que no te quita a nadie es, personajes grandiosos en combates e incertidumbres a tutiplén. O a cascoporro. Y para muestra un tomo.

Spiderman: Marvel Team-Up, de Chris Claremont y mi amado John Byrne, comienza en el Marvel Team-Up #59, de 1977 (precioso año) y la colección nos lleva hasta el #70, incluyendo además el #75 y #79 de la legendaria serie. Un compendio con muy variadas aventuras donde Spidey formará equipo, o trío, con más “insectos” como Chaqueta Amarilla o La Avispa contra el villano termodinámico Equinox dando por saco. O echándole una mano a la Antorcha Humana después de que el Súper-Skrull casi destroce al pretencioso chico ígneo. Con un puñado de los mejores héroes de Nueva York (Los 4 Fantásticos o Tigra) intentando detener al alienígena. Pero más. Bastante más. Carol Danvers como Miss Marvel y Spider-Man descubriendo la fuente de poder del Súper-Skrull, en una de esas tramas de espacio exterior que tanto me gustan. O Serpiente de Acero dejando una tarjeta de presentación a Iron Fist…, con Peter Parker tras el mensaje. O Puño de Hierro fuera de combate y dependiendo del trepamuros y de las Hijas del Dragón el eliminar a dicho sujeto en una aventura de artes marciales puras como jamás vi participar al arácnido.

Y Spidey encontrándose con el Capitán Britania por primera vez y dándose de ostias, en la primera vez que el personaje aparecía en un cómic norteamericano, por cierto). Y Kraven El Cazador atrapando a Tigra y utilizándola como cebo para una escaramuza. ¡O incluso una batalla contra el mismísimo Hombre-Cosa! En definitiva, maravilla tras maravilla. Divertimento puro. Cómics de los buenos, bien recopiladitos en tomos que uno puede llevar de aquí para allá para disfrute continuo.

Reseña: MLE. Los Defensores. Origen, de Roy Thomas, Steve Englehart, Sal Buscema, Len Wein y VVAA

Recuerdo perfectamente que Los Defensores fue el primer cómic de superhéroes que tuve, leí y releí como si no hubiese un mañana. Y amé, durante mucho tiempo. Esto parece que no ha cambiado; cuando un niño se encariña con algo, lo lleva a todos lados, lo utiliza, lo lee, se imagina en él y por si fuera poco, incluso se lo lleva puesto a la hora de dormir. Como oro en paño, guardaba mi ejemplar de Los Defensores. Recuerdo llevar bajo el brazo aquella grapa de Ediciones Zinco a doquiera que mi madre me llevase. Aunque curiosamente no recuerdo cuándo ni dónde me lo compraron o si lo heredé de algún mayor cercano de entonces. Hablo de comienzos de los 80. La memoria no da para tanto. Aunque sí sabréis que el ser humano empieza a marcar muescas en su culata-cerebral muy pronto…

Por esto y mucho más, podría decir que Los Defensores puede ser perfectamente el primer grupo de superhéroes que disfruté, y mi favorito pese al paso de los años. Una serie que oficialmente tiene sus inicios en 1972 pero que, como  ocurriría con muchas otras series después, ya en las cabeceras principales se daba a entender la posible afiliación por parte de cada uno de sus miembros. Unos inicios que contó con los más grandes del momento, una enorme variedad de superhéroes como Doctor Extraño, Namor, Hulk, Nighthawk, Gata Infernal, Valkiria y mi siempre amado Silver Surfer, entre muchos otros. Por lo que os obvio que si me entero que Panini Cómics y SD entre sus geniales Marvel Limited Edition -geniales tomos de grandes títulos que parecían irrecuperables-, nos trae un maravilloso volumen con los inicios de Los Defensores, la pregunta es: ¿Quién iba a estar ahí el primero para pillarlo?

El 12 de diciembre del pasado 2019 apareció en librerías el tomo Marvel Limited Edition, Los Defensores: Origen. Casi el día de mi cumpleaños. ¿Serendipia? ¿Creen en eso? Los Defensores: Origen es un volumen con todo lo necesario para conocer a este no-equipo de principio a fin. Las precuelas a la unión (Doctor Strange #183, The Sub-Mariner #22, #34-#35, The Incredible Hulk #126, Marvel Feature #1-#3), seguido de la serie original de Los Defensores, los verdaderos inicios contados en The Defenders #1-#11 e incluso su participación en una batalla inaudita, una guerra, un enfrentamiento de los que molan, contra los mismísimos Vengadores en The Avengers #115-#118.

Recuerdo las presentaciones por que me encantaban, y quizás me sentía algo identificado: «¡Sigue las aventuras de Los Defensores, el mejor no-equipo dentro de los cómics! ¡Misiones y aventuras, un grupo de inadaptados, los más poderosos de Marvel, todos a una!». O algo parecido. Pero sinceramente, cómo demonios no me iban a gustar si en su haber ya contaban con cuatro de mis superhéroes favoritos. ¿Quizás fue a raíz de esto o ya me molaban de antes? Tampoco recuerdo. Lo que sí sé es que el Increíble Hulk, el Submariner (Namor), Estela Plateada y Doctor Extraño eran los ingredientes principales. Así que imaginaos si de la noche a la mañana os encontrárais con un súper grupo con un buen porcentaje de personajes que nos han molado siempre. Los astro alineados.

Y como no hablar de mi enamoramiento por esa rubia de enorme espada como es la desafiante Valkiria, una superheroína imagen y semejanza de la figura mitológica nórdica de Brunnhilda que se convierte en pilar básico del grupo, aliada íntima, un apoyo súper necesario para uno de los mayores momentos de crisis cuando Los Defensores se enfrentan a Dormammu, El Sin Nombre. O a La Encantadora. O a esa oscura amenaza del pasado del Doctor Extraño como es el hechicero Cyrus Black. Importante también el enamoramiento de Valkiria por Thor, en especial, cuando se sucede la épica guerra de Los Defensores contra Los Vengadores. Una potente batalla como pocas veces se ha visto en el mundo de los cómics.

Una de las colecciones más recordadas de La Casa de las Ideas. Con grandes autores del momento, maestros consagrados a día de hoy como Roy Thomas (que abre el volumen con una curiosa Introducción), un Steve Englehart, Sal Buscema y Len Wein a tope, y muchos otros. Indispensable, es poco decir.

Reseña: Merry X-Men – Calendario de Adviento, de Chris Claremont, Charles Soule, Cullen Bunn y VVAA

Cómics interesantes para épocas ideales. Jamás pensé que podría reseñar un cómic así. Aunque de ideas originales sabemos que los guionistas de La Casa de las Ideas andan un poco sobrados a veces. Y es que estamos en esa época del año otra vez; las personas se vuelven locas por meterse en un lugar calentito para un pastel y una taza de café, a otras se les va la pinza gastando dinero en comida y regalos para la familia, y otras solo necesitan para estar a gusto, acurrucarse en el sofá con su ser querido. En resumen, es la temporada de vacaciones de finales de año. Al igual que la mayoría de las compañías de medios, Marvel tampoco evita la posibilidad de que lo pasemos bien leyendo algo acorde a los días que actualmente transitamos.

Y así llega Patrulla-X Especial Navidad o Merry X-Men – Calendario de Adviento. Un especial algo diferente. Un tomo en el que cada página de la historia (salvo el capítulo final), se cuenta en tiempo real y cada página es un día en el siempre maravilloso mes de diciembre. Esto permite más de una docena de historias diferentes y lo que mola es, que están llevadas por equipos creativos diferentes.

Merry X-Men – Calendario de Adviento se centra, sobre todo, en Júbilo y su hijo Shogo. Nuestra mutante intentará llevar a su hijo a Hawái en dichas fiestas tal como hacen muchos norteamericanos que prefieren playa y sol, a la nieve invernal. Lo que deparará en una serie de eventos increíblemente divertidos con robots, explosiones, luchas en las alturas en abundancia, todo durante un mes de diciembre bastante movidito. A groso modo, ese es el resumen y no deseo contar más pues estamos ante un tomo que en general, con poco que cuente, mucho desvelo.

La cuestión es que todo tipo de creadores, conocedores de La Patrulla-X, se han reunido para sacar adelante un cómic ideal (y que siempre lo será) para devorar en la estación navideña. Y no unos cualquieras, hablamos de los maestros Chris Claremont, Charles Soule, Cullen Bunn y Kelly Thompson, entre muchos otros que aunque no son tan consagrados, sí que reúnen un enorme talento como para estar presentes en un volumen así. Lo que incluye además ilustradores muy a tener en cuenta a día de hoy como Terry y Rachel Dodson, Chris Sotomayor, Carlos López y David López, entre una docena de artistas más.

En Merry X-Men – Calendario de Adviento hay suficientes momentos de personajes y chistes sobre los X-Men como para complacer al fan más puntero del reino mutante. Incluso al fanático del cómic más hastiado le gustará este soplo de aire fresco por que no es lo qué se cuenta, sino cómo se cuenta. Y bueno, no sé si me he explicado bien, pero hago constar que no sólo está la historia de Júbilo y su peque, está también la del enfrentamiento entre Santa Claus y la traviesa Domino, la trama de los Braddocks en Navidad y la “reunión” de Brian y Betsy, Gabby rastreando a Santa buscando alegría y conexión familiar, varios X-Men recordando aquella vez que Bobby la lió, Hank en su apariencia mutada capturando la melancolía y la soledad de volver a casa con una familia que puede quererle… Y más. Bastante más.

En definitiva, una obra bastante divertida y bien dibujada para disfrutar estas vacaciones. ¡Felices Fiestas a todos!

Reseña: 100% Marvel HC. Veneno. Matanza Desencadenado/Redención, de Hama, Wildman y Luzniak

A la vez que el mundo de los cómics ha ayudado al cine a salir adelante por su falta de ideas, en modo recíproco, el cine ha dado un buen empujón económico también al noveno arte. A partir de un título, se han vuelto a reeditar obras que solo existían en el olvido, la nostalgia o esas enormemente valoradas bibliotecas de coleccionistas. Y lo curioso es que en ocasiones, un estreno en cine es sólo el principio. Pues si hay demanda o la editorial es generosa con el aficionado, no todo que da en uno, sino que siguen cayendo más historias de ese personaje. Lo que el verdadero friki disfruta y desea.

Lo mío con Veneno (Venom) es un interés tardío. Como todo villano de los duros, siempre me fueron atractivas las historias Marvel donde participaba, se le puede ver la maldad a leguas. Pero sin duda, mi débil excusa para continuar leyendo sus mejores historias, sus mejores arcos argumentales es que Panini Cómics sigue sacando lo mejor de lo mejor del personaje. Lo vuelve a poner en el candelero en unos geniales tomacos comprendedores de sus mejores arcos argumentales.

Veneno: Matanza Desencadenado/Redención es el 100% Marvel HC que os traigo hoy. Se inicia con Matanza Desencandenado (Carnage Unleashed), un título un poco engañoso, ya que no ves mucho de ESE OTRO monstruo psicopático, más allá de la miniserie de cuatro números que le da nombre al volumen. Sin embargo, es una buena opción, porque Matanza Desencandenado es simplemente la mejor historia, la que más he disfrutado en todo lo recuerdo de este ser abominable. Obviamente, un título homenaje a Maximum Carnage, pero no la historia, sino el videojuego. Larry Hama abre esta trama de cuatro números con Veneno arrasando en lo que podría ser uno de los mejores póster de engendros simbióticos que podrás ver nunca. Y es que cuando el videojuego Carnage Unleashed se convierte en éxito, esto le brinda al psicópata Cletus Kasady la oportunidad de obtener su libertad y renovar su sádico reino de terror en las calles. ¿La única forma de detener a este demoníaco ser? Otro simbionte que le supere en odio, dolor y arrebato. La sangre fluirá cuando Veneno y Matanza se encuentren. Por que además, la ex-esposa de Eddie Brock quedará atrapada en ese fuego cruzado. Y todo apunta a que para sobrevivir, deberá convertirse en esa maravillosa Veneno femenina. Con Spiderman al lado de Eddie cuando una invasión alienígena amenace con convertir la Tierra en un horripilante planeta de simbiontes.

Redención es lo que sigue a lo que propone Hama en Matanza Desencadenado. Con una atención al detalle impresionante, pues no cualquier guionista se documentaría tanto con todos esos versículos bíblicos que lanza por su boca el Comepecados. Un ser dispuesto a cambiar la vida de Eddie Brock, que asesina al CEO de una compañía de videojuegos y a su abogado. Y como os decía antes, Anne Weying (ex-mujer de Eddie Brock) como su próximo objetivo. Pero Eddie cree haber encontrado una cura milagrosa para salvarla de esa locura simbiótica. O quizás lo empeore.

La gran pieza final, el objetivo, el trasfondo que se acerca como un nuevo amanecer es el genial arco El Planeta de los Simbiontes. Una historia que se esperaba como una de las más grandes creadas para el personaje de Veneno, pero que por lo que oí tiene tantos fans como detractores. Como siempre digo: estamos en esta vida para probar cosas nuevas por nosotros mismos. Cuantas más mejor. Así que espero ese título como agua de mayo, de enero, febrero o lo que llegue antes. Que Panini lo traiga en una buena edición es lo que importa.

Tenemos en Veneno: Matanza Desencadenado/Redención una magnífica edición palomitera, entretenida a tope de power, diversión y acción a cascoporro. Con miniseries de las buenas recopiladas para llevar bajo el brazo. Un personaje con el que cada vez que me encuentro, siento que se le puede sacar un provecho enorme.

Nuevamente prendado y satisfecho con una lectura Marvel que no conocía. Ni que decir tiene que si has leído hasta aquí, estás calentando el sitio en pillarlo.

Reseña: 100% Marvel HC. El Castigador: Zona de Guerra, de Chuck Dixon, John Romita Jr. y Mike Harris

Interminables alabanzas para definir esto de tener en un sólo tomo una serie al completo. En un solo volumen portable donde quiera que vaya, una maravilla que poder llevar bajo el brazo para degustar y abstraerse en cualquier lugar posible. La Maravillosa Época de los Integrales que estamos viviendo y que en el futuro recordaremos, o se recordará, como años dorados de publicaciones en papel. Como si no hubiera un mañana.

El Castigador: Zona de Guerra es una serie publicada por Marvel Comics donde vais a ver a The Punisher dándolo todo. Tramas que fueron escritas y dibujadas por varios artistas en un total de cuarenta y un números, pero donde esplende por encima de todo el inicio llevado a cabo en 1992; guionizada por Chuck Dixon, y con un John Romita Jr. pletórico a los lápices. El Castigador: Zona de Guerra está considerada la tercera serie más popular entre los aficionados, pero ya sabéis como es esto, para gustos los colores. En mi caso, leerla de un tirón así, ahora, y con la madurez que uno tiene en estos momentos, os juro que ha hecho tambalear mis dos altas posiciones que ostentaban Punisher Max y Diario de Guerra. Y no es para asustarse, se dice que con Zona de Guerra, el personaje llega a marcar en los 90s su máximo pico de explotación y popularidad.

Los seis primeros números comprenden un arco argumental. Con el trasfondo común de lo obvio: la guerra contra el crimen de Frank Castle como El Castigador convierte el Universo Marvel en una zona de guerra. Donde al abrir el tomo nos damos de bruces con un enfrentamiento: un oficial de policía recibió un disparo y un pintilla utiliza a otra poli como escudo humano. The Punisher le dispara y ella puede correr a auxiliar al otro agente. Mientras tanto El Castigador ejecuta al pintilla. Pero ella trata de arrestarlo y él, tranquilamente, le dice que haga lo que crea correcto. Y al no hacer ningún esfuerzo por detenerlo, se va. Comienzan a desatarse entonces toda una serie de crimenes violentos por la ciudad. Un colombiano herido se encuentra con sus superiores y les explica una reciente masacre. Frank Castle empieza a sospechar que su compañero Micro tiene un problema con la mafia. Noches después, desaparece. En una de sus salidas, Frank intercepta un robo de uno de los lavaderos de dinero que usan las Tríadas y los mata a todos, excepto a uno, que se niega a dar información. El Castigador lo tortura con una paleta, un trozo de carne y un soplete (hay que verlo). Pero todos los caminos parecen llevar al denominado Shotgun, que ha empezado a gobernar la gran ciudad de la noche a la mañana. Y cuando los jefes de reclutamiento policial empiezan a requerir gente, Mickey dice que tiene a un primo de Kansas ideal para el trabajo: Johnny Tower (El Castigador, encubierto) que va de todas-todas a por ese Shotgun…

Lo siguiente es que Rosalie se molesta porque las familias de la mafia se están reuniendo sin ella. Uno de los cabecillas le dice que debería irse a casa y llorar la muerte de su padre, tío y prometido. Ella argumenta que nació en La Familia y ha estado al lado de su padre desde que era pequeña. La mayoría alegan que no van a trabajar para una mujer. Ella ordena a sus chicos que lo maten. Después del altercado, se elige a sí misma como nuevo jefe y les da a todos su primer mandamiento: ¡Quiere a El Castigador muerto! Para asegurarse, Rosalie se reúne con Los 7 Asesinos y les explica los términos. Todos tienen puesto el ojo en The Punisher después de esa famosa recompensa de cinco millones de dólares.

Caña de la buena.

Ciertos desconocidos creen que cuando recomiendo algo con ansia, con tanto ímpetu, es por que soy así de entusiasmista, de forofo, de influencer… Es en esos momentos cuando les recuerdo (mi madre decía: «Tienes tan buena memoria, de lo rencoroso que eres».), les recuerdo a esa gente sin fe, que El Castigador: Zona de Guerra es una jodida maravilla.