Reseña: Marvels. Ruinas, de Warren Ellis, Terese y Cliff Nielsen, Dan Abnett, Mike Baron, Nicieza y VVAA

Casi cada autor que se topa de pronto con un gran éxito de otros autores, tiene dos opciones: alabarlo o criticarlo. Todo depende después de muchos factores. Pero ante la evidencia de lo bueno, lo normal y siendo honrado es elogiarlo. Y si tienes oportunidad, homenajearlo. Sin imitarlo y sin copiarlo, sacar historias paralelas, parodias, versiones distópicas o spin-offs que gusten. Arlo, -arlo y -arlo. Marvels: Ruinas fue una miniserie de cómics de dos volúmenes escrita por Warren Ellis. La serie es un “-arlo, -arlo y -arlo”, de Warren Ellis hacia la mítica serie Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross. Aquella maravilla que algunos tenemos en nuestra cómicteca y que desarrolla una versión distópica del Universo Marvel, una versión de superhéroes más “reales” vistas hasta el día de hoy. Una alternativa historia del a menudo mordaz Warren Ellis, que continúa con el mismo protagonista, el reportero Phil Sheldon, deambulando por Marvel alternativa, una en la que todo lo que podía salir mal, salió mal.

El QuinJet ha sido derribado matando a Los Vengadores. Más tarde, Sheldon se encuentra con Lobezno en un bar; sus huesos de adamantium le están consumiendo y propinando una terrible enfermedad. Sheldon se dirige entonces a un campo de concentración Kree donde todos están muriendo de cáncer por culpa de la radiación de misiles nucleares que destruyeron su flota después de que fuera expuesta por la energía de Silver Surfer tras un altercado pasado. Y es el Capitán Marvel quien cuenta todo esto. Luego, Sheldon conoce a Nick Furia, que es un viejo caníbal hastiado que se suicida, pero no sin antes asesinar a una mujer prostituta llamada Jean Gray… Uff. Como podéis ver, decadencia tras decadencia.

¿Mencioné la palabra «parodia»? La parodia generalmente implica risas, y uno podría preguntarse dónde están las risas aquí. Si hay alguna, solo proviene del más oscuro humor negro. Ellis quiere y propone decadencia para los superhéroes. De una pesadilla a la siguiente…

Marvels: Ruinas está ilustrada por la pareja Terese y Cliff Nielsen, así como como por Chris Moeller en la segunda mitad del segundo número. Un trabajo que sirve como contrapunto al que realizara el maestro Alex Ross con la obra original. Un desolado paisaje de la trama, totalmente opuesto a la Era de las Maravillas mostrada en Marvels. Un arte abstracto que hace pensar en Bill Sienkiewicz y sus figuras más toscas. No sé si Marvels: Ruinas, que vio la luz por primera vez en 1995, y que tuvo cierto éxito de ventas, cuenta como una sátira. Pero para mí lo es. Tampoco lo considero un What if…?, por que la sensación es que se está contando otra historia diferente con un mismo personaje. Es más bien un reflejo oscuro de la obra de Busiek y Ross. Eso es. Phil Sheldon también reuniendo información para un libro, pero aquí no se retrata a los prodigiosos héroes como estandartes de una nueva época; en vez de eso, seres que promueven lo trágico, lo oscuro, el caos.

Y el dibujo, desaliñado y onírico, ayuda a ello.

Esta nueva edición de Panini Cómics incluye además Tales of the Marvels: Blockbuster, Inner Demons y Wonder Years #1 y #2. En el primero, mola el proceso que viven distintas víctimas de un enfrentamiento entre Estela Plateada y un villano alternativo al Doctor Muerte. Tales of the Marvels: Demonios Interiores nos muestra los últimos momentos de un Namor indigente, antes de recordar quién era. Buenas lecciones para la prepotencia. Y cierra el tomo, dos numeritos de Tales of the Marvels: Wonder Years, que me parece sobradamente lo mejor del volumen. Aunque la historia haya quedado algo pasada de moda y cuando la leáis sabréis por qué.

Buena edición, con una gran cantidad de portadas, una breve introducción y una breve biografía de los autores. Una lectura desasosegante que sorprende.

Reseña: Los Vengadores. Primer Signo, de Mark Waid, Mike Deodato Jr., Jimmy Cheung y VVAA

Si no sabes nada de nada de cómo está el tema ahora, te contaré que a raíz de The Crossing, los superhéroes más poderosos de la Tierra estaban desunidos, casi perdidos. Thor no tiene poder y Iron Man ha sido reemplazado por él mismo. Pero cuando el grupo terrorista Zodiac invade la ciudad de Nueva York, el Capitán América decide intentar reunir a Los Vengadores una vez más. Además, después de ser lanzada una bomba nuclear sobre Hulk y Thor… Ufff, Los Vengadores deciden pararlo todo y empezar a buscar todo tipo de bombas (las Gamma, por ejemplo) plantadas por toda USA. Y ahí es entonces dónde empezarán a dar con toda una serie de planes paramilitares que se estaban proponiendo en la oscuridad y de los que no estaban al tanto.

En su “vuelta a la normalidad”, Panini Cómics publica este tomito llamado Los Vengadores: Primer Signo, del siempre recomendable Mark Waid. Un volumen que recopila los números de las diferentes colecciones Capitán América #449, Thor #496, Iron Man #326 y Avengers #396, que en su conjunto forman el arco argumental de cuatro capítulos First Sign. Una historia donde se explora el nuevo status-quo después de los eventos de The Crossing. Aquel donde se contaba como un extraño campo de fuerza separó a Manhattan del mundo exterior, ideado por el retorno de un grupo terrorista muy conocido. Una historia además que comienza con las aventuras del Tony Stark (en edad universitaria), ocupando el lugar de su futuro adulto. Un genial inicio y tranquilo, antes de meternos en vereda.

Los Heroes Reborn, con nuevas historias que intentan centrarlo todo de nuevo en los cómics tras los parámetros seguidos en los films; Capi, Thor y Iron Man formando de nuevo Los Vengadores, Manhattan yéndose a la m… Pero aquó el renovado Zodiac ataca. Los terroristas empiezan parapetándose dentro del Lincoln Memorial y exigiendo sólo como recompensa al Capitán América.  Y si no se cumple su demanda. explotarán todos los que están dentro del monumento-edificio…, ¿qué os parece? La Encantadora le echa una mano a Thor en la batalla, mientras que las maquinaciones malvadas del grupo Zodiaco continúan desarrollándose. Además, en un mundo sin energía, ¿cómo puede Stark recuperar su traje? Mientras Los Vengadores se enfrentan a los terroristas, un adolescente Tony Stark hace un valiente intento de crear un portal temporal con el terrible problema que si algo falla, pagará todo Manhattan. Un alto precio impuesto por el plan maestro de Kang.

¿Quién diría no a una aventura moderna pero dentro del clasicismo que Waid suele crear en sus cómics actuales?

Todos los requisitos, todos los contrapuntos, para que guste tiene este Primer Signo son: entretenido, bastante, un cómic que además sirve como reflejo del estado de la editorial Marvel. Con una parte creativa e ilustrada que asusta de lo buena que es. Encontramos a dibujantes como Mike Deodato Jr. con su megapotente Thor, o a un Jimmy Cheung en Iron Man con un curioso toque de semirrealismo a lo Sandman. Además, estamos hablando de una historia, de un cómic, que tiene cierto valor histórico por lo que se cuenta. Heroes Reborn tenía unas buenas ideas y buenos puntos de partida pero no acabaron de cuajar. Eso me contaron. Puede ser. No lo discuto, ya que no soy muy de cómics “actuales”. Sin embargo, en mí sí que ha despertado algo este Primer Signo. Algo que no sé que es, y que ha provocado que quiera leer más arcos del estilo.

Recomendable. Te hace sentir lo que uno siempre espera como mínimo de un cómic.

Reseña: Grandes Tesoros Marvel. Hijos del Átomo, de Joey Casey, Paul Smith, Esad Ribic y Steve Rude

El formato asusta. Vale. Pero qué te maravillas de todas-todas al tenerlo entre las manos, esa virtud no se la quita nadie a estos Grandes Tesoros Marvel que está publicando Panini Cómics. Como dijo alguien hace poco, este deleznable virus nos ha robado a seres queridos pero también dos meses de nuestra vida. Aunque parece que volvemos a ver la luz, poco a poco. Siempre fuimos ese tipo de gente que resurge con fuerza, capaz de recuperarse de lo peor, y recordad que los superhéroes están basados, sobre todo, en personas como nosotros. Es por eso que nuestras librerías, nuestros lugares preferidos donde obtener “mundos de evasión”, vuelven al candelero. Con editoriales como Panini Cómics, proporcionándonos lo mejor de lo mejor, con títulos geniales como este nuevo tomo gigantesco que recopila los seis números que compila la miniserie Hijos del Átomo. Esa joyita creada por Joey Casey para el mundo mutante de La Patrulla-X. Y es que las reedicioness así, siempre se recibirán con los brazos abiertos.

Joe Casey es un prolífico guionista de cómics estadounidense. Ha trabajado en títulos como Wildcats 3.0, Uncanny X-Men, The Intimates, Adventures of Superman y G.I. Joe: America’s Elite. Además, como parte del grupo creador de cómics Man of Action Studios, Casey fue  uno de los creadores de la serie animada Ben 10. Pero, sobre todo, ha elaborado numerosos títulos para DC y Marvel. En su día, Joe Casey solía promocionar Hijos del Átomo jurando que no era un nuevo reinicio mutante. Ni siquiera quiso escuchar esas palabras. Y se aprecia que fue muy cauteloso para que Hijos del Átomo no contradijera abiertamente cualquier cómic anterior, a esos inicios que todos conocemos. Pero finalmente tuvo que admitir que sí que quería cambiar cosas. Por ejemplo, los orígenes del elenco original estaban fuera de continuidad (a excepción de Ángel, que ese origen le encantaba). Y Casey defendió el tema en su día, citando a otras veces que se habían hecho mal, títulos que encima había sido reimpresos una y otra vez o incluso referenciados en otros cómics. Por ello, diseñó Hijos del Átomo. Algo diferente, en ese punto…

El agente del FBI Fred Duncan, un personaje olvidado del pasado, sirve principalmente como punto de vista para el lector. Duncan no parece tener una opinión muy sólida sobre el tema mutante, que es una de las razones por las cuales el Profesor Xavier considera necesario formar una sociedad con él antes que sea demasiado tarde. Es entonces cuando Casey retrata a Duncan como un cínico, pero no como un fanático, usándolo como portavoz plausible para el ciudadano promedio que acaba de descubrir que los adolescentes, aparentemente normales, tienen poderes horribles y los podrían usar de manera irresponsable. Pero los fans incondicionales de estas historias sabemos que Duncan es un tipo que sirve como contacto gubernamental para La Patrulla-X, así que el maestro guionista Joey Casey agrega una intriga para cogernos por la pechera… ¿Por qué Duncan habla constantemente con un amigo imaginario llamado «Bill»? Esperad, esperad, un momento. Me centro y lo cuento bien: El agente Duncan del FBI y su jefe están viendo un informe de noticias sobre mutantes. William Metzger es el líder de la Milicia Anti-Mutante. Discuten sobre el tema y éste indica a Duncan que investigue un poco. Cuando llega a su oficina, Duncan descubre que Charles Xavier también está allí y los dos tienen controversias sobre la verdadera intención del FBI. Mientras tanto, Warren Worthington III se pone su traje y patrulla la ciudad de Nueva York. Es entonces cuando percibe un atraco a punta de cuchillo, lo detiene y “deja caer” al agresor sobre un coche de policía… Warren se va volando y Magneto observa en las sombras.

Intrigas y desavenencias con el estado, son siempre los temas que perseguirán la vida de mutante. Me encantan las historias de inicio, pero en especial las que cuentan a modo de anécdotas la verdadera historia de lo que se quiere contar. Un ejemplo: se cuenta que los primeros X-Men solo fueron unas pocas docenas de mutantes en todo el mundo y ahora sólo se conocen tres que van a la misma Escuela Secundaria. Nos parece todo prosperidad. Hasta que aparecen los malos con malas intenciones. Es el tipo de conveniencia de la trama que no solo increpa a los personajes, sino también al lector. Y en estos detalles es muy bueno Joey Casey como guionista. Pues podría haber usado cualquier cantidad de artilugios para llevarnos a la historia de siempre. Sin embargo, recurre a un poderoso suspense y nos integra en una historia bastante profunda en Hijos del Átomo. Y esto, con un arte memorable de Paul Smith, Esad Ribic, Steve Rude, y en formato lienzo grande…, pues todo esplende.

Reseña: Marvel Limited Edition Spider-Woman. Origen, de Archie Goodwin, Sal y John Buscema, Marv Wolfman y VVAA

Siempre que hablemos de una buena época en la que la mayoría de los cómics tenían su aquel, y gracias a grandes autores que iban picando de personaje en personaje, se pueden encontrar aventuras muy chulas en series de personajes que sin haberlos leído nunca, te pueden gustar. Y eso que en ciertos casos puedes llegar a pensar que son un invento más, un copy/pasteo más que otra cosa; y aún así te equivocas. El que no prueba, no descubre. Y el que lo intenta o busca, encuentra. Pues eso, sorpresa total con la lectura del nuevo Marvel Limited Edition especial de Spider-Woman: Origen, pero cuyo contenido abarca bastante más. Un volumen de la linea de los demás especiales pero contenedor, nada más y nada menos, de sus primeras apariciones en Marvel Spotlight #32, Marvel Two-In-One #29-#33 y su genial arranque de cabecera propia con los primeros ocho números de su serie particular. Un personaje que, a priori, muchos piensan en “una-versión-del-hombre-araña-en-mujer-y-ya-está”, pero donde los ineptos (grupo en el que me incluía hasta hace poco) se equivocan. Pues anda que no tiene tramas detrás la perseverante Jessica Drew.

La superheroína Spider-Woman (Jessica Drew) aparece por primera vez en el noveno arte en el Marvel Spotlight #32 (que aquí se incluye) del bendito año 1977. Un personaje con una fuerza tremenda, como en este MLE podréis comprobar. Cuya serie particular llegó a alcanzar exactamente los cincuenta números, con los que llegaría a su fin en 1983. Y aunque las intenciones del gran guionista Brian Michael Bendis fueron buenas agregando a Spider-Woman a la lista de Los Nuevos Vengadores, e incluso realizando en 2009 una segunda serie limitada de siete números para ella, me comentó un amigo, gran fan del personaje desde siempre, que ya nada sería lo mismo. En mi opinión, merece mucho la pena conocer al personaje clásico de Spider-Woman. Al ochentero. A poco que te pongas, vas a encontrar aventuras atractivas y bien curradas de aquellos buenísimos años del cómic. Aventuras como ¡Batalla en la cima del Big Ben!, Desde Stonehenge… ¡Con muerte! O la genial, ¡El Hombre que no podía Morir!, donde hay una buena trama de un ex-soldado maldecido con la inmortalidad. Historias dentro de historias, pues de todos es sabido que esta chica no ha sido picada por nada ni por nadie, fue criada en el seno de la terrible organización H.Y.D.R.A, donde aprendió a ver el mundo desde el odio y la desazón. Hasta que un día por casualidades (o no) del destino se cruza con Nick Furia. Y en esa búsqueda de identidad que algún día tenemos todos, decide alejarse de su antiguo sino, dejar atrás el ser una vil mujer.

Jessica Drew, hija del antropólogo Johnatan Drew y su esposa Merriam, cuando era pequeña, su padre y su amigo descubrieron uranio en una propiedad y se enriquecieron rápidamente con ello. Pero la pequeña Jessica enfermó mortalmente debido a la exposición y a la radiación del uranio. Y para salvar su vida, su padre tuvo que inyectarle un suero experimental de sangre de araña, de una investigación que llevaba en esos momentos y que se había demostrado que las arañas poseen mayor resistencia a la radiactividad que los seres humanos. Sin embargo, Jessica no respondió inmediatamente al tratamiento, de modo que el doctor Wyndham, que llevaba aquella investigación, la introdujo en un acelerador genético, para un tratamiento más avanzado. Y poco después que su madre muriera y su padre se fuera, Wyndham se hizo cargo de Jessica, manteniéndola parcialmente criogenizada durante décadas, envejeciéndola a 1/7 de lo normal, y dándole educación mediante grabaciones…

Los años pasaron y Wyndham (convertido ahora en el Alto Evolucionador) decidió liberarla al comprobar que había mutado y ahora poseía una gran fuerza, una enorme resistencia a todo tipo de venenos y radiaciones, además de un exceso de energía bioeléctrica que podía descargar en forma de rayos. Pero consciente de su humanidad, Jessica se obsesionó con encontrar a sus padres y así fue descubriendo toda una serie de seres, superhéroes y villanos que rodeaban su mundo. Hasta que finalmente, en asociación con el criminólogo Scott McDowell, se dio a conocer públicamente como cazadora de recompensas.

La vida de Jessica Drew ha estado marcada por la tragedia: su captura por H.Y.D.R.A, su enredo con el Alto Evolucionador… Pero ahora Jessica es otra. Ha decidido construir una nueva vida, y no pasa mucho tiempo antes de darse cuenta que su araña interior es más fácil de llevar que su humanidad. Un Marvel Limited Edition maravilloso, asequibe y llevadero. Un pedazo de descubrimiento.

Reseña: Viuda Negra. Juego Sin Restricciones, de Jen y Sylvia Soska y Flaviano

En breve, cuando todo vuelva a la normalidad, llegará a los cines el nuevo film Marvel de la Viuda Negra. Sabemos que siempre fue un personaje secundario, quizás hecho para los que nos gustaba el género negro en formato cómic, pero no queríamos alejarnos demasiado del pijameo. Y cierto y verdad es, que es un personaje de cómic que protagonizó en su día muy buenos arcos. Y que duda cabe que en cine (con una Scarlett Johansson deslumbrante) se terminó por relanzar a esta villana, heroína para el público de a pie. Convirtiéndose easí n uno de los personajes favoritos de los fans del Universo Cinematográfico Marvel, una Natasha Romanoff que siempre-siempre gusta ver en acción. Pero, ¿quién es ella? ¿Por qué es tan querida? ¿Qué papel juega exactamente? Según la versión cinematográfica de Los Vengadores, es miembro fundadora del grupo superheróico, pero esta doble agente secreto rusa que opera en la películas bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D. oculta un pasado tenebroso y los interesados deberían saber bien quién es…

Actualmente, en Panini Cómics se pueden encontrar tomitos interesantes con arcos o miniseries del personaje, como la Viuda Negra, de Mark Waid, que  ya reseñamos por aquí o este Juego Sin Restricciones que traigo hoy. Pero cierto es, que en este país no hay muchos títulos con los que ponerse al día; aunque que duda cabe que cuando el estreno de la película “se consiga”, vendrán bastante titulos más. Entre los que espero unas buenas reediciones de la aventura clásica Viuda Negra: Red de Intrigas (una antología con material clásico y selecto de la espía) o los dos volúmenes del 100% Marvel Viuda Negra (una colección editada y publicada en torno a la época de Marvel Now!) que aquí se dividieron en tres volúmenes: Los Delicados Hilos de la Telaraña, Enmarañada Telaraña y Los Últimos Dias de la Viuda Negra. O los tomos La Más Buscada de S.H.I.E.L.D, No Más Secretos o aquella joyita Viuda Negra: El Nombre de la Rosa, que recopilaba el material publicado originalmente en Enter The Heroic Age y Black Widow V6, y que por lo visto ha servido de inspiración para lo que veremos en el nuevo film. Este último está claro que Panini Cómics lo traerá.

A lo que iba, que he devorado Juego Sin Restricciones de una sentada. Una buena aventura que ahonda en las profundidades del Mal con una Viuda Negra muy bien llevada, escrita por las hermanas Soska. Natasha Romanoff fue entrenada para matar. Durante años ha intentado superar esa programación, ponerse del lado de los “ángeles” para ser una heroína. ¿Y a dónde la llevó esto por culpa de uno de los pocos amigos verdaderos que se permitió tener? Es un tema delicado. Pero ha vuelto de entre los muertos, furiosa como el propio infierno, y encuentra que esos ángeles se hacen cada vez más ininteligibles. Jen y Sylvia Soska (las llamadas en USA, Gemelas Retorcidas del Horror) se unen con el ilustrador en ascenso Flaviano para tejer una trama, una red de vicios, violencia y venganza que pondrá frente a Natasha a uno de los tipos más sangrientos a los que jamás se haya enfrentado. Tal vez, para ponerla nuevamente bajo tierra. O no. No obstante, Juego Sin Restricciones abre con la víspera de Año Nuevo en la ciudad de Nueva York. Establece bien la relación entre Capitán América y Viuda Negra e inicia con una buena secuencia de acción. Las hermanas Soska hacen un buen trabajo devolviéndola a su base como espía, dirigiendo el programa y el Capi mostrando su respeto para que sepa que aún está en la cima. Pero a medida que se desarrolla la historia, con algunos giros muy interesantes y un eventual cambio de ubicación, todo se tornará en desgracia.

El arte de Flaviano con colores de Veronica Gandini tiene un ligero toque manga (muy leve) que no me atraía en un principio. Sin embargo, muy pocas páginas después me fue gustando el ambiente, el aire que toma la serie muy parecido a una peli animada, me adapté. Pero insisto, Sylvia y Jen Soska, las hermanas guionistas, son las que demuestran aquí tener una muy buena habilidad para atrapar al lector con lo que escriben y cómo lo escriben. Tomito ligero y llevadero para echar un buen rato con un cómic. Con lo que nos conformamos muchos.

Reseña: El Proyecto Marvels, de Ed Brubaker y Steve Epting

Los que seguís nuestras reseñas diariamente entenderéis bastante bien que me haya puesto rápidamente con este integral de la miniserie llamada El Proyecto Marvels. De hecho, no hace mucho volvía a insistir en que, como fan de Ed Brubaker, pensaba leer todo-todito-todo lo que este genio creara en formato guión. Pues además de saber crear historias de género negro para el noveno arte como nadie, sorprende la cantidad de raíces de la Edad de Oro de Marvel que conoce. Esas joyitas chulas algunas recuperadas por las editoriales, y otras olvidadas, que gracias a los esfuerzos de Roy Thomas en los años 80 algunos recordamos. En Marvel, los tres puntales de la Edad de Oro fueron el Capitán América, Namor y la Antorcha Humana. Se usaban casi para todo. Son los que la gente más recuerda. Pero había más, y algunos estereotipos muy chulos. Bien. Pues a lo largo de los años, Marvel ha intentado resucitar a equipos de héroes molones como The Invaders…, pero sin éxito. Por que no sólo sirve tener una buena masa; hay que saber elaborarla. Unos buenos maestros amasadores que sepan sacar un buen pan, que huela bien y que los lectores deseen comerlo. Ed Brubaker y Steve Epting son dos de esos panaderos-confiteros. Y con El Proyecto Marvels sacaron un buen pastel entre 2009 y 2010, con una serie de ocho números para celebrar ese glorioso pasado del que Marvel gozaba.

Una historia «no contada» sobre los orígenes de los superhéroes de Marvel antes de la Segunda Guerra Mundial. Una epopeya que lleva setenta años construyéndose, donde se revelan conexiones entre los primeros campeones uniformados, con los actuales. Una guerra diferente, impertérrita, donde la carrera consiste en… ¡Crear al Capitán América!, como dice la sinopsis editorial. El Proyecto Marvels empieza contando los primeros días de los héroes más conocidos de la Edad de Oro. También hacen aparición otros muchos héroes como el Dr. Fausto (Ferret), Thin Man (Dr. Bruce Dickson), Acero (John Steele) e incluso se cuenta ya con El Ángel original como el narrador de la historia. Un curioso truco de continuidad que usa Brubaker, personajes desconocidos para la mayoría del público actual, a los que enseñar la historia de la Marvel Age para que la tengan presente. El Projecto Marvels, en definitiva, comienza con un prólogo en 1938, donde un anciano llamado Matt Hawkins se encuentra postrado en cama y la muerte llama a su puerta. Así que decide contarle a su médico que ha estado en el futuro, que existen dioses, monstruos y héroes allí; y el Dr. Halloway lo anota todo, pensando que es simplemente otro caso de demencia senil. Pero a los pocos días, sus animadas visitas terminan. El señor Hawkins ha fallecido. Pero aquel viejo dejó algo para Halloway, y cuando lo abre, se da cuenta de quién era Matt Hawkins, en realidad: Hawkins era un héroe del Salvaje Oeste, el héroe de la infancia del doctor, y el regalo dejado son sus dos revólveres y su máscara junto a una tarjeta que dice: «De un héroe a otro».

A partir de aquí, se van dando una serie de hechos: en 1939, a bordo de un barco en el Océano Atlántico, el presidente Roosevelt se reúne con su amigo Vincent Astor y su primo Kermit, quien le dice que tienen un buen consejo sobre el Proyecto Nietzsche robado al alto secreto alemán; en el mar de los Sargazos donde un barco nazi lanza cargas de profundidad contra atlantes, Namor aparece para matarlos a todos. Unas semanas más tarde, el profesor Phineas Horton presenta a su hombre sintético en Brooklyn pero cuando se libera oxígeno en la cámara, el hombre se incendia y nace la Antorcha Humana. Mientras la Segunda Guerra Mundial da sus primeros pasos, Nick Furia y su compañero discuten por una linda camarera hasta que un coronel Ellis interrumpe la pelea para decirle que tiene un trabajo urgente para ellos. Rescatar al Dr. Abraham Erskine, un científico alemán que quiere desertar…

El Proyecto Marvels que Panini Cómics recién publica es un tomo recopilatorio que se disfruta bastante gracias a la enorme profundidad de su ecuación. Después de que Brubaker use su maravilloso juego narrativo para engancharte a la historia, avanza con una serie de escenas que son como un puzzle que tu cabeza va montando casi en piloto automático. Por eso el gusto molón por sus tramas satisface tan pronto. Todo para mostrarnos cronológicamente lo que sucedió entre 1939 y 1941 en un mundo superheróico que emerge, para culminar en una extraña mezcla de ciencia ficción-histórica que se vuelve más fascinante cuando se aleja de esos personajes familiares y nos muestra algunos héroes que no son tan conocidos. Y queda una gloriosa sensación de empezar de cero. De estar leyendo un cómic de superhéroes por primera vez.

Reseña: Estela Plateada (Omnibus), de Dan Slott, Michael y Laura Allred

Me pasó igual cuando la joyita que fue y es La Visión, de Tom King, estaba pegandolo fuerte en todo el mundillo de foros y comentarios entre lectores. Decidí aguantar y esperarme a ver/tener/leerlo en un solo tomo, sabiendo que llegaría y que la espera merecería la pena. Y oye, una genialidad. Pues lo mismo con el famoso y reciente Estela Plateada, en formato Omnibus, que recoge esta maravilla de serie o series, mejor dicho. Archirrecomendable, donde se muestra un guión magnífico, atrayente, con la narrativa principal súper creativa, tanto que desde muy pronto se siente diferente a otros cómics. Muy bien. Todo correcto. Pero insensato de mí (o no) esperé a tenerlo todo, bien recopiladito en un buen integral. Y resulta que Panini Cómics se supera una vez más, sacándolo en un portentoso Omnibus donde recrearse con personajes fantásticos, con interacciones que crean una comedia sólida. Así que ya, tan pronto, lo corroboro, Estela Plateada es una obra de arte. Y eso que soy de los viejunos rancios que le duele la cabeza cada vez que otros autores, fuera de los grandes Stan Lee y John Buscema, “tocan” a este heraldo de heraldos tan guay.

Es así de fácil, en general, en el Estela Plateada, de Dan Slott y los Allred, vais a encontrar un cómic ligero, fácil de disfrutar y un verdadero placer de leer. Se necesita un fantástico grupo de personajes para ello, normalmente, y con un papel casi icónico como suele tener Silver Surfer eso podría ser un problema; pero nada de nada. Estos autores desencadenan en estas casi setecientas páginas -que comprenden Silver Surfer #1-#15, más sus otros catorce numeritos con los que se inicia el Volumen 7, y material de All-New Marvel Now! Point One-, aventuras ordenadas que permiten que ocurran escenas chulas, otras potentes en acción y bastantes divertidas que sacan sonrisas por el camino. No obstante, mientras esto sucede, la narración imaginativa y los hermosos trazos que realizan Michael y Laura Allred, ayudan a diferenciar un cómic de calidad de otros de su misma competencia. Por ello, ya imaginaréis de donde viene tanta alabanza. Y es que sinceramente, lo mires por donde lo mires, este Nuevo Amanecer, es una lectura que se vuelve con el paso de las páginas una deliciosa vivencia, así como una entrada única a la nueva era Marvel.

Un volumen protagonizado por un gran elenco de personajes, cuya positividad saludable los hace agradables desde el principio y las interacciones entre ellos proporcionan algunas risas sólidas. Simplemente, pasar tiempo con estos personajes es divertido, mientras tanto, las aventuras que viven hacen que la experiencia sea aún mejor. Tramas originales, atípicas, que llenan la serie con un sentido más profundo. Desde el inicio, la narrativa que vais a encontrar en esta serie se puede definir como algo único y diferente. El primer arco de la historia se centra en un planeta de física imposible que los lectores pronto aprenderán que está impulsado por el corazón de la manifestación física del concepto de posibilidad. ¿Ein? Tranquilos, se explica bastante bien. Luego, el segundo arco se centra en el desarrollo de la realidad y las pesadillas de sus personajes cobrando vida. Es un paseo extraño y salvaje que se destaca como algo excepcionalmente positivo entre el panorama de los cómics que se pueden encontrar normalmente en la Casa de las Ideas. Pero insisto, el gran poder de esta serie son los personajes con los que nos vamos topando así como la maravillosa Dawn Greenwood que aparece como una chica agradable desde el primer momento. Es positiva, se preocupa por los demás y está a punto de comenzar un viaje de descubrimiento. Todo esto se combina bien con el Silver Surfer, de corazón puro, que solía desconectar siempre de los demás. Incluso la familia de Dawn y los aliens de los que se hace amiga por el Universo, agregan algo, un salseo bastante chulo. ¿Y ayuda que estos personajes sean divertidos? Tela. Con el añadido de la incapacidad de Dawn y Estela para comprender ciertos aspectos de la vida de los demás que termina por crear algunos malentendidos humorísticamente inocentes.

Dicho con menos palabras, un  Omnibus recién publicado por Panini Cómics, uno de los indispensables cómics de este raruno 2020. No comprarlo, no tenerlo, es perder dinero. No es buena idea perder la oportunidad de llenar tu cómicteca con uno de los mejores volúmenes elaborados de forma íntegra, lleno de grandes momentos que al poco recuerdas en conversaciones con amigos. Historias creativas, cautivadoras, de la era moderna de los cómics. Tanto en escritura como en arte, una chulada. Una historia en su conjunto, que trata sobre Silver Surfer y sus aventuras con una mujer humana a través del espacio y el tiempo. Ciencia Ficción de la buena, de la humorística, por la que hay que brindar. Personajes maravillosamente compuestos, con un desarrollo a buen ritmo, historias inteligentes sin demasiados clichés.

Totalmente indispensable.

Reseña: Marvel Gold. Los Nuevos Mutantes Vol. 1, de Chris Claremont y Bob McLeod

A Charles Xavier, fundador de La Patrulla X, cada vez le preocupaba más y más ir perdiendo en cada aventura a nuevos estudiantes; el primer Ave de Trueno murió en su segunda misión y Fénix se suicidó… En un ataque de la raza de Los Brood, Xavier creyó que todos sus X-Men perecerían. Estuvieron a punto. Y entonces empezó a elucubrar, cosa que le sumió en una medio depresión donde juró no volver a poner en peligro a más jóvenes mutantes. No obstante, su amiga y colega, Moira MacTaggert finalmente lo convenció para reabrir la escuela y así ayudar a jóvenes mutantes a tener «una vida normal». Todo se debía en realidad a una carta que Reed Richards (Mr. Fantástico) escribió sobre la necesidad de que Karma (Xi’an Coy Mahn), de algún modo fuera capaz de controlar sus tremendos poderes. La chica ya había comentado que ante tanta locura sus alternativas de vida eran, o El Club del Fuego Infernal, o Magneto. Ya veis, lo que es no saber. De guatemala a guatepeor. El profesor Xavier decidió acoger a aquella alma sin rumbo y entrenarla y educarla en el uso de sus poderes especiales. Pero jamás, jamás, la enviaría al combate…

Si algo te gusta, indaga. Casi todo tiene una base profunda y estable. Trascendente. No es, un día un autor o varios autores dicen: ¡Hey, vamos a hacer una serie sobre unos niños mutantes! Y tal cual… Sí que es cierto (y al que le gusta escribir, lo sabrá) que hay personajes que una vez creados, cobran vida. Consciente o inconscientemente dentro del creativo, piden paso, y quieren papeles en primera línea. No quedarse en el olvido. Y así fue como después de su primera aventura en Marvel Graphic Novel #4, la última generación de mutantes ocupa un lugar en la mente central de los autores pidiendo paso (otra vez). Se crea una serie principal solo para ellos. Encontramos así al Profesor Charles Xavier con la idea de volver a habilitar su Escuela para Jóvenes Superdotados con una nueva generación de estudiantes, que va rescatando por cada lugar del planeta.

Un equipo que se instala en la Mansión X, donde se convierten en un equipo de refuerzo para los X-Men. Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, son los componentes primarios de dicha formación. Con el paso del tiempo, otros integrantes se sumarán al equipo tales como Magma, una princesa amazónica; Cypher, un joven «traductor»; Magik, la joven gobernante del Limbo; y el alienígena Warlock, mi personaje favorito en aquellos años de mi niñez donde disfrutaba con cada número en el que salía. Además, que me gustaban bastante los principales enemigos que tenían. Los Infernales (Hellions), alumnos de Emma Frost, en ese entonces, la Reina Blanca del Club Fuego Infernal. Esos a enfrentar, los originales fueron: Émpata, un arrogante joven español con la capacidad de detectar y manipular las emociones de los demás; Catseye, una chica americana que podía transformar su cuerpo en una felina morada y cambiar su tamaño; Jetstream, un marroquí que generaba bioenergía térmica y se movía a velocidad sobrehumana; Roulette, una chica de Atlantic City que podía influir psiónicamente; Tarot, una lyonesa que podía manifestar mentalmente las imágenes de sus cartas de tarot; y un segundo Ave de Trueno, hermano menor del fallecido John Proudstar, el original Ave de Trueno, que poseía atributos sobrehumanos y una tremenda capacidad de curación. Un equipo de villanos a la medida casi siempre, que es lo que importa.

Un Marvel Gold, uno de los integrales más deseados por muchos desde que empezó dicha época de grandes publicaciones del pijameo. Los Nuevos Mutantes que acaba de editar Panini Cómics, los inicios como grupo de Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, así como los primeros diecisiete números de su serie, más algunos one-shots en los que participaban y ayudaban (o perjudicaban, todo hay que decirlo) con sus apariciones. Viviendo en un mundo donde dominar sus poderes mutantes y crecer en un mundo que los odia por sus increíbles diferencias con el ser humano de a pie. Una serie magnífica que muchos disfrutamos de pequeños, siendo una de las más leidas y buscadas en los kioscos de entonces. Finales de los 80s, en mi caso. Y como no recordar ser uno de los pocos de mi entorno que conseguía cada grapa que llegaba, gracias a mi amistad con el librero. En aquellos años, algunos podían tener cierta envidia, pero el caso no era siempre tenerlos. Eran años de gran amistad y solidaridad entre amigos, y como no había abundancia en la redundancia, pues para leer más, más cantidad de series, nos prestábamos unos a otros como si ni hubiera un mañana.

Así que me siento feliz. De algún modo sabía que esto llegaría. Marvel Gold: Los Nuevos Mutantes es uno de los tomos más deseados por los fans de los mutantes, además, de lo que está por llegar. Casi setencientas páginas a un precio genial, por lo que supone, con todo lo ideal para iniciarse con los jóvenes mutantes.

Chris Claremont en estado de gracia.

Reseña: Marvel Héroes. El Regreso de los Seis Siniestros, de David Michelinie, Stan Lee, Gil Kane, Erik Larsen y VVAA

Si estás en la onda de Spiderman, te habrás dado cuenta que se publican pocos títulos comparado a otros años. ¡Pero qué tomos, madre mía! Lo mejor de lo mejor en geniales compendios, llegan poco a poco a librerías, muchas, colecciones indispensables que se llegan a agotar por que Spidey siempre es Spidey. Aunque diría que algunos titulos apenas tienen repercusión en redes y eso que estamos hablando de unas muy chulas recopilaciones, para los que como yo, que pensamos de modo algo sibarita y ya tenemos una edad; le tenemos muchas ganas. ¿Sinceramente? Por que algunos ya no andamos para colecciones en grapa. Así que por todos los dioses, no me digáis que no mola muy mucho la idea de tener todo-todito-todo (algunos ya se lo solicitamos a Panini Cómics en su día); todo de El Regreso de los Seis Siniestros. Para mí, uno de las mejores arcos argumentales extensos del trepamuros, y para la comunidad, un top de tops de nuestro vecino favorito Spiderman. Un Marvel Héroes que además, en este caso, aporta esas aventuritas chulas donde Parker pierde los poderes arácnidos o se enfrenta en una dura lucha con el Doctor Muerte.

Los Seis Siniestros fue un grupo de villanos ideados y reunidos para/con un solo objetivo: MATAR A SPIDERMAN. La cabeza pensante, el siempre locuaz Doctor Octopus, que consigue una reunión de malévolos seres para ese fin y están en más de una ocasión a punto de conseguirlo. Dicho grupo, con el tiempo, contendrá diferentes líderes y diferentes componentes (¡Incluso se llega a crear unos curiosos llamados Los Doce Siniestros!), pero el objetivo, siempre será el mismo. Borrar al trepamuros de la faz de la Tierra o hacerle daño sin miramientos. Y es que después de sufrir tres derrotas consecutivas, un Doctor Octopus separado de su pack archipoderoso de tentáculos por un tiempo, consigue hacerse de un nuevo aparato que mezcla con su cuerpo. Con esa poderosa arma sale de prisión y rápidamente busca venganza. Por que como bien se dice ahora: La mejor venganza, es vengarse.

Se pone entonces en contacto con todos los supervillanos conocidos que han sufrido al arácnido, que se cruzaron con él y que, por supuesto, le guardan rencor. Más bien, le odian. Hablo de El Buitre, Kraven, Mysterio y El Hombre Arena. Ellos responden a la llamada. Y como ninguno está dispuesto a renunciar al honor de matar al canijo de mallas rojas y azules, deciden desafiarlo individualmente con un sorteo al azar. Provocándolo primero a más no poder (Los Seis Siniestros secuestran a la Tía May y a la secretaria del Daily Buge, Betty Brant y las tienen como reclamo para obligar a Spiderman a participar en las diferentes rondas); pero, ¿qué pasó? Pues que nuestro vecino favorito derrotó a Los Seis Siniestros uno por uno, burlándose encima, de esa inútil decisión de juntarse para después enfrentarse con él por separado… Pero todo esto fue antes. El Regreso de los Seis Siniestros es lo que sucede después. ¿Qué nunca segundas partes fueron buenas? Diganselo a la segunda parte de El Padrino, La Guerra de las Galaxias y a El Regreso de los Siniestros. Títulos que navegan libremente en ese mar de excepciones.

El Regreso de los Seis Siniestros vio la luz como arco argumental dentro de la serie regular The Amazing Spider-Man, entre los números #334 y #339. Pero cierto y verdad es, que se empieza a gestar bastante antes y se “soluciona” en bastantes números y aventuras después. Y como Panini Cómics es lista y lo sabe, de ahí que este genial Marvel Héroes contenga todas esas aventuritas y sucesos que comprendieron realmente la trama y que forman parte de la conclusión de la etapa de David Michelinie y Erik Larsen en la serie. Historias legendarias, en un tomo indispensable que incluye The Amazing Spider-Man #330-#350, el Annual #24, The Spectacular Spider-Man Annual #10 y esa joyita de Spidey como fue La Aventura Totalmente Diminuta, con la que Stan Lee y Gil Kane volvieron a casa.

Pues ahí va entonces una recomendación fácil, de las que se hacen solas y casi no hace falta que leáis esta reseña para saber que este volumen es de los que hay que tener. ¿Qué tenéis que recluiros un tiempo en casita, esas minivacaciones que parece que ahora recomiendan y que para muchos es posble hacerlo? Lecturas. Lecturas de las buenas debería recomendar el Gobierno. El Regreso de los Seis Siniestros debería estar en esa pila de recomendaciones para el aislamiento. Es más, si es así, probablemente tengáis que buscar algo más leña, por que hacía años que no disfrutaba tanto y me leía en tan poco tiempo un tochaco de tales dimensiones.

Un superhéroe en su mejor momento en la que fue para mí su mejor serie regular. Villanos a cascoporro llenos de odio y encuentros y desencuentros en los lugares más curiosos de una Nueva York que empezaba a ser centro de todos los males del mundo.

Lectura im-pres-cin-di-ble.

Reseña: 100% Marvel HC. Rondador Nocturno, de Dave Cockrum

Llamadme raro pero para mí, uno de los personajes más atractivos que han terminado por componer el universo Marvel siempre ha sido Rondador Nocturno. Con un par de sencillas reglas, y en una noche de inspiración de Dave Cockrum, se creó un personaje carismático, gracioso y original. Pícaro con el tiempo y con un poder aparentemente sencillo pero súper poderoso. Lo cuenta muy bien el editor Marvel Julián M. Clemente en una pequeña introducción al principio de este 100% Marvel HC Rondador Nocturno que recién publica Panini Cómics. Una buenísima recopilación de sus aventuras en solitario, una buenísima aportación a ese vacío que teníamos muchos en el corazón por la falta de obras donde aparece este magnífico personaje.

Como mutante, Kurt Wagner tiene la capacidad de teleportarse hasta una distancia máxima de unos tres kilómetros, además de una agilidad sobrehumana y diversas mutaciones en su aspecto físico como dientes ligeramente desarrollados, piel de color azul, tres dedos de gran tamaño en las manos, cola plenamente funcional acabada en un apéndice triangular en punta de flecha, ojos amarillos de demonio… En sus apariciones es representado como un personaje miedoso pero práctico, bromista, respetuoso y aficionado a los libros y películas de capa y espada. Un personaje que con cada historia aporta matices. Un ejemplo es que pese a ser perseguido por gente asustada que lo tilda de maligno y diablo por su aspecto, Kurt Wagner es católico. Y algunas cosas más que llegaron con el tiempo sobre su origen son: que resulta ser hijo biológico de Mystique y del demonio Azazel, y en su pueblo, Mystique fue perseguida y tuvo que lanzar al niño al río para salvarlo. Del que fue recogido por unos gitanos y pasó a formar parte de un circo ambulante. Tiempo después, la famosa escena del profesor Charles Xavier salvándolo de una turba enfurecida, para reclutarlo en la nueva Patrulla-X…

100% Marvel HC Rondador Nocturno, de Dave Cockrum, recoge las aventuras independientes (o con más protagonismo) donde aparece el personaje. Un viaje a otra dimensión (Enseñame el Camino a Casa…) donde junto a otros X-Men, es arrastrado a un antiguo reino de mujeres que quieren adorarlo como Dios o Rey, aunque el Desvanecedor hará de las suyas… Una oda a las historias de Fantasía veréis en El Cuento de Hadas de Kitty. Y como colofón la muy esperada por mí,, miniserie de cuatro numeritos de Rondador Nocturno, que se publicó en los gloriosos años 1985 y 1986, y donde el artista de circo Kurt todavía alberga sueños de aventuras épicas. Sueños que se hacen realidad cuando intenta rescatar al dragón de Kitty Pryde, y es enviado a una dimensión de piratas voladores, brujería y mucho saqueo.

Rondador Nocturno curiosamente tuvo sus inicios para la Legión de Superhéroes que ahora navega en costas de DC Cómics. Sin embargo, editores con poca visión de futuro de entonces lo desecharon “por gracioso” (¡Dios!). Nightcrawler fue entonces esa espinita que Cockrum siempre llevó dentro hasta que surgió la oportunidad de dibujar en Marvel junto al maestro Len Wein, un señor más abierto de miras, que mostró interés por los bocetos guardados en el cajón de Dave Cockrum. Se ponía en marcha así, aquel legendario casting de superhéroes para la nueva Patrulla-X. Y surgió la oportunidad de introducir a Rondador Nocturno junto a Tormenta, además de unos creados en conjunto Ave de Trueno y Coloso.

¿Resultado? Brillante. Por que fuera de que aquella Patrulla-X fuera la más exitosa creada con el brillante aporte de Chris Claremont, por supuesto, una buena parte de nosotros tuvo la oportunidad de conocer y empezar a amar a un personaje considerado a día de hoy casi de culto.

Sólo le veo una cosa mala en su haber: a día de hoy, nadie (y digo nadie) ha sabido caracterizarlo bien para la gran pantalla. Un personaje tan singular, de esos pocos que parecen nacidos para ser representados solo en su formato original. No le hace bien salirse de la viñeta. Y me da que es imposible.