Reseña: Elevación, de Stephen King

Hace casi justo un año de la llegada aquí de aquella disfrutable novela corta del Tito King como fue La Caja de Botones de Gwendy. Nos la trajo también Suma de Letras en un formato genial y llevadero y en tapa dura. Un librito que lo tenía todo para gustarme y me gustó. Es probablemente de los escritos más recientes de King que más he disfrutado y que más comento con alguien si hablo de historias de chulas del maestro. De esos que recuerdas cuándo y dónde los leíste. Bien, pues Suma de Letras, suma y sigue. Vuelve a hacerlo. Entre sus novedades, otro titulo que bien pudiera entrar en esa mini colección de obras inéditas; Elevación, en el mismo formato que la anterior y con una trama diferente y original. King a sus setenta y cinco años es un no parar.

Elevación comienza con Scott Carey visitando a un conocido casual que también es médico retirado. La razón de esto no es meramente social: Carey quiere preguntarle a Bob Ellis (doctor Bob como todavía se le conoce) sobre una pérdida de peso reciente y extraña que ha estado experimentando. Le explica que de repente comenzó a perder peso de manera constante y sin causa aparente. Y después de hacer que Ellis adivine, erróneamente, su peso, salta a lo imposible, le muestra la verdadera incógnita (la Twilight Zone) de la historia. Demuestra que no solo ha caído a un peso que no parece consistente respecto a su constitución y estatura, sino que también pesa lo mismo sin importar lo que use o tenga encima en ese momento. ¿Cómo? Como suena. Paranoia de las buenas. Después de una conversación la mar de interesante, y la oposición de Carey a ir a un médico que ejerza actualmente («Porque estaría entrando en el sistemas».), el doctor jubilado le hace prometer, que le mantendrá al tanto del transcurso de los acontecimientos y cambios que pueda sentir, en las próximas semanas.

Pues algo gordo está por venir.

Esto debería ser más que suficiente para atraparte, ansiarte y que quieras saber qué pasa o cómo termina todo. El don de Stephen King desde que empezó a escribir en todo su esplendor siempre ese tipo de enganche. Premisa intrigante de algo en principio banal, pero que a nadie se le ha ocurrido poner en el candelero. No obstante, el maestro lanza (también aquí) una subtrama que involucra a las nuevas vecinas de Carey, Deirdre McComb y Missy Donaldson, una joven pareja de lesbianas casadas que acaban de abrir un nuevo restaurante en Castle Rock. El cual no va muy bien, por cierto, y en principio, por la comida aunque todo huele a que bastante más por la inclinidad sexual de estas chicas. Un toquecito de atención a la administración actual USA, por supuesto. Bien pues una vez que conoces la trama secundaria de Deirdre y Missy, lo sucedido con la pérdida de peso de Carey se acelera y… Me callo. Aquí es donde la trama despunta. Así que no revelaré más. Pero incluso la relación de Carey con el gato de su ex esposa te hará soltar más de una sonrisita…

Es así de fácil. Un nuevo lanzamiento de Stephen King es siempre una perspectiva interesante. Por un lado tiende a ocluir otras obras en el campo del Terror; comprensible considerando la larga sombra que proyecta. Luego está el tema de la expectativa: ¿será tan bueno como esos trabajos de él que te hicieron vibrar, imaginar y en algunos casos incluso te incitaron a escribir en su día? ¿Será horror o una de sus obras suyas convencionales que saca de vez en cuándo? La naturaleza humana se basa hoy en día en formarse opiniones preconcebidas, hacer suposiciones sobre lo que uno desea, pero sabes que tarde o temprano (o con cada nuevo título) King te atrapa. Elevación es una buena ensalada de todo lo que digo. Con opiniones dispares en USA, a mí su premisa me enganchó. Y en dos sentadas lo he devorado. Qué bueno fue, es y será siempre el maestro de Maine.

Eterno.

Reseña: Holly, de Stephen King

Holly es un himno a la sombría e inconmensurable lucha que es la verdadera búsqueda de la justicia. El último libro publicado de Stephen King en nuestro país, es eso, la tenaz búsqueda de la verdad por parte de la famosa detective Holly, lo que verdaderamente impulsa el libro. Con el trasfondo del coronavirus, Black Lives Matter, Trump y el asalto a la Casablanca, hechos donde incluso la protagonista protesta contra las injusticias de nuestra época. Porque Holly es muy buen libro, da miedo, y es actual. O está de moda, como se suele decir, y es que quién siempre da en el clavo haciéndonos sentir como mínimo inquietud con hechos y seres cuanto más cercanos mejor. Una novela que millones de fans de King han estado esperando que escriba.

La investigadora privada Holly Gibney fue presentada a los lectores como un personaje destacado de Mr. Mercedes, y luego apareció en End of Watch y The Outsider (El Extraño). Pero esta novela que recién publica Plaza & Janés en nuestro país trata totalmente sobre Holly y no puedo ser más feliz por eso. Desde la primera página, sabía que me esperaba un viaje salvaje cuando la historia comienza el mismo día de mi cumpleaños (tengo una teoría muy loca con este tema), y con una escena potente, potente al estilo de una buena película de Terror. Jorge Castro, escritor residente en Bell College, sale a correr por la mañana. Se encuentra con un par de antiguos colegas, los ancianos y ahora jubilados Rodney y Emily Harris. Y como en un evento de la vida del asesino en serie Ted Bundy, parecen tener dificultades para subir la silla de ruedas de Rodney a su camioneta. Cuando Jorge interviene para ayudar, será su último acto heroico cuando le clavan una jeringa en el cuello y lo noquean…

Jorge se despierta en el sótano de la casa de los Harris en lo que parece ser una jaula. Le dan poca agua y extraños alimentos para comer, como trozos de hígado crudos y ensangrentados. No tiene idea de por qué sucede esto ni de lo que podría suceder a continuación. Comienza esa inquietud que tantas veces hemos vivido… leyendo o viendo historias sobre secuestros, y desde allí, Castro, todo lo que escucha es que Emily se refiere a él con un insulto étnico que nunca espera.

King hace un gran trabajo al no revelar el significado tras este impactante encarcelamiento. Pero tienes la sensación de que cuando te permita echar un vistazo tras el velo del mal, la espera habrá valido la pena. Y lo vale.

Holly, en la agencia de detectives Finders Keepers, lidia con la muerte de su madre por el famoso bicho que tiene al mundo entero acojonado. Simplemente necesita lanzarse a un nuevo caso para escapar de su dolor. Es cuando la contrata Penny Dahl, cuya hija adulta, Bonnie, ha desaparecido. Si bien Holly inicialmente tiene la esperanza de encontrar a Bonnie sana y salva, sabe que a medida que pasa el tiempo, el resultado más probable será descubrir su cadáver después de un asesinato violento. Las pautas normales cuando un secuestro o desaparición se alargan. No obstante, Holly no tiene idea de lo cerca que está de la verdad. Aquí está genial como King cuenta lo ocurrido con Bonnie como otra víctima más de Rodney y Emily, aunque ya hemos hecho un viaje al pasado con un par de otros secuestros cometidos por ellos. Pero a través de la experiencia de Bonnie, nos damos cuenta como realmente estos dos se las gastan y el objetivo real de sus actos, delito contra la libertad de las personas. Por supuesto, no lo revelaré aquí nada más, pero créanme cuando digo que es inesperado y horrible de una manera que sólo Stephen King podría concebir. Todo lo que diré es que Holly tendrá la oportunidad de experimentar lo que Bonnie y todas las demás víctimas vivieron. Si puede escapar con vida, tendrá una gran historia que contar. Pero lo va a pasar muy mal.

A pesar de la ausencia de elementos sobrenaturales, Holly es un thriller pero también una novela terror psicológico como hace mucho que no leía. No sé por qué me trasladaba a veces a la genial American Psycho, de Bret Easton Ellis. Los lectores más sensibles se encogerán de terror en ciertos momentos y animarán (¿en voz alta?) a que Holly siga adelante.

King nos presenta otro clásico viaje aterrador justo a tiempo para leer cuando se acerca la temporada más aterradora del año. Friends, uno de los grandes placeres de la vida, es tener nueva novela de Stephen King para leer en Halloween.

Reseña: Almuerzo en el Café Gotham, de Stephen King y Javier Olivares

Almuerzo en el Café Gotham es un cuento de terror del escritor y ya maestro eterno por los siglos de los siglos Stephen King. Una de esas historias nacidas de una anécdota que surge, y uno (como autor con don) va corriendo a casa para poder transcribir al papel lo antes posible. Antes de que se le olvide el más mínimo detalle de lo imaginado. La inspiración. La musa. Me ha pasado y sé lo que es. Y en mi humilde opinión, salen de esos momentos relatos chulos (no tengo abuela). Pero que al maestro King, a poco que lees sus relatos, libros y demás ocurrencias, te enteras de cómo se le ocurrió tal o cual historia, y ves que esas «flechas de inspiración» hacia su mente receptora es algo que le ocurre en su vida a cada momento.

El caso es que Almuerzo en el Café Gotham es un relato que se publicó originalmente en 1995 en la antología de varios autores Dark Love. Tiene un potente aliciente y se podría decir que es una historia que rompe con las historias habituales de King al no haber ningún elemento sobrenatural. Aunque el terror psicológico sí que ya lo mostró en tramas de publicación temprana. Y donde un señor llamado Steve Davis llega a casa un día y encuentra una carta de su esposa, Diane, que le dice fríamente que lo deja y que quiere el divorcio. Él se encuentra desconcertado y se deprime cada vez más. La partida de Diane lo impulsa a dejar los cigarrillos y comienza a sufrir abstinencia de nicotina. El abogado de Diane, William Humboldt, llama a Steve con planes de reunirse con los dos para almorzar. Se decide por el Gotham Cafe y fija una fecha. El abogado de Steve no puede asistir debido a una crisis familiar. Sin embargo, a pesar de las advertencias de su abogado, Steve está decidido a mantener la cita y volver a ver a Diane una vez más…

Llega el día y los nervios lo corroen, por la situación tan desconcertante, por ver de nuevo a su pareja y por tener que afrontar uno de los momentos mas duros de su vida. Pero nada de eso es comparable a los horrores y el terror que va a encontrar en el particular Café Gotham de Nueva York. Y eso es lo que se encontrará nuestro protagonista. Lo que esperaba como un posible acto de reconciliación acaba por ser uno de los momentos más traumáticos y surrealistas de su vida. Y quizás de la tuya, porque ya no mirarás a los camareros de la misma forma…

Y mira que son muchos los que han pasado ante mis ojos, pero tengo que decir que uno de los villanos creados por Stephen King que más me han impactado y que más recuerdo es este Guy que es capaz de ir empeorando la trama ya tensa con cada participación en la historia. No sé si os pasa pero para mí, camareros y jefes de cocina, son gente a la que hay que respetar. Y temer. ¡Juegan con tu comida! O al menos, la sirven. Un mal gesto, una mala respuesta y las consecuencias pueden ser fatales si bebes o comes en el sitio. Eso sin contar que no lleves el horror ya intrínseco aunque te portes bien. Como todo trabajo, todo queda en el honor de cada persona, sí, está claro, pero que me digan si ellos no tienen un pase directo VIP hacia tu intestino y eso en un maître psicótico y homicida puede resultar fatal.

En apenas noventa páginas (lo que se considera un cuento largo) el maestro de Maine construye una historia macabra que acaba de rescatar ahora Nørdica Libros en una bonita y llevadera edición ilustrada por Javier Olivares; historietista nacido en Madrid, un referente de la ilustración que ha trabajado en publicaciones conocidas de este país como la revista Rolling Stone, Quo, El País Semanal, el diario El Mundo… Además de ser autor de numerosos libros, cuentos y novelas. Por lo demás, leer este relato te cambia la vida. Sobre todo, al que ama comer fuera de casa.

Cuidadín, cuidadín.

Reseña: Cuento de Hadas, de Stephen King

Los cuentos de hadas no necesariamente involucran hadas. Podrían llamarse más acertadamente cuentos fantásticos o maravillosos, narraciones que inspiran asombro y miedo. Un miedo terrible que esplendían cuanto más atrás en el tiempo nos vayamos. Mínimo unos doscientos o trescientos años atrás donde el bosque más cercano a casa, ese dónde jugábamos a la luz del día, se convertía en un monstruo terrible de ojos acechantes en cuanto llegaba la noche. La noche más oscura. Miedo a lo desconocido, a lo raruno, a lo diferente e incluso a cosas que teníamos más a mano. Temas que se trataban en los fairy tales donde incluso una historia de amor se podía convertir en una de terror. Y se convertía con esos tintes de oscuridad casi necesarios para atrapar al lector o al escuchante. El trasfondo era describir el crecimiento de los niños hasta convertirse en adultos socializados. Los cuentos de hadas transmitidos de forma oral vinculados a juramentos y encantamientos. Las estructuras repetitivas y las partes constitutivas formuladas los convertían en hechizos: cuentan una historia, adormece a un niño, destierra el mal y les hace sentir que el horror o lo benévolo anda lejos. Pero no tan lejos…

La última novela del dios Stephen King juega con esto. Y acaba de ser publicada en español y ya ha sido disfrutada por mi parte. Porque Cuento de Hadas no tiene un potente brillo a polvo de hadas pero esplende tanto regustillo a clásico y a miedo, miedo de verdad. Combina la gramática del cuento de hadas con la de los pequeños pueblos norteamericanos y misterios de antaño de la época colonial. Agregando horror corporal y rarezas alienígenas. Todo bajo una arquitectura monumental e imaginativa. Como hacían muchos cuentos de hadas, critica la tiranía y la homogeneidad y enfatiza el ingenio y la inteligencia de los débiles contra los fuertes. También es una novela profunda y con una aguda conciencia de sí misma. El héroe de King para este caso es Charlie Reade (a una letra de distancia de «Reader») se somete a eventos extraordinarios que pondrán a prueba su inteligencia, integridad y fuerza. Un chico que hace una promesa a Dios: si su padre se recupera del alcoholismo (provocado por la muerte de su esposa), hará el bien en el mundo. Y esto sucede. Por lo tanto, se encuentra cuidando a un anciano gruñón, el Sr. Bowditch, y su perro, Radar (también a dos letras de vosotros, queridos lectores). Y bien. Esta situación que va in crescendo gradualmente, mola mogollón porque estamos en un entorno maravilloso como es la casa victoriana y escalofriante de Bowditch (al más puro estilo C. S. Lewis), donde obviamente algo anda mal.

Tenemos extraños chirridos emanando de un cobertizo, pepitas de oro que aparecen de forma inusual, lo sobrenatural está a un paso. Sin embargo, la ternura hogareña y creciente entre Charlie y Bowditch (y crucialmente con Radar) nos ancla en lo real y nos prepara para ser arrastrados a lo irreal cuando menos lo esperamos. Pues tirados nos deja cuando en la segunda mitad del libro… ¿lo digo? (bueno, viendo que está en la sinopsis no creo que sea considerado alto-spoiler), nos deja tirados cuando llega la muerte del adorable señor Bowditch. El dulce ermitaño que recién había cambiado moral y forma de ver la vida de Charlie, de pronto, se nos marcha. Lo que nos lleva al descubrimiento de una cinta de casete que contiene una historia increíble y el gran secreto que Bowditch ha guardado durante toda su vida. En el cobertizo hay un portal que lleva a otro mundo.

¿Así que Stephen King escribió su propio cuento de hadas retorcido? Esto he leído en varios sitios. Creo que este tipo de comentarios viene de gente que apenas ha leído una o dos historias del maestro. Sobre todo, en sus inicios, rara es la historia del «chico» de Maine que no acaba de forma retorcida. Es su punto fuerte. Convertir algo cercano, común y mundano en un tema aterrador. Entonces, ¿Cuento de Hadas es una historia de portales que homenajea a las clásicas historias de Ciencia Ficción? ¿Es una trama de portales terroríficos que traen engendros al más allá al estilo Hellraiser? ¿Se confirma que esta trama está relacionada con La Torre Oscura? A ver friends, ¿qué historia de King con portales no lo estaría? Tenemos ese “otro mundo” llamado Empis que es pura magia e inspiración y está lleno de insectos gigantes, realeza y como en cualquier buen cuento de hadas, villanos y monstruos. Stephen King combinó sin esfuerzo el horror y la fantasía en este libro. Pero por mucho que he disfrutado la lectura de Cuento de Hadas, hubo algunas cosas que me hacen no darle el notable (el sobresaliente para mí de King sólo sería a sus títulos ochenteros, lo siento), a lo que voy es que Cuento de Hadas tiene un final demasiado apresurado. Y sí, sé que esto es una de las debilidades del Tito King pero en una trama como esta hay tanta acumulación e historia de fondo que un final así… que sucede y ya está… Uff no me queda nada bien. Da la sensación de decir: o paro aquí, o esto se convierte en trilogía. Y ya soy muy viejete para perder el tiempo en trilogías.

Además, para nada de las para-nadas, recomiendo leer el Epílogo de Cuento de Hadas. Trastoca la historia y, en mi opinión, para mal. Obviamente, no voy a contar nada. Pero esto además es súper raro en King. Suena a imbuido…, aunque dudo que a estas alturas nadie sea capaz de persuadir al maestro en sus ideas. El caso es que los personajes son el corazón, la sangre, el cerebro y los pulmones de este libro. Y cada uno de ellos, incluso los villanos, tienen un poderoso encanto. La caracterización es asombrosa y Radar puede ser el mejor perro ficticio de la historia. Pero my friends, nunca, nunca, nunca, toquen un pelo de lo que más fuerza da a un libro. Quiero decir: ¡NUNCA! Y aquí se ha hecho.

¿Recomiendo su lectura? Obviamente, cualquier nuevo título de King es como mínimo interesante. Intentarlo siempre con un nuevo título del mejor escritor de Terror de todos los tiempos, eso ni dudarlo. Y más cuando hace años que pienso que antes de «irse» nos dejará una obra digna de cierre de una enmarcable y próspera vida de escritor.

Reseña: American Vampire Vol. 1, de Scott Snyder, Rafael Albuquerque y Stephen King

«Se siente mucho en American Vampire, la presencia del Rey del Terror».

Es la frase que se me viene a la mente cuando me pongo a leer esta serie. Contaré tambié que una de las novelas de Stephen King que más me marcaron y que aún hoy me inspira mil es, sin duda, El Misterio de Salem´s Lot. La historia de vampiros de King por excelencia. Creo que recordaré toda mi vida cuándo, cómo y dónde estaba cuando la leí por primera vez. Es lo que sucede con los grandes libros, con las grandes historias y esta trama crea una odisea maravillosa sobre el horror del vampirismo dentro de la ruralidad de un pueblo que… ooohh. Contando la vida de cantidad de personajes, la vida de todo un pueblo, la virtud de mostrar de cada uno lo justo para conocerlos, odiarlos y amarlos. Y los acontecimientos que se le vienen encima a todos con la llegada de un nuevo inquilino. O de dos. O mejor dicho, de tres. Pero, en realidad, lo que me encantó de aquella novela, fue como King había conseguido crear su Drácula, unos muy buenos personajes vampiros, sin que recordáramos el clásico de Bram Stoker casi en ningún momento. Por eso, cuando me enteré de que King volvía a la carga con aquellos seres y encima guionizando un cómic me llené de expectativas. Y hago bien en deciros que las altas expectativas son muy peligrosas pero cuando el resultado cuadra con lo que esperas, se te abre un mundo realmente maravilloso.

En American Vampire nos enfrentamos a una historia que tendrá lugar a finales del siglo XIX y principios del XX. El Oeste Americano y la Edad Dorada del Cine. Es ahí dónde nos encontramos con un joven Skinner Sweet y una venganza. Entonces, todo se nos viene encima. Vampiros europeos, dos chicas deseosas de alcanzar la gloria como actrices e inmiscuidas en una trama sangrienta, una ajuste de cuentas, una historia de amor resuelta, una historia de amor sin resolver, un escritor presentando su novela de Terror ante el público (¿de quién será esta idea?) y atestiguando que no es ficción lo que cuenta…

El dibujante brasileño Rafael Alburquerque brillando con luz propia también. Un deleite de dibujos en casi cada página. Y para colmo, Scott Snyder y King atosigándonos con constantes giros argumentales, diferentes transformaciones y vampiros fuera de ley con nuevos poderes y debilidades. Como si de un duelo se tratara, se retan y cada uno elaborará un capítulo de cada ejemplar. Pasado y Futuro, Presente y Pasado, dónde obviamente sólo veremos envejecer a los humanos. El paso del tiempo, resolviendo cabos, finales de número, de arcos, de tomo, magníficos que dejan con la miel en los labios. Y con la máxima en la frente marcada que indica que ésta es la historia del primer vampiro americano. Tenemos así el primero de los volúmenes recopilatorios que ECC Ediciones publica en nuestro país. Los once primeros números de la serie, casi cuatrocientas páginas que narran la historia de una nueva raza vampírica, en una épica generacional que muestra la sed de sangre que subyace bajo una de las épocas más distintivas de los Estados Unidos.

Astuto, despiadado y malo como una culebra, Skinner Sweet es un pistolero completamente corrupto. Cuando los vampiros europeos llegan al Viejo Oeste americano, convierten a Skinner en una auténtico monstruo: el primer Vampiro Americano. Pero, ¿cómo os quedáis si os cuento que Skinner se convertirá en algo completamente diferente a lo conocido? Una nueva raza de vampiro más fuerte e inmune a la luz del sol, que odia a todos y cada uno de sus aristocráticos ancestros europeos. Y viene con ganas de hacer estremecer a la tierra de las oportunidades.

Aparte de Salem´s Lot…, American Vampire es un cómic que podría ser también una continuación y/u off-topic perfecto del libro de King, la genial The Stand (Apocalípsis). Tiene ese poderoso ambiente de desgracia y cuenta muy bien lo que nos espera cuando el mundo que conocemos empieza a irse al garete.

Reseña: Billy Summers, de Stephen King

Una tradición es, en todos los años que llevo haciendo reseñas, el hablaros de un libro del Tito King para Halloween. Que menos que tratar un libro del maestro ese que tanto ha hecho por el Terror desde que tengo uso de razón. Entre sus libros podemos encontrar una extensa cantidad de obras con los más diversos temas. Ensayo, Fantasía, Ciencia Ficción, Novela Contemporánea o incluso de costumbres. Más géneros fuera del producto estrella como es el Terror. Sin embargo, analicéis la novela que analicéis, rara es la historia en la que el horror no está presente. A veces, más visible, otras menos, escondido tras una madre cuyo hijo se pierde y parece que han abusado de él, un hombre negro inocente que va a la silla eléctrica o unos chicos en la playa que ven como se acaba del mundo… El Terror siempre está. Porque la vida es así, a poco que te levantes de la cama cada día, el Terror yace escondido esperando. Está no solo en esas canicas que oyes todas las noches en el piso de arriba donde supuestamente no vive nadie, también está en cruzar la carretera de lunes a viernes con tus hijos para ir al cole o en abrirle la puerta a alguien que piensa que es un vendedor a puerta fría… En esto, en todo esto, Stephen King nos ha hecho ver que tenemos el Terror a un paso. Y es el mejor exponiéndolo.

Billy Summers acaba de publicarse en nuestro país. Llega un octubre más de felicidad con una obra del Tito King con la que disfrutar. Aquel del que dicen que va de capa caída… cosa que no se lo cree ni el que lo dice. Pues anda que no están llegando en los últimos años grandes historias con ese bendito manto del maestro de que todo lo que escribe termina en peli o serie de TV. Bien, pues Billy Summers es lo que se denomina un thriller criminal. Con un personaje principal que es un sicario con conciencia, que detalla la lenta preparación de lo que será su último trabajo. Para ello, como alguien que se toma en serio lo que hace y es meticuloso por el bien de sus pelotas; se enreda durante semanas en una comunidad de vecinos mientras espera a que llegue su objetivo. Para ello, construye dos identidades alternativas para sí mismo: una vida de portada para dar a sus vecinos y a su cliente potencialmente peligroso, y un tercer alias secreto para emergencias que nadie más debe conocer. Y un cuarto, supongo, ya que cuando sabemos de sus pensamientos vemos que en privado es mucho más inteligente que el simple matón al que el mafioso cree haber contratado…

Además, Billy descubre que también tiene tiempo para escribir sus memorias (esta parte me encanta), donde se nos revela su pasado como joven problemático y francotirador del ejército norteamericano en Irak. En algunas reseñas, he visto quejas de este tramo de la narrativa y no lo niego, puede que no guste a ciertos lectores. Es como cuando los hombres nos ponemos en algunas reuniones a contar batallitas de la «mili» y las que no la hicieron terminan por aburrirse. Quizás por eso me encantó, tengo más años que un bosque, hice la odiada por muchos «mili» y encima fui militar un tiempo. Pero a mis amigos y amigas a los que esto no les interese, quizás sí les guste saber que esta parte del libro tiene mucho y estrictamente relacionado con otra novela de King llamada 22/11/63. Ahí lo dejo.

El resto de la novela tiene un desarrollo bastante inorgánico y con sorpresas de guión que yo por lo menos no esperaba. Porque no es una trama que crezca de forma gradual básica como se suele hacer. Y esto quizás sea otro tema que saque a la gente de narración, sobre todo, a los que no son muy de los últimos libros de King. Tiene giros como traer a una señora a mitad de novela a la vida del protagonista. Literalmente, una mujer a la que unos hombres violan en grupo y la tiran a una cuneta. Una chica que nos cuenta su vida… y una chica que en última instancia, se enamora de su salvador. Pues Billy la cuida hasta que recupera la salud, y tiene que ocultar repetidamente su erección mientras rastrea a sus agresores para vengarse. Más tarde, nuestro “héroe” y su improbable compinche hacen plan para infiltrarse en la casa del hombre que hay que matar para acabar con esta vida de mata-vidas que lleva Billy. La jubilación a un paso.

Como narrador de historias King continúa demostrando el talento en bruto que sigue siendo pese a su edad. Escribirá él, alguien escribirá lo que dicta, tiene a cantidad de esclavos haciéndolo en una habitación a base de agua y pan… Lo que quieran decir. Para mí siempre será un autor querido y amado como persona. Con una carrera de época, un superventas que ha tapado tantas bocas en USA y en el mundo, que han terminado por aceptarlo. De hecho, me parece un crimen que no se le reconozca a un escritor así el Premio Nobel de Literatura al que estaba propuesto este año. De traca que se lo den a una autor que tiene tres libros en el mercado y casi ninguno publicado en español. El segundo idioma más hablado del mundo.

Billy Summers es cierto que comienza con mucha fuerza y luego se achanta. Se desvía en algunas subtramas que no serán del gusto de todos/as. Pero como historia general, se disfruta como peli de género thriller que es. Con un final bastante bien logrado como para querer seguir y seguir a poco que queden veinte páginas. La historias nuevas de King serán mejores o peores, engancharán más o menos, a sus más de setenta años, de vez en cuando, salta una joyita de nuestro género favorito como es Después (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5361). Ya solo por eso siempre hay que darle una oportunidad a todo lo que llega. Como mínimo son historias que dan un nivel alto. Cosa que pocos autores consiguen.

Eternamente agradecido a la labor del maestro. Aquí un Lector Constante.

Reseña: Después, de Stephen King

Lo siento, pero sigo siendo de esas personas en las que aún se enciende una llamita cuando está en ciernes una nueva película de M. Night Shyamalan y/o un nuevo libro de Stephen King. Dos maestros para nada comparables (por fin el Tito King es considerado un maestro a todos los niveles en su tierra y no como en los 80s cuando los críticos quisieron dañarle al máximo); pero dos creativos que han aportado muy mucho a mi vida literaria y fílmica en cuestión de gustos. Por lo que el tema está claro. King saca historia y ahí estoy yo uno de los primeros. No quiero que nadie me cuente nada, no quiero saber nada ni por casualidad y quiero leer/tener súper-ya su nuevo título Después (Later) que como siempre publica en nuestro país Plaza & Janés. Una novela que os digo ya que se devora en nada. Este Lector Constante que os escribe ha disfrutado de lo lindo. Una tarde-noche-desayuno me duró esta novedad. Hacía tiempo que no leía tanto y tan rápido. Increíble el enganche que me produjo Después. Por que King sigue siendo capaz de emitir ese tipo particular de magia entre lector y escritor, que muy pocos consiguen. Telepatía, que la llamó una vez. ¡Y con tantos libros! Lo sabe uno/a cuando tienen entre sus manos una nueva novela del de Maine. Una sensación difícil de describir si no la has vivido.

En nuestro país es difícil de ver que los personajes contenidos en las portadas de sus novelas tienen ese inconmensurable esplendor de ambiente que King aporta en sus historias. Es mi única crítica. Pero me alegra ver que las editoriales poco a poco está esforzándose en esto (os confieso que hay portadas de libros de Terror USA que tengo enmarcadas). Pero yendo a lo que vamos, Después, la recién publicada novela de Stephen King en nuestro país, logra exactamente el tipo de consuelo escalofriante que buscamos los Lectores Constantes, como nos llama el Rey del Terror. Ese consuelo que intentamos calmar, al menos, una vez por año. Por favor, que nunca nos falte este hombre…

En parte thriller de detectives, en parte, género de Terror, Después es el libro que debéis leer y disfrutar en estos piscineos y playeos que se avecinan. Cuenta la historia de Jamie Conklin, un niño que vive con su madre soltera, la cual mantiene a su hijo como agente literaria en la ciudad de Nueva York. Jamie es un niño relativamente normal, salvo por el hecho de que puede ver (y hablar) con personas muertas. ¿El Sexto Sentido? Sí, ese mismo encuadre. Está claro y se hace inevitable pensar desde el primer momento en el film de 1999 de Shyamalan. Y como King puede ser de todo menos tonto y fue consciente de las similitudes, hace que Jamie informe intencionadamente al lector con “Esto no es como en esa película de Bruce Willis». Pero no estoy seguro de que esto a muchos de ustedes os valga: su habilidad en Después es muy similar a la Cole (Haley Joel Osment en El Sexto Sentido). Sin embargo, sí que hay diferencias notables. Por ejemplo, en esta novela los fantasmas parecen seguir dos reglas muy particulares: primero, siempre dicen la verdad, y segundo, desaparecen a los pocos días. ¿A dónde van? Terror puro me dio descubrir que King nunca lo cuenta…

Aprovecho para deciros que estamos ante una novela que considero corta pese a sus doscientas y pico páginas. Incluso con la rapidez que se lee, las sensaciones son de estar leyendo un cuento largo por como está construida. No sé si os pasa, pero a mí con algunas de las novelas chulas que ha escrito King, no quería que terminasen. Me pasó, por ejemplo, con IT, que no es de las nuevas (1986), pero es un tochal de los buenos. Y cuando la terminé me sentí vacío como cuando finalizamos una relación con la que hemos disfrutado mucho. Por cierto, hilando temas, los lectores familiarizados con el bestseller IT, se emocionarán al descubrir que en Después se rescata el Ritual de Chüd. Aquel que el Club de los Perdedores utiliza para enfrentarse al demonio interdimensional conocido como «It». En Después, Jamie nos pone en contacto directo con un ser cósmico muy inquietante y similar, y hasta aquí puedo leer…

Las muchas virtudes de King brillan nuevamente. No me gustan esos comentarios sobre el Rey del Terror en ciertas reseñas donde alegan: ¡Ha vuelto! A ver, a ver, a ver, friends. El Tito King es como la canción de Taxi que repite una y otra vez: Jamás me fui. Aunque sí que es cierto que cuando llevas mucho tiempo sin leerle impresiona su habilidad para traer una letanía de horrores que en principio son clichés que no debieran asustarnos. Pero funcionan. Y depende de donde te encuentres, la situación y el momento, puedes pasarlo realmente mal. Jamie Conklin se enfrenta no solo a fantasmas y a la amenaza de un poderoso ser, sino también a enfermedades hereditarias, el colapso de la vivienda de 2008 y el aumento de las facturas de hospital. Me cautivó particularmente la relación entre Jamie y su madre. Tampoco creo que nadie pueda captar mejor la particular angustia que surge al envejecer y descubrir que los adultos no son tan infalibles como alguna vez pensaste. Aparte, King consciente de su público y de las constantes críticas por sus flojos finales, aquí aporta un impactante final que hará que muchos de vosotros (como yo) busque en Internet para saber más del “tema”.

¿Sinceramente? Estáis tardando en leerlo.

Reseña: A Tumba Abierta, de Joe Hill y Stephen King

Me enganché a Joe Hill en realidad con un cómic. Formato para el que creo que tiene un enorme potencial. Fue con la traslación de un relato que él mismo escribió para su primera antología llamada Fantasmas. Me interesa este autor porque a pesar de ser el hijo de quién es, he comprobado que con el tiempo la buena semilla, el don para escribir Terror, lo tiene. Con el tiempo, he podido ver la evolución de un escritor cada vez más confiado en sus habilidades. Sé que hay gente que no traga su novela debut El Traje del Hombre Muerto, pero a mí me encantó. No obstante, todo lo que se ha ido publicando en nuestro país tras esa novela, sí que tiene una buenísima aceptación. Hay mucho flipe con las originalidad de historias que propone. Acudo a Nocturna Ediciones, que es la genial editorial que nos está trayendo sus obras en nuestro país, para deciros que Joe Hill en la actualidad es autor de novelas súper-ventas, premiadas, como Cuernos (que tuvo peli con un mayorcito Harry Potter como protagonista), NOS4A2: Nosferatu (adaptada a la televisión por AMC) y Fuego (próximamente llevada al cine por la 20th Century Fox). Todas ellas novelas que podéis encontrar en dicha editorial. Pero si por algo es conocido Joe Hill es por ser creador junto a Gabriel Rodríguez del magnífico cómic Locke & Key, que también se trasladó a serie de TV. Como veis, está marcado por «la maldición” de su padre Stephen King. Las productoras cinematográficas se pelean por comprar los derechos de todo lo que escribe. Y esto no es moco de pavo.

Ahora llega su segunda colección de cuentos, A Tumba Abierta (Full Throttle), y aunque se cuenta que estos relatos fueron escritos durante un período de 13 años, muestra la marca de un autor que se independizó ya a pasos agigantados de la sombra eterna de ser hijo del Rey del Terror como es. De hecho, A Tumba Abierta es súper interesante por que en dos de las 13 historias de la colección (ese número nuevamente) comparte co-autoría con su viejo. Y tras leerlos, concluir que hay una diferencia que se puede detectar entre el estilo de escritura de Hill y el de King. Sí, lo he detectado. Hill me parece un poco más refinado y comedido cuando se trata de narrar el horror, mientras que King está listo siempre y es capaz de ir a lo profano y lo más asqueroso fácilmente. El típico señor que está de vuelta, que no tiene que convencer a nadie, que pasa de todo y escupe cada dos por tres en la calle…

Se detecta la diferencia porque son como la luz y el día. Comparando los dos estilos, puedes jugar a ese juego de quién escribió qué y cuándo. Una de las historias (Lo único que me importa eres tú) parece un poco cursi, de hecho, está ambientada en un mundo donde los robots conceden deseos y esos deseos implican poder flotar desde un rascacielos alto hasta el tierra en una membrana similar a una burbuja. Es evocador, un poco zen y no es el tipo de historia que escribiría Stephen King. Es la prueba de que Hill es de una época de escritor diferente a la de su padre y sus influencias están más arraigadas, por ejemplo, al estilo de Neil Gaiman. Algo que no he dicho aún, pero se me parecen una barbaridad. Incluso más cercano es, a un Ray Bradbury o Richard Matheson, y él mismo lo aclara en la Introducción.

Dice tener una deuda con ambos.

Al igual que en toda antología, hay relatos que funcionan mejor que otros. En A Tumba Abierta, me da la sensación de que te molará uno u otro en función de tus gustos. Porque todos tienen una alta calidad pero en su totalidad tocan géneros literarios fantásticos distintos. Para mí, El Carrusel de las Sombras no es tan memorable como Acelera, por ejemplo. El cuento que abre el tomo y que loco ando por que llegue ya la adaptación de este relato que haciendo la HBO. Lo que no se me puede rebatir es que la originalidad está en los relatos El Diablo en la Escalera y Twiteando desde el Circo de los Muertos. En como están escritos. No digo más. Sin embargo, una de las historias que más me ha marcado es La Estación de Wolverton; trata de un ejecutivo de una cadena de cafeterías que una noche se topa con una especie de guarida de hombres lobo mientras viaja en un tren por la famosa estación inglesa. ¿De esto no se hace peli?

Historias palomiteras, entretenidas, la escritura bastante deslumbrante, con Hill descubrí que a veces las personas que tienen problemas morales sobre cómo hacer lo correcto, terminan desapareciendo. Sí, en el mal sentido. Y eso es muy real. Los buenos se van antes. Y nadie es perfecto, ¿no? Para colmo, en esta antología, Hill comparte el mismo rasgo que su padre y otros muchos escritores que han puesto de moda poner en sus antologías, al final del libro, el cómo se le ocurrió tal relato o lo que piensan de ellos.

Me encanta.

Reseña: La Sangre Manda, de Stephen King

El verdadero poder de los escritos del maestro Stephen King es que estos mismos sugieren que el peor Terror de todos nace o se hace en lugares. Y a ser posible, dentro de la amabilidad, la satisfacción de alguien, si hablamos de sus historias más oscuras como El Resplandor o Cementerio de Animales. No ofrecen ninguna esperanza. Pero la mayoría de las veces, el interés del Tito está en el “buen corazón” y la compasión que desafía a la oscuridad a las afueras de una comunidad. Debe llevar algo en su interior que le incita a dar información (con novelas constantes para lectores constantes) sobre el horror interno. Y en esa parte de esos mundos malévolos navega La Sangre Manda, la reciente novedad de aparición en Plaza & Janés, una colección de cuatro novelas cortas.

La Sangre Manda es un regreso a casa, tanto para King como para el lector. Cada uno de los cuentos es un regreso a un terreno pisoteado ya por el maestro de Maine. Pero en su mayor parte, están escritos con tal encanto y lo pasamos tan bien aquella vez, que uno siempre quiere más. De hecho, la sinceridad es una característica clave en estos relatos largos. Y King lo demuestra recurriendo a personajes de los que seguramente se ha enamorado en escritos anteriores. Un ejemplo es, que en la historia que da nombre al libro volvemos a toparnos con Holly Gibney, la detective que evolucionó como heroína en la trilogía de Bill Hodges y más recientemente en El Visitante. Sin embargo, La Sangre Manda es la historia más larga y menos efectiva de la colección para mí gusto. Por un lado, hace eco a modo de distracción de las escapadas anteriores de Holly, uniendo la criminalidad barroca de Mr. Mercedes con el pulposo horror que se nos presenta en El Visitante. Nada más original. Aunque el monstruo en sí está muy bien dibujado, y hay un capítulo dedicado por completo a rastrear sus apariciones que recuerda mucho a la gloriosa leyenda que encontramos en It.

El Teléfono del Señor Harrigan es de esas historias molonas que podría sacarse perfectamente de una de las primeras antologías de King. Esa eterna deuda que el maestro parece tener con el terror que fluctuaba en EC Comics y/o las alucinantes historias de la famosa serie Twilight Zone; fuente de inspiración para muchos incluso hoy en día. La trama habla de la amistad de Craig, un niño de doce años, con su vecino del mismo nombre y el regalo de un iPhone antiguo que de pronto interrumpe sus vidas. Una historia con voz tan atemporal, que el teléfono ya parece un objeto anacrónico y extraño, incluso antes de que el tema sobrenatural entre en acción. King siempre ha sido un crítico declarado de la ubicuidad del teléfono móvil en nuestras vidas (se puede ver en Cell), a cada momento nos recuerda que es un instrumento de influencia dañina para el ser humano. Pero hay un capricho en El Teléfono del Señor Harrigan que lo elevará todo al infinito… Y más allá. Maravillosa trama, como las de antes, con sus bailes escolares, matones, dólares en deuda y un niño feliz de pasar la tarde leyendo con un anciano.

La vida de Chuck es una representación justa de sus experimentos posteriores con la ficción literaria. La historia tiene tres partes distintas, cada una trabajando desde dentro un género diferente mientras King lleva al lector en un recorrido inverso por momentos de la vida de Chuck desde la cúspide de la mortalidad hasta su infancia. La primera parte es una pesadilla apocalíptica vinculada a la muerte inminente de Chuck a través de un ingenioso truco metafísico, mientras que la última analiza su infancia en una casa encantada. Otra genial historia.

Tras ella iría La Sangre Manda, que ya comenté antes. Finaliza el libro La Rata. Donde se explora la parte oscura de los encantamientos y la siempre extraña alquimia. Y aunque se recurre a ese momento incondicional de autor, escritor-protagonista, secuestrado en una cabaña en el bosque; algo cambia. Drew está allí para escribir una novela, algo que conlleva un riesgo significativo, ya que los intentos anteriores lo han llevado a la locura. Si bien todo va bien al principio, pronto las nubes de tormenta (tanto literales como figurativas) comienzan a acumularse…

Como habréis notado he ido toda la reseña intentando evitar todos los spoilers posibles. Ha sido una ardua tarea. Pues si de algo goza el poder del Tito King es que con cualquier comentario sobre sus argumentos, ya puedes enganchar a alguien y quizás desvelar demasiado. La Rata es para mí el mejor intento de King para transmitir la presión y la claustrofobia del proceso de escritura desde su joya llamada Misery. Si La Rata tiene un final feliz o no está abierto a debate, pero como conclusión La Sangre Manda es, sin duda, uno de los mejores libros que vais a encontrar en librerías este sofocante verano.