Reseña: Cadáveres, de Si Spencer, Ormston, Winslade, Hetrick y Lotay

Si hay una propuesta de Netflix que lleva un tiempo dando que hablar, esa es Cadáveres:

Cuatro asesinatos. Cuatro detectives. Cuatro eras. Una conexión imposible.

Pero recordad friends, que para disfrutar de una buena historia siempre hay que recurrir a las fuentes. Y dicha historia está sacada de la miniserie de ocho numeritos que elaboró el guionista Si Spencer junto a Dean Ormston, Phil Winslade, Meghan Hetrick y Tula Lotay. Volumen recopilado que acaba de ser publicado en tapa dura por ECC Ediciones en nuestro país. Un cómic que contiene una de esas historias impactantes que mezclan el género negro con la ciencia ficción… y el horror.

Porque en Cadáveres esta esa mezcla que suma e inspira y hay referencias a múltiples obras que van desde los cuentos de Sherlock Holmes hasta el poderoso From Hell, de Alan Moore. Pasando por conspiraciones y horrores de los que H. P. Lovecraft estaría orgulloso. Y todo ambientado en Londres donde Edmond Hillinghead es un triunfador de la década de 1890 que intenta resolver un asesinato que a nadie le importa mientras oculta su propio secreto. Pero después tenemos a Karl Whiteman en los años 40 haciendo lo mismo (otro tío con un pasado impactante). Y a Shahara Hasan que es la increíble sargento detective que en 2014 investiga entre la delgada línea que existe entre religión y poder. Y Maplewood, un amnésico de un año 2050 post-apocalíptico que aporta la perspectiva más inquietante de todas. Sin duda, es uno de los cómics que ya llaman la atención por su portada. Y suma cuando te enteras que ha sido trasladado a una de las plataformas de TV que más sigue la gente. Pero el cómic de Cadáveres merece toda tu atención y más. Cuatro detectives, cuatro épocas diferentes, una víctima de asesinato, el mismo modus operandi, el mismo lugar, apareciendo ante cada detective. ¿Quién mató a John Bull? Cadáveres (Bodies) es un misterio de asesinato muy complicado de desentrañar y descifrar, y diré que es uno de los cómics de Vertigo de los últimos años que más he disfrutado. Parece que por fin han vuelto a las “andadas”.

Aparte, mola ver que cada una de las cuatro historias está dibujada por un artista diferente. Eso le da ese toque estupendo de “separación” en el tiempo que la historia necesita. Edmond Hillinghead es un detective encerrado en 1890, dibujado por Dean Ormston; Karl Whiteman es un detective corrupto en 1940, dibujado por Phil Winslade; Shahara Hasan es una detective musulmana de 2014, dibujada por Meghan Hetrick; y finalmente Maplewood es un detective/terrorista amnésico en 2050, dibujado por Tula Lotay. Realmente me gustaron todas las contribuciones de los artistas. Un trabajo muy sólido en general. Y tenemos al ya desaparecido señor Si Spencer haciendo algo grande en el guion. Escribiendo las diferentes partes y haciendo un buen trabajo al presentar cada una con una voz diferente.

El colorista Lee Loughridge también hace un trabajo excelente, dando a cada época una apariencia única: oscura y sangrienta para el Londres victoriano, demasiado brillante y desequilibrada para el futuro. Donde cada personaje tiene la tarea de investigar el asesinato de un hombre desconocido encontrado en Longharvest Lane y surgen similitudes para cada uno.

Por supuesto, no voy a revelar nada más. Pues uno de los mayores éxitos de Seven, de David Fincher, es que la gente nunca habló con nadie sobre el final a menos que la ha hubiera visto.

Reseña: El Accidente en la A35, de Graeme Macrae Burnet

Graeme Macrae Burnet es un maestro del documento falso. Me explico. De las historias falsas, o mejor dicho, de las historias auténticas que te crees pero a las que un autor tiene el don de darles la vuelta para dejarte con el culo torcido; a eso me refiero con este autor. Mola que Impedimenta haya puesto sus ojitos en él porque es un autor que merece mucho la pena leer. El accidente en la A35 es su cuarta novela. La primera fue La desaparición de Adèle Bedeau (https://impedimenta.es/producto/la-desaparicion-de-adele-bedeau), que sirvió para presentar a los lectores al flemático inspector Georges Gorski, personaje que retomaría para el título que os reseño hoy. Pero Macrae Burnet parece escribir misterio, solo para rendir homenaje a Sartre y Georges Simenon pues nos pone una trama de estilo claramente francés, ambientada principalmente en la pequeña ciudad anodina e insípida de Saint-Louis, donde un autor se suicida, allanando el camino para la publicación de una novela considerada autobiográfica, aunque está en debate hasta qué punto es verdad o mentira lo que se cuenta.

Aunque parece MUY REAL.

Por otro lado, George Gorski, jefe de policía de la ciudad, es, según su propia estimación, un trabajador provinciano, separado de su esposa, Celine, y que extraña a su hija. Deambula por los bares, cafeterías y restaurantes de la ciudad, bebiendo e intentando pasar desapercibido como bebedor. Sin embargo, un fatal accidente automovilístico en la A35 mata al respetable abogado Bernard Barthelme, un hombre no muy llorado por sus allegados o quienes lo conocieron pero Lucette, la viuda, le pide a Gorski que investigue la muerte porque su marido, por supuesto, no debería haber tomado ese camino…

Sintiéndose atraído por Lucette y sin nada mejor que hacer, Gorski comienza a investigar el misterio. Y no veáis lo divertida que es esta novela, de las que hacía bastante tiempo que no disfrutaba tanto. Puro thriller, pura novela detectivesca, puro misterio que cautiva; ésta es una historia basada en personajes de construcción lenta, una historia de crimen basada en una trama con tensión y suspenso y eso me enganchó de todas-todas. Macrae pinta un cuadro magistral de la vida en una pequeña ciudad, las decepciones, las peleas de bar, la angustia, las humillaciones, las incursiones sexuales de los adolescentes, la clase social, los matrimonios en desintegración, los secretos y los comportamientos mezquinos que tipifican la vida cotidiana en Saint-Louis para los personajes principales. Esta novela es para aquellos que disfrutan de los estudios psicológicos basados en personajes y están interesados en la sociedad francesa, o de cualquier país europeo. El comportamiento de un pequeño pueblo del primer mundo y su funcionamiento.

El misterio central del porqué Bernard Barthelme estaba de viaje… tiene su propia fuerza, pero no es el foco central de la historia.

Un libro que disfruté leyendo y por tanto recomiendo con ganas.

Rara vez falla uno eligiendo un título de misterio o suspense con Impedimenta Editorial.

Reseña: La chica que vive al final del camino, de Laird Koenig

Aprovechando que la siempre recomendable Editorial Impedimenta lo acaba de rescatar, quiero explicar por qué amo tanto este libro. Aunque no sé si puedo exponerlo todo con palabras. Y adelanto que antes que el libro, vi hace mucho el film The Little Girl Who Lives Down the Lane, una madrugada de las que pude escapar del permiso de mis padres. Y se convirtió en una de mis películas favoritas, protagonizada por una Jodie Foster curiosamente de la misma edad que la protagonista del libro. Me identifiqué rápidamente con Rynn. Al crecer en los años setenta y ochenta, no se llevaba mucho pero fuera del deporte, siempre fui un crío que pasaba varias tardes solo, imbuido en mis fantasías, creaciones mentales e ideas. Era tímido, no tenía muchos amigos pero los que tenía, eran los mejores. Sin mencionar que vivíamos lejos del núcleo, más cerca de las montañas que otra cosa. Recuerdo una vez que mis padres me dejaron solo durante todo un fin de semana; la casa crujía, soplaba el viento y no tenía a nadie a quien llamar en caso de urgencia. Esta profunda sensación de vulnerabilidad y soledad me envolvió. Por esta razón, Rynn se convirtió muy pronto en un personaje afín para mí, mi heroína, es un personaje que abraza la soledad. E incluso para una niña, es una fuerza a tener en cuenta. Y seguro que ahora alguien me tildará de machista…

Pero también hace años que leí la novela La chica que vive al final del camino, por primera vez. Hace décadas y me encantó. Es de esas historias que se tienen clavadas y que incitan a revisitarla. Años después, todavía ocupa un lugar especial entre mis historias de terror favoritas leídas de jovenzuelo. Libros que me impactaron. Y habiendo perdido o donado el libro hace años, me sorprendió descubrir que estaba descatalogado y solo disponible en Kindle, aunque demasiado caro. Por eso, es muy buena noticia que Impedimenta lo rescate. Y si bien la protagonista es una niña de trece años de sorprendente inteligencia, este definitivamente no es un libro para niños pequeños. En esencia, trata sobre las restricciones de la sociedad, el absurdo del conformismo, y pinta con simpatía a una joven inglesa llamada Rynn que vive en una zona rural con su padre, un poeta.

Esta es una fabulosa historia de aislamiento y negativa a dejar que otros nos digan cómo vivir nuestras vidas. Laird Koenig nos pone brillantemente en la esquina del ring de Rynn desde el principio, ya que los primeros dos «adultos» que encontramos son seres humanos horribles. Uno es el dueño de la cabaña en el bosque que el padre de Rynn ha alquilado, el otro, su hijo adulto. A quien le gustan mucho las niñas pequeñas… Y mientras Rynn frustra sus acosos, empezamos como lectores a sospechar que hay algo extraño detrás de la ausencia prolongada del padre. Y una vez que descubrimos qué es (porque Rynn tomará medidas drásticas para proteger su secreto y vivir una vida de su propia elección), ya estamos perdidos.

Revelar mucho más, sería arruinar esta maravillosa experiencia de lectura. Porque aunque tenga sus años, apuesto los dedos de una mano a que este clásico de culto muy pocos lectores actuales la conocen. Un clásico de culto del que te enamoras y se te queda grabado de por vida. Cinco estrellas no son suficientes para una lectura tan maravillosa, a la que el paso del tiempo no ha hecho mella. Al leer este libro ahora, tantos años después, pensé que me sentiría diferente, pero todos esos viejos sentimientos regresaron junto con otros. Un libro que impacta.

Reseña: Blanco y Negro, de Tanizaki Junichiro

Satori Ediciones ha tenido la genial idea de traernos un clasicazo mundial para los que son entendidos en novela detectivesca. Una joyita nunca antes publicada en nuestro país como es Blanco y negro, de Tanizaki Junichiro, un título con el que se puede alucinar bastante con su trama, sobre todo, por como está llevada. Una trama detectivesca, ¡japonesa! Una obra tramada de forma muy inteligente que inspira con cada página y que, obviamente, se devora en nada. Y es que Tanizaki plantea importantes cuestiones estéticas sobre lo que hacen los escritores de ficción y porqué.

Tanizaki Junichiro (1886-1965) es más conocido por su obra maestra Las hermanas Makioka (publicada en serial entre los años 1943 y 1948), y por sus novelas cortas Naomi, Quicksand y The Key. Hablamos de un señor nacido de una familia de comerciantes de Tokio con fortunas en declive, que decidió estudiar literatura en la Universidad Imperial de Tokio hasta que no quedó dinero de su familia para pagar poco más que su matrícula escolar. Pero salió adelante y Tanizaki comenzó su vida profesional escribiendo obras de teatro, historias y guiones, a menudo relacionados con sus obsesiones eróticas y diabólicas. Cultivó su interés por la literatura japonesa tradicional y la literatura occidental y andaba profundamente preocupado por la estética, como se muestra en su colección de ensayos Elogio de las sombras.

Blanco y negro (también inicialmente serializado en 1928), nunca se publicó como un solo volumen en Japón. Pero ahora lo tenemos de este modo, en nuestro país, gracias a la edición de Satori. En términos de género, Blanco y negro es una novela cómica que satiriza la narrativa confesional japonesa, que tiene un parecido identificable con la vida del autor. Una trama que funciona como una historia enmarcada, o una historia dentro de una historia, anidando los destinos de dos escritores. Al principio, una revista llamada The People encarga al protagonista, Mizuno, que escriba una novela de misterio. Mizuno tiene la intención de describir un crimen perfecto, uno en el que el asesino no pueda ser atrapado. En esta historia, la víctima es un escritor llamado Codama. Para este personaje, Mizuno se basa en un escritor conocido suyo llamado Cojima. La dificultad comienza cuando Mizuno incluye por descuido su nombre al final del manuscrito y la historia se publica sin corregir. Paranoico, Mizuno cree que el mundo literario reconocerá al Cojima real como el modelo para Codama, y luego llega a la conclusión delirante de que si el Cojima real fuera asesinado, se culparía al mismo Mizuno. (De modo sutil, Tanizaki emplea el humor queriendo decir que para un escritor, la falta de un corrector de estilo, ya conlleva cargos de asesinato).

Entonces, Mizuno decide librarse de la verdadera culpa criminal y produce una secuela de su historia que presenta a un tipo llamado Hombre Sombra. Donde el lector no puede saber si este ser es real porque nunca aparece, pero es él quien orquestó la muerte de Codama para que el autor anónimo de la historia de misterio pudiera ser asesinado, torturado y obligado a confesar. Y posteriormente muerto. Pero no os contaré lo que sucede en la secuela ficticia final porque esto, my friends, es lo que os dejará con el culo torcido tras la lectura de esta meta-historia detectivesca genialmente imaginada en su día por el maestro Tanizaki Junichiro. La historia del asesinato literario de Tanizaki, como la llaman los entendidos.

En Blanco y negro, como en otras obras de Tanizaki, hay obsesiones sexuales y pjs femeninos reconocibles. Mizuno tiene una ex-esposa que lo dejó porque escribió demasiadas historias de asesinatos de esposas; ella termina casándose con un ministro metodista y convirtiéndose al cristianismo… Como lector, os vais a hacer muchas preguntas durante la lectura de esta curiosa novela: ¿Por qué Mizuno quiere que muera el Codama ficticio? ¿Por qué el Hombre Sombra quiere que Mizuno sea culpable de un crimen que no cometió y sea ejecutado? ¿Por qué Tanizaki quiere que su personaje central muera? Hay algo real detrás de toda esta trama. Pero para eso tenéis que iros a internet e investigar sobre la vida del autor. Es fácil.

Recomendaros esta maravilla de libro, es mi labor.

Reseña: El Secreto de sus Ojos, de Eduardo Sacheri

Hilando con el momento, hoy os reseño la que es para mí, la mejor historia argentina jamás escrita. El popular escritor argentino a día de hoy Eduardo Sacheri se marcó un novelón con El secreto de sus ojos. Un autor que además una vez le escuché una de la mejores frases que he oído sobre el oficio de escribir: “Escribir es una forma especial de leer». Una novela que como muchos sabréis tuvo una adaptación fílmica también de gran éxito que alcanzó el mayor premio de todos gracias al maestro director Juan José Campanella y a grandes de la actuación argentina como Ricardo Darín, Soledad Villamil y mi amado Guillermo Francella. Y aunque hablamos de una película coproducida y realizada en su mayor parte en nuestro país, hablamos de la película argentina de mayor éxito de 2009 y una de las más taquilleras de la historia del cine argentino, con más de dos millones y medio de espectadores. Además de conseguir ser en 2010 la segunda película argentina en ganar el Óscar a la Mejor Película Extranjera. Pero lo que nos atañe aquí es el novelón del escritor argentino Eduardo Sacheri que para colmo, tras publicar unas cuantas colecciones de cuentos, obtuvo la cima con esta su primera novela. Y eso que los puntos fuertes de la novela de Sacheri difieren de los de la película… bastante.

El protagonista de la novela, Benjamín Chaparro, es esencialmente un burócrata del poder judicial argentino: secretario adjunto y administrador principal de su tribunal de instrucción en Buenos Aires. La novela se abre en algún momento a principios de los 90 cuando Chaparro está a punto de jubilarse y comenzar a escribir un manuscrito propio. Ostensiblemente se trata de un hombre llamado Ricardo Morales, cuya joven esposa fue víctima de una horrible violación y asesinato veinticinco años antes. La escritura que se nos ofrece a través de Chaparro constituye una lectura cercana —aunque mezclada con el sentimiento que manipula— de las vivencias que implican a un grupo de personajes. Incluidos en su cuenta están su alcohólico pero astuto asistente y mejor amigo Pablo Sandoval; Irene Hornos, jueza de un tribunal y la mujer a la que Chaparro ha amado en secreto durante casi treinta años; la víctima del crimen, Liliana Colotto, y su viudo, Ricardo Morales; e Isidoro Gómez, el atacante de Liliana convertido en secuaz del gobierno argentino. El tono de Chaparro es a veces irónico, autocrítico, cuestionador y sincero; y esto my friends, es lo que brilla por encima de todo en la novela.

Tanto por casualidad como por disposición, el crimen convierte a Chaparro en una especie de detective involuntario; cosa que también mola: las que llegan como inesperadas. La trama de El secreto de sus ojos emplea los patrones familiares de una novela de misterio o detectives donde Sacheri se hace fuerte con una fuerza (valga la redundancia) casi insuflada por una fuerza divina. La trama detectivesca sirve bien a la posición de Sacheri. La novela del argentino experimenta de esta manera con el tono más que con la forma. Algunas escenas tienen una calidad alocada y sensiblera, como cuando Chaparro y Sandoval colaboran para engañar a un juez engreído para que firme algunos documentos judiciales, momento que recuerda a las grandes comedias televisivas de los 80. Estos momentos son entretenidos de leer y también sirven para representar completamente al personaje e iluminar las debilidades del sistema judicial a través del humor. De esta manera, la novela juega con la forma de manera diferente tanto a las novelas policíacas tradicionales como a su adaptación cinematográfica.

Momento puntero cuando Chaparro recoge una pista fotográfica que ayuda a identificar a Isidoro Gómez como sospechoso, y su comentario de “…siempre me ha gustado mirar las cosas un poco de lado, enfocando el fondo en lugar del primer plano”; cosa que nos señala como debemos mirar la novela como un todo; su trasfondo histórico es igualmente significativo. Su incertidumbre permite a los lectores ser testigos de su escritura.

Novelón de lectura indispensable. Otro argentino que hizo historia.

Reseña: El Caso del Asesinato del Criadero de Perros, de S. S. Van Dine

Cuando queráis leer un género específico, cuando digáis eso de “mira, me apetece leer una novelita de misterio o detectivesca”, cuando el cuerpo os pida marcha, id a por lo mejor de lo mejor. Que luego vienen las decepciones y en este género, sí que se publican joyitas casi cada mes. Sólo tenéis que echar un ojo a reseñas o directamente en la sección de Novedades de las librerías y mirar portadas. Las portadas normalmente están hechas para llamar mucho la atención.

Pero si ya sabéis a por lo que vais pues mejor que mejor. Y si esto mismo que he comentado, ese género es el que os pide el cuerpo como a mí en estas fechas de cambios de temperatura constantes, tenéis una oportunidad de éxito lector con El Caso del Asesinato del Criadero de Perros, del gran S. S. Van Dine que acaba de publicar Reino de Cordelia. Novelita clásica de casi un siglo de vida pero novelón con enganche para los amantes de la investigación a más puro género negro o detectivesco.

Una aventura de Philo Vance… sino la mejor. Y es que S. S. Van Dine no es para nada tímido en dar pistas para este nuevo caso de dicho detective. Las esparce generosamente y eso descuadra bastante en un género famoso por contar poco al lector, al menos, no de forma tan rápida. Así que nos vamos muy rápido a conocer a Markham, el fiscal del distrito para…, bueno, aclarar que estamos ante un misterio interesante con varias historias paralelas que complican un poco las cosas. Tenemos el punto de vista del perro y el punto de vista de los artefactos chinos (los cuales le dan a Vance una amplia oportunidad para educar a Markham y compañía, así como al lector). Pero, ¿qué ha ocurrido? ¿De qué estamos hablando? Arthur Coe ha sido encontrado muerto tras una habitación cerrada a cal y canto; habitación con ventanas cerradas y sin otra entrada. Y es que el difunto tiene una mirada pacífica y tranquila en su rostro y una herida de bala en la sien. Tiene un revólver sujeto con una mano (el rigor mortis bien establecido), pero la posición de su brazo en relación con la silla en la que está sentado y la mesa debajo del brazo es bastante extraña. Y sí, el hombre recibió un disparo, pero no murió por la herida de bala. Recibió un golpe en la cabeza antes de que le dispararan aunque eso tampoco lo mató. ¡Fue apuñalado con una extraña daga china! Pero esperad, esperad, que hay más. El hombre fue apuñalado a través de la ropa que se ha quitado al llegar a casa… pero aún tiene puestos los zapatos de calle.

Y ahora, por supuesto, la gran pregunta es: si esto no es un suicidio (¿y cómo podría serlo con tres tipos diferentes de heridas?), entonces, ¿cómo entró y salió el asesino de una habitación cerrada por dentro? Luego hay otras cosas insignificantes, como el perro escocés herido tras una cortina. El perro no pertenece a la casa y, de hecho, a nadie en la casa le gustan los perros. Y está el jarrón chino de valor incalculable perdido que ha sido reemplazado por una pieza muy inferior y se encuentra roto con manchas de sangre. Ah, y no se olviden del hermano de la víctima, Brisbane, quien también fue apuñalado y metido en el armario de los abrigos…

¿Sospechosos? Tenemos a la sobrina de la víctima, Hilda Lake, quien discrepó enfáticamente con las opiniones de su tío sobre dinero y con quién ha elegido para casarse. Raymond Wrede es su pretendiente y tuvo una discusión con Arthur poco antes del asesinato. Gamble, el mayordomo, parece estar en todo lugar que sucede algo, aunque otros estaban más cerca, eso es cierto, y deberían haber escuchado ruidos o indicios de altercados antes que él. También tenemos a Liang Tsung Wei, el cocinero chino, que parece ser de todo menos un cocinero y más un agente que investiga el robo de artefactos chinos raros por parte de su empleador, otro que tal anda como es el signor Eduardo Grassi del Museo de Antigüedades Orientales de Milán, que tenía bastante interés tanto en la colección del difunto como en la de su sobrina. Grassi también tuvo una discusión con Coe sobre un acuerdo sobre parte de la colección: Coe había cambiado de opinión de un tema en el último momento cosa que molestó bastante a Grassi.

Pese a los años, la trama de El Caso del Asesinato del Criadero de Perros es bastante chula, una historia de la que sabía poco aunque bastante menos de la película famosa que se hizo sobre dicha trama. Los personajes bien dibujados. Si no hubiera localizado al asesino y tenido una buena idea de cómo funcionó todo (no hasta el último detalle, pero casi), entonces definitivamente calificaría este novela de sobresaliente. Eso si, el notable alto se lo lleva. Mi caso es que quizás uno ya está demasiado instruido en estos temas.

¿Lo están ustedes?

Reseña: El Misterioso Señor Badman, de W.F. Harvey

Esta maravillosa colección Biblioteca de Clásicos Policíacos de Siruela Editorial me tiene encandilado. Yo la llamaría la Imprescindible Colección de Novelas y Relatos Detectivescos de la Historia. En ella están apareciendo lo mejor de lo mejor del género, pero quizás lo más chulo es que también publica títulos inencontrables en nuestro idioma y/o inéditos. Joyitas como El Misterioso Señor Badman, del gran W.F. Harvey, autor de La Bestia de Cinco Dedos, uno de mis relatos favoritos de Terror de todos los tiempos. Y es así. Solo conocía a Harvey a través de sus cuentos sobrenaturales (otro cuento que me encanta del autor es Calor de Agosto), por eso pensé que sería maravilloso conocer y reseñar alguna de sus novelas (tratara el género que fuera) y si tuviéramos suerte de que vieran la luz aquí. Y va Siruela Editorial y publica una de sus inencontrables novelas como El Misterioso Señor Badman, que se publilcó por primera vez, nada más y nada menos, que en 1934. Las coincidencias no existen, friends. Existe el poder de la mente…

…por eso, cuando a las dos de la tarde de una bochornosa tarde de julio, Athelstan Digby se compromete a vigilar y atender la vieja librería de Keldstone High Street, jamás se imaginó que su vida iba a cambiar de tan extraña manera. En parte de vacaciones, en parte para aconsejar a su sobrino Jim Pickering sobre la posibilidad de ocupar o no un puesto de médico, el Señor Digby termina por ocuparse de la librería de Daniel Lavender, con la gracia de tener disponible una habitación mientras visita la ciudad y a su sobrino. ¿Qué hay de raro? En su primer día al cargo, Digby recibe la visita de tres clientes que buscan el mismo título. Un libro llamado Vida y Muerte del Señor Badman, de John Bunyan. ¿Tres personas pidiendo un mismo libro, seguidamente, un libro que no está en catálogo y ni siquiera se sabe si existe? El señor Digby está intrigado. Pero aún más, cuando no por casualidad, un joven aparece vendiendo una pila de libros viejos y en el montón hay una copia del susodicho.

Ahora decidme qué locura espoileadora podría estar haciendo si os descubriera más sobre este original historia. El desero de poseer un libro. Pero, ¿es tan valioso ese volumen? Resulta que el libro contiene una carta bastante incriminatoria con información que podría ser perjudicial para el conocido Sir Richard Mottram. Así que tan pronto como el Sr. Digby encuentra la carta, entran en la tienda y roban el libro. Y… Paro ya. Vosotros mismos debéis disfrutar de esta genial historia que se marcó Harvey hacia el final de sus días. Donde tras el Sr. Digby nos uniremos a una interesante investigación que os puedo tener inmersos en horas de lectura sin que os deis cuenta. W.F. Harvey combina una excelente trama con el típico thriller de persecución. Y con un elenco de personajes maravilloso y atractivo.

El Misterioso Señor Badman fue una delicia de principio a fin. Un disfrute de historia que incita a querer contársela por completo a alguien. Muy fuerte has de ser para no querer contar su secreto. A tu pareja, amigo o colega, cuidado por que puede que se te escape algo. Eso sí, súper recomendar el libro ahora que está disponible. Fue una gran sorpresa para mí encontrar esta obra ya que como os decía, conocía a Harvey por sus cuentos de Terror, donde tiende a ser más sombrío, por cierto. Y con un poco de investigación encontré que Athelstan Digby (el prota) apareció anteriormente en otro libro igualmente de raro de cuentos en el que aparentemente aparecía por primera vez como detective aficionado. Si Jim Pickering también aparece o no en Las desventuras de Athelstan Digby (1920), nunca lo sabré. Una copia de este libro realmente raro apareció en una subasta en eBay hace un tiempo y se vendió por más de 200£.

¡El metajuego!

Desde ya puedo decir que me encantan los «bibliomystery», término que no conocía y en el que se engloba El Misterioso Señor Badman. El lado más oscuro de las librerías, las bibliotecas y los manuscritos raros. ¿Cómo alguien que lleva toda una vida inmerso en lecturas podría desconocer este término? Qué bonito es poder seguir aprendiendo cada día. E insisto, aprovechad la oportunidad ahora que está en novedades porque El Misterioso Señor Badman estuvo durante un tiempo muy buscado en el mercado de segunda mano, donde se veían muy pocas copias y a un precio desorbitado. Me consta que encontrar una copia en una biblioteca de USA, hoy en día, es misión casi imposible. El libro fue publicado en Inglaterra por Pawling & Ness, una editorial muy pequeña y de corta vida. Hay pocas ediciones «vivas». Pero las sensaciones. Ay, las sensaciones. Amar a estos autores, a este tipo de literatura, es algo que no se puede describir. Y como todas las cosas que no se pueden describir, son una delicia para los que amamos la lectura. El arte de leer, de encontrar un buen libro, virtud que funciona y nunca decepciona a pesar de los años.

La maravilla escrita.