Reseña: Marvel Limited Edition. The Deadly Hands of Kung-Fu, de Steve Englehart, Jim Starlin, Doug Moench y VVAA

En 1974, la fiebre del Kung-Fu golpeó a toda USA y gracias a la gran y pequeña pantalla, se expandió por medio mundo. Cine, televisión pero también una exitosa serie de cómics llamada, en principio, Maestro de Kung-Fu, que partía de un muy chulo magazine llamado The Deadly Hands of Kung-Fu lanzado por Marvel. Fue maravilloso. Os lo puedo asegurar porque yo estuve allí, como se suele decir. Lo viví, gocé y disfruté “in situ” como niño que encuentra un tesoro cuando menos se lo espera. Historias que iban encabezadas por el gran Shang-Chi, pero donde podías encontrar también a dueños y señores de las patadas voladoras como Iron Fist y los Hijos del Tigre. Y bastantes del estilo. Tiempos de grandes cómics con artistas -considerados a día de hoy autores consagrados-, grandes entre los grandes como Rudy Nebres, George Pérez, Jim Starlin y Paul Gulacy, podías encontrar. Y unas portadas impresionantes de Neal Adams. Cada número no solo presentaba aventuras y tramas con acción a raudales de los más grandes héroes del Kung-Fu, sino también entrevistas, guías de artes marciales, reportajes fotográficos y críticas de películas, TV y libros. Si había algo que quisieras saber sobre artes marciales, The Deadly Hands of Kung-Fu te esperaba en el kiosco y era casi un compendio con buen material para deleitarte un tiempo. Es por eso que mis ojos se engrandecieron muy mucho cuando vi que unos los próximos Marvel Limited Edition a publicar era un ómnibus de The Deadly Hands of Kung-Fu.

Y ese día ha llegado.

Esta gran labor que hacen Panini Cómics y SD Distribuciones publicando/rescatando grandes cómics de la historia en formato tomo integral; sigue siendo maravillosa. Además de alcanzar, una y otra vez, cotas más altas. Ahora, ya es posible volver a degustar grandes aventuras como El Secreto del Dragón, Demonios Pintados de Muerte o Entre Dos Odios. Acción con grandes golpes de efecto de las manos del gran Shang-Chi en Shang-Chi, Maestro del Kung-Fu o en su lucha contra Puño de Hierro en El Arma Viviente. Además de los correspondientes extras, y los tres números o guiones más recordados del personaje, todo un compendio del gran arte marcial con los dieciocho primeros números de la serie The Deadly Hands of Kung-Fu incluidos.

Una joyita que vuelve a nosotros, a nuestro tiempo y nuestras cómictecas, si te es posible hacerte con él. Shang Chi, el maestro de Kung-Fu, se publicó por primera vez en el Special Marvel Edition #15 (diciembre de 1973) y fue un éxito tal, que su nombre desde entonces gobernó la edición. El cómic se retituló Las Manos de Shang-Chi: Maestro de Kung Fu, y funcionó así hasta el #125 en junio de 1983. El éxito y la fiebre, aparte del momentazo y las lecciones que Bruce Lee le estaba dando al mundo; al parecer procedía de algo muy curioso. En 1972, Marvel Comics tenía los derechos del Fu Manchú, de Sax Rohmer, y al ver cuán popular fue la serie de David Carradine en la pequeña pantalla, Marvel decidió que había que darle caña a ese sendero; hacer un cómic de Kung-Fu. Primero traído a la vida por Steve Englehart y Jim Starlin, el escritor de éxito Doug Moench asumió los guiones posteriormente para dar grandes historias a los fans. Muchas de las cuales encontraréis en este MLE que hoy os reseño. Un buen tomo en el que participan grandes guionistas e ilustradores.

Si os gusta el género, vais a quedar con ganas de más. Sorprendidos, y melancólicos muchos, como me sentí yo al recordar algunas de las tramas. Por ello, mi esperanza es que en algún momento en el futuro cercano aparezca otro nuevo MLE, otro nuevo tomo que continúe la serie desde donde queda aquí. De alguna forma, poder tener la colección completa de The Deadly Hands of Kung-Fu. O lo más cercano posible a eso. Pues estamos ante una verdadera joya del cómic, que nos encandiló a muchos en nuestra niñez, cuyos guiones e ilustraciones han soportado el paso el paso del tiempo de forma maravillosa. En definitiva, súper recomendado.

Un buen chute del mejor arte marcial de todos los tiempos.

Reseña: Chandara. El Rayo y el Trueno, de Roberto Recchioni y Andrea Accardi

Después de las dos aventuras recogidas en Chanbara: El Camino del Samurái, el anterior cómic publicado de esta serie por Panini Cómics y Bonelli Editore, Roberto Recchioni y Andrea Accardi regresan a nuestras librerías con un nuevo volumen. Una serie de tomos donde ambas editoriales pretender publicar las mejores novelas gráficas de la editorial milanesa en español. En este caso, regresamos y gozamos de una aventura que nos lleva al Japón feudal nuevamente, con el anciano verdugo y ciego Ichi reuniendo a Tetsuo y Jun (protagonistas de El Camino del Samurái) y al nuevo personaje Daisuke, para formar un cuarteto variado cuya tarea es enfrentarse al despiadado ronin Ryu Murasake. No obstante, Chanbara: El Rayo y el Trueno cuenta con todos los elementos necesarios para aparentar ser el primer volumen de una serie, pues cuenta con todos los elementos necesarios para su presentación e inicio de trama, que incluso sin referirse a los dos episodios anteriores, funciona.

Todo un conjunto de tramas que nos envuelven y se disfrutan de inmediato. Diálogos nítidos, gags entre los personajes que confiesan sucesos pasados casi sin necesidad de retrospectiva… El escenario, los tonos de la historia, el ritmo narrativo utilizado en Chanbara: El Rayo y el Trueno, representan la síntesis perfecta a las sugerencias, todas aclaradas en el epílogo del volumen, esas mismas que animaron al guionista italiano a la creación de esta saga. Grandes referencias al western, desde Akira Kurosawa a Sam Peckinpah, si me permitís la comparación. Homenajes a lo bueno-bueno, a las raíces del género negro. Así que, tras un tiempo de incertidumbre en publicacaciones que salen o no salen por culpa del tema-que-quema; llega por fin a librerías el tercer episodio de las historias de samurái creadas por Roberto Recchioni con los diseños de Andrea Accardi.

En las historias precedentes, en ambas, tuvo que intervenir el maestro de espada ciego y anciano Ichi, que es para mí el personaje potente de Chandara. Pero empecemos por ahí. «Chanbara», es un término japonés que significa «lucha con espadas». Aunque también proviene de una especie de subgénero de libros o films de caballeros de la Edad Media Oriental donde se habla bastante de los valores y las bases de la cultura del país del Sol Naciente. Bien, pues El Rayo y el Trueno, es donde mejor vais a ver reflejado lo que digo. Es una demostración perfecta del término. La Espada del Samurái hace sus evoluciones letales continuamente con un gusto cinematográfico verdaderamente notable y en el sentido etimológico de la palabra “cine”, que en griego significa “movimiento”.

En Chanbara: El Rayo y el Trueno, Ichi debe enfrentar la amenaza del loco espadachín Ryu Murasaki, el Diablo Blanco, que intenta crear terribles obras de arte cortando cabezas, piernas y brazos y abriendo heridas en el abdomen a sus desafortunadas víctimas. Sin embargo, para poder hacerle frente, Ichi necesita recuperar antes, a Tetsuo y Jun para su equipo. Al que decide agregarse un nuevo héroe: Daisuke Nagata. Llamado la bestia atronadora (El Trueno, del título), una fuerza de la naturaleza y de sus designios más profundos. En los inicios del tomo intentarán reagruparse, luego empieza un viaje donde les designios del camino les llevarán a un oscuro final. Con el regalito del enfrentamiento al Diablo Blanco.

La escritura de Recchioni es breve y esencial. Lo que muchos les piden a un cómic. Estoy de acuerdo siempre y cuando la trama fluya y sean tramas como en este caso, donde se brinda por la acción y los golpes a mansalva. Además, percibes que es un género que el guionista italiano ama y conoce bien. En el artículo que cierra el volumen, Recchioni hace sus confesiones: Kurosawa, Frank Miller, Star Wars, así como una enorme lectura de textos sobre la Edad Media Japonesa (siglos XVI y XVII), propiciaron el nacimiento de Chanbara. Y otra cosa que se detecta y que confiesa, es que ha disfrutado escribiendo esta historia, sobre todo, haciéndola clara desde el punto de vista narrativo. Hermosa e hiperbólica; inspiradora, diría yo. La figura de Daisuke y sus excelentes escenas humorísticas que actúan como divertido contraste a las escenas de acción, hacen de Chanbara: El Rayo y el Trueno un cómic referente para todo lector/escritor que busque una buena aventura dinámica en la que perderse una buena tarde de lectura.

Reseña: Marvels. Ruinas, de Warren Ellis, Terese y Cliff Nielsen, Dan Abnett, Mike Baron, Nicieza y VVAA

Casi cada autor que se topa de pronto con un gran éxito de otros autores, tiene dos opciones: alabarlo o criticarlo. Todo depende después de muchos factores. Pero ante la evidencia de lo bueno, lo normal y siendo honrado es elogiarlo. Y si tienes oportunidad, homenajearlo. Sin imitarlo y sin copiarlo, sacar historias paralelas, parodias, versiones distópicas o spin-offs que gusten. Arlo, -arlo y -arlo. Marvels: Ruinas fue una miniserie de cómics de dos volúmenes escrita por Warren Ellis. La serie es un “-arlo, -arlo y -arlo”, de Warren Ellis hacia la mítica serie Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross. Aquella maravilla que algunos tenemos en nuestra cómicteca y que desarrolla una versión distópica del Universo Marvel, una versión de superhéroes más “reales” vistas hasta el día de hoy. Una alternativa historia del a menudo mordaz Warren Ellis, que continúa con el mismo protagonista, el reportero Phil Sheldon, deambulando por Marvel alternativa, una en la que todo lo que podía salir mal, salió mal.

El QuinJet ha sido derribado matando a Los Vengadores. Más tarde, Sheldon se encuentra con Lobezno en un bar; sus huesos de adamantium le están consumiendo y propinando una terrible enfermedad. Sheldon se dirige entonces a un campo de concentración Kree donde todos están muriendo de cáncer por culpa de la radiación de misiles nucleares que destruyeron su flota después de que fuera expuesta por la energía de Silver Surfer tras un altercado pasado. Y es el Capitán Marvel quien cuenta todo esto. Luego, Sheldon conoce a Nick Furia, que es un viejo caníbal hastiado que se suicida, pero no sin antes asesinar a una mujer prostituta llamada Jean Gray… Uff. Como podéis ver, decadencia tras decadencia.

¿Mencioné la palabra «parodia»? La parodia generalmente implica risas, y uno podría preguntarse dónde están las risas aquí. Si hay alguna, solo proviene del más oscuro humor negro. Ellis quiere y propone decadencia para los superhéroes. De una pesadilla a la siguiente…

Marvels: Ruinas está ilustrada por la pareja Terese y Cliff Nielsen, así como como por Chris Moeller en la segunda mitad del segundo número. Un trabajo que sirve como contrapunto al que realizara el maestro Alex Ross con la obra original. Un desolado paisaje de la trama, totalmente opuesto a la Era de las Maravillas mostrada en Marvels. Un arte abstracto que hace pensar en Bill Sienkiewicz y sus figuras más toscas. No sé si Marvels: Ruinas, que vio la luz por primera vez en 1995, y que tuvo cierto éxito de ventas, cuenta como una sátira. Pero para mí lo es. Tampoco lo considero un What if…?, por que la sensación es que se está contando otra historia diferente con un mismo personaje. Es más bien un reflejo oscuro de la obra de Busiek y Ross. Eso es. Phil Sheldon también reuniendo información para un libro, pero aquí no se retrata a los prodigiosos héroes como estandartes de una nueva época; en vez de eso, seres que promueven lo trágico, lo oscuro, el caos.

Y el dibujo, desaliñado y onírico, ayuda a ello.

Esta nueva edición de Panini Cómics incluye además Tales of the Marvels: Blockbuster, Inner Demons y Wonder Years #1 y #2. En el primero, mola el proceso que viven distintas víctimas de un enfrentamiento entre Estela Plateada y un villano alternativo al Doctor Muerte. Tales of the Marvels: Demonios Interiores nos muestra los últimos momentos de un Namor indigente, antes de recordar quién era. Buenas lecciones para la prepotencia. Y cierra el tomo, dos numeritos de Tales of the Marvels: Wonder Years, que me parece sobradamente lo mejor del volumen. Aunque la historia haya quedado algo pasada de moda y cuando la leáis sabréis por qué.

Buena edición, con una gran cantidad de portadas, una breve introducción y una breve biografía de los autores. Una lectura desasosegante que sorprende.

Reseña: Los Vengadores. Primer Signo, de Mark Waid, Mike Deodato Jr., Jimmy Cheung y VVAA

Si no sabes nada de nada de cómo está el tema ahora, te contaré que a raíz de The Crossing, los superhéroes más poderosos de la Tierra estaban desunidos, casi perdidos. Thor no tiene poder y Iron Man ha sido reemplazado por él mismo. Pero cuando el grupo terrorista Zodiac invade la ciudad de Nueva York, el Capitán América decide intentar reunir a Los Vengadores una vez más. Además, después de ser lanzada una bomba nuclear sobre Hulk y Thor… Ufff, Los Vengadores deciden pararlo todo y empezar a buscar todo tipo de bombas (las Gamma, por ejemplo) plantadas por toda USA. Y ahí es entonces dónde empezarán a dar con toda una serie de planes paramilitares que se estaban proponiendo en la oscuridad y de los que no estaban al tanto.

En su “vuelta a la normalidad”, Panini Cómics publica este tomito llamado Los Vengadores: Primer Signo, del siempre recomendable Mark Waid. Un volumen que recopila los números de las diferentes colecciones Capitán América #449, Thor #496, Iron Man #326 y Avengers #396, que en su conjunto forman el arco argumental de cuatro capítulos First Sign. Una historia donde se explora el nuevo status-quo después de los eventos de The Crossing. Aquel donde se contaba como un extraño campo de fuerza separó a Manhattan del mundo exterior, ideado por el retorno de un grupo terrorista muy conocido. Una historia además que comienza con las aventuras del Tony Stark (en edad universitaria), ocupando el lugar de su futuro adulto. Un genial inicio y tranquilo, antes de meternos en vereda.

Los Heroes Reborn, con nuevas historias que intentan centrarlo todo de nuevo en los cómics tras los parámetros seguidos en los films; Capi, Thor y Iron Man formando de nuevo Los Vengadores, Manhattan yéndose a la m… Pero aquó el renovado Zodiac ataca. Los terroristas empiezan parapetándose dentro del Lincoln Memorial y exigiendo sólo como recompensa al Capitán América.  Y si no se cumple su demanda. explotarán todos los que están dentro del monumento-edificio…, ¿qué os parece? La Encantadora le echa una mano a Thor en la batalla, mientras que las maquinaciones malvadas del grupo Zodiaco continúan desarrollándose. Además, en un mundo sin energía, ¿cómo puede Stark recuperar su traje? Mientras Los Vengadores se enfrentan a los terroristas, un adolescente Tony Stark hace un valiente intento de crear un portal temporal con el terrible problema que si algo falla, pagará todo Manhattan. Un alto precio impuesto por el plan maestro de Kang.

¿Quién diría no a una aventura moderna pero dentro del clasicismo que Waid suele crear en sus cómics actuales?

Todos los requisitos, todos los contrapuntos, para que guste tiene este Primer Signo son: entretenido, bastante, un cómic que además sirve como reflejo del estado de la editorial Marvel. Con una parte creativa e ilustrada que asusta de lo buena que es. Encontramos a dibujantes como Mike Deodato Jr. con su megapotente Thor, o a un Jimmy Cheung en Iron Man con un curioso toque de semirrealismo a lo Sandman. Además, estamos hablando de una historia, de un cómic, que tiene cierto valor histórico por lo que se cuenta. Heroes Reborn tenía unas buenas ideas y buenos puntos de partida pero no acabaron de cuajar. Eso me contaron. Puede ser. No lo discuto, ya que no soy muy de cómics “actuales”. Sin embargo, en mí sí que ha despertado algo este Primer Signo. Algo que no sé que es, y que ha provocado que quiera leer más arcos del estilo.

Recomendable. Te hace sentir lo que uno siempre espera como mínimo de un cómic.

Reseña: Grandes Tesoros Marvel. Hijos del Átomo, de Joey Casey, Paul Smith, Esad Ribic y Steve Rude

El formato asusta. Vale. Pero qué te maravillas de todas-todas al tenerlo entre las manos, esa virtud no se la quita nadie a estos Grandes Tesoros Marvel que está publicando Panini Cómics. Como dijo alguien hace poco, este deleznable virus nos ha robado a seres queridos pero también dos meses de nuestra vida. Aunque parece que volvemos a ver la luz, poco a poco. Siempre fuimos ese tipo de gente que resurge con fuerza, capaz de recuperarse de lo peor, y recordad que los superhéroes están basados, sobre todo, en personas como nosotros. Es por eso que nuestras librerías, nuestros lugares preferidos donde obtener “mundos de evasión”, vuelven al candelero. Con editoriales como Panini Cómics, proporcionándonos lo mejor de lo mejor, con títulos geniales como este nuevo tomo gigantesco que recopila los seis números que compila la miniserie Hijos del Átomo. Esa joyita creada por Joey Casey para el mundo mutante de La Patrulla-X. Y es que las reedicioness así, siempre se recibirán con los brazos abiertos.

Joe Casey es un prolífico guionista de cómics estadounidense. Ha trabajado en títulos como Wildcats 3.0, Uncanny X-Men, The Intimates, Adventures of Superman y G.I. Joe: America’s Elite. Además, como parte del grupo creador de cómics Man of Action Studios, Casey fue  uno de los creadores de la serie animada Ben 10. Pero, sobre todo, ha elaborado numerosos títulos para DC y Marvel. En su día, Joe Casey solía promocionar Hijos del Átomo jurando que no era un nuevo reinicio mutante. Ni siquiera quiso escuchar esas palabras. Y se aprecia que fue muy cauteloso para que Hijos del Átomo no contradijera abiertamente cualquier cómic anterior, a esos inicios que todos conocemos. Pero finalmente tuvo que admitir que sí que quería cambiar cosas. Por ejemplo, los orígenes del elenco original estaban fuera de continuidad (a excepción de Ángel, que ese origen le encantaba). Y Casey defendió el tema en su día, citando a otras veces que se habían hecho mal, títulos que encima había sido reimpresos una y otra vez o incluso referenciados en otros cómics. Por ello, diseñó Hijos del Átomo. Algo diferente, en ese punto…

El agente del FBI Fred Duncan, un personaje olvidado del pasado, sirve principalmente como punto de vista para el lector. Duncan no parece tener una opinión muy sólida sobre el tema mutante, que es una de las razones por las cuales el Profesor Xavier considera necesario formar una sociedad con él antes que sea demasiado tarde. Es entonces cuando Casey retrata a Duncan como un cínico, pero no como un fanático, usándolo como portavoz plausible para el ciudadano promedio que acaba de descubrir que los adolescentes, aparentemente normales, tienen poderes horribles y los podrían usar de manera irresponsable. Pero los fans incondicionales de estas historias sabemos que Duncan es un tipo que sirve como contacto gubernamental para La Patrulla-X, así que el maestro guionista Joey Casey agrega una intriga para cogernos por la pechera… ¿Por qué Duncan habla constantemente con un amigo imaginario llamado «Bill»? Esperad, esperad, un momento. Me centro y lo cuento bien: El agente Duncan del FBI y su jefe están viendo un informe de noticias sobre mutantes. William Metzger es el líder de la Milicia Anti-Mutante. Discuten sobre el tema y éste indica a Duncan que investigue un poco. Cuando llega a su oficina, Duncan descubre que Charles Xavier también está allí y los dos tienen controversias sobre la verdadera intención del FBI. Mientras tanto, Warren Worthington III se pone su traje y patrulla la ciudad de Nueva York. Es entonces cuando percibe un atraco a punta de cuchillo, lo detiene y “deja caer” al agresor sobre un coche de policía… Warren se va volando y Magneto observa en las sombras.

Intrigas y desavenencias con el estado, son siempre los temas que perseguirán la vida de mutante. Me encantan las historias de inicio, pero en especial las que cuentan a modo de anécdotas la verdadera historia de lo que se quiere contar. Un ejemplo: se cuenta que los primeros X-Men solo fueron unas pocas docenas de mutantes en todo el mundo y ahora sólo se conocen tres que van a la misma Escuela Secundaria. Nos parece todo prosperidad. Hasta que aparecen los malos con malas intenciones. Es el tipo de conveniencia de la trama que no solo increpa a los personajes, sino también al lector. Y en estos detalles es muy bueno Joey Casey como guionista. Pues podría haber usado cualquier cantidad de artilugios para llevarnos a la historia de siempre. Sin embargo, recurre a un poderoso suspense y nos integra en una historia bastante profunda en Hijos del Átomo. Y esto, con un arte memorable de Paul Smith, Esad Ribic, Steve Rude, y en formato lienzo grande…, pues todo esplende.

Reseña: Marvel Limited Edition Spider-Woman. Origen, de Archie Goodwin, Sal y John Buscema, Marv Wolfman y VVAA

Siempre que hablemos de una buena época en la que la mayoría de los cómics tenían su aquel, y gracias a grandes autores que iban picando de personaje en personaje, se pueden encontrar aventuras muy chulas en series de personajes que sin haberlos leído nunca, te pueden gustar. Y eso que en ciertos casos puedes llegar a pensar que son un invento más, un copy/pasteo más que otra cosa; y aún así te equivocas. El que no prueba, no descubre. Y el que lo intenta o busca, encuentra. Pues eso, sorpresa total con la lectura del nuevo Marvel Limited Edition especial de Spider-Woman: Origen, pero cuyo contenido abarca bastante más. Un volumen de la linea de los demás especiales pero contenedor, nada más y nada menos, de sus primeras apariciones en Marvel Spotlight #32, Marvel Two-In-One #29-#33 y su genial arranque de cabecera propia con los primeros ocho números de su serie particular. Un personaje que, a priori, muchos piensan en “una-versión-del-hombre-araña-en-mujer-y-ya-está”, pero donde los ineptos (grupo en el que me incluía hasta hace poco) se equivocan. Pues anda que no tiene tramas detrás la perseverante Jessica Drew.

La superheroína Spider-Woman (Jessica Drew) aparece por primera vez en el noveno arte en el Marvel Spotlight #32 (que aquí se incluye) del bendito año 1977. Un personaje con una fuerza tremenda, como en este MLE podréis comprobar. Cuya serie particular llegó a alcanzar exactamente los cincuenta números, con los que llegaría a su fin en 1983. Y aunque las intenciones del gran guionista Brian Michael Bendis fueron buenas agregando a Spider-Woman a la lista de Los Nuevos Vengadores, e incluso realizando en 2009 una segunda serie limitada de siete números para ella, me comentó un amigo, gran fan del personaje desde siempre, que ya nada sería lo mismo. En mi opinión, merece mucho la pena conocer al personaje clásico de Spider-Woman. Al ochentero. A poco que te pongas, vas a encontrar aventuras atractivas y bien curradas de aquellos buenísimos años del cómic. Aventuras como ¡Batalla en la cima del Big Ben!, Desde Stonehenge… ¡Con muerte! O la genial, ¡El Hombre que no podía Morir!, donde hay una buena trama de un ex-soldado maldecido con la inmortalidad. Historias dentro de historias, pues de todos es sabido que esta chica no ha sido picada por nada ni por nadie, fue criada en el seno de la terrible organización H.Y.D.R.A, donde aprendió a ver el mundo desde el odio y la desazón. Hasta que un día por casualidades (o no) del destino se cruza con Nick Furia. Y en esa búsqueda de identidad que algún día tenemos todos, decide alejarse de su antiguo sino, dejar atrás el ser una vil mujer.

Jessica Drew, hija del antropólogo Johnatan Drew y su esposa Merriam, cuando era pequeña, su padre y su amigo descubrieron uranio en una propiedad y se enriquecieron rápidamente con ello. Pero la pequeña Jessica enfermó mortalmente debido a la exposición y a la radiación del uranio. Y para salvar su vida, su padre tuvo que inyectarle un suero experimental de sangre de araña, de una investigación que llevaba en esos momentos y que se había demostrado que las arañas poseen mayor resistencia a la radiactividad que los seres humanos. Sin embargo, Jessica no respondió inmediatamente al tratamiento, de modo que el doctor Wyndham, que llevaba aquella investigación, la introdujo en un acelerador genético, para un tratamiento más avanzado. Y poco después que su madre muriera y su padre se fuera, Wyndham se hizo cargo de Jessica, manteniéndola parcialmente criogenizada durante décadas, envejeciéndola a 1/7 de lo normal, y dándole educación mediante grabaciones…

Los años pasaron y Wyndham (convertido ahora en el Alto Evolucionador) decidió liberarla al comprobar que había mutado y ahora poseía una gran fuerza, una enorme resistencia a todo tipo de venenos y radiaciones, además de un exceso de energía bioeléctrica que podía descargar en forma de rayos. Pero consciente de su humanidad, Jessica se obsesionó con encontrar a sus padres y así fue descubriendo toda una serie de seres, superhéroes y villanos que rodeaban su mundo. Hasta que finalmente, en asociación con el criminólogo Scott McDowell, se dio a conocer públicamente como cazadora de recompensas.

La vida de Jessica Drew ha estado marcada por la tragedia: su captura por H.Y.D.R.A, su enredo con el Alto Evolucionador… Pero ahora Jessica es otra. Ha decidido construir una nueva vida, y no pasa mucho tiempo antes de darse cuenta que su araña interior es más fácil de llevar que su humanidad. Un Marvel Limited Edition maravilloso, asequibe y llevadero. Un pedazo de descubrimiento.

Reseña: Viuda Negra. Juego Sin Restricciones, de Jen y Sylvia Soska y Flaviano

En breve, cuando todo vuelva a la normalidad, llegará a los cines el nuevo film Marvel de la Viuda Negra. Sabemos que siempre fue un personaje secundario, quizás hecho para los que nos gustaba el género negro en formato cómic, pero no queríamos alejarnos demasiado del pijameo. Y cierto y verdad es, que es un personaje de cómic que protagonizó en su día muy buenos arcos. Y que duda cabe que en cine (con una Scarlett Johansson deslumbrante) se terminó por relanzar a esta villana, heroína para el público de a pie. Convirtiéndose easí n uno de los personajes favoritos de los fans del Universo Cinematográfico Marvel, una Natasha Romanoff que siempre-siempre gusta ver en acción. Pero, ¿quién es ella? ¿Por qué es tan querida? ¿Qué papel juega exactamente? Según la versión cinematográfica de Los Vengadores, es miembro fundadora del grupo superheróico, pero esta doble agente secreto rusa que opera en la películas bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D. oculta un pasado tenebroso y los interesados deberían saber bien quién es…

Actualmente, en Panini Cómics se pueden encontrar tomitos interesantes con arcos o miniseries del personaje, como la Viuda Negra, de Mark Waid, que  ya reseñamos por aquí o este Juego Sin Restricciones que traigo hoy. Pero cierto es, que en este país no hay muchos títulos con los que ponerse al día; aunque que duda cabe que cuando el estreno de la película “se consiga”, vendrán bastante titulos más. Entre los que espero unas buenas reediciones de la aventura clásica Viuda Negra: Red de Intrigas (una antología con material clásico y selecto de la espía) o los dos volúmenes del 100% Marvel Viuda Negra (una colección editada y publicada en torno a la época de Marvel Now!) que aquí se dividieron en tres volúmenes: Los Delicados Hilos de la Telaraña, Enmarañada Telaraña y Los Últimos Dias de la Viuda Negra. O los tomos La Más Buscada de S.H.I.E.L.D, No Más Secretos o aquella joyita Viuda Negra: El Nombre de la Rosa, que recopilaba el material publicado originalmente en Enter The Heroic Age y Black Widow V6, y que por lo visto ha servido de inspiración para lo que veremos en el nuevo film. Este último está claro que Panini Cómics lo traerá.

A lo que iba, que he devorado Juego Sin Restricciones de una sentada. Una buena aventura que ahonda en las profundidades del Mal con una Viuda Negra muy bien llevada, escrita por las hermanas Soska. Natasha Romanoff fue entrenada para matar. Durante años ha intentado superar esa programación, ponerse del lado de los “ángeles” para ser una heroína. ¿Y a dónde la llevó esto por culpa de uno de los pocos amigos verdaderos que se permitió tener? Es un tema delicado. Pero ha vuelto de entre los muertos, furiosa como el propio infierno, y encuentra que esos ángeles se hacen cada vez más ininteligibles. Jen y Sylvia Soska (las llamadas en USA, Gemelas Retorcidas del Horror) se unen con el ilustrador en ascenso Flaviano para tejer una trama, una red de vicios, violencia y venganza que pondrá frente a Natasha a uno de los tipos más sangrientos a los que jamás se haya enfrentado. Tal vez, para ponerla nuevamente bajo tierra. O no. No obstante, Juego Sin Restricciones abre con la víspera de Año Nuevo en la ciudad de Nueva York. Establece bien la relación entre Capitán América y Viuda Negra e inicia con una buena secuencia de acción. Las hermanas Soska hacen un buen trabajo devolviéndola a su base como espía, dirigiendo el programa y el Capi mostrando su respeto para que sepa que aún está en la cima. Pero a medida que se desarrolla la historia, con algunos giros muy interesantes y un eventual cambio de ubicación, todo se tornará en desgracia.

El arte de Flaviano con colores de Veronica Gandini tiene un ligero toque manga (muy leve) que no me atraía en un principio. Sin embargo, muy pocas páginas después me fue gustando el ambiente, el aire que toma la serie muy parecido a una peli animada, me adapté. Pero insisto, Sylvia y Jen Soska, las hermanas guionistas, son las que demuestran aquí tener una muy buena habilidad para atrapar al lector con lo que escriben y cómo lo escriben. Tomito ligero y llevadero para echar un buen rato con un cómic. Con lo que nos conformamos muchos.

Reseña: El Proyecto Marvels, de Ed Brubaker y Steve Epting

Los que seguís nuestras reseñas diariamente entenderéis bastante bien que me haya puesto rápidamente con este integral de la miniserie llamada El Proyecto Marvels. De hecho, no hace mucho volvía a insistir en que, como fan de Ed Brubaker, pensaba leer todo-todito-todo lo que este genio creara en formato guión. Pues además de saber crear historias de género negro para el noveno arte como nadie, sorprende la cantidad de raíces de la Edad de Oro de Marvel que conoce. Esas joyitas chulas algunas recuperadas por las editoriales, y otras olvidadas, que gracias a los esfuerzos de Roy Thomas en los años 80 algunos recordamos. En Marvel, los tres puntales de la Edad de Oro fueron el Capitán América, Namor y la Antorcha Humana. Se usaban casi para todo. Son los que la gente más recuerda. Pero había más, y algunos estereotipos muy chulos. Bien. Pues a lo largo de los años, Marvel ha intentado resucitar a equipos de héroes molones como The Invaders…, pero sin éxito. Por que no sólo sirve tener una buena masa; hay que saber elaborarla. Unos buenos maestros amasadores que sepan sacar un buen pan, que huela bien y que los lectores deseen comerlo. Ed Brubaker y Steve Epting son dos de esos panaderos-confiteros. Y con El Proyecto Marvels sacaron un buen pastel entre 2009 y 2010, con una serie de ocho números para celebrar ese glorioso pasado del que Marvel gozaba.

Una historia «no contada» sobre los orígenes de los superhéroes de Marvel antes de la Segunda Guerra Mundial. Una epopeya que lleva setenta años construyéndose, donde se revelan conexiones entre los primeros campeones uniformados, con los actuales. Una guerra diferente, impertérrita, donde la carrera consiste en… ¡Crear al Capitán América!, como dice la sinopsis editorial. El Proyecto Marvels empieza contando los primeros días de los héroes más conocidos de la Edad de Oro. También hacen aparición otros muchos héroes como el Dr. Fausto (Ferret), Thin Man (Dr. Bruce Dickson), Acero (John Steele) e incluso se cuenta ya con El Ángel original como el narrador de la historia. Un curioso truco de continuidad que usa Brubaker, personajes desconocidos para la mayoría del público actual, a los que enseñar la historia de la Marvel Age para que la tengan presente. El Projecto Marvels, en definitiva, comienza con un prólogo en 1938, donde un anciano llamado Matt Hawkins se encuentra postrado en cama y la muerte llama a su puerta. Así que decide contarle a su médico que ha estado en el futuro, que existen dioses, monstruos y héroes allí; y el Dr. Halloway lo anota todo, pensando que es simplemente otro caso de demencia senil. Pero a los pocos días, sus animadas visitas terminan. El señor Hawkins ha fallecido. Pero aquel viejo dejó algo para Halloway, y cuando lo abre, se da cuenta de quién era Matt Hawkins, en realidad: Hawkins era un héroe del Salvaje Oeste, el héroe de la infancia del doctor, y el regalo dejado son sus dos revólveres y su máscara junto a una tarjeta que dice: «De un héroe a otro».

A partir de aquí, se van dando una serie de hechos: en 1939, a bordo de un barco en el Océano Atlántico, el presidente Roosevelt se reúne con su amigo Vincent Astor y su primo Kermit, quien le dice que tienen un buen consejo sobre el Proyecto Nietzsche robado al alto secreto alemán; en el mar de los Sargazos donde un barco nazi lanza cargas de profundidad contra atlantes, Namor aparece para matarlos a todos. Unas semanas más tarde, el profesor Phineas Horton presenta a su hombre sintético en Brooklyn pero cuando se libera oxígeno en la cámara, el hombre se incendia y nace la Antorcha Humana. Mientras la Segunda Guerra Mundial da sus primeros pasos, Nick Furia y su compañero discuten por una linda camarera hasta que un coronel Ellis interrumpe la pelea para decirle que tiene un trabajo urgente para ellos. Rescatar al Dr. Abraham Erskine, un científico alemán que quiere desertar…

El Proyecto Marvels que Panini Cómics recién publica es un tomo recopilatorio que se disfruta bastante gracias a la enorme profundidad de su ecuación. Después de que Brubaker use su maravilloso juego narrativo para engancharte a la historia, avanza con una serie de escenas que son como un puzzle que tu cabeza va montando casi en piloto automático. Por eso el gusto molón por sus tramas satisface tan pronto. Todo para mostrarnos cronológicamente lo que sucedió entre 1939 y 1941 en un mundo superheróico que emerge, para culminar en una extraña mezcla de ciencia ficción-histórica que se vuelve más fascinante cuando se aleja de esos personajes familiares y nos muestra algunos héroes que no son tan conocidos. Y queda una gloriosa sensación de empezar de cero. De estar leyendo un cómic de superhéroes por primera vez.

Reseña: Estela Plateada (Omnibus), de Dan Slott, Michael y Laura Allred

Me pasó igual cuando la joyita que fue y es La Visión, de Tom King, estaba pegandolo fuerte en todo el mundillo de foros y comentarios entre lectores. Decidí aguantar y esperarme a ver/tener/leerlo en un solo tomo, sabiendo que llegaría y que la espera merecería la pena. Y oye, una genialidad. Pues lo mismo con el famoso y reciente Estela Plateada, en formato Omnibus, que recoge esta maravilla de serie o series, mejor dicho. Archirrecomendable, donde se muestra un guión magnífico, atrayente, con la narrativa principal súper creativa, tanto que desde muy pronto se siente diferente a otros cómics. Muy bien. Todo correcto. Pero insensato de mí (o no) esperé a tenerlo todo, bien recopiladito en un buen integral. Y resulta que Panini Cómics se supera una vez más, sacándolo en un portentoso Omnibus donde recrearse con personajes fantásticos, con interacciones que crean una comedia sólida. Así que ya, tan pronto, lo corroboro, Estela Plateada es una obra de arte. Y eso que soy de los viejunos rancios que le duele la cabeza cada vez que otros autores, fuera de los grandes Stan Lee y John Buscema, “tocan” a este heraldo de heraldos tan guay.

Es así de fácil, en general, en el Estela Plateada, de Dan Slott y los Allred, vais a encontrar un cómic ligero, fácil de disfrutar y un verdadero placer de leer. Se necesita un fantástico grupo de personajes para ello, normalmente, y con un papel casi icónico como suele tener Silver Surfer eso podría ser un problema; pero nada de nada. Estos autores desencadenan en estas casi setecientas páginas -que comprenden Silver Surfer #1-#15, más sus otros catorce numeritos con los que se inicia el Volumen 7, y material de All-New Marvel Now! Point One-, aventuras ordenadas que permiten que ocurran escenas chulas, otras potentes en acción y bastantes divertidas que sacan sonrisas por el camino. No obstante, mientras esto sucede, la narración imaginativa y los hermosos trazos que realizan Michael y Laura Allred, ayudan a diferenciar un cómic de calidad de otros de su misma competencia. Por ello, ya imaginaréis de donde viene tanta alabanza. Y es que sinceramente, lo mires por donde lo mires, este Nuevo Amanecer, es una lectura que se vuelve con el paso de las páginas una deliciosa vivencia, así como una entrada única a la nueva era Marvel.

Un volumen protagonizado por un gran elenco de personajes, cuya positividad saludable los hace agradables desde el principio y las interacciones entre ellos proporcionan algunas risas sólidas. Simplemente, pasar tiempo con estos personajes es divertido, mientras tanto, las aventuras que viven hacen que la experiencia sea aún mejor. Tramas originales, atípicas, que llenan la serie con un sentido más profundo. Desde el inicio, la narrativa que vais a encontrar en esta serie se puede definir como algo único y diferente. El primer arco de la historia se centra en un planeta de física imposible que los lectores pronto aprenderán que está impulsado por el corazón de la manifestación física del concepto de posibilidad. ¿Ein? Tranquilos, se explica bastante bien. Luego, el segundo arco se centra en el desarrollo de la realidad y las pesadillas de sus personajes cobrando vida. Es un paseo extraño y salvaje que se destaca como algo excepcionalmente positivo entre el panorama de los cómics que se pueden encontrar normalmente en la Casa de las Ideas. Pero insisto, el gran poder de esta serie son los personajes con los que nos vamos topando así como la maravillosa Dawn Greenwood que aparece como una chica agradable desde el primer momento. Es positiva, se preocupa por los demás y está a punto de comenzar un viaje de descubrimiento. Todo esto se combina bien con el Silver Surfer, de corazón puro, que solía desconectar siempre de los demás. Incluso la familia de Dawn y los aliens de los que se hace amiga por el Universo, agregan algo, un salseo bastante chulo. ¿Y ayuda que estos personajes sean divertidos? Tela. Con el añadido de la incapacidad de Dawn y Estela para comprender ciertos aspectos de la vida de los demás que termina por crear algunos malentendidos humorísticamente inocentes.

Dicho con menos palabras, un  Omnibus recién publicado por Panini Cómics, uno de los indispensables cómics de este raruno 2020. No comprarlo, no tenerlo, es perder dinero. No es buena idea perder la oportunidad de llenar tu cómicteca con uno de los mejores volúmenes elaborados de forma íntegra, lleno de grandes momentos que al poco recuerdas en conversaciones con amigos. Historias creativas, cautivadoras, de la era moderna de los cómics. Tanto en escritura como en arte, una chulada. Una historia en su conjunto, que trata sobre Silver Surfer y sus aventuras con una mujer humana a través del espacio y el tiempo. Ciencia Ficción de la buena, de la humorística, por la que hay que brindar. Personajes maravillosamente compuestos, con un desarrollo a buen ritmo, historias inteligentes sin demasiados clichés.

Totalmente indispensable.

Reseña: Marvel Gold. Los Nuevos Mutantes Vol. 1, de Chris Claremont y Bob McLeod

A Charles Xavier, fundador de La Patrulla X, cada vez le preocupaba más y más ir perdiendo en cada aventura a nuevos estudiantes; el primer Ave de Trueno murió en su segunda misión y Fénix se suicidó… En un ataque de la raza de Los Brood, Xavier creyó que todos sus X-Men perecerían. Estuvieron a punto. Y entonces empezó a elucubrar, cosa que le sumió en una medio depresión donde juró no volver a poner en peligro a más jóvenes mutantes. No obstante, su amiga y colega, Moira MacTaggert finalmente lo convenció para reabrir la escuela y así ayudar a jóvenes mutantes a tener «una vida normal». Todo se debía en realidad a una carta que Reed Richards (Mr. Fantástico) escribió sobre la necesidad de que Karma (Xi’an Coy Mahn), de algún modo fuera capaz de controlar sus tremendos poderes. La chica ya había comentado que ante tanta locura sus alternativas de vida eran, o El Club del Fuego Infernal, o Magneto. Ya veis, lo que es no saber. De guatemala a guatepeor. El profesor Xavier decidió acoger a aquella alma sin rumbo y entrenarla y educarla en el uso de sus poderes especiales. Pero jamás, jamás, la enviaría al combate…

Si algo te gusta, indaga. Casi todo tiene una base profunda y estable. Trascendente. No es, un día un autor o varios autores dicen: ¡Hey, vamos a hacer una serie sobre unos niños mutantes! Y tal cual… Sí que es cierto (y al que le gusta escribir, lo sabrá) que hay personajes que una vez creados, cobran vida. Consciente o inconscientemente dentro del creativo, piden paso, y quieren papeles en primera línea. No quedarse en el olvido. Y así fue como después de su primera aventura en Marvel Graphic Novel #4, la última generación de mutantes ocupa un lugar en la mente central de los autores pidiendo paso (otra vez). Se crea una serie principal solo para ellos. Encontramos así al Profesor Charles Xavier con la idea de volver a habilitar su Escuela para Jóvenes Superdotados con una nueva generación de estudiantes, que va rescatando por cada lugar del planeta.

Un equipo que se instala en la Mansión X, donde se convierten en un equipo de refuerzo para los X-Men. Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, son los componentes primarios de dicha formación. Con el paso del tiempo, otros integrantes se sumarán al equipo tales como Magma, una princesa amazónica; Cypher, un joven «traductor»; Magik, la joven gobernante del Limbo; y el alienígena Warlock, mi personaje favorito en aquellos años de mi niñez donde disfrutaba con cada número en el que salía. Además, que me gustaban bastante los principales enemigos que tenían. Los Infernales (Hellions), alumnos de Emma Frost, en ese entonces, la Reina Blanca del Club Fuego Infernal. Esos a enfrentar, los originales fueron: Émpata, un arrogante joven español con la capacidad de detectar y manipular las emociones de los demás; Catseye, una chica americana que podía transformar su cuerpo en una felina morada y cambiar su tamaño; Jetstream, un marroquí que generaba bioenergía térmica y se movía a velocidad sobrehumana; Roulette, una chica de Atlantic City que podía influir psiónicamente; Tarot, una lyonesa que podía manifestar mentalmente las imágenes de sus cartas de tarot; y un segundo Ave de Trueno, hermano menor del fallecido John Proudstar, el original Ave de Trueno, que poseía atributos sobrehumanos y una tremenda capacidad de curación. Un equipo de villanos a la medida casi siempre, que es lo que importa.

Un Marvel Gold, uno de los integrales más deseados por muchos desde que empezó dicha época de grandes publicaciones del pijameo. Los Nuevos Mutantes que acaba de editar Panini Cómics, los inicios como grupo de Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, así como los primeros diecisiete números de su serie, más algunos one-shots en los que participaban y ayudaban (o perjudicaban, todo hay que decirlo) con sus apariciones. Viviendo en un mundo donde dominar sus poderes mutantes y crecer en un mundo que los odia por sus increíbles diferencias con el ser humano de a pie. Una serie magnífica que muchos disfrutamos de pequeños, siendo una de las más leidas y buscadas en los kioscos de entonces. Finales de los 80s, en mi caso. Y como no recordar ser uno de los pocos de mi entorno que conseguía cada grapa que llegaba, gracias a mi amistad con el librero. En aquellos años, algunos podían tener cierta envidia, pero el caso no era siempre tenerlos. Eran años de gran amistad y solidaridad entre amigos, y como no había abundancia en la redundancia, pues para leer más, más cantidad de series, nos prestábamos unos a otros como si ni hubiera un mañana.

Así que me siento feliz. De algún modo sabía que esto llegaría. Marvel Gold: Los Nuevos Mutantes es uno de los tomos más deseados por los fans de los mutantes, además, de lo que está por llegar. Casi setencientas páginas a un precio genial, por lo que supone, con todo lo ideal para iniciarse con los jóvenes mutantes.

Chris Claremont en estado de gracia.