Reseña: Scratch, de Sam Kieth y Alex Sinclair

Ya sólo por el dibujazo de Sam Kieth uno quiere leer cualquier cómic donde participe. Los amantes de las buenas ilustraciones, a veces, somos tan facilones que damos pena. Pero quizás no tanta si eres de los que gozan de buenos ojos para el arte. El mejor. Lo que las manos de alguien con un don es capaz de hacer, de convertir en dibujo de la nada. El último cómic que he devorado únicamente por esta cuestión ha sido este maravilloso tomito en tapa dura que acaba de publicar ECC Ediciones y que recoge la miniserie de cinco números llamada Scratch. Donde el prestigioso guionista y dibujante Sam Kieth, responsable de Batman: Fantasmas y Batman: Secretos, entre otras muchas, nos trae el relato desgarrador pero emotivo de un muchacho incomprendido. Y antes de alabar sus trazos, nuevamente, voy a por más.

Zack es un adolescente que descubre que es un hombre-lobo y se va de casa hasta que puede controlar su naturaleza bestial. Camina durante días a través de muchos kilómetros hasta que se derrumba por agotamiento cerca de una cabaña aislada. Allí es acogido por la señortita Sage, y allí se queda varias semanas. Más tarde, Zack descubre que ella y los niños bajo su custodia son blanco de los prejuicios de la gente del pueblo que busca culpar a alguien del caso de una niña desaparecida. Más tarde, esa noche, Zack se convierte en Scratch -el temible hombre-lobo- y se encuentra con un monstruo que lleva a la niña desaparecida a cuestas. Scratch lucha contra la criatura pero no puede rescatarla pues llega el amanecer. Entonces, Scratch vuelve a ser Zack y la criatura escapa con la niña. Al atardecer, Zack rastrea la zona donde estuvieron y llega hasta una guarida, una cueva, donde encuentra una multitud de niños deformados…

Las cosas se tergiversan y una multitud sedienta de sangre quiere a Scratch muerto. Hasta que llega el Caballero Oscuro. Pero, ¿podrá Batman protegerlo y aparte, descubrir el secreto de los Ouroboros en medio de este frenesí?

Os decía que soy un gran admirador de Sam Kieth. Su Maxx me hizo consciente de los métodos de narración de historias de lo que un maestro es capaz a través de sus lápices. Fue mi droga de entrada a su obra. Mas, oí hablar por primera vez de Scratch allá por 2003 o 2004 y estuve ansioso por leerlo. Creo recordar que me compré en la librería de un aeropuerto la primera grapa y me encantó. Pero por cosas del destino, o de lo liado que andaba entonces, que no la continué. Se me debió ir la pinza que incluso la olvidé. Y eso que me pareció una serie maravillosa donde, ¡Sam Kieth dibujaba hombres-lobo y a Batman! Pero ahí quedó la cosa. Y más de quince años después, ahora estoy aquí, algo afincado ya, hablando de la serie en cuestión. Reseñando un tomo, un volumen donde por fin conseguí obtener la historia completa y leer los cinco números que la comprenden del tirón.

Eso sí, pese a la monstruos que contempla, Scratch no es una historia que se mueva a una velocidad vertiginosa. Simplemente, avanza, saltando de un lugar a otro y cuenta escenas que aportan, sobre todo, una tremenda ambientación. De un lugar del que se podrían sacar bastantes y buenas tramas de Terror a mí parecer. Por que Scratch tiene bastante de cómic de horror de los 50s, también muy a lo Richard Corben en relatos de la Améica profunda. Pero Kieth es excelente para establecer el terreno. Lo hizo con The Maxx, Ojo, Four Women, la serie Zero Girl o Batman: Secretos. Crea un potente ambiente, aunque aquí queden cuestiones en el aire que a muchos nos gustaría saber (¿Quién es realmente Zack? ¿Y su familia? ¿No lo echan de menos? ¿Lo tenían por loco?) ; hay ahí una pretrama a resolver, que hubiera molado que se desarrollase. Quizás el contrato abarcaba únicamente cinco ejemplares…

Scratch tiene muy buenos momentos. Algunas escenas son conmovedoras y otras incluso divertidas, pese al género que trata. Y para ser justos, algunas ilustraciones de la señorita Sage (me encanta cómo Kieth dibuja mujeres) o del hombre-lobo Zack, son absolutamente impresionantes. Lo recomiendo para fanáticos de Kieth y, por supuesto, para incondicionales de las historias de Terror en formato cómic.

Reseña: Convictos (Integral), de Patrice Perna y Fabien Bedouel

Una historia diferente… Para alejarnos de todo…

Guayana Francesa, 1923. Han pasado más de diez años desde que Eugène, un libre-pensador, fuera condenado por un delito que no cometió. Un recién llegado para una serie de informes, el conocido Albert Londres, tiene varios encuentros con Eugène. Dándolo todo por perdido, el libertario-encarcelado se prepara para contar todos los horrores que se están cometiendo en dicha colonia penal. Por el camino, Albert Londres forja una gran amistad con ese hombre franco y probablemente inocente. Londres fue para completar unos escritos certeros sobre la prisión, y termina interesándose rápidamente por lo que cuenta el convicto Dieudonné; ya culpable de dos fugas y encerrado injustamente por haber pertenecido a una banda mafiosa. Lo que él niega abiertamente. Pero, ¿el destino le permitirá escapar una vez más? Cuando los esfuerzos de Albert Londres para pedir la liberación de Eugène finalmente están dando sus frutos, llegan las malas noticias: su libertad será otorgada para dentro de dos años. ¿Y quién soporta dos años más en un lugar así? Escapar. Escapar y llegar hasta Brasil. Pero antes de terminar la lucha por la rehabilitación del convicto, el famoso periodista quiere tener una conciencia limpia y se embarca en ese viaje a América del Sur tras él…

Pat Perna y Fabien Bedouel retoman la fórmula de ficción histórica que tan bien les fue en la tan recomendada por todos Kersten, El Médico de Himmler. De hecho, y por lo que me han comentado, nombres, y una buena parte de los hechos descritos en Convictos hacen referencia al otro álbum también publicado por Ponent Mon. Pero Convictos desprende un enorme trabajo periodístico detrás. La colonia penal de Cayenne y el asunto Dieudonné como fueron llamados en los medios y ampliamente publicitados y documentados, dieron al guionista la opción y aliento para tejer una buena historia. Aunque en ciertos momentos se percibe algo de recreación, como la escena larga de la huida al principio y algunas escenas así. Pero bueno, así es la ficción, ¿no? El disfrute mediante la acción. Ningún reproche. Ningún buen lector de cómics debería ser, ni acercarse a ser, un elitista histórico o jamás disfrutará con un cómic o libro.

Convictos qué es. ¿Una historia de acción? ¿Didáctica? ¿Militante? Puedo decir que en la frontera de esos temas anda, siempre que la situemos en el lado carcelario. El infierno de lo que fueron, o son a día de hoy en ciertos países tercer mundistas, una prisión. El extremo se muestra en casi todos sus aspectos en estos dos álbumes que forman el integral publicado por Ponent Mon. Con un guión de calidad que no está en duda, Perna domina perfectamente el tema. Simplemente, con su entusiasmo, me mantuvo enganchado a una trama que conocía pero jamás vi ilustrada.

Lo que sí me ha gustado mucho es como el ilustrador Fabien Bedouel cambió algo su estilo, para adaptarse, o adaptar mejor dicho, sus viñetas a la situación. Mostrando de un modo más sugerente los horrores de lo que fue aquella aislada prisión de principios del siglo XX. Una con las más terrible reputación de la historia, por cierto. Trazos más densos, un completo de blancos sobre negros lo que provoca una atmósfera constantemente pesada, como puede ser el agobiante sol en las zonas del ecuador… Un ambiente sofocante en la que ciertas almas luchan constantemente por sobrevivir, rozar la libertad, ese gran derecho fundamental que hoy mismo muchos estamos echando de menos.

La inmersión total en Convictos está garantizada. La vida de la prisión se describe en todo su horror. Todos los principios básicos de su creación son ignorados por hombres desvergonzados que son poco mejores que el Diablo. Las humillaciones del director, los guardias o los «llaveros», que son los convictos mejor vistos por la gerencia, son la vida cotidiana de quienes vienen a pagar su deuda con la sociedad. Convictos una historia dura, de algo que sucedió mucho antes que la famosa trama de Papillon se hiciera famosa en todo el mundo. Un cómic inmersivo y aterrador, un primer volumen que impresiona y un segundo que pierde algo de tensión en pos de contar lo que realmente sucedió, una vez conseguida la tan deseada libertad.

Convictos ofrece un excelente testimonio de prácticas intolerables, de la lucha por la libertad, de la esperanza y fuerza que hay que tener para no rendirse nunca.

Nunca.

Reseña: Pequeño Vampir (Integral), de Joann Sfar

Joann Sfar (1971), es un prolífico dibujante y guionista de cómic, conocido especialmente por ser co-escritor de los numerosos álbumes conocidos como La Mazmorra. Es también uno de los principales representantes de lo que en Francia se ha dado en llamar la «Nouvelle Bande Desinne». Es creador también de grandes personajes como son El Gato del Rabino, Vampir y demás sucedáneos; personaje que más éxito le ha aportado en realidad, y que fue todo un éxito en su exposición en el Salón de Angoulême.

Vampir (o Grand Vampire, en el original) es una de las series de Sfar con más álbumes en el mercado, y aunque se publicaron entre 2001 y 2005, en España, permanecía inédita hasta hace poco que la recomendable editorial Fulgencia Pimentel decidió «ponerla» en suelo español. Un tomo maravilloso que nadie debería perderse con un dibujo encantador, atractivo y graciosas aventuras. Su segundo tomo fue L´Amour, que correspondía del #5 al #7 del original y estaba lleno de personajes encantadores, de los que quieres saber más y más, con el paso de las páginas. Monstruos sobrenaturales, jóvenes, chicas sobre todo, muy de hoy en día. También lo publicó Fulgencio Pimentel. Y ahora otra más (¿la qué faltaba?) de la colección.

Pequeño Vampir es realmente una serie para los más pequeños. Pero oh, como saber que lo disfrutaría tanto de adulto, o como adulto padre que lee con sus hijos, mejor dicho. Joann Sfar compone un universo de ensueño poblado por simpáticos monstruos divertidos, muertos vivientes graciosos y personajes de leyendas (algunos ilustres clásicos, en particular). El resultado es un pequeño mundo -y coherente-, al que nos apegamos rápidamente y del que deseamos saber más casi con cada página. Con personajes de nombre poéticos que molan: Pequeño Vampir, Mamá Pandora, el Capitán de los Muertos, el escatológico e inocente Margarito, su amigo Miguel (trasunto del autor), el sanguinario cocodrilo Claudio o su inseparable perro Fantomate. Un mundo donde el autor, para dar vida a toda esta compañía de almas con las que encariñarse, utiliza una narración simple y natural, con diálogos en tono infantil que interesa a pequeños lectores. Y con un dibujo maravilloso, atractivo con pocos trazos, pero adornado de unos fondos muy sugerentes gracias al coloreado de Walter, en esta ocasión.

Una nueva maravilla del cómic europeo publicada en nuestro país por fin. Una completa colección en un sólo tomo, en tapa dura, que recopila los siete números que englobaron la serie de Vampir en su infancia. Con momentos, anécdotas, aventuras donde ver como a Miguel le molestan los imbéciles en la escuela y Pequeño Vampir decide presentarle a su maestro de kung-fu. O aquella vez en la que ambos se ponen a recoger perros huidos de un laboratorio clandestino, donde científicos malvados realizaban experimentos con ellos. O cuando irrumpen en una casa que alberga seres extraños que guiarán a nuestro héroe hacia aventuras extraordinarias. O cuando el escatológico e inocente Margarito se pone a tirarse pedos tan nauseabundos que su olor es capaz de despertar a los muertos… O cuando se acerca la Navidad y Pequeño Vampir y todos los demás monstruos escriben unas muy graciosas cartas a Santa Claus y el Capitán de los Muertos quiere demostrarle la existencia de Santa Claus a Miguel que no cree en él para nada. Y el cierre final. Donde un Miguel enfermito, se tiene que quedar en casa y se pone a leer manga (Nausicaä del Valle del Viento, de Miyazaki y Galaxy Express 999, de Matsumoto… ¡buena elección!); y le explica a Pequeño Vampir dónde está Japón y lo maravillosa que es como Tierra de Grandes Cómics. Y agrega: «Cuando sea grande, seré dibujante. Seré tan conocido que me invitarán a Japón». Influenciado por esta conversación, Pequeño Vampir empieza a soñar con ello…

Se puede decir que Pequeño Vampir es un cómic dirigido específicamente a lectores jóvenes, que por ello es difícil de evaluar. Por mi parte, agregaría que para nada. Algo tan definitivamente bueno como Pequeño Vampir solo se define con la palabra «muy-recomendable».

Reseña: Hildegard Von Bingen. Las Estrellas Extinguidas, de Sére Skuld

Hoy nuestra reseña diaria va para uno de esos libros que no dejan indiferente. Mejor dicho, que habla de una persona especial. De esas personas que vinieron al mundo para ser diferentes. El don para desmascarse un poquito de la muchedumbre… Hablo del libro basado en la referente señora alemana Hildegard Von Bingen. Y ahora diréis: ¿Un poquito diferente? Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179) fue compositora, escritora, filófofa, científica, naturalista, médica, polímata, abadesa, mística, líder monacal y profetisa alemana. Ah, y Santa. La llamaban la sibila del Rin. Bien, pues Hildergarda fue considerada una de las personalidades más influyentes, polifacéticas y fascinantes de la Baja Edad Media. No estoy hablando de ayer mismo… Y aparte de estar bien considerada entre las mujeres más ilustres del mundo, también lo fue entre el monacato femenino, y eso es mucho decir. Fue un ejemplo de inteligencia y cultura, fuera de lo común. Una de las escritoras más prolíficas de su tiempo. Además de ser considerada por muchos expertos como la madre de la historia natural.

Ahora otro personaje singular. La escritora Sére Skuld, autora de este libro llamado Las Estrellas Extinguidas, que publica la editorial Aurora Dorada. Una novela que homenajea en la ficción a la maravillosa Hildergard Von Bingen. Tal y como aporta la sinopsis editorial: la señorita Sére Skuld es bruja del caos, cantante, música, artesana y performer. Se expresa a través de música ritualista y performance-art inspirada en tradiciones remotas y realidades alternativas. Complementa todo eso con la escritura, el modelado y la reproducción de piezas rituales y chamánicas. Es miembro de la Academia de las Artes Escénicas, coautora del libro Salvator Rosa y colaboradora habitual del programa La Escóbula de la Brújula, del maestro Jesús Callejo, del que soy fiel seguidor de su trabajo. En resumidas cuentas, Sére Skuld va camino de convertirse en una Hildergarda contemporánea.

En Las Estrellas Extinguidas se realiza un escrito ligero (que no llega siquiera a las doscientas páginas), una narración bastante curiosa y entretenida que gira en torno a la multifacética monja y sus “encuentros”. Pero no es una biografía al uso, diría que es más bien una serie de situaciones a modo de ficción, para con su vida, su mística, sus secretos, sus profecías… Skuld, sí es cierto que consigue -como alega el maestro Jesús Callejo en su Prólogo-, realizar un acto de magia que convierte una narración muy personal y valiente en puro sentimiento íntimo de empatía. Una lectura que se vuelve casi mística al leerla y te lleva a pensar en lo maravilloso de una mente diferente y en su modo de ver las cosas; en aquellos años oscuros de hambre, guerras y miedos constantes a lo desconocido como fue la Baja Edad Media.

Una experiencia. Un argumento que en ocasiones llega a impactar, incluso se toca el Terror en diferentes momentos, pero siempre busca la luz, la esperanza, como al parecer solía hacer la polifacética señora Hildegarda, al final de los miles de túneles que tiene el Mal. Las Estrellas Extinguidas (Hildegard Von Bingen) es este escrito, manuscrito, novelita que se lee de una sentada y aporta ideas muy chulas sobre una figura mística, como pocas.

Como curiosidad, sabed que a Hildegarda la hacen santa en 2012. ¡En 2012, la Iglesia le hace honor a tan polivalente alma! Como dice ese personajillo del reciente film El Hoyo: «Obvio». Era mujer. En tiempos en los que era difícil serlo. Su persona, sus ideas, su mente abierta, caminaba entre la linea fina de lo sagrado y la tan denostada alquimia. «Obvio». Ahora se han dado cuenta de lo potente que es y la atraen hacia su bando…

Si eres una mente inquieta, obvio que tienes que leer Las Estrellas Extinguidas.

Reseña: Los Muertos Vivientes. Descanse en Paz, de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard

Cero spoilers.

Y llegó, lo que algunos pensábamos que nunca llegaría. Se mató a la gallina de los huevos de oro. El final de The Walking Dead. El cómic que lanzó a la fama al señor Kirkman y que puso de moda nuevamente los zombies en el mundo…, Bueno, diría que trajo de nuevo a la actualidad aquellos lejanos años 80s, la idea de muertos vivientes por doquier, el apocalípsis sin una idea clara, no hay un porqué, el mejor subgénero de todos. Una historia que desde el principio llega a lo más profundo y que con poco se vuelve formidable. En el mundo de los cómics, el boca a boca, arrastra verdades. Los Muertos Vivientes viene siendo aclamado por la crítica desde que vio la luz en 2003 de manos del casi por entonces desconocido Robert Kirkman y el dibujante Tony Moore.

Como decía en su primera introducción, nacía una historia de zombis sin pretender asustar a nadie, y que sin intentar ahondar en el gore y en las vísceras al por mayor, nos presentaba un enorme elenco de personajes en situaciones límite. Reflejando su comportamiento moral y social a ojos de los demás. Y, sin duda, ese ha sido su fuerte. Su éxito. Pues que duda cabe que un cómic bien escrito y bien dibujado que enganche, si encima lleva al lector a evolucionar junto a los personajes… Tiene el cielo ganado.

Los Muertos Vivientes (Tomo 32: Descanse en Paz), fiel a su nombre, puede ser el volumen más tranquilo y melancólico que ha tenido la serie. Si bien ciertamente hay mucha acción para cerrar la serie, las ochenta páginas adicionales con las que este volumen trabaja le permiten ser un guión más reflexivo y contemplativo, que otra cosa. Lo que me parece adecuado, pues me encantan esas conclusiones que tras la acción final se muestran cantidad de escenas entre pasado y presente y una música evocadora a lo Enya…. ¿Es el tipo de finalización que Kirkman andaba buscando? Alguna sorpresita hay.

Terminar una serie como Los Muertos Vivientes nunca iba a ser fácil. Si bien no ha sido para mí absolutamente perfecta, Descanse en Paz, sí que tiene bastante satisfacción para lo que se podía llamar una línea de conclusión remarcable teniendo en cuenta lo que es. Una serie de larga duración y que ha mantenido un nivel alto y atractivo a lo largo de casi doscientos números. Estando a la altura, aportando identidad, giros sorprendentes, muertes súbitas y momentos desgarradores. Muchos sabíamos que los creadores dedicaron un buen tiempo a pensar en un cierre lo más sorprendente posible (se tomaron la molestia de crear portadas falsas y anuncios para futuros números que nunca hicieron, hay un buen frikerío sobre esto en internet), pero la conclusión ha sido… bueno, tendréis que comprobarlo por vosotros mismos. De lo que no hay ninguna duda es, de la sensibilidad de Kirkman como escritor y del nivel de confianza que se ha ganado de otros creativos que trabajaron con él. A pesar del enorme empresario que es hoy, cuida a sus productos y a su gente como nadie.

En 2003, cuando se lanzó el primer volumen de The Walking Dead, Kirkman lamentaba la brevedad de las historias de zombies. La insatisfacción de Kirkman con el subgénero era que andaba deseoso de más, que cuando terminaba una buena peli, quería más. Que el deseo de hacer una historia larga con este trasfondo apocalíptico surgió, sobre todo, de querer ver que sucedía después de los créditos finales de muchas de aquellas películas viejas e inconclusas. Su objetivo al principio con Los Muertos Vivientes, era escribir una película de zombies que nunca terminara. Pero después de dieciséis años, la historia interminable de Kirkman, ha llegado a su conclusión. Por que nada es eterno.

¿O sí?

Reseña: Bad Girls, de Alex de Campi y Víctor Santos

Una buena novela gráfica tenía ganas de leer. Y buscando y buscando, tenía dos opciones: en primer lugar mis flechas apuntaban a un título que no pude conseguir en su día por estar agotado doquiera que fuera (más adelante lo conseguiré, no lo dudéis); y en segundo, un compi que tengo que actualmente reside en Queens, me habló muy bien hace poco de Bad Girls. Ah, y de cómo, viviendo donde vivía, la había pasado por alto aún. Pues sí friends, toda la razón. Y aunque soy muy de aconsejar que sigáis siempre-siempre vuestras intuiciones, es cierto que un porcentaje muy alto (debe estar escrito en algún sitio), alega que también hay que seguir las recomendaciones que os hacen vuestros amigos. Más bien, aquellos con quién compartís el gusto por leer.

Resultando que, me he topado con una novela gráfica maravillosa en historia y con dibujo deslumbrante. De colores crudos y visualmente impactante. Un script seguido de una máxima en principio básica dentro de las tramas de acción, pero que ha resultado ser una genialidad: tres mujeres tienen doce horas para salir de Cuba con seis millones de dólares en la noche de Nochevieja de 1958… Eso es Bad Girls. Una historia que evoca muy bien aquella vitalidad que tuvo La Habana en los 50s del pasado siglo. En Bad Girls vais a encontrar un activo thriller que sigue a un grupo de personas inquietas que bien podrían transitar un salón de jazz… Intentando escapar de un club nocturno el día de Año Nuevo de 1958. La misma noche en que el dictador cubano Fulgencio Batista renunció y Castro tomó el poder.

Carole, dirigente de la mafia de a pie, es el dueño del punto caliente llamado El Edén. Esa noche, cuando llega al club, descubre un enfrentamiento tenso con un intercambio de dinero sucio de por medio… Eso por un lado, por que por otro, entre diversos tejemanejes, se van sucediendo hechos entre los que destaca el rescatar a su amiga Taffy, una de las bailarinas, de su esposo malhumorado. Pero las cosas se van complicando con el paso de las horas, y las mujeres del local tienen poco tiempo para salir de allí y escapar de una Cuba en medio de una revolución política. Y tras cometer asesinato tras asesinato ya me diréis si no es para darse prisa.

Ah, y con un maletín con seis millones de dólares.

Chicas malas, malas, ¿qué harías en la víspera de Año Nuevo de 1958 en Cuba cuando tengas doce horas para escapar de un país en medio del caos? ¡Y con seis millonacos en una maleta! Esas son las preguntas que se debieron hacer los creadores Alex de Campi y Víctor Santos, a las que se propusieron responder con esta novela gráfica llamada Bad Girls. Una forma elocuente y estilística, además de una emocionante historia de un grupo de mujeres que intentan dejar atrás el caos de sus vidas y desear, aunque solo sea por un momento, el poder gozar de la riqueza y la no preocupación por el mañana.

Alex de Campi (No Mercy) ofrece un guión repleto de mujeres fatales, llenas de ingenio y emoción. Quienes, según Taffy: «Nunca se enfrentan a una crisis sin lápiz labial». La magistral escritura de De Campi está marcada por la frescura de las obras de arte en el sombreado cambiante que aporta Víctor Santos. De trazos sencillos que recuerda el estilo pop art de aquella controvertida década.

Como lector, disfruté bastante de estas viñetas noir, que en su demasía abarca, tanto elegantes detalles de época, como constantes referencias al género pulp. Del escritor nominado a un Eisner, Alex de Campi, y el virtuoso artista Víctor Santos, tenéis disponible esta historia de tres mujeres fuertes y multifacéticas que luchan por dejar atrás su pasado. Una novela gráfica de las que gustan devorar de una sentada, un tomito que cuenta ya Norma Editorial entre sus últimas novedades. Una muy molona historia.

Reseña: El Dios Vagabundo, de Fabrizio Dori

En épocas de incertidumbre, de malos presagios, donde sólo abundan las malas noticias y parece que todo lo bonito que vivimos una vez, nunca volverá; necesitamos leer historias llenas de vida. Lo mejor, el don de la creatividad que sólo tienen algunas personas, refrescarnos junto a ellos. Historias de esperanza que salvó de muchos males en el pasado, gente perdida, por que en muchas de las historias suele haber un mensaje, esa idea psicológica que algunos necesitan para recuperar fuerzas y salir adelante. Disfrutar de lo que creían perdido. Y todo esto sólo se puede encontrar en las buenas historias como os la que os reseño hoy. Un álbum de cómic europeo con un gran mensaje como el que acabo de leer. Tal como anuncia ECC Ediciones, El Dios Vagabundo, de Fabrizio Dori (Gauguin: L’Autre Monde) propone una fascinante inmersión en el mundo antiguo, ofreciendo una mirada diferente de la mitología y el arte para dar forma a una odisea de una extraordinaria belleza. Un modo de verlo. Pero yo he visto mucho más.

La mitología (la griega, además), tiene esa fascinación por cada ser de un poder evocador fabuloso innegable que desafía. Fabrizio Dori no se equivocó al interesarse por una deidad atípica, un sátiro caído, esa alma en pena que con su música y presencia provoca delirio a su alrededor. Confuso, la situación inicial será, sin embargo, solo el comienzo de un magnífico viaje, que comenzará tan pronto como empecéis a leer El Dios Vagabundo. ¿Y quién es esa chica ebria que da consejos en ese campo de girasoles a las pobres almas que vienen a recoger una predicción, mujeres, vecinas casi-patéticas y desconcertadas que necesitan ánimo en cada esquina? Dice una que sólo vale la pena el paisaje…

Cuando el bombín de Eustis emerge de entre las flores doradas y el oráculo comienza a contar su historia, todo el mundo queda fascinado con los extraños poderes de adivinación del que antaño perteneció a la corte de Dionisos, Dios del Vino. Mas, Hécate, Reina de los Espectros, decide enconmendarle una misión. Encontrar su mundo perdido. Al mismo tiempo que Aline, iremos sabiendo de la vida del vida del personaje, íntimo de Pan, y de lo que fue su vida en la casa de Dionisos. A partir de esa existencia hedonista, Eustis mantiene una fuerte nostalgia, lo que lo empuja a aceptar lo propuesto por Hécate. Y es que tras una trifulca con Artemisa, perdió su rango y ahora deambula por la Tierra, en ese campo de girasoles… Un pretexto que sirve como trampolín para el escenario creado por Fabrizio Dori. Un autor al que le gusta reservar muchas sorpresitas ocultas en el cómic. Peregrinaciones a lugares míticos, encuentros inimaginables, acompañar por el camino a un héroe intransigente… El autor (cuyo amor por la Historia del Arte es evidente), convoca en El Dios Vagabundo a pintores que admira. Maestros impresionistas o pioneros de la Nueva Ola. A ojos del profano, la historia contada aquí se queda únicamente en un cuento de ensueño que se lee sin dificultad. Pero el ojo perspicaz reconocerá las selvas de Rousseau en las representaciones de la vegetación, o pensará en los verdes profundos y los rojos extravagantes de Giorgio De Chirico; se codeará con los colores amarillos y dorados de Gustav Klimt, y será capturado por las máscaras de gas de Otto Dix, además de consentir y sonreír levemente ante Los Girasoles o La Noche Estrellada, de Van Gogh. Sin dejar de mencionar los guiños a Warhol o Hokusai, por supuesto. Homenaje tras homenaje. Por que El Dios Vagabundo es un profundo homenaje a la Historia del Arte. Fabrizio Dori se apropia en ocasiones de los estilos, técnicas y obras para reinterpretarlos mejor; si eso fuera posible, claro. Pero lo intenta de forma lúcida y los introduce en un cómic, en formato viñeta y gusta de saber de ellos para con la historia que transmiten. Como cuando vemos en el otro mundo, las figuras rojas (personajes en ocre sobre fondo negro), representaciones de la antigua Grecia de Gauguin.

Un álbum lírico y bien consumado dentro del cómic europeo. Todo un acierto de publicación que no esperaba por parte de ECC Ediciones. Es bueno saber que la editorial DCíta por antonmasia en nuestro país, también piensa en los amantes del cómic europeo y sus grandes logros. Ganadora del Premio Ouest-France 2019, nominada al premio de las librerías de Bande Dessinée de Francia 2019. Nominada al Premio Tour d’Ivoire del festival Á Tours de Boulles 2019. Incluida en la selección de indispensables del verano 2019 de la ACBD (Asociación de Críticos y Periodistas especializados en Bande Dessinée de Francia). Como podéis ver, recomendar este álbum no es sólo cosa mía.

Reseña: Marvel Gold. Los Nuevos Mutantes Vol. 1, de Chris Claremont y Bob McLeod

A Charles Xavier, fundador de La Patrulla X, cada vez le preocupaba más y más ir perdiendo en cada aventura a nuevos estudiantes; el primer Ave de Trueno murió en su segunda misión y Fénix se suicidó… En un ataque de la raza de Los Brood, Xavier creyó que todos sus X-Men perecerían. Estuvieron a punto. Y entonces empezó a elucubrar, cosa que le sumió en una medio depresión donde juró no volver a poner en peligro a más jóvenes mutantes. No obstante, su amiga y colega, Moira MacTaggert finalmente lo convenció para reabrir la escuela y así ayudar a jóvenes mutantes a tener «una vida normal». Todo se debía en realidad a una carta que Reed Richards (Mr. Fantástico) escribió sobre la necesidad de que Karma (Xi’an Coy Mahn), de algún modo fuera capaz de controlar sus tremendos poderes. La chica ya había comentado que ante tanta locura sus alternativas de vida eran, o El Club del Fuego Infernal, o Magneto. Ya veis, lo que es no saber. De guatemala a guatepeor. El profesor Xavier decidió acoger a aquella alma sin rumbo y entrenarla y educarla en el uso de sus poderes especiales. Pero jamás, jamás, la enviaría al combate…

Si algo te gusta, indaga. Casi todo tiene una base profunda y estable. Trascendente. No es, un día un autor o varios autores dicen: ¡Hey, vamos a hacer una serie sobre unos niños mutantes! Y tal cual… Sí que es cierto (y al que le gusta escribir, lo sabrá) que hay personajes que una vez creados, cobran vida. Consciente o inconscientemente dentro del creativo, piden paso, y quieren papeles en primera línea. No quedarse en el olvido. Y así fue como después de su primera aventura en Marvel Graphic Novel #4, la última generación de mutantes ocupa un lugar en la mente central de los autores pidiendo paso (otra vez). Se crea una serie principal solo para ellos. Encontramos así al Profesor Charles Xavier con la idea de volver a habilitar su Escuela para Jóvenes Superdotados con una nueva generación de estudiantes, que va rescatando por cada lugar del planeta.

Un equipo que se instala en la Mansión X, donde se convierten en un equipo de refuerzo para los X-Men. Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, son los componentes primarios de dicha formación. Con el paso del tiempo, otros integrantes se sumarán al equipo tales como Magma, una princesa amazónica; Cypher, un joven «traductor»; Magik, la joven gobernante del Limbo; y el alienígena Warlock, mi personaje favorito en aquellos años de mi niñez donde disfrutaba con cada número en el que salía. Además, que me gustaban bastante los principales enemigos que tenían. Los Infernales (Hellions), alumnos de Emma Frost, en ese entonces, la Reina Blanca del Club Fuego Infernal. Esos a enfrentar, los originales fueron: Émpata, un arrogante joven español con la capacidad de detectar y manipular las emociones de los demás; Catseye, una chica americana que podía transformar su cuerpo en una felina morada y cambiar su tamaño; Jetstream, un marroquí que generaba bioenergía térmica y se movía a velocidad sobrehumana; Roulette, una chica de Atlantic City que podía influir psiónicamente; Tarot, una lyonesa que podía manifestar mentalmente las imágenes de sus cartas de tarot; y un segundo Ave de Trueno, hermano menor del fallecido John Proudstar, el original Ave de Trueno, que poseía atributos sobrehumanos y una tremenda capacidad de curación. Un equipo de villanos a la medida casi siempre, que es lo que importa.

Un Marvel Gold, uno de los integrales más deseados por muchos desde que empezó dicha época de grandes publicaciones del pijameo. Los Nuevos Mutantes que acaba de editar Panini Cómics, los inicios como grupo de Karma, Bala de Cañón, Mancha Solar, Espejismo y Loba, así como los primeros diecisiete números de su serie, más algunos one-shots en los que participaban y ayudaban (o perjudicaban, todo hay que decirlo) con sus apariciones. Viviendo en un mundo donde dominar sus poderes mutantes y crecer en un mundo que los odia por sus increíbles diferencias con el ser humano de a pie. Una serie magnífica que muchos disfrutamos de pequeños, siendo una de las más leidas y buscadas en los kioscos de entonces. Finales de los 80s, en mi caso. Y como no recordar ser uno de los pocos de mi entorno que conseguía cada grapa que llegaba, gracias a mi amistad con el librero. En aquellos años, algunos podían tener cierta envidia, pero el caso no era siempre tenerlos. Eran años de gran amistad y solidaridad entre amigos, y como no había abundancia en la redundancia, pues para leer más, más cantidad de series, nos prestábamos unos a otros como si ni hubiera un mañana.

Así que me siento feliz. De algún modo sabía que esto llegaría. Marvel Gold: Los Nuevos Mutantes es uno de los tomos más deseados por los fans de los mutantes, además, de lo que está por llegar. Casi setencientas páginas a un precio genial, por lo que supone, con todo lo ideal para iniciarse con los jóvenes mutantes.

Chris Claremont en estado de gracia.

Reseña: Horologiom (Integral 1), de Fabrice Lebeault y Florence Breton

En el mundo de Horologiom, la mecánica reemplaza los comportamientos humanos. En este mundo de reloj (de ahí el título de la serie), todos deben ser re-ensamblados regularmente por medio de una llave vieja, bien plantada, en la parte posterior, para así desterrar toda pasión humana (amor, emoción, compasión, ¡hasta defecación!, compensada por la absorción de un «triángulo negro», etc). Pero en este mundo férreo y demasiado bien regulado que como tal, puede despertar en el lector cierta inquietud, destaca un nuevo granito de arena: un joven malabarista llamado Mariulo, quien ya descubrimos desde un principio que tiene el don de dar por saco a tan hermoso y poderoso estado mecánico.

Una vez más, Ponent Mon publica en español una maravilla del cómic europeo de Ciencia Ficción. Uno de esos, que de otro modo, rara vez veríamos publicado por estos lares. Horologiom es el título con el que se reveló Fabrice Lebeault y demostró su talento, con un premio en el Festival de Angoulême. Con un tema súper de moda en el mundo tecnológico y atractivo para todo amante de las utopías, robots, y futuros más cercanos que lejanos; la fauna mecanocrática que rastrea imperfecciones y extermina a los desviados, aparece aquí como mandatarios de la historia. Horologiom es una ciudad totalmente regida por las leyes de la mecánica. Cada habitante tiene una llave en la parte superior del cráneo que solo los robots son capaces de alcanzar y regular. Así, las emociones y los llamados comportamientos primitivos, están prohibidos. Pero ser miembro de la Gran Rueda conduce a la «mecánica», los «levantadores» son responsables de verificar y mantener las claves de cada ser. Las «aurículas» son cabezas de robots oyentes con dos cabezas que permiten el espionaje. Los «altruistas» son policías en monopods de un lado para otro. Los «sombreros negros» son funcionarios ultra celosos. Los líderes «laicos» ven su tarea complicada por un marco religioso, dirigido por un «predicador», que anima la adoración dedicada a la «Gran Rueda». Es entonces cuando la ahijada rebelde Sacharine, que pertenece a este curioso clero, ayudara a Mariulo en su huida de la represión.

¿Mis sensaciones? Diría que, sobre todo, Horologiom, es una serie de investigación tanto gráfica como de trama. La belleza y la creatividad de las decoraciones, los personajes, el alivio traído por los colores básicos prevalecen ante un lector al que se le gana con una amplia gama de decoraciones variadas, aéreas, subterráneas y, por supuesto, la ambientación. Una ambientación súper conseguida. ¿Y no debería ser eso el plato principal de una historia de CF? No obstante, Horologiom es una trama lenta. Para degustar con cuchara. La acción progresa poco a poco (durante los procesamientos, sobre todo) y tienes que entrar en todo lo que se comenta para no aislarte. Pero debido a que lo tenemos en formato recopilatorio, sabemos que tenemos bastante más por delante. Y podemos seguir degustando una historia que gusta. No sé yo como hubiera sido el tema si me hubiera puesto con ella en álbumes sueltos… Mas, insisto, esta fantástica ciudad, con un gran despliegue vertical, revestida de torres con cúpulas cónicas flojas y fálicas, unidas entre sí por rampas estrechas con vistas al vacío a ambos lados, sin barandillas; un universo real que atrae. Todo muy colorido a lo El Mago de Oz, encuentras detallitos muy chulos como que el vestuario de los personajes resulta ser ya un tema de investigación. Comenzando por la máscara de Mariulo, ese chico guapo, ese héroe que parece nacido para llevar a cabo la próxima revolución.

Este primer volumen recopilatorio contiene los cinco primeros álbumes de la serie. En El Hombre Sin Llave se nos presenta la dictadura donde varias facciones están tratando de llegar o permanecer en el poder. La policía religiosa espía y Mariulo (una persona sin llave) llega a Horologiom. Así llegamos a El Instante del Damokles, en el que el comité religioso y las fuerzas civiles libran una lucha despiadada por encontrar a Mariulo. Nahédig es un episodio correcto, donde los diferentes protagonistas juegan al gato y al ratón. Alianzas, tramas, las traiciones están en el programa de La Noche del Remozador, un escenario que se prolonga (todo gira en torno a la historia del Remozador, y gusta saber más del pasado del héroe de la serie) para deparar en El Gran Engranaje, que cierra este primer volumen integral de la serie. Con un final inesperado que pone en tela de juicio toda la visión que uno podría tener del mundo de Horologiom. Se ve que el editor lo tuvo en cuenta y por ello el primer recopilatorio compila hasta aquí.

Me encantó. Me dejó perplejo. Y con hambre de más. Una serie de alta calidad. Un éxito innegable que deberíais descubrir.

Reseña: Batman/Lobo (Integral), de Alan Grant, Simon Bisley y Sam Kieth

Con el beneplácito de ECC Ediciones, los aficionados al cómic más macarra hemos podido ir recuperando cositas muy difíciles de encontrar. Magníficos integrales de Superman, Wonder Woman, Batman…, pero también otras chuladas para el aficionado más cetrino como las aventuras de Lobo. Pero no, ahora en serio, ¿pero qué demonios estáis haciendo todavía sin saber de él? Lobo es el macarra al que siempre me refiero en mis recomendaciones de cómics con dibujazo, guiones humorísticos, desdichados, desenfrenados, sin necesidad de recurrir al cómic independiente. Suponiendo que de Batman sabéis un rato, de Lobo os diré que da miedito estar en su contra. Un personaje con el que te ríes, disfrutas viéndolo dar palos y todo lo que puedas imaginar. Un antihéroe del que siempre se ha dicho que para nada goza del simbolismo de Superman o la profundidad de Batman.

Lobo es un personaje de ficción que aparece en los cómics publicados por DC Comics, creados por Roger Slifer y Keith Giffen en su día (junio de 1983). Pero del que Alan Grant supo sacar el máximo jugo. Un alien que trabaja como mercenario interestelar y cazador de recompensas, haciendo honor a su estereotipo macarra. Ese tipo odioso, acometido de músculos hasta las orejas, que podías encontrarte montado en moto en una vía interurbana de los 80s… Pero, ¿y si tres maestros consagrados como Alan Grant, Simon Bisley y Sam Kieth hubieran hecho una miniserie donde el Caballero Oscuro se cruzara con el macarra de cara pintada? Pues quedaría una maravilla. Una miniserie guapetona que ahora ECC Ediciones recopila en formato integral. O mejor dicho, la recopilación de dos historias en las que intervienen estos dos grandes iconos DC. Con unos argumentos condensados pero muy bien pensados para desarrollar buenas tramas en muy poco tiempo. Una virtud sólo al alcance de unos pocos.

Y quizás debería comenzar diciendo que unos mis más adorados ilustradores es Sam Kieth. Desde muy pequeño adoro y persigo su trabajo. De hecho, diría que me inspiró para esos pocos momentos que dediqué a dibujar. Pero también me considero muy fan de todo lo leído de Lobo, y de una década acá, Batman. Sí, soy de los más recientes lectores por que nunca me cayó bien. Pero con la madurez todo llega. Y es que también me gusta bastante todo lo hecho por Simon Bisley…

Batman/Lobo Integral contiene el númerito del mismo nombre donde ambos chocan por primera vez. Un especial de Otros Mundos (Elseworlds), donde el Joker contrata a Lobo para asesinar a Batman, y si puede, de paso, que deje Gotham City hecha una ruina. También se aporta los dos números de una miniserie llamada Deadly Serious donde ambos forman tándem para enfrentarse a un ente alienígena capaz de poseer a cualquier fémina y convertirla en artífice de la devastación absoluta. Quién dice fémina, dice chica callejera molona, provocadora, que fuma, bebe y mata personas por doquier. Algunos tarantinescos las llaman «strippers».

Como decía, amo a Sam Kieth y a estos dos personajes involucrados. He estado esperando un tomito asi, con estas historias, desde hace tiempo. Librarme de estas tramas en grapa. Y es que uno obviamente ya se volvió con los años un poco sibarita y quiere tenerlo todo-todito-todo en la mejor edición. El Alan Grant-Simon Bisley de su mejor época, y a un Sam Kieth pletórico, firmando aventuras conjuntas de dos de los personajes más dispares de DC Comics. Entre las novedades del mundo del cómic, siempre hay tomitos-joya de los que merece la pena hablar por su relación calidad/precio. Este es uno.

Y por cierto, aquí vais a encontrar el que es para mí el mejor Batman dibujado.

Buena salud para todos.