Reseña: Tomb, de Antonio Suchs y Kundo Krunch

Con ganas, la inspiración y el equipo adecuado, sí que se consigue hacer buen Terror en este país. Una buena gama de ilustradores españoles tenemos desde los gloriosos años 80, eso está claro y de eso nadie se puede quejar. De hecho, a día de hoy, tenemos bastantes compatriotas trabajando en el mercado europeo y USA. Y muchos de ellos destacando y ganando premios importantes. Pero en cuanto a guiones… Ay. O no se confía en la gente adecuada, o no destacamos demasiado. Sin embargo, muy de vez en cuando aparecen muy buenos cómics como es el ejemplo de Tomb. La excepción que confirma la regla. Cómics por los que hay que dar gracias al apoyo necesario y la iniciativa que dan a autores, grandes editoriales como Dolmen. Una editorial ya con bastante nombre en nuestro país por el tremendo trabajazo que está haciendo de recopilación con el mejor cómic europeo.

Tomb ya atrae con su portada. ¿Mis sensaciones? Correcto, lo que me llevó a querer saber más de este cómic que se acaba de publicar es el atractivo dibujo de Kundo Krunch y como recuerda directamente al Mignolaverso y toda esa serie de autores que la componen. Y porque el género gótico: vampiros, fantasmas y hombres lobo, bien ideados, siempre van a tener mi atención. Y aunque para muchos puedan resultar temas manidos, a mí personalmente me trasladan a un mundo de tinieblas, a ciudades, entornos y pueblos aislados donde a media tarde ya andan cubiertos por la niebla. ¿Qué en estas historias es muy dificil innovar? Estoy de acuerdo. ¿Qué Sachs y Krunch lo consiguen ligeramente? También. Ya solo imaginar un Madrid oscuro muy al estilo del Londres victoriano, me gustó. Porque pasa que incluso los autores españoles solemos ubicar este tipo de historias directamente en países del Este o en lugares tenebrosos de renombre. Pero sí que es cierto que España, la España profunda como la llaman algunos, tanto la de siglos pasados como la de principios del siglo XX donde había más hambre y horror que pelos…; no deja de ser un lugar ideal para estas tramas terroríficas.

Además, el argumento de Tomb es tan original como diferente. Un asesino en serie condenado a muerte recibe una oferta de un hombre lobo que quiere montar una funeraria con oscuros propósitos. Nos vamos a la cárcel de Porlier, en Madrid, en los pasados años 40. Marcel es quién recibe la visita de este ser de la noche que le propone salvar la vida una vez sea ejecutada la sentencia. No obstante, ¿quién dice no a aferrarse al último resquicio de cuerda que te salva del precipicio? Ya puede aparecer quien aparezca (en este caso, un hombre lobo de más de trescientos años de edad, propietario de una funeraria en el barrio de Maravillas) que cualquiera se agarraría a ese clavo ardiendo. Pues la propuesta es exactamente eso: una aventura de pánico, resurrección y asesinatos, un guión con la muerte muy presente…

Os contaré también que la ejecución y desarrollo de la trama de Sachs en ciertos momentos da bajona argumental. Pero todo se reinicia con la ambientación que consigue junto al ilustrador en algunas viñetas. Tomb cuenta con un final raruno que a algunos les puede gustar más o menos, pero, en mi opinión, nada que objetar porque pasa constantemente en las obras de Mignola y, sin embargo, siempre quedo encantado con el viaje.

El tema visual de este cómic es maravilloso.

Mi enhorabuena a los autores.

Reseña: Casacas Azules 2000-2002, de Raoul Calvin y Willy Lambil

Nuevo álbum de Casacas Azules en esta genial recuperación que está haciendo de la obra la siempre genial Dolmen Editorial. Un serie de cómic europeo que goza de un humor muy chulo y buenos personajes, muy cercanos en apariencia y que recuerdan de algún modo a Lucky Luke y su entorno, en mi opinión.

Casacas Azules era el nombre dado por los indios a las tropas de caballería que “mantenían el orden” en el Lejano Oeste. Dolmen Editorial se encarga de recuperar este grandísimo estandarte, joya del cómic que todo el mundo debería degustar. Casacas Azules es un clásico del western humorístico y un best-seller absoluto del cómic europeo. Ambientadas sus historias en la Guerra de Secesión y las hazañas del intrépido sargento Cornelius Chesterfield y su fiel (aunque a ratos rebelde) cabo Blutch, son desde hace más de cuatro décadas, una de las series más longevas y exitosas del célebre semanario Spirou. Una de las series que llevo adelante y que pienso completar y hacer disfrutar a mis hijos cuando se tercie.

Y siguen llegando gloriosos integrales que comprenden varios álbumes. Por años. Como ha decidido traerlo la editorial. Este especial que os reseño hoy comprende los títulos que salieron entre el año 2000 y 2002. Tres exactamente. Historias con un tono un tanto diferente, como Romances en Azul, que habla de Abigail, la hermana del Capitán Stilman, que fue salvada de los sureños justo en el álbum anterior. Esta chica decide casarse con su salvador el Capitán Stark. Pero esto no le conviene en absoluto a su hermano, que se niega a «permitir que un tonto” se una a la familia. Por lo que ordena a Chesterfield y Blutch que escolten a Abigail fuera del lugar de encuentro donde se está llevando a cabo una importante reunión con el personal del Norte. ¿La esperanza? Que encuentre a otro pretendiente.

El siguiente álbum narra que para desalojar a los sureños atrincherados en un campo inexpugnable, al General Grant se le ocurre una muy buena idea. Pero su plan (de cavar una galería debajo de su campamento para hacer estallar barriles de pólvora) fracasa y el líder de los Casacas Azules busca consuelo una vez más en la botella. Exasperado, Lincoln envía a uno de sus espías a investigar, listo para despedir al General alcohólico. Blutch y Chesterfield tendrán que competir en ingenio para llevar a su General por el camino correcto mientras frustran los planes de este espía apodado «La oreja de Lincoln».

Cuando el ejército se quede sin armas y los voluntarios hayan dejado de empujarse en la misma puerta para terminar siendo carne de cañón, ¿qué queda para repoblar las filas? ¡Reclutamiento! Revuelta en Nueva York cuenta como en todo el país se está gestando una revuelta frente a este enfoque injusto e impopular. Para restablecer la calma, los Casacas son enviados como refuerzos para supervisar las operaciones en la cada vez más potente ciudad de Nueva York. Pero cuando los más ricos compran en detrimento de los más pobres la libertad de no hacer la guerra, exasperados, los conscriptos toman las armas. ¡A por los burgueses! ¡Súmate al ejército! Llegó la hora de que nuestros personajes cambien de bando si quieren terminar con vida una aventura.

Casacas Azules es todo un clásico de la escuela franco-belga, con más de cincuenta álbumes publicados. Volvemos a vivir una buena época con una serie maravillosa de aventuras y desventuras centrada en estos cómics de intrépidos soldados norteños, yankees del noveno arte, cuyos cómics han sobrevivido durante más de cuarenta años, que se dice pronto. Editoriales como Dolmen que piensan bastante en el aficionado al cómic europeo y que ponen en librerías clásicos de renombre. Y no paran de publicar joyitas, en sendos tomos en tapa dura y a un precio genial por contenido. No es de extrañar su gran acogida. Seguimos disfrutando. ¡Qué nunca falte el pan!

Reseña: Johan y Pirluit Vol.1, de Peyo

Confusión de verbos no es decir que el mejor cómic europeo nos está llegando a través de varias editoriales. Lo mejor de lo mejor, poco a poco, editoriales como Norma Editorial, Ponent Mon, Yermo Ediciones y, sobre todo, Dolmen Editorial, nos lo van publicando en sendos integrales casi cada mes. Lo que un amante como yo (o mi famoso tío) creíamos que nunca veríamos a estas alturas publicados en español. Títulos que se vuelven a editar en el mejor de los formatos; sendos integrales que recopilan varios álbumes. Una forma además, de ahorrar dinero así como la comodidad y el gusto de tener todo lo que uno quiere disponible a cúando uno quiere. Caviar del bueno como es Johan y Pirluit, una serie de historietas de fantasía medieval creada en 1946, nada más y nada menos, que por el maestro-dios-historietista belga monseñor Peyo (Pierre Culliford). Un cómic publicado inicialmente en las secciones infantiles de los periódicos La Dernière Heure y Le Soir, y más tarde en el semanario más famoso de la cuna franco-belga como es la revista Spirou de Editorial Dupuis. ¿Qué ocurre? Pues que estáis en el momento adecuado de haceros con esta colección porque Dolmen Editorial ya ha puesto en librerías el primer volumen de Johan y Pirluit, una reedición que lleva años esperándose y solicitándose de este indispensable del cómic europeo, una colección que ya os cuento que dura siete volúmenes, al menos, la serie clásica, y que podéis completar.

Por mucho que me gusten Los Pitufos o Benoit Brisefer, la verdadera obra maestra de Peyo para mí siempre será Johan y Pirluit. Quizás porque la fantasía medieval es mi segundo género favorito de lectura. Quizás, porque es un cómic que a poco que leas engancha cosa mala. En cualquier caso, diría que este es el título en el que este gran autor/diseñador muestra su potencial talento más estratosferico como narrador y creador de ambientes. Y aunque sí que es cierto que los dos primeros álbumes (El castigo de Basenhau y El amo de Roucybeuf) son algo clásicos e infantiles, pero la saga, en mi opinión, despega a tope con El duende del Bosque de las Rocas, donde aparece por primera vez el personaje de culto llamado Pirluit. Personaje cómico del que siempre se ha dicho que encarna a la perfección la verdadera personalidad del autor, y que lo utiliza tanto para encarnar su humor irresistible como para avanzar en la trama cuando sea necesario. Pero no puedo dejar de resaltar que Johan completa la formula. Es el verdadero héroe de la serie, que amenaza, como todo buen protagonista de esta época, con resultar demasiado típico por ser demasiado perfecto. No obstante, el dúo con Pirluit es la mejor idea que pudo tener Peyo, ya que la química entre los dos personajes es excelente, y juega mucho con el apego que tenemos por ellos nosotros los lectores.

El castigo de Basenhau cuenta que, durante un torneo de justas organizado por el Rey, Johan el paje, ve a Lord Basenhau sabotear la lanza de su rival invicto, el Conde Tremaine. Johan advierte sobre esto al Conde que acaba de ser derrotado y humillado y este expone la traición de Basenhau al Rey. El rey exilia a Basenhau de la corte pero de vuelta en su propio castillo, decidido a vengarse, Basenhau encarga a su secuaz más acérrimo que forme un ejército con el que luego asediarán el castillo del Rey y masacrarán a los ocupantes. Especialmente a Tremaine.

El amo de Roucybeuf fue publicada en el bendito año de 1953. Aquí se modificó algo la edad de Johan y se le mostró más mayor. Y cuenta que después de una ausencia de tres años, el caballero Hugo, el hijo mayor del Barón de Roucybeuf, regresa a las tierras de su padre. Pero en una posada por el camino se entera de que su padre, un gobernante bueno y popular, desapareció misteriosamente hace algún tiempo y que desde entonces la zona ha sido gobernada por su hermano menor. Y este sujeto pasa la mayor parte de su tiempo bebiendo y jugando y simplemente aumentando los impuestos y no hace nada contra los bandidos que saquean la zona. Una noche, dos hombres enmascarados llegan a la posada con la intención de matar a Hugo, pero son desafiados y ahuyentados por un joven llamado Johan…

Como os decía, El duende del Bosque de las Rocas es el primer álbum puntero y adulto (diría) mejor escrito y dibujo por Peyo de esta colección. Se publicó por primera vez en la revista Spirou en 1954 y luego apareció en formato álbum. ¡Aparece por primera vez la cabra Biquette! Una compañera más para aventuras posteriores. ¿En resumen? Los campesinos acuden al Rey quejándose de un duende que ha estado rondando un bosque cercano. Este goblin es conocido como Peewit porque siempre grita «Peeewwwiiittt» al escapar tras robar comida o hacerle bromas a los viandantes. ¡Incluso roba pasteles destinados al Rey! Algo habrá que hacer, ¿no?

Johan va al bosque en su busca.

Esta aventura sería adaptada años más tarde, y de forma genial, en un episodio de la serie de dibujos animados de Los Pitufos.

Qué más halagos decir de una de las sagas más chulas y de culto que se ofrecen dentro del cómic franco-belga conocido como el cómic europeo de pro. Historias que siempre es un placer sumergirse en ellas. Un cómic imprescindible de leer al menos una vez en la vida. Una joya de las gordas nuevamente disponible en las mejores librerías.

Reseña: Las Nuevas Aventuras de Ric Hochet, de Zidrou y Van Liemt

La serie original de Ric Hochet siempre me dejó impresión de vaso medio lleno, vaso medio vacío. Me gustaban sus dibujos a pesar de su apariencia bastante rígida y sus muchas chicas con mandíbulas de bloques de hormigón… Y me gustaba, me entraban con bastante facilidad las intrigas de sus investigaciones y el misterio que revelaban al final. Pero al mismo tiempo, el personaje de Ric no me caía bien. Aparte, no me suelen gustar las tramas cuyas conclusiones son poco creíbles. Incluso dentro de lo ilógico, todo debe seguir una lógica. Ese es mi lema. Pero no dejo de decepcionarme cuando no me gusta un personaje, una serie, que tantos amigos aclaman…  Y como siempre doy una nueva oportunidad a amores rotos, me sentí atraido por la idea de leer una nueva versión de las aventuras de Ric Hochet. Me llegaron algunas noticias, algunos susurros al oído, de que su primer álbum me iba hacer cambiar de opinión. Oí, para colmo, algo que me petó la cabeza. Algo que os voy a decir y que no es spoiler por lo último que diré en esta reseña. Algo que me supuso querer ir corriendo hacia la nueva publicación que nos trae Dolmen Editorial este mes. Y ahora os lo contaré: el gran Zidrou y Van Liment golpean fuerte desde el principio en Las Nuevas Aventuras de Ric Hochet. Matan al personaje en las primeras siete páginas y dejan a su enemigo, el Camaleón, ocupando su vida.

Es la audacia atractiva que caracteriza los primeros álbumes de esta nueva serie. Un primer volumen que contiene los dos primeros álbumes de la serie. R.I.P. Ric! es la primera historia y en la que se va más lejos. Zidrou permite cosas que nunca hubiéramos visto en la serie clásica. Se llega incluso más allá con personajes principales de la serie (se nos muestra lo que parece una violación sin que la víctima parezca sufrir en lo más mínimo. Algo… muy raro). Una nueva visión de Ric pero también de Nadine y Bourdon… Sin hablar del pobre gato, Nanar. Y es que de camino a casa una noche, Ric Hochet es sorprendido por un hombre que le dispara sin previo aviso. Este hombre es el Camaleón. Acaba de dedicar los dos años que siguieron a su fuga a metamorfosearse en Ric Hochet: cirugía estética, deporte intensivo, entrenamiento… Un guión que pondrá al borde de la conmoción (me río) a alguien que espera el lado suave de las aventuras que Ric Hochet tenía antiguamente. También hay guiños, referencias a historias clásicas, pero también una pequeña parte de la burla va dirigida al cuestionamiento del personaje boy-scout de Ric y su atuendo inmutable.

Asesinato en un Jardín Francés sí muestra una trama más similar a lo que era habitualmente el héroe. Cuenta que un misterioso asesino mata a hombres solitarios en los Jardines de Luxemburgo. Para la policía, un enigma. Nunca se vió algo así. El verdadero Ric Hochet está de vuelta para una investigación policial digna de las mejores de la serie.

Cabe señalar que la relación con Nadine se vuelve mucho más adulta en esta nueva versión. Se deja atrás la eterna relación platónica que mostraban las historias de Tibet. Y el propio Ric se vuelve menos inhumano, menos perfecto. Además, me gustó mucho el tono que ahora tiene la serie con estas nuevas investigaciones policiales de Ric Hochet muy a lo serie de TC moderna. Creo que Zidrou logra de todas-todas este resurgimiento aportando más autocrítica a la serie y manteniendo el espíritu básico de un personaje que para muchos es eterno.

A nivel del dibujo, me gustó. Digamos que Van Liemt de alguna forma mantiene el espíritu de los primeros Ric Hochets y es agradable y su estilo tiene bastante soltura. Un cambio agradable a la línea demasiado rígida de Tibet. Pero es que encanta incluso la portada del tomo. Cuando sabéis de qué va, es un spoiler en toda regla.

La nostalgia puede jugar un papel fundamental en vuestra compra. Eso es correcto. Por mi parte solo puedo decir que la decepción, en este caso, no está a un paso. Anda bastante más lejos. Me he encontrado con un personaje genial y brillantemente renovado del que quiero/necesito saber más.

Reseña: Tif y Tondu. En los Límites de Lo Irreal, de Maurice Tillieux y Will

Tif y Tondu son de esas series, de esos personajes, que vas a llevar contigo toda la vida. En mi caso, incluso cuando escribo algún relato y todo se torna en algo detectivesco pero el personaje principal, se me vienen a la cabeza el modo de actuar de estos dos; el calvete y el de barbas y sus reacciones ante lo desconocido. Por eso insisto en que el dibujo de Will siempre es excelente y marca de por vida, además de crear atmósferas maravillosas para las historias como pocos.

Catalogué en su día a Tif y Tondu como puntal de lanza del cómic franco-belga y me reitero en ello. Es por eso que no voy a dejar pasar la oportunidad ahora que Dolmen Editorial nos está trayendo la serie en estos preciocérrimos tomos recopilatorios de su Colección Fuera Borda. Llega el tercer volumen de aventuras, tres nuevas hazañas de Tif y Tondu que contiene este En los Limites de Lo Irreal. Totalmente inéditas en castellano (que esa es otra), historias en las que he flipado porque se tocan los fenómenos ocultos que tanto amamos por aquí. No es por nada -y quizás hubiese sido retrasar mucho una publicación para gente que sigue con fervor esta serie y me consta-, pero estamos ante un tomo ideal para Halloween. Ahí lo dejo.

En Los resucitados encontramos a nuestros personajes perdidos en medio de la Bretaña, acompañados por un representante comercial de jabones que recogen y al que su coche le ha dejado tirado, cuando llegan a un pequeño pueblo llamado Kermez Er Oïc en el que son recibidos con bastante frialdad. La población les tiene miedo: o le tiran baldes de agua o les amenazan con un fusil. Finalmente encuentran refugio con una anciana quien les explica la situación. El pueblo no quiere saber nada de extranjeros. Los muertos del pueblo han empezado a levantarse. De hecho, los dos últimos fallecidos tienden a caminar por las calles por la noche…

En Un plan diabólico nos vamos a la Alemania profunda donde el calvo y el barbudo también se sumergen en una historia de Terror pero algo «pulp». Ayudando a la policía en todo momento, aquí se topan con un autómata gigante que fue creado en la Edad Media pero también contra un gorila invisible con cerebro humano… ¿Cómo? Hay un tipo que está creando aberraciones orgánicas a los que injerta consciencia con cerebros de gente difunta.

Cierra el tomo El retorno de la Cosa, una nueva historia a lo Mary Shelley. Aunque bastante diferente a la anterior. Pues a veinte kilómetros de la ciudad de Grimsby, costa este de Inglaterra, una noche, a altas horas de la madrugada, Smitty sale del pub después de beber mucho. Tropezando con farola por aquí, farola por  allá, se encuentra con algo increíble: cuatro esqueletos cubiertos con capucha portando un ataúd. Vuelve al pub corriendo y nadie le cree. De hecho, son Tif, Tondu y Kikí quienes le escuchan. Andan por la zona pues vienen a echar una mano a su amigo el inspector Fixchusset, con un negocio bastante inusual. Pero la pregunta es: ¿cómo diablos cuatro esqueletos portan un ataúd y cruzan las calles del pueblo sin problema?

Maurice Tillieux haciendo lo que mejor sabía hacer. El maravilloso pincel Will creando ambientación. Un volumen con extras que desvelarán a su vez más datos y anécdotas sobre las historias y sus autores. Serie que no puedes dejar de querer, tenerlo todo-todito-todo de ella. Ediciones para el amante del mejor cómic europeo de todos los tiempos. Excelente tomo una vez más, que mola ver reposar en tu cómicteca. Por otro lado, no sé porqué, me da la sensación que la edición de Dolmen Editorial está siendo un poco dirigida a construir estos volúmenes por temáticas. No me había dado cuenta hasta ahora pero En los Límites de Lo Irreal es bastante obvio. Sí había percibido entonces que para nada los álbumes iban correlativos en años de publicación como en otras colecciones Fuera Borda. Pero oye, no me parece mala idea. De hecho, mola. Todo esto siempre que nos traigan todo lo posible de esta espectacular serie de la BD, por supuesto.

Una serie de aventuras con una atmósfera cautivadora y un encanto fascinante con autorazos como Will, Dineur, Rosy, Tillieux, Desberg, Lapière y Sikorski, de por medio.

Insisto: un volumen ideal para el próximo Halloween.

Reseña: Los Hombrecitos (2004-2011), de Pierre Seron

Los Hombrecitos (2004-2011) cierra una colección que a muchos nos empujó a enamorarnos de nuevo por el cómic europeo. Amor que quizás muchos nunca perdimos, pero eso no quita que por una cosa o por otra, tuviéramos esa pasión latente o en hibernación y no tan al día como queríamos. Y mejor aún, como se puede tener hoy en día si uno quiere. Los Hombrecitos fue una de las series traidas a este país que me devolvieron la ilusión. Sólo hay que mirar en derredor, títulos así, en nuestro país, en ediciones en tapa dura ideales para coleccionar en la cómicteca…, y más en formato integral abogando por la calidad editorial. El mejor cómic europeo en el mejor formato. Decidme si no estamos en una nueva época dorada en nuestra país. Por no decir la mejor. Porque este viejoven no recuerda un momento donde tener tanto donde elegir en el idioma de Cervantes y en tan diversas editoriales nacionales.

Cuatro álbumes más para cerrar una serie gloriosa del cómic francobelga.

En Operación C.I. nos encontramos a bordo de portaaviones/submarinos, seres mutantes mitad-elefantes, mitad-cocodrilos… seres que traman un plan para robar toda la materia gris de las luminarias más eminentes del país. Entre sus objetivos, el profesor Hondegger, que conducirá a Los Hombrecitos a una nueva aventura.

Me gustó. Creo que es el álbum con más acción de toda la colección. Una aventura-disparate que se vuelve chula con el paso de las viñetas.

Esto se cuenta en el siguiente álbum llamado En Nombre del Hermano: En un hermoso día alguien toca una una cuerda floja que resulta ser un cable de acero del tendido entre las paredes del valle. A pesar de todas las medidas de seguridad, Oliver desaparece… Se organizan búsquedas constantes, pero no se puede encontrar su cuerpo. Stan, el hermano gemelo de Oliver, responsabiliza a Renaud, el jefe de seguridad de Eslapión, y tiene la intención de hacerle pagar por la desaparición de su hermano. No escatimará en los medios implementados para desestabilizar a Renaud y desacreditarlo a ojos de Los Hombrecitos.

Buena historia de intriga y suspense con giros inesperados. Homenaje al género detectivesco, sin duda.

Castillo Monterrugoso ocurre unos veinticinco años después de En las Garras del Señor (álbum de los principios de la serie), donde Seron decide volver a escenificar al barón de Montrigu y al señor de Crapulay. El odio y la rabia entre estos dos personajes aún ruge. Las batallas y el ajuste de cuentas marcan el día a día entre estos dos Señores y sus Reinos. Seron pone en escena de nuevo este pequeño mundo vecinal tan divertido. Enfrentando a hombres grandes y pequeños entre sí y mezclando aventuras y humor, ofreciendo un nuevo álbum tan divertido como dinámico. ¡Uno de mis favoritos de toda la serie! Una historia distinta a su precuela, con grandes personajes -en principio, secundarios- que dan para novela gráfica independiente.

La quincuagésima y última aventura de Los Hombrecitos es Eslapión 3. Donde toda la comunidad de Los Hombrecitos se va a asentar en una nueva ciudad submarina para escapar del ejército que quiere volar los acantilados que albergan a Eslapión 2. La cual, aparte, no para de ser amenazada por extraños fenómenos que ocurren en la región. Es por eso que Renaud toma todas las medidas para garantizar la seguridad de Los Hombrecitos y decide llevar a cabo un proyecto que lleva elaborando más de diez años. Un proyecto secreto que bien podría ser la última salvación de los habitantes de las cuevas.

Y aquí termina. La aventura llega a su fin más de cuarenta años después de haber comenzado en la famosa Spirou. A menudo mencionado como el sustituto de Franquin, en mi opinión, el trabajo de Seron rara vez ha sido debidamente juzgado. Para mí es un ídolo a tener en cuenta, muy aparte de otro grande como es Franquin. Este integral que cierra la serie culmina como toda buena historia, con una vuelta al principio. Empezó con un éxodo y termina tal cual. Pero ahora es definitivo. Seron utiliza esta elipse para despedirse de sus personajes y de sus lectores. Círculo completo cerrado. Fin. Y a otras cosas. Da pena, pero tampoco disgusta. Pocos cómics podréis encontrar tan bien cerrados.

Han sido quince tomos con éste que comprende los publicados por Dolmen Editorial en su magnífica Colección Fuera Borda. Un regreso a una joya de la BD del maestro Seron, miles de páginas después, Los Hombrecitos, decenas de aventuras después, una de las mejores obras de todos los tiempos del cómic francobelga. Venid a ver mi colección y así podréis contarlo a quién os apetezca. La tengo al completo. Ahí quedará por siempre, para mí, para mi familia, para quien le apetezca.

Oro puro.

Reseña: La Verdadera Historia de Futurópolis (1972-1994), de Florence Cestac

Hacía mucho tiempo que quería leer La Verdadera Historia de Futurópolis, y cual fue mi sorpresa cuando vi que la traía por estos lares la nada desdeñable en cuanto a cómic europeo, Dolmen Editorial. Aparte de historias y tramas, a uno ya también le gusta leer todo aquello que lleva el prefijo meta-. Es decir, todo aquello que está “junto a”, “después de”, “entre”…, lo que sea. En este caso, el metacómic. Lo que habla de todo lo que concierne a la creación de un cómic, contado en formato cómic. En definitiva, leer un cómic que habla sobre como hacer un cómic o los procesos que llevaron a él. Sobre su historia, todo el proceso, hasta que llega al lector. Pero también le tenía muchas ganas a este titulo por que Futurópolis fue una editorial de la que sé poco y de la que había leido solo un par de álbumes hace años. Y creo que eran reediciones de otras editoriales. No obstante, estamos hablando de una editorial que quizás sea la más influyente de la BD francesa, la misma que hace medio siglo cambió la forma de concepción de los cómics y firmó ciertas pautas a seguir para llegar al formato que tenemos hoy.

Florence Cestac junto a su marido eran los dueños de Futurópolis, un tienda especializada que posteriormente pasó a ser editorial. Cestac además era una buena dibujante y llegó a ser la editora principal de la editorial. De hecho, fue la primera mujer que ganó el prestigioso Gran Premio de Angoulême en el 2000; el galardón francés más prestigioso del noveno arte europeo. Yambién el Gran Premio Saint-Michel en el 2014. De hecho, fue la única hasta Rumiko Takahashi en 2019.

Pero Cestac trabajó inicialmente como ilustradora. Y cuando en 1972 se hizo cargo de la librería con su esposo Étienne Robial, la transforma en la Editorial Futurópolis (Maison D’Édition). Y durante esos años, entre muchas otras, creó las divertidas historias de detectives de Harry Mickson para las revistas de cómics L’Écho des Savanes, Charlie Mensuel, Pilote y Ah! Nana. Y después de venderle la editorial a Gallimard en 1994, creó la serie Les Déblok para El Diario de Mickey (Le Journal de Mickey), que fue donde la conocí yo.

La Verdadera Historia de Futurópolis es un auténtico documental sobre un episodio importante del cómic francés: el nacimiento, el ascenso a la cumbre y luego la muerte de una editorial que influyó bastante en el panorama del cómic de la época. Descubrimos en este tomito hechos interesantes, divertidos y los inicios de muchos autores que desde entonces han demostrado su valía (Tardi, por ejemplo). Y esto me encantó. Siempre me resulta esclarecedor seguir las vidas y las luchas de quienes tienen influencia en la industria y, sobre todo, de quién no deja de perseguir sus sueños pase lo que pase.

Incluso si el tema no es lo tuyo, La Verdadera Historia de Futurópolis es una historia interesante bastante divertida de leer. Es como tener delante una de esas biografías de alguien que te importa un pepino, pero a cuya “vida” acabas enganchándote y queriendo saber más. Pues Florence Cestac ofrece en este ejemplar una curiosa biografía o monografía de la Editorial Futurópolis entre los años 1972-1994, donde evidentemente, el estudio no es unilateral, ya que Cestac estuvo involucrada en la aventura, con sus dos cómplices Etienne Robial y Denis Ozanne. La historia comienza con la adquisición de la librería (homenaje a una obra de Pellos) por Robert Roquemartine en 1972 y continúa hasta la debacle en 1994. La portada recuerda inevitablemente a la Colección Copyright que rememora a los viejos clásicos norteamericanos: Popeye, Superman, Hombre Murciélago…

Es toda una parte de la historia de los cómics lo que se transfiere en este formato único. Así como lo bien representada que está la obra que por diversos motivos la empresa sacó adelante como editorial. Muy bien desarrollado. Muy bien transcrita. Se deduce, por ejemplo, que Futurópolis ya en esos años estaba mucho más influenciada artísticamente por la cultura pop, el punk y otras modas del momento. Muy alejada del conservadurismo y las series interminables que en los 80 profesaba editoriales como Glénat. Así, vemos con gusto a todos los grandes nombres del cómic de la época, ya sean Bilal, Crumb, Tardi, Charlie Schlingo, así como la irrupción de los recién llegados: Menu, Trondheim…

Ya solo el ver a la autora y sus amigos pasando su tiempo libre en mercadillos buscando cómics antiguos, me puso los pelos de punta.

Reseña: Papyrus (1984-1986), de Lucien De Gieter

Papyrus es una de las colecciones de cómic europeo clásico que está publicando Dolmen Editorial. De esas que intento no perderme ningún número. Es un cómic que tiene ese sabor añejo que tanto nos gustan a los amantes del buen cómic europeo y que dio su proclama al otro lado de los Pirineos allá por los benditos 80, cuando en nuestro país, como mucho, de cómic extranjero solo podíamos disfrutar de superhéroes que habían llegado para quedarse. Es por eso del atractivo de cómics como Papyrus que tienen su gustoso poder en aventuras del Antiguo Egipto y en lo que este joven pescador que da titulo a la obra, vivió durante la época de los faraones.

Una de las cositas curiosas y chulas de Papyrus es, que desde 1978 hasta aproximadamente 2015 (aunque Lucien de Gieter decidió parar en 2013 en el número #33), en todo ese tiempo, se fue publicando un álbum por año. Uno por año. Se dice rápido. Estamos hablando de casi cuarenta años de publicaciones y todos y cada uno de los fans teniendo su ejemplar para degustar cada trescientos sesenta y cinco días. Un aventura al año para disfrutar entre otras tantas colecciones que uno tenía por leer cuando apenas tenía suficiente «money» para comprar todo lo que quisiera. Pero ahora Dolmen Editorial publica estos semi-integrales con tres álbumes por tomo, que son ideales para poder disfrutar de la colección. Los clasifica por años para tener un seguimiento visual que se agradecen una vez puestos en nuestra cómicteca.

Papyrus 1984-1986 contiene los títulos La venganza de Ramsés, La metamorfosis de Imhotep y Las lágrimas del gigante. El primero de los álbumes es bastante sencillo al principio, pero se va complicando el tema cuando la familia real va al templo milenario de Abu Simbel, y durante la revisión del lugar por parte del grupo que dirige Papyrus, caen en una trampa cuando se dan cuenta que dentro del lugar hay una pugna entre dos bandas que pelean por el tesoro más antiguo que existe.

La metamorfosis de Imhotep nos lleva a saber del clero de Memphis y sus intrigas por intentar desacreditar al faraón porque el sumo sacerdote Chepseka quiere convertirse en mandatario del reino (¿Estribillo conocido?) pero aquí, para frustrar el complot, Papyrus y su equipo debe trabajar en varios frentes abiertos: ahorrar tiempo recurriendo al doble del Faraón que debe realizar el Heb-Sed, recuperar la hierba de cocodrilo para curar al verdadero Faraón, y por supuesto, desenmascarar a esos instigadores que tratan tan odioso complot.

Las lágrimas del gigante correspondería al noveno ejemplar de la serie y es el volumen con guión más adulto que he encontrado hasta ahora. ¿Por qué? Porque se percibe que Lucien De Gieter se basa en gran parte en Sinuhé El Egipcio, novela de Mika Waltari, súper referencia de esta ambientación. donde nos encontramos con un faraón pacifista que desea mantener la paz con el Imperio Hitita, y un general ambicioso que desea reconquistar el Este aprovechando la guerra entre hititas y asirios. Aunque eso signifique desobedecer los acuerdos de paz firmados por su país. Pero una princesa hitita que guarda el secreto del acero -ese metal mágico contra el que las armas de bronce ceden-, va a decidirlo todo. Y eso que el odioso Menehetet desea utilizar los poderes mágicos del sumo sacerdote de Sekmet para secuestrar y hacer hablar a la futura esposa del faraón.

Un volumen cuyas historias brindan bastante por las pociones, los encantamientos y el belicismo. Tramas bien interpretadas y con suspense bien añadido. También «deus ex-machina” como guindas de pastel. Pero es normal. Estamos hablando de historias ochenteras, como os dije antes, y una serie que claramente iba dirigida al público juvenil de la época. O sea, nosotros. Papyrus, del autor belga Lucien de Gieter, huele a buena voluntad y humor. También a género de aventuras propiamente dicho. En estos números aplica, una vez más, todo lo que concierne al Antiguo Egipto y sus arquetipos del héroe. Conocimiento a la vez que disfrute. ¿Un principio de cómic de aventura histórico? Por supuesto. Recoge muy bien los mitos, leyendas y cuentos que se utilizaron para sacar adelante la seductora fantasía egipcia.

Demonios y maravillas a partes iguales.

Reseña: Tarzán Vol. 4 (1943-1945), de Hogarth, Don Green y Edgar Rice Burroughs

Van ya cuatro volúmenes publicados de esta maravilla del cómic como es el Tarzán, de Hogarth, las tiras de prensa que se publicaron en el Sunday Pages en los años 40 del pasado siglo. Una reimpresión con un alto nivel de calidad y que da primor tanto a Dolmen Editorial como a cualquier comprador que se precie a poco que te guste el género pulp, de donde Tarzán en novela fue una de las obras más representativas. Tenéis que recordar que Tarzán fue creado por Edgar Rice Burroughs, el portentoso escritor de novelas de aventuras, creador además de grandes personajes e historias de principios de siglo XX.

La primera aparición de Tarzán fue en la revista pulpera All Story Magazine en octubre de 1912. Historia que no mucho después fue trasladada a la primera novela del personaje (Tarzán de los Monos) y a la que sucedieron veintitrés secuelas, aparte de los famosos cómics y películas que le dieron un empujón enorme al personaje. Algo muy parecido a lo que pasó con Conan El Bárbaro que vino algunos años después. Y como alguien que admira enormemente el arte de Burne Hogarth y los mini-guiones (como yo los llamo) de Don Garden, me emociono siempre que me puedo poner con una de estas maravillas ilustradas que está publicando o rescatando Dolmen Editorial. Volúmenes poderosos solo ideados para el disfrute del mejor amante del cómic clásico, donde ya se hacía ver la calidad y suministro que el noveno arte podría dar de sí.

Aquí Tarzán avanza en sus viajes y aventuras por ese entorno mágico que es la jungla donde se crió. Donde aprendió a ponerse firme él solito. ¿Sabéis de dónde viene? No pasa nada, con apenas un par de viñetas, los que no hayan leído los anteriores volúmenes podrán hacerse una idea de dónde podría haber estado y los tejemanejes a los que han querido someterle ciertos tipos. Aquí es un no parar. Pueblos en peligro que están cerca de un volcán activo, verás a Tarzán cruzar un enorme desierto o atravesar esa jungla mística que pocos occidentales han visitado y donde se esconden seres que muy pocos pueden imaginar. Donde incluso los simios no se parecen en nada a los primates con los que estamos familiarizados. La agresividad es tremenda. Tambores de guerra pero con más árabes y alemanes nazis que tribus en disputa. Tormentas de arena, donde muere gente y donde Tarzán encuentra un uso diferente para su taparrabos. ¿Más datos? Como máscara facial para mantener la arena fuera de sus pulmones. Obviamente, aventuras también donde rescata a doncellas en peligro, y nos enseña como el agua, la falta de ella y la abundancia, son dos males para el hombre si no sabe como mantenerlas en equilibrio.

Y muchas historietas más. Donde sin querer revelar nada más, solo diré que hay aparición de un nazi conocido en una de estas tramas. Sorpresa, sorpresa, ¿no? Mirando el arte, te deshaces en halagos. Al menos, a mí me encanta Hogarth y sus primeros planos de personajes. Siempre me preguntaré si usó como modelo para estos casi retratos a Cornel Wilde. Ese actor clásico de cejas curvadas que tanto se parece a este Tarzán. Y es que Hogarth hace una exhibición de todo su don, de su arte, añadiendo acción interesante con sus lápices. En ocasiones, coloca viñetas de mayor tamaño para poder explayarse. Aunque no hay ángulos de visión elaborados, hay que tener en cuenta que esta era la norma para ese período de tiempo, especialmente cuando había tantas viñetas por página para poder desarrollar la trama.

De Tarzán: disfruto siguiendo las historias encantadoramente fechadas y examinando el crecimiento artístico de las habilidades de los autores. Ni que decir tiene que para aquellos que están recopilando las mejores historias de Tarzán (conozco unos cuantos) son súper indispensables estas ediciones. Un personaje que puede presumir de haber gozado de artistas legendarios que le definieron gráficamente en tiras diarias y que tienen una clara evolución, maestros como Burne Hogarth, Russ Manning, Jesse Marsh, Joe Kubert y Hal Foster. Ahí es nada. Aquí hay suficiente material para apaciguar tanto a los fans del personaje como a los de Hogarth.

Lectura veraniega al cien por cien.

Reseña: Quena y El Sacramús Vol.6, de Gos y Walt

Sexto volumen de un título ameno y divertido. Y aunque van seis integrales de esta chula recopilación, sigo recordando que son cómics que se disfrutan por si solos, que en un porcentaje muy alto apenas hay continuidad y que contienen aventuras independientes. De hecho, conozco a gente que se pilla solo los volúmenes porque una o dos de las historias interiores le atrae. Otras, que solo pillan el integral por aventuras que no tienen en colecciones antiguas. Sea como fuere, Quena y el Sacramús no deja de ser otra maravilla del noveno arte que se publica actualmente en nuestro país gracias a Dolmen Editorial y su colección Fuera Borda.

El Sacramús (Le Scrameustache) es un animal extraño y amigable que proviene de las estrellas. Con su amigo Quena (Khena), viaja por el universo para ayudar a todo habitante de la galaxia y así desentrañar los grandes misterios del Universo. Esta sería la premisa general que define a  Quena y el Sacramús, el cómic clásico de la BD, otra de las chulas colecciones que se pudieron seguir en la famosa revista Spirou. Un titulo de los maestros Gos y Walt, que desde su aparición en 1972 consiguió llegar a la friolera de 44 álbumes. ¡Ah, otra buena serie de mi infancia lectora de cómic europeo gracias a mi Tito Americano! Como en cualquier buen cómic juvenil, lo que me seduce de esta saga son sus siempre variadas y originales aventuras con trasfondo de clásica Ciencia Ficción. Creo haber hablado de ella en alguna que otra conversación comiquera con amigos; es ideal para hacer que tus peques se interesen por la CF, pues esta serie realmente tiene todo para complacer, al menos, al público joven. Personajes entrañables, tramas cautivadoras, buen humor en general… y sobre todo, ¡un dibujo magnífico! Que provoca una terrible nostalgia de los buenos tiempos pasados que uno/a tuvo cuando en nuestra vida no había otra preocupación que pensar en qué gastar el tiempo libre.

Quena y el Sacramús es preciosista, nunca violenta, fresca, tramas con un ligero humor que apetece leerse mucho ahora que el calor aprieta, donde solo apetecen lecturas ligeras, no demasiado complicadas… ¿Quién no brinda por una buena historia de CF mezclada con humor? Detallitos muy chulos que ayudan a forjar la imaginación. Este sexto volumen contiene tres nuevos álbumes. Hay que recordar que los padres, el hermano y la hermana de Quena se quedaron en el siglo XVI. Sin embargo, el padre de Quena prepara a sus hijos para un regreso al siglo XX creando un portal dimensional. Por su parte, Quena quiere ir a buscar a sus padres en el siglo XVI y recuperar, con el Sacramús, el platillo que quedó en la luna. ¿Pero qué ocurre cuando viajan en el tiempo y el portal desaparece? ¿Y si la temida Peste de dicho siglo hubiera azotado la villa donde vive su familia? Todo esto se cuenta en El Gran Regreso.

El siguiente álbum es El Origen del Sacramús. Una genialidad que me ha encantado leer/tener. Por que además de contar el origen del “bicho” llamado Sacramús, la historia sirve como precuela al álbum que inició esta maravillosa serie. Muestra a Najboul, un científico adelantado a su tiempo, y como lleva a cabo un experimento genético destinado a crear un ser combinando con las cualidades de varios animales. Así nació. Pero el éxito de Najboul despierta mucha envidia, tanto entre sus eruditos colegas como entre los Stix, y Najboul es detenido…

Las Alaridesas cierra este sexto integral. Donde la prometida del Renegado quiere sacar a su amado de la cárcel y casarse con él. Lo que se hace en presencia de los testigos, Quena y el Sacaramús. Además, ella expresa el deseo de hacer su luna de miel en la isla de Aran, habitada por las Alaridesas, criaturas encantadoras pero fácilmente irascibles. Pero, ¿y si aprovechara la oportunidad para vengarse de los galaxianos? Y peor aún, ¿y si apareciera un enemigo al que creían derrotado? Siguiendo la opinión de mi Tito Americano al que pregunté para esta reseña que opinión le quedaba tras haber leído todo-todo de esta obra en su día (recordé que era una de las que leyó y comentó que la disfrutó mucho en su idioma original), os traslado lo que me dijo: «Desafortunadamente, como cualquier saga, The Scrameustache duró demasiado. Y, por supuesto, después de un tiempo, las historias comenzaron a ser algo repetitivas. Menos interesantes argumentalmente…, para un adulto. Pero esta percepción me vino después de haber leído unos veinticinco tomos. Lo que ya es de valorar. Además, es una serie que huele bien de lejos. A perfume francés. Donde se puede encontrar intacto el encanto retro pero no anticuado de estos cómics».

¿Es bueno o no?

Puedo decir sin vergüenza que me gustó mucho esta serie y que desearía gozar de más integrales así. El dibujo agradable que promovía la editorial o casa Dupuis al otro lado de los Pirineos; perfecta legibilidad, dinamismo de la línea de dibujo, vivos colores que encienden el sentimiento, galería de personajes rica y variada (un villano malo-maluto de los que no se olvidan), escenarios construidos muy al estilo fílmico… Autores que casi cincuenta años atrás ya innovaban. El mundo/Los mundos que Gos crea en esta serie son guays. Las aventuras pueden recordar a las mejores historias de Peyo con Los Pitufos. Una compra ideal para disfrutar con tus hijos y para ti que siempre eres capaz de valorar un cómic bien hecho.