Reseña: El Dios Salvaje, de Fabien Vehlman y Roger

Le Dieu Fauve fue publicado en marzo de 2024 por Dargaud al otro lado de los Pirineos. Tan sólo dos meses después, Norma Editorial lo puso en nuestras librerías. Este trabajo supone otro lanzamiento en nuestro país del prolífico guionista Fabien Vehlman (Seuls, Green Manor, El Último Atlas https://www.cronicasliterarias.es/?p=9407). Un autor que ha llegado a nuestro país a través de diversas editoriales pero un autor de cómic europeo al que hay que seguir. Para El Dios Salvaje, Vehlman se juntó con el talentoso dibujante español Roger. Juntos, nos ofrecen una historia cautivadora y visualmente impactante, además de una inmersión en una narrativa muy particular. Porque este cómic nos traslada a la era imaginaria del Diluvio: una edad pasada y evocada unicamente en los textos antiguos y religiosos de la humanidad.

Comenzamos siguiendo a Sin Voz, un joven mono huérfano, decidido a demostrar su valía a su clan cazando al temible «Boca Larga», un viejo y feroz caimán. Pero mientras Sin Voz logra encontrar su lugar dentro del clan, presencia, completamente impotente, la masacre de su familia por parte de los guerreros de este imperio a punto de caer. Es capturado y entrenado para convertirse en un formidable guerrero sagrado, un “dios-cervatillo”, un dios salvaje. Pero Sin Voz parece desarrollar uno de los primeros instintos humanos, uno de los más feroces que sigue teniendo a día de hoy como es la venganza…

Lo fascinante de la narración de El Dios Salvaje es que la historia está dividida en capítulos y está diseñada como una historia coral. Cada capítulo se centra en un personaje diferente. La historia comienza siguiendo al mono sin voz, cuyo capítulo termina trágicamente con la masacre de su clan. A partir de ahí, seguimos a protagonistas humanos, lo que hace que esta narrativa sea apasionante es su construcción no lineal. Los personajes secundarios de un capítulo se convierten en los protagonistas de otro, ofreciendo diferentes perspectivas sobre una misma historia. Eso me encantó como me encanta cualquier serie de TV que hace concretamente esto. Cada capítulo arroja nueva luz y mejora nuestra comprensión de la trama y los personajes, por lo que tenemos un verdadero juego de rompecabezas en el que las piezas encajan gradualmente para formar una imagen compleja y cautivadora… al final.

El estilo semirrealista de Roger se inspira en los duros gráficos propios de ciertos cómics americanos. Los rasgos son claros, los personajes (especialmente Sin Voz, al inicio de la historia), están representados con sorprendente expresividad, enfatizando así la intensidad de las emociones que atraviesan. Unos colores apagados y oscuros, refuerzan la atmósfera opresiva y trágica que impregna toda la obra. Esta elección cromática crea un sorprendente paralelismo con la dureza de las situaciones vividas por los protagonistas, reforzando así el impacto emocional en el lector. Traslada de todas-todas a esa época pasada.

Por último, añadir que El Dios Salvaje delata ciertas obsesiones que encontramos, en menor medida, en otras obras de Fabien Vehlman. La dureza del mundo en el que vivimos y las relaciones y enfrentamientos de sus seres vivos. Pero también la insignificancia del poder por el hecho de que un simple evento puede cambiarlo todo en un instante. Un poco Juego de Tronos en el sentido de que nadie está realmente a salvo de nada.

Pura poesía.

Reseña: Donde vi el Cadáver, de Ed Brubaker y Sean Phillips

De unos años hacia acá, diría que el tándem de autores más potente de cómic de género de negro, el más indispensable a seguir son el que forman Ed Brubaker y Sean Phillips. Y no hay discusión. Les avalan grandes cómics, tramas, viñetarios de lujo como pueden ser Pulp, Reckless y Criminal, entre otros. Y es muy cierto que Donde vi el cadáver es todo un logro por que es donde se plantea un plano de la escena del crimen maravilloso como inicio con un misterio detectivesco que sigue los efectos de ese asesinato y su eco a través del amor y el desengaño. Lo define muy buen la sinopsis editorial.

Todo ocurre en la calle de un barrio. Una chica que lee cómics interpreta a una detective adolescente disfrazada de superhéroe, con un vagabundo que también anda disfrazado… Un chico del vecindario intimida a la gente con la placa de policía de su padre muerto y está teniendo una aventura con la esposa de un terapeuta (sí, todos tienen un secreto y todos están entrelazados en una especia de comuna urbana, todos pretendiendo ser otra persona). Veamos: chica superhéroe enamorada de un chico que se droga con una mujer infiel; ladrón de casas que busca dinero para sus dosis y lo amenazan con ir a la policía si no se detiene… Pero ella no es la única que sabe cosas. Está el tipo que dice ser policía que se acuesta con el ama de casa aburrida, que está casada con el psiquiatra aburrido, que trata al veterano de Vietnam sin hogar con trastorno de estrés postraumático, que es amiga de la niña vietnamita de diez años que sueña con ser policía-superhéroe, y que está secretamente enamorada de su vecino nerd mayor que ama los cómics. Y luego está el vecino entrometido. Y el investigador privado con su chaqueta exclusiva típica y su barba de tres días. Pero no nos enteramos del plan de asesinato hasta mucho tarde. Donde sabemos de estas personas que han tomado caminos separados y miran hacia atrás como si se tratara de un verdadero blog o podcast sobre crímenes.

Con un cuadro inicial que no es otra cosa que un mapa del barrio de referencia, tenemos una serie de vidas entrelazadas (que asemeja las interconexiones de calles que puede tener el suburbio de una ciudad grande), una pequeño ubicación donde todo el mundo finge. ¿Idea original? Quizás no. Pero una historia que todo amante de la obra de Brubaker disfrutará. Cuentan que Donde vi el cadáver fue un intento de responder a la petición de Sean a Ed de que escribiera un romance. Y eso os puedo decir que no funciona del todo. Pero que amor, a estas alturas, lo hace. Sí que tenemos un argumento magníficamente elaborado. Como un podcast de true crime mezclado con una narración en forma de diario perdido hace años.

Donde vi el cadáver, no se parece a nada que Brubaker y Phillips hayan guionizado y dibujado antes. Queda una mini novela gráfica muy chula de comentar entre gente a la que le gustan los misterios policíacos. Una historia retorcida como la vida misma. La diferencia, sin embargo, es sutil. En este cómic no hay asesinos en serie, ni mafiosos con armas, ni universitarios suicidas poseídos por demonios. Claro, hay un cadáver. Y un misterio. Pero parece menos importante, de alguna manera, que las patéticas vidas de los numerosos personajes cuyos destinos están entrelazados en la historia. Vidas cruzadas con temática criminal con las que he disfrutado mucho la sucesión de testimonios a través de los cuales se construyen las visiones que tienen los personajes entre sí. Pequeñas miserias socavan sus vidas.

Reseña: Museum (Integral), de Ryosuke Tomoe

Siempre lo he dicho. Museum puede ser el manga casi perfecto. En mi haber tengo ya leídos unos ochocientos títulos de manga diferentes (los tengo contados) y cuando das con una joya de historia así, la reconoces. La lectura y búsqueda de buenas historias es una “lucha” en la que nunca debes desesperarte. Es un viaje en barca cruzando el Gran Azul, un viaje entre la diversidad y la mediocridad aunque la originalidad del 98% de los títulos mangas que existen, eso no te lo quita nadie. Museum es un thriller al estilo de la peli Seven, aquella que tanto nos impactó en los 90 con Brad Pitt, Morgan Freeman y, sobre todo, un Kevin Spacey en sus primeros años, más terrorífico que nunca. Aunque también tiene un aire a Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie), el film surcoreano súper recomendado que está basado en hechos reales y que nadie debería perderse.

De entrada, nos llevan a una trepidante investigación con horribles asesinatos llevados a cabo con absoluta violencia. El ambiente rápidamente se vuelve pesado con esta lluvia que no deja de caer. Crazy Frog (un asesino con máscara de rana) deambula por las calles para completar su malvado trabajo. Las almas sensibles se abstienen y…, entonces nos adentramos en un manga oscuro como pocos, cautivador, que roza la obra maestra en términos de ficción criminal.

Hay que decir que el personaje principal y sus problemas no enganchan mucho pero te llevan a descubrir elementos de la trama que sí que atrapan y sirven cuando los relacionas. Un thriller con varios momentos de tensión. Un manga que empecé a leer en primeros números suelto y paré. Me dije: Esto quiero leerlo al completo y a ser posible de un tirón. Y sabía que tarde o temprano la opción del Integral estaría disponible. Y como el momento llegó, lo adquirí, leí y devoré y lo disfruté de todas-todas. Una historia donde sólo hay que aceptar que a veces el asesino parece ser demasiado fuerte para hacer todo lo que quiere y la violencia con fuerza es mostrada en su máxima expresión.

¿El dibujo? Los gráficos son impecables: es una auténtica bofetada visual. La producción del mangaka Tomoé Ryôsuke parece completamente dominada. El villano es carismático en su locura. El final es tan cruel como inquietante. Muy eficaz, y en mi caso, me proporcionó un déjà vu que aún estoy intentando descifrar. Son los dibujos que se suelen encontrar en los mangas de suspense o terror para adultos, sí, pero tened en cuenta que estamos ante uno de los mejores thrillers, retorcidos y oscuros.

Museum es un thriller que recomiendo absolutamente.

Uno de los mejores mangas disponibles en el mercado.

Una historia imposible de olvidar. Y a la que volveré como inspiración cuando quiera apoyarme en una las mejores lecturas-thriller que he leído en toda mi vida.

Reseña: Notre Dame de París, de Victor Hugo y Georges Bess

Con sus dos adaptaciones anteriores (Frankenstein: https://www.cronicasliterarias.es/?p=13176y Drácula: https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/dracula-v1), Georges Bess ya goza de una buena calificación por nuestros lares. Si bien tengo sus tomos, cada no mucho los admiro como pequeñas obras de arte que son. Del mundo del cómic, de ese noveno arte que tanto se acerca a los lienzos de los mejores museos europeos. Por tanto, mi mirada estará libre de comparaciones y estoy muy feliz de descubrir el trabajo de Georges Bess con este clásico de Victor Hugo en este nuevo volumen publicado por Norma Editorial (la que siempre sabe traer el mejor cómic europeo). Así que ojo, no me malinterpretéis, no tengo ninguna afinidad con esta historia (como otras a priori, ya que aún no estaba publicada, pero cuando veo la calidad y el mimo puesto en el trabajo, me dije antes de leerlo, disfrutaré aún más si cabe porque no voy a una obra tantas veces leída como puede pasar con el vampiro o el moderno Prometeo).

Insisto, no soy un gran conocedor de la obra original y debo decir que todavía no seré un gran admirador de ella después de los años. Pese a ello, creo que esta versión entierra todas las demás, acaba con las versiones aguadas de Disney, los musicales… aquí estamos con algo auténtico y fiel, el autor hace honor al material básico, sin digresiones innecesarias. Porque Bess pone su talento gráfico al servicio de la historia, la que está perfectamente secuenciada y producida. Quasimodo es tan feo como hermosa Esmeralda, mira sus apariciones en la galería y honestamente, es el candidato perfecto para este fresco romántico hecho para que disfrutemos y nos sumerjamos en este clásico de una manera muy hermosa.

No obstante, tengo una pequeña queja sobre el final. No me dejó tan conmovido como quería, ¡¿y no puedo decidir si simplemente es culpa de este volumen o es así en la novela?! Así que solo me queda señalar que fuera de las obras de arte que se muestran en casi todas las páginas, tenemos un volumen, un cómic, muy bien escrito. Los numerosos encartes están ahí para recordárnoslo, y bueno, también reconozco el mito aunque me cueste convencerme completamente en su desarrollo.

Notre Dame de París, en un tomo prestigio, de tapa dura, un volumen gráfico que es una maravilla y que disfrutará bastante el que muere por el buen cómic europeo. El gran formato y la ausencia de aguada en el fondo lo convierten ciertamente en un objeto bello, y el dibujo incita a la imaginación como suelen hacer siempre los autores que laboran con el estilo de punta fina en perfecto blanco y negro. Donde curiosamente las viñetas más recargadas o barrocas quedan más sublimes todavía.

Una muy buena sensación lectora y un paso más hacia la afinidad por el hermoso trabajo de un autor, que entrega un clásico de un clásico.

Grande Georges Bess.

Reseña: La Carretera, de Manu Larcenet

Que me diga alguien que no se siente atraído por ver en formato cómic (y más en cómic europeo) una enorme historia como fue la novela de Cormac McCarthy o la película que protagonizó Vigo Mortensen. Y más aún cuando lo entendidos de los BD vean que el encargo de tal adaptación ha ido de la mano del siempre genial Manu Larcenet, y porque además de los ademases este podría ser uno de los mejores cómics y de los más esperados del año.

Al adaptar esta oscura obra del maestro McCarthy, Manu Larcenet ha vuelto a conseguir una hazaña. Con Blast me asombró con su talento narrativo, y aquí repite la hazaña de Los combates cotidianos con sus magníficos gráficos. Un anterior álbum (El Informe Brodeck) que también se basó en el blanco y negro para sacar lo mejor de la trama, quizás la fuente inspiradora gráfica para La carretera.

Larcenet nos ofrece toda una tonalidad de grises, propia de la atmósfera de la novela, con sus incesantes lluvias de cenizas y nos ofrece además numerosas viñetas mudas que nos trasladan a la soledad absoluta de un mundo donde ya no queda ruido alguno. Un dibujo tal que merece nuestra atención, que aisla, que evoca la muerte cercana.

Se consigue toda la atmósfera pesada y lúgubre de McCarthy en este cómic. Si no la conocéis aún, esta es una de las mejores post-apocalípticas escritas. Largos años después de un apocalipsis global, el mundo sigue en ruinas; el aire es gélido, llueve ceniza y la tierra está contaminada. En medio de la devastación, un niño y su padre recorren una autopista interminable cruzándose con los últimos restos de la civilización humana: locos, caníbales, desesperados… Y ahí se van a topar con todo lo malo del ser vivo, lo peor de este planeta como siempre la propia raza humana.

¿Qué queda? A un Manu Larcenet sabiendo permanecer fiel a la obra original, que no la distorsiona sino que la sublima añadiendo su toque personal. Conmovedora, terrorífica, brillante, insuperable, etc… Me voy a quedar ahí con los superlativos porque podría ensartarlos uno a uno como perlas.

Larcenet cumplió totalmente su reto, incluso me dio ganas de releer el libro nuevamente, cosa que haré seguramente este verano. Estamos ante una obra maestra absoluta, una historia inspiradora como pocas. Al otro lado de los Pirineos ya lo categorizan como el cómic del año.

Reseña: Las Guerras de Lucas, de Hopman y Roche

No engaño a nadie ni descubro un nuevo mundo si digo que Las guerras de Lucas es de visita obligada para los fans de la saga de ciencia ficción cinéfila más grande de todos los tiempos. Una novela gráfica que trae a librerías Norma Editorial, una novela gráfica súper bien elaborada que, sobre todo, será del interés de los fans del cine de esos que quieren saber más y más de lo que hay o hubo tras cada escena, cada grabación, cada momento vivido por los afortunados que alguna vez hicieron acto de presencia en estas historias eternas.

Obra llena de anécdotas y al mismo tiempo con narración fluida y asimilable para cualquiera. Porque Las guerras de Lucas se lee como si fuera un auténtico pasapáginas, engancha de principio a fin y creo que puede ser uno de los tomos que más rápido he devorado en los últimos tiempos. Y lo he dicho muchas veces, no fui de los primeros en engancharme a Star Wars. Sí que fui un niño de esa época (nací el año que se estrenó en USA el Episodio IV), pero en principio algo no me llegaba ni sobrepasaba mi amor por el género de Terror, que ese sí casi que me llegó al nacer. Pero no mucho después vi las primeras seis películas decenas de veces cada una, he leído cómics, novelas y he jugado a videojuegos del Universo Expandido. Con la edad me volví un auténtico fan. Entré en la religión hay que decirlo y se puede decir que a estas alturas conozco bastante bien el universo de Star Wars en comparación con el ciudadano medio aunque no llego al nivel de algunos ni tampoco quiero. Serían ya demasiadas especializaciones y por eso creo que disfruto más. Mola que de vez en cuando te sorprendan.

No sabía, por ejemplo, que los intérpretes de C3PO y R2-D2 no se llevaban bien en el set, no sabía nada sobre el infarto de Lucas, su juventud rebelde de la que no tenía la más mínima sospecha (siempre hemos visto a George Lucas como un tío tranquilo, incluso de más joven, ¿o no?). Pero tranquilos, no voy a estropear tu placer de lectura, no contaré ninguna anécdota más de las que aporta este volumen que es una auténtica maravilla.

Lo endiabladamente interesante, y la proeza de los autores, es haber conseguido combinar una biografía íntima de George Lucas y al mismo tiempo una historia sobre la producción de la primera peli, el deseo del director de crear algo que se le parezca y que se saliera de lo común con el estreno de dicha película y la corriente cultural que ideó. Una auténtica aventura paralela a esta fantasía espacial que se nos cuenta, y de una manera muy bonita: Lucas, este hombre taciturno y afable, me conmovió con su reserva, la gente de la 20st Century Fox, por el contrario, parecen los villanos de James Bond, personas venales y calculadoras (puede ser ficticio o quizás demasiado cerca de la realidad). Y con noticias que decepcionan. No sabía, por ejemplo, que Alec Guinness encontraba los diálogos de la saga infantiles, o que Ford, Fisher o Kenny Baker, se burlaron abiertamente de esta película de “mierda”.

Fue más que una carrera de obstáculos hacer lo que hemos visto con los años, lo que a todo el mundo le ha terminado por entrar. Historias que envejecen muy bien. Esta misma mañana hablaba con unos amigos que ahora todo el mundo lleva camiseta friki sin saber exactamente qué es o qué significa lo que tienen en el pecho. Hoy en día mola ser friki, antes no, era raro. Y de eso tiene mucha culpa Star Wars.

¡Ah si! Y el dibujo es simplemente perfecto, con gran detalle, sirve perfectamente a la narrativa, el código de colores es brillante, no hay nada de qué quejarse, es muy agradable de ver.

Reseña: Abe Sapien Vol.3, de Mike Mignola, John Arcudi y VVAA

Ya no digo integral, digo colección de integrales; uno de los que muchos esperábamos que se empezaran a elaborar, sin duda, eran los integrales de Abe Sapien, tras las maravillas unificadas de Hellboy que Norma Editorial ha ido publicando; cuatro tocho-joyas en terciopelo-negro de Hellboy, seis tocho-joyas en verde de la archi-recomendable A.I.D.P., y ahora vuelve a la palestra la otra gran colección donde el dios Mike Mignola mete mano como es el tan esperado volumen tres de los integrales de Abe Sapien. Por supuesto, otro de la colección que todo amante del buen cómic debería tener y que incluye tres arcos argumentales que se pueden leer de un tirón, sobre todo, si ya tienes «dentro» el arco El Infierno en la Tierra. Los hechos acontecidos allí, ya siempre hay que tenerlos muy presente.

Abre con El ahogado. Donde se cuenta que hace un siglo, el investigador de lo paranormal Edward Grey se enfrentó a un poderoso hechicero en las costas de la isla de Saint-Sébastien. Pero a principios de los 80 del siglo XX, el nuevo agente de la A.I.D.P. conocido como Abe Sapien fue enviado para recuperar una reliquia que se perdió en aquella lucha. Y aquí se cuenta, aquí se disfruta, pero fueron tiempos en los que Abe aún no estaba preparado para enfrentarse a enemigos tan peligrosos. Y nos asomamos a una conversación que tiene lugar en el Cuartel General de la Oficina de Investigación y Defensa Paranormal, la discusión gira en torno a si Abe Sapien debería ser enviado a su primera misión sin Hellboy (se ausentó del grupo de 1979 a 1981). Pero el profesor también quiere que sea Abe quien recupere los restos de Vrooman, el brujo que Gray mató con la daga…

Me encantó esta historia porque el background de la isla es interesante, y la mayor parte de esa historia se la cuenta a Abe una mujer muerta, una bruja, cuya biografía es fundamental para la historia.

El diablo no bromea y otras historias cuenta con relatos súper estremecedores: la aparición espectral de un niño fallecido en un lago, un yelmo mágico atrapado en un submarino ruso hundido, un antiguo demonólogo y las consecuencias de su trabajo; tres misiones para la A.I.D.P. de las que tuvo que hacerse cargo Abe Sapien también en los benditos años 80.

La última recopilación que aporta el integral es Vidas perdidas y otras historias, donde Abe Sapien se enfrenta a vampiros latinoamericanos, una serpiente de lago, y un tentáculo lovecraftiano en sus investigaciones acerca de un nigromante del siglo XIX que aún viaja por el mundo. Una investigación que podría descubrirle su particular conexión con la humanidad. Otra maravilla del cómic que te hará amar no solo el personaje, sino todo-todito-todo donde Mignola mete mano.

La serie Abe Sapien tiene nueve volúmenes y es una parte esencial del canon. La serie es tan buena como Hellboy o la de la A.I.D.P; cualquiera que quiera disfrutar del fantástico tiene/debe tocarla. De hecho, ya va tarde si no. Secuencias de apertura fantásticas e inquietantes, cómics de terror, de fantasía oscura, súper bien elaborados. Y mola que se haya recurrido últimamente a contarnos cositas del pasado de todos los personajes. Y cuando digo todos, digo todos. Y es que Abe Sapien debutó en el primer número de Hellboy: Semilla de Destrucción. Corría el año 1994 y su cortesía y cordialidad contrastaban con la rudeza del personaje principal (algo que se muestra muy bien en las pelis de Guillermo del Toro). Desde entonces se ha convertido en uno de los personajes más queridos de la A.I.D.P., por no decir el que más. Como habéis podido comprobar, fue el primer secundario en tener su spin-off. Y la misma sinopsis editorial nos aclara que cuando apareció la A.I.D.P. como serie, fue pieza clave para el engranaje narrativo. Por todo ello, y por lo que está por venir, este que escribe piensa leer todo lo que el Mignolaverso propone.

Reseña: El Cielo en la Cabeza, de Antonio Altarriba, Sergio García y Lola Moral

Este cómic es uno de los grandes favoritos a mejor cómic del año. Una de las grandes publicaciones en nuestro país en lo que llevamos de 2024. Dos grandes autores españoles creando muy buen cómic europeo como son Sergio García Sánchez y el maestro del género negro como es Antonio Altarriba; para lo que diré que la portada resume bien el contenido de este álbum: cielo estrellado en la cabeza de Nivek el cual es incapaz de llegar a una estrella inaccesible. Un cómic donde Altarriba, después de mucha investigación y documentación, ofrece una ficción contundente, realista e intransigente sobre el porqué de esta crisis migratoria que vivimos al tiempo que lanza cierta indagación sobre como gestiona el tema la política europea.

Un cómic donde conocemos a Nivek, un adolescente de doce años que trabaja en una mina ilegal de coltán, en Kivu del Sur (República Democrática del Congo), un mineral que se utiliza en la fabricación de nuestros teléfonos móviles y que despierta el deseo y las ansias de poder de los integrantes, mafiosos y guerrilleros del país así como de las potencias europeas. ¿Qué ocurre? Pues que las milicias armadas están librando una guerra para apropiarse de las minas y a Nivek no le queda otra que unirse a uno de estos grupos paramilitares donde se convertirá en un Kadogo, uno de los niños soldados famosos del Congo.

Es a partir de este momento que se produce una cierta deshumanización, hay que decir que el rito de paso para convertirse en Kadogo es sumamente abominable…..vives o mueres. Se convertirá en un guerrero sediento de sangre; milicias despiadadas, matan y violan por placer, el afán de obtener ganancias. «En el Congo, para ser alguien hay que tener un arma… cuanto más matas, más te respeta la gente». Pero Nivek sueña con Europa, con otra vida, ya no quiere ser un peón intercambiable y junto a su amigo Joseph emprenderá un largo viaje que le llevará hasta el mercado de esclavos de Misrata en Libia, a orillas del Mediterráneo. a una travesía que mermará sus sueños.

Una historia que te permite descubrir los fabulosos paisajes de África, pero también la riqueza de sus habitantes, porque no todo es oscuridad. Una narración magistral en seis capítulos que compartimenta las diferentes etapas de un largo viaje iniciático. Una historia que huele a realidad, no moralizante, dura, conmovedora y que plantea muchas preguntas. Una sola pequeña palabra en la última página me puso el vello de punta.

Un cómic donde descubro el dibujo de Sergio García Sánchez, un estilo que no me recuerda a ningún otro, personajes a modo de caricatura, con rostros expresivos y cuerpos de elastómero con esos brazos y piernas de longitud desproporcionada. Un diseño inventivo e inmersivo donde los colores de Lola Moral son magníficos. Pero, en definitiva, un cómic que no está al alcance de todos, que no todo el mundo “disfrutará” porque algunos pasajes son muy duros a pesar del dibujo que suaviza el horror.

Recomiendo encarecidamente leer esta historia sin concesiones porque Antonio Altarriba es, sin duda, una de nuestros maestros del noveno arte. Lleva treinta años haciéndonos disfrutar con sus títulos, y que por todos los dioses nos esperen como mínimo treinta años más. Obras que terminan por ser publicadas en multitud de países cosechando algunas de las máximas distinciones. Recomendable es poco decir.

Reseña: Indochina, de Pécau, Maza y Jean-Paul Fernández

Indochina nos invita a seguir las aventuras del piloto Armand Baverel. Si el personaje realmente existió, no esperes descubrir una biografía fiel ni mucho menos en este volumen de cómic europeo que recién editó Norma Editorial en nuestro país. En primer lugar porque si realmente fue piloto, fue mucho más tarde, y no en la Fuerza Aérea de Estados Unidos como aquí al principio del volumen se cuenta. Pero no adelantemos acontecimientos. Todo comienza en Año Nuevo, el 1 de enero de 1945, en Alsacia, la base aérea donde Armand Baverel es una de las personas atacadas al amanecer por aviones alemanes. Y es que Armand apenas tiene tiempo de subirse al suyo antes de que el resto del escuadrón y un porcentaje alto de personas, queden reducidos a cenizas. En sus prisas no se lanza en paracaídas y acaba estrellándose. Y después de unos meses en el hospital por múltiples fracturas en todas partes, nuestro hombre debe someterse a un consejo de guerra. Pero la Fuerza Aérea le salva el día ofreciéndole un compromiso en Indochina. Se acabaron los brillantes aviones americanos, tendrá que volver a aprender a volar en viejos cucos mientras descubre la atracción y los peligros de este turbulento lugar que no cuenta con los mejores elementos de defensa del momento.

Una historia que complacerá de todas-todas a los amantes de las aventuras aéreas. Armand Baverel es un espíritu libre que parece haber encontrado su lugar en Indochina, donde no todo parece tan «cuadrado» como en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos o en Francia. No es un cómic europeo que sinceramente rebose originalidad, pero me dejé arrullar por las aventuras que marcan el viaje de este aviador aventurero y disfruté la lectura bastante. Porque he aquí un volumen que recoge los tres álbumes que originalmente tuvo esta miniserie. En la línea del primer álbum, en el segundo, Armand Baverel evoluciona contra todo pronóstico en el atolladero que es Indochina. Siempre dispuesto a misiones y arrebatos no oficiales, tiene las cualidades y la suerte de los héroes invencibles; no está cerca ni un ápice de un accidente aéreo y las escenas de combate, ya sean aéreas o terrestres, siempre están bien representadas y son dinámicas. Me di cuenta que este era el punto fuerte de esta serie. Y aunque no soy muy de promocionar la falta de credibilidad de estas misiones de las que Armand siempre sale casi ileso, tenemos un segundo álbum en la línea del primero, entretenido para los amantes del género si no eres quisquilloso con lo razonable y lo lógico.

El álbum que cierra el volumen se centra en el tema helicópteros. Armand volverá a destacar su inventiva para transformar los helicópteros de transporte de tropas en formidables helicópteros de combate. Si los gatos tienen siete vidas, ya no contamos las de Armand, que siempre tiene la habilidad de regresar de las misiones de una sola pieza.

El guionista Jean-Pierre Pécau (Dream Team, La sombra roja) y el dibujante Maza unen sus fuerzas en una emocionante aventura aérea que recrea a vista de pájaro los años de la intervención militar francesa en Indochina. En cuanto al dibujo, Maza hace el trabajo, aunque no soy muy fan de su estilo porque al dibujar caras, a veces, es difícil reconocer a primera vista quién es quién; por otro lado, aprecié sus batallas aéreas que son muy dinámicas, lo que a menudo es difícil de plasmar en el tema ilustración. Y los colores de Jean-Paul Fernandez son magníficos.

Muy disfrutable cómic de tema bélico.

Reseña: Clear, de Scott Snyder y Francis Manapul

Lo que me llamaba la atención de Clear es que trata un argumento futurista pero que podría darse en un futuro inmediato. Quien sabe si podría llegar a verlo con mis propios ojos. Un noir futurista, con una idea ingeniosa y atrevida que se recoge todo en seis números que Norma Editorial ha publicado en un solo volumen en nuestro país. Como dijo alguien: si te gusta la ciencia ficcion, elige buena música y déjate llevar…, pero busca un argumento original a ser posible. Creo que la cita es mía.

En Clear, Scott Snyder clava todos los parámetros a seguir dentro del subgénero cyberpunk, y nos lleva a un final satisfactorio e inolvidable. Hay un futuro sombrío en el que la población de la Tierra efectivamente usará anteojos («velos») para no tener que ver la desolación que les rodea. Hay un policía con un pasado trágico que se niega a llevar velo. Hay una muerte que necesita investigación, y esa investigación comienza a revelar lo que realmente está pasando.

Pero también hay tantos giros que quizás desees tener a tu quiropráctico cerca para los dolores cuello. Es agotador. Tuve que volver a leer algunas secciones para entender la trama porque me molaba tanto lo que se estaba contando que no quería perderme detalle. Y es que en Clear no hay límites a lo que uno puede ver: desde el glamour hollywoodiense de los años 50 hasta vivir una película de dibujos animados, pasando por pura pornografía. Pero lo que parece ser una maravillosa innovación, en realidad, no es otra cosa que una manipulación que oculta terribles secretos.

Sam Dunes, un ex-policía convertido en detective privado, persigue los velos ilegales y vive en modo Clear, para poder ver la realidad tal como es. Y todo se complica cuando debe investigar un suicidio. Ni más ni menos que el de su ex-mujer. Porque Sam sabe que ella nunca se quitaría la vida…

Los dibujos de Clear además son excelentes. Toda la historia expuesta de forma exquisita por el espectacular arte de Francis Manapul (Flash). Pero como corresponde a las tramas noir, hay un exceso de narración en primera persona. A Scott Snyder (Batman: El tribunal de los búhos) nos presenta un relato que fusiona con gran resultado el género negro y la ci-fi, haciéndonos reflexionar sobre importantes temas de nuestra actualidad. No hay clase trabajadora, sólo robots que trabajan y señores y señoras súper ricos. Sam, normalmente, investiga a hombres que engañan a sus esposas. Más allá de lo habitual, los velos hacen que exista una variedad de tipos de cuernos entre parejas. Sin embargo, cuando su ex aparece muerta, comienza a infiltrarse en una conspiración que lleva al corazón de los velos y a lo que son capaces de provocar en sociedad.

Historia fascinante.

Felices lecturas. Feliz Día del Libro.