Reseña: Undertaker (Integral), de Xavier Dorison y Ralph Meyer

Hoy os reseño la que considero otra de las grandes publicaciones del año. Un integral de lo que puede ser una de las mejores colecciones publicadas en la BD en los últimos años. ¿Quién lo trae? Pues Norma Editorial en un genial tocho que sólo puede estar en las mejores cómictecas pues contiene los seis geniales álbumes que han visto la luz hasta ahora de la mano del guionista Xavier Dorison (Long John Silver) y el dibujante Ralph Meyer (Asgard) firmando uno de los mejores westerns que se pueden leer actualmente. Undertaker (Enterrador) es un personaje con carácter, réplicas y citas casi constantemente brotando de su boca. Desde el primer álbum empieza fuerte. Tenemos una serie que está fuertemente inspirada en Blueberry, una serie que propinó un fuerte hachazo en lo que se refiere a llevar el mejor western al formato cómic. Y lo que es mejor, es muy buena a día de hoy.

Donde Jonas Crow es un empresario de pompas fúnebres con visión para los negocios. Llamado para enterrar a un cliente -hasta entonces, algo normal-, sin comerlo ni beberlo se encuentra embarcado en una increíble persecución. Pero Undertaker, para empezar, es un hombre cínico con un pasado turbulento que iremos descubriendo a lo largo de las tramas. Los personajes secundarios que van apareciendo son casi tan buenos, o mejor dicho, son casi tan atractivos como él. Especialmente los personajes femeninos que tienen un carácter fuerte y una presencia real en el escenario. De hecho, desde el segundo álbum el entorno empieza a volverse tremendamente oscuro, la historia de cada personaje se profundiza y la tensión dramática aumenta especialmente con las numerosas escenas nocturnas a la luz de las fogatas. Creando una intimidad propicia para las revelaciones que mostrarán cada uno de ellos. Y aunque los primeros álbumes enganchen muy bien a la lectura con la socorrida persecución, la dimensión psicológica de, por ejemplo, la poderosa personalidad de Jeronimus Quint, ofrecen un escenario que evoluciona favorablemente bien hasta el final.

Quizás esta sea una reseña para leer una vez has leído el volumen. No lo digo por los spoilers, que siempre intento evitar, es más porque así valorareis mejor las palabras que uso para referirme a los pros de esta obra. Pues el tercer álbum trae más personajes y más revelaciones. Sentí en ocasiones como si a lo Stephen King, me estuviesen contando la vida de todo un pueblo, cada uno con sus virtudes y sus muchos demonios. Undertaker es realmente una serie maravillosa en este sentido. En El devorador de oro encontramos lo que decía: a un Jonas Crow como un cínico enterrador, que no duda en inventarse citas en nombres de San Pablo. Encontré el dibujo aquí en perfecta armonía con la atmósfera. Historia atrapante como pocas. Cómo danzan los buitres es, después de la buena sorpresa del primer álbum, otro viñetaje que se devora con gran placer pues cierra a lo que se nos lleva en la trama anterior. Álbum que se podría utilizar como ejemplo en una clase de guion cuando se toque el uso del diálogo en el mundo del cómic.

El ogro de Sutter Camp, al otro lado de los Pirineos, fue el álbum más criticado de la serie, aunque no entiendo muy bien porqué. Inicia una nueva aventura y quizás la intensidad tiene que empezar de cero y eso a la gente no le gustó. También cuenta un tema delicado y las escenas nocturnas son bastante numerosas. Hay gente a la que tampoco le gusta eso. Pero la trama está bien llevada, sobre todo, con la escena en la que el coronel Warwick exclama «¡El Ogro está vivo!». Ahí lo dejo.

La sombra de Hipócrates es en donde Jonas Crow se desata. Aunque sea aplastado por la personalidad más que maquiavélica de Jeronimus Quint, alias el Ogro, es tremendo como saca a relucir lo peor de él. Y en El indio blanco y Salvaje lo mismo. Xavier Dorison nos ofrece una historia más densa y compleja donde nos revela la verdadera misión de Jonas Crow en esta vida. Y ofrece sorpresas sobre el pasado de nuestro ahora famoso enterrador. Escenarios muy ricos y lleno de sorpresas, insisto. Me gustó el papel que juega Jed, el buitre. Y los personajes femeninos Rose Prairie y Lin no solo son extras, son personajes muy dignos de mención como os decía antes. Rose, en particular, ocupa un lugar preponderante. Y a nivel de dibujo, Ralph Meyer nos ofrece hermosas láminas maravillosas dignas de pasar a lienzos de salón. Entiendo muy bien que Norma Editorial haya querido premiar al aficionado que se haga con la primera edición de esta obra con una genial lámina exclusiva…

Queda esperar que los autores sean capaces de detenerse a tiempo, antes que Undertaker comience a estirarse y repetirse, porque eso sería una pena. Por eso, aunque da lástima decir y creo que es la primera vez que lo hago con algo que me ha gustado tanto, debido a la intensidad de esta serie, dudo que se pudiera mantener el nivel mucho tiempo. Quizás debieran dejarla aquí. Aunque si siguen, espero equivocarme y ver que Undertaker es joyita título tras título. Para mí es ya joya del cómic. Y no sólo hablo de western.

Reseña: Patos. Dos Años en las Arenas Petrolíferas, de Kate Beaton

Patos es una historia autobiográfica en la que la autora comparte su experiencia como trabajadora en empresas que trabajan en las arenas petrolíferas de Canadá. Una historia muy personal y conmovedora en muchos sentidos. Una lectura que desafía. A partir de entonces, Kate Beaton se volvió autodidacta y eso se nota tanto en su dibujo como en su estilo de guion. Sus trazos a veces son rígidos, las proporciones no siempre se respetan, pero el cómic en sí, adopta bien el tono de novela gráfica que se disfruta. ahora, en tapa dura, y en una genial edición, Norma Editorial la publica a este lado del charco, un cómic que la autora presenta más como una yuxtaposición de escenas que como una historia construida. Una visión de conjunto, una declaración de intenciones, una denuncia, por encima de todo. Un guion que presenta además un ritmo bastante sincopado, a pesar del claro deseo de la autora de caricaturizar bien a cada personaje. Por eso no siempre es fácil saber quién es quién y esto es para decir a los lectores que no deben leer esta historia por sus cualidades técnicas sino más por lo que se pretende contar. Una denuncia.

Esperaba leer una historia vagamente feminista pero sobre todo ecológica. Al final tuve todo lo contrario ya que la mayor parte de la charla se centra en el comportamiento social de los compañeros/hombres de una empresa. Me gustó mucho el análisis de la situación (Cape Bretón (Nueva Escocia), una comunidad costera muy unida en la que abundan las langostas, las playas, los violines y las canciones tradicionales gaélicas), reflexionando sobre el tema del comportamiento masculino con criterios más sutiles que la simple frase de “Es un hombre, por lo tanto un primate”. Aquí, la estructura de los campamentos, el hecho de que las mujeres sean una fuerte minoría, el aislamiento o la falta de atención psicológica del personal son criterios que alimentan el pensamiento de la autora. Interesante las reflexiones de: “Y si mi padre, hombre protector, justo y recto, estuviera aquí, ¿su comportamiento sería diferente al de los demás? Análisis que invita a reflexionar sobre cada situación.

Con escenas, a veces, muy duras (Kate Beaton pasará por lo peor que puede pasar una mujer, dos veces) pero contado con cierta modestia, lo que es aún más conmovedor. La historia parte de un único objetivo: pagar el préstamo estudiantil que Katie tiene y por eso viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa, necesitados de empleos de buenos salarios que no pueden encontrar en su tierra natal. Katie encontrará la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario.

Patos: Dos años en las arenas petrolíferas es potente como historia. Sobre todo, cuando la protagonista (la autora) madura. De polluela que era a los veintipocos años cuando llegó a como se convierte en una mujer que se atreve a afirmarse en su posición. Tenemos el retrato de una mujer que crece, marcada por los traumas.

Una lectura que desafía.

Reseña: Tenebrosa, de Hubert y Malliè

Aquí un fan de Hubert y de su tan prolífica obra pese a que nos dejó pronto. Un señor francés que comenzó en el mundo del cómic como colorista, colaborando, entre otros autores, con Jason y David B y más adelante demostrando su cualidad como guionista a la vez que trabajaba con grandes del cómic europeo como Hervé Tanquerelle, Marie Caillou o Zanzim. Un compañero de gustos y afición (y casi edad) que desapareció de entre nosotros en 2020 pero del que he podido disfrutar de guiones suyos en Infinity 8 (Dibbuks), Conan El Cimmerio (Planeta Cómic) o su genial Piel de Hombre, obraza que vio la luz hace poco en Norma Editorial (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8336) y que esplende por sí sola en originalidad. Por eso claro, el vello de punta cada vez que salta a la luz entre novedades una nueva publicación de este señor. Loquito andaba ya por leer Tenebrosa ahora que por fin llega a nuestras librerías, un genial álbum que publicó junto a Malliè y sus geniales dibujos.

Tenebrosa, como sugiere su título, casi podría habernos sido enviado desde el Más Allá, porque ahora estamos seguros de que Hubert había decidido desafiar a la muerte con sus escritos como únicas armas. Un cuento lógicamente oscuro, muy oscuro, con un toque de fantasía heroica que podría evocar en imágenes a La búsqueda del pájaro del tiempo (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo-ed-integral), menos por el tema malvado. Así, el autor se divierte desdibujando nuestros rumbos entre el bien y el mal para que el lector termine tomando la causa de Islen, quien, a regañadientes, heredó de su madre Meliren, una reina caída, una poderosa magia negra. Poderes que la convertirán en una paria, poderes que teme por su inexperiencia, pero que aprenderá a dominar para vengarse de la injusticia de su padre, manipulado por su nueva esposa, una celosa e hipócrita señora. En apariencia, el «lado oscuro» parece encarnado por Islen, recluida en un castillo en ruinas y rodeado de inquietantes criaturas salidas directamente de las entrañas de la tierra. Como lector descubriremos que la ira de la joven provoca la irrupción de ratas o arañas, despertando la legítima hostilidad de una población aterrorizada. No obstante, la salvación puede venir del caballero mercenario Arzhur que parece, por su condición de marginado, el único capaz de comprenderla y velar por ella. Además de que no es insensible a su venenosa belleza.

En la primera parte de la historia no tendremos la respuesta, pero estos poderes ocultos que de alguna manera mantienen cautiva a Islen, resultan ser la reacción fantasmagórica de una naturaleza herida por la estupidez de los hombres, encarnada en su madre. A la vez quimera y sacerdotisa chamán, Meliven verá cómo su idilio con el rey Goulven se convierte en odio con el paso de los días, que ya no soporta verla ausente durante largos meses en compañía de su hija en su misterioso hogar subterráneo. Y el conflicto que se avecina no lo hará mejor, sacando a relucir su parte más cruel (de él). Y donde empezaremos a empatizar con la reina y el cómo usa sus “malvados” hechizos.

Podemos admirar el trabajo de Vincent Mallié. El ilustrador demuestra una vez más un dominio total del encuadre y el movimiento, en definitiva, uno no puede más que asombrarse con esta obra y el par de autores culpables de ella. Sin embargo, Tenebrosa es una obra póstuma de Hubert. Obra que no pudo ver publicada porque se suicidó en 2020, poco después de haber culminado el guion de la misma. Pero dejó aquí un cuento fantástico al que no le falta aliento. El último regalo de despedida del difunto Hubert, que entrará así definitivamente en la leyenda del noveno arte. Palabras que no son mías, pues se dijo en diversos medios franceses.

Tomo muy chulo para disfrutar del fantástico en el Día de la Mujer.

Reseña: El Grito del Pueblo, de Tardi y Jean Vautrin

Recuerdo hablar una vez con una profesora de Historia al respecto, la cual me comentó que las historietas (como ella llamaba a los cómics) no hacían (según ella) suficiente referencia a las disensiones internas en el tema de la política francesa. Era una profesora abierta, sustituta y diferente, con la que me llevé bastante bien creo que por su curiosa juventud respecto a los demás profesores. Sin embargo, alegó que las historietas era una gran manera de presentar, de reivindicar cosas, pero al otro lado de los Pirineos, no. Era francesa y, por supuesto, también daba clases de Francés. Y esa misma persona se me vino a la mente durante toda la lectura de este álbum, ahora que he podido volver a él con ojos de señor mayor en esta nueva edición de una de las obras fundamentales de Tardi.

A pesar de un dibujo que definitivamente no me entró, cuando una historia está bien contada y llega, algo hay. Toca la fibra la trágica historia que vivieron los parisinos hace ciento cincuenta años. Una lectura fuerte, politizada pero también novelada por el señor Vautrin, que me marcó cuando comprendí completamente lo que se estaba contando. Además de ser un volumen ideal e importante y contemporáneo, que ayuda a comprender los desafíos de nuestro mundo actual y las luchas sociales que vemos día tras día en el telediario, el odio de los pobres no ha desaparecido a diferencia de las miles de personas fusiladas en aquel aterrador suceso.

El Grito del Pueblo es una tira cómica claramente orientada al tema político aunque aporta bastante información y efectos de pensamiento para los que como yo nunca se inclinaron por ningún bando. Porque hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Aunque si no se lucha cuando la desesperación es desmedida, apaga y vámonos. Y eso que como os digo se puede encontrar en estas viñetas una manera de dirigir nuestra mirada política hacia la izquierda. Por la que Tardi nunca ha ocultado sus simpatías y esto se deja sentir claramente en el cómic. Una visión bastante unilateral.

A través de varias historias personales que a veces no tienen una relación real con la Comuna misma, seguiremos las convulsiones de este período turbulento en la historia de Francia. Lo que cuenta nos lleva directamente al 18 de marzo de 1871 cuando el pueblo parisino se echa a la calle para instaurar, con la ayuda del ejército, el primer gobierno obrero del mundo. Ha nacido la Comuna, que tendrá los días contados, asediada a cañonazo limpio por el gobierno de Versalles. Entre las ruinas de una ciudad sitiada, al calor de las bombas y del clima revolucionario, el capitán Tarpagnan y el policía Bassicoussé saldarán una deuda pendiente.

El Grito del Pueblo es Tardi poniendo en imágenes la célebre novela de Jean Vautrin en torno a los sucesos de la Comuna de París. Tardi interesado en este período. Y para lectores como yo, una forma de contemplar un evento doloroso en la historia gabacha. Una introducción a las nociones prácticas del capitalismo y el socialismo de entonces pero con repercusión a lo que existe hoy en día a nivel mundial. Porque se nos muestra el verdadero rostro de quienes dispararon contra la multitud, masacraron familias y niños, pero también de quienes simplemente lucharon por más dignidad en sus vidas.

Las historietas son casi un manifiesto popular al socialismo. Será fácil para el lector apegarse a los héroes del pueblo que salen aquí y también odiar a esa franja burguesa de la población que vivió (y aún vive) con cierta indiferencia sobre los pobres. La historia se divide en cuatro álbumes que poco a poco van sentando las bases de la revolución que fue la Comuna, luego las tensiones internas y finalmente la represión de la semana sangrienta. Además Tardi usa el truco de usar personajes que tienen cada uno una subtrama pero que se cruzan de nuevo según los eventos que van sucediendo. Y eso queda genial para no perderte. Un integral que debe estar en tu cómicteca.

Reseña: Penss y los Pliegues del Mundo, de Jérémie Moreau

Penss, el protagonista de esta historia que acabo de devorar, es un joven diferente desde el principio. Avergonzado constantemente por su gente por su insuficiencia y su inutilidad, es realmente un soñador. Al perder a su clan y enfrentarse a este mundo indiferente y despiadado que se nos abre cuando nos lanzamos, Penss se esfuerza por descubrir los secretos del mundo. Y con una mezcla de mística y método, descubrirá ciertos «secretos» que lo llevarán por el camino de la agricultura… ¿Por qué me gustó especialmente esta lectura? En realidad, por una razón bastante peculiar. Y es que no hace mucho acabé Saison brune, de Squarzoni; un libro muy bien documentado y sin adornos sobre el calentamiento global y sus consecuencias. Un libro con un final probablemente cierto y aterrador sobre nuestro futuro donde no, no salimos ilesos. Así que donde teníamos un tema serio y un final, tenemos aquí, por el contrario, una historia y un comienzo de la vida del ser humano. Historia sobre los inicios del Hombre, sobre la dificultad de sobrevivir en un mundo donde la naturaleza no es un bonito jardín donde solo hay que caminar para encontrar algo con lo que sobrevivir.

Descubrir el mundo y comprenderlo. Algo que no todo ser humano sabe hacer o ni siquiera lo intenta. Pero también una historia sobre la feroz voluntad de sobrevivir, de vivir, de luchar contra ese muro de conquistar y domesticar lo desconocido. No estamos pues en absoluto en el fondo de una fábula ecológica, sin embargo, casi que se puede sentir la fuerza de voluntad de Penss al desbravar el mundo que le rodea, ese mundo que para muchos se hace un mundo, valga la redundancia.

El mundo representado en Penss y los pliegues del mundo aporta una enorme sensación de lugar vacío. Es lo que no me cuadra de la trama. ¿Lo era realmente un planeta que bullía vida tras la primera célula? No sé… Pero hay que admitir que las luchas contra los grandes depredadores que van saliendo son épicas; episodios ciertamente fuertes y gustosos en los que recrear nuestra imaginación. Veremos mamuts y algunos personajes evocarán las luchas heroicas que dieron gloria a su clan posiblemente en aquellos primeros años de supervivencia. Pero no hablaba de eso. El «vacío» se explica dentro de este álbum con el tema de que la situación era aislada sobre todo en los valles, lugar bastante propicio para la agricultura. Y me da que eso no era tanto así. Mas, la incomprensión natural de otros clanes ante la innovación de algunos de los componentes que tiene nuevas ideas está muy bien representada en este cómic. Así como los conflictos entre aspiraciones y el modo de sobrevivir en comunidad.

Tenemos en este título ese tipo de dibujo que siendo cómic europeo, recuerda bastante al manga. Aunque más parecido al anime de Miyazaki. El dibujo de Jérémie Moreau mola y ya molaba en Le discours de la panthère o La saga de Grimr, publicada también en Norma Editorial (se ve que al autor le mola la Prehistoria). En particular, una selección de colores que da vida a este mundo y le da un aspecto visualmente atractivo, aportando además un final curioso que puede no gustarle a todo el mundo (un cambio de pensamiento demasiado abrupto). Pero recomiendo bastante la lectura de Penss y los pliegues del mundo ya que interpreta muy bien el mensaje que aborda nuestra forma de vida, o la que debiera ser, algo-bastante más moral y por una puta vez pensando en el bien ecológico.

Un soplo de aire fresco. Un sueño agradable.

Reseña: Trazo de Tiza, de Miguelanxo Prado

Premio Alph Art al Mejor Álbum Extranjero en la Angoulême de 1994. Premio a la Mejor Obra en el Salón del Cómic de Barcelona (1994). Nominación a los Premios Eisner en la categoría de Mejor Pintor (1995). E incluso a los Premios Harvey estuvo nominada como Mejor Obra Extranjera en 1995. En definitiva, Trazo de tiza no es otra cosa que la obra más premiada del maestro Miguelanxo Prado. Y ahora vuelve a estar disponible en librerías con material adicional inédito, la oportunidad ideal para ponerse con ella o volver para quien guste de grandes obras del cómic europeo como Prado ha creado en esta ocasión. Considerada ya uno de los grandes clásicos del cómic español.

Una historia a puerta cerrada en una isla. Un faro en mitad del océano. Ambiente cargado aunque ventoso. Personajes con problemas y trama polifacética, tenemos una importante y rara belleza que evoca a la mejor pintura impresionista de la que Prado debe ser súper fan. Colores extravagantes, tonos pastel, dulces que te llevan, te ambientan al lugar que se propone en la viñeta. Difícil resumir en pocas palabras todo el interés que siempre ha sembrado en mí esta pequeña (gran) obra maestra. El posadero, el muro del muelle, las extrañas relaciones entre los personajes, tantos detalles cruciales para entender qué pasó o qué pudo haber pasado… Una cosa es segura, cuando acabes de leerlo querrás re-leer este cómic otra vez. Apuesto a que lo harás. Y una segunda lectura os llevará a verificar, a cotejar la buena interpretación de los hechos algo “lynchianos” de la obra. A mí desde luego me recuerda a las buenas pelis de David en cuanto a guion.

Después de capear una tormenta durante dos días, Raúl aterriza en un islote que ningún mapa indica. Una pared cubierta de grafitis, un faro en desuso, una posada-cantina-bar de comidas regentada por una mujer y su extraño hijo, rocas, gaviotas y supersticiones, de eso trata Trazo de tiza. Otro barco está en el muelle. A bordo, Ana, una mujer bella y salvaje. Entre Raúl y Ana se anuda una divertida historia hecha de silencios, desencuentros y citas perdidas. Cuento más para decir que la historia es enrevesada al final y da lugar a finales abiertos. Los amantes de esto lo fliparán. Quizás lo de “enrevesado” pueda provenir por la cantidad de detalles que se agolpan y de los que te das cuenta con segundas lecturas, como decía antes. Es cierto que me gusta lo fantástico siempre que haya una dosis de racionalidad para entender los hechos que se suceden. No me gustan los ejercicios de estilo pseudo-intelectual y eah…, está dicho. El guion contiene escenas que me gustaron, pero no me gustó el hecho de que los elementos un poco extraños de la historia no se explicaran lo suficiente. No estoy pidiendo grandes explicaciones como si un personaje lo revelara todo pero las pistas deben ser certeras si salen a la palestra. De ahí mi comparación un poco al universo de David Lynch. Es un cómic muy interpretativo. Sin embargo, esta singularidad merece ser subrayada y no pasaba en El Pacto del Letargo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2034) que tanto disfruté.

El estilo gráfico es magnífico y poético contribuyendo al encanto de esta genial reedición que se ha marcado Norma Editorial. El dibujo está bastante bien en cuanto al decorado. Esta historia, aunque lenta y casi sin acción, me atrapó de principio a fin. Obviamente, es el final el que le da toda la dimensión a esta historia atemporal. Pero al igual que le pasara a los personajes de Mary Poppins, la sensación es esa, la de estar metido en cuadro.

Una joyita.

Reseña: Atrevidas. Edición Integral, de Penélope Bagieu

Me fustigaba…, me fustigaba, por no haber leído aún la que es considerada la mejor obra de Penélope Bagieu. Una chica parisina que lo está petando dentro del cómic europeo y que partiendo de su blog Ma vie est tout à fait, donde contaba su vida cotidiana, ha llegado a publicar obras de forma profesional gracias a ese don ilustrativo que muy pocos tienen.

En mi caso, la conocí con su Cadáver Exquisito (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/cadaver-exquisito), y “vi” cómo trabajaba literariamente su mente en Los Estratos (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11458). Pero también la disfruté en la adaptación ilustrada de Las Brujas, de Roald Dahl (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1589). Y eso: me fustigaba, sobre todo, por no haber leído aún la que es considerada su mejor obra como es Les Culottées (Atrevidas) que vio la luz por primera vez en 2016 y que no es otra cosa que una serie de treinta breves biografías de mujeres -calificada de feminista por la crítica-, pero para mí un maravilloso compendio-enciclopédico en formato cómic de grandes mujeres de la historia. Una obra que vuelve a reeditar Norma Editorial, en este caso, en un poderoso y bello integral, del best-seller de la autora francesa que además fue Premio Eisner en 2019 a Mejor Obra Internacional.

Mujeres “protagonistas” que han existido en todos los tiempos y en todos los continentes, las cuales tienen derecho cada una a un capítulo más o menos largo, concebido de forma sintética, como un archivo universitario. Pero en imágenes, en viñeta, en cómic. Donde se brinda, sobre todo, por Joséphine Baker y no solo por ser una traviesa bailarina de cabaret, también como una potente espía de la resistencia. Un volumen-álbum que es una colección de breves biografías de mujeres que destacaron sobre el gentío y que tuvieron una vida o un proyecto bastante excepcional.

Abarca desde una doctora en la antigua Grecia hasta una activista por la paz de la actualidad y personajes tan diversos como una mujer emperadora de China u otra que salvó un faro estadounidense de la destrucción… Y todas puestas en mismo valor, como debe ser. Y plasmadas en imágenes con el dibujo básico pero efectivo de Pénélope Bagieu. Cada biografía concluye con una ilustración de dos páginas en un estilo más elaborado y colorido, trazos que encontré bellos porque reflejan de una manera hermosa la «atmósfera de vida» de cada una de ellas. Aprecié el hecho de descubrir mujeres de las que no sabía absolutamente nada. Y si sus caminos no siempre fueron emocionantes, algunas tuvieron vidas bastante increíbles por lo que me he podido informar después. Se aprende bastante. Además, la línea minimalista de Bagieu se acompaña de un humor ligero y discreto, que mola. Es su estilo.

Pénélope Bagieu es una feminista de su tiempo. Y gracias a que los tiempos por fin están cambiando, una mujer puede ser feminista y sentirse realizada, aunque sigan existiendo paredes (y techos de cristal) condescendientes. Y ese es el caso que encumbra a esta parisina que seguiré con cada obra que publique. Conduce un barco lleno de cómics llenos de delicadeza estética y humor. Y con Atrevidas creó un multi-retrato didáctico y lúdico que hará brillar cualquier biblioteca que desee poseerlo.

Reseña: El Asesino (Integral 1) , de Matz y Luc Jacamon

En cómic europeo, los que somos fans de toda la vida y hemos podido devorar títulos bien sea por poder acceder a estos chulos álbumes por “herencia” porque seamos sinceros, no es el tipo de vicio más barato dentro del noveno arte… Los que leemos desde siempre, estamos súper encantados con esta maravillosa época de las integrales. Se entiende que ya tenemos una edad, que nuestro tiempo es limitado pero que conseguimos encontrar huequecillos y el dinero no tiene porque ser un problema. Es por eso que los integrales nos hacen más bien que mal. Poder leer obras que ansiamos leer y tener, y la disposición de tener en un sólo volumen varios álbumes, gusta. Nos pone. Y gracias a las editoriales que tenemos en nuestro país pues van llegando cositas que molan cantidad. Este pensamiento ha vuelto a mí mientras devoraba el primer volumen integral de El Asesino que recién publica Norma Editorial. Cómic que a poco que busquéis referencias lo vais a ver valorado de notable como mínimo. Y no me extraña porque es rápido, directo y endiabladamente efectivo. Devoré los álbumes uno tras otro. Esta es la típica serie que no esperas y que terminas adorando a las pocas páginas. Diciéndote, por cosas así, merece leer buen cómic europeo.

En El Asesino tuve la impresión de encontrar a un pariente de León, el famoso asesino a sueldo de Luc Besson. Porque para este señor al que se le puede llamar simplemente Asesino, su trabajo es como cualquier otro, incluso si la hemoglobina está presente a menudo. Está solo y sin amigos, como muchos seres humanos acaban sus últimos días. Es sólo el dinero lo que le interesa porque tampoco es tan viejo como para no necesitarlo. Nuestro héroe (porque para mí lo es después de la lectura) es un tío frío pero entrañable al final. No hasta el punto de encontrarlo simpático pero esa, my friends, es la ambivalencia de esta serie. Y todo se va al traste porque aunque siempre cumplió contratos sin dejar huella, un nuevo encargo le compromete y le obligará a salir a la luz.

El primer álbum es, con diferencia, el mejor escrito y el mejor de la serie. Es como esas pocas series de TV que les sale un primer capítulo redondo, vendible al productor más crítico y más odioso, pero en este caso, todo lo que sigue no anda muy lejos del nivel. En particular, la atmósfera que se genera con este personaje esperando y pensando en su apartamento, nos permite conocer su visión del mundo. Y es que uno/a casi podría pensar que el primer volumen es suficiente en sí mismo, todo está ahí, los demás álbumes (aunque no todos porque este sólo es el primer integral) agregan ideas y profundización del personaje. Y eso completa bastante. Matz logra así sacar de la banalidad lo ordinario de sus relatos. El cinismo, las reflexiones de este asesino amoral, desilusionado y anónimo (que sería casi un hombre corriente, si no fuera por su «sucio» trabajo) hacen que se incline hacia ciertos personajes del thriller de Manchette. También hay que decir que el dibujo de Jacamon tiene mucho que ver con la fluidez de la lectura, en un estilo semirrealista eficaz, dinámico y de trazo agradable a los ojos.

Hay que decir que el tono adoptado (falsamente despreocupado, casual), la narración (la mayoría de las veces los textos en off están formados por estados de ánimo, reflexiones de nuestro héroe-asesino, siendo estos comentarios mucho más numerosos que los diálogos), mas, todo contribuye a desarrollar una atmósfera asombrosamente tranquila, equilibrada y “clara”, aunque el tema se presta más a la oscuridad y al ritmo entrecortado.

El Asesino es otra gran serie que no había leído y de la que quiero más. Me encanta como los autores ofrecen el retrato de un asesino solitario, cínico, frío, metódico y sin escrúpulos que da escalofríos porque el relato de sus hazañas mortuorias se vuelve fascinante a medida que pasan las páginas. Y con secuelas de guion más orientado hacia una geopolítica invasiva, entre ricos, cubanos, venezolanos y toda una operación de manipulación. Esta serie es una joya. Sin tiempo muerto. Hay ritmo. Hay tantos giros y vueltas que no puedes dejar de leer. Los flashbacks son numerosos pero esto no rompe el ritmo de lectura. Solo un breve descanso para recuperar el aliento…

Estoy seguro de que sois todos iguales. Cuando estáis en una librería o librería especializada buscando carnaza, estáis buscando un álbum que guíe vuestros sentidos y buscáis la perla de vuestra vida en formato viñeta. Ese tomo que después de gastar los billets quedes contento. Pero hay algo mejor que rebuscar o curiosear desde cero. Tenéis los consejos de un profesional o amigo compartidor de gustos que en mi caso es mi tito americano del que ya os he hablado. El mismo que me dijo: Sí ha salido en castellano, ve a pillarlo sí o sí. Un brillante thriller del que Netflix prepara una adaptación cinematográfica para ya.

Reseña: RIO, de Louise Garcia y Corentin Rouge

RIO me pareció una libre versión de Mon Bel Oranger, aquella novela de José Mauro de Vasconcelos publicada en 1968 y de éxito internacional (título original: Meu Pé de Laranja Lima) que fue traducida a cantidad de idiomas y que se vendieron tres millones de copias sólo en Francia. También es cierto lo que se dice en la sinopsis editorial (Si Ciudad de Dios fuese un cómic… se llamaría RIO) porque tiene todos los componentes e ingredientes que hicieron grande a aquella gran película. De hecho, de ese guión si que pudiera ser una segunda parte si contamos que se hablan de otros personajes o habitantes de la zona…

No sé si sabéis de lo que os hablo. Es el tipo de historia que trata la miseria en las vidas de ciertos adolescentes en zonas marginales, el tipo de libro sobre la miseria que te hacen leer en la universidad para darnos cuenta de lo afortunados que somos de estar donde estamos. Pero eso claro, para el que no haya vivido en un barrio marginal y no sepa lo que es, y así se asuste un poco. Lo que ocurres es, que en este caso, este que os escribe sí que sabe lo que es eso. Y puedo decir que vi, entre otras muchas cosas en niñez, como un barrio, un nuevo barrio obrero que se suele decir, el cómo se convertía de la noche a la mañana en lo peor de lo peor para vivir. Cada día un acontecimiento de los que se graban en la retina. O mínimo uno a la semana par ser sinceros. Un barrio que se convierte en marguinal por una serie de elemental que se vienen a vivir al sitio, grandes pisos que ellos mismos dicen que solo los quieren para dormir o guardar droga. Fin. Y en ocasiones ni siquiera para dormir. Aunque sí animales de granja…

Pero RIO va más allá y trata lo peor del ser humano. Y en RIO seguimos la vida de dos pequeños que pierden a su madre y deambulan por Río con la esperanza de algún día vivir con dignidad. No es del todo nueva esta pesadumbre. También presenta otros elementos como esos estadounidenses ricos que vienen a vivir en edificios de lujo cercanos para trabajar en ONGs y “apiadarse” de lo mal que lo pasan los niños allí en el barrio de al lado. ¡Pobrecitos! Pero bueno, cuando acabe mi trabajo yo me marcho a mi barrio donde se vive con normalidad, ¿no? No obstante, lo que ocurre es, que en RIO,  se va más allá… Mujeres que se dedican a sacrificios satanistas a la luz de las velas, monjas desilusionadas que cuidan niños hambrientos de venganza, policías corruptos… Es un cómic que muestra violencia, la violencia natural de la que es capaz el ser humano. Violencia que juega con las cuerdas habituales del coraje, dilemas entre la lealtad a la cultura y la voluntad de salir de ella. El lazo fraternal que quizás haya que cortar.

Norma Editorial trae esta obra recopilada en un sólo integral. Uno en tapa dura…, de los dignos tomos a los que nos tiene acostumbrados. Y la verdad es que la historia empieza bastante floja. O quizás sea yo que ya he leído bastantes historias que tratan este tema. Pero poco a poco fuí enganchándome pues la trama se desarrolla bien y el total enganche llega con un evento dramático al final del segundo álbum que para nada ves venir. El escenario entonces se abre y empieza a centrarse en las tramas a las que hace mención al principio y ya todo encaja. Corrupción del gobierno, la hipocresía de los organismos internacionales y norteamericanos, y cómo finalmente las pandillas de las favelas son una vía tan estrecha que es raro que los inmiscuidos salgan de ella. Pero el que sale… oh, con el que sale. Cínica solución. Puedes estar más pallá que pacá o ser el mejor, el más-mejor en lo que haces. Y eso lo he visto con mis propios ojos en el barrio que me crié de donde partieron grandes genios en el tema cultural. Y ese toque de originalidad que proviene de esa mezcla de vudú, satanismo y espiritismo que orbita alrededor del pasado del héroe y la muerte de su madre.

La guionista brasileña Louise Garcia y el dibujante francés Corentin Rouge (XIII Mystery) unen sus fuerzas en un drama hipnótico y trepidante dividido en cuatro partes donde los personajes son los verdaderos pilares de una historia difícil de olvidar.

Reseña: Corto Maltés. Nocturno Berlinés, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero

Amo tanto el personaje de Corto Maltés…, las historias que he ido devorando gracias a estas reimpresiones y nuevas publicaciones de Norma Editoria…,; la atmósfera que las tramas de Corto y las sensaciones que son capaces de aportar estos cómics tanto del maestro Hugo Pratt como las que han sabido rescatar Juan Días Canales y Rubén Pellejero… Que no dejan de ser cómics que compraría una y otra vez o daría lo que fuera por sentir lo que se siente cuando se leen por primera vez.

Corto Maltés es de esos pocos cómics, que raro es el lector al que el protagonista no le cae bien. Tiene una personalidad, a veces, tan sosegada, que enerva a los malutos de forma maravillosa. Me gustaría ser así. Pero no puedo. Aunque lo intento. Y por eso me encanta. Pero…, ¿qué se le puede haber perdido a un marinero como Corto en la Berlín de 1924? Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero son los autores elegidos para seguir con las aventuras “propuestas” para este personaje eterno que hizo las delicias de los comiqueros de los 60, 70, 80, y que ahora a muchos nos está volviendo a enamorar. Nocturno Berlinés sería la cuarta entrega de este «rescate» lanzado por Norma Editorial, cuarto álbum donde los autores reconocen que se aleja del exotismo para dar pie a una aventura de puro género negro.

Una trama donde Corto se entera de la muerte de un viejo amigo y con el escritor y periodista Joseph Roth se adentra en una investigación para vengarlo. Tenemos cabarets, sociedades secretas y grupos paramilitares, a la vez que nos toparemos con personajes reales (las delicias de los cómics de Corto) como el escritor Gustav Meyricnk (autor austríaco conocido por la gloriosa novela de El Golem), la actriz Marlene Dietrich (actriz y cantante alemana considerada como uno de los más eminentes mitos del séptimo arte), Max Schmeling (boxeador alemán que fue campeón mundial de peso pesado entre 1930 y 1932, el único boxeador que ganó el campeonato mundial de peso pesado por una falta) o el presidente de la república Friedrich Ebert (político socialdemócrata alemán y primer presidente de la República de Weimar). Y un viaje a Praga donde nos encontraremos con Levi Columbia (un señor con una teoría que me encantó: «Existen dentro de todas las religiones del mundo una tradición esotérica universal»).

Nocturno Berlinés es guion de persecuciones, asesinatos inesperados y escenas donde se muestra muy bien la terrible enfermedad psicológica que parte de un ser humano en tensión. La historia sigue cronológicamente a Las Helvéticas (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/corto-maltes-2/corto-maltes-nueva-etapa-edicion-blanco-y-negro/corto-maltes-las-helveticas-ed-blanco-y-negro), donde Corto parte en busca del Santo Grial. Álbum donde obviamente también existe un alto componente esotérico. Nuestros autores patrios saben que Hugo Pratt cuando le daba por ahí…, era todo un erudito en la materia y por eso mismo no desentona en la trama la importancia que toma una carta del tarot Visconti-Sforza, del siglo XV. Dicho esto, me centraré en la historia, una en la que sí que existe elementos forzados pero que se basan en referencias y citas, cosa que no son otra cosa que homenajes al desaparecido maestro y autor italiano. Los personajes aunque son casi todos descendientes de los típicos clichés, tienen un potencial efectivo y aprovechado.

Los escenarios son agradables, gracias a las secuencias, a la mezcla de colores sabiamente utilizada, aunque a veces el timbre y el registro, me parecieron curiosamente hechos por manos diferentes. La ambientación convence. Nos traslada a los que gustamos de esos films de Hitchcock primarios o películas de género negro de los años 30. Entre París y Brooklyn, dos lugares que jamás vi tan bien enlazados. Nota positiva, de sobresaliente, los diálogos y el lenguaje.

En Nocturno Berlinés encontraremos un Corto más humanizado, que empieza a notar el peso de los años. No sé si esto es buena o mala señal. Espero que aún de viejete nos depare nuevas aventuras. Aunque algunos dirán que envejecer a un personaje, es matarlo. Y aquí debo estar de acuerdo egoístamente. Tenemos a un Corto pesimista, como no puede ser de otra forma, porque todo lo que le ha pasado «le ha dejado marca». Una historia de la que se pueden extraer algunas lecciones de vida.

¡Feliz Navidad, friends!