Reseña: Mi Amigo Pierrot, de Jim Bishop

La Cúpula se ha marcado un cómic que muchos no esperábamos. Si me lo permiten, un cómic europeo que no casa mucho con lo que los amigos del cómic nacional suelen publicar. Pero eso no quita que tengan buen gusto para publicar cositas chulas como Mi amigo Pierrot, y eso es muy de agradecer. Una verdadera sorpresa. Agradable. Un cómic a descubrir con urgencia por muchos de vosotros. Os lo digo muy en serio. Porque Jim Bishop tiene mucho talento.

Mi amigo Pierrot tiene grandes cualidades. Sus coloridos gráficos y decoración son lo primero. Ambos están fuertemente inspirados en Miyazaki, es lo primero que se os va a venir a la cabeza, está claro. En particular, El castillo ambulante, tanto por la ambientación como por la historia. De hecho, encontramos muchos elementos similares a la historia de Sophie y el hechicero Hauru en Mi amigo Pierrot; en la trama, pero también en muchas escenas, lugares y protagonistas. No es desagradable porque, como muchos de ustedes, soy un terrible admirador de Miyazaki, y porque… más de un buen jamón… como que uno no se cansa nunca, ¿no?

Afortunadamente, Jim Bishop aporta a su historia algunos elementos más personales, y una reflexión más centrada en el sentimiento de amor y en la libertad. La libertad de elegir el amor y el camino que quiere tomar uno/a en su vida. De todos modos, el autor hace algo también para contrariar al lector: elogia el romance rebelde aunque esto signifique abandonarlo todo para vivir su amor en completa libertad. Pero también vuelve a sentimientos más celosos y elogia el regreso a una relación más sabia y sincera, para finalmente regresar a la idea inicial de abandono. Incluyendo las responsabilidades parentales. Una trama que con la decisión final de la prota, os va a dejar un poco perplejos. Amor mágico, amor tóxico. A Cléa, una joven de la nobleza, se le promete un futuro brillante junto al hijo del Conde del Agua, Berthier. Pero mientras se prepara para casarse con él, tiene un encuentro de lo más inesperado con un mago callejero llamado Pierrot. Un acróbata que hace que su corazón vuelque. Encantador, galante y un poco intrigante, le ofrece el viento de libertad que le falta en la vida. Y siguiéndolo hasta su guarida escondida en el corazón del bosque, le abre un mundo maravilloso. Pero el vértigo del amor durará poco y ya las primeras lágrimas corren por las mejillas de Cléa pues tanta pasión da pronto, da paso a la confusión. ¿Quién es realmente Pierrot? Por otro lado, Berthier, angustiado, sale en busca de su prometida sin sospechar ni por un momento que esta búsqueda podría llevarlo al umbral de la locura.

Mi amigo Pierrot es un verdadero cuento para adultos. Bishop utiliza los códigos necesarios para hacernos reflexionar sobre la relación entre hombres y mujeres, sobre la libertad, la autonomía, el libre pensamiento, etc. Prisionera de una vida trazada por su madre, Cléa tiene un encuentro que cambiará su vida. Pierrot, un mago, la tomará bajo su protección, la seducirá y la hará descubrir la vida, a su manera y en todos los sentidos. La maravillosa relación del principio se irá transformando poco a poco en una relación tóxica, como si, una vez finalizada su obra de liberación, Pierrot perdiera el interés por su amada.

Edición, dibujos e historia, todo es maravilloso en este título. Realmente disfruté leyendo esta joyita que no esperaba. Un cómic realmente hermoso. Pero más allá del cuento, la transición de la niñez a la edad adulta está bien resaltada y, en última instancia, plantea la única pregunta real: ¿Cuándo abandonaste tus sueños para establecerte en la realidad?

Reseña: T´Zée. Una Tragedia Africana, de Apollo y Brüno Thielleux

Una historia de una tremenda atmósfera sudorosa, desesperada, fatalista, en una África todavía en guerra, fetichista, fascinante, despiadada con los débiles y en la que la ley del más fuerte aún aparece en toda su cruel y más absurda sencillez. Esto es T´Zée. El nuevo cómic europeo que cruza los Pirineos gracias a la editorial Nuevo Nueve. Realmente una historia atrapante a poco que te interese todo lo que el primer mundo, de algún modo, ha provocado en los países africanos. Todo en atmósfera, sí… todo en atmósfera… Una mini novela gráfica o un one-shot que nos habla del fin de una dictadura en un imaginario país africano pero súper parecido a todos esos que se os pueden venir a la cabeza en este momento, sobre todo, si ya tenéis una edad.

Cuentan que para la historia, Apollo se inspiró fuertemente en la historia del continente primario del hombre. Salvaje, brutal, lleno de creencias, en definitiva, fascista y peligroso donde lo militar se impone a los débiles. T´Zée está subtitulado como Una tragedia africana. Como maestro de orquesta, el guionista desarrolla su obra en cinco actos, todo finamente elaborado para conducir a lo ineducable. Y Brüno, como sinfonista de la ilustración, ejecuta la composición con maestría, y todo se vuelve perfectamente preciso «en tempo»; la atmósfera húmeda y crepuscular está magníficamente representada. Como punto negativo (o no) no hay empatía por los personajes, no nos apegamos a ellos, tal vez, para el tema amoroso, pero al final no dejan de ser peones en este juego de ajedrez. Lo que sí que importa es que este tándem de autores transcriben magistralmente la caída del poder. Como bien se señalo una y otra vez, cuestión de atmósfera.

T´Zée, al que accedí atraído por el tándem de autores de cuyas obras ya he disfrutado en más de una ocasión, por ello, fácilmente me dejé tentar por la historia. Aunque ni la ambientación ni el perfil de los personajes me parecieron atractivos… a priori, una vez comencé a leer, me costó abandonar la trama hasta terminar el volumen. Estamos en un país imaginario, fuertemente inspirado en el Congo (o Zaire) donde Appollo sitúa su trama y es difícil no pensar en Mobutu Sese Seko al leer esta historia. T’Zée, dictador impasible, megalómano, temido, admirado, odiado, personifica al dictador africano tal como lo imaginaba. Su hijo, dividido entre un padre al que admira y una visión política alimentada por sus numerosos viajes, parece paralizado por la magnitud de esta sombra que se cierne sobre él. Educado, inteligente, pero quizás demasiado educado para asumir un papel para el que no está hecho, ni siquiera tiene el coraje de declarar su amor a un amigo de la infancia. La segunda esposa, una arribista desesperada, cuya belleza selló su destino y que descubre el amor incluso cuando todo está perdido… Sí, efectivamente estamos ante una tragedia tal y como la describe el guionista. Una tragedia africana.

El dibujo refinado, los diálogos concretos, una forma de inevitabilidad en el destino de los personajes, y siempre esa África, a veces, paraíso, a veces, infierno, por culpa del ser humano, y bien descrita con amor pero sin complacencia, nos lleva a parar a un guionista muy inspirado.

Cómic muy recomendable.

Reseña: Blacksad. Todo Cae. Segunda Parte, de Canales y Guarnido

La espera de cada nueva historia de Blacksad, de cada nuevo álbum, podría ser comparable de algún modo a aquello que cuentan cuando en el puerto de Nueva York la gente esperaba en muchedumbre la llegada de las novelas Charles Dickens. Todo un cúmulo de lectores ansiosos por leer una nueva obra de lo que es considerado -y algún día se considerará nacionalmente en este país- como uno de los mejores cómics o personajes creados por autores patrios. Que no todo es cachondeo y humor en los cómics de los maestros españoles. ¿Qué al otro lado de los Pirineos ya se alaba de esta forma? Pues lo de siempre, el país de pandereta en el que vivimos. A lo que vamos, la segunda parte de un título que ha tardado tanto en llegar que, obviamente, uno ha recurrido al tomo anterior para poder entrar de cabeza en la trama y no perderse el más mínimo detalle. Eso si, se lee en nada porque el jamón de cinco jotas dura poco en el plato.

La anhelada conclusión de Todo cae. Otra historia que nos recuerda porqué esta serie es considerada el mejor noir del noveno arte. El ansiado cómic del detective antropomórfico más famoso del mundo vuelve. Suele pasar con Blacksad que con cada historia, quedas con la miel en los labios como osito que pide más y más. Pues imaginaos si ya íbamos sabiendo que Todo cae era solo la primera parte (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7568).

Muy a los cine clásico de los 50, muy a lo novela negra de Raymond Chandler o novela policíaca de Dashiell Hammett (que es donde se mueve como gato entre madejas, la esencia de este personaje), John Blacksad recibe el encargo de proteger al líder del sindicato de trabajadores del metro. Ese personaje amenazado por la mafia de las comadrejas. Pero su investigación desafiará a los poderes políticos y empresariales que rigen los destinos de la ciudad, y estos no dudarán en aplastar cualquier obstáculo que pueda alterar sus planes. John llevará entonces una investigación que resultará particularmente delicada… Llena de sorpresas. Así comenzábamos con Todo cae. Pero ahora Iris Allen ya no existe y Alma ha regresado. Para John Blacksad, las cosas se complicaron particularmente con el arresto de Weekly. Así que toca volver a encarrilar esta historia porque el regreso de Alma Mayer ha puesto patas arriba la vida de John Blacksad, reviviendo un amor que este creía olvidado. Además, Alma está relacionada con el asesinato de Iris, del que Weekly es el principal sospechoso. No obstante, todo lleva o apunta al poderoso magnate Lewis Solomon, que está levantando un puente inmenso, un puente edificado sobre los huesos de varios muertos de la ciudad… Un “maestro” constructor de Nueva York, la viva imagen de que tras las constructoras y los ayuntamientos se maneja bastante dinero negro por detrás.

Todos los códigos de los viejos thrillers norteamericanos de los 50 están aquí. Desde una América zoomorfa que lucha por gestionar sus contradicciones a través de la masa animal de una ciudad en plena construcción, hasta la ambigüedad de una policía canina que come en todos los cuencos y hasta el cinismo de pájaros de alto vuelo que quieren gobernar la ciudad. Clásica en sus ingredientes, sutil en su narración y magistral tanto en su ilustración como en su colorido, esta obra final de Blacksad traduce toda la diversidad humana a través de un zoomorfismo más grande que la vida y cultiva su singularidad siguiendo al privado felino reacio a hacer concesiones. Sin contar esos seres tan delicados, frágiles y sexys como Alma…

¿Algo más? Blacksad es una obra con la que sus autores han tocado el cielo. Es todo muy simple, en realidad. pero una trama tan simple y tan bien cuidada como una novela de Dashiell Hammett. Y con unos dibujazos de la ostia. Estamos ante ooootra historia que uno/a tiene que degustar por sí mismo con una buena taza de té o café cerca y en un buen sofá para solitarios. Esos que somos todos cuando leemos. Para un último álbum, muy difícil hacerlo mejor.

Reseña: Valerian. Allí donde nacen las historias, de Pierre Christin y Virginie Augustin

Este álbum pertenece a la colección Valerian visto por…, y fue el gran Pierre Christin (Orwell, Leyendas de hoy) quien lo elaboró junto a la gran dibujante Virginie Augustin para ofrecer una visión fresca y renovada de una de las series míticas de la BD francobelga. Pero lo que hicieron es más una continuación de la mítica serie aunque solo fuera en un solo álbum. Y es que habiéndonos dejado Mézières, muchos nos vimos huérfanos de este maravilloso universo creado que a muchos nos trasladó a aventuras interestelares donde conocimos mundos, razas y otras galaxias infinitas. Un macro-universo que fue uno de los gérmenes para que naciera Star Wars, dicho por el propio George Lucas.

En cualquier caso, los fans de la serie principal no estarán demasiado desorientados con este nuevo principio. Allí donde nacen las historias es fácil de leer y disfrutar. Una lectura agradable con un reparto bastante heterogéneo. Lo dicho, es más bien una continuidad de sus aventuras, hasta el punto que incluso nos preguntamos si no será así. Entonces, ¿cómo transmitir ese sentimiento (al menos personal) de que este álbum realmente vale la pena? Me limitaré a lo que pensé en cuanto lo cerré. Bastante logrado, coherente y fluido.

Fue uno de mis placeres culpables el redescubrir este universo, universo de universos, tenemos en Allí donde nacen las historias una especie de reinicio, por lo que es positivo y al mismo tiempo decepción pensar el porqué no se siguió con ello. Pierre Christin retoma su universo donde lo dejaron hace más de una década. Nuestros héroes, ahora adolescentes y amnésicos, viven una vida pacífica en la Tierra y bajo la tutela del tío Albert. Por supuesto, se invita discretamente a vivir una aventura casi personal. Me gustaron mucho todos los pasajes de la Tierra en este viaje a Georgia y un poco menos el cosmos presentado por no estar más desarrollado los sistemas anexos. Pero sí que me encantó el tono que sirve de intriga en torno a la industria del entretenimiento cósmico. Descubrí que el guionista presionó demasiado para denunciar nuestro sistema industrial actual. La historia se centra en los Delfos, una raza de inteligencias artificiales, capaz de crear argumentos novedosos. Por desgracia, la fuente de su creatividad se está agotando. Se trata de un raro metaloide que solo se encontraba en grandes cantidades en la Tierra a principios del siglo XXI. En este viaje al pasado, los Delfos tropezarán con una jovencita pareja de agentes espacio-temporales… Pero está la historia de fondo. Encontramos algunos personajes que aparecen en otros álbumes: la schnafleur, los chicos de la industria del cine y algunos jefes de los Círculos de Poder…

No me iré sin decir que el dibujo de Virginie Augustin fue realmente lo que me abrió el apetito. Un dibujo encantador que ya he podido apreciar en otras series y con estilos ligeramente diferentes, lo que sorprende cantidad. El dibujo de esta señora es encantador, fino, elegante y detallado, nuestros jóvenes héroes molan en apariencia bajo su pincel.

Quiero descubrir nuevos héroes del espacio, otros, pero siempre que intento eso, recuerdo y me digo, dios mío, pero si Valerian me da todo lo que necesito. Qué bueno es.

Reseña: Americania. Nuevo Mundo, de Sergio Toppi

Ponent Mon hace un muy buen trabajo publicando la obra de Toppi. Un autor que no merece ser olvidado y el cual desde hace bastantes años es difícil ver por estos lares. A diferencia de lo que hacen para Serpieri, en el país de la bota los relatos del maestro son agrupados en colecciones y bueno, a mí eso no me parece mal. De hecho, me parece genial porque como ya sabéis soy fan de los integrales y aún más de las grandes antologías. El menú me lo ponen de una sola vez en la mesa que yo deguste lo que quiera y en el orden que quiera, por favor… Tras el gran disfrute que tuve con Historias de la Frontera (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3505), como podéis ver, se ha hecho esperar este segundo tomo publicado en nuestro país de la colección Americania. Pero ha merecido la pena. Y siempre la merecerá mientras podamos decir un día que ha llegado todo. Porque si Toppi hubiera sido escritor, probablemente hubiera sido antologista. Se nota que le gusta y se le da bien, crear cómics con diversos relatos donde en realidad nos está brindando sorbitos con moraleja en formato lienzo. Y en Americania: Nuevo Mundo como habréis supuesto, somos transportados esta vez al nuevo continente aquel que, sobre todo, España llegó a conquistar casi por completo. Donde, sin duda, miles de hechos y anécdotas pasaron. Y al igual que en Historias de la Frontera, en Nuevo Mundo vamos a encontrar relatos buenos y buenísimos. Así de claro. Tramas que, sin duda, debieron ser leídas por grandes autores, guionistas y directores de cine como inspiración porque mucho de lo que veréis aquí os va a sonar. Lo dije antes y lo suscribo. Aquí tenemos nuevamente ocho historias del universo legendario y místico de Sergio Toppi pero esta vez nos vamos a la época de los conquistadores donde México, el mundo de los aztecas y la pasión portuguesa por el mar tuvo mucho protagonismo. Tzoacotlan 1521, Sacsayhuamán 1977, San Isidro Maxtlacingo 1850, Algarve 1460, Chapungo, Hipótesis 1492, La leyenda de Potosí y El tesoro de Cíbola.

Aunque todas son muy disfrutables tras los lienzos de Toppi, voy a destacar dos historias por encima de todas. Algarve 1460, que aunque anclada en la narrativa histórica original se mezcla con lo fantástico, y gira en torno al personaje de Enrique el navegante, el hijo de Portugal que lanzó el movimiento de los grandes descubrimientos y que aquí ofrece su alma a un anciano desconocido que le promete ver “el otro extremo” del mar. Historia interesante.

Y la siguiente es Hipótesis 1492. Un cómic que se ciñe a la denominación de ucronía. Es decir, una trama que propone una reconstrucción alternativa de la historia, basándose en eventos que, si bien nunca sucedieron, pudieron haber ocurrido si los acontecimientos hubieran tomado otro sentido. Un relato que me encantó y que gira en torno a un marinero español, único superviviente del hundimiento de la flota de Cristóbal Colón, que es acogido por un grupo de nativos americanos. Uno de los personajes principales y el narrador son una especie de buitre. El español rápidamente se deja seducir por la sed de oro. Una historia que fue escrita (y publicada en Italia) con motivo del 500 aniversario del viaje de Colón. Nuestro tan celebrado 1992.

Toppi ha sabido desarrollar un trabajo importante, fácilmente reconocible y de gran calidad general. Y aquí se han recopilado varios de los álbumes o historias que se pudieron juntar en cuanto a temática. Me encanta porque es lo mismo que se hace con los grandes pintores clásicos. Clasificar sus obras por épocas. Y no tengo que decir que el dibujo es lo más interesante de todo. Otra historia que se me ha quedado grabada es La leyenda de Potosí. A principios del siglo XVI, un joven se embarca en la conquista del Nuevo Mundo. Pero su guerra contra los incas tomará un cariz personal porque ha partido para reclamar una montaña de dinero que le había prometido un extraño y misterioso personaje. Ilustra la fuerza del destino.

Toppi, fiel a su costumbre de contar historias, mezcla sutilmente hechos históricos contrastados y fantasía en uno de sus únicos álbumes integrales que se puede disfrutar entre las novedades de este país ahora mismo. Por triste que parezca, Sergio Toppi es, sin duda, un autor por descubrir por estos lares.

Reseña: Fouché. El Genio Tenebroso, de Stefan Zweig y KIM

Joseph Fouché (1759-1820) fue un político francés que ejerció su poder durante la Revolución Francesa, el Imperio Napoleónico y la Restauración Borbónica en Francia. Un personaje poderoso y de gran influencia en el país galo durante la tormentosa era política que vivió, siendo el fundador del espionaje moderno y el responsable de la consolidación del Ministerio de Policía francés, posteriormente denominado Ministerio de Interior, una de las instituciones más avanzadas de la nación. Fue, junto con Charles Maurice de Talleyrand, la figura política más influyente de su época. Esto es la parte bonita. Pero para que me entendáis, cuando lees sobre él, es la mejor definición de “chaquetero político” que a lo largo de la historia europea uno/a puede encontrar. Siempre astuto, era un conspirador sin miramientos y como bien dice la sinopsis de Norma Editorial, según soplase el viento, se inclinaba por la República, por el Terror, por Napoleón o por Luis XVIII. Lo que se terciara para salvar el pellejo de hurón que tenía. Un chaquetero en toda regla, lo que sería el prototipo básico de lo que es un político, en general, a día de hoy en el mundo. Dinero, poder por encima del honor, sobrevivir a las convulsas noticias que lleguen, y acuñarse cerca siempre del lado del poderoso. Y no pedir disculpas. Nunca.

El gran escritor, dramaturgo, periodista y biógrafo austríaco Stefan Zweig escribió la biografía de este “lindo” personaje. Amigo de Sigmund Freud, Zweig formó parte de la intelectualidad judía vienesa, antes de abandonar su país natal en 1934 debido al ascenso del nazismo. Refugiado en Londres, continuó su labor como biógrafo (Joseph Fouché, María Antonieta, María Estuardo) y, sobre todo, como autor de novelas y cuentos que conservan su atractivo casi un siglo después. Zweig narra la “edad de oro” de Europa y analiza en profundidad lo que considera el fracaso de una civilización. Es uno de los escritores ideales a seguir si quieres aprender Historia mientras lees. Y nuestro compatriota KIM (El arte de volar) debe pensar lo mismo pues se fijó en la biografía que Zweig hizo de Fouché para lanzar y diseñar este álbum denominado El genio tenebroso, donde recrea en viñetas la ascensión y caída de un auténtico animal político.

Veredicto de uno de los hombres más poderosos de su tiempo… en la sombra.

La llegada al París de los años pos-revolucionarios y su enfrentamiento con Robespierre, un período frágil para los trabajadores administrativos (bueno, sus cuellos, Stalin no inventó nada). El ascenso como ministro de la policía (y en paralelo el de Bonaparte) y la creación del Servicio de Inteligencia en aquellos años (Hoover no inventó nada). Pero también vivió el fin del Primer Imperio, siendo Fouché sólo un engranaje entre muchos otros, el antepasado de nuestros políticos actuales. Insisto en este tema y esto no solo lo afirmo yo.

Un álbum muy equilibrado en tamaño y forma para contarnos la rica vida de este personaje. Con KIM haciendo lo que mejor sabe hacer. Un buen trabajo, limpio y legible, nada trascendental, pero con mucho gusto por leer cada página por la cantidad de datos que aporta. Todo para retrotraernos a la época de Napoleón Bonaparte, sobre todo, un período que parece dominar bien, y que seguramente se volverá poner de moda cuando se estrene el film que protagoniza el oscarizado Joaquín Phoenix.

Una buena lectura, sólida, para quien quiera descubrir a Fouché, un personaje que en nuestro país apenas tuvo repercusión pero un secundario de lujo para un trama de conspiraciones a lo grande.

Reseña: Un Avión Sin Ella, de Michel Bussi, Fred Duval y Pinheiro

Basada en la novela de Michel Bussi, pero un thriller que con el presupuesto adecuado podría ser un buen thriller de Hollywood. Es la buenos típica trama que con un buen director y unos buenos actores, saldría algo increíble. Los que leemos cómic europeo sabemos que esto ocurre de forma frecuente, los niveles de guion y dibujo son muy altos, y bueno, ya sabemos de la escasez de ideas que hay en el cine desde hace unos años. Por otro lado, la mezcla de las artes no tiene por qué ser algo malo. Como veis, no hay ningún reparo en la BD a la hora de coger novelas de autores y trasladarlas al cómic; cosa que no se ve hace por otros lares. Un avión sin ella es suspense de cabo a rabo y si en formato cómic llega a más lectores pues mucho mejor.

Fue difícil no ceder a mi curiosidad cuando me enteré de que iba la historia, sin embargo, cuando empecé a leer este buen volumen en tapa dura que Norma Editorial trajo hace poco a nuestro país, la forma en que me lo contaron lo que me sedujo. Fred Duval adapta brillantemente la novela de Bussi. En lo que respecta al cómic, en ningún momento sentí ninguna interrupción o problemas de ritmo. La historia imaginada por Michel Bussi y guionizada por Duval nos lleva a saber que en la noche del 23 de diciembre de 1980, un avión de la Turkish Airlines se estrelló en el macizo del Jura. Un accidente en el que una niña de tan solo tres sobrevive. No obstante, la identidad de la pequeña nunca se conoce porque había dos bebés a bordo del avión y nadie puede identificarlos. Así comienza una larga intriga que enfrenta a dos familias de distinta clase y que culminará de forma sorprendente cuando la niña cumpla la mayoría de edad. Por lo que nos metemos en vereda a finales de 1998, el mismo día del cumpleaños de Lylie donde la historia alterna entre presente y pasado con las diferentes etapas cronológicas de la investigación del inspector Crédule el cual debe entregar a las familias las conclusiones de su investigación sobre la identidad de esta joven ahora que es mayor de edad.

Atravesando las montañas del Jura o las playas de Dieppe, así como algunos acontecimientos históricos como la llegada de Mitterrand al poder en mayo del 81 o los cuartos de final del Mundial de fútbol Francia-Brasil en junio de 1986, pista tras pista, tenemos giros de guion magníficos y el tema detectivesco avanzando de un modo muy chulo. Te mantiene en suspense hasta la revelación final, muy al estilo del film Gone Girl (Perdida) que, por cierto, también fue una magnífica novela.

Ese tono de thriller, ese tono de intriga que durante la lectura te mantiene en vilo queriendo saber más y más cuanto antes. Y todo bajo el hechizo de la belleza gráfica con los magníficos colores de los personajes y escenarios del joven y talentoso autor brasileño Nicolaï Pinheiro. Fue un placer encontrarme con este ilustrador de nuevo, cuyos trazos ya me sedujeron en La drôle de vie de Bibow Bradley, con un dibujo que aunque académico, sigue en sintonía con la historia y es bastante agradable a la vista. Evidentemente, la rica paleta de colores y el encuadre tan cinematográfico tienen mucho que ver en ello.

Duval, como ya hiciera en Nenúfares negros (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/nenufares-negros), adapta una novela que como os decía al principio es digna de los mejores thrillers que se pueden recomendar. Buen entretenimiento para el gran público, una trama que mezcla investigación policial con ciertos toques de novela romántica. Quizás los dos grandes géneros que más atraen al gran público. La narración es extremadamente fluida y es imposible dejar el cómic sin leerlo hasta el final. Y si lo haces, estarás casi todo el día pensando en la historia.

Pero si queremos ser realmente críticos con este escenario, que utiliza de manera un tanto caricaturizada la oposición entre dos clases sociales muy diferentes (la parte obrera de Dieppe y los ricos malutos de la capital), también podríamos reprocharle que los giros de última hora que se invierten se han vuelto muy característicos del género. A lo que los fans podrán replicar que éste es el principio mismo de un buen thriller, ¿no?

Reseña: Thorgal. Adiós, Aaricia, de Robin Recht

Quizás el secreto del éxito es mantenerte en el puesto que te gusta. Y ver que cómo pasan los años. Y en el día a día, ver la felicidad de las pequeñas cosas… Pues si claro, bueno, un nuevo álbum de Thorgal, y en este caso, diferente una Thorgal viejales al que muchos en sus acciones entendemos por eso que caracteriza a los seres humanos que se llama empatía. Tenemos aquí a Robin Recht, el tipo que confirmó a Elric, luego a Conan y casi que a todos los grandes iconos de la Fantasía para con el cómic europeo. Le confiaron a Thorgal y fue como ponerle el balón botando a Messi…

Thorgal, el viejo serial favorito de mi tito americano y cuyas lecturas quedaron atrás, y de los que no voy a mentir, no lo he leído todo, en memoria, diría que unos quince álbumes hasta el momento. Más que nada porque es un personaje que quiero ir disfrutando poco a poco con el paso de los años. Pero si encuentro una historia diferente de algún modo, ahí estaré yo el primero para leerla, disfrutarla y reseñarla.

El dibujo de Robin Recht innova y nos ofrece dos Thorgal por el precio de uno. De hecho, una versión en los últimos años de su vida que regresará al pasado para encontrar a su gran amor Aaricia, que acaba de morir, pero también a su yo mucho más joven. Un escenario que hace uso de algunas facilidades para gustar pero nada prohibitivo. Sigue siendo apasionante y me gustó especialmente el final. Por otro lado, tiene emoción y momentos de lagrimita (según te pille anímicamente) y el dibujo, insisto, demuestra que Recht tiene un uso del lápiz poderoso y eficaz que se adapta maravillosamente a la fantasía medieval. Me gustó la elección del color. Esplende emociones.

La trama es interesante, sin ser demasiado original. También respeta el universo original, en alusión a álbumes antiguos. Cuando el pequeño equipo parte en busca de Aaricia secuestrada por los Baald, nos damos cuenta de que Thorgal ya no tiene la flexibilidad y la resistencia de su juventud. Creo que es el momento más emocionante de la aventura. Fue sobre todo en el último cuarto cuando no pude parar de leer, cuando llegamos a las cuevas de los Baalds. No sé porqué el viejo Thorgal disparando sus flechas me hizo pensar en Legolas viejo en sus posturas. Algo que nunca llegaremos a ver, ¿no? Derrotando cómodamente a decenas de adversarios por su facilidad con las armas de largo alcance; violencia, peleas, muertes, batallas extensas y con sentido. ¿La conclusión no es necesariamente la que la gente esperaba? No lo sé, pero he visto críticas muy extrañas por ahí. Sé que el amante de Thorgal de toda la vida se hará con este álbum. Y los que lo miran de reojo por no ser súper fans de la serie, deberían darle una oportunidad. Incluso los que aman el buen cómic europeo podrían darle un tiento y probar. Es una historia que conociendo un poco del personaje se disfruta. Por que Recht deja su huella, desviándose de la trayectoria conocida por todos. De Adiós, Aaricia me asombró cuanta pena reporta. Logra integrar los códigos de la serie madre con una reproducción del dibujo de Rosinsky y además ofrece una gran nueva aventura. El niño de las estrellas, El guardián de las llaves y algunas otras historias donde aparezca Nidhogg obviamente son una buena base antes de disfrutar Adiós, Aaricia. Aportaran toda la sal que te permitirá disfrutar de la aventura de este díptico de Thorgal que Norma Editorial ha recogido en un solo volumen.

En esta historia hay largas escenas de acción que no son marca registrada del Thorgal básico pero también hay diálogos y situaciones que dan tremendos momentos para el recuerdo. Hay suspense, intriga y mucho trasfondo también. Todo lo que me ha hecho amar al personaje. El señor Recht hizo un trabajo increíble, así que si los siguientes autores de esta saga me leen: ¡Hagan como Recht y mantengan la esencia!

Reseña: Go West Young Man, de Tiburce Oger y VVAA

Para hacer un descansito de tanto Terror en estos días de mal tiempo y grandes lecturas haloweeneras, nos hemos metido en vena por aquí un poquito-mucho de western- Y del bueno. Una selección de historias, un buen tomo del tramas del Oeste, un buen bourbon de unos catorce años donde se repasa la conquista del Oeste americano mediante catorce historias interconectadas. Donde se demuestra que Tiburce Oger es un maestro del género western, y como buen líder de la manada, escribe el guion de cada una de las pequeñas historias que componen Go West Young Man, siendo el interés principal de la historia recorrer la conquista del Oeste americano, como os decía. Una lectura que nos ha resultado bastante agradable. Cuanto menos, cada una de las historias, entretrenida. Historias no muy extensas donde saltamos de una época a otra con nuevos personajes cada vez, siendo el único nexo común un reloj de bolsillo que pasa de un dueño a otro como un MacGuffin maldito. Desde las guerras coloniales a la intervención estadounidense en la revolución mexicana, los destinos se cruzan y las generaciones se suceden. Pioneros, indígenas, forajidos y prostitutas lucharán por sobrevivir a espacios inmensos y guerras interminables. Go West Young Man es un sueño hecho realidad para grandes amantes del género western. El sueño de un fanático del cómic y del Lejano Oeste que imaginó una vez ver reunidas a los más grandes artistas del cómic europeo en un mismo álbum.

Tiburce Oger ha conseguido reunir aquí a, nada más y nada menos, que dieciséis artistas en un tomo de más de cien páginas que recorre la leyenda del Oeste americano desde el siglo XVIII hasta principios del XX. La gran mayoría de esos diseñadores ya han trabajado en el género pero en palabras del guionista: es como si John Wayne, Clint Eastwood, Gary Cooper y otros se reunieran en una misma película.

A través de estos relatos de dos a nueve páginas, seguiremos el viaje de un reloj de bolsillo de oro desde la época de las guerras anglo-indias de los Grandes Lagos a mediados del siglo XVIII hasta la Gran Depresión de los años 30. Seremos transportados a los cuatro rincones del Oeste Americano, desde la frontera canadiense hasta México, desde Pensilvania hasta California. Y en cada lugar, en cada época, descubriremos un contexto diferente, que nos permitirá sentir la evolución del mundo americano a lo largo de estos años, cruzarnos cerca o lejos con lugares, entidades y personajes ilustres, con la voluntad siempre de mostrar una auténtica trama típica de estas épocas.

Me encantó esta idea de unir a grandes ilustradores del cómic europeo, en especial, que aceptaran colaborar en una obra única. Aprecio aún más que no se trate de una colección clásica de cuentos independientes con sus pros y sus contras, sino más bien una saga iniciada, ciertamente compuesta de episodios, cada uno con un principio y un final, pero verdaderamente unidos entre sí por la misma «línea de vida» que sigue al reloj. Me encantó ver esos talentos gráficos reunidos, insisto. Cada autor aporta su propio universo visual, recordando inmediatamente las obras con las que se hizo famoso y al mismo tiempo encajando muy bien en este conjunto armonioso. El guionista también optó por adaptar cada historia al diseñador que se encargaría de ella para acercarse lo más posible a sus respectivas preferencias y estados de ánimo. Y cada una de estas historias son como mínimo agradables. La ambientación conseguida en cada una de ellas es maravillosa.

Si tuviera que hacer una critica, sería el realismo pesimista, incluso lúgubre, de muchas de estas historias, porque la muerte casi siempre está presente y la tragedia tiene a veces lados desesperados. Esto se explica por el hecho de que cada historia es un paso del testigo del reloj a un nuevo propietario. Por eso tampoco me desagradó tanto el tema. Tiene su lógica. Pero resumiendo, estamos ante unos de los tomos joyita, publicado en nuestro idioma, por supuesto, por la siempre interesante Norma Editorial.

Reseña: Mobius, de Jean-Pierre Pécau e Igor Kordey

Prometedor, sumamente prometedor, este integral de Mobius que se ha marcado ECC Ediciones. Está bien, está pero que muy bien, que títulos así se publiquen recopilados porque uno a mi edad ya casi que no está para coleccionar álbumes y mucho menos para esperar la publicación de estos en historias que generan ansias por saber. Tenerlo todo a mano y poder leer todo de un tirón o cuando me plazca poder seguir hasta el final es lo que pide un señor (¿sibarita?) como yo. Es simple la razón y la opinión madura que puedo aportar porque tanto la historia de Jean-Pierre Pécau como el particular dibujo de Igor Kordey realmente te sumergen en esta historia.

No hay nada más desafiante para un guionista que aventurarse en las tierras del espacio y del tiempo. Hay que saber gestionar el ir y venir entre universos manteniendo una cierta linealidad que no haga perderse al lector. Tampoco hay en Mobius un lenguaje pseudocientífico que deje a cualquiera fuera sin tener una maestría en física cuántica. No, aquí todo está bien montado. Cuando mueres te encuentras en una tierra alternativa y todo comienza de nuevo… Y es que todas las religiones del mundo afirman que la muerte no es el fin, sino el comienzo. Casi todas ellas creen en la reencarnación. Y tienen razón. A la inmensa mayoría de los humanos, la conmoción de la muerte nos hace olvidar la vida anterior, pero los llamados viajeros sí la recuerdan. Un inesperado día, Berg, antiguo miembro de los Navy Seals a punto de ser ejecutado en prisión, recibe una oferta irrechazable para embarcarse en una extraña misión. Y es a través del personaje de Berg que exploraremos extraños caminos que conducen a universos paralelos. Este último «olvidó» que pertenecía un servicio especial que viaja por el multiverso… muriendo. Y si bien la mayoría de las personas olvidan sus vidas pasadas cuando mueren, los agentes de Monte recuerdan sus vidas pasadas. Pero no abandonamos. Ahora los agentes de esta organización han venido a buscar a Berg para una nueva misión: encontrar un asesino en serie que “trabaja” a través del multiverso.

Mobius es un álbum, un título, un tomo recopilatorio que reporta una idea súper chula. Ciencia ficción de la buena. Me dejé llevar por esta historia que aunque puede recordar a algunos relatos, libros o incluso pelis clásicas de CF, de algún modo, me pareció también una trama única por como está llevada. Un escenario que como os decía puede parecer un poco complicado, pero cuya narración y paso de las páginas percibes que para nada es así. La narración está bien construida y el ritmo sostenido que nos están dando nos engancha a seguir y a querer saber.

En términos de diseño o dibujo, Mobius no baja del sobresaliente. Es bastante sorprendente también. Nos guste o no, hay que reconocer la maestría de Igor Kordey a los lápices por su toque diferente. Fue con Marshal Bass pero especialmente con Colt & Pepper que descubrí a este señor cuyos dibujos son maravillosos. Rasgos muy realistas y delirios arquitectónicos que le vienen genial al género de CF. Tiene ese sorprendente toque anticuado que mola visualizar.

Mobius es cómic europeo en esencia: buena trama, hermoso, asombroso y sorprendente a los ojos. Diría que es una pequeña joya de ciencia ficción del momento. Así que, por favor, no la paséis por alto.