Reseña: Stranger Things. Chicos Zombis, de Greg Pak y Valeria Favoccia

Uno de los puntos fuertes del fenómeno Stranger Things es, que aunque se supone que es una serie de TV para jóvenes, en realidad, no lo es. No está dirigido a ellos, especialmente, y como resultado es una serie de aventuras mucho más intensa de lo que cabría esperar y con un Terror que vendido de otro modo, quizás nunca lo hubiésemos disfrutado tan abiertamente. A simple vista, si analizas la serie, es todo un tributo a niños que desobedecen a sus padres, se quedaban despiertos hasta tarde y sueltan más de una palabrota por conversación. En otra época, no me cabe duda que las censuras se la hubieran comido con papas. Pero como no estamos en «otras épocas”, y mientras siga en alza (que sigue hasta que nos llegue la cuarta temporada), sólo nos queda disfrutar. En casa, somos súper fans. Os puedo decir que a falta de más leña, y como si de un ritual se tratase, cada verano devoramos todas las temporadas nuevamente. Y nos seguimos pillando, de vez en cuando, algo de merchandising o leemos cómics e historias alternativas para quitarnos el «mono»; siempre muy pendiente de Norma Editorial, que ya ha traído tres cómics que hacen referencia a la saga: El Otro Lado, Seis y ahora esta novedad súper chula y homenaje a mi subgénero favorito del Terror como son los zombies.

Stranger Things: Chicos Zombis es el primer cómic original de la serie destinado claramente a un público más joven. Pero, ¿significa esto que pierde fuerza? Es primavera en la normalmente tranquila población de Hawkins. Mike, Lucas, Dustin y Will todavía están lidiando con los traumáticos encuentros pasados contra el Demogorgon y El Mundo del Revés. Es un momento difícil y a medida que aumentan las tensiones y comienzan a formarse fracturas en el grupo, un niño nuevo aparece en el club de audiovisuales con una videocámara Betamax. El nuevo aspirante a Spielberg, se llama Joey Kim, y viene dispuesto a hacer una película de zombies basada en los dibujos de Will. Y en el proceso, añadir todos los horrores a los que se han enfrentado.

Cómic que parte de la cabeza del autor superventas Greg Pak (Mech Cadet Yu, El increíble Hulk, Star Wars: Age of Rebellion) y dibujado por Valeria Favoccia (Assassin’s Creed: Reflections, Doctor Who: Décimo Doctor). En Stranger Things: Chicos Zombis, Pak consigue muy pronto que la trama se sienta como una trama original de la serie de TV. El guionista usa la presunción de inocencia e intrascendente de los chicos en sus comienzos (Stranger Things: Chicos Zombis se situaría entre las temporadas 1 y 2), y los mete de lleno a realizar una película de zombies. Sobre todo, para contarnos una historia sobre cómo el cine (u otras formas de arte) pueden ofrecer una forma catártica de procesar eventos importantes en nuestras vidas. Aquí el trauma de Will Byers después de “sus vacaciones” en el Mundo del Revés, está muy presente. Está molón que su lucha para hacer frente a su experiencia, aquí ya se cuente, presagiando aún más lo que sucederá en la segunda temporada de la serie. Además de recordarnos que el camino a la recuperación no será algo fácil. Y ante la no llegada aún de Max, Pak le da a la madre de Will, Joyce, una gran presencia en esta trama, donde continúa preocupándose por el estado mental de su hijo y se comunica con el Dr. Owens, quien le asegura a ella (y al lector), que los bocetos de zombies de Will son normales (aunque violentos). Y gusta ver, por ejemplo, que la madre de Dustin, Claudia, también tiene su propia historia… Lucas pasa mucho tiempo a solas con el chico nuevo, Joey Kim, quien, como lo indica su apellido, es coreano.

Gusta ver una buena diversidad étnica en Hawkins, y que Lucas tenga a alguien más que le entienda. Todos los demás asumen que puedes ser esa persona de color protagonista de una película, pocas veces vista, incluso recordandole a Joey de manera divertida que no quiere que lo maten, como suele pasar en las pelis de este tipo. Obviamente, hay mucho metahumor aquí. Está muy presente el debate recurrente sobre si La Noche de los Muertos Vivientes, la película de zombis original de George A. Romero, contribuyó al problema de que los negros siempre son los primeros o los últimos en (des)aparecer en las películas de Terror.

Stranger Things: Chicos Zombis gusta, y gusta por que es un cómic entretenido y rezuma como la serie de TV a homenajes de éxitos de taquilla de los 70s u 80s como Tiburón, Gremlins, El Amanecer de los Muertos, o en este caso, también tiene bastante de Indiana Jones y el Templo Maldito. Por lo que un buen rato de lectura da.

Para fans, indispensable.

Reseña: Spirou y Fantasio Integral 1958-1959, de André Franquin y VVAA

¿Qué más podemos decir de una de las mejores series, puntal de lanza del cómic europeo, como es el Spirou y Fantasio, de Franquin? Cincuenta y cuatro álbumes avalan por el momento a esta musa viva de la Casa Dupuis. Seguir esta colección es casi pertener a un culto. En este cómic nacieron elementos que se han consolidado como auténticos mitos, ya sea a través de sus icónicos personajes (el propio Spirou y su eterno traje, Zorglub, Seccotine, Vito Cortizone, el Marsupilami, Champignac, Spip…) o por los trucos característicos que en ella salen (el «sable de madera» de Champignac, el «houba houba» del Marsu, Spip y sus avellanas, etc…). Son pocas las series franco-belgas que hasta ahora han conseguido convertir sus elementos constitutivos en iconos de la cultura del noveno arte. Riqueza en los personajes, las expresiones, da además lugar a un merchandising muy rentable: el Marsupilami se convirtió en héroe de su propia serie (¿leísteis la reseña de hace unos días?), Spirou fue adaptado en dibujos animados, existe o está en construcción un parque de atracciones centrado en el héroe y sus aventuras pronto en el país vecino… Todo son virtudes en esta serie. Y todo por que Spirou y Fantasio cuenta con bastantes aventuras de muy alta calidad. El que conozca la obra, sabe que los viajes de estos personajes suelen terminar invariablemente en aventuras memorables.

Este gran volumen que publica Dibbuks, Spirou y Fantasio Integral 1958-1959, vuelve a ser una genial y portentosa edición en tapa dura, para disfrutar. Un lugar ideal para comprobar de todas-todas que Franquin sabía elegir a sus asistentes. Encontramos a Greg al guion y a Jidéhem y Roba al dibujo. Todos futuros maestros del cómic. Álbumes, aventuras, casi perfectas, por su intensidad y gran concentración de humor, buena trama, grandes personajes y dibujo. Un sexto volumen que incluye El Prisionero de Buda, donde nos vamos a la mansión del Conde Champiñac donde Spirou y Fantasio encuentran recluido al inventor soviético Nicolas Nicolaievitch Inovskyev, el cual tras su fuga de su “hermoso” país, ha ideado un maravilloso invento por el que las grandes naciones están dispuestas a enfrentarse. No obstante, hay otro científico, el norteamericano Longplaying, que también conoce los secretos del Generador Atómico Gamma, y este ha sido secuestrado por los chinos y encerrado en el inexpugnable valle de los Siete Budas. ¿El camino de la izquierda o la derecha? Spirou y los Hombres Burbuja, no es la secuela de La Guarida de la Morena como muchos se piensan. Más bien es un raro spin-off que únicamente toma protagonistas y su excelente contexto para contar algo más. Recordemos que el objetivo inicial de las aventuras de estos años, era dar a conocer a Spirou en Francia en Le Parisien Libéré, periódico que tenía una gran difusión (¡La editorial Dupuis quería venderles las serie al público francés!). Y Spirou y los Hombres Burbuja se convierte en la mejor de las tres historias proporcionadas con ese objetivo. El ambiente policial es excelente y el guión está particularmente bien elaborado. Comienza con una explosión y la fuga de John Helena, luego regresamos al fondo del mar donde ocurren misteriosos sucesos. No cuento más, es maravillosa.

En 1958, Franquin estaba sobrecargado de trabajo: cada semana tenía que producir dos planchas de Spirou y Fantasio para el periódico, así como sus animaciones y gags de Modeste & Pompon para la Revista Tintín. Es por eso que contrata los servicios de talentosos colaboradores; Tembo Tabou fue creado por Roba y Greg. Es la primera historia escrita en colaboración con otros compañeros (al menos, de este tipo), lo que probablemente explica por qué no resulta del todo convincente. Pero también es la última aventura que publicará el diario parisino y Dupuis esperará hasta la década de 1970 para sacarlo como álbum entre sus aventuras de Fournier, autor oficial de la serie en ese momento. Tembo Tabou cuenta la inverosímil historia de traficantes de oro en África que explotan a la población local nativa y la aterrorizan con elefantes rojos. Una trama alegórica muy buscada entre coleccionistas de aquella época.

André Franquin, una vez más, demostrando su talento y cediendo ideas por acumulación de trabajos. Spirou es un aventurero nato. Con su amigo Fantasio y la ardilla Spip siempre a su lado, luchando contra malos-malutos del mundo. Una maravilla de cómic por siempre. Spirou y Fantasio en su mejor época. Un volumen genial que además aporta historias cortas e inéditas como Las Miniaturas o Spirou descubre Europa. Así como un numeroso material extra formado por bocetos, anuncios y portadas originales.

Reseña: Cazafantasmas. Responden a la Llamada, de Kelly Thompson, Coryn Howell y Valentina Pinto

Suele pasar que quiero más. Después de quedarme un buen regustillo con un film o serie, si el tema se prorroga en formato cómic, me suele interesar. Tanto como si es antes, después o posibles spin-offs que puedan surgir. Me interesan. La idea es fácil: no sería la primera vez que me topo con ideas comiqueras que igualan o superan el nivel del guión original. Es cuestión de confianza. No segundas partes, pero sí historias alternativas o caminos que atraviesen un bosque, montaña o lago, antes de llegar a Roma. Me mola y le doy una oportunidad. Por que nunca se sabe. Me está sucediendo, por ejemplo, con los cómics de Strangers Things que está publicando Norma Editorial que están súper molones. Y obviamente, también con este TPB de Cazafantasmas que publica Fandogamia Editorial y que os reseño hoy.

Pero hay más, por que no es ningún secreto que soy partidario de adquirir todo lo que puedo de Kelly Thompson. Una gran guionista que tiene ideas muy buenas. Aunque, sobre todo, es conocida por ser co-creadora junto a la artista Sophie Campbell del cómic de las famosas Jem y Los Hologramas, una reinvención moderna de la serie de TV animada de los años 80. No obstante, yo la conocí y me enamoré de su trabajo en la Kate Bishop: Ojo de Halcón, de Marvel; con la que fue nominada al Eisner con el artista Leonardo Romero. Y bueno, qué decir de su Capitana Marvel con Carmen Carnero y la colorista Tamra Bonvillain que nos dejó a muchos con la boca abierta. A pesar de tener bastantes trabajos en el pijameo como A-Force, Vengadores de la Costa Oeste, The Girl Who Would Be King, Jessica Jones y Mr and Mrs X, entre otros; también tiene cositas muy interesantes fuera del género superheroico.

Cazafantasmas: Acuden a la Llamada, por ejemplo.

Sabía que esta obra sería un “palomiteo”. Un buen rato de lectura en la piscina, una comedia en toda regla, y Thompson no me decepcionó. Es una miniserie de cinco números recopilada que no solo muestra el encanto de la película de 2016 (súper graciosa, con la que pasas un buen rato aunque sé que muchos no se atreven a darle una oportunidad). Yo soy el primero que no quiero que me toquen mis Cazafantasmas originales. Como niño de los 80, la defiendo a muerte, sin embargo, surgió darle un visionado a ésta y os aviso que tiene momentos muy buenos de risa-terror. Hacía años que no veía a mi mujer reírse tanto con una comedia que promueve el horror sobrenatural. Pero Kelly Thompson agrega al cómic su propio estilo. Este grupo de chicas luchando nuevamente para mantener a la ciudad de Nueva York alejada de una infestación de fantasmas y poltergeists que agobian en la madrugada, sí. Pero después de capturar una aparición rutinaria de Clase-3 en una casona de piedra rojiza, las cosas empeoran. Ahora Erin, Patty, Holtzman y Abby se enfrentan al propio Boogeyman (Hombre del Saco, El Coco…) de Nueva York. Un ser considerado de Clase-7, tan poderoso que parece no querer irse hasta darle un buen bocado a la Gran Manzana. Y ahora viene lo bueno: descubrir que la casa de piedra rojiza perteneció a un tal Doctor Kruger, que realizó experimentos poco éticos, eso mola.

No es sorprendente, no, que un ser maligno quiera causar estragos en la bendita ciudad que nunca duerme, ¿no? Bueno, en este caso Las Cazafantasmas obtienen un asiento de primera fila en una presentación repetida de sus mayores miedos, y todo les sobrevuela con una horrenda amplificación sobrenatural. Su enemigo más reciente parece ser capaz de incapacitar a cualquiera con el que se encuentre al hacerlos revivir su mayor trauma. Su miedo más irracional. ¿Y a qué le tienen miedo estas señoritas? Jajaj…, no digo más.

Schreckgespenst y su dominio sobre la manipulación del miedo, un espectro enormemente poderoso que llevará al borde de la locura a nuestras Cazafantasmas, si es que no lo estaban ya…

Kelly Thompson realmente comprende a estos personajes y lo que funciona y no funciona en la película, lo retoca. El elemento Terror está bien elaborado con énfasis en generar sustos. El humor también se siente mucho más acertado con Holtzmann y Kevin proporcionando algunos momentos cómicos excelentes. Además, de contar con una Corin Howell dibujando al equipo de forma tan chula que siempre recuerdan a los personajes reales. O sea, un cómic recomendable lo mires por donde lo mires.

Reseña: Djinn Integral 1 (Ciclo Otomano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Nadie podrá negar nunca la belleza que existía en las féminas del harén en la Turquía de principios del siglo XX. Un cómic donde poder comprobarlo es esta maravilla llamada Djinn, la obra de Dufaux y Miralles que nos traslada de todas-todas a la Constantinopla de entonces, una ciudad magnífica, ambientada genialmente para esta historia. Rápidamente nos sumergimos en una intriga de atmósfera mágica y cautivadora pero no solo eso, también nos permite descubrir una Estambul fascinante en el corazón de una sensualidad oriental. Me gusta y sigo al guionista Jean Dufaux, a quien considero uno de los mejores por lo bien que se documenta para sus obras. Se percibe que existe preocupación por el realismo, sus personajes son intransigentes con ese buen toque de libertinaje típico de cada época. No obstante, aunque mola que Dufaux firme el Prefacio en cada álbum de Djinn, a veces, revela demasiado sobre la historia. Por lo que aconsejo desde aquí, y cuando tengáis esta maravilla entre manos, ser leído después. Es decir, como epílogo de cada álbum. Aunque lo que importa es que por fin llega la esperada edición integral de Djinn, el sensual relato de Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) que aúna fuerzas con la española Ana Miralles y que Norma Editorial recopila en un magnífico integral en tapa dura para deleite del aficionado. Donde Kim Nelson sigue los pasos de su abuela Jade, a quien no conocía, pero poco empieza a descubrir que el destino de dos mujeres excepcionales tenderán a reencontrarse. Y nos mantendrá en vilo, pues existe un vínculo muy, muy especial que las unirá.

Un cómic que sin duda engancha por sus portadas, pero bueno sí, vale, lo admito, unos buenos y sensuales lienzos no deben ser suficientes para comprar un cómic. ¿O sí? Tras leer los dos primeros álbumes (La Favorita, Las 30 Campanillas) de cuatro que alcanza este integral, os puedo decir que os vais a enganchar a esa “búsqueda” y vais a quedar atrapados con la trama tan erótica-sensual y agradable propuesta. Me gustó el lado ligeramente erótico de viñetas de fuerte tensión sexual no resuelta que aparecen. Más un dibujo original e influyente de forma espectacular. Y su mezcla con pasajes de la Historia no necesariamente abordados con mucha frecuencia es, en mi opinión, también muy acertado y preciso. Una narración también de calidad, diálogos ágiles y una trama a través de la cual damos saltos al pasado con una intriga permanente. Se crea una obra cautivadora y que puede ser de todo, menos lineal. Además, la incorporación de un toque de fantasía encaja con el marco y la narrativa, y se convierte en guinda para un pastel súper apetecible de degustar.

Me comentaron que Djinn es una serie de bastantes álbumes que se encuadra por ciclos. Del primer ciclo se dice que es ligero y con escenarios menos exigentes. El segundo, por lo visto, donde nos vamos a África y dicen que entonces la serie alcanza cotas maravillosas en cuanto a ambiente, volviéndose cautivadora, incluso asfixiante, de lo real que es. Pero en lo que concuerda todo el mundo  es que el escenario general de la serie, su credibilidad o la búsqueda de la joven, no es otra cosa que un potente film o serie de intriga de las buenas. Y aunque podamos sentir un poco distantes los personajes, si conoces a Dufaux de obras anteriores, sabes y esperas que lo fantástico aparezca de un momento a otro. La expectativa está ahí siempre. Y cuando apareció, debo decir que me encantó. Con ese preciosista dibujo de Ana Miralles que despierta admiración por todo lo alto ya que seres mágicos y cuerpos están perfectamente dominados. (Aviso: si eres sensible a los cuerpos femeninos bellamente dibujados, no deberías estar preguntándote por mucho tiempo, si comprar este titulo o no. Sabes que sí).

Después de oír, casi saber, que nos espera una África peligrosa y abrasadora, un universo completamente diferente que se explora para deleite de lectores con sus preocupantes hechiceros rodeados de magia negra y la belleza accidentada de un paisaje eterno; de un ciclo más que por lo visto transcurre en las Indias, otro edén cautivador y sensual donde nuestro Djinn tendrá que educar el sexo de la futura esposa de un Maharajá para controlarlo con fines puramente políticos en un contexto de colonización anglicana… Djinn se ha vuelto una de las obras de la BD que más deseo leer por completo. Sabiendo además que Djinn finalmente terminó n el volumen #13, casi quince años después del comienzo de la aventura, es una obra que quiero al completo sí o sí en mi estantería. A lo que dura la risa de un loco, un orgasmo extenuado o un chasquido de Djinn…

Un apasionado relato en el que los más oscuros deseos del ser humano son liberados. Mente, cuerpo y alma mostrados en una trama por desenmarañar que cautivará a todo aquel que se exponga libremente.

Reseña: Dick Tracy 1943-1945. Flattop El Asesino, de Chester Gould

Si hubo un detective privado que me inspiraba para mis primeros escritos de juventud, ese era Dick Tracy. Fuertemente influenciado por las tiras de prensa que me propinaba mi tío y mi abuelo, llegué a crear bastantes aventuras del “tío de la mascota cuadrado” incluso llevándomelo al terreno sobrenatural; que para mí es lo que siempre le faltó a esta obra para bordarlo del todo.

Dick Tracy comenzó su carrera en la página dominical de los periódicos Chicago Tribune y New York News, en octubre de 1931. A los pocos días, tras el éxito inmediato, sus aventuras se volvieron tiras diarias. ¿Dick Tracy? El del cómic para nada tiene el perfil del petimetre interpretado por Warren Beaty en la película homónima de 1990. Dick es un tío físico fornido, duro, con una mirada acerada y la nariz rota, tratado en un tono semi-caricaturizado de un luchador de «wrestling» bien vestido, diría yo. Con unos gráficos expresionistas y brutales llega el éxito de Chester Gould nuevamente a nuestros lares, y lo hace en una genial edición en tapa dura que nos trae la maravillosa colección Sin Fronteras de Dolmen Editorial. Dick Tracy es un cómic súper chulo, que engancha y ha sobrevivido en ciertos aspectos muy bien al paso de los años. Ignora toda censura, sumerge al lector en los tugurios de las grandes metrópolis, y ya sabemos que saber de los barrios chungos, mola mucho. En sus viñetas están muy bien representados el miedo, la intensidad dramática, el sudor… Además, Chester Gould era un tío lanzado con algunas de sus historias, así que vais a ver que es un tío que no se achanta, sobre todo, creando ladrones de todo tipo, sin florituras: pistola al frente o ametralladora Camembert puntiaguda y Dick saldando cuentas a su manera. Sin duda, inspiración total para muchos y diría que total, para aquel «justiciero» que veríamos en pantalla grande años después interpretado por Charles Bronson.

¿Dick Tracy? Una serie «cruda», bien escenificada, reflejo de una América que estaba harta (en ese momento) de ver sus calles en manos de toda la calaña que surgía de los barrios-bajos (underground) del momento. Chester Gould cuidará de su héroe durante más de cuarenta años y en el bendito año de 1977, pasara la antorcha-relevo a su asistente Dick Fletcher, aunque ciertos escenarios fueron inventados por el maestro Alan Collins también. No sé a vosotros, pero a mí ver un clásico de siempre, al que siempre he querido echar mano en formato cómic y en una edición genial, lo veo como una oportunidad irrepetible de tener una nueva joyita en la colección. Y es cierto lo que me dicen algunos amigos que a día de hoy raro es que te seduzcan cómics tan pioneros, es decir los de los años 20 o 30, especialmente viejas glorias que no han soportado el paso del tiempo. Pueden tener razón, o no,esto que dicen les aseguro que sucede bastante más en el campo de la Ciencia Ficción. En el género negro no es lo mismo porque el mal del ser humano, la maldad, no ha variado mucho pese a los años. Y aun así, hay por ahí algunas historias de anticipación muy buenas que por sus argumentos no desentonan demasiado.

Lo que hay que ser consciente es del valor y respeto que infunde Dick Tracy cuando lo lees. Sabiendo todo lo que hay detrás, es uno de esos cómics estadounidenses que representan el género negro como pocos, tantas décadas después de su creación. Dick Tracy, sus aventuras y personajes, se consideran serie puntera en el primer tramo creativo nacido en el noveno arte USA; eso sin contar en ser una de las más vendidas entre el gremio policial de entonces ya que nació en 1931 bajo el lápiz de Chester Gould, el mismo año de la condena de Al Capone, una gran victoria para la policía que consigue con esto hacer retroceder bastante el gángsterismo y la mafia desatada en el país tras la Ley Seca. Creo que por eso Dick Tracy es así, duro reflejo de la violencia de la época (asesinatos macabros, víctimas asfixiadas, enterradas vivas, puñetazos y tiros por doquier…), un cómic con un realismo muchas veces brutal en su espíritu e intrigas y bien caricaturizada en estilo (Tracy y su famosa barbilla cuadrada). Además, de contener una impresionante galería de criminales de físico monstruoso y grotesco, con los que Tracy lucha ferozmente, pero también utiliza técnicas de laboratorio.

Dick Tracy no es otra cosa que una magnífica serie, protagonizada por un icono del noveno arte, que realmente merece ser (re) descubierta.

Reseña: La Mazmorra. Integral 1, de Joann Sfar, Lewis Trondheim y Boulet

Conocí a Joan Sfar en Vampir, y cuando me enteré que tenía una obra magna y que encima estaba en español, hice todo lo posible por conseguir/leerlo. De esto no hace mucho y para mi alegría, esta búsqueda coincidió con encontrar un tesoro a espuertas, luz al final del túnel, al descubrir que Norma Editorial recién acababa de publicar un integral de dicho tesoro como es La Mazmorra. Una gran serie originalmente imaginada por Joann Sfar y Lewis Trondheim, un enorme cúmulo de historias, un lugar de terror, tesoros, hechizos malignos, poder, gestión, monstruos de todo tipo, guerreros famosos; un sitio donde encontrar buenos momentos de “relajación” y aventura y carne fresca. El corazón de un universo expansionista que dentro de la BD llena hoy en día estanterías con sus más de treinta álbumes en los últimos años. De seguro, uno de los mayores éxitos del cómic europeo que, por supuesto, no nos íbamos a perder en Desde New York – Crónicas Literarias.

Sfar y Trondheim han cohesionado un universo propio de la mejor literatura fantástica. Una ambientación muy digna, rolera, un buen adjetivo que viene a la mente cuando se habla de esta serie y sus personajes. Un cómic donde el pato Herbert y el dragón Marvin están en el centro de divertidas aventuras, siempre rodeados de eternos pero no imprescindibles secundarios. Aquí es donde puedes ingresar al universo de La Mazmorra: si queréis, una caricatura del universo heroico-fantástico, que rápidamente se está convirtiendo en referente del género. Dichos autores -bajo el pretexto de distraer y hacer reír-, han construido en La Mazmorra una serie inteligente a partir de imágenes y estereotipos vinculados al género. ¡Y muy disfrutable a cualquier edad!

Fue en 1998 cuando ambos autores dieron vida a La Mazmorra, una saga, una serie de álbumes con los que vais a alucinar a poco que os guste la Fantasía en todas sus facetas. Norma Editorial reúne en esta colección de integrales la totalidad de esta serie, ya de culto, que supuso un antes y un después en el cómic franco-belga. Una edición definitiva y supervisada por sus propios autores que permitirá descubrir a los lectores de manera inmejorable una de las obras maestras del género. La famosa serie de fantasía humorística surgida de una poderosa imaginación común que vuelve ahora en este tenebroso 2020 con fuerza a nuestro país en un genial formato en tapa dura, indispensable se mire por donde se mire. Si no sabías nada o si te habías escapado de los treinta y siete álbumes anteriores, ya me diréis si no es una grandísima oportunidad ahora para poder haceros con este formato-compendio de un universo tan rico como hilarante.

Si es cierto, que esta serie, si entrabas tarde, te mareaba por su enorme material. Por ello, insisto, en que este integral con su índice por sagas o conjunto de aventuras es maravilloso. Una multitud de seres que gravitan y se cruzan alrededor de cuatro torres oscuras, la más alta de las cuales se puede ver a días de camino. Un lugar donde enfrentarte a tantos monstruos como puedas matar, es sin duda un paraíso para los aventureros, esos que buscan gloria y recompensas voluptuosas en objetos mágicos escondidos; siempre que cuesten encontrarlos en los dungeons maléficos y generosos en curvas y pasillos, claro. Un comienzo de fanfarria… ¡y al lío! Y entonces quedarás atrapado rápidamente en este universo adictivo, del que no pretendo revelar mucho, por culpa de sus maravillosas y variadas aventuras.

Una serie que en la primera década del nuevo siglo, su avalancha de álbumes rozó el delirio superando el millón de copias vendidas. Alcanzando el número récord de 34 álbumes lanzados, incluido un Bonus Dungeon que entregaba las claves del universo y un juego de rol ya para entusiastas totales. Lo dicho, la mejor serie “dungeonera” para mí. Historias increíbles, frescas y llenas de humor. El que me conoce sabe de mi gusto del humor mezclado con la Fantasía al más puro estilo Groo El Errante, del gran Sergio Aragonés. Pero en este caso, personajes excelentes como Marvin, el matón cuya fe le prohíbe golpear a quienes lo insultan… jajaj. De diseño muy acorde gracias a los lápices de Boulet, La Mazmorra encuentra equilibrio entre aventura y humor absurdo, sin que se convierta en parodia.

Realmente imprescindible.

Me he enamorado.

Un flechazo.

Mi cómic favorito del momento.

Reseña: Marsupilami. Volumen 2, de André Franquin y VVAA

Ojo a los nuevos títulos de cómic europeo a los que se apunta la reciente editorial Nuevo Nueve. Una editorial de cómic a la que seguir desde ya, que sigue apostando por álbumes de calidad como son las recopilaciones de historias cortas de Marsupilami con autores de renombre detrás. El Marsupilami, ese animal legendario que vive en el corazón de la selva de Palombia, y que nació en 1952 de la pluma de André Franquin en una clásica aventura de Spirou y Fantasio. Debo confesar que en principio era escéptico con esta antología, pero la calidad gráfica, junto con algunas viñetas que son lienzos en sí mismos de los autores contribuyentes, me impulsó a reseñaros esta nueva obra que todo amante del cómic europeo debería mirar más de cerca. Como cualquier colección de cuentos de autores diversos, hay historias buenas y otros superiormente bellas. Por supuesto, esto es subjetivo, depende de la sensibilidad visual y el gusto de cada uno, sí; mas, nadie puede decir que como mínimo disfrutable son estas tramas breves donde uno o más Marsupilamis aparecen. Un tributo colectivo al personaje característico y eterno secundario de los archifamosos Spirou y Fantasio.

Autores famosos y otros con menos nombre pero casi todos con ese don de hacernos ver tramas molonas a través de maravillosas ilustraciones. Todos y cada uno de ellos han querido reunirse para rendir homenaje a este ser en dos tomos de diez relatos cada uno con fabulosas escenas clásicas y otras un tanto más condicionadas a futuros posibles que quizás fueron, serán o nunca existirán. Y es que Marsupilami es un animal imaginario que fue creado en 1952 para las páginas de Spirou y Fantasio, con tan buena acogida que sus aventuras se convirtieron más tarde en series de dibujos animados e incluso un videojuego para la extinta Sega Mega Drive. El nombre «marsupilami» proviene de la yuxtaposición de palabras marsupial y –ami, amigo en francés. Las aventuras de Marsupilami, originalmente en francés, han sido traducidas a varios idiomas, y gracias a Nuevo Nueve volvemos a tener entre nosotros más de este bichejo-especie, donde esta vez sí, es protagonista.

A los que siguen el cómic europeo asiduamente les sonarán ciertos nombres de autores que han aportado su arte aquí. Pero también los hay que debutan y se les da una oportunidad por sus impetuosa llegada al mundo del noveno arte. Entre otros encontramos nombres conocidos como Munuera, Denis Lapière, Brice Cossu, Denis Bodart, pero muchos más. Todos aportando su visión, a través de estilos diferentes, de la increíble criatura creada por Frankin. Y es que aparte del personaje del título y un escenario selvático más o menos recurrente, las historias son muy diferentes y, por tanto, imposibles de comparar entre sí. Todos se encuentran, sin embargo, en la interpretación de un poderoso ser medio felino de naturaleza salvaje, la libertad y la felicidad simple y despreocupada.

Con un hermoso diseño generalizado e incluso con estilos algunos muy variados, los diseñadores son casi todos maestros de la técnica o diseñadores gráficos y coloristas muy competentes. Con escenarios algunos muy chulos en los que perderse en una tranquila tarde de lectura, y lo que me fascina es, que no encontré historia alguna que no pueda recomendar. A menudo, tramas que no son realmente sorprendentes pero eso sí, muy acordes con el personaje. Pues el Marsupilami es una criatura simpática, tanto más allá de las brillantes ideas que Franquin le había conferido en la época de Spirou, no hay tantas perspectivas originales e innovadoras en las que poner en escena a un personaje tan chulo. Un cómic que leerlo ha sido todo un placer. Más tramas que forman compendio con lo leído anteriormente y reseñado en el Volumen 1.

Me gustan las colaboraciones. De hecho, yo mismo soy autor que ha trabajado en diferentes antologías de género. Y a uno siempre le queda la sensación de cómo serían manejados por otros creativos sus personajes. Digo sin miramientos, que el maestro creador de Spirou y Fantasio no estaría para nada disgustado con estas antologías/spin-offs.

Reseña: El Buscón de las Indias, de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido

Siempre que llega la noticia a los medios que Juanjo Guarnido saca nuevo cómic, algo retumba en Twitter pero también dentro de mí. Me tenéis que perdonar, pero soy uno de esos súper fans de Blacksad que quiere más y más de algo que no llega. Puedo decir abiertamente que para mí, el granadino Juanjo Guarnido es el mejor ilustrador nacional actualmente. No obstante, este pedazo de artista, ilustrador de la multipremiada Blacksad, esta vez NO TRAE más del genial investigador gatuno, sino que se une a otro grande del cómic europeo como es el guionista Alain Ayroles (Garulfo, De Capa y Colmillos) para brindarnos una obra muy interesante. La idea es bella como la vida misma pero, ¿una continuación de El Buscón, de Quevedo? ¿Un homenaje a una de las cumbres de la literatura en lengua castellana? Así se anunciaba, pero ya os digo que han conseguido ir más allá.

El Buscón de las Indias es una obra que fue súper ventas nada más salir. Tanto que, en mi lugar, y hace años que no me pasaba, no pude adquirir un cómic por estar súper agotado en todos sitios a los que fui. No sé si el confinamiento hizo que se vendiera más para ser disfrutado con tranquilidad, o algo así, pero el caso es que hasta ahora no pude adquirirlo. ¿Valió la pena la espera? La canción dice que sí. Ya está fuera una nueva edición de esta maravilla, donde esperaba sorprenderme y me sorprendieron. Juanjo Guarnido es uno de los mejores, si no el mejor, y se nota. Los personajes son expresivos, los bosques frondosos, las cárceles oscuras y húmedas, los palacios majestuosos; Guarnido sabe hacer de todo y de forma magistral con su paleta de colores. Su línea es fluida, redonda y generosa. Por cierto, me alegró ver que se maneja de perlas en un universo tan alejado del thriller negro que propone Blacksad. El tío es un genio, sus decorados son variados y están llenos de detalles en un grado que rara vez se ve. Todos las viñetas tienen algo que deleita y provoca que te pares a disfrutarlas. A eso se suma una edición de gran formato que mejora la experiencia de visualización como es la elaborada por la siempre recomendable Norma Editorial.

La historia se divide en tres capítulos. La primera (Donde Pablos cuenta al aguacil el relato de su vida) es la más larga, cubre hasta la mitad del álbum y relata la llegada de Pablos a “las Indias” y su búsqueda de El Dorado. El segundo (Donde descubrimos lo que el alguacil dice al corregidor y lo que este dice a otros), tras un rebote muy bien traído, arroja nueva luz sobre los hechos de la primera parte. Finalmente, el tercer capítulo (Que trata sobre aquello que verá quien lea las palabras y mire las imágenes) proporciona algunas adiciones y se concluye el álbum con un Epílogo de una manera que ni siquiera los más exigentes verán venir. Pero (para los cándidos), ¿quién es don Pablos de Segovia? Pues Pablos es un pícaro, un villano tan inteligente como un simio con hambre, pero también  un tío tremendamente creativo. Un mendigo de cuya condición intenta librarse por todos los medios posibles, incluso cuando sus acciones sean abyectas, y eso que una cierta nobleza emerge de él. Un personaje que intenté por todos los medios que me gustara (me suelen gustar los malos-malutos) pero no sé si está hecho adrede, que no me cayó bien. Un personaje que por lo menos al principio miré con recelo, sin embargo, sirvió para que me fijara más en la genial aventura que tenía delante de mí. Me apegué a ella, a su colorido universo, como si de verdad estuviera allí. Alain Ayrolles consigue una narración, un viaje y una galería de personajes tan variada como interesante.

Y cuando llega el segundo capítulo estás inmerso en un ritmo de guión alucinante. Tras una introducción algo larga, la verdad, a mitad del tomo es cuando la historia se vuelve fascinante y se lee con avidez. Y eso que gracias a lo bien que lo estaba pasando, me encontré leyendo ciertos pasajes del segundo capítulo en paralelo con el primero, para verificar ciertos elementos y detalles. ¿Y la tercera parte? Después de haber conocido a un detestable y diablo don Pablos y haber tomado la medida de su valor, me topé con una genial ficción como cierre, muy cercana a la obra de Molière, la cual gozaba de sentido cómico y situaciones disparatadas para contarte una trama que fue o pudo ser bastante seria, en realidad.

Impaciencia, miedo, placer y luego entusiasmo encontraréis en El Buscón de las Indias. Una obra en tres partes con ilustraciones que son lienzos, un tríptico hecho para experimentar emociones fuertes. ¿Cómic del año? Para mí, uno de los candidatos, sin duda. Obviamente, un álbum esencial para cualquier amante del noveno arte que se precie. Un hito, un inmenso placer leerlo.

Reseña: Bermudillo. Volumen 6, de Thom Roep y Piet Wÿn

A poco que indaguéis, os daréis cuenta que el cómic europeo es maravilloso y ricos en todas sus facetas. Una vez que entras, vas encontrando obras a cual más fantástica, atractiva y poderosa en ambientación e imaginación. Lo bueno es, que en nuestro país, desde hace un tiempo ya, y gracias a tres o cuatro editoriales que apuestan por ello; nos van llegando los más geniales cómics de todos los tiempos. Por supuesto, una de ellas es Dolmen Editorial; bosque mágico de publicaciones dónde puedes encontrar toda una serie de álbumes, colecciones de obras sumamente bien consideradas a nivel mundial. Y hoy le toca el turno a Bermudillo. Un titulo muy chulo, del que se acaba de publicar su integral número #6; obra que aún no había reseñado, pero no penséis que se me estaba escapando, ni mucho menos.

Bermudillo es un cómic clásico holandés que trascendió fronteras gracias a su genial ambientación y desarrollo, pero también al descubrir a unos grandes creadores como son el guionista Thom Roep y el dibujante Piet Wÿn. Bermudillo es un pequeño anciano que se enfrenta a seres sobrenaturales recurriendo a un hatillo del que puede extraer los objetos precisos para cada situación. Aparte de Bermudillo, en la serie brotan otros personajes recurrentes y curiosos como Domoli, Pief y Kijfje o incluso un dodo (ese pájaro ya extinguido que brinda situaciones muy cómicas). O incluso enemigos, como la bruja Wredulia, o dos ladrones como Ludo Lafhart y Knudde, dos tíos torpes pero que aparecen cuando menos lo esperas para meter a todos en un lío.

Las aventuras de Bermudillo fueron serializadas en la revista semanal holandesa Donald Duck desde 1975. Todas fueron ilustradas por Piet Wÿn, excepto las del álbum #23, que fueron parcialmente dibujadas por Dick Matena. En los Países Bajos, los siete primeros álbumes fueron editados por Oberon B.V, siendo editados los restantes por Red Balloon. En España, allá por los 80s vieron la luz los siete primeros números, en las revistas Zipi y Zape y Pulgarcito. Luego, en la colección ¡Bravo!. La buena noticia es -como os decía antes-, que Dolmen Editorial está editando la serie en formato integral, a razón de tres álbumes por tomo.

En este nuevo volumen, en primer lugar, nos topamos con La Dama del Cuadro, donde Bermudillo en uno de sus vagabundeos, entra de mala gana en posesión de un cuadro antiguo. La dama dibujada en ese lienzo cobra vida y quiere que nuestro anciano mochilero la lleve a casa. Pero la casa en cuestión no es una tienda de arte, ni un museo; es nada más y nada menos, que el castillo mágico de Socratof. Un peligroso viaje para Bermudillo con algunas situaciones tan peligrosas como cómicas y donde nos reencontraremos con Pip, Cuquita y Domoli.

Bombasto, el Hipnotizador cuenta que el Circo Bombasto ha llegado a la ciudad. Y el homónimo del circo no es solo el dueño, sino también un ingenioso hipnotizador, que desafortunadamente no usa su talento para el bien. Como resultado, Bermudillo se meterá problemas e incluso terminará entre rejas. ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué todo se torna en desgracia de pronto? Bermudillo empieza a sospechar de ciertas ilusiones nada favorables por parte de un turbio feriante y el joven asistente de este, Walter.

En El Armario de las Mil Puertas, los revoltosos hijos de los magos Baltasof y Socratof son añorados por sus padres. Así que le piden a Bermudillo que los traiga de regreso… ¡Desde Siberia, Japón y América! Bueno, será una fácil misión a través del mágico armario de viaje, piensa. Pero nada de eso.

Con unos geniales y bien documentados extras cierra bien estos volúmenes como siempre Dolmen Editorial. Incluso esta vez con una nueva aventura navideña incluida. Como bien dice la sinopsis editorial, Bermudillo es una obra maestra del cómic fantástico que ningún amante de este género debería perderse. Yo no lo hubiera dicho mejor. Uno de esos títulos clásicos que con cada aventura sabes que tienes diversión garantizada. Historias fantásticas, enmarcadas por los hermosos y sólidos dibujos de Piet Wÿn. Es decir, calidad, se mire por donde se mire.

Reseña: Un Mundo Maravilloso, de Inio Asano

No es mi primera vez con él, pero puedo decir desde ya que Un Mundo Maravilloso es la primera gran obra de Inio Asano. Autor que basa sus mangas en la psicología de los personajes, que opta por ambientar sus historias en tiempos modernos sin casi ningún elemento fantástico, etc, etc. Y es curioso que yo diga esto. Yo. Amante y defensor, por encima de todo, de los tres grandes géneros de la literatura fantástica; pero de un modo extraño Asano me ha hecho amar un poco más el realismo, un lugar donde el lector es puesto a prueba por una poderosa y pura empatía. Pues sumergirse en uno de los personajes de las obras de Asano significa quizás mirar dentro de uno mismo, que a menudo es exactamente lo contrario de lo que la industria del entretenimiento busca.

Un Mundo Maravilloso no tiene una trama lineal. Cada capítulo del manga es un episodio de la vida real, esas anécdotas que a menudo no guardan relación entre sí pero que son la vida misma. Tanto es así que ni siquiera hay un personaje principal. El tema principal, según su título, es el Mundo, la realidad, la rutina que todos vivimos en ciertos momentos, un día tras otro: riñas familiares, bullying, problemas en el trabajo o en la escuela, insatisfacción, crisis sentimental y existencial. Básicamente, una antología sobre la vida.

Asano se lanza en esta obra con lo que a todos ojos es un arduo trabajo difícil de lograr. El manga consta de diecinueve capítulos; cada capítulo puede considerarse un manga diferente, con diferentes personajes y entornos, y con mensajes diferentes. Pensad que visto así, muestra o te da una idea de lo difícil que puede ser crear algo así. De lo fácil que es caer en la banalidad de las historias y, como resultado, tener personajes poco desarrollados psicológicamente. Sin embargo, Asano tiene éxito en el esfuerzo, estructurando sabiamente el trabajo y demostrando ser un gran autor de primera linea. Y pese al costumbrismo, el manga te atrapa de una forma inusitada a pocas páginas de leerlo.

Los primeros diecisiete capítulos son totalmente funcionales para los dos últimos, que representan el verdadero corazón de Un Mundo Maravilloso. Asano llama a cada capítulo Programa, aprovechando el doble sentido del mismo: primero está la sensación de desorientación que provoca el paso de un capítulo a otro, la velocidad con la que cambian las personas y lugares, todo comparado con la velocidad que pasa la televisión de un “Programa” a otro… Si analizas cada una de las historias, percibes que Asano quiere que los lectores pasen por un cierto camino de crecimiento. Huidiza: tomar decisiones basadas en el juicio de los demás, conlleva ser infeliz. Una ciudad con muchas cuestas: tener amigos lleva a una persona a hablar/pensar con menos frecuencia de la muerte. El oso del bosque: la vida suele ser dolorosa, pero también tiene sus momentos de felicidad. Wonder Girl: lo que importa no es dónde vive una persona, sino cómo vive. Sunday People: ser padre o madre, tener un hijo o hija, es una gran fuente de felicidad. Mini Grammer: enamorado puedes ser feliz en la búsqueda incierta y solitaria de la persona adecuada…

Y así hasta diecinueve historias que hablan de nosotros mismos, tu familia o el vecino. La elección de crear una historia coral es maravillosa si está conseguida y en el mundo del manga me atrevería a decir que se ven poquísimas. Mas, lo que propone Inio Asano en este caso, es perfectamente funcional. Los personajes son diferentes cada vez, atados entre sí solo porque viven en la misma ciudad y por compartir el mismo objetivo: encontrar la Felicidad. Asano utiliza esta coralidad no solo para pronunciar dichos, sino que intenta que el lector adquiera una conciencia colectiva a través de la empatía que se experimenta con las distintas historias.

Saber que no eres el único que sufre por un problema en particular, o que hay personas que día a día luchan por salir de situaciones difíciles, te da la fuerza para vivir y también da sentido del deber para los que lo están intentando pero sin éxito. El perdido, el lunático y el renacido. Un Mundo Maravilloso es un manga digno de estudio. Bien llevada al cine, ganadora de Óscars, os lo puedo asegurar.