Reseña: La Moda al Desnudo, de Zoé Thouron y Frédéric Godart

¿Todo lo que siempre quisiste saber sobre moda pero nunca te atreviste a preguntar? Y algunos detallitos más en formato cómic, cómic europeo, de la mano de Zoé Thouron y un sociólogo como es Frédéric Godart. Dos autores que nos muestran La moda al desnudo, un álbum muy chulo que acaba de publicar Norma Editorial en nuestro país, donde se lucha por comprender la moda y sus paradojas. Y yo, que le doy a todo, lo disfruté.

La moda al desnudo nos brinda un análisis sin concesiones de este entorno cerrado y exclusivo que es el mundo de la moda. Utilizarán entre otros el personaje de la reina María Antonieta que habría introducido cierta forma de elegancia en el reino de Francia llamando a filas a una de las primeras sombrereras de la historia del país galo. También se referirán al famoso dandy inglés George Bryan Brummell quien tuvo la distinción de lustrar sus zapatos con champán un día cualquiera (imagino que esto debe ser un rumor muy comentado dentro de este mundillo pero yo me acabo de enterar). Y los delirios continuarán a través de personajes famosos como los filósofos Platón y Aristóteles, pero entendemos que definir la moda no es tan simple como esto. Los grandes modistos, los desfiles de moda con modelos anoréxicas y los cambios de imagen ya no tendrán ningún secreto para ti, lector, cuando decidas leer este cómic. Donde es cierto que el diablo viste de Prada.

Partamos de la observación de que la decisión de vestirse es un acto social para una representación de sí mismo es todo un evento que mueve millones de euros/dólares. Pero obviando lo obvio, en La moda al desnudo se intenta transmitir sobre todo el concepto de que la moda no es otra cosa que una especie de orillas de olas constantes en el que se lanzan ideas sobre ideas centradas en como cambiar los gustos de millones de personas. Lo que nos lleva a ver que cien mil millones de prendas vendidas cada año, la industria textil es una de las más contaminantes del mundo, emitiendo 1,2 mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Para los jeans (los vaqueros que usamos cada vez más) se tienen que usar 11.000 litros de agua, el equivalente a casi trescientas duchas. Y qué decir de los residuos con más de un tercio de ropa sin vender. Solo en Francia, se tiran más de 600.000 toneladas de ropa cada año. En definitiva, toda una dimensión ecológica a tener en cuenta para evitar los residuos a gran escala, aunque como es un tema directamente relacionado a ricachones pues apenas sale en las noticias. Y las denuncias sobre este tema también acaban en el fondo del mar.

Tras el impacto sobre el medio ambiente, también hay que fijarse en esta sobreproducción a bajo coste laboral en los países emergentes. Recordamos el derrumbe en abril de 2013 de un edificio que albergaba talleres textiles en Bangladesh, que dejó mil cien muertos y más de dos mil heridos. En La moda al desnudo se comentan también estas “cositas” no es solo una reivindicación mía. Y algunas ideas son lo suficientemente interesantes como para que las sigamos con cierto interés, incluso si el dibujo es bastante desordenado y la secuencia de viñetas y escenas en algunas partes del cómic es muy barroca. La moda al desnudo ofrece una mirada bastante interesante a este fenómeno y no tiene miedo de abordar todos los temas que atañen a este curioso arte, de los más lujosos creado por el ser humano.

Recomendable lectura.

Reseña: Afrikakorps, de Olivier Speltens

En su día, vi bastantes películas de Hollywood, británicas e italianas (e incluso francesas) sobre esta campaña africana de la Segunda Guerra Mundial. Nunca logré entender qué demonios estaban haciendo allí ingleses, alemanes e italianos. Pero me contenté al final viendo el espectáculo de la guerra desde el otro lado, una historia supuestamente ficticia o no. En efecto, películas como Tobruk (1967), Hijos de bastardos (1968), La batalla de Alamein (1969) y algunas otras, me instruyeron sobre estos episodios dejándome un punto de vista italiano o mejor dicho muy franco-italiano por todo lo que se cuenta. Pero en Afrikakorps todo se ve desde un ángulo puramente alemán. Y es un cómic que proporciona una verdadera inmersión en el infierno africano de esa Libia de 1941 y 1942. Una inmersión que se hace a través de los ojos de los enemigos de los Aliados donde estamos prácticamente a los mandos de un panzer con el teniente Von Richter y su tripulación, en un ambiente agobiante lleno de arena y calor. Por lo que me pregunto si es bueno recomendar este cómic con la que nos está cayendo encima en los últimos días.

Pero allá vamos (siempre te quedará el aire acondicionado o tener playa/piscina a un paso a la hora de disfrutarlo), a lo que iba, podemos encontrar similitudes con Kaleunt que daba caña a la tripulación de un submarino en aquella película alemana llamada The Boat (Das Boot), porque aquí es casi lo mismo pero en un panzer, dando vida en su interior a luchadores con sus miedos, sus dudas, sus convicciones, sus desengaños, con una omnipresente sensación de encierro en esta enorme lata blindada. Una impresión que pondrá a prueba a las fuerzas enemigas porque ya sabéis aquello de: Nunca os enfrentéis a un animal que no tiene una puerta por donde escapar.

Afrikakorps cuenta una historia que sigue siendo atractiva para el lado aventurero. La nueva obra de uno de los grandes maestros del bélico actual como atestigua Norma Editorial. Donde el teniente Joachim Von Richter forma parte del Afrikakorps, la fuerza terrestre alemana que a las órdenes del comandante Rommel, siembra el terror en el norte de África durante la II Guerra Mundial. Y a bordo de ese panzer, Joachim y sus hombres participarán en los episodios más comprometidos de una ofensiva librada a sangre y fuego. Y entonces, no se puede resumir mejor. Una historia instructiva y bien documentada en la que aprendemos que los panzer no están adaptados a las difíciles condiciones del desierto, siendo el gran enemigo la arena que se incrustaba por todas partes y obstruía los motores. Condiciones que claro está, también ejercen presión sobre los organismos humanos que lleva dentro. Y eso que aportaba el lado astuto de los alemanes que son superados en número por los británicos y que tienen que hacer creer a la gente mediante ingeniosas estratagemas que son gente numerosa lo que tienen al frente.

Además, el gran puerto de Tobruk, en poder de los australianos, impedía que el ejército alemán se aprovisionara por barco, y Trípoli, la única base de abastecimiento, se encontraba a 1.500 km del frente…; uno de los muchos datos chulos que aporta este cómic. ¿Similitudes con la película Corazones de Acero (Fury) donde la tripulación estadounidense de un tanque comandado por Brad Pitt fue abordada a nivel humano e inmersivo? Experimentamos la misma sensación aquí. Si os gustó la peli, os encantará Afrikakorps. Muy recomendable para los amantes del cómic bélico.

Reseña: Corto Maltés. Mû, El Continente Perdido, de Hugo Pratt

Hugo Pratt recurrió con frecuencia en Corto Maltés a desdibujar las líneas entre la realidad y el misticismo, llevándolo todo a su cenit en las impenetrables reflexiones de algunos de sus últimos títulos. Pero en Mû, el continente perdido da un paso atrás, y brinda una atadura más fuerte a la realidad. Un estado de ensueño se perpetúa desde una escena de apertura a bordo de un barco poblado por una variedad de amigos y aliados de Corto de tramas anteriores, que da la sensación que Pratt escenifica una obra de despedida reuniendo a un elenco de actores secundarios recordados con cariño los cuales se van a ver por última vez. Es más, los diversos historiadores reunidos alrededor de Corto discuten leyendas de civilizaciones perdidas, levantamientos volcánicos que causaron el hundimiento de islas y decodificación de artefactos mayas…, creo que estamos ante el cómic más interesante que puede encontrar un amante de las aventuras clásicas. Un inicio potente.

Mû, el continente perdido es el álbum con que Norma Editorial culmina tan majestuosa colección del icónico y mito del cómic Corto Maltés. Colección completa, larga, maravillosa y portentosa en cualquier cómicteca que se precie. Un hito del noveno arte que tan siempre recomendable editorial ha ido publicando en ediciones a color y en blanco y negro, a gusto del consumidor. Un cómic en el que como os decía, la ambigüedad prevalece cuando Pratt vuelve a desdibujar las líneas, brindando una trama de aventura trivial de los intentos de Corto por rescatar a un amigo secuestrado. Pero eso es sólo una concesión. Porque el verdadero propósito de es contemplar las conexiones y lo que dejamos atrás. Y entonces, ¿qué conecta el mito y la realidad, el pasado con el presente, el simbolismo con el significado?

A pesar de estar en una misión que se convierte en otra, a Corto nunca le falta tiempo para tener una discusión filosófica con los excéntricos que se cruzan en su camino, y esto proporciona una mayor realidad a las interacciones escenificadas con el elenco de apoyo de aventuras anteriores. Pues aquí Corto parte al corazón del Caribe en busca del legendario continente perdido de Mû. Lo acompañan Levi Columbia, Tristán Bantam, Boca Dorada y el mismísimo Rasputín. Una vez allí, atracará en las inmediaciones de una isla misteriosa y se verá empujado al interior de un extraño laberinto donde tendrá que superar las pruebas más insólitas.

Así como el misticismo y la espiritualidad chocan en la historia, hay una dualidad en el arte donde Pratt transmite una gloriosa y desenfrenada sensación de rapidez, sus viñetas están impecablemente diseñadas, pero no incluyen más de lo necesario a la hora de definir personas y lugares, algunos de los primeros casi abstracciones precipitadas. Sin embargo, aplica la precisión de un arquitecto al suministrar los diversos detalles de un yate, representado con gran detalle, incluso cuando el barco se ve en la distancia. Y Rasputín como comodín de Pratt. El único del elenco secundario que cuenta, una presencia intrusiva y fortuita impuesta al público y aceptada benignamente por Corto sin importar la atrocidad que cometa. Representa la naturaleza básica de la humanidad. Es maravilloso.

La consideración de Pratt de los mitos latinoamericanos, las continuaciones del Evangelio, el realismo místico, aquí Corto Maltés te hace pensar en la idea de: ¿por qué si existiera un Creador tendería repetirse constantemente?

Cómic brillante, como el noventa y nueve por ciento de la obra.

Reseña: El Integral de lo Supernuevo de Tank Girl, de Alan Martin, Hewlett y VVAA

El Integral de lo Súper Nuevo de Tank Girl recopila otros cuatro volúmenes independientes fuera de la serie principal que, por cierto, se pueden encontrar en dos integrales en el catálogo de Norma Editorial. Más historias inéditas en nuestro país del personaje más irreverente salido de la mente de Alan Martin y Jamie Hewlett recopiladas en un nuevo integral repleto de genialidades y absurdeces. Un nuevo tocho que incluye Carioca, Estado Sólido y Tank Girl del Siglo XXI, nuevos guiones del maestro Martin, esta vez unido a los ilustradores Mike McMahon, Warwick Johnson-Cadwell y varios artistas más. Más locuras de la heroína mas irreverente de los años 90, más historias inéditas en nuestro país de este maravilloso personaje que conociéramos aquí los más viejunos en la revista El Víbora (1991) y luego en su colección de cómics monográficos de la colección Fuera de Serie de Comix (2001). Porque Tank Girl fue una serie creada en 1988 por los británicos Alan Martin, al guion, y Jamie Hewlett, a los lápices, aunque después ha sido dibujada (como veis) por cantidad de ilustradores. Una idea que andaba inicialmente ambientada en una Australia pos-apocalíptica, a pesar de contener la gran influencia pop de la cultura noventera británica. Y donde originalmente, la protagonista (la denominada Tank Girl), era Evita Buck que conducía un Ford Escort rojo que también era su hogar, y se dedicaba a realizar diferentes misiones para una mafiosa organización hasta que es declarada como «criminal» debido a sus inclinaciones sexuales y su abuso de drogas. Mas, con los años, el cómic fue narrando las peripecias de «Tank» junto a su novio, Booga, un canguro mutante, en un estilo que incorpora una gran influencia de la estética del movimiento punk; una protagonista desorganizada, nihilista, llamativa y casi psicópata.

Y fueron llegando muchísimas más aventuras y este nuevo tomo que publica Norma Editorial lo demuestra. Por lo que tenemos un nuevo integral de calidad, para disfrutar, y que nuevamente me recuerda a los vídeos musicales de Gorillaz (normal, siendo Hewlett co-creador y responsable de aquellos diseños). Tank Girl: Carioca, no capta de inmediato la vibra de Tank Girl. Y aunque el arte es de Mike McMahon, autor de muchos trabajos en 2000AD, tal vez vuestro cerebro (como el mío) reciba una señal mixta al respecto. Te tomas un tiempo… pero cuando entras, rápidamente se restablece una verdadera aventura de Tank Girl (después de todo, está escrito por Alan Martin). La acción comienza con Tank Girl y Booga en la audiencia de un popular programa de preguntas y respuestas, y como es de esperar, rápidamente terminan formando parte del espectáculo. ¿Y el resultado? ¡Venganza!

Estado Sólido es una de las historietas más extrañas del personaje, pero sigue siendo una lectura sólida, nunca mejor dicho. Y divertida. Su novio canguro enferma, por lo que Tank Girl y sus amigos emprenden un viaje fantástico para encontrar la fuente de la enfermedad. Travesuras excéntricas, lenguaje obsceno y algunas situaciones ridículamente extrañas con ultraviolencia. Se recupera “la forma”. Y en Tank Girl del Siglo XXI vemos a nuestra prota en el espacio (en una nave que es tan fálica que debería llamarse nave-pene). Pero también en la Segunda Guerra Mundial y en Reality Shows. Tenemos nuevamente una de esas tramas tan locas como divertidas, absurdas, de las que es mejor contar poco.

Que más voy a decir si ya sé que lo queréis. Se ve a leguas lo que disfrutamos con esta chica. Grande Norma Editorial trayéndonos estas aventuras.

Reseña: HMS Beagle. Los Orígenes de Darwin, de Fabien Grolleau y Jérémie Royer

A los que andamos por aquí también nos va jugar a juegos de mesa. A los de ahora que están de moda, toda esa evolución que han sufrido y donde ya por fin se pueden encontrar gran cantidad de ellos muy buenos, en nuestro idioma y con temáticas la mar de chulas. Ello nos llevó a probar y disfrutar de uno reciente llamado Darwin´s Journey, que jugando nos trasladaba a lo que este señor se propuso hacer navegando con el HMS Beagle; lo que a su vez nos llevó a cavilar si había un buen cómic que narrará esto. Y mi mente, en particular, accionó el click: Si existe, debe ser dentro del maravilloso mundo del cómic europeo. Pero es que por circunstancias del destino resulta que Norma Editorial recién publicaba el mes pasado HMS Beagle: Los orígenes de Darwin, un genial tomo-álbum de Fabien Grolleau y Jérémie Royer que concretamente desarrollaba nuestro deseo lector. Y aquí estamos.

Mas, no uno ligerito. HMS Beagle: Los orígenes de Darwin es un álbum grueso (¡Más de 170 páginas!), pero eso si, se lee relativamente rápido dejando una sonrisa en la cara por ser agradable. En primer lugar, porque el dibujo sencillo, eficaz, hace que esta lectura sea fluida, al tiempo que nos premia con unas páginas «naturalistas» bellísimas. Además, los rasgos de ciertos personajes semirrealistas pueden atraer a bastantes lectores, ya sea que busquen una historia de aventura histórica o espere una presentación de un «momento» definitorio de la historia científica que ayudó bastante a salir adelante a la humanidad. Y con una narración dirigida a un público bastante numeroso. Tanto que lo disfrutamos en casa incluso leyéndolo junto a nuestro peque de cuatro añitos. Pues aparte de hacer un recorrido interesante por la vida de las animales descubiertos por este señor (a veces, mozuelo, a veces, viejete) en su viaje hace un recorrido científico interesante presentándonos al personaje de Darwin sin monolitismos (véase en documentos históricos sus prejuicios contra los «salvajes», en particular en la Patagonia, aunque las matanzas de los indios y la esclavitud que descubrió le repugnaron).

Un personaje que tomaba conciencia con cada paso que daba. Ideas que más tarde labrarían su reputación. Ideas fuera de sintonía con su tiempo (todo esto está bien introducido dentro de la propia historia, pero también bien explicado en el pequeño aporte de archivo que se incluye al final). A lo largo de este viaje descubrimos a un hombre curioso, abierto, atrevido. Un humanista también, ferozmente opuesto a la esclavitud. Un ser que creía en la civilización como vector de evolución. Cuanto más páginas pasas, más se simpatiza con el personaje.

El dibujo falsamente ingenuo y la narración ligera y vivaz utilizada por Fabien Grolleau y Jérémie Royer contaron mucho para mi apreciación final. Es para mí el tono perfecto para dar un verdadero placer de lectura mientras se instruye al lector. Y luego el viaje en sí mismo, con una duración de casi cinco años, hace viajar a sus participantes por toda la tierra, una tierra aún poco conocida donde todo está sujeto a descubrimiento. Así que todo queda en un bonito álbum que disfruté aún siendo consciente de lo que se me iba a contar. Porque a veces es el modo. El modo en el que se cuenta algo tantas veces contado, una historia que llevamos años oyendo desde que estuvimos escolarizados.

El viaje realizado por Charles Darwin a bordo del HMS Beagle es toda una aventura. Pero real. Descubrimientos geológicos, botánicos y zoológicos, que depararían en su tratado de la evolución de las especies, en la que estamos incluidos. No olvidaros. Nosotros también formamos parte de esto.

Reseña: Frankenstein, de Mary Shelley y George Bess

Correcto. Yo fui de esos que días atrás en el Día de Drácula (sí, existe) me puse con uno de sus títulos. Aproveché también que Norma Editorial recién trajo el Frankenstein, de George Bess, revisité su Drácula (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/dracula-v1) y disfruté ambas obras como nadie. Y es eso, tras el sublime Drácula que nos había ofrecido Mr. Bess en su día, inevitablemente se le esperaba el turno a esta nueva adaptación de uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica. Una vez más, con resultado impresionante de su traslación al cómic de la obra más puntera del gótico, del terror clásico. E impecable. De cinco estrellas. Todos los halagos son pocos para este tomo. Esta obraza que se marcó este hombre que ha trabajado con los más grandes del gremio (Alejandro Jodorowsky, por ejemplo) y que pese a estar muy presente en la BD, la cuna del cómic europeo, reside en nuestras paradisíacas Islas Baleares.

Una nueva edición de lujo (que queda genial en la balda junto al dorado vampírico de su hermano de colección), un servido en blanco y negro que se vuelve sobrecogedor con tonos grises en ciertas escenas. Georges Bess, retoma fielmente la novela gótica escrita por Mary Shelley en 1816, la historia que marcará para siempre la literatura y el imaginario colectivo del terror junto con la idea científica de hasta donde puede llegar el hombre en sus investigaciones. Bess abordando el otro mito británico del siglo XIX. Y de nuevo, una adaptación fiel, un dibujo fabuloso, una psique fascinante de los personajes y una edición preciosa. Cierto es que algunos creen que esta trama es antigua, que nuestras mentalidades ya no están en línea con las costumbres vigentes de la época de pensamiento de Víctor Frankenstein, pero todo esto se pira cuando te pones a disfrutarla. La historia humanista del monstruo es universal y tocará la fibra a los lectores, como siempre he dicho, bien ilustrada, esta trama toca el cielo. Y Bess, al igual que hiciera Bernie Wrightson, lo consigue.

No voy a hablar del argumento porque… bueno, es demasiado conocido. Pero siempre me fascinó la historia real precursora de inspiración que hay detrás y la contaré para quien no la conozca. En 1816 un grupo de jóvenes «románticos» se fueron de vacaciones a un castillo junto a un lago en Suiza. Para pasar el tiempo, deciden escribir una historia de terror y exponerla en grupo. Una Mary Shelley de diecinueve años, gana este pequeño juego con un esbozo de Frankenstein; una historia que relata tras haberla soñado. Entre los amigos de dicha reunión estaban su esposo, el poeta y filósofo Percy Bysshe Shelley, Lord Byron y John Polodori que creó para la ocasión un genial relato como es El Vampiro y que os recomiendo leer. Pero Frankenstein o el Moderno Prometeo fue trasladada a novela y se convirtió en una obra precursora de la fantasía y la ciencia ficción, a priori, hasta que se conformó el género de Terror en si mismo. Luego, ya sabéis, un número incalculable de adaptaciones incluidas las cinematográficas y una obra entroncada en la cultura popular.

Bess se mantiene fiel a la novela. No hay grandes sorpresas. Es la historia a disfrutar junto a la ilustración. Pero se siente el dolor, el miedo y la furia de este monstruo creado de carne humana. Transmite emociones y por eso las sensaciones que deja el cómic son maravillosas. Un blanco y negro sublime, de trazo fino, preciso y repleto de detalles. Basta con mirar la página 53 con su lluvia torrencial o los ojos del monstruo los cuales transcriben emociones. Y la soledad que lo convertirá en lo que es.

Un diseño gráfico que hechiza.

Reseña: Lydie, de Zidrou y Jordi Lafebre

Como suele ocurrir, tenemos un cómic donde Zidrou plantea un escenario bien construido, que proporciona una lectura amena y fluida. Y como hace a veces se apoya en un dibujante cuya línea le viene al pelo de cada historia «dulce» que relata. El postulado inicial es bastante simple, pero si consigues devorar este llevadero álbum de un tirón, que es como lo recomiendo, creo que os encantará.

En Lydie tenemos a una mujer joven que da a luz a una niña que nace muerta. Pero ella cree en su nacimiento, en su existencia, y actúa como si realmente existiera. Mmmm…, ¿he visto esto antes en algún guion, no? Y claro. Logra persuadir a todos a su alrededor (hay una unidad de lugar, ya que todo sucede en un callejón sin salida como es la década de 1930, por lo que seguimos sólo un puñado de habitantes de un barrio de clase trabajadora y nos apegamos a él) para «hacer como si» estuviesen ignorando la realidad. Pero, ¿hasta qué punto de la realidad podemos inclinarnos con esta ilusión?

Tenemos un cómic que es bastante tiernucho para mi gusto. Una historia costumbrista que se lee bastante bien y un lado sensible que a menudo encontramos en los guiones de Zidrou. Aunque otras obras, al ser más extensas, se equilibran con la otra temática metida ya sea thriller, género negro, comedia o suspense, siempre sin llegar al terror. No sé, es un autor que quiero decir que no me suele enamorar lo que escribe pero el cual con cada nuevo título que llega a nuestro país, este que os escribe, ya anda loco por pillarlo y devorarlo. El belga tiene ese poder sobre mí.

Una historia que no deja de ser un supuesto homenaje a la bondad. Un cómic dulce y simpático, sin llegar a ser pasteloso pero que se devora como un pequeño caramelo. Lydie forma parte de esta serie de historias humanas que Zidrou desarrolla en un solo plano. Y debo decir que no me desagrada. Entre otras cosas porque a menudo se permite hacer ese tipo de historias que rápidamente podrían calificarse de tiernas pero que desprenden algo innegablemente agradable de leer, en particular, por ese lado humano lleno de ternura que predomina. Y porque Zidrou asume que quiere hacer el bien y desarrollar una historia que juega, sobre todo, con los sentimientos. Lo puedo culpar por el propósito, pero no por el principio. Y el éxito está en cómo lo termina. Zidrou consigue dosificar el conjunto para no hacerlo indigesto y encontrar el justo equilibrio entre patetismo y realismo, con unas bellas representaciones de humanidad. Aunque no estoy seguro de que si todo pasó tan rápido que no tuve tiempo de darme cuenta que llega a coquetear con el fantástico. Y no sé porqué, pero encontré cierta relación con otra obra suya como es Los Mentores (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4744).

En cualquier caso, salí de este cómic con buen humor. Es el tipo de novela gráfica que te hace feliz y te pone una pequeña sonrisa en la cara. Y eso es muy difícil de conseguir, friends. Lo que no consiguió en su día (ya he recordado a qué se parecía), la serie de televisión Servant que trata el mismo tema. Y con intentos de ser terrorífica, sin llegar a conseguirlo.

Norma Editorial trae esta novedad de Zidrou. El dibujazo de Jordi Lafebre, a lo Disney en sus mejores años, es de escándalo.

Reseña: Undertaker (Integral), de Xavier Dorison y Ralph Meyer

Hoy os reseño la que considero otra de las grandes publicaciones del año. Un integral de lo que puede ser una de las mejores colecciones publicadas en la BD en los últimos años. ¿Quién lo trae? Pues Norma Editorial en un genial tocho que sólo puede estar en las mejores cómictecas pues contiene los seis geniales álbumes que han visto la luz hasta ahora de la mano del guionista Xavier Dorison (Long John Silver) y el dibujante Ralph Meyer (Asgard) firmando uno de los mejores westerns que se pueden leer actualmente. Undertaker (Enterrador) es un personaje con carácter, réplicas y citas casi constantemente brotando de su boca. Desde el primer álbum empieza fuerte. Tenemos una serie que está fuertemente inspirada en Blueberry, una serie que propinó un fuerte hachazo en lo que se refiere a llevar el mejor western al formato cómic. Y lo que es mejor, es muy buena a día de hoy.

Donde Jonas Crow es un empresario de pompas fúnebres con visión para los negocios. Llamado para enterrar a un cliente -hasta entonces, algo normal-, sin comerlo ni beberlo se encuentra embarcado en una increíble persecución. Pero Undertaker, para empezar, es un hombre cínico con un pasado turbulento que iremos descubriendo a lo largo de las tramas. Los personajes secundarios que van apareciendo son casi tan buenos, o mejor dicho, son casi tan atractivos como él. Especialmente los personajes femeninos que tienen un carácter fuerte y una presencia real en el escenario. De hecho, desde el segundo álbum el entorno empieza a volverse tremendamente oscuro, la historia de cada personaje se profundiza y la tensión dramática aumenta especialmente con las numerosas escenas nocturnas a la luz de las fogatas. Creando una intimidad propicia para las revelaciones que mostrarán cada uno de ellos. Y aunque los primeros álbumes enganchen muy bien a la lectura con la socorrida persecución, la dimensión psicológica de, por ejemplo, la poderosa personalidad de Jeronimus Quint, ofrecen un escenario que evoluciona favorablemente bien hasta el final.

Quizás esta sea una reseña para leer una vez has leído el volumen. No lo digo por los spoilers, que siempre intento evitar, es más porque así valorareis mejor las palabras que uso para referirme a los pros de esta obra. Pues el tercer álbum trae más personajes y más revelaciones. Sentí en ocasiones como si a lo Stephen King, me estuviesen contando la vida de todo un pueblo, cada uno con sus virtudes y sus muchos demonios. Undertaker es realmente una serie maravillosa en este sentido. En El devorador de oro encontramos lo que decía: a un Jonas Crow como un cínico enterrador, que no duda en inventarse citas en nombres de San Pablo. Encontré el dibujo aquí en perfecta armonía con la atmósfera. Historia atrapante como pocas. Cómo danzan los buitres es, después de la buena sorpresa del primer álbum, otro viñetaje que se devora con gran placer pues cierra a lo que se nos lleva en la trama anterior. Álbum que se podría utilizar como ejemplo en una clase de guion cuando se toque el uso del diálogo en el mundo del cómic.

El ogro de Sutter Camp, al otro lado de los Pirineos, fue el álbum más criticado de la serie, aunque no entiendo muy bien porqué. Inicia una nueva aventura y quizás la intensidad tiene que empezar de cero y eso a la gente no le gustó. También cuenta un tema delicado y las escenas nocturnas son bastante numerosas. Hay gente a la que tampoco le gusta eso. Pero la trama está bien llevada, sobre todo, con la escena en la que el coronel Warwick exclama «¡El Ogro está vivo!». Ahí lo dejo.

La sombra de Hipócrates es en donde Jonas Crow se desata. Aunque sea aplastado por la personalidad más que maquiavélica de Jeronimus Quint, alias el Ogro, es tremendo como saca a relucir lo peor de él. Y en El indio blanco y Salvaje lo mismo. Xavier Dorison nos ofrece una historia más densa y compleja donde nos revela la verdadera misión de Jonas Crow en esta vida. Y ofrece sorpresas sobre el pasado de nuestro ahora famoso enterrador. Escenarios muy ricos y lleno de sorpresas, insisto. Me gustó el papel que juega Jed, el buitre. Y los personajes femeninos Rose Prairie y Lin no solo son extras, son personajes muy dignos de mención como os decía antes. Rose, en particular, ocupa un lugar preponderante. Y a nivel de dibujo, Ralph Meyer nos ofrece hermosas láminas maravillosas dignas de pasar a lienzos de salón. Entiendo muy bien que Norma Editorial haya querido premiar al aficionado que se haga con la primera edición de esta obra con una genial lámina exclusiva…

Queda esperar que los autores sean capaces de detenerse a tiempo, antes que Undertaker comience a estirarse y repetirse, porque eso sería una pena. Por eso, aunque da lástima decir y creo que es la primera vez que lo hago con algo que me ha gustado tanto, debido a la intensidad de esta serie, dudo que se pudiera mantener el nivel mucho tiempo. Quizás debieran dejarla aquí. Aunque si siguen, espero equivocarme y ver que Undertaker es joyita título tras título. Para mí es ya joya del cómic. Y no sólo hablo de western.

Reseña: Patos. Dos Años en las Arenas Petrolíferas, de Kate Beaton

Patos es una historia autobiográfica en la que la autora comparte su experiencia como trabajadora en empresas que trabajan en las arenas petrolíferas de Canadá. Una historia muy personal y conmovedora en muchos sentidos. Una lectura que desafía. A partir de entonces, Kate Beaton se volvió autodidacta y eso se nota tanto en su dibujo como en su estilo de guion. Sus trazos a veces son rígidos, las proporciones no siempre se respetan, pero el cómic en sí, adopta bien el tono de novela gráfica que se disfruta. ahora, en tapa dura, y en una genial edición, Norma Editorial la publica a este lado del charco, un cómic que la autora presenta más como una yuxtaposición de escenas que como una historia construida. Una visión de conjunto, una declaración de intenciones, una denuncia, por encima de todo. Un guion que presenta además un ritmo bastante sincopado, a pesar del claro deseo de la autora de caricaturizar bien a cada personaje. Por eso no siempre es fácil saber quién es quién y esto es para decir a los lectores que no deben leer esta historia por sus cualidades técnicas sino más por lo que se pretende contar. Una denuncia.

Esperaba leer una historia vagamente feminista pero sobre todo ecológica. Al final tuve todo lo contrario ya que la mayor parte de la charla se centra en el comportamiento social de los compañeros/hombres de una empresa. Me gustó mucho el análisis de la situación (Cape Bretón (Nueva Escocia), una comunidad costera muy unida en la que abundan las langostas, las playas, los violines y las canciones tradicionales gaélicas), reflexionando sobre el tema del comportamiento masculino con criterios más sutiles que la simple frase de “Es un hombre, por lo tanto un primate”. Aquí, la estructura de los campamentos, el hecho de que las mujeres sean una fuerte minoría, el aislamiento o la falta de atención psicológica del personal son criterios que alimentan el pensamiento de la autora. Interesante las reflexiones de: “Y si mi padre, hombre protector, justo y recto, estuviera aquí, ¿su comportamiento sería diferente al de los demás? Análisis que invita a reflexionar sobre cada situación.

Con escenas, a veces, muy duras (Kate Beaton pasará por lo peor que puede pasar una mujer, dos veces) pero contado con cierta modestia, lo que es aún más conmovedor. La historia parte de un único objetivo: pagar el préstamo estudiantil que Katie tiene y por eso viaja al oeste para aprovechar la fiebre del oro negro de Alberta, algo que ya es una tradición para los habitantes de la costa, necesitados de empleos de buenos salarios que no pueden encontrar en su tierra natal. Katie encontrará la dura realidad de la vida en las arenas petrolíferas, donde los traumas suceden a diario.

Patos: Dos años en las arenas petrolíferas es potente como historia. Sobre todo, cuando la protagonista (la autora) madura. De polluela que era a los veintipocos años cuando llegó a como se convierte en una mujer que se atreve a afirmarse en su posición. Tenemos el retrato de una mujer que crece, marcada por los traumas.

Una lectura que desafía.

Reseña: Tenebrosa, de Hubert y Malliè

Aquí un fan de Hubert y de su tan prolífica obra pese a que nos dejó pronto. Un señor francés que comenzó en el mundo del cómic como colorista, colaborando, entre otros autores, con Jason y David B y más adelante demostrando su cualidad como guionista a la vez que trabajaba con grandes del cómic europeo como Hervé Tanquerelle, Marie Caillou o Zanzim. Un compañero de gustos y afición (y casi edad) que desapareció de entre nosotros en 2020 pero del que he podido disfrutar de guiones suyos en Infinity 8 (Dibbuks), Conan El Cimmerio (Planeta Cómic) o su genial Piel de Hombre, obraza que vio la luz hace poco en Norma Editorial (https://www.cronicasliterarias.es/?p=8336) y que esplende por sí sola en originalidad. Por eso claro, el vello de punta cada vez que salta a la luz entre novedades una nueva publicación de este señor. Loquito andaba ya por leer Tenebrosa ahora que por fin llega a nuestras librerías, un genial álbum que publicó junto a Malliè y sus geniales dibujos.

Tenebrosa, como sugiere su título, casi podría habernos sido enviado desde el Más Allá, porque ahora estamos seguros de que Hubert había decidido desafiar a la muerte con sus escritos como únicas armas. Un cuento lógicamente oscuro, muy oscuro, con un toque de fantasía heroica que podría evocar en imágenes a La búsqueda del pájaro del tiempo (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo/la-busqueda-del-pajaro-del-tiempo-ed-integral), menos por el tema malvado. Así, el autor se divierte desdibujando nuestros rumbos entre el bien y el mal para que el lector termine tomando la causa de Islen, quien, a regañadientes, heredó de su madre Meliren, una reina caída, una poderosa magia negra. Poderes que la convertirán en una paria, poderes que teme por su inexperiencia, pero que aprenderá a dominar para vengarse de la injusticia de su padre, manipulado por su nueva esposa, una celosa e hipócrita señora. En apariencia, el «lado oscuro» parece encarnado por Islen, recluida en un castillo en ruinas y rodeado de inquietantes criaturas salidas directamente de las entrañas de la tierra. Como lector descubriremos que la ira de la joven provoca la irrupción de ratas o arañas, despertando la legítima hostilidad de una población aterrorizada. No obstante, la salvación puede venir del caballero mercenario Arzhur que parece, por su condición de marginado, el único capaz de comprenderla y velar por ella. Además de que no es insensible a su venenosa belleza.

En la primera parte de la historia no tendremos la respuesta, pero estos poderes ocultos que de alguna manera mantienen cautiva a Islen, resultan ser la reacción fantasmagórica de una naturaleza herida por la estupidez de los hombres, encarnada en su madre. A la vez quimera y sacerdotisa chamán, Meliven verá cómo su idilio con el rey Goulven se convierte en odio con el paso de los días, que ya no soporta verla ausente durante largos meses en compañía de su hija en su misterioso hogar subterráneo. Y el conflicto que se avecina no lo hará mejor, sacando a relucir su parte más cruel (de él). Y donde empezaremos a empatizar con la reina y el cómo usa sus “malvados” hechizos.

Podemos admirar el trabajo de Vincent Mallié. El ilustrador demuestra una vez más un dominio total del encuadre y el movimiento, en definitiva, uno no puede más que asombrarse con esta obra y el par de autores culpables de ella. Sin embargo, Tenebrosa es una obra póstuma de Hubert. Obra que no pudo ver publicada porque se suicidó en 2020, poco después de haber culminado el guion de la misma. Pero dejó aquí un cuento fantástico al que no le falta aliento. El último regalo de despedida del difunto Hubert, que entrará así definitivamente en la leyenda del noveno arte. Palabras que no son mías, pues se dijo en diversos medios franceses.

Tomo muy chulo para disfrutar del fantástico en el Día de la Mujer.