Reseña: Todas las Princesas mueren después de Medianoche, de Quentin Zuttion

Imagino que como para muchos de vosotros el Festival Internacional de Angoulême es un evento en el que poner el ojo cada año para descubrir nuevos cómics, nuevas historias, donde se pueden encontrar grandes joyas del cómic europeo actual. Y donde ver títulos a los que estar atentos por si llegan a nuestro país. Por eso, cuando se da el caso y como ocurre en esta ocasión con Planeta Cómic, que trae uno de los ganadores del pasado año 2023, decidme, ¿quién demonios se lo va a perder?

Toutes les princesses meurent après minuit (Todas las princesas mueren después de medianoche) fue la ganadora del Premio Especial Juvenil del Gran Jurado. Y la premisa principal, más suspense no puede tener: “La vida sentimental de una familia peculiar”. Una novela gráfica pura que llega en pocos días a librerías dentro de la genial colección Es Novela Gráfica que se está marcando Planeta Cómic. Una colección con la que disfrutar de  grandes títulos, el más reciente Al son de un fado, de Barral, que disfruté muy mucho (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14963). Historias que dejan regusto tras una buena sentada lectora.

En Todas las princesas mueren después de medianoche, durante un breve periodo de tiempo, seguimos a algunos personajes: una pareja en proceso de separación y sus hijos, una adolescente que descubre las alegrías y desilusiones del primer amor, y su hermano menor que toma conciencia de su homosexualidad y lucha por expresarse… con su mejor amigo en particular. Amores incipientes que sobreviven, otros que mueren: esperanzas y sueños chocando. Un guion que esplende muy profesional pese a la poca experiencia del autor, donde la narración está bastante bien labrada y no muestra demasiado patetismo. Bastante modesta y aireada, diría yo; la historia toma la forma de un día en la vida de una pareja y sus dos hijos. Un día que marca un punto de inflexión para cada integrante porque la pareja ha llegado a un punto de quiebre, la hija mayor está a punto de perder la virginidad, el niño está despertando su sexualidad y descubre que prefiere desempeñar el papel de princesa mejor que el de príncipe. Este último personaje es el más destacado y, sobre un tema difícil, Quentin Zuttion consigue pintar una imagen sensible y desprovista de cualquier voyeurismo. Los inmaduros, sus miedos y sus expectativas. El día termina en un punto de quiebre que invita a un nuevo comienzo, a una reconstrucción, muy bien traducida en el Epílogo.

El dibujo me pareció curioso. No sabría definirlo bien. Simple pero basados en colores pastel dando apoyo a los diseños algo amerimangas que le dan un toque curioso porque en ciertas viñetas cambian al punto clásico del cómic europeo. No sé definirlo bien. Pero esas son las sensaciones.

Quentin Zuttion progresa bastante bien.

Transmite agradablemente sus mensajes de tolerancia.

Hay algo en este título que complace por enteros a buen amante de la novela gráfica.

Reseña: Días del Futuro Pasado, de Chris Claremont y John Byrne

Días del Futuro Pasado es de esas grandes historias que nunca se ha podido representar bien en la gran pantalla. Y sabiéndolo el personal del séptimo arte, se han limitado a hacer variaciones de la idea principal o contar en pelis lo anterior o lo posterior a la principal trama en la que se basa esta joya del cómic de superhéroes. Arco argumental que solo se recogió en cuatro grapas pero que todo el mundo comprendió como una única aventura y entonces ya solo la podemos encontrar como historia única pese a ser publicada por primera vez en los X-Men #138-#143 y el Annual 4. Por lo que súper lógico encontrarlo ahora dentro de los Must-Have.

Tras los acontecimientos de la saga Fénix Oscura (otra joya del pijameo), los X-Men dejan descansar a Jean Gray. Y después de perder a la mujer que ama, Cíclope abandona a La Patrulla-X (icónica portada). Los X-Men: Bestia, Ángel, Cíclope, Profesor Xavier, Coloso, Banshee, Tormenta, Rondador Nocturno y Lobezno; junto con John y Elaine Grey, Lilandra y Moira están en el funeral de Jean. Y Cíclope hace un viaje al pasado…, recordando al primer equipo de los X-Men, el día en que Jean llegó a la Mansión X y su primera misión contra Magneto. Piensa en cuánto amaba a esa chica desde el principio, pero no podía hablar con ella debido a su poder y responsabilidad de liderar a La Patrulla-X. Su encuentro con Ka-Zar en la Tierra Salvaje, con el extraterrestre llamado Stranger, y con Juggernaut, a quien habían vencido con la ayuda de la Antorcha Humana. La llegada de Los Centinelas y el sacrificio final…

Pero Días del Futuro Pasado es un viaje a un futuro distópico, donde Los Centinelas acechan el planeta cual historia de Terminator. Y donde los X-Men son la única esperanza de la humanidad… ¡hasta que mueren! Treinta años después de lo contado anteriormente, USA está totalmente controlada por estos seres. Los pocos mutantes sobrevivientes son: Kitty Pryde, Tormenta, Coloso, Lobezno y Franklin Richards (hijo de Mr. Fantástico y la Mujer Invisible), ah, y Magneto. Y juntos planean cambiar la historia haciendo que Rachel Summers intercambie la psique de la Kate Pryde adulta con esa de su yo más joven. La idea está clara. Conjuntar un inmenso poder para aniquilar la dictadura a la que están sometidos. En este futuro, los X-Men escaparon del campo de concentración, sufrieron dos muertes y planean contraatacar. Un cómic para revivir el legendario viaje hasta el futuro distópico de 2013, donde Los Centinelas han conquistado la Tierra y todo se torna en desgracia. Una edición especial imprescindible, con una de las más inolvidables aventuras de los mutantes.

Días del Futuro Pasado fue una especie de milagro en la franquicia mutante. El último arco de una serie que tuvo muchos altibajos. Pero esta historia no solo continúa la trama de un film que salió hace diez años, sino que ofrece lo que podría ser la película de mutantes más satisfactoria en pantalla si alguna vez le dan la oportunidad a alguien con criterio para hacerlo bien. Tan solo si lo hicieran con decencia y sin altos miramientos como hicieron con la maravillosa X-Men: First Class (2011) o cualquiera de las pelis de Spiderman, pienso que quedaría algo muy digno de ver ahora que casi todo cómic tiene su reflejo en series de TV o cine. De hecho, si hicieran una miniserie de cuatro capítulos de esta aventura, sin duda, saldría muy beneficiosa la trama. Tenemos aquí, de todas formas, uno de los mejores arcos argumentales de los mutantes en la etapa Claremont/Byrne. Para muchos, los mejores autores que han tratado a los mutantes. Un relato que se divide entre presente (1980) y futuro (2013), y debo decir que me parece una maravilla como se hacen los saltos en el tiempo en este guion.

Historia del cómic. Digno de estudio.

Reseña: Bodycount, de Kevin Eastman y Simon Bisley

Si os enteráis que un cómic de hoy en día se inspira en los cómics que uno podía encontrar en la clásica revista Heavy Metal, y si le sumáis el estilo de las pelis de John Woo, creo que os va a entrar un poquito de hype por querer leer el cómic que se marcaron Kevin Eastman y Simon Bisley con Bodycount. Donde se unieron para presentar una versión mucho más oscura de Las Tortugas Ninja, mientras tejen una trepidante historia de acción exagerada con ultraviolencia de la buena. Y es que mientras Raphael y Casey Jones se ven envueltos en una trama complicada que conduce a un tiroteo salvaje… Donde incluso con lo exagerado y atrevido que es, honestamente, lo pasas tremendamente bien leyendo este tomito que recoge los cuatro números de esta miniserie que ahora publica en nuestro país ECC Ediciones.

Creo que los cómics de Eastman funcionan para mí (en su mayor parte) porque parece publicar todo lo que le divierte a él o le divertiría hacer a un guionista sin impedimentos editoriales. Y esta tontería, la libertad, hace que brilles en lo que haces, sobre todo, si normalmente trabajas para grandes empresas. La libertad. Se nota a leguas que Bodycount fue un cómic que tanto Eastman como Bisley claramente se divirtieron al hacerlo. Usando un montón de elementos de otros medios que amaban en ese momento, todos juntos en lo que es uno de los cómics de Las Tortugas Ninja más locos que se pueden encontrar. Si no el que más.

Raphael y Casey Jones ayudan a una mujer perseguida por asesinos. Kevin Eastman intenta y logra crear un largo tiroteo digno de película, insisto. Al nivel de Heat. Y es que si hay alguien capaz de meterse con facilidad en una pelea de bar, ese es Casey Jones. Y en su última bronca, ha conocido a una chica que huye de la mafia de Hong Kong, de su propio hermano y de un pasado complicado. Con ayuda del amigo Raphael, Casey está dispuesto a acompañar a su nueva amiga a Pittsburgh, donde espera salvarse por fin de sus perseguidores. Pero estos no les van a poner el camino fácil… Lo van a llenar de sangre.

Eastman se encarga de la historia y los diseños, mientras que Bisley se encarga de los lápices, las tintas y las portadas. Ellen Sullivan Farley, de los colores, mientras que el pilar de TMNT, Steve Lavigne, ayuda con los colores también cuando es necesario. Y, como siempre, hace las letras. Es decir, tremendo equipo para un cómic que a vista de cegato puede parecer indie pero cuando te pones, lo flipas.

¿La historia, un poco mareante? He visto pelis de supuesta acción, de directores reconocidos, que no le llegan a la suela del zapato a este cómic. Confusa y complicada,dicen, pero bueno ok, no es la trama el principal atractivo aquí. Sino el camino, como un muchísimas pelis de acción. El atractivo principal es el loco arte de Simon Bisley que ha sido trazado con diseños de Kevin Eastman, y que te lleva a recordar y amar las grandes aventuras que Bisley se marcó en Lobo.

¿Uno de los imprescindibles cómics de Las Tortugas Ninja? Obvio. Esto tenéis que leerlo sí o sí. De hecho, se lo recomendaría a cualquier fan de Las Tortugas Ninja así como a cualquier fan de un buen one-shot diferente y original. Sobre todo, para fans de las gamberradas dentro del noveno arte. Una historia divertida con un arte loco y momentos absurdos, como Raphael derribando matones a cascoporro con ametralladoras… Y cómic hasta ahora muy difícil de encontrar en nuestro idioma. Quizás te guste. Quizás te mole. Quizás te encante. Leído con soundtrack rockera esto es la leche.

Reseña: Huérfana y las Cinco Bestias, de James Stokoe

Uno de los mejores juegos de los últimos años es, sin duda, The Legend of Zelda: Breath of the Wild, de Nintendo de 2017 para Switch. La historia va de la princesa Zelda pidiéndole al aventurero Link que derrote al malvado Ganon con la ayuda de las Cuatro Bestias Divinas, todas las cuales, junto con la tierra de Hyrule, han sido corrompidas por la plaga de Ganon y Link debe curarlas a cada una de ellas para cumplir la misión de tal búsqueda. Estoy especulando, pero supongo que James Stokoe estaba entre los millones de gamers que jugaron y amaron Breath of the Wild. Y, inconscientemente o no, ha replicado a su modo una historia en formato cómic. Para los que conozcan el videojuego, esas serían las sensaciones al leer Huérfana y las cinco bestias, este tomito que publica este mes en nuestro país Planeta Cómic. Un tipo le encarga a la luchadora Huérfana Mo que derrote al malvado Hombre Lobo, así como a las Cinco Bestias, todas las cuales, junto con la tierra misma, han sido corrompidas por el poder demoníaco del Hombre Lobo.

Huérfana Mo debe derrotarlos.

Una Quest en toda regla. Un cómic que, por supuesto, cuenta con el asombroso arte de Stokoe; maravillosamente detallado, coloreado de una manera que complementa perfectamente el estilo dinámico, viñetas barrocas donde cada uno de los huecos se rellenan. Mola el estilo del diseño a lo manga El Puño de la Estrella del Norte o Kamui, de los primeros mangas que llegaron a nuestro país.

Huérfana Mo parte después de que su maestro muera. ¿El objetivo? Destruir a cinco de sus discípulos que amenazan al mundo con sus poderes demoníacos. Básicamente estamos ante una aventura que nos lleva a una serie de batallas contra jefes finales cual videojuego de plataformas que se precie. Pero de los que todos disfrutamos y mira que casi siempre son más de lo mismo. La receta fácil es la receta efectiva, ¿no? Cada Bestia tiene su estilo único, sus armas, sus detalles su historia detrás…, como en un videojuego de artes marciales de los que a tantos de nosotros nos han encantado en algún momento de nuestras vidas.

James Stokoe aporta su ultra-detallado dibujo fantástico de violencia desbocada en un relato de venganza clásico a lo John Wick. Eso cuenta la sinopsis y es eso, concretamente. Y yo que siempre he disfrutado el dibujo de Stokoe, aquí no decepciona. Es un artista talentoso para los cómics de acción. Y aunque es una pena que exista una enorme disparidad entre arte y guion (los malos son muy malos y los buenos son muy buenos), de todos modos, la historia se disfruta por ser palomitera al estilo John Wick o una peli de Statham. Simple pero acción a tope, lo que deriva en diversión.

El arte es magnífico, tanto la violencia gráfica como las expresiones faciales. Realmente, uno de los diseños más detallados que podrás ver en un cómic. Es impresionante. Por eso, feliz de que James Stokoe haya regresado por estos lares con una serie en curso.

Hoy sale.

Reseña: Tokyo Día a Día, de Taiyô Matsumoto

Me van también los mangas que brindan por las pequeñas/grandes cosas buenas de la vida. Y a poco que me entere de alguno que trate este tema, intento degustarlo. El más reciente manga del consagrado autor Taiyo Matsumoto, quien en 2020 ya ganó dos Premios Eisner por Los gatos del Louvre (también publicado por ECC), y obras Tekkon kinkreet o Ping Pong las cuales pusieron al público en pie dándole fama internacional con sus adaptaciones al cine. Y no se me olvida Sunny (https://www.cronicasliterarias.es/?p=12491) que la disfruté un montón. Así que tenía que leer el primer volumen de Tokio día a día sí o sí aprovechando que llega a librerías en nuestro país.

Tokyo Higoro (que se ha traducido libremente como Tokyo days o Tokyo día a día) es una nueva serie de manga del reconocido artista de cómics japonés Taiyo Matsumoto, el cual aquí te saca un personaje preocupado por su trabajo o mejor dicho por la vida laboral llevada. Pensar si hay cosas perturbadoras en la vida por las que merece la pena pasar para el poco tiempo que estamos aquí. ¿Vivimos para el manga? – se pregunta Shiozawa, un editor de manga que trabaja en la editorial Ote. Decidido a realizar su objetivo de crear el manga de sus sueños, Shiozawa deja su trabajo diario y busca un artista de manga de confianza para escribir lo que tiene en mente.

Lo cierto es que no soy muy de las piezas «meta autorreferenciales» como en las que en este caso tocan el tema de “mangas sobre mangas”. Pero me llamó la atención este título porque este tipo de obras que antes no eran frecuentes, cada vez lo son más dentro del mundo ilustrado nipón. Y también esta era la primera vez que Matsumoto tocaba este palo que en Japón se anunció como “pieza filosófica” del autor. Aunque lo que está claro es que estamos ante un título deslumbrante lleno de humanidad y melancolía donde la vida de Shiosawa nos va a parecer cada vez más interesante, sin ser realmente original lo que le ocurre.

Un personaje que con tan solo treinta años decide retirarse de la presión laboral para disfrutar de la vida, ponerse a lo que le gusta hacer sin presiones y dedicar mucho tiempo a su casa pero, sobre todo, a su canario. Veremos cómo será su nuevo día a día relacionándose con sus antiguos compañeros y autores de los que se encargaba, ahora que está libre de presiones laborales. Y el tema manga no lo olvida. Ahora así, de este modo, lo disfruta. Seguirá siendo una parte esencial de su vida porque es lo que ama desde que tiene uso de razón. Pero visto desde la orilla buena llena de flores. Sin fuegos. La parte no quemada del bosque.

Una oda a la jubilación que todos deseamos.

Reseña: Los Nuevos Vengadores. La Edad Heroica, Acuña, Immonen y Bendis

Mola ver en un cómic, franquicia o género que la cosa después tantos años, de pronto, cambia. Por eso mola encontrarse con una nueva serie de Los Nuevos Vengadores, descubrir su nuevo punto, y sobre todo, te peta la cabeza cuando descubres que Vengadores Oscuros se han unido a sus filas y qué un demonio interdimensional amenaza nuestra existencia. Los Nuevos Vengadores vuelven a nosotros de un modo fresco e interesante de la mano de Daniel Acuña, Stuart Immonen y, por supuesto, Brian Michael Bendis. Un primer arco de una serie regular que se ha llamado por estos lares La Edad Heroica.

Durante bastantes años, Brian Michael Bendis consiguió que Los Nuevos Vengadores fuera la serie de Marvel más seguida. Y eso no es moco de pavo. Por eso vais a agradecer, sobre todo, los que aún no os habéis puesto con estos cómics, la publicación del primer arco de esta serie dentro de la colección Must-Have. Por lo menos, económico sale ahora darles un tiento, por si existiera la ínfima posibilidad de que no os gustara. Pero ya os digo que vería muy raro que un lector de pijameo de toda la vida no se enganchara a la serie tras degustar el primer arco que brinda esta serie. Y es que cuando Tony Stark, también conocido como Iron Man, actuaba como un completo imbécil y se nombró rey de los superhéroes, Luke Cage y otros que habían sido parte de Los Nuevos Vengadores pasaron a la clandestinidad y contraatacaron. Ahora que la Civil War de Marvel y sus secuelas finalmente terminaron y la llamada Edad Heroica ha comenzado, Steve Rogers quiere que Luke continúe liderando un equipo de Vengadores…, y esto mola que te cagas. Pero de pronto, en la nueva sede, Dr. Strange y el nuevo Hechicero Supremo Dr. Voodoo aparecen poseídos por demonios. Y tras ello una entidad poderosa de otra dimensión queriendo hacerse con el Ojo de Agomotto. Para ello, dispuesto a destrozar nuestro universo para conseguirlo.

Me divertí especialmente con estos cómics porque aporta muchos de los superhéroes Marvel que me gustan: Luke Cage, Spiderman, Lobezno, La Cosa, Iron Fist, Miss Marvel y mi amada Pájaro Burlón. Todos juntos pero no revueltos, creando una dinámica de equipo interesante y jugando con la principal fortaleza del diálogo ingenioso de Brian Michael Bendis. Y simplemente, porque se muestra una alineación sólida de personajes geniales con un buen guionista y dibujante, que eso raras veces sale mal. Un nicho interesante que había que rellenar en el Universo Marvel.

Bendis también muestra su poder de narración en una trama de misterio de varios hilos y de formato largo que te mantendrá enganchado y querrás a volver a casa rápido a leer si no lo terminaste la primera vez de una atacada. La forma en que el tomo comienza con ¡Vengadores Desuníos! (¡Avengers Disassembly!) me hizo pensar: «Tío, me espera un regalo aquí».

Y lo tuve.

Reseña: The Nice House on the Lake, de James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno

Imagina a tu mejor amigo de la infancia. Un poco incómodo, un poco raro e intenso; querido por todos, pero sólo unos pocos pueden afirmar que realmente lo conocen bien. Un confidente; el padrino de su boda, un oído comprensivo y una mano amiga siempre ansiosa que nunca está a más de una llamada de distancia. Ahora, imagina que ese amigo fuera en realidad un macabro y trastornado alienígena disfrazado de ser humano que lleva dentro un intento de exterminar a toda la humanidad, y te ha elegido como uno de los pocos para sobrevivir. Para los protagonistas de The nice house on the lake, la serie de terror del siempre interesante guionista James Tynion IV y el ilustrador Álvaro Martínez Bueno para DC Comics, esta hipótesis se convierte en una realidad aterradora. Ganadora de los Premios Eisner a Mejor Serie Nueva en 2022, Mejor Guionista y Mejor Colorista en 2023 y nominada en las categorías de Mejor Serie Regular y Mejor Dibujante/Entintador…, que duda cabe que esta miniserie, y más aún en este tomo recopilatorio de doce números que trae ECC Ediciones, es como poco recomendable. Por su originalidad y horror descrito.

Una nueva manera de entender el cómic de terror moderno. De dejarse sorprender por la primera temporada de una serie en la que las grandes ansiedades del siglo XXI adquieren un nuevo y aterrador rostro… que bien podría ser el de la persona en la que más confías. Para resumirlo a través de una comparación, tenemos una mezcla de Reencuentro, de Lawrence Kasdan, con El cazador de sueños y algo de la genial It, de Stephen King. Incluso muy del estilo de la novela La cabaña del fin del mundo, de Paul Tremblay, de la que Shyamalan convirtiera en peli en Llaman a la puerta. Mirad, hasta el poderoso ambiente de Señales tiene. Un thriller de misterio apocalíptico donde el punto focal de estas influencias dispares es Walter, el antagonista de la serie, uno de los villanos de cómics más intrigantes que me he encontrado en mucho tiempo.

Walter deja la compra en una mesa y dice: “Me alegro de que hayas venido. Ahora… ¿quién quiere probar estos filetes a la parrilla? Sus gafas reflejan la luz de manera siniestra como un villano de anime o manga, pero todo comienza con la imagen de una mujer envolviéndose la cabeza con una venda, con el fondo ardiendo con un resplandor naranja y rojo y cuenta la historia de cómo conoció a Walter, el amigo de un amigo, quien la invitó a ella y a un pequeño grupo de conocidos cercanos a pasar unas vacaciones en una hermosa casa en un lago de Wisconsin. En verano de 2021. Lugar del horror donde como ya os he dicho antes, todo el mundo se da cuenta de la horrible verdad en la que Walter no es humano y el viaje se convierte en una culminación del horror para un ser que pretende erradicar la raza humana. Y muertos por doquier.

The nice house on the lake responde preguntas a través de flashbacks de sucesos trágicos en cada número. Cada uno narrado por un nuevo huésped de la casa mientras reflexiona sobre su propia relación con Walter antes del apocalipsis. Historias que pintan un retrato complicado de Walter, un ser de inmenso poder entrando en conflicto con su propio papel de malo-malón. Por lo que contar más es destripar una maravillosa serie de terror que todo lector de cómics debería disfrutar.

Trama poderosa como pocas.

Reseña: Nochebuena en un barco embrujado y otros relatos espectrales navideños, de VVAA

Siempre son buenas noticias que se publiquen en español obras de terror que jamás pensaste que llegarías a tener entre tus manos. Sobre todo, si son cuentos, novelas o grandes recopilaciones que vieron la luz en el mundo anglosajón, a lo que hay que sumar, como en este caso, que viene de la mano de un gran antologista y escritor como es Ramsey Campbell. Y suma bastante más que os hablo de una antología traducida a nuestro idioma en la genial colección de cuentos de fantasmas de Diábolo Ediciones, una edición que en los mercadillos de segunda mano anglos se paga a precio de oro; sobre todo, una edición que existe con grabados en tela negra, ediciones de poco más de doscientos ejemplares en todo el mundo firmadas por Campbell y el artista Ladislav Hanka… Todo esto suma sí o sí. Y permitidme decir que por esta vez, incluso queda más chulo el titulo en el idioma de Cervantes que en el de Shakespeare. Que raras veces pasa. Y aunque pueda parecer un poco tarde para esta reseña, porque la época ideal para su lectura acaba de pasar, puedo decir que he disfrutado en tiempo y forma de Nochebuena en un barco embrujado y otros relatos espectrales navideños, el décimo volumen de esta indispensable colección de relatos de terror que se está marcando Diábolo Ediciones. Que apoyada por grandes profesionales como Alberto Ávila Salazar y Fernando López Guisado aportan para la ocasión Introducción y reflexión bastante interesante sobre lo que para él representa las ghost stories. El cuento “principal” de esta antología habla de David, un niño que intenta superar las tensiones familiares durante una visita a sus abuelos durante las vacaciones de Navidad. La madre de David ha sido abandonada recientemente por su marido, y la abuela de David, que lucha contra la demencia, está obsesionada con un adorno de plástico de Papá Noel que se desprende del techo de su casa. La narración avanza lentamente hasta un clímax aterrador y ambiguo, de las tramas que te llevan a amar el cuento de terror en todas sus formas. De hecho, este relato (Los adornos), que cierra la antología y da nombre al volumen en inglés, fue seleccionado como la historia principal por el editor Stephen Jones para la genial The Mammoth Book of Best New Horror, de 2006.

Solo comentaré algunos relatos para no destripar (spoilear) demasiado pero ya os digo que no hubo ningún relato de esta antología que no disfrutara, cada uno con sus características. La sombra, de la siempre genial Edith Nesbitt, es, sin duda, un relato que impacta; una historia de fantasmas contada en un estilo inusual, una historia de fantasmas que en realidad no trata en absoluto de mitologías sobrenaturales, vistas espeluznantes o atmósfera gótica, sino más bien una historia profundamente preocupada por la condición humana. Una tinta líquida negra se hunde en las sombras y perturba a los propietarios de una propiedad. Relato lleno de una atmósfera oscura e invernal, disfruté mucho de este cuento que lleva a la época victoriana como pocos. La señorita Eastwich, el ama de llaves, contándole a «sus niñas» una historia de fantasmas mientras les ofrece un chocolate junto al fuego…

Me sorprendió encontrar a J.M. Barrie (Peter Pan), aportando un cuento de fantasmas, un relato muy sugerente y nada infantil. “Se dice que cada Nochebuena se repite la escena silenciosa y la tradición declara que ninguna persona vive tranquila mientras el espectro apunte con el dedo”. Un relato muy breve que da escalofríos y que deja con ganas de más.

Nuestra compatriota Emilia Pardo Bazán tiene su hueco en esta antología. Y no me extraña. Porque siempre fue una autora poderosa en creación de ambientes o historias costumbristas, y a donde lleva eso si no es la principal festividad cristiana. El ciego, es uno de sus cuentos más cortos e importantes donde se aprecia de lo que esta precursora autora de nuestro país fue capaz.

El último cuento que comentaré, pese a que la antología cuenta con veinticinco relatos más unos apéndices contenedores de artículos sobre las fiestas navideñas de grandes autores como Ambrose Bierce o el aristócrata George W. Erskine Russell, es la joyita del científico y novelista Charles Grant Blairfindie Allen (1848-1899) conocido como Grant Allen. Muy pulp es Mi nochevieja entre las momias. Y es que en la víspera de Año Nuevo, la noche antes de que el grupo de Eliot realizara una visita guiada y escalara la pirámide aún sellada, él se dispuso a caminar solo alrededor de la pirámide para aliviar su aburrimiento. Entonces, encuentra una entrada secreta… Lo que experimenta en lo profundo de la pirámide es algo que casi no se puede describir… Brillante, las sensaciones que aporta este relato.

Aunque se vendió en nuestro país como ¡El mejor libro para leer en fiestas navideñas!, pienso que es una antología que por extensión y poderoso ambiente creador se puede disfrutar en cualquier momento del año. Cualquier momento en que quieras leer terror del bueno. Pero que duda cabe que el aislamiento lector, el entorno rural, el frío y la búsqueda del calor en las fiestas de fin de año, suma bastante a la lectura de este volumen que no es otra cosa que una celebración para los amantes del terror. Pocos regalos para Navidad hay más perfectos. Y es que mientras retiraba con mi familia los adornos navideños en casa, no podía sacarme de la cabeza la visión interior del desenlace del relato de Campbell; espeluznante, con imágenes de antaño simplemente sugeridas, nunca demasiado obvias. Casi subliminal. Estremecimiento. Nunca volveré a mirar las luces navideñas de la misma forma.

Un ritmo cardíaco elevado seguido de un rápido subidón de endorfinas causado por la adrenalina es justo lo que nos calienta en una fría noche de invierno. Y correr. Hacer deporte siempre es bueno.

Reseña: Justice, de Alex Ross, Jim Krueger y Doug Braithwaite

Os aseguro que esta reseña puede ser a) Irrelevante para algunas personas, b) Un asentimiento con la cabeza para otros o c) un sentimiento interior de ¿por qué diablos no he leído aún esta obra ya solo sea por el dibujo de Alex Ross? Aunque puede existir una clase más especializada que diga: Nunca he entendido realmente porque la Liga de la Justicia no ha triunfado de esta manera si fue el primer grupo de superhéroes creado de la historia.

Tenemos por un lado a Batman, porque cada vez amo más a Batman, así que me imagino que si la gente puede amar a otros superhéroes de la misma manera que yo amo a Batman, entonces claro, tiene sentido que la gente sea gran fan de Superman volando por ahí teniendo aventuras o Wonder Woman y todo su chupi-guay de la muerte. Una potente heroína teniendo aventuras o un hombre que todo lo puede haciendo lo mismo. Personajes muy difíciles de llevar en cualquier caso para cualquier guionista que se precie. Y todos los demás en sus propios microuniversos, cada uno en su propia labor, ciudad, tono y su base de fans detrás. Todo esto tiene sentido porque después salen (o salieron) obras en conjunto que hacen que todos estos universos tengan sentido. Por eso, una buena obra de La Liga de la Justicia, y tremendamente bien dibujada como es Justice, no solo es necesaria, diría que es imprescindible para todo amante del pijameo que se precie.

Justice siempre me ha parecido una obra maravillosa sobre el súper grupo. Una disolución de lo bueno de cada personaje. Estamos tratando con héroes que son fáciles de unidimensionalizar en primer lugar, pero a los que luego pones a todos en la misma habitación y todos necesitan tener una línea de diálogo lógica y mínima, su papelito en el tema para que no desencajen. Y hacer de alguna manera hacer que ese diálogo refleje su carácter. Algo súper difícil para el guionista de franquicias. Pero en Justice se consigue porque Ross bebe de DC como pocos.

Un volumen que comienza con uno de los mejores primeros números de una serie de superhéroes que se pueden encontrar en mucho tiempo en DC. Todos los héroes intentando salvar gente pero todos fracasando estrepitosamente. El mundo en llamas, como si todo se fuera a pique, y ves a cada héroe importante haciendo lo mejor que puede y muriendo… El más triste es Flash, que cree que salvó a la gente, pero obviamente no, e incluso el ¡No entres al agua o morirás quemado!, de Aquaman después de ver a su gente fritos en el agua, impone bastante. Es horrible pero todo esto marca la pauta, y los dos grandes temas a discutir son, quién diablos está dando tanto poder a esos súper villanos, su tiempo para brillar mientras uno por uno eliminan a los superhéroes y/o secuestran y hacen daño a inocentes. La Liga de la Justicia ha dejado de existir. Todo en doce numeracos que trae este nuevo volumen dentro de la colección de Grandes Novelas Gráficas que se está marcando ECC Ediciones.

Ver a los héroes fracasar es a la vez triste e interesante. Pero atrapante, sin duda. Porque es algo que no estamos acostumbrados a ver. Los siguientes números ofrecen una buena historia y una perspectiva interesante de todo ello. Alex Ross, como he mencionado en más de una ocasión, es mi ilustrador favorito desde que lo descubrí en mi amada Astro City, de la que espero integrales como el comer. Pero aquí aporta más. Las escenas de destrucción son increíbles y realmente marcan la pauta. No solo son maravillas idealizadas los personajes. Los miembros de la Liga de la Justicia han tenido una pesadilla en la que son incapaces de evitar una catástrofe nuclear. En principio, no es más que un sueño, pero cuando entra en acción la Legión de la Condena para neutralizar a los héroes uno a uno y se hace realidad… el cómic o miniserie va como un tiro. El guionista y dibujante Alex Ross le da una vuelta a la realidad y acompañado de Jim Krueger y Doug Braithwaite nos cuenta una historia atemporal de La Liga de la Justicia que todo el mundo debería leer al menos una vez en la vida. Y aunque se siente muy similar a Kingdom Come (https://www.cronicasliterarias.es/?p=14741) o Injustice (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2720), esta es una mirada más oscura al mundo del pijameo. Una a la que vale la pena echarle un vistazo.

Reseña: 100 Balas. Libro 01 (Integral), de Azzarello y Risso

La serie que recomiendo hoy puede ser la única que conozco que le ha gustado a todo el mundo a la que se la conté en su día. Y la recomendaré siempre. Siempre que alguien me pregunte qué serie cerrada es para ti la mejor, de superhéroes o no, probablemente, hasta el resto de mis días, y con permiso de mi amada Astro City (que aún siguen saliendo historias), creo que siempre diré 100 Balas. Y como cuando el río suena, agua lleva, 100 Balas es claro ejemplo de ello. Una historia de la casi siempre magnífica y extinta Editorial Vertigo, que ahora ECC Ediciones recupera en unos magníficos integrales. Un formato genial, vistoso y económico en comparación, de una magnífica trama. Un compendio de historias que forman un todo. Este Libro 01 de cinco reedita por completo la maravillosa serie del guionista Brian Azzarello y el dibujante Eduardo Risso. En este inicio, lleva los números del #1 al #19, una historia breve relacionada que se publicó en Vertigo: Winter’s Edge #3, además de una de sección especial de bocetos del maestro Risso. Pero a ver, tened claro que 100 Balas no es un cómic cualquiera, es un cómic real, con sucesos totalmente creíbles de ahí su grandiosidad. Maneja constantemente la máxima de… si tuvieras la oportunidad de tomarte la justicia por tu mano contra alguien que te ha hecho daño (o a los tuyos) y pudieras salir indemne de ello, ¿lo harías? Los culpables de esta obraza son el norteamericano Brian Azzarello y el argentino Eduardo Risso a los lápices. 100 Balas está muy arriba en la pirámide de los mejores cómics de todos los tiempos. No lo digo yo, es ese agua que suena tanto en el río de las recomendaciones donde el crimen ha surgido con fuerza en libros y cómics en los últimos años porque.., es real. El mundo del crimen, los bajos fondos, la economía sumergida de un país se mueve así. Cada uno ajusta sus cuentas a su manera. Cada cual su pelea. Y hasta que no te toca de cerca…

Antes, por supuesto, estaban las historias de detectives y mafiosos en la década de los 50 y 60 del siglo pasado, pero parece que poco a poco volvemos a literatura…, real. La tan de moda novela negra, los thrillers conspiratorios, los argumentos donde ya no es el protagonista quién investiga sino el asesinato o el modo en que se efectuó lo que nos atrae. Novelas como las de Dennis Lehane o Jo Nesbø entre las más vendidas de un género que no para de crecer. Y es que el regreso de muchos lectores a querer leer a los grandes como James M. Cain, Dashiell Hammett, Jim Thompson, James Ellroy, Elmore Leonard o incluso Patricia Highsmith; marcan que un cómic como 100 Balas sea indispensable. Además, de otros como Criminal o Sleeper, de Ed Brubaker, historias que lo petan en ventas, y que el mundo del cine anda fijándose en ellos. No pasan de moda porque desgraciadamente el crimen nunca pasa de moda.

Y atrae.

100 Balas plantea la premisa de qué pasaría si un agente, cuya vida ha sido arruinada, recibe cien balas irrastreables para que se asesine a quien se quiera. Estas armas son entregadas por el misterioso Agente Graves, líder de una organización conocida como Los Milicianos, una fuerza parapolicial instaurada por la organización clandestina conocida como The Trust. Una serie de miembros que vamos conociendo poco a poco con el paso de las historias, aunque cada argumento se centra en casos particulares de gente medio arruinada por algo que hicieron (o no), o hicieron a medias pero pagaron el pato por completo. La verdadera savia de esta obra: casos que podrían ser perfectamente reales. El Agente Graves se aparece como el que no quiere la cosa en la vida de un hombre marcado por siempre por tener imágenes pornográficas de niños en su ordenador, una mujer cuyo esposo e hijo fueron asesinados, un hombre que ya no es bien considerado en lo que hace por culpa de cierta ««amistad eterna» de un amigo de la infancia… Y más. Graves sabe todo sobre ellos, hasta el más mínimo detalle, lo que hicieron, lo que les sucedió, y luego, los mejores consejos a dar para que el insensato claudique. Un arma y cien cartuchos. Matar a placer. Sin rastro. La venganza por encima de todo. Librarse del rencor eterno. La policía al servicio de Graves, las instrucciones para que esos demonios caigan de inmediato; en una frase. La persona que use este maletín estará, efectivamente, por encima de la ley. Sin daños a terceros. Ni a primeros. Por que como bien se dice ahora, la mejor venganza es vengarse.

100 Balas es un cómic de personajes. De historias independientes. ¿Un misterioso hombre que entrega un maletín con cien balas irrastreables? Mr. Sheperd, ¿un Señor de la Guerra, un hombre que se encargó de llevar a cabo el cometido del Trust? Megan Dietrich, ¿una «femme fatale», mujer muy joven, cabeza de la familia Dietrich de la organización clandestina? Los Minutemen, ¿siete asesinos muy habilidosos? El Perro, El Lobo, La Lluvia, El Bastardo, El Santo, el Monstruo, El Puntero… Brian Azzarello es reconocido por el uso de un amplio manejo de las voces de sus personajes. La jerga a la orden del día. Gran cantidad de metáforas, una serie oscura, violenta, acorde a las historias al cien por cien. Y, ¿por qué ofrece esto? Porque es la misma realidad, lo que vemos hoy en día, lo que gusta al ser humano. Tramas que podrían ocurrir fehacientemente, y quién sabe si ocurrirán o no han ocurrido ya. Este es el fuerte de 100 Balas. Una serie ganadora de los Premios Eisner y Harvey. De diez.