Reseña: Torpedo 1972. ¡Con lo que eso duele!, de Sánchez Abulí y Eduardo Risso

Cuando cómics de grandes autores se publican, mi curiosidad se despierta de inmediato. Y si guionista e ilustrador son maestro de maestros…, imaginaos. Benditos los astros de saber además, que ECC Ediciones se hizo con los derechos de la obra Enrique Sánchez Abulí y que eso implica que vendrán bastantes cositas interesantes, en especial, del siempre genial Torpedo. Así que bueno, era, digamos, muy normal, que la vuelta de Torpedo 1972 despertara mi interés para reseñar la obra aquí en Desde New York – Crónicas Literarias. Mi debilidad hizo el resto, llevándome a una obra, a un personaje que siempre lo llevaré en mi corazón como uno de los mejores detective-cazarrecopensas del mundo del cómic.

Si en el anterior álbum la introducción nos permitía conocer a Lucas Torelli (alias Torpedo) y entender lo que era y en lo que se había convertido con el paso de los años…, en ¡Con lo que eso duele!, Luca Torelli recibe un encargo de su vieja amiga Lou. El difícil trabajo que es liquidar al policía Joe Carter, quien está poniendo en peligro el local que regenta. Y donde Torpedo obviamente acepta tan suculenta oferta aunque junto a Rascal van a tener que mandar a los pinos a un colega que para nada estará de acuerdo con la solución.

Un álbum que da continuidad a la nueva etapa del mítico personaje creado por Enrique Sánchez Abulí, quien para la ocasión repite colaboración con el dibujante Eduardo Risso, como bien indica la sinopsis editorial. ¿Mi opinión? Esta historia no es para todo el mundo. Y no lo digo por la violencia, el lenguaje florido y el sexo que estalla en cada página como fue siempre síntoma de una buena historia de Torpedo. Lo digo porque estamos ante una continuación o retrotraída al presente del personaje y quizás no todo el mundo conoce a Torpedo como pudiera conocer a Spiderman. No es tan conocido, hablando en plata. Aunque da pena que no. Además de que este no es el mejor álbum para iniciarse con el personaje.

Torpedo aquí se presenta como una ex-gloria del crimen organizado que entre muchas batallas y luchas barriobajeras llegó a tener fortuna y tuvo mujeres exuberantes en su cama y dinero como un rey, pero en los años dorados. Todo esto se pudo disfrutar en su serie inicial la cual esperamos que ECC Ediciones publique en un sendo integral en no mucho tiempo (seguro que sí). Pero ahora, en 1972, lo único que le queda es su pasado, su reputación, su experiencia, su carácter de mierda, su fiel segundo, Rascal, y su pelo blanco el que queda con suerte allá donde aún hay pelo. Y con una salud deteriorada, probable consecuencia de la vida de pendejo que llevó y los tiros y las palizas que no consiguieron llevárselo para los pinos; ahora resulta que todavía puede resolver dilemas o, al menos, debe intentarlo porque necesita pasta gansa. Es un tipo cuyo fuerte no es haber cotizado a la Seguridad Social…

Torpedo 1972: ¡Con lo que eso duele!, es otro thriller oscuro y violento con varios pasajes divertidos donde Sánchez Abulí demuestra que no perdió el don. Y es cierto que el dibujo de Risso me encanta y me lleva a pensar en lo bien que me lo pasé con sus 100 Balas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1062), mundo en el que por cierto Torpedo hubiera tenido cabida sin problemas. Lo que importa es que el deseo de que esta lectura fuera magnífica se cumplió.

Reseña: Juez Dredd Vol. 1 (1981-1985)

En un mundo de constantes publicaciones de cómic pero, sobre todo, de grandes rescates de obritas de antaño y vueltas a la palestra de títulos en formato íntegro que nunca nos debieron faltar…, cómo demonios no iba a ser una buenísima noticia que la franquicia Juez Dredd la cogiera por fin una editorial en condiciones como es Dolmen Editorial. Además, metido ya el primer volumen dentro de estos formatos por años tan recomendables en tapa dura, por orden cronológico de publicación real y además, con bastantes partes inéditas en nuestro país.

La joya del mes de febrero para mí… y quizás de aquí en adelante se va a notar mucho-demasiado que Juez Dredd es uno de mis personajes favoritos del mundo del cómic; decía antes lo de inédito y original para con esta edición que os reseño hoy porque realmente Juez Dredd fue una una serie de historietas británica creada por el guionista John Wagner y nuestro autor patrio y dibujante Carlos Ezquerra para el número #2 de la revista de historietas 2000 AD en el bendito año de 1977. Pero como se fue poniendo de moda por entonces lo de las  tiras de prensa, también se sumó Juez Dredd a la idea de su publicación en este formato. Y fue cuatro años después de su creación e irrupción en el cómic que el avance de sus imparables historias vieron la luz en el diario Daily Star, obviamente, convirtiéndose en éxito inmediato. Porque si un poder tiene este personaje es que a poco te guste el tema y estés más a favor de lo autoritario y el totalitarismo cuando la gente se pasa las leyes por el forro… O al menos, más cerquita que de los rebeldes estos que se las suda todo. Si estás en este lado de la acero, el personaje te va a encantar.

Tiras de prensa inéditas en español tras sus cuarenta años de existencia. Sacadas, sobre todo, de la grandiosa Judge Dredd: The Mega Collection que fue una colección parcial quincenal de libros en tapa dura que publicó Hachette Partworks. Una serie de tomos que contenía noventa volúmenes y comprendía todos y cada uno de los arcos más potentes que se pudieron disfrutar en la vieja 2000 AD, así como material adicional con arte inédito. Bien, pues muchas de esas historias y tiras se pueden disfrutar en este Juez Dredd Vol. 1 1981-1985. Un volumen que, además de ser una colección genial para empezar con el personaje por primera vez, obvio es decir que el completista y amante de Dredd lo querrá sí o sí por lo inédito en nuestro idioma. Apuesto que serán tomos que volarán en librerías.

Su protagonista es el Juez Joseph Dredd, un agente de la ley estadounidense en un futuro distópico donde los jueces como él reúnen en sí los poderes de policía, juez, jurado y verdugo. Dredd y sus compañeros están facultados para detener, condenar e incluso ejecutar a los criminales en el acto. Un cómic que en su día disfrutamos mucho como buena Ciencia Ficción, pero que a día de hoy no nos parece tan descabellado un cuerpo así para que ciertos parámetros de la sociedad funcionaran. Es entonces que tenemos a un juez, jurado y verdugo que reparte ostias como panes. ¿Y qué puede molar más? Transita las calles de la futurista Mega-City Uno donde en toda ella tiene jurisdicción. Su palabra es ley y la ejecuta con puño de hierro. Aunque hay muchos como él, cada uno de su padre y de su madre (y nombre), Dredd tiene autoridad dentro de la autoridad y de todos es conocida sus implacables ejecuciones. Dredd no tiene piedad y ningún delincuente escapará a su control, ya sean criminales en mallas, científicos locos, golfos, invasores alienígenas, robots fuera de control o compañeros renegados. No saben lo que les espera…, como bien dice la sinopsis editorial.

Joyita. Mis aplausos para Dolmen Editorial.

Reseña: El Club de los Portaféretros, de Paul Tremblay

Para ciertos críticos, a Paul Tremblay le costó un tiempo encontrar su tempo. Dar un giro al género y encontrar su espacio, su estilo, dentro de un género difícil siempre como es la literatura de Terror. Y lo dicen porque después de unos primeros trabajos e intentos de meter cabeza en la inmensa “empresa” de la ciencia ficción estadounidense con algunas historias satíricas o distópicas (incluyendo Swallowing a Donkey’s Eye), Tremblay decidió pasarse a este nuestro amado terror y allí fue donde en 2015 dio el pelotazo con Una cabeza llena de fantasmas. Desde entonces, yo al menos puedo decir que cada una de sus novelas me están pareciendo de notable alto, que desde entonces ha ganado el estatus de best-seller, los respectivos elogios de Stephen King, entre otros autores, y ya que menciono al maestro, casi que espero con el mismo ansia cada nueva novela suya que cruza el charco. Porque por aquí tenemos la suerte de que Nocturna Ediciones las publica en español. Esta maravillosa editorial en la que ya podéis encontrar sus geniales La cabaña en el fin del mundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6424), Desaparición en la Roca del Diablo, así como la mencionada Una cabeza llena de fantasmas (https://www.nocturnaediciones.com/libro/118/cabeza_llena_fantasmas), Premio Bram Stoker, que lleva nada más y nada menos que tres ediciones ya. Ah, y que no se me olvide deciros friends que La cabaña del fin del mundo es esa historia que ha sido llevada al cine por el gran M. Night Shyamalan y que ahorita está en cartelera en nuestro país con el nombre de Llaman a la puerta.

A lo que vamos es que su última novela, El Club de los Portaféretros ya está aquí. Una historia que continua con la vena macabra encontrada por el autor aunque esta vez agrega la dimensión de un tema cuasi-autobiográfico, como dice Tremblay en su epílogo, con respecto a la protagonista Art Barbara: “Para ser claros, Art Barbara es y no soy yo. ¡Bueno, está bien, él es principalmente yo! El Club de los Portaféretros está ambientada en Massachusetts y Providence, tierras propias de la vida del autor. ¿Y quién es Art Barbara y cuál es su historia? Antes de desvelar eso, conviene hablar de la presentación del libro. Se nos hace creer que esta no es la composición de Tremblay, sino el manuscrito encontrado de las memorias de Art. Una presunción bastante familiar en el género de terror clásico pero que suele funcionar para complicar las capas de la narrativa. Pero descubrimos que el manuscrito ha sido anotado por una mujer llamada Mercy Brown la cual intercala páginas enteras de comentarios en puntos cruciales (a mano y/o en los márgenes del libro), dirigiendo a su persona lo que realmente piensa.

Nos encontramos por primera vez con Art como un saco triste de la escuela secundaria en 1988. Un nerd, un friki, el rarito de la escuela, ya sabéis… Pero en este caso, su vida es lúgubre y no tiene hobbys (todo lo contrario a un friki de verdad). Pero Art es bastante inteligente y hábil con las palabras (sus memorias están repletas de metáforas sorprendentes y narraciones hábiles), de hecho, tiene la intención de acumular material suficiente en trabajos para sus solicitudes universitarias. Así que en una de ellas decide comenzar El Club de los Portaféretros. ¿Cómo? Básicamente, imagina un escuadrón de estudiantes en prácticas que actúan como docentes durante los funerales solitarios de los no deseados. En el libro, las escenas en la funeraria en las que participan estos estudiantes ofrecen bastante humor negro y comentarios sarcásticos. Unas partes del libro que se disfrutan bastante. Porque es en este lugar espeluznantemente emocional donde Art se encuentra con su némesis/compañera/sombra oscura de toda la vida, la encomiable Mercy Brown…

Mercy comparte nombre con una residente de Rhode Island de la vida real, cuyo cuerpo fue exhumado en 1892 por los aldeanos que creían que era un vampiro. Este conocimiento pone en alerta a Art. ¿Debe él, y nosotros, creer que la Mercy de 1988 es esa misma criatura? Una chica con una chaqueta militar llena de botones de la cultura pop, ¿quién convierte el arte en música punk? Muy improbable, ¿no?

La descripción de Tremblay tanto de la vida de un adolescente de Nueva Inglaterra en la década de los 80 como de la escena de los clubes de rock en loa 90 y principios del siglo XXI son vívidas y precisas. Describe a Providence especialmente bien (con algunos guiños a nuestro hijo-maestro-nativo, el gran H.P. Lovecraft). Tenemos así casi que dos novelas de terror que dan sentido a una realidad distópica. Los narradores duales y en duelo otorgan a los eventos del libro un alto nivel de indeterminación que provoca una lectura tan misteriosa como entretenida. Aquellos que disfrutan del terror silencioso, al estilo de Anne Rice, en este libro encontraran una joya.

Reseña: Weird Science Vol.3, de VVAA

Cuando ya se ha anunciado el cuarto y último tomo de la colección, os traigo por aquí el que acabo de disfrutar y gozar…

Para los que nada sepan de esta maravillosa colección que ha retro-traído Diábolo Ediciones a través del espacio-tiempo, recuperando la clásica revista de relatos de Ciencia Ficción ilustrada, la joyita que creara la EC Comics en los años 50 y que tan grandes ideas aportaran al género. Para ellos y solo para ellos contaré que Weird Science fue uno de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Y quiero dejar muy claro ya, que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; es porque Weird Science, aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror. Y eso nos mola a los que amamos ambos géneros, los dos más potentes de los tres que conforman el fantástico literario. Siempre pongo el mismo ejemplo… pero es que me encanta. ¿Qué amante de ambos géneros no disfruta a tope del film Alien, de Ridley Scott? A mí me gusta decir que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Un sandwich-mixto calentito como es Weird Science. Que siempre apetece. Y al ser relatos cortos, siempre tienes un momento para leerte y disfrutar de un par de ellos. Aunque corres el peligro de querer más. Y no tener más.

Por eso lo importante de saber que gracias a nuevas impresiones que está haciendo la editorial (porque cada tirada nueva, vuela) podréis encontrar más relatos chulos contenidos en el primer volumen (https://www.cronicasliterarias.es/?p=7190) y en el segundo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=9995) de tan mítica colección que por primera vez la tenemos en nuestro país en un volumen en tapa dura, a color, una edición portentosa como se merece.

Tenemos aquí el penúltimo volumen de la colección y ya está anunciado el cuarto y último. Pero vendrán más cositas. Y tal como dice la sinopsis editorial, es este tomo se recogen historias míticas como ¡Los marcianos!, Él caminó entre nosotros, Un error de cálculo, ¡Semilla del espacio! O ¡Desmontado! Johnny Craig, Al Feldstein, Wally Wood, Harvey Kurtzman, Graham Ingels, Al Williamson, Reed Crandall, Bernard Krigstein y un largo etcétera de autores míticos dándolo todo en su época más gloriosa. Un tomo que recoge los números del #13 al #18 de la mítica revista estadounidense, números publicados originalmente entre mayo de 1952 y abril de 1953. Una serie de historias donde Wood hace bastantes alegorías bíblicas e historias concretas con ancianos repelentes, venidos a menos, pero con ideas muy claras de “cambiar el mundo”. Me contaron que algunas de las historias incluidas en este volumen tiraron por tierra algunas muy parecidas y publicadas en su hermana Weird Fantasy y que el peor trabajo de Al Williamson está aquí (que sigue siendo mejor que la mayoría de los demás). Pero ya os digo yo que la lectura y posesión de una historia tan poderosa como Space Borne, ya casi vale la pena el precio de este tomo. Y…, ¿qué demonios de colección no va a merecer la pena si estamos hablando de que muchas de las historias adaptan algunos de los mejores relatos de los maestros-escritores de SiFi?

La increíble escritura y el arte hacen de esta una joya.

Decir recomendadísimo, es redundar. Pero no se puede decir de otra forma.

Reseña: Strange Adventures, de Tom King y Mitch Gerads

Tom King y Mitch Gerads, el genial tándem que nos trajera la sublime serie de Mister Miracle (https://www.cronicasliterarias.es/?p=326) están de vuelta con un personaje más en su agenda. Strange Adventures es la última epopeya de cómics de DC, un volumen que publica ECC Ediciones en nuestro país y que en este caso se publica en un maravilloso volumen que comprende los doce numeritos de esta emocionante e impactante trama que nos lleva a ver hasta donde es capaz de llegar el denominado Adam Strange. ¿Y quién se encarga de imaginar estas “extrañas aventuras”? King y Gerads son un equipo bien engrasado; King tiene un largo pedigrí de estudios de personajes de superhéroes de gran éxito, y en las dos grandes casas del cómic de pijameo. Y ambos dos, se han asociado en numerosas ocasiones antes, con Gerads prestando sus colores inventivos, visuales y realistas a los números que King hizo con Batman, por ejemplo. O en la gloriosa Sheriff of Babylon. Pero para Strange Adventures, el dúo se convierte en trío con la ayuda de Evan “Doc” Shaner. Shaner es conocido por implementar su estilo retro en proyectos de estilo retro, valga la redundancia, series como Convergence: Shazam, The Terrifics y Future Quest… y ahora en Strange Adventures dibuja la parte del cómic que tiene lugar en el pasado, mientras que Gerads dibuja las viñetas que nos trasladan al presente. Una idea de proyecto maravillosa. Porque la historia de Adam Strange como suponéis ya se divide en dos espacios temporales distintos.

¿Qué quién es Adam Strange? Fue un personaje creado en 1958 por Julius Schwartz y Murphy Anderson, que lucía un jet pack, una pistola de rayos y un casco con aletas dorsales que todavía usa a día de hoy. Adam Strange es uno de los personajes retro más claros por apariencia y empleo que hace referencia-homenaje a los iconos clásicos de la ciencia ficción al estilo de John Carter o Flash Gordon. De hecho, se tiene la sensación cuando se lee que es una perfecta mezcla de estos dos. Y ya cuando poco después te encuentras con que Adam Strange y Alanna consultan con el Gran Consejo de Rann sobre qué hacer con algunos hombres-pájaro que han aprendido el poder del control mental… Pues que más decir. Pero aquí Adam divide su vida entre la Tierra y el planeta Rann, viajando entre los dos mediante el uso de la teletransportación. Zeta-Beam es una forma de viaje bastante peculiar que aparece periódicamente en un punto aleatorio de la Tierra y en un instante concreto. Y claro, Adam ha aprendido la ciencia de predecir donde caerá el Zeta-Beams. Pero Adam siempre se apresura a regresar a Rann tan pronto como puede: es el superhéroe amado de ese planeta y también ha encontrado un profundo romance allí. Una bella señorita ranniana que le tiene loco. Alanna se llama.

¿Extrañas Aventuras? Un título que al igual que el personaje es un claro homenaje a las revistas de la época donde se podía encontrar este tipo de héroes. DC Comics con ello, se remonta a los días en que los estantes de cómics podían albergar una gran cantidad de títulos de ciencia ficción y de revistas que no eran otra cosa que antologías de relatos.

Aquí, Adam y su esposa Alanna se han retirado a la Tierra para disfrutar de su fama y paz. no obstante, vamos a ver como el personaje tendrá que ayudar a Rann en una guerra interplanetaria y como el pasado de Adam regresa para atormentarlo. En especial, con otro oscuro superhéroe de DC que viene a limpiar su nombre. Mister Terrific, el tercer hombre más inteligente del mundo. Y curioso es verlo en la tesitura de salvar a Adam Strange o salvar el mundo. ¿Lo bueno? No necesitas saber nada, ni haber leído antes otro tipo de historias para disfrutar de esta serie. La fama, el trauma, la familia y las grandes aventuras en un entorno irónicamente mundano donde Tom King demuestra su don para con héroes clásicos.

Reseña: Chaplin en América, de Laurent Seksik y David François

Si todo el mundo conoce al icono del cine mudo que es Charlot, pocos conocen realmente al personaje que lo encarnó, el señor Charlie Chaplin. Un hombre nacido de padres pobres con un destino que pintaba a maltrecho por lo que surcaba alrededor. Aunque precarios, padres honrados y divertidos, ambos artistas del music hall, tuvieron como hijo a un pequeño y futuro actor que ya había comenzado a actuar en escenario desde temprana edad. Si bien su carrera tardó en despegar en la vieja Inglaterra victoriana, cuando decidió tomar rumbo a USA, la tierra de las oportunidades, fue con una obsesión temprana de hacerse rico y famoso. Y en Hollywood encontró su hueco de oportunidad. En vías de convertirse en el centro esencial de la industria cinematográfica, los cuales, detectaron rápidamente su excepcional sentido del burlesque, su carrera a partir de ahí se impulsó a las alturas y hasta cotas entonces inigualables. ¿La otra cara de la moneda? La polémica de que Chaplin escapó de su país y una prensa británica que le reprochaba haber cruzado el Atlántico para escapar de la movilización de jóvenes a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Fue a David François a quien se le encomendó la misión de devolver a la vida a Sir Charles Spencer Chaplin en el dibujo de Chaplin en América. Y ya desde la portada se puede ver que tiene un don para dar una luz especial al personaje para lo que se supone un álbum-bibliografía. Un ilustrador portador de un buen toque Belle Époque. Su trazo, todo en ondulaciones caprichosas y dinámicas, tiene una cualidad ligeramente anticuada que se adapta perfectamente a la historia que se nos cuenta y se ve realzada por un cuidadoso colorido. En un diseño bastante creativo, David François muestra escenas oscuras y silenciosas, a menudo burlescas, con un bonito guiño al «Dictador», donde vemos a Charlot, creyendo en un futuro lleno de promesas. Y sin dejar de respetar la cronología, el guion de Laurent Seksik, coautor con Guillaume Sorel de una excelente biografía sobre Stefan Zweig (Los últimos días de Stefan Zweig), da un lugar privilegiado a las anécdotas en este Chaplin en América.

Un guion entremezclado con las silenciosas divagaciones ilustradas de François, la narración lucha sin embargo por ofrecernos momentos realmente fuertes y llamativos de la vida del inglés y su bombín. Donde la representación a toda página de las vistas urbanas es espléndida, especialmente la fantasiosa llegada de Chaplin a Nueva York, que permite medir todo el talento del autor. Sin embargo, lo que funciona menos es la forma en que se presenta la estrella. El lector puede sorprenderse o incluso desconcertarse al verlo bajo la apariencia de un joven esbelto de cara afilada, con pequeños ojos de zorro, no particularmente agradable como seductor e incluso arrogante. Una discrepancia que quizás no sea tanto si piensas que el payaso sólo tiene que ser payaso cuando actúa.

Aunque eso sea totalmente lo contrario a lo que tenemos en mente si pensamos en el simpático hombre de mirada cómica que bloquea cualquier intento de mal rollo, como era Charlot.

Un primer volumen de un tríptico que estoy deseando conocer al completo.

Reseña: Trazo de Tiza, de Miguelanxo Prado

Premio Alph Art al Mejor Álbum Extranjero en la Angoulême de 1994. Premio a la Mejor Obra en el Salón del Cómic de Barcelona (1994). Nominación a los Premios Eisner en la categoría de Mejor Pintor (1995). E incluso a los Premios Harvey estuvo nominada como Mejor Obra Extranjera en 1995. En definitiva, Trazo de tiza no es otra cosa que la obra más premiada del maestro Miguelanxo Prado. Y ahora vuelve a estar disponible en librerías con material adicional inédito, la oportunidad ideal para ponerse con ella o volver para quien guste de grandes obras del cómic europeo como Prado ha creado en esta ocasión. Considerada ya uno de los grandes clásicos del cómic español.

Una historia a puerta cerrada en una isla. Un faro en mitad del océano. Ambiente cargado aunque ventoso. Personajes con problemas y trama polifacética, tenemos una importante y rara belleza que evoca a la mejor pintura impresionista de la que Prado debe ser súper fan. Colores extravagantes, tonos pastel, dulces que te llevan, te ambientan al lugar que se propone en la viñeta. Difícil resumir en pocas palabras todo el interés que siempre ha sembrado en mí esta pequeña (gran) obra maestra. El posadero, el muro del muelle, las extrañas relaciones entre los personajes, tantos detalles cruciales para entender qué pasó o qué pudo haber pasado… Una cosa es segura, cuando acabes de leerlo querrás re-leer este cómic otra vez. Apuesto a que lo harás. Y una segunda lectura os llevará a verificar, a cotejar la buena interpretación de los hechos algo “lynchianos” de la obra. A mí desde luego me recuerda a las buenas pelis de David en cuanto a guion.

Después de capear una tormenta durante dos días, Raúl aterriza en un islote que ningún mapa indica. Una pared cubierta de grafitis, un faro en desuso, una posada-cantina-bar de comidas regentada por una mujer y su extraño hijo, rocas, gaviotas y supersticiones, de eso trata Trazo de tiza. Otro barco está en el muelle. A bordo, Ana, una mujer bella y salvaje. Entre Raúl y Ana se anuda una divertida historia hecha de silencios, desencuentros y citas perdidas. Cuento más para decir que la historia es enrevesada al final y da lugar a finales abiertos. Los amantes de esto lo fliparán. Quizás lo de “enrevesado” pueda provenir por la cantidad de detalles que se agolpan y de los que te das cuenta con segundas lecturas, como decía antes. Es cierto que me gusta lo fantástico siempre que haya una dosis de racionalidad para entender los hechos que se suceden. No me gustan los ejercicios de estilo pseudo-intelectual y eah…, está dicho. El guion contiene escenas que me gustaron, pero no me gustó el hecho de que los elementos un poco extraños de la historia no se explicaran lo suficiente. No estoy pidiendo grandes explicaciones como si un personaje lo revelara todo pero las pistas deben ser certeras si salen a la palestra. De ahí mi comparación un poco al universo de David Lynch. Es un cómic muy interpretativo. Sin embargo, esta singularidad merece ser subrayada y no pasaba en El Pacto del Letargo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2034) que tanto disfruté.

El estilo gráfico es magnífico y poético contribuyendo al encanto de esta genial reedición que se ha marcado Norma Editorial. El dibujo está bastante bien en cuanto al decorado. Esta historia, aunque lenta y casi sin acción, me atrapó de principio a fin. Obviamente, es el final el que le da toda la dimensión a esta historia atemporal. Pero al igual que le pasara a los personajes de Mary Poppins, la sensación es esa, la de estar metido en cuadro.

Una joyita.

Reseña: Mátalos a Todos, de Antoine Maillard

Mátalos a todos es otro de los álbumes premiados en el Festival de Angoulême que creó polémica y debate entre el fan lector. Y no entiendo por qué. Especialmente porque este álbum recibió el Premio a Mejor Thriller de 2021 y aunque sí que es cierto que en esta trama nos enfocamos principalmente en la vida de ciertos adolescentes y el asesino está en segundo plano, para mí si que entra en esa categoría aunque no contemple todos los requisitos de lo que se considera un potente guion donde se brinda por el suspense de los grandes géneros cinematográficos o literarios denominados thrillers.

Pero nadie puede negar que Mátalos a todos mezcla bastante bien el tema thriller en la narrativa de una novela gráfica corta. Un asesino en serie enfurecido y unos adolescentes estadounidenses en peligro, siempre por delante, a escasos pasos, al estilo de una buena «final girl». Y a mí me gustó que las motivaciones del asesino no estuvieran claras. Lo hace más real. Un pirado no siempre tiene un motivo o plan maquiavélico tramado con minuciosas gestiones previas a la hora de matar. Y en cuanto a los adolescentes, se ve claramente la influencia de las primeras tramas del maestro King donde los niños suelen ser autosuficientes a la hora de un enfrentamiento duro que les puede llevar a morir.

En un pequeño pueblo de Estados Unidos, un asesino en serie empieza a matar con un bate de béisbol como arma preferida. Una sucesión de asesinatos que comienzan una tarde en la que después de una fiesta de estudiantes borrachos, dos jóvenes ven a un hombre con gorra en el campo de deportes de la universidad…, con la mirada perdida y que no responde a gesto amistoso. Poco después comete su primer crimen. Ante la noticia, rápidamente este pequeño pueblo costero se sumerge en el horror y la angustia. ¿De dónde viene ese individuo? ¿Por qué no habla? ¿Quién será la próxima víctima? Puede que tanto «haterismo» con la obra al otro lado de los Pirineos provenga de la juventud del autor Antoine Maillard. Cierto es que Mátalos a todos fue su primera publicación dentro del noveno arte y que quizás que fuera publicada en la bien considerada Ediciones Cornélius, lo que la empujaba un poco más al éxito. Pero si sabes que hay un trabajo grande detrás, quizás se valore más. El trabajo en este álbum comenzó en 2012 con la idea principal de crear una historia en los códigos de slasher-movie; ese subgénero cinematográfico de Terror, con el que se relaciona la historia, y que tuviera un boom con la célebre Halloween, de John Carpenter, la saga Scream de Wes Craven o la potente La Matanza de Texas, de Tobe Hopper. La trama básica de Mátalos a todos es igual de lineal en ese sentido. Trata de seguir las aventuras de una pandilla de adolescentes que serán asesinados uno tras otro por un asesino, cada uno preguntándose cuándo llegará su turno. Esto no es spoiler porque el que sepa lo que es un slasher sabrá que esto es así, sí o sí. No obstante, el señor Maillard ofrece un punto diferente incluyendo en la trama a un tal Daniel, un personaje discreto, pero con cada vez más trastornos psíquicos e impulsos morbosos que… ya me callo. Diría que la máxima aquí es pensar qué es peor, el asesino que se pone en el punto de mira en las noticias y siembra el pánico o el que se esconde en las sombras.

También dibujante, Antoine Maillard ofrece ilustraciones realistas a lápiz, utilizando llamativos tonos de gris. Las expresiones faciales están perfectamente ejecutadas para ilustrar la angustia y el pánico cuando aparece el bateador loco. Queda una ligera pega cuando la mirada cae sobre la magnífica portada con tonos pastel. Y si esta historia se hubiera hecho en color, ¿sería mejor la inmersión para el lector? Diría que no. Pero es legítimo hacerse la pregunta tras el éxito de los proyectos coloreados para el New York Times y festivales (cine, cómics) en los que ha trabajado el autor.

Bien por ECC Ediciones trayéndonos este tipo de obras.

Reseña: El Invencible Iron Man, de Matt Fraction y Salvador Larroca

En este Marvel Omnibus tenemos a dos autorazos dándolo tod con El Hombre de Hierro. Matt Fraction y Salvador Larroca en el primer volumen que recopila su aclamada etapa. Diecinueve números (más o menos un tercio) de la aclamada carrera de El Invencible Iron Man, que realmente merece los elogios que ha recibido en redes sociales. Y es cierto que aunque he amado la MCU desde su debut en 2008 con el lanzamiento del primer Iron Man, el personaje de Tony Stark nunca significó mucho para mí. Esto probablemente se deba a sus espectáculos animados a principios de los 90 que fueron secundarios en comparación con los dibujos animados de Spiderman y La Patrulla-X. Como he contado otras veces, tenía un colega de la infancia que sí que le encantaba y hacía todas sus colecciones, por lo que de saber que las podía leer cuando quisiera, probablemente por eso nunca lo hice. Pero teniendo en cuenta cuánto ha crecido la interpretación de Stark con Robert Downey Jr. a lo largo de los once años en la MCU, y viendo que se acabó su papel, uno quiere más y cuando veo que un tomo puede molar, pues me pongo al lio.

Siguiendo lo anteriormente leído, donde comencé con la historia de Extremis, que actualizaba la historia del origen de Iron Man (gran influencia en las películas de Iron Man), El Invencible Iron Man, de Fraction y Larroca, nos coloca a Stark en una posición interesante mientras equilibra su función dual como CEO de Stark Industries y como director de S.H.I.E.L.D. No obstante, las cosas se complican aún más con la llegada de Ezekiel Stane, hijo de Obadiah Stane, quien busca vengar la muerte de su padre destruyendo Industrias Stark mediante el uso de terroristas suicidas con tecnología basada en las armaduras de Iron Man.

Sin tener que volver a contar la historia de origen, esta colección es un buen lugar para ponerte por primera vez con Iron Man, ya que este primer arco (Las Cinco Pesadillas) tiene mucho de lo que mola de las pelis. Desde el carisma agudo e ingenioso de Tony Stark hasta su mecánica de superhéroes, que se inclina hacia el terrorismo y el miedo por el mal uso de la tecnología, especialmente cuando su tecnología se utiliza con fines malvados. Además de ser el hijo de uno de los villanos más conocidos de Iron Man, Ezekiel, con su encanto pícaro, es un diabólico opuesto a la personalidad de Stark y, aunque Stark se ha enfrentado a sus propios demonios (sobre todo en una botella), Ezekiel parece heredar la naturaleza de su padre, sin darse cuenta de los efectos que conducen a su caída.

Por supuesto, el Universo Marvel a menudo está plagado de eventos cruzados que dan forma a futuras historias en los títulos de superhéroes en solitario y, de hecho, puedes obtener más dramatismo de personajes de esas historias individuales que cualquier evento que amenace el mundo donde todos tengan que reunirse. Siguiendo el ejemplo de los eventos de Civil War e Invasión Secreta, Stark carga un virus para destruir todos los registros de la Ley de Registro, evitando así que Norman Osborn, director de H.A.M.M.E.R. (anteriormente S.H.I.E.L.D.) conozca los alter egos de todos los demás compañeros superhéroes. Peor con la única copia que queda en el cerebro de Stark, Osborn lo persigue, mientras Stark viaja por todo el mundo en búsqueda de una solución para poder borrar sus datos mentales… Con lo que eso conlleva.

Decía que después de dos eventos muy poderosos, hay mucho por resolver en estos diecienueve números que Panini Cómics recoge en un poderoso Marvel Omnibus. Principalmente conocido por su trabajo en varios títulos de X-Men, Salvador Larroca demuestra aquí que es uno de los mejores artistas para dibujar las muchas armaduras de Iron Man. Influenciado por Adi Granov (quien dibujó Extremis), Larroca pone cantidad de cositas chulas como detalles en las armaduras y esto me encantó. Mas, en cuanto a los personajes en sí, tienen un aspecto ultrarrealista que se aplica bien a la naturaleza de espionaje de la narración, manteniendo el extraño corte de pelo de Osborn y también afeitado icónico vello facial de Stark.

Tomaco muy recomendable.

Reseña: La Espera, de Keum Suk Gendry-Kim

De esas veces que uno empieza la casa por el tejado y debido a las buenísimas críticas de Hierba, no se puede contener, no puede esperar y decidí leer y reseñar este tomo magnífico que edita Reservoir Books que no es otra cosa que La Espera, la nueva historia que parte de la cabeza de la surcoreana Keum Suk Gendry-Kim y que con mucha implicación histórica nos sumerge en ese ejercicio político de discernir cómo el ser humano, en dos países que en realidad son uno solo; como dos vecinos que son familia pueden llegar a odiarse tanto. Y todo por culpa de otros.

Keum Suk Gendry-Kim (1971) salió de Corea del Sur en 1994 y estudió pintura en Estrasburgo. Vivió en París durante casi veinte años donde empezó a colaborar en varias editoriales traduciendo obras del coreano a la vez que produjo algunos títulos para niños inéditos en el país galo. Pero volvió a su país natal y recibiendo una fuerte influencia de mangas shojo como The Generous Bandit, de Lee Doo-ho y los cómics de Lee Hee-jae; decidió crear y lanzar lo que ha sido su mejor obra a nivel mundial. Os hablo de Grass (Hierba), con la que obtuvo en 2019 una mención especial en el premio Bulles d’Humanité que da el diario L´Huimanité y en 2020 un Premio Harvey a Mejor Libro Internacional. Y es que a menudo, hemos oído hablar de Corea del Norte, ese país que se ha vuelto extraño y anacrónico a fuerza de haber permanecido tantas décadas bajo un cristal, gracias a una dictadura de opereta que pretende hacer del comunismo un escaparate para el mundo. Pero recordad, que al igual que la denostada mención que hiciera USA en los años 50 de este concepto político, estamos ante un comunismo mal interpretado o llevado al terreno de lo dictatorial. Dicho esto, se escucha hablar mucho menos del periodo importante de la historia en el que Corea fue dividida en dos por una frontera extremadamente estrecha que ni siquiera el canto de los pájaros parecen poder cruzar.

En La Espera la historia comienza en 2018. Madame Lee tiene más de noventa años y parece «doblada» bajo el peso de los años. La anciana se dedica a sus asuntos con dificultad en su pequeño habitáculo, medio ciega, debido a una catarata mal tratada, luchando constantemente con los controles remotos que le brinda la actualidad. Su hija, ocupada con un trabajo en el que pagan muy poco, no siempre tiene tiempo para cuidarla, y se lo reprocha mil veces. Pero a pesar de sus inconvenientes relacionados con la edad, la señora Lee quiere seguir siendo coqueta y se aferra a la vida, pues mantiene la íntima esperanza de volver a ver a su hijo y a su esposo, a quienes perdió durante el éxodo durante la Guerra de Corea, a principios de los 50. Fue terrible aquel momento. El de apartarse para darle el pecho a su infante y ver que habían desaparecido cuerpo y bienes sin dejar rastro alguno. Todo, en medio de la aglomeración de civiles que huían del Norte retenido por los comunistas. Cinco cortos minutos que bastaron para separar a una familia para siempre…

Madame Lee pasa lo que le queda de vida esperando. Esperando a esa familia que tiene en el lado equivocado, cautivos de esa prisión al aire libre en la que se ha convertido Corea del Norte. Terrible historia que si dejas que fluya, sufrirás en tus carnes el dolor del anhelo de la señora Lee. Keum Suk Gendry-Kim traslada demasiado bien el dolor en un guion que deja desconcertado. No sé si La Espera habrá permitido a la autora (sur)coreana reconciliarse consigo misma y superar la culpa que la atormentaba pero, sin duda, volvemos a estar ante un manhwa súper recomendable. Un guion de éxito. Un magnífico homenaje de emoción contenida, sin lágrimas inútiles de las que ya no brotan de una mujer fuerte. Como dijo alguien: «La piedra nunca se quejó».