Reseña: Batman/Tortugas Ninja II, de James Tynion IV, Ryan Ferrier y Freddie Williams II

De nuevo el Caballero Oscuro se topa con los héroes nostálgicos de nuestra infancia como son las temibles a la vez que divertidas Tortugas Ninja. Una nueva aventura de seis números que combina los dos mundos en un tornado-nerd lleno de villanos, héroes y pizza. Mucha pizza y que no falte. Y es que la miniserie anterior cumplió muy mucho los sueños de los fans que durante largo tiempo consideramos solo una fantasía poder leer un crossover así. De hecho, la anterior aventura (https://www.ecccomics.com/comic/batmantortugas-ninja-10054.aspx) está considerada en mi USA de mis amores con una de las mejores historias de 2016.

Ahora en Batman/Tortugas Ninja II nos trasladamos a un futuro no muy lejano, en el que “in media res” encontramos a las Tortugas en una persecución en el metro de Nueva York. Después de asustar a un hombre y comer algo de pizza (Mikey), Donatello se mete en problemas con un enemigo que resulta ser muy habilidoso. Por suerte, sus hermanos vienen a salvar el día, pero el daño ya está hecho. La fuerza (inteligencia) de Donny no compensa su debilidad (lucha) y… Mientras tanto, en Gotham City, Batman y Robin rastrean a un matón que sigue murmurando una palabra aterradora: F-O-S-A… Esto solo puede significar una cosa para los fans del orejas picudas: Lazarus Pit. Insistiendo en que lo escucharon bien, el dúo dinámico se embarca en una cacería en las profundidades de Gotham. Se encuentran con un pozo y un enemigo improbable que lo usa. Sí, estáis en lo cierto, el siempre temible Bane. ¿Y a quién te puedes encontrar si rondas las alcantarillas de un enorme urbe? Justo cuando una pelea está a punto de estallar, Donatello termina en Gotham y Bane en Nueva York y entonces…

El ritmo en este cómic es de vértigo. Quizás el mejor de toda la miniserie hasta ahora. No es de extrañar que los héroes hayan salido victoriosos, pero no se trata del destino, se trata del viaje. Se trata de la muy buena estrategia que emplean en tandem James Tynion IV y Freddie Williams II. Elaboran un número final increíble para esta serie, que ofrece acción ininterrumpida y diversión a tope. Todo lo que uno le pide a un cómic de superhéroes. Diversión palomitera.

Parece que Tynion IV tenía la idea bastante clara. Seguramente, sabía como comenzaba y terminaba la historia antes de escribirla. Me encantaron los retrocesos (de nuevo) a las Tortugas con las que hemos crecido. La camioneta y el dirigible me hicieron golpear el aire con orgullo friki. Me encantó cómo todos se unieron al final para acabar con Bane, que es tan potente como siempre en cualquier cómic pero aquí se da cuenta de la fuerza tremenda reunida que tiene delante. Aun asi, me pregunté por un momento si no serían incapaces de detenerlo. Bastante epicidad en este TPB.

No puedo olvidar mencionar el acuerdo tácito entre el Caballero de la Noche y Shredder. Fue breve, honorable y también rudo. La secuela del crossover con el que habíamos soñado finalmente ha llegado a su fin. Y me gustó tanto que me gustaría que… Ah no, no, ¿¡pero que hay un tercer volumen ya publicado por ECC Ediciones!? Patadas en el culo me doy por leerlo.

Los fans de estos personajes, de estas dos series de cómics tan diferentes, jamás pensamos que una unión así se pudiera dar. Por eso, hay que dar oportunidad a ciertas cosas por muy malas pintas que tengan o que pienses que no te van a gustar. La oportunidad de sorpresa siempre existe. SIEMPRE. Y Tynion IV le dio a cada personaje sus propios momentos, y le dio protagonismo a Donatello que es mi tortuga ninja favorita así que… Pero quedó un buen arco argumental. Donatello es la tortuga más inteligente, y aquí muestra cuán importante es para el equipo. Y por otro lado está el trabajazo de Freddie E. Williams II que clava todas las viñetas, dando a los fans de los cómics exactamente lo que quieren. Más de una ilustración tirará tu mandíbula al suelo.

Reseña: Libertalia, de Rudi Miel, Fabienne Pigière y Paolo Grella

En veranito, no digáis que no pega una de piratas. Apetece, sobre todo, cuando tienes frente a ti al Gran Azul y su constante oleaje. Para colmo, me inspira muchísimo el lugar onde me encuentro pues un par de kilómetros mar adentro, se ve desde la orilla los restos de un barco semi-derruido que lucha cada día, cada hora y cada minuto por no bajarse al fonde a morir. Son los restos de un pequeño buque granelero que traía arroz al pueblo en el pasado siglo y encalló por esa zona. Nunca más pudieron sacarlo de ahí. Desde entonces, y ahora, lo utilizan algunos pescadores como fondeadero para trincar ciertos moluscos que se apegan a la base, proa, popa, a todas y cada una de las zonas pues se podría decir que es uno de los baluartes de moda entre cierto pequeñezuelos marítimos. Por lo que es un reclamo alimenticio y no solo hablo del ser humano. Dicen que por lél se inventó el dicho: Más lento que el barco del arroz…, que traía comida al pueblo en malos años y nunca llegó. En fin, que me voy por la barandilla. Que en sitios así dan unas ganas tremendas de leer una buena historia de piratas. Eso quiero decir. Y di con un precioso cómic europeo que recién publica Norma Editorial. Donde encontré, sin duda, mi «barco del arroz». Un titulo con una pinta tremenda tanto por dentro como por fuera. Libertalia, un nombre que evoca alta mar, navegantes y pirateo por lo cuatro costados. Y más ahora que sus tres álbumes se recogen en un integral.

Una utopía pirata, una ciudad de hombres libres, así se denomina Libertalia, pues la idea surge nada más y nada menos que del propio Daniel Defoe, autor de Robinson Crusoe, el cual, en uno de sus escritos, habla de una colonia, un paraíso libertario fundado por piratas y Defoe lo situó cerca de Madagascar a principios del siglo XVIII. O quizás fuera la propia isla. Pero ahora los guionistas Rudi Miel, Fabienne Pigière y el ilustrador Paolo Grella van a trasladarnos a ella, y a la locura de un caballero francés destrozado, Misson, y de un sacerdote italiano desaliñado llamado Carracioli, ambos luchando contra los esplendores de la Iglesia.

Pero ¿existió realmente esta colonia pirata? ¿O nació, como muchos defienden, de la imaginación de Defoe y el sueño de muchos? Dicha mítica colonia en la que los piratas crearon una sociedad de justos e iguales, sí que existe en Libertalia, donde la podremos conocer muy bien desde dentro. Es la ciudad utópica por excelencia, la oscuridad y la luz chocan en una lucha a muerte, sin vencedores, ni vencidos. La trama de este cómic se centra en la historia de un caballero francés y su amigo, un sacerdote que incumplió las Sagradas Órdenes; mas, se puede decir que realmente es una recopilación de los sucesos acaecidos a la tripulación de un barco…, al menos, al principio. Todo centrado en dos personajes que se llegan a desarrollar más que otros. Una ciudad libertaria fundada por piratas, con un caballero francés venido a menos y un sacerdote como compañero de dramas. Pero en esencia, un joven noble perseguido por sublevarse y disparar contra un vizconde que traficaba con esclavos y los torturaba y un cura que se opone a los abusos de la Iglesia contra los más pobres. Ambos se embarcan (nunca mejor dicho) en una historia que los llevará a las Indias Occidentales para fundar una ciudad de ensueño.

O eso desean.

Entre piratería, aventura y reflejos que presagian el Siglo de las Luces, Fabienne Pigière y Rudi Miel nos hacen viajar más rápido que el viento, sobre todo, en el primer álbum. No hay tiempo para aburrirse en Triunfo o Muerte. Parece que los autores tienen mucho que contar y así empiezan, de este modo, se esbozan rápidamente las motivaciones de los dos personajes principales para sumergir rápidamente al lector en la acción. De este lado, las batallas, las batallas navales, los encuentros con nativos amenazadores, se suceden a ritmo frenético. Acompañados de la presentación del «villano de servicio», el innoble Dalbarade. Pero si eres capaz de abstraerte un poco del alto ritmo, verás que también hay tiempo para la aclimatación a dicho mundo, a dicho siglo, a un entorno exótico donde la humedad se vuelve agobiante… Genial inicio.

¿Libertalia nació en 1697, en Madagascar, de la imaginación de Daniel Defoe o de la locura de dos hombres rompiendo con su tiempo? Esa es la premisa que se mueve en el segundo álbum de este tríptico que se llama Las Murallas del Edén. El Edén de Misson y Caraccioli que se va construyendo poco a poco. Ambos hombres ven sus ideales materializados en un modelo de sociedad igualitaria. Pero no están solos en la isla. Además, la pereza natural de algunos, la violencia de otros y el resurgimiento de los viejos hábitos están minando gradualmente el funcionamiento de la colonia. A todo esto hay que sumar la amenaza externa personificada en el corsario Dalbarade que es porculero como pocos.

Cierra Los Caminos del Infierno. Donde su titulo es más que obvio para describir como hay que luchar por algo, duramente, si no quieres que se vaya a pique. Aunque ciertas cosas, en esta vida, son inevitables.

El dibujo de Paolo Grella es particularmente atractivo. Inspirado en los grandes de la época dorada del cómic italiano, también evoca a veces el del discreto René Follet. La elección de sus colores, cosa del pasado, puede sorprender. Pero en conjunto, llevado por un corte muy dinámico, encontramos un dibujo muy efectivo, tanto que despertó mi curiosidad por buscar más trabajos de este diseñador.

Una gloriosa vuelta al género filibustero.

Reseña: Los Hombrecitos (2004-2011), de Pierre Seron

Los Hombrecitos (2004-2011) cierra una colección que a muchos nos empujó a enamorarnos de nuevo por el cómic europeo. Amor que quizás muchos nunca perdimos, pero eso no quita que por una cosa o por otra, tuviéramos esa pasión latente o en hibernación y no tan al día como queríamos. Y mejor aún, como se puede tener hoy en día si uno quiere. Los Hombrecitos fue una de las series traidas a este país que me devolvieron la ilusión. Sólo hay que mirar en derredor, títulos así, en nuestro país, en ediciones en tapa dura ideales para coleccionar en la cómicteca…, y más en formato integral abogando por la calidad editorial. El mejor cómic europeo en el mejor formato. Decidme si no estamos en una nueva época dorada en nuestra país. Por no decir la mejor. Porque este viejoven no recuerda un momento donde tener tanto donde elegir en el idioma de Cervantes y en tan diversas editoriales nacionales.

Cuatro álbumes más para cerrar una serie gloriosa del cómic francobelga.

En Operación C.I. nos encontramos a bordo de portaaviones/submarinos, seres mutantes mitad-elefantes, mitad-cocodrilos… seres que traman un plan para robar toda la materia gris de las luminarias más eminentes del país. Entre sus objetivos, el profesor Hondegger, que conducirá a Los Hombrecitos a una nueva aventura.

Me gustó. Creo que es el álbum con más acción de toda la colección. Una aventura-disparate que se vuelve chula con el paso de las viñetas.

Esto se cuenta en el siguiente álbum llamado En Nombre del Hermano: En un hermoso día alguien toca una una cuerda floja que resulta ser un cable de acero del tendido entre las paredes del valle. A pesar de todas las medidas de seguridad, Oliver desaparece… Se organizan búsquedas constantes, pero no se puede encontrar su cuerpo. Stan, el hermano gemelo de Oliver, responsabiliza a Renaud, el jefe de seguridad de Eslapión, y tiene la intención de hacerle pagar por la desaparición de su hermano. No escatimará en los medios implementados para desestabilizar a Renaud y desacreditarlo a ojos de Los Hombrecitos.

Buena historia de intriga y suspense con giros inesperados. Homenaje al género detectivesco, sin duda.

Castillo Monterrugoso ocurre unos veinticinco años después de En las Garras del Señor (álbum de los principios de la serie), donde Seron decide volver a escenificar al barón de Montrigu y al señor de Crapulay. El odio y la rabia entre estos dos personajes aún ruge. Las batallas y el ajuste de cuentas marcan el día a día entre estos dos Señores y sus Reinos. Seron pone en escena de nuevo este pequeño mundo vecinal tan divertido. Enfrentando a hombres grandes y pequeños entre sí y mezclando aventuras y humor, ofreciendo un nuevo álbum tan divertido como dinámico. ¡Uno de mis favoritos de toda la serie! Una historia distinta a su precuela, con grandes personajes -en principio, secundarios- que dan para novela gráfica independiente.

La quincuagésima y última aventura de Los Hombrecitos es Eslapión 3. Donde toda la comunidad de Los Hombrecitos se va a asentar en una nueva ciudad submarina para escapar del ejército que quiere volar los acantilados que albergan a Eslapión 2. La cual, aparte, no para de ser amenazada por extraños fenómenos que ocurren en la región. Es por eso que Renaud toma todas las medidas para garantizar la seguridad de Los Hombrecitos y decide llevar a cabo un proyecto que lleva elaborando más de diez años. Un proyecto secreto que bien podría ser la última salvación de los habitantes de las cuevas.

Y aquí termina. La aventura llega a su fin más de cuarenta años después de haber comenzado en la famosa Spirou. A menudo mencionado como el sustituto de Franquin, en mi opinión, el trabajo de Seron rara vez ha sido debidamente juzgado. Para mí es un ídolo a tener en cuenta, muy aparte de otro grande como es Franquin. Este integral que cierra la serie culmina como toda buena historia, con una vuelta al principio. Empezó con un éxodo y termina tal cual. Pero ahora es definitivo. Seron utiliza esta elipse para despedirse de sus personajes y de sus lectores. Círculo completo cerrado. Fin. Y a otras cosas. Da pena, pero tampoco disgusta. Pocos cómics podréis encontrar tan bien cerrados.

Han sido quince tomos con éste que comprende los publicados por Dolmen Editorial en su magnífica Colección Fuera Borda. Un regreso a una joya de la BD del maestro Seron, miles de páginas después, Los Hombrecitos, decenas de aventuras después, una de las mejores obras de todos los tiempos del cómic francobelga. Venid a ver mi colección y así podréis contarlo a quién os apetezca. La tengo al completo. Ahí quedará por siempre, para mí, para mi familia, para quien le apetezca.

Oro puro.

Reseña: Érase una Vez en el Este, de Julie Birmant y Clément Oubrerie

Érase una Vez en el Este es una canción que hace un guiño a un western ahora famoso. Ya veo que no soy el único al que le gusta basar sus escritos en canciones. Sin embargo, no es nada agradable cuando sabemos que dicha canción cuenta la trágica vida de Isadora Duncan, una famosa bailarina estadounidense que revolucionó la danza gracias a promover el culto al cuerpo… y a como abrazaba el comunismo en el país equivocado. Ya sabéis como era la libertad de pensamiento político en USA allá por el siglo pasado. Y es que Érase una Vez en el Este cuenta la vida de una artista con momentos impactantes a lo largo de su vida, de forma bella pero también sorprendente como siempre es encontrar una historia así elaborada dentro del cómic europeo.

Isadora Duncan abrió una escuela en Moscú bajo los auspicios de Lenin, apoyando abiertamente sus políticas. Tendrás que tener la mente muy abierta políticamente para seguir leyendo o te dará un patatus… jajaj. Nah, basta simplemente con ser apolítico o gustarte saber de personajes y su modo de ver la vida independientemente de cómo pensaran. La empatía por encima de todas las cosas. Ponerse en el lugar de otro, que se llama. Pues Isadora tuvo momentos desconcertantes en su vida incluyendo su propia muerte. Muy famosa por el hecho de que su pañuelo de seda se atascó en la rueda trasera de su descapotable en 1927, en Niza y muriendo estrangulada y arrojada de su vehículo de la peor manera posible. Uff. Pero eso no lo veréis aquí. O no tan detallado. Eso os lo cuento yo que tras un cómic tan atrapante de leer que acaba de publicar Ponent Mon, me puse rápidamente a investigar más sobre la vida de esta mujer.

Isadora Duncan fue una mujer muy hermosa que no dudó en bailar desnuda con un ligero velo. Era una estrella de Hollywood con todos sus excesos (excéntrica, amante libre, bisexual y comunista). Un bomba de libertad humana y existencial, insisto, con una muerte estúpida para quien encarnaba tanta gracia y belleza. Te sientes víctima de una broma macabra cuando te topas con estos hechos que tras medio-verlo al inicio, ya no se te van de la cabeza en toda la lectura. Pero de todas formas, en Érase una Vez en el Este no nos encontramos su vida al completo. El volumen se centra en saltos temporales de sus vivencias, pero, sobre todo, en su episodio soviético donde seduce con sus poses al brillante y atormentado poeta Serguéi Essenin. Con quien vive un intenso romance, pese a ser dieciocho años menor que ella.

Pasajes de una bailarina revolucionaria, que sentó las bases de la danza contemporánea con coreografías liberadas del corsé del ballet clásico. La primera parte del tomo se centra en su relación con el joven poeta y en momentos contrariados de pareja por culpa de la bebida y la depresión del poeta. Así serán conocidos sus estallidos de violencia en hoteles y en particular por los medios de comunicación. Se podría decir que son una de las primeras parejas de la tele-basura de la historia moderna.

Después nos sumergimos de lleno en la Unión Soviética de entre-guerras. La década de 1920, muy acertado el apodo de «los locos años veinte”. Un escenario ideal para esta historia a las puertas del surrealismo. Surrealista, de hecho, es el destino de los dos personajes principales. Y es cierto que tuve algunas dificultades para entrar en la historia. El primer capítulo tras el drama, confunde un poco. Pero, rápidamente, la historia empezó a encajar. Su aspecto histórico es interesante mientras que las anécdotas a veces divertidas, a veces desmoralizantes y a veces dramáticas, terminan por darle vida al hilo conductor de las viñetas. Con una narración peculiar, los autores no dudan en hacer dialogar a sus personajes de forma muy artificial para sumergirnos en su pasado. Pero estos diálogos, incluso improbables monólogos, son interesantes. Entonces llega el encanto del cisne que tienes entre manos y ya cada personaje empieza a participar con lógica al visualizar a ese ángel en la tierra que baila. Es como ver un drama en televisión que creías que no te iba a gustar y terminas viendo la peli hasta el final, incluso con palomitas.

Una trama reservada a lectores liberales, abiertos de miras, amantes del arte en su sentido más amplio.

En este cómic resaltan las ilustraciones de Oubrerie, en especial, en las secuencias de danza, con trazos que llenan el cuerpo de Isadora de movimiento, agilidad y elegancia. El guion de Julie Birmant muestra las circunstancias en las que crece la bailarina y sus influencias expresivas. Además, sus encuadres y paisajes están inspirados en las películas de Sergio Leone, como refleja su título. Como anécdota, me pareció curioso que no se cuente nada sobre los dos hijos de Isadora Duncan, lo cual es bastante sorprendente cuando se sabe lo que sucedió.

Personas diferentes que realmente tienen mala suerte en la vida.

Reseña: Starr El Asesino. Ha Nacido Una Estrella, de Daniel Way, Richard Corben y José Villarrubia

Lo que está haciendo Panini Cómics es lo normal. Lo lógico. Tener constantemente en cartel obras de un maestro del cómic fantástico como Richard Corben es lo obvio. Si seguís Desde New York – Crónicas Literarias desde hace mucho, sabéis de sobra cuán fan somos de Richard Corben por aquí. Para nosotros, es de rigor amar todo lo que hace un gran autor que encima aboga por el siempre grandioso género del Terror. Aunque os delata un poco el hecho de, si estáis leyendo esta reseña ahora, un poquito-mucho seguidores también sois. Y es normal. Hablamos de un maestro que lleva ya casi cincuenta años en el mundo del noveno arte. Con un trabajo además que realmente ha impresionado e inspirado a muchos. Y siendo sincero, cierto que Corben ha colaborado en argumentos no muy buenos o que no han estado a la altura de lo que uno esperaba; pero que el maestro aparezca en un título ya significa que como poco el nivel puede ser aceptable. Corben, con sus ilustraciones, es de los que provoca que una obra se convierta en medianamente buena.

Sus ilustraciones siempre empujan a una historia al siguiente nivel. Y para el decida ponerse y no lo conozca, Starr El Asesino, se puede convertir en un descubrimiento más que agradable, la nueva joyita a descubrir dentro del catálogo de Panini Cómics. Otra más. De hecho, ha sido uno de los cómics que más he disfrutado en lo que llevamos de año y al que decido volver cada poco cuando busco inspiración para el Fantasy. El guión de Daniel Way de una clásica historia retomada de hace años, ha sido excepcional. Con acción, humor, amores no correspondidos y odio. Mucho odio. Cierto también que una obra muy Conan, en ocasiones, pero Way marca algo diferente en el guión que hace que Starr mole a su modo.

Starr El Asesino nos cuenta la historia del escritor pulp Len Carson, quien se eleva de la oscuridad a la fama y la fortuna… para luego caer. Pues muy pronto, después de gastar todo su dinero en coches y mujeres y cuando la fama le sobreviene, todo se convierte en desazón por una decisión repentina de abandonar para salirse de nuevo a ese mundillo de escritor de género. Y aunque pida perdón a su antiguo editor, para volver a tener presencia, necesita una buena historia. Sin embargo, lasmusas parecen haberse disipado. Abandonó lo que mejor sabía hacer para escribir narrativa “ideal” para gente culta y ahora… Nada. Ni una mísera frase brota de él. Así que decide visitar los orígenes de su famoso héroe pulpero Starr El Asesino. Historia que nos traslada a conocer a Starr y a su familia teniendo que sacar cabeza del bosque, para asomarse a la ciudad por la crisis de hambruna que azota a su clan. Hecho que le cambiará la vida de todas-todas. Así que llegan a la ciudad de Zardath solo tres de la tribu para realizar intercambios comerciales. Pero en las puertas de la urbe, junto con su familia, pronto son ridiculizados por dos hermanos en un mercadillo debido a su apariencia y a su desnudez. Hasta que Starr se ofende y golpea a uno de ellos. El hermano del mercader se enfurece e interviene, por lo que Starr encolerizado le destroza la cabeza y lo mata. La gente aterrorizada se espanta y la Guardia del Rey los apresan a todos, poniendo en marcha un giro de acontecimientos que van más allá de ser condenados por asesinato. Es decir, caída y auge de nuestro héroe.

Y aquí Carson vuelve a sufrir otro bloqueo de escritor.

Hasta que una de sus creaciones aparece en su casa para secuestrarlo y manipular la historia.

Starr El Asesino es un genial guión repleto de personajes coloridos (y lascivos), con una trama que desliza por el metacómic. Starr es el personaje principal y un portentoso héroe carismático, pero también encontraréis buenas divas como Tira, una compañera gladiadora de Starr la cual por alguna extraña razón le odia, Trull, el malvado hechicero, o uno de los personajes más chulos como es Moonja, la cabecilla del acuartelamiento de gladiadores, enamorada de Starr, y ángel de la guarda de éste cuando más lo necesita. Todos estos seres iluminados por los lápices de un Corben en estado puro. Creando rostros y estereotipos que se quedan guardados en la retina. Por eso, y por tan buenas sensaciones, Starr… es una joyita del cómic fantástico, que no debiera pasar inadvertida. Sin duda, uno de los mejores últimos trabajos que elaboró el maestro Corben que además aporta un genial coloreado de otro grande y además paisano, como es José Villarrubia.

Un cómic inolvidable.

Reseña: Suicidas, de Lee Bermejo, Alessandro Vitti y Gerardo Zaffino

Además de ser un artista con talento y con un estilo sorprendentemente crudo y detallado, Lee Bermejo también ha desarrollado cierta reputación como guionista capaz en los últimos años. Suicidas es uno de los titulos más potentes que han brotado de este chico que tan buen tandem forma con Brian Azzarello, por ejemplo. Pero este tochal de Suicidas que os reseño hoy (un dominguito de agosto en el que el noventa por ciento de la gente está en la playita con los pies en alto y algo fresquito entre manos, ah), ha sido la obra que ha permitido a Bermejo regresar al paisaje pos-apocalíptico devastado que más renombre le ha dado. Regresar a una de las mejores obras (sino la mejor) que le he visto como autor. Y es que Suicidas es el proyecto más personal del aclamado ilustrador pero ahora guionista Lee Bermejo, con el que transporta al lector a un futuro distópico para relatar una trama que combina ciencia ficción, género negro y denuncia social. Además, con una trama que tiene un inicio fulgurante con un primer número (de Suiciders: Kings of HelL.A.) que ofrece una puerta de entrada genial para el que no sabe nada de nada de esta serie. Una historia de jóvenes punks patinadores y guerras de pandillas que recuerda a uno de los films que marcaron mi juventud como es The Warriors, de Walter Hill, de 1979, y que aún a día de hoy disfruta, al menos, una vez al año.

Este integral que publicó ECC Ediciones a principios de verano recopila la miniserie homónima, con Bermejo como autor completo, aportando además la precuela escrita también por Bermejo aunque en esta segunda historia (que iría temporalmente antes) tiró de muy buenos ilustradores como son Alessandro Vitti y Gerardo Zaffino. Dos dibujantes que aportan unos de los trabajos más sólidos que se pueden encontrar dentro de la nueva linea Vertigo ahora mismo. La primera miniserie que encontramos es Los Reyes del Infierno, que nos lleva a conocer a una generación de jóvenes que ha crecido después del Gran Terremoto. L.A. era ante la ciudad de Los Ángeles, pero eso fue antes de la catástrofe. Después de eso, crecieron dos ciudades de entre los restos: una de grandes torres de lujo y otra tras los muros de espino para los pobres. Donde personas como Trix y su hermano Johnny no recuerdan como era la vida antes de que la ciudad de sus padres desapareciera bajo el suelo.

Pero estos hermanos han aprendido a aprovechar al máximo la vida dentro de la ciudad amurallada y, en particular, dentro de su barrio. Ahora Johnny es el líder de Los Reyes de HelL.A., una pandilla callejera encargada de proteger el territorio contra otros que vengan de listos. Aunque Johnny pudo haber llevado las cosas demasiado lejos cuando se cruzó con Leonard, un ex -suicida conocido como El Coyote y que ha prometido sangre. ¿Y qué o quiénes son los Suicidas? Unos gladiadores potenciados biomecánicamente que combaten a muerte si te antepones a lo que dien. Desde el encuentro, las cosas están a punto de ponerse mucho más violentas. Mientras tanto, Trix encuentra el amor y su romance cruzado traerá problemas que nadie esperaba tener…

Seis numeritos tiene esta primera miniserie que como dice un colega mío: ¡Está tó guapa! Con una trama que tiene de todo, eso sí. Personajes que nacieron el peor día que se podía nacer, que crecieron en la pobreza y en tiempos difíciles, perdieron a sus padres y ahora transitan las calles de un gueto que no es otra cosa que su antiguo vecindario. Mismo sector donde una poderosa empresa quiere meter el hocico para demoler y apoderarse de la zona. Para más inri, una pandilla callejera rival también quiere el territorio, y además, un amor prohibido, una potente pelea por la conquista… y la presentación de un viejo Suicida al que enfrentarse que equivale, en el peor de los téminos, a darse de ostias con un Terminator a manos peladas.

La segunda miniserie que se aporta de esta franquicia se llama simplemente Suicidas. Y fue la que pudimos leer primero. A modo de conjunto, tras leer Los Reyes de HelL.A., se completa en mi cabeza una trama, muy parecido a cuando vi Terminator 2 tras haber visto la uno. Sí, perdón, otra vez la comparación. Y es que no sé por qué estas dos franquicias tan diferentes, mi cerebro las asocia. Pero, en definitiva, Suicidas engancha muy bien con su precuela. Aquí conocemos más de El Coyote, ese Suicida tan potente con el que los hermanos pandilleros tropezaron y que ahora, retirado, mantiene una relación tóxica incluso con su propia familia.

Totalmente, fan. Suicidas merece peli o serie de TV.

Reseña: Infestación. Una Historia Cultural de las Casas Encantadas, de Érica Couto-Ferreira

Mi primera pasión de niño fueron los zombies. Los clásicos, los de siempre, no esos que corren tanto ahora… Y no solo por haber visto (demasiado temprano) La Noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero. También existe bastante literatura del tema a poco que indages que son una chulada. Y lo he dicho una y mil veces, después de eso, el género de Terror se convirtió en un tipo de literatura que me flipa y me llena como pocas. Más de treinta años leyendo del tema es mucho decir. De hecho, cuando intento dejarla por un tiempo, me persigue. Y no puedo escapar, como no se puede escapar de lo que llevas en vena. Y desde entonces, el subgénero de las Casas Encantadas se puede decir que es mi segundo tema favorito. Amando el género de Terror en todas sus formas, uno tiene que decidirse, pero en general, alucino con una buena historia de horror bien labrada, si se brinda por una buena mansión llena de misterio. ¿Y qué hay mejor? Un buena tapa de chipirones a la plancha y poco más… Ah.

Con los años, he leído, sabido y visitado, Casas Encantadas que existen de verdad. De hecho, en una de las secciones de mi biblioteca personal tengo una parte únicamente dedicada al tema, donde no solo hay novelas y antologías de relatos sino también libros documentados, ensayos y recortes de periódicos que recogen hechos verídicos y lugares que se pueden visitar si quieres pasar un mal rato. Historias inexplicables en mansiones de la locura. Y a lo que vamos: hoy toca reseñar un libro muy especial que acaba de ser publicado en nuestro país por la cada vez más atractiva editorial Dilatando Mentes. Hablo de Infestación: Una Historia Cultural de las Casas Encantadas, el nuevo libro ensayo-documental-literario (así lo podría definir) de Érica Couto-Ferreira; autora patria, gallega, para más datos, doctora en Historia y Asirióloga que ha publicado ensayos y relatos del género por doquier. Además, es una de los componentes del súper interesante podcast Todo Tranquilo en Dunwich, un programa donde se reseñan libros de Terror especialmente, uno de los programas que con más fervor sigo de toda la podcastfera, donde se la puede oír hablar con bastante pasión por el género.

Antes de seguir con la reseña quiero dejar claro que no me gusta la palabra Infestación. No, al menos, para el tema que vamos a tratar. Sinceramente, no me gusta la palabra porque da lugar a engaño. Es una palabra que pusieron de moda hace unos años tanto las pelis de Expediente Warren como Iker Jiménez en su famoso programa Cuarto Milenio, aunque ya la usaba alguna que otra vez en Milenio 3. Del latin infestatio, -ōnis-, viene del verbo «infestar» y aunque la RAE aporta varios significados, todos vienen a ser lo mismo: Organismos que invaden a un ser vivo y se multiplican en él, causando estragos con hostilidades y correrías. Pero aunque sea una palabra potente (y por eso se expandió rápidamente en este mundillo), solo es otra forma de denominar lo mismo. Eso si, puedo entender a la autora (o a la editorial) el empuje a usar una palabra con eco, diferente o de moda para el tema de la venta. Y si eso les ayuda, de lujo. Pero para mí, no deja de ser una palabra repetitiva y mal empleada. No lleva a lo que se pretende. Es como el uso que le da cierta gente a la palabra «bizarro» que… bueno va, dejémoslo ahí. En fin, lejos de paranoias que tiene uno con el uso del lenguaje, en Infestación: Una Historia Cultural de las Casas Encantadas, he encontrado lo que esperaba. Un libro súper entretenido a más no poder, un tremendísimo reportaje casi novelado, un ensayo fantástico que realiza la escritora y también traductora Érica Couto-Ferreira, a la que sigo en redes sociales así como a su compañero el dicharachero José Luis Forte, que aquí hace el Prólogo y, por supuesto, es el otro cincuenta por ciento de Todo Tranquilo en Dunwich.

Con Infestación…, la autora hace un libro que siempre soñé hacer. Desde muy joven tuve la idea de poder representar algún día en formato ensayo y asociando relatos concretos con casos verídicos de hechos inexplicables, algo muy parecido a unos libros que ilustraron mi niñez y la de ciertos niños weird de los 80. Era una minicolección de tres ejemplares que versaban sobre Vampiros, Monstruos y Fantasmas. Seguro que los conocéis. Aunque estos se representaban en formato ilustrado y diseñados quizás para un público infantil, el contenido era de lo más aterrador que se podía encontrar en la época. Creo recordar que los publicó Editorial SM y estaban dentro de la colección Biblioteca de lo Desconocido. Leyendas, fotos reales de lugares, temas en los que nadie cree y los adultos incluso sonríen si se los mencionas, insisto, fotos reales de personas que encontraron con lo inexplicable, casas encantadas del mundo, falsas apariciones y leyendas que a día de hoy perduran en ciertos cruces de caminos del norte de Europa… Lo que Érica Couto-Ferreira propone, me llevó a sentir lo mismo que al leer aquella colección. A disfrutar con el Terror, pero adaptando todo de forma profesional a formato libro, diseño y esquematización, creando un contenido digno de ser consultado cual enciclopedia del tema que se precie. Ella hace, para colmo, algo mejor. Cada uno de los casos los relaciona a un famoso relato de Terror con Casa Encantada de por medio. Y a ser posible, con autor de renombre detrás. La inspiración o argumento similar a lo que se dice que ocurre allí, en ese lugar, cuando la noche es oscura y todo es silencio. La misma sinopsis lo dice: «Laberintos arquitectónicos. Largos pasillos en sombras. Puertas que jamás se cierran… Un recorrido que se inicia con la imponencia arquitectónica de La Caída de la Casa Usher, de Edgar A. Poe, y se cierra con el espacio comprimido y denso de la mente individual de La Maldición de Hill House, de Shirley Jackson.

Pero hay mucho más. Diría que estamos ante un enorme conjunto de mini artículos que se recopilan de forma esquematizada y que se pueden disfrutar cual periódico victoriano con cada desayuno. Y donde se hace hincapié en autores que aportaron mucho al género pero que nunca evolucionaron más allá de sus propias historias. Comentando de paso, el momento social o diversas situaciones (o conjunciones de los astros) que se dieron para que fueran escritas dichas historias. Siempre teniendo presente esos lugares donde se prodiga el Mal. Puertas abiertas a otros mundos al estilo de la magnífica historia La Ventana Abierta, de Margaret Oliphant; encontraremos, por tanto, retazos, fotos y párrafos de relatos donde se puede leer exactamente a lo que el autor o la autora hacía referencia.

Se me ocurren cantidad de definiciones para describir Infestación: Una Historia Cultural de las Casas Encantadas, pero lo dejaré en un magnifico reportaje visual y literario del fenómeno paranormal más conocido mundialmente, un documental escrito, un buen temario si quieres preparar algún día la carrera de Ciencias de Lo Paranormal.

Reseña: Las Ciudades Oscuras. El Archivista, de Benoît Peeters y François Schuiten

¡Ah, El Archivista! Me está encantando tanto Las Ciudades Oscuras que este álbum no iba a pasar desapercibido. Del que no podía prescindir, pues siempre está la opción de que oculte información sobre el Continente Oscuro… Y sí, una vez que te hayas embarcado en Las Ciudades Oscuras, sabrás a qué me refiero. Solo podrás ceder a la atracción. Como Isidore Louis, nuestro archivista favorito, de esta genial serie de cómic europeo que está publicando Norma Editorial con gran éxito de ventas.

Pero si aún no conoces Las Ciudades Oscuras, aquí tienes un resumen rápido (no puedo decir demasiado, eso sería desflorar la margarita antes de olerla): resulta que hay un mundo paralelo, el Continente Oscuro, con el que la Tierra mantiene portales, enlaces, a menudo ocultos, pero muy potentes. Hay puntos de contacto entre estos dos mundos, ¿pero hay más? ¿Estamos en medio de algo imperceptible? Incluso ciertos contrabandistas… ¡Pero shhh! ¡No puedo contar más! Se spoilea con poco que se cuente. Pero lo reafirmo, la existencia de este mundo paralelo está probado. ¿Verificado? ¿El inconsciente? ¿El subconsciente? ¿Ese sexto sentido que te advierte que hay una presencia junto a ti pero, en realidad, no hay nadie a tu lado que puedas ver con tus propios ojos? Ahí lo tienes.

No obstante, existen ciertas personas de poder, con intenciones dudosas, que sostienen que las ciudades oscuras son solo inventos idiotas de la gente. Desean ocultarnos la verdad, a toda costa. Aquí es donde entra en juego la historia de Isidore Louis y su descubrimiento de Las Ciudades Oscuras. Investigador del mismísimo Instituto Central de Archivos Kafkianos, Subsección de Mitos y Leyendas (instituto del cual, curiosamente, no encontrarás rastro en internet, aunque a veces se menciona aquí y allá en ciertos sitios a poco que prestes atención); Isidore, especialista en Mitos y Leyendas, el archivista fue un funcionario pacífico hasta que un día se le encomendó un expediente sobre las Ciudades Oscuras. Un mito creciente y una completa mistificación según las autoridades del Instituto, material considerado además muy peligroso por parte de ciertas autoridades, por razones inexplicables.

Se requería un informe de Isidore Louis, un informe destinado a poner fin a los desvaríos más salvajes del populacho sobre las ciudades oscuras. Sin embargo, este informe no dio exactamente los resultados esperados. Desde entonces, cuantos más documentos recaba este hombre sobre lugares como Xhystos, Calvani, Brüsel, Alaxis o Mylos; más se convence de la existencia de ese mundo existente al otro lado. Y perseguido por diferentes entes, el archivista terminará entrando en contacto total con las Ciudades Oscuras…

Espero haberos convencido de sola una cosa: El Archivista es parte esencial para comprender lo que se cuenta en Las Ciudades Oscuras. Variaciones en la realidad, mutaciones en la propia ciudad de Bruselas, el urbanismo y la arquitectura, en especial, ahí tenéis para reflexionar bastante. Divagaciones sobre el arte que visualizamos en ciertas urbes, la terrible imaginación de algunos artistas, el inconsciente o el mundo de las apariencias, vagabundeos oníricos e introspectivos, magistrales columnas o gárgolas deformes que no tienen ningún sentido en algunas catedrales… El Archivista os hará saber sobre eso. Y un poco más: una idea extraída de su matriz para convertirse en una obra que no sólo cumple, también sorprende, de dos grandes autores de la BD como son Benoît Peeters y François Schuiten.

Fue en 1987 cuando Peeters y Schuiten se juntaron por primera vez para crear dos álbumes del ciclo. Exactamente, Las Ciudades Oscuras: La Torre (el tercer número de la serie que permite descubrir una nueva ciudad en forma de historieta), y El Archivista, este volumen especial que os reseño hoy. La peculiaridad de este último es que no se trata de una historieta tradicional.

En cuanto lo abráis, os sorprenderéis.

Reseña: M.O.D.O.K. Rompecabezas, de Patton Oswalt, Jordan Blum, Ryan Dunlavey, Scott Hepburn y VVAA

Muchas veces, siendo imparcial y por qué no Abogado del Diablo, soy partidario de que los villanos también tengan su momento en el escenario. Por eso veo, me gusta y vibro cuando veo series o miniseries donde un villano es el protagonista. Se puede decir que amo el film Megamind, ¿no? Pues sí. De hecho, si algún día consiguiera meter cabeza como guionista de cómics en una de las grandes casas, solicitaría escribir villanos. Ellos también necesitan que se les desarrolle; historias sobre lo que son, sienten o pudieron ser si ese superhéroe de turno no se hubiera metido por medio… Insisto, me encanta cuando veo que saltan a novedades tomitos como M.O.D.O.K.: Rompecabezas (M.O.D.O.K.: Head Games), que recopilan las mejores historias en solitario del personaje. Porque ellos también lo valen.

Pero, ¿quién es M.O.D.O.K.? Su acrónimo en inglés sería Mobile/Mechanized, Organism, Designed Only for Killing. ¿Hace falta traducción? Venga va: Organismo Móvil y Mecanizado Diseñado Solo para Matar. A lo largo del tiempo ha habido diversos MODOKs. El primero fue un antiguo empleado de Advanced Idea Mechanics (una organización dedicada al tráfico de armas de aspecto futurista) que somete a este señor a experimentos médicos mutagénicos sustanciales para desarrollar muy mucho su inteligencia. Experimento con éxito que resulta en una cabeza anormalmente desarrollada, causando la apariencia característica del personaje y el uso de una silla voladora para la movilidad debido a la perdida de miembros inservibles. Un sujeto que después de los experimentos, se rebela contra sus amos y toma el control de I.M.A. (Advanced Idea Mechanics). Y de algún modo esta es la caracterización que ha permanecido. La original. La más molona, por cierto, que recuerdo mucho al estilo de cómics pulps de Ciencia Ficción de los 50s.

No obstante, después de debutar en la bendita Edad de Plata de los cómics, M.O.D.O.K., durante más de cuatro décadas, ha seguido en la continuidad de Marvel, incluso como protagonista como se puede ver aquí. En un buen TPB como es M.O.D.O.K.: Rompecabezas que aporta una sinopsis divertida e hilarante en la contraportada que me atrapó de todas-todas. Y por un lado, mis ansias de querer saber de todo, por otro, aquí uno que vota que se publiquen más cositas y demos más importancia a los villanos. Pues sin ellos, muchos de nuestros superhéroes pasarían largo tiempo haciendo crochet…

Rompecabezas es una historia de cuatro números que probablemente podría haber aguantado treinta. Escrita por Patton Oswalt y Jordan Blum, nos dan una trama de constante humor y en el tema visual, gracias a Scott Hepburn y los colores de Carlos López, más «sentimiento». Pero bueno, si has rastreado un poco sobre M.O.D.O.K., habrás encontrado que no deja de ser un villano peligroso que en muchos casos, se sumerge en historias bastante cómicas. Y en Rompecabezas encontraréis una de las mejores versiones de esto. Trama exagerada, claro, pero también bastante seria como para interesarte el porqué de que exista tanta gente que quiera matarlo. Su cerebro matemático permite un humor único mientras calcula la imposibilidad de tener éxito con las diversas opciones que podría tener en sus enfrentamientos. Un personaje extraño y aterrador. La raíz de la historia gira en torno a M.O.D.O.K.  al que de alguna manera le sobrevienen recuerdos de una familia que tuvo, por extraño que parezca. Hablamos de un perfecto hogar y todo eso. Y estas ensoñaciones no paran de atormentarlo en su trabajo diario en I.M.A., lo que desembocará en una dura pelea contra sus enemigos pero también con los pocos que están de su lado.

En Super-Villain Team-Up: MODOK´s 11 (el titulo podría ser una especie de homenaje al film Ocean´s Eleven), M.O.D.O.K. está reuniendo villanos bastante olvidados, para llevar a cabo algún tipo de atraco. El problema consiste principalmente en la reunión con esos villanos. Lo que se convierte ya en sí, en un auténtico caos…

Las dos historias únicas son también muy chulas. Tanto que se quedan cortas para la diversión que uno desea. En Reino Aplazado encontramos a M.O.D.O.K. regresando a casa, asistiendo a una reunión de la escuela secundaria e incluso disfruta de un “swirly”. Para colmo, todo en plan cartoon. Inteligencia Olfativa es más estrafalaria e hilarante, si cabe. Y diría que la podría haber dibujado mi hijo de dos años…jajaj.

Un tomo para un buen rato de risas con un antihéroe al que es difícil resistirse una vez que lo conoces. La lista de IGN de Los 100 Mejores Villanos de la Historia del Cómic clasificó a M.O.D.O.K. como el número #100. Al final, consiguió meter cabeza.

Reseña: Cazador de Brujas. El Reinado de la Oscuridad, de Mike Mignola, Chris Roberson, Christopher Mitten y Michelle Madsen

Retorno, como no, a una de las mejores series de Terror en formato cómic que se están publicando actualmente. Y lo diré una mil y veces, aunque se anuncie como “Del Universo de Hellboy”, solo es un tema publicitario. Por que esta serie es una joyita en sí misma. Aun asi, Sir Edward Grey – Cazador de Brujas, no deja de ser un mini spin-off de Hellboy que presenta principalmente historias sobre Sir Edward Grey, un agente de la reina Victoria e investigador paranormal, aunque en una ocasión (El Entierro de Katharine Baker) se habló de otro cazador de brujas llamado Henry Hood. Otra anécdota es que La Ciudad de los Muertos (el cuarto volumen de Cazador de Brujas) fue una de las pocas historias del Universo Hellboy en la que Mike Mignola no participó en el guión. Y desde agosto de 2016, Chris Roberson parece comenzar su carrera en la serie con un porcentaje de participación más alto.

Y ni tan mal. Por que Cazador de Brujas: El Reinado de la Oscuridad vuelve a ser otro volumen imprescindible de esta serie que me tiene enamorado. Siempre quise escribir algo así. De la mente del maestro Mike Mignola surge Sir Edward Grey, un genial investigador de hechos inexplicables en la época victoriana; mansiones de la locura, asesinatos impredecibles, reliquias hiperbóreas y horribles monstruos que han decidido atormentarnos en este plano. Me encanta la sinopsis de Norma Editorial:

«Tras impedir que un aquelarre de brujas asesinara a la Reina Victoria, Edward Grey fue nombrado caballero por sus servicios a la Corona y a la Reina. Sus investigaciones ocultistas en las calles de Londres y más allá le granjearon el título de Sir Edward… pero los londinenses más escépticos se burlaban de él llamándole Cazador de Brujas. Ahora, en un Londres asediado por terribles manifestaciones ocultistas, Sir Edward se enfrenta a uno de los asesinos en serie más infames de la historia: ¡Jack el Destripador!».

Lo tiene todo, lo cuenta casi todo, para enganchar a cualquier lector de cómic que se precie. Estamos ante la historia más reciente que se puede disfrutar de este personaje. Un TPB recién publicado en nuestro país que recopila los cinco números de este arco argumental, el cual, devoré de una sentada. Mike Mignola y Chris Roberson apoyados en las ilustraciones lovecraftianas de Christopher Mitten. Que cuentan lo que se dice en la sinopsis, y algo más. Sir Edward Grey está investigando una serie de extraños asesinatos que pueden estar relacionados con lo oculto. En principio, sospecha del «espiritualista chiflado» Gordon Asquith, pero puede haber otras fuerzas mucho más oscuras tras esas muertes sin sentido…

Al principio, este guión empieza como una historia de Sherlock Holmes, si Holmes fuera un poco más extremo de lo normal y Scotland Yard lo odiara. Es un concepto interesante que hasta ahora no había visto en ningún sitio. Sir Grey es un personaje bastante interesante que intriga con sus palabras. Volviendo a la similitud con Holmes, Grey hace las cosas a su forma y sabe que tiene razón, pero no puede obtener la evidencia que indique que tiene razón. La señorita Goad, su asistente, es su versión del famoso Watson. Pero ella no desenmaraña los casos al final, como suel hacer Watson en muchas de las historias de Arthur Conan Doyle. Aquí una cosa está clara. Sir Edward Grey se está enfrentando al asesino en serie más famoso de Londres. Aunque él sea el único que lo piensa, todo apunta a Jack el Destripador y su propósito oculto. Cuando Scotland Yard le da la espalda, Grey encuentra un aliado en la aventurera Sarah Jewell. Los intentos de Sarah de infiltrarse en el misterioso Hogar de Proserpina podrían revelar al verdadero culpable.

O quizás un peligro mayor.

Sir Edward Gray y Sarah Jewell se preparan para enfrentarse a una de las entidades más oscuras que cualquiera de ellos haya conocido.

Una obra que recrea de forma genial el Londres del siglo XIX, un misterio y una premisa interesante que te mantendrá en tensión en la hamaca. Una de las grandes lecturas para disfrutar este verano que ya alcanzó su cenit.