Reseña: Carta Blanca, de Jordi Lafebre y Clémence Sapin

Carta Blanca puede ser uno de los cómics más bonitos que se pueden encontrar ahora mismo en novedades. El más preciocérrimo, desde luego, porque no se me ocurre un calificativo mayor. Pero, ¿basta sólo con eso? Obvio que no. Preciosa historia, entrañables personajes, guion y dibujo de Jordi Lafebre para el delirio que logra sentirlos vivos, conmovedores…, salgo de mi lectura encantado. Conmovido. A uno también le gusta que de vez en cuando le pongan el vello de punta, ¿no? Además, el ingenioso proceso de contar la historia…, bueno, bueno, vamos por partes. Pero sí que funciona de maravilla también esta vez. Y es cierto que conocemos el final de la historia de Ana y Zeno desde el principio, pero curiosamente -o magistralmente, según se mire- eso de ninguna manera estropea el placer de descubrir cómo y por qué estas dos personas se han amado durante tantos años y no se encontraron antes. Carta Blanca es una de las bonitas novedades que Norma Editorial trae este mes desde el siempre atractivo cómic europeo. El título y la portada me convencieron de que lo pasaría bien, esa extraña certeza que a veces surge cuando piensas que un volumen te molará y eso que no sabes de que va. Ocurre también con títulos así, que temes que te decepcione. Por alguna razón quieres que te guste, y es como tener la posibilidad de probar una tarta de naranja y rezas por que no esté amarga. Entonces, sin prestar mucha atención a los detalles leo el primer capítulo; bonito ronroneo, paso la página y ¿dónde estoy? Retrocedo. ¿Pero cómo diablos el capítulo 19 y acabo de leer el 20? Empieza el juego. Toda una lucha de ansias por no querer leer el Capítulo 1, o sea, el final… Que sería el principio. Uff…

Un cómic atípico ya que comenzaremos la historia con su conclusión y retrocederemos en el tiempo, como habréis podido imaginar. La historia de un amor platónico que dura casi cuarenta años. En Carta Blanca seguiremos el destino de esta pareja que los llevó a convertirse en quienes son pero siempre viviendo las consecuencias antes que las causas. Un guion hecho de manera inteligente -hay que tener muchas cosas en cuenta-, y con el tono ligero que tan bien fluye en las comedias románticas. Extrañaría muchísimo que no se convirtiera en peli. Pero también contiene temas dolorosos (en el amor verdadero qué no lo es), temas como la romantización de la infidelidad, por ejemplo. Durante casi cuarenta años, el personaje de Ana le ha mentido a su esposo y su hija. Son situaciones que pueden doler moralmente a ciertos lectores. No voy a desarrollar más este tema pero soy consciente que para muchos/as el amor se rompe en mil pedazos si tras una familia existe una mentira así. En especial, para ciertas mentes “vintage”, sé que una historia de engaño no puede ser encantadora y puede resultar dolorosa. No obstante, es preciosa en muchos sentidos. Con el detalle ese de, ¿cómo terminará?, ¿cómo empezó?

La mayoría de vosotros ha pasado por esto. Tenéis en vuestro interior amores, cosquilleos en la barriga, recuerdos con los que vibráis al rememorarlos. Historias que os perseguirán hasta vuestro último día, alzheimer mediante. Gente con la que soñaste estar y terminaste con ella o no. Quizás, si que te acercaste un tiempo pero por una cosa o por otra vuestro corazón se rasgó para siempre. La destreza del autor en Carta Blanca es la construcción de una historia invirtiendo el tiempo pero encadenando eventos de una manera coherente y apoyando un marco fluido. Cierto es que no me gustó que Lafebre intentará explicar el porqué es posible retroceder en el tiempo. Explicaría que esta novela gráfica empiece por el final pero hay cosas que no se cuentan y quedan mejor, señor. Como en las historias de zombies. Mejor dejar en el aire la idea del porqué y dónde parte todo. Si tocas temas científicos puede que algún lector especializado sonría por incredulidad.

Eso si, lo que enamora totalmente es el dibujo. Muy Disney pero sazonado de cómic europeo. Es una mezcla extraña pero enamora. Es increíblemente eficiente la línea dinámica y expresiva que consigue el autor para transmitir a la perfección los sentimientos de los personajes. Especialmente, a través de su apariencia. Desde las primeras páginas, cuando Ana tiene lágrimas en los ojos, os juro que yo también las tenía… Y es que apenas conozco la obra de Jordi Lafebre. No he leído nada de sus cómics anteriores y, sinceramente, no esperaba quedar tan encantado. La guinda al pastel, la pone el colorista y ayudante Clémence Sapin que permite establecer súper bien los estados de ánimo a través de esos tonos pastel que contiene la historia.

Una fábula moderna sobre el paso del tiempo y los sentimientos que quedan. Hermoso cómic, para leer y releer.

Buen finde a todos.

Reseña: Deadwood Dick. Black Hat Jack, de Joe R. Lansdale, Mauro Boselli y Stefano Andreucci

Algunos lectores de Terror no lo saben pero Joe R. Lansdale no sólo ha escrito novelones del género súper recomendables, también es un amante del género Western. Es una rara combinación de gustos o de estilos para un escritor, sin embargo, más que raro, yo lo veo original. Y no porque pueda mezclar ambos géneros(que yo sepa solo lo hizo en un relato, fue genial y sirvió de inspiración para mi relato Andad de día que la noche es mía); el tema es que me parece muy, muy difícil ser bueno en dos temáticas tan diferentes. Pero Lansdale lo es. Joe Richard Lansdale (1951) es un escritor estadounidense además experto en artes marciales y de vez en cuando aporta su don a los cómics. Alucino con este hombre: ¡Tiene todos mis gustos! Ha sido autor de más de cuarenta novelas y ha publicado unas treinta antologías. Incluso alguna de sus historias han sido llevadas al cine. Envidia pura. Además, ha ganado varios premios por su labor en las letras entre los que está, por supuesto, el glorioso Premio Bram Stoker. En definitiva, aquí uno que va a leer siempre todo-todito-todo lo que se publique en español de este hombre.

Es por eso que fue un gusto ver que Panini Cómics, dentro de ese hermanamiento y publicación de grandes títulos de Sergio Bonelli Editore, recién publica Deadwood Dick: Black Hat Jack. Si aún no conocéis Deadwood Dick, os diré que es un personaje de ficción que apareció por primera vez en viñetarios o las que fueron llamadas novelas de diez centavos, publicadas entre 1877 y 1897 por Edward Lytton Wheeler en USA. Un exitazo de venta en el lejano siglo XIX. De hecho, el nombre se hizo tan conocido en la época que varias personas, incluidos famosos de renombre que residían en Deadwood (Dakota del Sur), adoptaron dicho apodo. Incluso tuvo una serie televisiva antológica como fue Death Valley Days que presentó un episodio en 1966 titulado La Resurrección de Deadwood Dick, con el presentador Robert Taylor y con el popular actor Denver Pyle en el papel principal. La historia mola. Si podéis echadle un ojo. Deadwood Dick es presentado por los dirigentes de la ciudad por que muchos turistas vienen a Deadwood y piden conocer al legendario hombre de la frontera. Pronto Buffalo Bill invita a Deadwood Dick a unirse a una refriega en ciernes y al final Dick, fortalecido por el gran dueto, termina por salvar al banquero de la ciudad en un atraco y promete regresar a Deadwood algún día, donde resulta que pasará sus últimos años hasta su muerte en 1929.

Black Hat Jack nace a partir de un relato de Joe R. Lansdale. Un relato épico que ya me doy patadas en el culo por encontrar en formato literario tras ver lo guapo que está y para comparar… Aunque es Mauro Boselli quien adapta esta historia a cómic. Guion narrado en primera persona donde a través de la propias palabras del protagonista nos cuenta como junto al montañés Black Hat Jack decidieron probar suerte en la caza de búfalos y…, donde tras una serie de investigaciones y pesquisas que van encontrando por el vasto páramo con un puñado de cazadores de búfalos, terminarán luchando en la famosa batalla (la segunda) de Adobe Walls, que se dio en junio de 1874 y que enfrentó a cientos de guerreros comanches, cheyenes, kiowas y arapahoes contra unos veintiocho cazadores de bisontes estadounidenses que defendían el asentamiento, en lo que ahora es el condado de Hutchinson, Texas.

Otra de esas batallas épicas históricas de unos pocos contra muchos. Lugar para ver que Lansdale leyó bastantes “novelas de diez centavos” como inspiración para esta historia. De algún modo, es muy parecido a ese formato; sin contar, por supuesto, con las geniales ilustraciones de Stefano Andreucci que son soberbias. Acción trepidante en un relato que rebosa suspense y nervio con el avance lento hasta que se desata el infierno. Por lo que he podido encontrar: sí, realmente Bat (Murciélago) Masterson estuvo presente y fue uno de los parapetados que hizo unos disparos increíbles. Tiene detalles así. Después de eso, hay cosas que se contradicen pero el Sr. Lansdale y Mauro Boselli (tengo que comprobar de quién es la culpa, por eso lo de leer el relato original). Aunque los fans de los spaghetti-westerns alucinarán de lo lindo con este cómic.

Reseña: Proyecto Hail Mary, de Andy Weir

Y ahora Ciencia Ficción de la molona, de la más realista posible. Y es que después del gran éxito de El Marciano (The Martian), que culminó con una superproducción de Hollywood de gran presupuesto dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Matt Damon que llamaron Marte (¿¿??); las expectativas se han elevado para cada nuevo libro de Andy Weir. En USA desde entonces siempre anda en el punto de mira. Sin embargo, su segundo trabajo Artemis, fue un cambio de ritmo -thriller de CF ambientado en una ciudad en la Luna-, que no gustó mucho. Yo diría que no fue tan potente como su novela anterior. Pero sí le tenía bastantes ganas a Proyecto Hail Mary ya que utiliza un lienzo más amplio como telón de fondo para una carrera interestelar contra el tiempo. Uno de los temas favoritos de Weir y, por supuesto, mío. La competencia frente a la adversidad y la voluntad de luchar por la supervivencia. Sólo los que nos hemos visto en esa terrible situación, sabemos lo importante que es que tú cerebro trabaje rápido.

Otra clave es, que hay más en juego en el Proyecto Hail Mary que en sus anteriores novelas. El maluto de esta historia amenaza con acabar con toda la raza humana y con otras civilizaciones galácticas. Ahí es nada.

Un día Ryland Grace se despierta, sale del coma, en un lugar blanquecino y junto a dos cadáveres. Tubos sobresalen de su cuerpo y sigue sin tener ni idea de quién es o cómo subió a bordo del navío estelar en el que se encuentra a miles de kilómetros de la Tierra. A medida que se desarrolla la trama, Grace comienza a recuperar lentamente la memoria y no solo descubre lo terrible de la crisis que está viviendo, también a la que se enfrenta la humanidad. También percibe que no es exactamente el tipo de hombre que cree que es. Grace es profesor de ciencias, más que astronauta. Esa fue una decisión consciente, dijo Weir durante una entrevista reciente: «Mark Watney (protagonista de The Martian) era un idiota, ¿verdad? Era humilde, divertido y modesto, y cosas así, pero era un astronauta seleccionado para ir a Marte, Debía haber vencido cientos de pruebas  y a unos 10.000 candidatos, por lo que aún idiota, era la flor y nata de la cosecha. Sin embargo, para Proyecto Hail Mary, quise a alguien más común». Y añadiendo que cree que es fuerte en las tramas pero débil en los personajes, Weir alega en esa entrevista que tiene como meta desarrollar protagonistas más matizados con cada nuevo libro. Y en este que os reseño hoy, definitivamente lo logra. Lejos del tipo entusiasta y súper motivado, Grace es en gran medida un héroe lacio, uno con vulnerabilidades reales que ayudan a humanizarlo y agregar tonos grises. Una persona normal. Por eso el personaje más potente del libro es Rocky, la contraparte alienígena de Grace.

Crear un extraterrestre literario convincente puede ser un desafío, pero Weir nos da un personaje memorable que pronto se hace querer. Rocky se ha convertido ya en uno de los alienígenas literarios inolvidables para mí. Muy al estilo de Prot en K-Pax. The Martian requería poco para la construcción del “mundo”, pero Proyecto Hail Mary nos da una raza alienígena bien construida, con un mundo natal muy diferente al nuestro. Y es que Weir es un fan confeso de Star Trek, y comentó que tenía grandes deseos de crear una especie alienígena original y diferente. Y eso que no hay un traductor universal que proporcione una comunicación rápida y conveniente entre los dos protagonistas. Pero Weir se toma tiempo para idear una forma lógica e intuitiva para que Grace y Rocky conversen y luego lo deja pasar a un segundo plano una vez que el lector ha llegado a aceptarlo. Un ingenioso dispositivo narrativo que nunca se interpone en su camino para contar la historia.

Pero toda novela convincente necesita un antagonista fuerte. Y aquí el malo-malón se presenta en forma de vida extraterrestre que se transmite de estrella en estrella como un virus, apagando lentamente a cada uno en el camino. Y parte de su ingenio es que es completamente indiferente a la existencia de las civilizaciones que amenaza. Además, no se le puede amenazar ni razonar con él. Como tal, la única solución es científica y, como ocurre con otros libros de Weir, el verdadero héroe no es la humanidad, sino la ciencia.

Novelón muy recomendable.

Weir madura a pasos agigantados como escritor.

Reseña: Soy una Mata-Gigantes, de Joe Kelly y Ken Niimura

Soy de la opinión que, como amante del noveno arte, si una obra ha recibido cantidad de premios y no has oído a nadie hablar de mal de ella, precisa un mínimo de atención por tu parte. Después estará el dibujo que puede ser maravillosito o no, el guión que puede pegar tu espalda al sofá de escai o no, pero el mínimo de atención, siempre. Lo que se le dice «echarle un ojo». Eso como mínimo. Otra cosa es que me digas que mejor no, vaya a ser que te encante y no puedes (económicamente) meterte en más líos, de momento. No obstante, recordad una máxima dentro del mundo del cómic: es un hobby que necesita (para tu bien) tener muy cerca amiguetes con la misma afición lectora. Y ahora os cuento mi caso. Me sentí un poco fastidiado tras ver la adaptación cinematográfica de Soy una Mata-Gigantes (I Kill Giants). Comentándolo con un colega este me sugirió que probara el material original. Que recurriera a las fuentes… ¡A las fuentes! Lo que yo más promuevo. Vaya tela. Y resulta que Norma Editorial acaba de publicar una nueva edición en tapa dura de este título que me atrae mil. Por tanto, las coincidencias no existen. ¿O sí?

Bien, os aseguro ya que Soy una Mata-Gigantes, de Joe Kelly y Ken Niimura, es mucho más transparente y atractiva que la versión cinematográfica. A la película le gusta ir a horcajadas sobre lo que está sucediendo y exactamente, eso es lo que no se debiera evitar. No se puede jugar con eso, no con el suspense (ese al que tanta importancia daba Patricia Highsmith); pues pierde fuerza. Ese “suspense” tratado como don de un guión es la sangre que mueve un cuerpo. Un trama con una máxima importante, además: los Gigantes son reales, y sí, la gente puede verlos.

Me enamoré, me encanta la protagonista Barbara, que en el cómic es un poco más joven, más agradable, más vulnerable y un poco más… redonda. La película comete un error porque nos mantiene intentando adivinar cosas sobre Barbara cuando en el cómic Kelly nos cuenta, casi de inmediato, todo sobre la confusión personal que tiene. Importante: sabemos por qué pelea y sabemos contra qué pelea. Al ser tan directo, Kelly crea un arco argumental lleno de emoción en un viñetario que tal como está ideado (blanco y negro, con poco texto, cuasi-manga) impacta y lo devoras en nada. ¿Pero qué cuenta este tomo ganador del Premio Internacional de Manga de Japón, la Mejor Novela Gráfica Indie de 2008 y escogido como uno de los 10 Mejores Cómics Juveniles por las Bibliotecas Norteamericanas en 2010? Cuenta la historia de Barbara Thorson, de diez años, una alumna de quinto grado que es mucho más madura que cualquier chico/a de su edad, pero que decide dedicar la mayor parte de sus preocupaciones a un «mundo de fantasía» en el que lucha contra temibles gigantes con su martillo mágico. Mas, no penséis que esto es un juego, ya que Barbara pasa horas investigando a esos seres, preparando su arma y colocando trampas de manera diligente y estoica. Sin embargo, un día, cuando una nueva estudiante llamada Sophia se hace amiga de Barbara, esa misma que anda en el punto de mira de Taylor, la matona de la escuela que hace miserable la vida de todos… La vida se vuelve más complicada para la joven mata-gigantes.

Soy una Mata-Gigantes sigue la regla de Bechdel, de hecho, a muy pocos personajes masculinos se les da tiempo de página en este cómic y rara vez se los menciona. Los problemas de Barbara con Taylor obligan a la escuela a enviarla a un terapeuta, quien cree que los gigantes son la forma que tiene la pequeña de lidiar con situaciones mucho más serias. Problemas en casa y demás. Y es que a medida que las situaciones tanto en el hogar como en la escuela se intensifican, la línea entre fantasía y realidad se difuminan. Y la conclusión de la historia deja todo totalmente abierto y con satisfacción tanto para fans de los fantástico como para escépticos. Es en esta mezcla de fantasía y realidad que I Kill Giants realmente sobresale (y aprovecha el medio, donde lo fantástico es más común que lo mundano). Obra genial muy en el tono de Un puente hacia Terabithia.

La dedicación de Kelly y Nimura al proyecto se muestra en cada página. Los personajes son absolutamente únicos, tanto conceptual como visualmente. Así que no nos andemos con rodeos: Soy una Mata-Gigantes es uno de los cómics más “regalables” para jóvenes y adultos que podéis encontrar ahora mismo en librerías.

Reseña: John Tanner. El Cautivo del Pueblo de los Mil Lagos, de Christian Perrisin y Boro Pavlovic

Llevo mucho sin deciros que, tanto que alardeamos de creadores de buen cómic los americanos, resulta que, por ejemplo, las mejores historias de Western en este formato siempre nacen en el viejo continente. Es una coincidencia que quizás no lo es tanto pero, ¿no sería más lógico que en cada tierra se hiciera lo mejor para con su historia? Supongo que de ahí lo de no ser profeta en tu tierra por que en mi caso, la mejor historia que he visto en cómic sobre la Guerra Civil Española…, por supuesto, no la hizo un español. Pero a lo que iba, que es fácil encontrar muy buenas historias del Oeste dentro del noveno arte y del cómic europeo.

Yermo Ediciones recién publica uno de esos títulos, uno de esos cómics para el recuerdo. Es decir, las historias que se basan en hechos reales a uno se les queda grabada. Serie que se inicia con este primer álbum y que deja con ganas de más. La historia de John Tanner, que permanecerá cautivo de las tribus Ojibwe durante treinta años (capturado desde los nueve) historia de la que no tenía ni idea. Me sonaba algo parecido, pero ni era exactamente esta historia, ni transcurría igual. Y es que, con la intención de reemplazar a un hijo desaparecido, John experimentará varias pruebas y un destino singular y doloroso, antes de convertirse en un vínculo entre las culturas blanca e india, a través de su función de traductor y guía. Por tanto, estamos ante un cómic de belleza incalculable, un guion de película biográfica muy bien relacionada y bien documentada por lo que he podido investigar. Al buscar lo que concierne al personaje (yo soy así de inquieto) en mi Historia del Far-West, de Rieupeyrout (enciclopedias que, sin duda, merecerían una bonita re-edición en español); me di cuenta que Perrisin había estudiado bien el tema, porque si exceptuamos algunos pasajes de ficción que le dan aspecto aventurero al guión, todo huele a autenticidad. A la vez que le da valor antropológico a los nativos americanos.

Es una trama que además pertenece más al campo de lo salvaje que a la típica historia de búsqueda. La acción se desarrolla entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, es decir, menos de un siglo antes del período en el que transcurre El Último Mohicano. Pero está en esa linea. Un cómic impregnado de cultura india, incluso el vocabulario indio es increíblemente rico. Y que trata la historia contada a través de John Tanner a un amigo que se convertirá más o menos en su biógrafo. Un médico curioso abierto a los pueblos nativos americanos de 1827. Así que imaginamos desde este medio-flashback que al final del álbum Tanner ya es un adulto y se ha convertido en indio. Una historia sin sorpresas pero que se disfruta con el “durante”. Sobre todo, por el dibujo de Pavlovic, cuando menos, ingenioso, efectivo, que acompaña muy bien a la historia, que se desarrolla a ritmo lento, pero de forma interesante. Siendo el conjunto descrito, diálogos bañados en ilustraciones muchas que son lienzos en sí mismos.

El dibujo de Pavlovic (ilustrador que recuerdo de El Niño y Les Munroe), posee un dibujo soberbio, digno de la mejor BD. Despliega todo su don en los magníficos paisajes de los Grandes Lagos pero también ofrece un verdadero festival sobre cultura india (atuendos, objetos y rostros indios). Además de la historia de John Tanner, la historia en su conjunto es instructiva por su transcripción de esta cultura india que descubrimos en un tono mucho menos idealizado; los nativos son crueles, a veces malvados, individualistas y viven en la indigencia algunos. Otra ambición de sobrevivir en un mundo hostil. Mas, también aprendemos que la evolución de los nativos no se basó sólo en violencia y sangre, sino en una especie de asimilación de mestizaje de lo que es un claro ejemplo John Tanner. Después de todo, son indios de los Grandes Lagos, no tienen la misma forma de vida que los indios de las llanuras de un siglo después. Una comuna diferente.

Serie planeada en díptico, que ningún amante del género debería perderse.

Reseña: Un Destino de Hallador, de Gess

Curioso, muy curioso, es este nuevo titulo que llega a nuestro país de la mano de Ponent Mon. Pero es Gess. Y un cómic de este hombre ya es como mínimo apetecible. Y en formato grande, más. Pues recordad que ya casi con todas las editoriales que traen buen cómic europeo, por normal general, hablamos de integrales (que para mí es el formato ideal para degustar historias); así que si se puede, se hace un esfuerzo económico para llevaros a casa lo mejor de lo mejor… Cómic con el que empezamos la semana que lo merece.

Pues tras un nuevo álbum de ¡Viva la Anarquía! (https://www.cronicasliterarias.es/?p=4831), quién no va a querer trasladarse de nuevo a esos tiempos de Balzac, Zola y Victor Hugo, la Comuna y los grupos anarquistas de la France. Pero esta vez con toques fantásticos. Guau! ¿Cómo? Si, si…, pero Un Destino de Hallador es eso y más. Para los que aún no conocen los denominados Cuentos del Pulpo; obra que promete ser colosal y cuyo primer relato fue La Malédiction de Gustave Babel, que hizo mucho ruido por su frescura y por sus dimensiones cuasi-dimensiones hugolianas al otro lado de los Pirineos. Son cuentos dedicados a una organización criminal que controlaba París a finales del siglo XIX. No obstante, Gess los lleva a un universo ucrónico donde conviven (con dificultad) humanos corrientes y mutantes franceses muy al estilo de los X-Men. Sin embargo, ahora, comenzando con una breve pero conmovedora introducción a la Comuna de París y el sacrificio de quienes creían en los valores democráticos y modernos que se debieran defender, Un Destino de Hallador promueve a su vez (como cómic) ciertas tendencias políticas citando en cada apertura de capítulo un extracto clave del Contrato Social, de Rousseau. Vamos a ver, ¿politiqueo? Dirán algunos de ustedes. Bueno, ¿y acaso Dios ama, el hombre mata no era un cómic político en definitiva?

Detrás de una ficción extraordinaria y operando a varios niveles, Gess, es el único responsable de esta obraza donde interpreta todos los roles (guionista, diseñador, colorista, rotulador…); con el que transmite un mensaje poderoso. La relevancia de que todo permanece igual más de un siglo después. La soberbia de los poderosos (ya sean miembros del Estado o de la Mafia) hacia el pueblo sin el cual, sin embargo, no son nada. Pero también la posición de víctima de la mujer, sistemáticamente explotada, violada en sus derechos, literalmente devorada por el sistema. La necesidad de Revuelta, aunque los límites de la violencia son obvios… Temas, posturas comprometidas, que tras lo fantástico encumbran lo que se cuenta en Un Destino de Hallador.

Pero lo que hace de este volumen un triunfo absoluto y una lectura tan cautivadora como abrumadora, es la fuerza de su historia. Así como el poder de los personajes, ninguno de los cuales es insignificante. Me llamó mucho la atención encontrar en un cómic el romanticismo poderoso que es capaz de evocar la gran literatura francesa del siglo XIX. Tener la sensación de esta leyendo a Victor Hugo o Alexandre Dumas, eso no lo consigue cualquiera. Y menos, dentro del noveno arte. Son referencias que inmediatamente vienen a la mente cuando uno se hunde en este universo rico que se propone. Situaciones moralmente complejas y la atmósfera de inevitable tragedia. Una dimensión de “cultura francesa” que le permite también a Gess separarse un poco de posibles referencias a los mundos estereotipados de los superhéroes estadounidenses. Al tiempo que los encaja perfectamente en temas más contemporáneos (asesinos en serie, universos paralelos, etc.). Además, lo que se cuenta aquí, tiene ese don lovecraftiano, mignolista, que a mí por lo menos me flipa. Imaginaréis que ahora quiero, rezo para que alguien saque en español (¡Muerdo por conseguir!) La Maldición de Gustave Babel, el primer relato de los Cuentos del Pulpo. Y es que me contaron que tras ese cómic está la base donde el autor francés de Ruan siembra la semilla para este maravilloso volumen que os reseño hoy.

En Un Destino de Hallador me cuentan que lo vuelve a hacer con geniales historias entrelazadas que evolucionan en el mismo universo. Un período de transición por excelencia donde trama y subtramas llegan a unirse, por lo que he podido averiguar. Gess juega con este rico tejido histórico francés para confeccionar un universo único. Trata ante todo personajes de gran riqueza y profundidad, algunos de los cuales tienen talentos increíbles. Este pequeño toque fantástico da cohesión y originalidad jugando con leyendas urbanas y embarcándonos en una historia contundente y sangrienta donde las familias de los principales protagonistas vana sufrir de lo lindo. Todo con un ritmo constante, poderoso, de narrativa apasionante, donde nos embarcamos rápidamente en un secuestro donde Émile Farges, nuestro héroe, tendrá que salir de su zona de confort para salvar a su familia…

Desde el punto de vista gráfico, Gess confirma su estilo, lo cuidadoso que es y le da a su historieta todo el atuendo necesario para nuestro mayor placer. Es un maestro en todos los sentidos. Un ídolo para muchos fans entre los que me encuentro.

Cerrando ya, la valoración es fácil, para un amante del género detectivesco y de Terror como yo: Menuda Joyita. Trama digna de peli, serie de TV, sirve hasta como aventurera rolera, friends. Rico universo y cómic súper disfrutable para muchos de los que leéis Desde New York – Crónicas Literarias y que sabéis ya de sobra de qué pie cojeamos.

Súper recomendable.

Reseña: Marvel Limited Edition. Spiderman. Capítulo Uno, de John Byrne

Nadie dice NO a volver a los buenos tiempos, a los buenos cómics y nadie debería evitar a John Byrne en tiempos muy prolongados. Pero lo que tiene delito en mí es que no recordaba que el maestro Byrne hubiera tenido una época con el trepamuros. Que existía y ahora en novedades está en un Marvel Limited Edition un volumen que recopilada la serie de doce números llamada Capítulo Uno donde el consagrado guionista e ilustrador le dio “tratamiento” a nuestro querido vecino Spiderman.

Su visión del personaje.

Así que, como no aprovechar el momento, la publicación de esta genial novedad que se marcan Panini Cómics y SD Distribuciones con su colección de indispensables cómics clásicos los ya tan conocidos Marvel Limited Edition. Es el momento, sin duda, de degustar la miniserie que se llamó Capítulo Uno (Chapter One), del Spiderman, de John Byrne, que se publicó entre 1998 y 1999. Doce entregas, más un número aleatorio #0 -intercalado-, una Renovación de la Telarañas (como bien titula en su articulo inicial Eduardo de Salazar), que nos lleva a los primeros días de Spiderman tal como el maestro decide reescribirlos y los reinventa. Pues la serie esplende y está cien por cien impulsada con inspiración gracias a la mente y pluma de la superestrella de la industria John Byrne, quien proporciona guión y lápices además.

Una publicación que roza los dos miles pero de las pocas series que se podrían ubicar por apariencia y estilo en los benditos años 80. Byrne incluso parece preferir una re-imaginación clásica de una historia icónica del origen de un superhéroe, muy parecido a lo que hizo con el Superman ochentero. Aunque sinceramente con El Hombre de Acero lo hizo bastante mejor. Y eso que Byrne siempre gusta, tiene un nivel muy alto pese a no estar en su top. Es más, Capítulo Uno, en el momento en que se publicó, muchos lo catalogaron y declararon como nuevo «canon» para Spiderman. No obstante, la gente se fue dando cuenta que era una designación hecha un poco a la ligera cuando los poderosos de La Casa de las Ideas se dieron cuenta que era una estupidez cambiar los eventos del Amazing Fantasy #15, al menos, en la forma en que Byrne lo cambia aquí.

Eso si, permitid que aclare que como fan incondicional de todo lo que hace o hizo este señor, honestamente, este MLE hay que tenerlo a poco que seas fan de Spidey. Es diferente. Y al ser uno de los personajes de los que más guiones se publican (Spiderman, Los Vengadores, Batman, Superman…) la palabra “diferente” debería sonaros a “refrescante”. Y apetecible. Cierto es que el medio está lleno de reinicios, de vuelta a los orígenes…, pero al igual que Frank Miller hizo con Daredevil en El Hombre Sin Miedo, Byrne también aporta aquí su ingenio magistral para “retocar” mitología y el resultado neto es cuanto menos digno de leer. Tenéis que quedaros con lo que os dije antes. Hablamos de una serie por la que llegaron a plantearse en un momento dado ponerla como canon.

Eso no es moco de pavo.

Dichos cambios incluyen el momento icónico de la «picadura de araña», que se cambió de «adolescente mordido por una araña radiactiva» a «adolescente es atrapado en una explosión radiactiva y es mordido por araña». Como guinda al pastel, Otto Octavius está presente durante esta explosión y ese es el momento en que adquiere sus superpoderes. Un coctel curioso, ¿no? Pero vincular a Peter y a Otto más estrechamente es una idea con una enorme cantidad de potencial (como lo atestigua la serie Superior Spider-Man), que los dos obtengan sus poderes forjados en el mismo momento exacto ya casi que los une para siempre. Y este es solo uno de los muchos casos en los que Byrne tocará la fibra a los más puristas. ¿Más? Momentos como estos: Anna Watson le da la noticia a Peter sobre la muerte del tío Ben en lugar de un policía al azar, o el Duende Verde es el cerebro tras algunos de los primeros villanos de Spidey. Ideas que en realidad dan la sensación de estar leyendo un What if…?, pero uno de los molones. Aun así, en cuanto a los puristas que no quieren que se les toque nada-nadita-nada, os contaré bajito que hay más momentos sarcásticos que terribles. Por ejemplo, Byrne intenta modernizar el origen haciendo que los estudiantes de secundaria hablen de ir a ver un concierto de los Rolling Stones.

Cosas así.

Digno de ver. Leer. Tener.

Reseña: Star Wars. The Mandalorian. El Arte en Imágenes, de VVAA

Dándole un toque de atención a las editoriales con el tema ir un poquito tarde con ciertos titulos (¡El hype no debe bajar!), llega por fin el Libro de Arte de The Mandalorian. Para quien no lo sepa, los Libros de Arte sobre cada film, serie o miscelanea espacial de La Guerra de las Galaxias, son una de las cosas más buscadas, compradas y coleccionadas por los fans de Star Wars. Son de esas pocas cosas que uno compra casi por el solo hecho de tenerlo, poseerlo, un utensilio del que uno llega a sentirse orgulloso y lo usa muy de vez en cuando para buenos momentos de sofá, ojeándolo como quien no sabe leer y, sin embargo, disfruta con El Arte en Imágenes entre sus manos. Cómo enterarte, o mejor dicho, visualizar detalles que de otro modo quizás jamás hubieras conocido. Así fueron los primeros libros sobre la trilogía clásica y así han continuando siéndolo con todo lo visual que vino después. Y después del pelotazo que ha sido, del enorme exitazo y joyitas visuales que hemos podido ver en las dos temporadas de este forajido, cazarrecompensas junto a El Niño; un dueto perfecto en condiciones y tema, con una cantidad enorme de personajes con una enorme profundidad -me atrevo a decir-, con mayor cantidad de ellos por metreo cuadrado en todo el Universo Star Wars visto hasta ahora. El libraco que nadie que haya leído hasta aquí debería perderse.

El Mandaloriano tiene lugar «Después de la caída del Imperio y antes de la aparición de la Primera Orden» y sigue a «Un pistolero solitario en los confines de la galaxia, lejos de la autoridad de la Nueva República». A groso modo, esta fue la presentación básica que se hizo y se hace en algunas sinopsis sobre la serie, pero obviamente hay mucho más. Tenemos en nuestras manos la edición para coleccionistas, de nombre original Star Wars: The Mandalorian / The Art & Imagery que tan buenas ventas tuvo en USA. Planeta Cómic recién publica en nuestro país esta chulada de edición se mire por donde se mire, en la que ya solo el tacto de sus páginas interiores… Uff, que maravilla. Un libro de tapa dura de casi doscientas páginas, completismo puro y deleite de imágenes fijas y arte conceptual de una de las mejores series de TV que se han hecho (en general) últimamente.

El libro se divide en catorce capítulos: El Mandaloriano, El Niño, Mandalorianos en Nevarro, Mundos, Aliados y Enemigos, Criaturas, Batallas, El Mandaloriano y el Niño, Mundos sin Ley, Naves Espaciales, Enemigos y Aliados, Droides, En el Campo de Batalla y Resquicios del Imperio. En realidad, estamos ante un integral de una serie de álbumes que en USA se fueron publicando con el contenido aproximado de cuatro capítulos cada uno. Por lo que aquí tenemos que dar gracias a la editorial por traérnoslo todo en compendio; ya sabéis, lo amante de los Integrales que soy. A la larga, siempre son más económicos, sin contar lo preciocérrimo que queda en nuestras cómictecas. Tenemos así un Libro de Arte indispensable para amantes del mundo, de los mundos, del universo de Star Wars y de todas y cada una de las ilustraciones, imágenes, entornos y ambientaciones a los que la saga es capaz de trasladarnos. Un libro de mesita de café, de té, de pastelito en confitería un domingo por la tarde dándote el vientecillo fresco en el pelo, momento, en el que uno/a solo quiera estar solo/a, consigo mismo, inmerso en dicho universo.

¿Sabéis también que provoca? Que mañana me vuelvo a ver las dos temporadas de The Mandalorian para comprobar bocetos, storyboards y otras cosillas que aquí se pueden ver. El mejor arte conceptual elaborado por algunos de los mejores ilustradores de Star Wars como Doug Chiang, Christian Alzmann, Ryan Church, Nick Gindraux, John Park, Jama Jurabaev, Erik Tiemens, Brian Matyas, Seth Engstrom y Anton Grandert.

Todo son halagos, lo siento.

Reseña: ¡Viva la Anarquía! El Encuentro entre Majnó y Durruti, de Bruno Loth y Corentin Loth

Tras los sucesos contados en el primer tomo de ¡Viva la Anarquía! (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2708), un cómic excelente que le daba a la “anarquía” su definición real, ya comenté que se rumoreaba un segundo volumen. Y aquí está. Nuevamente de la mano de Ponent Mon. Más datos, más guion e ilustración de la historia que persigue o persiguió a estos dos tipos que un 15 de julio de 1927 se encontraron y establecieron amistad. Dos anarquistas, Nestor Makhno y Buenaventura Durruti, uno ucraniano y el otro español, dos anarquistas revolucionarios que rodeados de sus seres queridos, entablan una conversación fraternal sobre su viaje personal y los valores libertarios que defienden con ardor. Dos que buscaron posibles vías para construir un mundo mejor donde no hubiera mandatarios, ni explotados, ni jerarquías, y donde el Estado y la propiedad fueran abolidos. Una quimera de igualdad y libertad que muy pocos defienden incluso a día de hoy. Y si el primer álbum se centraba en el reencuentro, aquí llega la anécdota, la aventura vivida, hechos pasados por los que sufrieron junto a otros. Concretamente, las operaciones a gran escala destinadas a poner en práctica sus ideales. Majnó -como le llamaba Durruti-, relata sus batallas al frente de un ejército insurreccional, para establecer una zona revolucionaria libertaria y luego defenderla contra los imperialistas y los bolcheviques. Por otro lado, Durruti detalla las acciones que cometió con la esperanza de debilitar el poder en el lugar y la patronal, tanto en España como en Centroamérica.

Pero hay más. Otro excelente álbum de Bruno Loth sobre un tema que le es querido: la anarquía. Después de haber trabajado ya mucho en la Guerra Civil Española y sus múltiples convulsiones políticas, rinde homenaje a través de esta serie en la que destaca el tema histórico y los entresijos que a menudo se utilizan para captar al amante de los grandes hechos históricos. Makhno, el ucraniano, Durruti, el español, y su visión del mundo y lucha donde convergen para construir un mundo mejor y sobre todo más igualitario. Sabiendo lo casi imposible que es esto. Dos pensadores, dos intelectuales guerreros en un nuevo álbum que nos permite por un lado (re) descubrir estas dos figuras emblemáticas de la anarquía y “desempolvar” el anterior álbum Por que después de leer El Encuentro entre Majnó y Durruti, querrás revisitar el primero y completar sensaciones.

No es un cómic político. Así que olvidaos de todo lo que creéis saber sobre anarquía. Esta trama no tiene nada de educativa. Pasea mejor por esa playa donde degustar sucesos históricos y personajes que no todo el mundo conoce y que gobiernos no interesados promueven su olvido. Debéis saber que antes de 1914 y durante el período entre guerras, el movimiento libertario tuvo una influencia significativa tanto en Francia como en España, especialmente en Cataluña. A principios de los años 20 del siglo pasado, los dos líderes anarquistas se refugiaron en Francia. Bruno Loth imagina que cuando los dos hombres salieron de la cárcel, se encontraron y se rodearon de compañeros combatientes, cada uno hablando de su viaje. Estamos en un período en el que la violencia es un modo de acción en respuesta al envío de rompehuelgas particularmente violentas que acababan con las fuerzas antidisturbios y muertes «fáciles». Ese no era el objetivo. Pero a lo que vamos, lejos de ser didáctico o doctrinario, en ¡Viva la Anarquía!, encontramos un cómic de tema interesante, de gráficos llamativos, que expresan a la perfección las atmósferas de Ucrania o Cataluña realzadas por un suave y espléndido coloreado de Corentin Loth.

Bruno Loth sabe cómo cautivar al lector con retazos de vidas singulares. Una continuación y un final tan fascinante como instructivo vais a encontrar en este díptico. Completismo muy recomendable.

Reseña: 100% Marvel HC. Universo Veneno, de Cullen Bunn, Iban Coello y Matt Yackey

Dicen que tienes Veneno en la piel… ¿Soy el único que después de los años sigue haciendo el chistecito? Probablemente. Pero es que cada vez que disfruto o vuelvo a hablar de uno de los recomendables arcos que se están publicando del personaje, casi que termino haciéndome el gracioso. En definitiva, es eso, se están publicando todos y cada uno de los mejores arcos del personaje y yo estoy intentando traer (intentando haceros ver) que es un antihéroe muy disfrutable. Sobre todo, en sus cuatro o cinco arcos argumentales cerrados que están viendo la luz en estos 100% Marvel HC. Donde uno de estas puntas de lanza es Universo Veneno, de Cullen Bunn (autor con experiencia en simbiontes y sucesor de Rick Remender en la serie regular en la que Flash Thompson encarnaba al Agente Veneno), e Iban Coello, uno de los ilustradores de moda en la Casa de las Ideas, paisano nuestro además. que reside en la siempre maravillosa Barcelona.

El Venomverse fue una miniserie de cinco numeritos que se publicó a finales de 2017 y que la crítica USA estuvo partida en dos en sus comentarios. Os dije en una ocasión que yo no seguí a Veneno en sus aventuras independientes nunca pero lo redescubrí, un poco antes de la película, donde movido por la curiosidad me pregunté por qué demonios sabía tan poco de este personaje. Y como supuse que Panini Cómics sacaría lo mejor de él aprovechando el tirón del film -cosa que se jodió en parte por la pandemia, pero que dicha editorial con garbo continuó con su plan de publicación-, se aplaude. Y agradecemos muchos fans coleccionistas de constante búsqueda de cositas inencontrables, que así se haga.

Retomando, Universo Veneno es una trama muy de CF que hay que leer a poco que te guste el personaje. Crea un entorno que engancha, y aunque hayáis estado fuera de los cómics de Marvel “por un tiempo”, como me dijo un compañero de curro el otro día; sí que se puede leer y disfrutar deduciendo que Peter Parker anda cerca… ¿La historia? El villano Jack O’Lantern está sobrevolando Nueva York en busca de Venom hasta que este aparece y le da pal´pelo. Sosteniendo al villano de cabeza en llamas desde un balcón, Venom se sorprende al escucharlo suplicar piedad, sin embargo, le contesta: «Eres un carnicero, Jack… un asesino en serie… un asesino de pura cepa…». Y luego salta sobre su cuerpo y lo destroza (si alguien aún no sabes de lo que es capaz Veneno, esto es una muestra). Atestiguado por unos adolescentes, Veneno les dice que ese tipo obtuvo lo que se merecía y de repente, no se siente bien y su cuerpo se deforma e implosiona. Dejando a los chavales alucinados.

El sentido de la justicia de Veneno (que lo tiene) lo transporta a un universo donde los Venoms, criaturas blancas que consumen un simbionte y a su anfitrión para adquirir sus poderes, matan todo lo que pueden. Nuestro Venom ha sido convocado a este universo por otros héroes de Marvel, junto con simbiontes, para luchar contra estos seres y destruirlos. Con esto y poco más, tenemos lío. Una trama que tiene urgencia en sí misma en un entorno post-apocalíptico. Cuanto más revela la serie sobre los «Venenos», más se me parecían al agobio de la interminable marabunda que nos increpa en el Aliens, de Ridley Scott. Y con un resultado final muy parecido, simplemente rediseñado para adaptarse a un mundo que nadie quiere que exista. Y con una revelación de la mente maestra secreta tras los Venenos que os va a dejar el culo torcido. La guinda a una historia que, sin ese giro de tuerca, no sé si me hubiese gustado tanto.

Pero el arte de Universo Veneno es lo potente. Su atractivo de venta. Iban Coello aporta una calidad dinámica y caricaturesca, una que resulta muy útil cuando Venom intercambia golpes con nuevos enemigos. El movimiento esplende aquí. Un trabajo nítido, a veces, en ángulos extremos que aumentan la intensidad de la batalla. Con la ayuda del colorista Matt Yackey. Pero esto si tengo que decirlo, Universo Veneno es el tipo de historia divertida, sin mucha profundidad, muy en el molde de un cómic Marvel de los 80. Y no sé si eso le puede gustar a la chavalería actual.