Reseña: The Silver Coins Vol. 1, de Walsh, Brisson, Jeff Lemire, Kelly Thompson y Zdarsky

Pocas cosas son tan petrificantes como una maldición. Tenemos arraigados dentro eso, el concepto y el sufrimiento de estar maldito porque quizás lo llevamos en la sangre el que algún familiar nuestro en alguna época pasada sufriera una de ellas. A lo largo de la historia, la humanidad se ha horrorizado ante la perspectiva de objetos místicos que nos condenen a la perdición; de una bruja o un señor con poderes que no son de este mundo, tuviera la “gracia” de pronunciar unas palabras y hundirle la vida a alguien. Pero los objetos…, los objetos malditos son los que de alguna forma siempre hemos intentado evitar. De hecho, hoy en día, en pleno siglo XXI, año 2022, os aseguro que le decimos a alguien que tal objeto está maldito y no lo quiere tocar ni saber nada de él. Y si lo coge, su propia consciencia empezará a roer en su interior con el temita hasta que… Dependiendo de la persona, de su racionalidad, se volverá más o menos poderoso. Por lo que las maldiciones siguen muy vigente hoy en día y quizás nunca nos la podamos quitar de encima.

En The Silver Coin de Image Comics, la pieza de metal principal persigue a quienes se atreven a tocarla. Una historia e historias dentro de un cómic creado por Michael Walsh, Ed Brisson, Jeff Lemire, Kelly Thompson y Chip Zdarsky. Un primer volumen de una antología que recién publica Panini Cómics en nuestro país que sorprende por la calidad que tiene. Además, de ser una seria antológica que cuenta historias aterradoras y retorcidas que atormentan a inocentes y culpables por igual y que viene ni que pintada leerla, devorarla, para este Halloween que tenemos a un paso. Pues The Silver Coin es una mirada emocionante al Mal con una cantidad asombrosa de variedad, asustando a los lectores al menos una vez por capítulo… jaja. Este primer volumen recopila relatos pero parte de una premisa súper interesante pues se cuenta que la fortuna de una banda de rock en decadencia cambia de la noche a la mañana después de que encuentren una misteriosa moneda de plata… ¿Os suena? Porque a mi sí. Pero lo chulo es que con cada historia seguiremos los acontecimientos que se vayan dando alrededor de esta moneda argentaria a lo largo de los siglos. Desde la Nueva Inglaterra puritana hasta ese futuro desolador que tendremos en la tierra en el lejano año de 2467…

The Silver Coins recopila los cinco primeros números de la serie. Cada uno de estos cómics se centra en la moneda de plata titular y está dibujado por el artista Michael Walsh, ganador del premio Eisner. La primera de estas historias es El billete, escrita por el guionista de Daredevil, Chip Zdarsky, donde seguimos a un aspirante a estrella de rock que se encuentra con la moneda mientras revisa las pertenencias de su madre, y decide usarla como púa de guitarra. Genialísimo. Pero es asi que inmediatamente establece lo que está en juego en la premisa y construye una tensión lenta y creciente antes de su ardiente conclusión. Me encantó esta historia. Y a diferencia de otros números, que se deleitan con la agonía de las pobres almas que se encuentran con la moneda, el guión de Zdarsky explora los impactos psicológicos que surgen al manejar un objeto tan oscuro y poderoso, y lo hace de una forma maravillosa como maravilloso guionista que es.

Otro relato chulo es Chicas de verano, de Kelly Thompson. Si bien Thompson ha personificado anteriormente el Mal en Capitana Marvel, aquí desata uno de los problemas más desconcertantes de su carrera. Una joven llamada Fiona encuentra la moneda en una cabaña apartada mientras está en un campamento de verano, lo que hace que la maldición la apunte a ella y a sus compañeros de campamento. Esta historia canaliza slashers clásicos al estilo Viernes 13 y tiene implacables actos de violencia a lo largo de la trama que a más de uno dejará con el culo torcido. Mientras Thompson se prepara para lanzar más cómics de terror a través de Substack, este número es un gran indicador de lo que los fans podemos esperar de ella en el futuro.

Al unificar todas las historias en torno a la moneda de plata titular, todos estos creadores pueden brindar una perspectiva única sobre el Terror. Mientras Lemire juega a lo grande y juega con la ciencia ficción, Brisson abraza la posesión demoníaca y el horror. Donde algunos cuentos son asaltos implacables a los sentidos, otros son una combustión lenta con un momento de violencia repentina. En un año en el que se está consiguiendo que cada vez más cómics de Terror lleguen por estos lares, y de calidad, The Silver Coin es otra súper recomendación para el fan que como lector disfruta de escenas impactantes que te hacen mirar una y otra vez a esa esquina de tu habitación en la que antes no habías reparado y donde parece que hay una extraña sombra…

Reseña: Call of Duty. Vanguard, de VVAA

Yo que pertenezco a la Generación X, yo que fui niño en los 80, con los años, los videojuegos me han ido gustando cada vez menos. Quizás es por el paso de los años o quizás es porque he preferido no avanzar en ese apartado de gasto de horas de mi tiempo libre, preferí anclarme en la cultura de libros, cómics, juegos de mesa y films. Los de la Generación X vivimos el boom de todo esto aunque también vimos la explosión de los videojuegos. Y si tuviera que elegir uno que me impactó y me gustó con cada edición que se publicaba, de los pocos que me apetecía probar, esos eran los denominados Call of Duty. Será porque fui Infante de Marina, será porque siempre me atrajo el tema bélico en todas sus facetas, será porque quizás fue siempre el único juego que me encantaba lo que proponía y el modo o sistema en el que lo hacía. Por eso, y solo por eso, no me iba a perder un cómic que recién publica Panini Cómics y que cuenta lo que sería la precuela al juego de Sledgehammer Games y Activision el conocido Call of Duty: Vanguard.

En la Comic-Con de Nueva York de 2021 se anunció esta serie de cómics vinculada a Vanguard cuyos asistentes se pudieron hacer con una copia gratuita del primer número donde la protagonista era la carismática Polina Petrova. Sin embargo, el 4 de noviembre de 2021, Activision anunció que la serie de cómics se lanzaría de forma gratuita en el sitio web oficial de Vanguard, y el primer número se lanzó de forma digital ese mismo día. Decir que poco después ya no estaba disponible. No obstante, Panini Cómics ha tenido a bien traer este tomito que recopila la miniserie al completo para zampársela de una vez como ha hecho este que os escribe. Pero, ¿cuál fue la inspiración para crear un cómic como Call of Duty: Vanguard? De hecho, tenemos esta gran historia dentro de la campaña de Vanguard, es decir, estos mismos personajes. Pero mientras en el juego nos muestran una escuadra unida, un equipo con experiencia y formidablemente bien conjuntado, en el cómic se cuenta cómo fue su primera misión juntos.

Contaron los autores en una entrevista que mientras escribían la historia principal, se dieron cuenta que pensar en cómo esos tipos llegan a formar equipo también era importante de narrar algún día. Y tenían una buena para contar sobre ello y lo plasmaron en esta miniserie. Por suerte, ya la tenemos aquí y decir que la he disfrutado a tope y lo peor es que ahora necesito o “actualizar” mi videoconsola (uy, me estoy dando cuenta que esta palabra huele a dinosaurio, ¿no) o en su defecto ir cada poco a casa de mi cuñado que él si que es un gran freak de los videojuegos y lo tiene todo-todito-todo de esta serie.

Los autores contaron que viendo todo el material que había surgido del brainstorming, nació la idea y vieron sentido a explorar la historia de origen de cómo todos se unieron para formar la Task Force One. Ahí entró en escena el Capitán Carver Butcher. ¿No lo conocéis? Butcher hizo su aparición en 2017 en un DLC de la Segunda Guerra Mundial. Era intendente en el Cuartel General y era divertido e ingenioso. Un personaje de los que calan. Por eso, sinceramente, estamos ante una de las mejores historias de personaje secundario que conozco de héroe nacido de un videojuego. No creo que ningún otro personaje secundario en ningún juego se haya convertido en el Nick Fury de una franquicia con tanta repercusión mundial como esta. Y es que parece que llevar el apellido “Carnicero” es sinónimo de éxito.

Call of Duty: Vanguard se basa en una máxima, una pregunta en condicional: ¿Para quién trabajan estos hombre de élite? La respuesta a esto, asi como el desarrollo de la trama en torno al nacimiento de las Fuerzas Especiales de las que disponemos en el juego, todo eso y un poquito más, cuenta esta miniserie. Aportar que cada uno de los personajes principales se inspiró en héroes de la vida real de la Segunda Guerra Mundial.

Una gozada en su conjunto.

Reseña: Marvel Must-Have. Spiderman. Tormento, de Todd McFarlane

La miniserie de Spiderman: Tormento de cuatro numeritos eran obviamente otro Must-Have a tener. La primera historia dibujada y escrita por el famoso Todd McFarlane, el señor que se hizo multimillonario a raíz de su colaboración en la cabecera del trepamuros. Con un dibujo que a tres cuartas partes del mundo comiquero enamoró, como guionista, con historias no muy potentes, aunque si os aseguro que si tuviera que recomendar una, la que es para mí la mejor de las leídas a mis cuarenta y tantos años, sin duda, me quedaría con Tormento. Y eso que no soy muy del Lagarto.

Aunque aquí se trata de forma muy especial. Y es que cuando eres uno de los superhéroes mejor valorados de la historia mundial y te mantienes en ese pódium tantos años, estás casi obligado a hacer nuevos enemigos o redundar en los que tienes con nuevas historias que atraigan al personal. ¿Y qué tiene Spiderman más que pelos en el pecho? Enemigos. Tiene una de las galerías de malos-malutos más formidables y extensas que existen y no solo en el mundo del cómic, diría que en cualquier formato literario. Pero, ¿qué sucede cuando tienes un enemigo nuevo y misterioso que te persigue, te ataca y no tienes idea de quién es o cuáles son los motivos de su vendetta? Esa es la pregunta a la que nos enfrentamos en Tormento.

Nuestro querido vecino Spiderman es atacado por Lizard, un enemigo que recuerda como enemigo peligroso. Sin embargo, de lo que no se da cuenta hasta más tarde es de que Lizard está siendo controlado por otra persona, una bruja vudú peligrosa y aparentemente loca, a quien más tarde conocerá como Calypso. Una ex amante de Kraven, otro miembro de su familia. Pero, ¿por qué debería temer alguien tan poderoso como el trepamuros a este tipo de canallaje? Pues mirad, muy simple, por la simple razón de que tiene el poder de usar a tan poderosa bestia como el Lagarto a su antojo. Y logra envenenar, atormentar y casi destruir a Spiderman en una sola noche. En esas nunca se ha visto Peter Parker…, ¿o sí?

Tormento es famoso por ser el arco con el que se inició el famoso Spiderman de Todd McFarlane. Lo dibujó y escribió en 1990, dando comienzo a esa locura de músculos inmensos y telarañas por doquier con las que se hizo famoso el autor. Un toque característico y reconocible, que es lo que cuenta en este mundillo. Pero aunque la considero joyita indispensable a tener creo que muestra ampliamente algunos de los problemas que tuvo McFarlane con la escritura. Problemas de los que nunca supo salir años después, por ejemplo, con sus intentos de hacerlo bien en Spawn. Un ejemplo son los cuadros de pensamiento, que se usan en exceso y tienen una perspectiva inconsistente. Y eso puede llegar a cansar al lector poco asiduo que quiere una «cocalita» rápida y ya está. ¿Es algo malo? No. Es su forma de escribir. Por eso, para mí McFarlane siempre será un grandioso ilustrador y guionista medio. Pero ya os digo que Tormento fue la primera, así que disfrutable a tope.

¿Calypso controlando al Lagarto para luchar contra Spiderman y torturarlo a más no poder? Quién no gusta de eso. Además, disfruté mucho de la interacción entre Spiderman, que seguía buscando al Dr. Curt Conners dentro de Lizard, y Lizard, que solo responde a un nivel instintivo y animal. No había Conners para que Spidey sacara algo bueno de esta historia. El breve relato de la adquisición de poderes sobrenaturales por parte de Calypso a través del sacrificio de su hermana menor también fue interesante, aunque si parpadeas te la pierdes.

La sangre corre por la Gran Manzana.

Spiderman se sumerge en la oscuridad mientras persigue al Lagarto por las calles y alcantarillas de la ciudad, tratando de poner fin a la pulsión homicida que deja a su paso. Pero ¿quién está controlando al Lagarto? Ya os lo he dicho, ¿no? Pero verlo, disfrutarlo y leerlo, es otra cosa. No sabéis de lo que es capaz esta señora…

Reseña: Los Defensores. Los Diamantes Son Para Siempre, de Brian Michael Bendis y David Márquez

No voy a descubrir nada si digo que si alguien quiere leer algo actual y modernito de cómic Marvel una garantía segura es ir a por algo de Brian Michael Bendis. Como mínimo, te valdrá para tener una base o no ir tan desprevenido a las famosas series (y ya constantes) de Netflix o Disney+. Hoy os traigo un Marvel Now! Deluxe que sirve para eso y muchos más. Porque posiblemente estemos hablando de un cómic que os reconcilie con algún personaje secundario -ahora principal- que en formato cómic Bendis lo realza de manera prodigiosa.

Los Defensores: Los diamantes son para siempre es un tochal que comprende los diez primeros números de lo que sería este inicio del Volumen 5 de este grupo de superhéroes, cazarrecompensas… y/o derivados o sinónimos de esa palabra. Además, para mejor introducción a los personajes se añade como inicio el FCBD 2016 All-New Guardians of The Galaxy que viene ni que pintado saber de él. La recuperación de estos personajes en verano de 2017 se debió, sobre todo, a la inminente llegada en formato de televisión para Netflix. Y se recurrió como era obvio por entonces a quién se atrevía con todo desde que llegó a Marvel. El señor Brian Michael Bendis. Unir a Jessica Jones, Luke Cage, Danny Rand y Matt Murdock en la presente continuidad del cómic de Marvel TAMBIÉN era tarea suya. Y empieza lento pero prometiendo mucho. Respaldado por el tremendo arte de David Márquez ofrece un contexto generalizado del porqué los personajes se unen.

He leído por ahí que la people se queja bastante sobre cómo Bendis establece los diálogos entre sus personajes y sinceramente no tengo ni idea de a qué se refieren. Bueno…, sigo, porque me parece de lo más ameno a cómo lo hace en plan serie de TV: rápido, conciso, frases certeras…, hay algunas páginas que destacan por ser particularmente «estilo Bendis» en términos de intercambios repetitivos de conocimiento establecido. Pero al final de la historia, cada uno los números o grapas, cuentan con temas menos problemáticos por el hecho de que la pizza vuelve a coger su forma primordial. El hecho, las motivaciones del villano en cuestión, se justifican cuando de una vez por todas Los Defensores se juntan.

Sí, (¿spoilers?) Diamondback llega a Nueva York y busca consolidar su imperio comenzando con Black Cat, pero no antes de que le disparen un misil oscuro llamado Luke Cage. Diamondback, también conocido como Willis Stryker, cuya historia del cómic está ligada a la de Luke Cage, era un viejo amigo de Luke. Los dos crecieron juntos y fueron grandes amigos hasta que un triángulo amoroso con Reva Connors los separó. Lo que finalmente llevó a Willis a incriminar a Luke por un negocio de drogas. Luke fue acusado injustamente y enviado a prisión, donde se experimentó con él, experimentos que lo llevaron a obtener sus poderes, lo que a su vez lo llevó a escapar, y el resto es historia… Su nueva historia.

Aquí Diamondback vuelve con más fuerza que nunca. Aunque tengo que decir que no me parece un villano poderoso para un grupo tan potente como Los Defensores. De ahí lo bueno que se introduzca en este tomo la trama del FCBD donde Diamondback expresa motivos claros de porqué quiere que se elimine a cada uno de los futuros Defensores. Y dónde ves porqué quieren unirse. Daredevil y Jessica Jones en particular están saliendo de situaciones dramáticas. Pero para mí un punto chulo a favor que hará que te enganche de todas-todas a lo que propone Bendis con estos personajes es un suceso que ocurre al final del primer número donde Diamondback le hace… algo… a Cage, algo que parece mostrar a Diamondback como un enemigo muy peligroso para futuras trifulcas.

Y el arte es bueno.

Jodidamente bueno.

Reseña: Elektra. Blanco, Negro y Sangre, de VVAA

En las antologías se suelen encontrar ideas muy molonas. De esas que provocan que los guionistas se pregunten cómo demonios no se le ocurrieron antes a ellos. Elektra: Blanco, Negro y Sangre es un ejemplo más. Y ya os anticipio que sobre lo chulo, lo más destacado de este nuevo volumen Marvel Treasury Edition que recién editó Panini Cómics, una historia que rompe con todo es un relato maravilloso llamado No el Diablo, la segunda de ocho que trae este tomo (escrita y dibujada por Leonardo Romero) donde después de una breve apertura, se convierte en una intrépida historia de acción al estilo John Wick, y donde Elektra va a eliminar tantos secuaces de Kingpin como pueda empuñando únicamente su katana. No hay un motivo claro para su vendetta en esta historia pero realmente no importa; ver a Elektra acabar con los matones con la eficiencia y brutalidad al estilo de Jason Voorhees es increíble. Recuerda bastante en intensidad a las primeras historias de Frank Miller cuando presentó a su Daredevil allá por los 80. Elektra apenas habla, balas silbando por aquí y por allá, mamporros y siluetas cayendo.

Sentía que a lo largo de los años, Elektra se había diluido. Al igual que Wolverine, sus apariciones han sido más Paseando a Miss Daisy que Operación Dragón. Los viejóvenes cinéfilos me entenderán. Y me refiero en cuanto a apariciones modernas. Pero Elektra: Blanco, Negro y Sangre es una antología de relatos que me ha devuelto la esperanza. Sabemos que está criando malvas desde hace años pero que duda cabe que hacer una colección de historias atemporales es lo que tocaba. Y demostrar que Elektra es una fuerza de la naturaleza como se hace en este volumen…, eso como mínimo. No voy a hablar de todas las historias pero estaría en deuda con vosotros si no mencionara, al menos, las que más me han flipado. Y por lo que veo, mientras mis dedos teclean, me está saliendo hablar de ellas por orden de gusto. Amanecer Rojo abre el MTE. ¿Una historia con Elektra emboscada y mezclada con vampiros? Si está bien hecha, por todos los dioses viejos y nuevos, ¿a quién no puede gustarle eso? Otra molona es El Camino Carmesí. Una trama al estilo 300 que tiene lugar en la antigua Grecia con Elektra protegiendo a una niña de una horda de estatuas que cobran vida. Sin darme cuenta acabo de hablar de las tres primeras historias del tomo. Pero viene alguna más donde se presenta a Elektra Nachios y su singular conjunto de habilidades como Sal corriendo con Patch (Lobezno disfrazado) pidiendole a Elektra que verifique la desaparición de una chica. La niña, Joon, está embarazada y un asesino de clase mundial ha venido a alejarla de su novio antes de que tenga la oportunidad de interrumpir el embarazo. Cuanto menos curioso guión de Peter David.

O Verité donde detectives de policía investigan un asesinato en un parking y cuando examinan las cámaras de seguridad, la víctima aparentemente es asesinada por una cuchilla invisible. Bien aquí Al Ewing. Antes de irme decir a los amantes del mundo nipón mezclado con lo marvelita que también se acuerda de ellos Greg Smallwood con el relato Yokai. Donde Elektra llega a un pequeño pueblo japonés por invitación para hacer frente a una amenaza sin nombre. Cuando se pone el sol, estalla el caos cuando un ser malévolo rapta a un niño y huye hacia la noche sin que nadie pueda hacer nada.

Y algunos más.

Como dice el nombre de la colección un buen “tesorito marvel” indispensable para amantes de la acción, Elektra y por qué no, el Terror en todas sus formas. Por supuesto, todo un volumen en blanco, negro y rojo (sangre).

Marvel Treasury Edition igual a páginas más grandes.

Reseña: Not All Robots. El Mejor Amigo del Hombre, de Mark Russell y Mike Deodato Jr.

Uno siempre tiene tiempo para leer una sátira de Ciencia Ficción y más si está bien escrita y es interesante lo que se cuenta como para no soltar el cómic hasta que lo acabas. Con eso me encontré entre las novedades de Panini Cómics al ver que publicaban Not All Robots, ese cómic tan llamativo por tan atractiva portada homenaje al famoso cuadro American Gothic, de Grant Wood.

Not All Robots usa la revolución de los robots para apuntar al peligro de justificar la ira obsoleta, aunque el cómic a veces lucha por mantener intacto su mensaje central. La nueva serie de Mark Russell y Mike Deodato Jr. está ambientada en una sociedad futurista donde los robots llevan la carga de mantener intactos pequeños sectores de la sociedad, mientras que el cambio climático y la contaminación han convertido el resto del mundo en un páramo. Literalmente. Los robots son conscientes pero aparentemente subordinados, y siguen dedicados a cuidar de este resto de humanidad que queda a la vez que se enfurecen abiertamente contra sus supuestos amos. Razorball es uno de esos robots exasperado de una vida sin futuro, ya que odia su trabajo y su vida hogareña y está trabajando en un proyecto para construir literalmente sus propios reemplazos.

Su descendencia.

Los protagonistas de Not All Robots se inspiran en la cultura Incel y el tipo de ira impotente que encuentras en ciertas redes sociales sobre cómo piensan estas personas. Si no la conocéis, la cultura Incel (abreviatura de la expresión inglesa «involuntarily celibate»), es una subcultura que se manifiesta en comunidades virtuales de hombres que dicen ser incapaces de tener relaciones románticas y sexuales con mujeres, como sería su deseo. Las discusiones que se producen en estos foros son de pandereta. Se caracterizan por el resentimiento, la misantropía, la misoginia y la apología de la violencia contra las mujeres y contra los hombres que se suponen sexualmente activos. ¿Otra muestra de que merecemos la desaparición como especie?

Razorball está enojado por la futilidad de su situación, a pesar de que su familia humana (que le riñe por su mala actitud) se mantiene mayormente apartada. Mira las instrucciones de codificación en 4chine para desactivar sus chips de empatía y escucha a un amigo opinar abiertamente sobre cómo acabar con la humanidad de una vez por todas. Cuando Razorball ve a uno de su familia humana abandonar el edificio de «Recursos Inhumanos» después de que ella parece solicitar un reemplazo, un compañero robot se burla abiertamente de él y dice que lo están «engañando» (incluso el título del cómic hace referencia al trillado argumento que toda mujer en Internet ha escuchado al quejarse del sexismo institucional).

Estos robots, al menos en su superficie, comparten muchos de los mismos sentimientos de impotencia que los tipos estos irritados de internet que cumplen todos los requisitos para cometer un asesinato en masa algún día. Not All Robots trata un tema importante de una mini comunidad que apenas conocía. Está bien enterarse de “lo que hay” aunque sea a través de un cómic creado por dos grandes de esto como son Mark Russell (Los 4 Fantásticos: Toda una vida) y Mike Deodato Jr. (El Asombroso Spiderman). En el año 2056, los robots han reemplazado a los seres humanos como fuerza laboral. Eso no está muy lejos de ocurrir. Ya sólo quedan diez mil millones de humanos viviendo en la Tierra. Obvio que vendrán más pandemias y peores que la que acabamos de pasar. A cada familia humana le corresponde un robot del que dependen completamente. Tampoco lo veo muy descabellado. ¿Qué podría salir mal? Esperemos nunca vivir lo que se prevee en Not All Robots.

Reseña: Must-Have. Capitán América. Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting

Siendo exagerados podemos decir que los marvelitas se dividen en dos tipos de personas: los que han leído y disfrutaron Soldado de Invierno y los que n… ni fu ni fa. Dejémoslo ahí. En este mundo nuestro está bien que haya de todo y nunca deben imponer sus opiniones a nadie. Como mucho, hacer ver los puntos buenos y malos de las cosas y que cada uno use el bufete y rellene su plato de degustación como quiera. Yo, por ejemplo, y ya sabéis de sobra lo que voy a decir, siempre diré que Soldado de Invierno, de Ed Brubaker y Steve Epting es una obraza como una casa. Y sea en el formato que sea, tenéis que disfrutarlo al menos una vez en la vida. Y Panini Cómics que hace su labor editorial tremendamente bien…, ya estáis viendo que no ha tardado nada en ponerlo dentro de su genial colección Must-Have.

Finalmente -sí, porque ya poquitas cosas se pueden decir de esta obra que no se hayan dicho ya-, podemos decir que cuando Ed Brubaker resucitó a Bucky Barnes de entre los muertos en 2004, la people no profesó un movimiento increíblemente odiado y controvertido como le fue llegando con los años. Más bien, como un nuevo evento celebrado y sin esfuerzo que resultó «genial». Pero rápidamente comenzaron a surgir esos trasgos de las colinas que surgen de la oscuridad para hatear casi todo lo que se mueve, ¿y qué pasó? Que la MCU propuso el guión para peli en continuidad, se estrenó, triunfó, y después volvió a ser la obra de arte que muchos propusimos en su momento. Así es la vida del ser humano, en general, tú equipo es el mejor cuando gana y el peor cuando pierde.

El insensato debe saber que Bucky fue uno de esos personajes que murió en un momento comiquero donde la muerte de un personaje se consideraba en gran medida el final PARA SIEMPRE y de forma DEFINITIVA. Lo que debería ser normal aunque no en los cómics. Para más inri, de una manera tan importante para la historia de un icono tan potente en USA como es el Capitán América, que dicho personaje (odiado por muchos en aquellos momentos) y que todos creían olvidados, era un tipo de que no parecía tener mucho sentido remover su tumba. Sin embargo, Brubaker, Epting y Marvel encontraron una razón para hacerlo. Y funcionó. Por supuesto, desde su regreso, la historia de Bucky como el Soldado de Invierno solo fue tocada ligeramente (el arco de Time’s Arrow, por ejemplo), o una referencia aquí y allá a la historia antigua y ya está. Pero realmente no se dedicó mucho tiempo a explicar cómo se desenterró ese personaje para salir a la luz de pronto y poner medio Universo Marvel patas arriba. Sin embargo, con su «muerte» en Fear Itself, se explotó una oportunidad para finalmente darle a Bucky su propia serie derivada, aunque luego vinieron más burlas…

Es lo que tiene publicar una obra con un nivel alto. La oportunidad la tenéis de nuevo, en una edición llevadera, económica y molona como son estos Must-Have que, en definitiva, son eso: cómics que debéis tener/leer sí o sí a poco que queráis morir habiendo leído todo-todito-todo lo mejor de Marvel.

Soldado de Invierno (Winter Soldier) es, en pocas palabras, una historia de espías genial, atractiva, con el aspecto exportador de sensaciones que tenían esos cómics con los que alucinaba yo con mis tebeos de niño del maestro Steranko. Un guión de esos pocos donde el «regresando de entre los muertos» funciona.

Bucky y Natasha partiendo la pana.

El Capi en su línea.

¿Por qué no pasar por la piedra?

Reseña: Marvel Must-Have. Thunderbolts. La Ascensión de Norman Osborn, de Warren Ellis y Mike Deodato Jr.

Locos andamos algunos intentando pillar todos los Must-Have posibles que Panini Cómics está editando en nuestro país…, me fui directamente a por un desconocido para mí como era Thunderbolts: La Ascensión de Norman Osborn. La etapa completa de Warren Ellis y Mike Deodato Jr. al frente de Thunderbolts. Uno de los más polémicos guionistas del cómic estadounidense transformando a Los Más Buscados de Marvel en el grupo de élite de Norman Osborn, en una despiadada visión del poder y los medios que utiliza. Casi nada: Veneno, Piedra Lunar, Bullseye, Pájaro Cantor, el Hombre Radiactivo, el Espadachín y Penitencia son las nuevas celebridades de América, siempre a la búsqueda de los superhumanos por registrar que se esconden entre nosotros. Ellos (y no otros) son los nuevos y peligrosos Thunderbolts. Madre mía-madre mía-madre mía… la pintaza que tenía esto y decidme si sois capaces de imaginar como de hypeado iba yo a por esto.

Y ahora leído, lo primero que voy a decir es que… bueno, Warren Ellis, a mí rara vez me va a defraudar después de sacar comicazos locos al estilo Transmetropolitan. Para mí, su obra magna. Pero también es que grito a los cuatro vientos desde ya que mi nuevo ilustrador favorito de pijameo es el señor Mike Deodato Jr. Madre mía-madre mía-madre mía… qué dibujazos lanza en este tomo que engloba más de un arco de los Thunderbolts así como un genial one-shot de inicio; Civil War: Choosing Sides (Cambiando de Bando) y los números de la serie Thunderbolts #110 al #121 que contienen los arcos Fe en Monstruos y Ángeles Enjaulados; ambos de seis numeritos cada uno.

A lo que voy es que La Ascensión de Norman Osborn es un nombre global a todo el contenido del tomo. Trata de forma general varias aventuras. Y quizás el aspecto más impresionante de estos números es para mí el hecho de que Warren Ellis hace un buen uso de la historia de fondo de Jack Flag y Moonstone, dos personajes que no los entendería si no hubiera leido nada de nada de Ellis en toda mi vida. El hecho es que comienza mostrándonos una buena historia sobre un personaje tontuno al mismo tiempo que utiliza la historia de fondo del pesadísimo personaje patriótico de siempre que lleva sin aparecer más de una década. Y con un supervillano menor (aunque no tan menor en el contexto de los Thunderbolts), nos pone de pronto dentro de una trama impresionante mostrando el don por el que Warren Ellis es famoso: hacer de un personaje poco conocido alguien interesante. Además de la idea que nos encantó a muchos (y me consta que en USA no tanto) de trastocar la idea central de los Thunderbolts y hasta que punto se ve como algo chulo que un grupo se mueva por encima de todo cazando a superhéroes rebeldes.

El cómic, en general, es una enorme sátira. Ellis está JUGANDO en primera persona en lo que creo que mola bastante: el aspecto satírico (en el tema comercial juguetero existe una figura del Capitán América cuyo poder es que grita), pero hay momentos en los que parece que esto también debe tomarse en serio por lo menos en el cómic. A lo que voy es que en este cómic bajo el potente espectáculo de músculos y patadas voladoras por doquier, hay muchos toques de humor, lo cual es bueno de ver. Ellis sabe de sobra que si no añade eso -que por otro lado es uno de sus puntos fuertes- este “regreso” a los Thunderbolts se convertiría en un trabajo de escritura demasiado serio. Y hoy en día poca gente quiere un cómic de superhéroes serio al cien por cien. Y otras cositas que molan de La Ascensión de Norman Osborn son los detalles y los guiños al lector acérrimo marvelita. El diálogo inicial entre Norman Osborn y Bullseye es excelente, especialmente, en cómo usa la continuidad de Daredevil exactamente en el forma correcta de usar la continuidad y ese guiño a la historia a la que se refieren, claro. Pero de todos modos, si no la tienes en la recámara, entonces Ellis se encarga de que obtengas lo suficiente de la historia para entenderla de todos modos.

Pero para mí el verdadero triunfo es el trabajo que Ellis hace con Jack Flag. Maneja «la tontería» de Jack Flag a la perfección, reconociéndola, pero nunca teniendo la historia DE ACUERDO a la tontería. No sé si me explico, pero es brillante el conseguir que el público acepte totalmente el heroísmo de Jack Flag. Es toda una hazaña. Y madre de dios como van evolucionando los personajes.

Muy recomendado. Otro pelotazo de Must-Have.

Reseña: Spiderman. De vuelta al negro, de Straczynski, Garney y Reinhold

De vuelta al negro es uno de los volúmenes que Panini Cómics no se cansa de reeditar y es obvio, porque es una de las historias más recientes de Spiderman que más vende y que más impacta. Alta calidad concentrada. Yo pude leerla allá por 2007 cuando se publicó por primera vez en USA y, de hecho, es otra de las que sólo habia leido en inglés y nunca en el idioma de Cervantes. Y cómo me pasó con el must-have de Miedo Encarnado (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10270), tenía ganas de hacerme con ella para recordarla y de paso contrastar. Ver si el paso del tiempo había hecho mella en ella como para no ser recomendable. Aparte, creo que mucho de esto tiene que ver con el hecho de que rápidamente me interesé más en los números #600 numerados en lugar de los #500, ya que se nota el cambio bastante en la colección de Spiderman en esa transición. Mmmmm…, nada, nada, olvidad esto último. Es uno de los tocs que tengo con ciertas colecciones de Marvel y que casi sólo entiendo yo.

De vuelta al negro no lo recordaba tan increíble, pero como estoy tratando de recopilar los setencientos números, en mi lista estaba. Y está claro que al igual que Vuelta a casa, De vuelta al negro es un cómic centrado en problemas del personaje que se necesitan solucionar. Con originalidad y prestigio y no tocándole los cimbalines al fan clásico de toda la vida como pasó en One More Day. Y no sé si en su día disfruté tanto de De vuelta al negro (juraría que no) pero ahora ha sido maravilloso porque es de esas miniseries que te hace amar al personaje como en tu juventud. Donde Straczynski muestra una vez más lo maestro que es. Y es que J. Michael Straczynski y Ron Garney continúan inmediatamente donde lo dejaron, con Peter y MJ horrorizados porque le disparan a tía May. Después de arrojar un jeep (sí, un jeep), al francotirador, Peter se apresura a llevar a May al hospital. Una vez más, tenemos una historia en la que el bienestar físico de la tía May está en peligro y, esta vez, no se debe a una enfermedad o un infarto. Peter sabe que este ataque es fruto de reciente desenmascaramiento. Es su culpa… Bueno, recuerdo una vez en que la tía May enfermó porque Peter le dio una transfusión de sangre que ella necesitaba, y su sangre radioactiva hizo más mal que bien, pero todo el asunto de «recibir un disparo en el estómago» parece un poco más sombrío y doloroso todo, ¿no?

Siempre es increíble cuando los escritores hacen que Spiderman se apresure a tomar decisiones que obviamente vuelven al personaje más humano si cabe. Otros personajes tienen que volar rápido o correr como una hormiguita; los mortales comunes nos vemos obligados a conducir automóviles y tomar autobuses, limitados por sus velocidades. Pero Spidey se balancea por el aire con sus magníficas telas de araña y todo abotargado en sus pensamientos con la tensión creada por Straczynski. ¡Tal vez no llegue a tiempo! Y todo elaborado de manera realmente creativa. El resto de la historia es donde tía May lucha por sobrevivir en un hospital donde ingresó con un nombre diferente porque si no Parker en nada ya tendria a SHIELD sobre sus cabezas. Peter es un fugitivo aquí, no lo olvidemos, por lo que decide ponerse su viejo traje negro -sí ese que usó durante un tiempo después de ser aislado del simbionte Venom-. y a adopta un enfoque decididamente más despiadado para combatir el crimen. Mientras tanto, Kingpin en su celda de la cárcel, siente una abrumadora sensación de orgullo por su logro.

Esta es otra cosa que hacen los escritores con Spidey. De vez en cuando, se deshace del rollo amistoso del buen vecino Spiderman y se canaliza en la sangre de Peter Parker un rollo-oscuro-Bruce-Wayne-Batman que da miedito. Sobre todo, interrogando a matones. Atrás queda el buena-gente y sale el superhéroe serio con el que no quieres cruzarte si te saliste del camino recto. O si hiciste daño a su familia. Spiderman: De vueltal al negro es esa versión oscura del trepamuros que siempre quisiste ver.

Nunca hagan daño a la familia de nadie y menos a la de un superhéroe.

A golpes brota la sangre.

Reseña: Marvel Must-Have. Miedo Encarnado, de Matt Fraction, Stuart Immonen y VVAA

Que a la colección Must-Have que Panini Cómics está publicando le va bien no es noticia. Es obvio que esto iba a funcionar porque como dice su nombre son títulos que has de tener y leer sí o sí. Pero es que de verdad, se están editando cositas tan molonas, en tapa dura y en una colección que queda tan bien en la cómicteca, que indispensable no, lo siguiente. Y es que puedes encontrar desde miniseries o one-shots que lo petaron hace años hasta obtener algunas más recientes. Autores de antes, de ahora y de los que pegan fuerte sí o sí con cada cosita que publican. Un buen frito variado para degustar donde este mes de calores que tenemos podemos encontrar el Miedo Encarnado, del siempre genial Matt Fraction y Stuart Immonen.

El evento cruzado importante de Marvel que Asedio no fue. Siete numeritos que ahora tenemos recopilado en este Must-Have que además incluye un largo epílogo que más tarde se completó en una miniserie. Miedo Encarnado -al igual que Asedio– es una historia centrada en Thor dado que el villano a batir tiene origen nórdico asi como sus avatares. Se podría decir que es un recuento de lo que fue el Ciclo Ragnarok, algo que Walter Simonson tocó al menos dos veces en su carrera legendaria con Thor. Por lo que Miedo Encarnado tiene como eje central el mito donde Thor lucha contra la Serpiente. Asi que para aquellos que son conocedores de las sagas nórdicas literarias esto sería un buen spoiler.

¿Sensaciones? Disfruté de una historia que no esperaba sinceramente que me fuese a gustar tanto. Y mirad que nunca fui de Thor. Es uno de los superhéroes que nunca me terminaron de gustar aunque es obvio que el que me conoce sabe que intento leer de todo, en especial, lo mejor de cada personaje Marvel y DC. Pero es que Miedo Encarnado tiene alcance épico ya mostrando desde un principio que los tres puntales de lanza en esta trama van a ser el noventa por ciento de Los Vengadores como son el Capitán América, Thor y Iron Man. Cada uno tiene sus momentos de heroísmo y sacrificio; un alto precio a pagar por una guerra que posiblemente no pueden ganar. El momentazo espectacular de esta historia es cuando el Capi, con un escudo que acaba de ser destrozado en mil pedazos, recoge el martillo caído de Thor con lo que invoca a sus fuerzas regulares.

Recuerdo cuando salió este evento en 2011 y como entré apor él como un venado desubicado en San Fermín. Más que que nada por el hype tremendo que teníamos muchos con el inminente estreno del film de Los Vengadores. En aquellos años yo estaba volviendo a leer cómics de pijameo dejados años atrás por la ajetreada vida del casado, padre con hijos, trabajador y a la vez estudiante. Volvía a mis adorados cómics Marvel entre cabezadas de sueño. Y recuerdo que me gustó bastante Fear Itself, que por cierto lo leí en inglés. Al leerlo ahora, once años después, lo he vuelto a disfrutar. Creo que para los que tuvieron algún problema con la historia es porque quisieron verla entonces como un enorme evento Marvel y, en realidad, tienes que tomártela como una buena historia que incluye a una parte de Los Vengadores. Recientemente he estado leyendo mucho Thor aprovechando que Panini Cómics está publicando cositas muy jugosas gracias al boom del último film. Me estoy enamorando poco a poco de él. Y Miedo Encarnado ha sumado a eso porque es de las pocas historias donde se le ve una curita de humildad.

En esencia, se trata de Thor, Odín y la Serpiente. Pero, ¿y el villano? Mucha gente tuvo problemas con él pero a mí, sí que me gusta aunque sea cierto que no tiene mucho trasfondo. ¿Y eso no le da cierto atractivo? Por otro lado, hay algunas muertes importantes que pudieran haber tenido más impacto entonces, pero al leerlo ahora y si estás muy puesto en temitas Marvel, puede ser un tema negativo el saber que dichos superhéroes vuelven a estar vivos otra vez.

Mi parte favorita es cuando Thor admite que nunca podría vencer a Hulk. Y así es, señores y señoras guionistas de Marvel. Eso es imposible por mucho que se le quiera dar al guaperas de las pelis demasiado protagonismo.

Muy recomendable.