Reseña: Weird Science Vol.1, de Al Feldstein, Wally Wood, Harvey Kurtzman y VVAA

Diré algo muy obvio. Con la publicación traída a nuestros días de joyas del cómic como son las antologías Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567) y ahora Weird Science, mi opinión es que Diábolo Ediciones se ha puesto en el candelero como editorial totalmente a seguir. Obras que se agradecen en un nuevo formato, grande, a color y en tapa dura. Son obras que uno gusta tener en la cómicteca y sacar de vez en cuando para leer y quedar satisfecho con historias que con poco dicen mucho. Son (repito) joyas en sí mismas que uno debe tener. Y que se disfrutan aún más en esta época de Halloween donde los mejores géneros de la ficción se empoderan tanto en tardes de penumbra y frío. Por eso, y solo por eso, la publicación de Weird Science es otra celebración.

Weird Science fue una de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Quiero dejar muy claro ya que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; el tema es que encima os lo estoy recomendando como compra para disfrutar en Halloween y esto es porque Weird Science aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror cerca. Un ejemplo sería decir que estamos ante guiones súper disfrutables para aquellos que consideran el film Alien, de Ridley Scott, más una peli de Terror que de CF. Aunque a mí me gusta decir, que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Bien, pues ese sandwich-mixto calentito es lo que encontraréis en Weird Science.

Durante un período de cuatro años, un semanario que publicó algo más de veinte números y finalizó con el número de noviembre/diciembre de 1953. Weird Science es otra maravilla que Bill Gaines y Al Feldstein se sacaron de la manga en una época en la que CF comenzaba a despuntar en mi USA de mis amores. La revista bimensual reemplazó a otra de romances (Saddle Romances) cuyas ventas no iban bien. Pero fue una transformación y Gaines y Feldstein decidieron no reiniciar la numeración para ahorrar dinero. Por eso no debéis asustaros al encontrar que este primer tomo comienza con el Weird Science #12, llega hasta el #15 y después le sigue el Weird Science #5. Fue a partir de este último que todos los números se enumeraron ya correctamente. Debido a esto, el Weird Science #12 de mayo/junio de 1950, es, en definitiva, el primer número de la colección.

Pero no hay temor aunque estemos antes cómics de los 50s. Historias bellamente representadas, y ahora recoloreadas para un genial tipo de papel. Nada que ver con anteriores ediciones. Además del avance de George Lucas (el dios creador de Star Wars), que leyó estos cómics cuando era niño, también el tomo aporta un relato de Grant Geissman sobre cómo surgieron en la EC Comics dichas revistas. Pero lo que importa es, que aquí vais a encontrar cómics súper inspiradores. Según Geissman, Weird Science y su compañera Weird Fantasy, cuentan con los considerados «primeros cómics verdaderos» de Ciencia Ficción. Ejemplos anteriores eran las historias de aventuras al estilo de Flash Gordon ambientadas en el espacio, pero Weird Science ocupó otros tantos temas variados que quedaban en el candelero: invasiones alienígenas, robots y viajes en el tiempo. Si a estos temas incluimos a villanos malos-malutos que quieren destruir el mundo porque sí, ya tenemos los ingredientes indispensables para la paella que nos gusta devorar de una sentada. Sazonadas con un vinito de ansiedad por las armas nucleares que era otro tema común entonces.

Hay una historia en este volumen que involucra a un hombre caído accidentalmente bajo la influencia de una máquina que provoca que comience a encogerse sin cesar hasta ser más pequeño que un átomo. Y continúa. Es una historia que me recordó a mi amado relato Submicroscópico, una historia que además fue publicada seis años antes que la famosa trama de Richard Matheson (The Shrinking Man), que se convertiría en la famosa película El Increíble Hombre Menguante un año después. Es decir, que nunca mejor dicho, estamos ante Historias de Anticipación. Los mejores guiones que inspiraron a grandes maestros que parieron grandes obras después. Guiones, la mayoría escritos por Al Feldstein, tío que tenía una imaginación notablemente maravillosa para la época. «Cosas” del Espacio Exterior, ¡La Micro-Raza!, El Hombre Eterno, He creado un… ¡Gargantúa!, La Última Guerra del Mundo y/o ¡El Hundimiento del Titanic!, son historias que se os grabarán a fuego. Pero también otras muchas que sorprenden por su originalidad. Feldstein dibujó además algunas de las historias pero otros grandes consagrados pasaron por aquí: Frank Frazetta, Al Williamson, Sid Check, Jack Olesen, Wally Wood, Jack Kamen, Harvey Kurtzman (estos tres últimos creadores de la revista MAD años después). Una mancha del espacio exterior, una conspiración alienígena secreta en la tierra, más de una paradoja de bucle temporal, un hombre gigante desenfrenado, plantas súper sensibles que atacan a los humanos y el final de la mundo varias veces. ¿Qué más puedes querer leer en un ratito de sofá?

Cuentan que el dibujante/guionista Harry Harrison se atribuye el mérito de haberle dado originalmente a Gaines la idea de publicar Ciencia Ficción en formato cómic. Bendito el momento.

Otra colección indispensable.

Reseña: Celestia, de Manuele Fior

Celestia es la utopía que propone Manuele Fior. Una isla en una laguna que sirve de refugio ante una misteriosa invasión (¿Guerra?). El escenario ya desde el principio es atractivo, a la vez que precioso, te lleva de todas-todas a pensar en la Venecia de agua omnipresente, los escasos habitantes moviéndose en barco… Algunos usan máscaras como en el carnaval. Me encantó que el personaje principal usara maquillaje con una gran lágrima de Pierrot bajo del ojo derecho… ¡Y con su nombre!

Salamandra Graphic es el sello de Penguin Libros que publica novelas gráficas en nuestro país. Se puede decir (y no pasa ná) que es la mejor editorial que se dedica a este formato propiamente dicho. Por eso siempre tengo un ojo puesto en sus publicaciones. Y más cuando mi sistema de alarma me avisó que publicarían Celestia, de Manuele Fior, una de las utopías más aclamadas de los últimos tiempos dentro del cómic europeo. Tal como cuenta la editorial: el esperado regreso del autor después de siete años.

Manuele Fior regresa con una fábula sobre la capacidad de los más jóvenes para solucionar los problemas del viejo mundo. Un mundo alternativo, diferente y al mismo tiempo, similar al nuestro. Casi trescientas páginas para una historia que se devora en nada. En Celestia claramente estamos ante uno de los registros usados de la CF dónde se nos habla de una ciudad poblada, aislada, parecida a la nuestra pero con alguna diferencia. Aquí, por ejemplo, sus habitantes gozan de poderes telepáticos. Las relaciones entre los personajes, el pasado que les atormenta, sus sueños; de todo esto y más sabremos. Celestia debéis tomároslo ante todo como un escenario bello, con una portada que con poco, dice mucho. Celestia es también un cuento futurista, tan paralelo a La Terre des Fils (La Tierra de los Hijos), de GIPI, que diría que aporta bastante haber leído uno antes que el otro o viceversa. De hecho, también encontramos ingredientes de La Naranja Mecánica, de Anthony Burguess, con esa banda de malutos que se cruza en el camino de los protagonistas Pierrot y Dora. Personas que dan lugar a escenas de gran violencia, poesía y contemplación. Dora pertenece a un grupo de telépatas cuyas actividades son organizadas por el padre de Pierrot. Sin embargo, ambos están fuera del banquillo. Pierrot intentando entrar y Dora queriendo salir de él. Los acontecimientos los llevan a quererse marchar de esta ciudad acuática. Es entonces cuando nos enteramos que esta ciudad estuvo anteriormente conectada al continente pero que tras una invasión de la que no se sabe nada, el puente que unía dichas tierras, fue destruido. Por lo tanto, escapar del padre, escapar de estos amiguitos invasores, se convertirá en todo un desafío. Llegar al mundo más allá del puente en una góndola…, a otro mundo de extraños que viven en autarquía o incluso volver a la infancia como para algunos, todo esto y más supondrá hacer dicho viaje.

La peregrinación de Pierrot y Dora se convierte así en una historia que nunca olvidaré. Un viaje misterioso y contemplativo, pero inspirador para los que nos gusta escribir y no podemos salir de esa droga de evasión. Manuele Fior aporta además un recurso en Celestia que me encanta en las historias de CF y Terror: deja un final libre a interpretaciones. Con la trama, el autor se cuestiona y a la vez nos pregunta sobre esta sociedad del futuro. ¿Deberíamos permanecer aislados del mundo para preservar nuestra seguridad? ¿Por qué tener miedo a salir, correr riesgos y afrontar lo desconocido? La vida es AHORA.

El diseño de Celestia se reafirma en sus colores de atmósfera soberbios, como dicen que suelen ser las obras de este autor. No hay burbujas de discurso superfluas aquí (bocadillos), las imágenes, a menudo, hablan por sí mismas. Si te gustan las historias ambiciosas, esas tramas de futuro incierto, yo me dejaría embarcar en esta nueva novela gráfica que propone el italiano y que se acaba de publicar en nuestro país. Pero en cambio, si eres súper fan del cómic franco-belga, del más clásico, iría con cuidado. El dibujo de Celestia es tan diferente que puede impactar. Acuarelas que admito no son para todo el mundo.

Reseña: El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem

Cuando creía que no iba a leer ninguna novela apocalíptica más que me sorprendiera, va y me topo con El Profesor A. Dónda, de Stanislaw Lem. Una novelita corta que acaba de publicar la siempre recomendable Impedimenta Editorial en este centésimo aniversario del nacimiento del autor. Una novela satírica como solo podría escribir el maestro polaco. Una historia que marca al leerla.

Stanisław Lem nació el 12 de septiembre de 1921 y murió el 27 de marzo de 2006. El autor polaco con toda una vida de premios literarios, en 1973, recibió una membresía honoraria de la SFWA (Science Fiction and Fantasy Writers of America), cuya aceptación provocó alboroto entre algunos miembros y le dieron y quitaron la mención en más de una ocasión. Cosas de norteamericanos. Pero lo que está claro es que Lem es un autor consagrado que pasó a la posteridad por su enorme obra. Y me da que Impedimenta con sus constantes publicaciones nos lo va a hacer saber.

Las historias de Ijon Tichy no son Ciencia Ficción dura, se mueven mejor entre el sarcasmo o la comentada sátira social. Generalmente muestran al personaje principal viajando a planetas distantes y observando y comentando sus costumbres, que a menudo recuerdan extrañamente las costumbres humanas. La mayoría de las historias se recopilaron en una antología llamada The Star Diaries, volumen que sueño con verlo publicado en nueva edición en nuestro idioma. Una idea muy chula pues el conjunto de historias de este personaje tiene un componente recursivo en el sentido de que Tichy se refiere a su propio libro «The Star Diaries» como una narración de sus viajes e implica que la historia que está contando actualmente aparecerá en una edición futura del libro…

El Profesor A. Dońda (De las Memorias de Ijon Tichy) se publicó por primera vez en la revista Szpilki en 1973, y fue posteriormente editado en varias colecciones y antologías. No muy tarde llegó a la parte occidental de Europa. Fue traducido al francés (1977), alemán (1978), portugués (1987) así como al ruso (1988). ¿Y aquí? Pues llega por primera vez en 2021 (¡Dios!). Pero nunca es tarde si la dicha es buena y gracias al empeño genial que está haciendo con este consagrado autor Editorial Impedimenta -así como a la magnífica traducción de A. Murcia y K. Mołoniewicz-, ya lo tenemos por estos lares. La trama cuenta una «historia dentro de una historia». La historia marco comienza con el autor (Ijon Tichy) quejándose de que tiene que grabar sus memorias en tablillas de arcilla, como hacían los babilonios. Esta lamentable situación se debió a que el mundo ignoró la advertencia del Profesor A. Dońda (compañero fue Ijon Tichy), quien estableció que la información contiene una especie de «masa crítica», y cuando se excede (algo similar al uranio), puede ocurrir una destructiva reacción en cadena. Tichy luego procede a contar la historia del profesor…

El suspense de todo lo que rodea a Dońda está ambientada tras un holocausto informativo, resultado de la transformación de la información en masa por parte de Dońda, que provocó la desaparición de los contenidos de todos los bancos de datos informatizados. Y aunque causó una enorme hecatombe en el Primer Mundo, supuso un enorme alivio para el Tercero; que dejó de estar tan alejado de la riqueza o el ansia de una vida normal. No solo las armas modernas se volvieron inutilizables, sino que el sistema monetario mundial con el dólar estadounidense como la principal moneda mundial, también se derrumbó. Lo que obligó a la humanidad a regresar al paraíso, a la naturaleza, al edén que partimos.

El periodista, escritor y bloguero Wojciech Orliński dijo que el profesor Affidavid Dońda es uno de los personajes genios más comprensivos de Lem. Toda su vida, literalmente desde su misma concepción, incluyendo su nombre y apellido, fue una cadena de errores y coincidencias, que eventualmente lo llevaron a ser quién es y a su descubrimiento. Sus divertidas hazañas en el país africano ficticio de Gurundiwaju no son otra cosa que una aguda alegoría de la República Popular Polaca de la década de los 70s. De este relato y de su conclusión apocalíptica derivó la «Ley de Dońda» que dice: «Cualquier cosa que pueda hacer un ordenador pequeño con un programa grande, un ordenador grande con un programa pequeño puede hacer lo mismo. Por lo tanto, la conclusión lógica es que un programa infinitamente grande puede funcionar solo. Sin ningún ordenador». Y Dońda explica su razonamiento. En esencia, lo que viene a decir es que infinitamente mucha información puede funcionar sin problemas y difundirse rápidamente sin la ayuda de ningún dispositivo. Significa que la enormidad de la información se manifestará libremente tarde o temprano.

El catastrófico final de esta historia, os va a dejar el culo torcido.

Una joyita.

Reseña: Matadero Cinco (La Cruzada de los Niños), de Kurt Vonnegut

Una de las novelas que mejor trata el concepto de la guerra es Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut. Autor maestro de maestros que encima es uno de los consagrados de nuestra amada Ciencia Ficción. Blackie Books es una editorial a la que debéis poner desde ya una alarma porque me constan su extenso catálogo de cositas interesantes además de que van a editar bastantes cositas del maestro. Y ya han empezado. Diría que por su mejor novela, su puntal de lanza como es Matadero Cinco, cumbre del género, novela analizada, reseñada, criticada, alabada y recomendada por los siglos de los siglos, amén. Una de las novelas más importantes del siglo XX que Kurt Vonnegut basa en sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial. Una novela que explora los efectos de la guerra y lo imposible que es detenerla. Una frase que con poco, dice mucho.

Matadero Cinco (Slaughterhouse-Five) es una historia convincente que vio la luz en 1969. Y en sus inicios recibió enormes críticas positivas, tanto de críticos, como de lectores. Al principio, se publicó con el subtítulo La Cruzada de los Niños (The Children’s Crusade: A Duty-Dance with Death). Un añadido del autor quizás asegurando a los lectores que no estaba idealizando la guerra. Pero como os digo, al principio, los propios críticos de The New York Times reconocieron la brillantez y el hecho de que no a todos los lectores les iba a gustar. Fue la primera vez que una de las novelas de Vonnegut aparecía en la lista de bestsellers de tan magna publicación, lo que la convirtió en centro de atención literaria. De hecho, Matadero Cinco solidificó la carrera del escritor como símbolo del pacifismo a lo largo de los años 70. Incluso hoy en día, la novela a menudo figura en las listas de Los 100 Mejores Libros (in english) jamás escritos. A pesar de ello, el libro se ha enfrentado a posibles censuras en ciertos países debido a las blasfemias que otorga, representaciones o mejor dicho, re-interpretaciones constantes sobre el tema del sexo y la religión.

Y ahora vais a flipar.

Desde 2011, la novela está prohibida en USA.

¡En 2011!

Cuando lees Matadero Cinco por primera vez no puedes evitar sorprenderte con la prosa de Kurt Vonnegut. Utiliza un lenguaje y sintaxis sencillos y frecuentemente utiliza el humor negro. Vonnegut describe vívidamente la guerra, pero no mantiene una actitud del todo seria a lo largo del libro. Esto se ejemplifica con algunas palabras de apertura que comienzan el primer capítulo, frases que te dejan el culo torcido como: «Todo esto ocurrió, más o menos». Vonnegut también le dice al lector exactamente cómo va a comenzar la novela y cómo va a terminar. Esto me encantó. Una desviación impactante de cómo tenéis que enfrentaros a la trama, una cosa que pocas veces se ven en un libro. Algunos lectores también podrían sorprenderse por la narrativa personal que Vonnegut utiliza para encajar las primeras páginas. Gran parte de lo que describe en la novela sucedió en su vida, con asuntos «más o menos» alterados para ser trasladados a la novela. Un estilo de escritura increíblemente convincente y entretenido, a pesar del tema tan oscuro que hay detrás.

Pero lo maravilloso es que al releer Matadero Cinco, aprovechando esta nueva edición en librerías de Blackie Books, es que la historia divierte tanto como aterroriza. Sentí lo mismo que aquella vez, hace más de veinte años, cuando la leí por primera vez. Impacta ver como Billy va entendiendo los horrores de la guerra a su forma y como se explica lo del bombardeo de Dresde de un modo extraño… Y tampoco uno espera ser arrojado de un año a otro (de una década a otra), como lo hace la novela con diversos viajes en el tiempo. Pero mola aprender todo sobre la vida de Billy. Se hace difícil dejar de leer. Es súper interesante como Vonnegut equilibra varias partes diferentes de la trama a la vez. En una página aprendes sobre un bombardeo y en la siguiente estás en la oficina con Billy o en su casa con su familia. Sus propios recuerdos fracturados y la naturaleza compleja y caótica de la guerra juegan un papel muy importante en la estructura.

Es probable que algunos de vosotros queráis comparar Matadero Cinco con otras novelas “de guerra» que hayáis leído. Considerando la narrativa personal, los elementos de CF y el énfasis en el libre albedrío y el tiempo, a veces, es difícil sentirse como si estuviérais leyendo una trama bélica real. Cierto. Pero además, hay una importante inclinación existencialista en la historia con la que tendréis que lidiar. ¿Por qué Billy terminó en Tralfamadore en el zoológico? Tendréis que interpretarlo como mejor veáis. Así como ver a extraterrestres enseñándole a Billy a no preocuparse por cuándo y cómo va a morir.

¿Intrigados? Novela amada por cantidad de lectores de CF en el planeta. Eso es lo que me importa. Y es que el inusual estilo de escritura de Vonnegut enamora para toda la vida.

Reseña: Los Sonámbulos, de Chuck Wendig

Siempre es un atractivo leer tanto a un nominado, como a un ganador a los Premios Bram Stoker. El más preciado premio del género de Terror que se dan en USA y que son un referente en el mundo entero. Sin embargo, se me juntan varias cosas con Chuck Wendig, autor prolífico (polifriki, lo llamaría yo) que ha hecho cantidad de cosas para diversos temas. De hecho, yo lo conocí como autor de novelas del universo expandido de Star Wars. Pero llevo tiempo escuchando recomendaciones sobre Wanderers (Los Sonámbulos), y aprovechando que Roca Editorial la acaba de publicar en español, ¿quién se va a perder dicha oportunidad? Y más cuando muchos categorizan a Los Sonámbulos como su obra maestra. Y es que estamos ante una historia colosal que ocupa una franja de espacio literario entre lo distópico, la ciencia ficción y los acontecimientos actuales. Diría, una sinfonía de elementos narrativos que chocan con un trasfondo muy real. Una historia que impacta pese a las similitudes con obras como The Stand (¡El eterno King siempre!), pero digo más. Este libro es Apocalipsis y La Hora Final juntos. Sazonado con algo techno de Johnny Mnemonic. Una temática centrada en algo muy dificil de explicar sin spoilers. La mitad del tiempo, no tenía idea de adónde diablos iba la historia pero de pronto click, me hackea el cerebro la trama y entiendo lo que Wendig quiere contar. Además, el ritmo de la narración es un desafío. Los Sonámbulos es un tochal, un libro-ladrillo, como yo los llamo yo, pero un cuento cuyas páginas arden, se esfuman rápidamente y te mantienen la mirada perdida. Cada capítulo, bien escrito, pero en lugar de galopar cuentan detalles que se resumen muy bien al final. Aunque hasta la mitad de la novela aproximadamente no se acelera todo.

Una mañana del 3 de junio, en la pequeña ciudad de Maker’s Bell, Pensilvania, Shana se para junto a la cama de su hermana pequeña y piensa: «Nessie se escapó de nuevo». Nessie se escapaba a menudo, y como Shana era la hermana mayor y protectora de Nessie, era un problema. Sin embargo, Nessie salió de la granja en mitad de la noche sin nada más que un vestido. Lo que Shana no sabía en ese momento, pero aprende rápidamente, es que Nessie es sonámbula. O como se la conocerá más tarde, una caminante. Nessie ha comenzado una larga caminata y nada puede detenerla. Shana no se queda atrás. A medida que pasan los días, el grupo de caminantes crece. Si vas a darte un paseo por el campo, te tropezarás con este tipo de gente, jóvenes o mayores, todos caminan con determinación. Y hay gente que se dedicará a recoger a estos caminantes para que no se hagan daño…, pero mientras los sonámbulos caminan, la opinión del mundo está dividida sobre qué tipo de criatura se han vuelto esas personas. ¿Hay algún tipo de tema extraterrestre de por medio? ¿Son experimentos científicos o portadores de enfermedades? Sean lo que sean, el lado de derecha de la política estadounidense, Kreel, siente que hay algo impío en ellos. ¡Deberían detenerlos! Y el gobierno no hace nada. Además, mientras los caminantes hacen su larga marcha, el mundo se ve sacudido por una pandemia.

Un tipo de gripe que se propaga rápidamente, que mata sin piedad y vuelve loca a la gente.

Estamos ante una novela coral donde todos los personajes son protagonistas y nadie es verdaderamente un héroe. Todos los personajes se desarrollan y cambian. Y debido a que la narrativa se cuenta desde muchos puntos de vista, puedes tener una idea de lo que piensa o sufre cada uno/a. Todos están lidiando con el mundo que se derrumba a su alrededor. Los disturbios políticos y el deseo desesperado de proteger a los caminantes, muchos de ellos, familia, deja mucho que desear. En segundo lugar, hay personajes muy bien escritos y descritos. Te gustarán algunos tanto que querrás que vivan, sobrevivan y a veces no lo harán. Y esos otros que odias, tal vez quieras que sufran un poco. Hay buenas personas como Benji, Aram y Pete, pero quizás estos no siempre tengan la razón. Realmente, Wendig hace una cosa muy bien. No traza líneas. Nadie es realmente bueno ni realmente malo. Wendig presenta muy bien un mundo lleno de grises. La vida real donde nadie se ve a sí mismo como un villano. Además, Chuck Wendig no es nada amable con los que sufren el sonambulismo. Ahí lo dejo.

Lo más importante de todo es que hay esperanza en Los Sonámbulos. Ante tiempos desesperados, qué podría ser más aterrador que una pandemia para la que no hay esperanza. No la vi a través de las malas hierbas de algunas partes de la historia pero sí en los detalles. Además, llegué a decirme: ¡Dame algo a lo que aferrarme Wendig!

Los Sonámbulos comienza lento (¿Es una moda como con las series de TV?), y una buena parte de sus ochocientas páginas transcurren antes de que lleguen los gritos y las muertes. Pero poco tiempo después de empezar, el peligro al que se enfrentan los personajes se infiltró en mi cerebro y el libro amenazó con apoderarse de mi vida porque no podía dejar de leerlo. Una historia de colapso sistémico que parece que podría ser una nueva advertencia de lo que nos espera en esta década que empieza.

Quedáis advertidos.

Reseña: Sostener el Cielo, de Cixin Liu

Os habréis dado cuenta que Cixin Liu está de moda. Un autor que se está viendo cada vez más en nuestras librerías. De hecho, es uno de los autores chinos que se han puesto de moda dentro del campo de la Ciencia Ficción y por eso empieza a ser uno de los más leídos por occidente. Por aquí, gracias a NOVA, que lleva años trayéndonos grandes obras de CF, se ha decidido que este autor bastante premiado, sea ya un referente. Obvio, porque estamos hablando de uno de los autores más prolíficos y escritor de género en China. Un país tan grande como un mundo.

Cuentan que Liu creó un nuevo campo dentro de la CF. Y no sé si es algo original, lo que está claro es que muchos de sus escritos hablan de un futuro a no muy largo plazo donde China tomará el rol del mundo. Y de CF nada, o cambian mucho las cosas, o esto pasará. Yo disfruté de su última novela publicada La Era de la Supernova (https://www.cronicasliterarias.es/?p=2610) pero no completé la lectura aún de su famosa trilogía El Problema de los Tres Cuerpos (https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/240182-trilogia-de-los-tres-cuerpos-pack-con-el-problema-de-los-tres-cuerpos-el-bosque-oscuro-el-fin-de-la-muerte-9788413143361); ganadora de todos los premios habidos y por haber. Pero los cuentos…, ay, los cuentos. ¡Qué autor vive sin sus relatos! Esas insuflaciones al oído, esos pequeños argumentos que se le ocurren a uno/a en un momento dado. Historias que parirlas, muchas veces son como tener un hijo. Y es que los cuentos de CF son con frecuencia respuestas a preguntas. Y dependiendo del autor, de su nacionalidad, religión y demás; surgen ideas cuanto menos curiosas. ¿Qué pasaría si… un ser extraterrestre incomprensiblemente poderoso se inspirara en una escultura de hielo? ¿Qué pasaría si… hubiera naciones en el ciberespacio, separadas de sus distintas contrapartes del mundo real? ¿Y si un poeta pudiera salvar un mundo al borde de la aniquilación? ¿Y un maestro? La eterna condicional de la que parten grandes historias.

Cada una de estas preguntas y más, se exploran en formato corto en la antología de Cixin Liu denominada Sostener el Cielo (To Hold Up the Sky) que acaba de publicar NOVA. Recoge historias que vieron la luz entre 1999 y 2017 en diversas publicaciones (la edición china de Esquire, Chengdu’s Science Fiction o World and Novoland Fantasy). Y aunque muchos de estos relatos se publicaron hace tiempo, la mayoría se convirtieron en inéditos en países occidentales pues no habían conseguido «escapar» del entonces hermetismo chino. Como en otros escritores que llevan mucho escribiendo, en Sostener el Cielo, el estilo de Liu se siente evolucionar. Sin embargo, es curioso como se reconoce su estilo. Aunque de alguna forma el punto de vista de Liu es raruno, si lo comparamos con el escritor promedio occidental. No debe ser del todo mentira que China y Japón son “otro mundo”. ¿Un ejemplo? A diferencia de la mayoría de autores occidentales de CF, cuyas tramas comentan con frecuencia los fallos humanos fundamentales o las luchas distópicas de una sociedad inconsistentemente ética, el trabajo de Liu está impregnado de un optimismo subestimado. En Sostener el Cielo vais a verlo. De hecho, el propio autor lo insinúa en el Prólogo, donde menciona que en sus escritos siempre intenta representar «la relación entre lo Grande y lo Pequeño». Lo pequeño, la humanidad. Y en el núcleo de este proyecto, la presunción de que los humanos siempre estamos más unidos que separados, que nuestra naturaleza comunitaria es nuestra característica definitoria como especie y que el libre albedrío, junto con las debilidades y fallas que permite, es esencial para ese instinto colaborativo. Toda una contradicción.

Once relatos donde destacan bastantes. Migración en el Tiempo me recuerda en cualidades a mi amado Harlan Ellison y comprime 10.000 años de evolución humana en una historia corta, usando congelación criogénica para permitir a sus testigos retener a testigos a través de los siglos. Magnífico. Contracción recuerda más a Asimov: su brevedad y compacidad son atractivas, toda su existencia pende de un complejo gancho científico. Espejo es una especie de novela corta que se basa en complejas discusiones algorítmicas, la teoría de cuerdas, tecnología de simulación, limitaciones de desbordamiento de pila de TI y una larga explicación del Big Bang para después contar la historia de un funcionario del gobierno chino jodido por la política… Jajaj. Pero Himno a la Alegría trata, irónicamente, de un espejo gigante que toca estrellas como instrumentos musicales. Evocador. Pero hay más. Historias como El Maestro de la Aldea que abre el volumen donde un maestro rural, que se muere de cáncer, enseña a sus alumnos las leyes del movimiento de Newton justo antes de que llegue una flota de batalla alienígena dispuesta a probar la inteligencia de nuestra especie.

Y maravillas así.

Sostener el Cielo es mágico, esta colección de cuentos que Liu escribió es una máquina del tiempo. Y puedes verlo (olerlo, saborearlo) en cada página: una sensación de aislamiento artístico y soledad, pero también la alegría agravada de la exploración. Descubrir nuevos territorios e imaginar otras fronteras. Por que la CF cuando se hace bien, cuando se hace con cuidado, involucra en ideas a la humanidad más allá de nacionalidades o etnias. Aquí hay belleza de carias formas. Como se dice del arroz respecto a los chinos, ocho millones de lectores en todo el mundo no pueden estar equivocados. Cixin Liu está de moda.

Reseña: Star Trek. Picard. Countdown, de Kirsten Beyer, Mike Johnson y Ángel Hernández

Star Trek: Picard – Countdown, de los escritores Mike Johnson y Kirsten Beyer, y con ilustraciones de Ángel Hernández, generó bastante entusiasmo entre los fans de USA tras la serie Star Trek: Picard. Son tres numeritos más con este genial protagonista que ahora se recogen en un nuevo volumen y traduce a nuestro idioma Drakul Editorial. Pero seamos realistas: Star Trek tiene poco tirón en nuestro país. Sin embargo, los que la siguen desde siempre (viejóvenes hoy en día) o quienes gustan de leer todo-todito-todo de los diferentes universos creados como yo; compran, ven, leen fervientemente todo lo que se puede. Y para ellos/estos/nosotros ahora tenemos que ser realistas con otra cosa. Patrick Stewart dijo que nunca iba a volver al papel de Jean-Luc Picard. El actor lo dijo en varias ocasiones. Pero a través de la pasión y el convencimiento de ciertos autores y fans e incluso del director de la franquicia, y empujado por el formato literario, lo tenemos de nuevo. Ahora bien, todo esto no sirve de nada pero así estaba el tema hace unos, antes que se fraguara la miniserie de TV que ya se puede disfrutar en Amazon Prime Video. Donde encontré una historia que no me esperaba tan buena. Los escritores de IDW, Kirsten Beyer y Mike Johnson se unen una vez más. para un nuevo cómic de tres números con algunos de los nuevos personajes de la serie y darnos una idea de lo que ha estado haciendo el ex-capitán de la Enterprise desde la última vez que lo vimos en Star Trek: Nemesis.

Star Trek: Picard – Countdown comienza con un adelanto de hacia dónde irán las cosas, mirando brevemente hacia adelante a un año después de que se establezca la historia del cómic. Dos romulanos, Laris y Zhaban, se encuentran en el viñedo del Castillo Picard en la Tierra. Esa es la premisa de porqué él y otras personas viven en el Château Picard. Cómo llegaremos a esto no se aclara en el primer número, pero se establecen temas interesantes pues hablando entre sí, estos dos romulanos son, obviamente, refugiados que tienen una gran deuda con un hombre que presumiblemente es Jean-Luc Picard. No es anacrónico, es reconfortante. A veces, los caminos del pasado siguen siendo los mejores. Y no hay réplica de una buena cosecha. Es cuando después de este momento con los dos refugiados romulanos en presencia, la historia retrocede al año 2385, donde el comandante Geordi La Forge dirige el espectáculo a los astilleros de Utopia Planitia en Marte.

El almirante Picard contacta a Geordi a bordo de su nave estelar, la Verity, que parece ser una nave de clase Odyssey como la Enterprise-F que se ve en Star Trek: Online. Las imágenes del tiempo, la aceleración y el tic-tac de los relojes se utilizan repetidamente a lo largo de la historia, pero ahora es el deber de la Federación Unida de Planetas ser la salvación de una diáspora que abarca sistemas de una supernova mortal que se expande a través del espacio romulano. La misma supernova que resultó para que Spock y Nero fueran arrojados a la línea de tiempo Kelvin en la Estrella de 2009 (lo que pasó en la peli). Pero Picard siente profundamente que el tiempo se está escapando. A pesar de adelantarse a lo previsto en la construcción de la flota de naves de evacuación, el temor a una línea de tiempo desconocida pesa mucho sobre sus hombros. Lidiar con una evacuación masiva es difícil de muchas maneras, pero tiene una nueva fuente de confiabilidad que…

Y ya no cuento más. Hay que disfrutar de este cómic y sus moralejas. Un cómic que muestra una interesante inversión de la informalidad «número uno» de Picard. Y eso que tengo que decir que ciertas ilustraciones harán que los fans Patrick Stewart sientan una disonancia interesante. Esta sonrisa cautivadora sonaría como evidentemente falsa si no fuera por los años de contexto que hay detrás de este hombre. Algunos me entenderán.

No obstante, Countdown es una exploración en gran medida satisfactoria, pero en última instancia demasiado breve, de la evacuación romulana y el papel de Picard en sus primeros días. Hay mucho que me gusta de la historia en su conjunto. Proporciona presentaciones de Musiker, Laris y Zhaban, para todo aquel que no esté puesto. Es divertido ver cómo conocieron a Picard y por qué terminaron trabajando en su tripulación. Además, Countdown es el primer lugar donde realmente vemos a Picard trabajando en la evacuación romulana, mientras que la serie, al menos, lo que yo he visto, sólo se centra en el ataque a Utopía Planitia y las secuelas del desastre.

Buen cómic.

Reseña: Nexus y Otros Relatos, de VVAA

Uno de los universos de Ciencia Ficción mejor diseñados que existen hoy en día, y uno que siempre me ha traído muchísimo pero con el que nunca me he puesto al cien por cien, es el mundo de Warhammer 40.000. Aunque os aviso que no es del todo desconocido para mí. Ya en los 90s jugué al juego de rol que lleva este titulo. Y una vez probé el juego en unas jornadas de juegos de mesa que se hicieron en Sevilla. No es tan desconocido para mí porque como muchos de vosotros soy consciente que tras esta idea hay un poderoso lore detrás. Novelas y tramas de cada uno de los personajes que se pueden comprar y pintar como figuras para el juego de tablero. O PJs o PNJs que se pueden usar en los juegos de rol. Esos lores que enriquecen aún un «mundo» y que le dan más vida. Mundos amplios por desarrollar al que se prestan cada vez más escritores de renombre también. Seguidos de cierta gente que ha dedicado toda su vida a ello. Pero, ¿una antología? Ay friends, veo una antología y me puede. Es la puerta abierta que necesito para entrar en cualquier nuevo universo.

Nexus y otros relatos comprende toda una colección de historias de esta ambientación y viene escrita por grandes autores del género. Un compendio de relatos de Warhammer 40K, donde autores como Dan Abnett, Guy Haley, Chris Wraight, Rachel Harrison, Mike Brooks, Danie Ware, Steve Parker, Peter McLean, Josh Reynolds, Phil Kelly, Robert Rath, Marc Collins y J C Stearns; se inmiscuyen en esta poderosa temática de ejércitos beligerantes que luchan por conquistar y hacerse con los más diversos mundos y estrellas de la galaxia. Un volumen con el que me topé entre las novedades de Minotauro de este mes y que, sin duda, es una excelente manera de meter el dedo del pie en el enorme lago que hay por delante. Quince relatos más la novela corta llamada Nexus, de Thomas Parrott, que inicia la antología. Pero antes aprovecho para aclarar que Nexus y otros relatos sirve como una buenísima introducción al estado actual del universo de Warhammer 40.000, especialmente la parte centrada en los Necrones, esos que vienen a demostrar en la mayoría de estas historias que representan a uno de los malos-malutos más temibles de la galaxia conocida.

Paso a desglosar los relatos, como siempre, sin spoilers: Nexus, de Thomas Parrott, es una novela corta donde los Ultramarines son empujados a la vanguardia de la batalla contra la fuerza imperecedera de los Necrones. A pesar de la abrumadora diferencia en términos de avance tecnológico entre las dos fuerzas.

Kraken, de Chris Wraight, nos lleva a un mundo acuático que ha sido atacado por una misteriosa criatura submarina. El Administrador del planeta pide ayuda y solo un Lobo Espacial acude.

En Redentor, de Guy Haley, el líder de un escuadrón de los Ángeles Sangrientos tiene la tarea de defender una colonia que es acosada por monstruos que han sucumbido a la Furia Negra y es tarea de Astorath localizarlo y traer la Misericordia del Emperador.

Una prueba de fe, del mencionado ya Thomas Parrott, cuenta la inducción de ciertos Primaris Marines en diferentes capítulos. En uno de los cuales, el nuevo Capellán Primaris ha sido asesinado.

Las horas crepusculares, de Rachel Harrison, habla de la comisaria Severina Raine la cual lidera un equipo asesino de Duskhounds para deshacerse de un psíquico del Caos que había hecho imposible el asalto a un complejo minero.

En Carrera Relámpago, de Peter McLean, sabemos de la piloto de transporte Valkyrie, Salvatoria Grant, que espera ayudar a su gobierno ya que fue adoctrinada bajo el dicho «Todas las mujeres tienen su responsabilidad con el Imperio».

Desaparecidos en combate, Dan Abnett, no cuenta lo mismo que la peli ochentera de Chuck Norris. Aquí el inquisidor Gregor Eisenhorn es convocado para investigar una serie de horripilantes asesinatos… Un relato de final impactante.

En La Catedral de Cristal, de Danie Ware, un escuadrón de Adeptus Sororitas tiene la misión de preservar la seguridad de un Crysta recién abierto en una catedral abandonada hace mil años debido a la infestación de unos seres extraterrestres.

Voces al unísono, de Guy Haley, trata la escolta de un prisionero llevado a los representantes del Primarca Guilliman por parte de un Inquisidor.

En Donde hay disformidad hay un camino, de Mike Brooks, Ufthak Snazzhammer tiene una rara oportunidad de convertirse en el líder de un escuadrón Orko.

Redención en Dal’yth, de Phil Kelly, habla del comandante Sha’kanthas de los Tau y como está enzarzado en combate con un Adeptus Astartes que ha entrado en éxtasis.

Vacío cruzado, de J. C. Stearns, es donde Aeldari (¿o Drukhari? No  lo recuerdo) tiene una larga historia en el campo de batalla, donde llega a estar en extremos opuestos.

En La luz del sol de cristal, de Josh Reynolds, Fabius Bile, después de obtener un fragmento de alma de un aeldari moribundo, se dispone a sacar todo el conocimiento para intentar alcanzar la inmortalidad.

Guerra en el museo, de Robert Rath, muestra un caso muy chulo donde un tipo a bordo de la nave de Trazyn anda en peligro cuando uno de los alienígenas que están dentro comienza a despertar.

En Reclutado, de Steve Parker, sabemos de un escuadrón de Marines Espaciales de la Guardia de la Muerte que tienen la tarea de recuperar la cabeza de un líder Orko en una nave Imperial infestada por esta raza.

Cierra la antología, Deber hasta la muerte, de Marc Collins, donde un escuadrón de cinco Adeptus Custodes luchan contra un enjambre de Tiránidos en una última batalla para proteger su preciado cargamento.

Una antología donde se recuerda este futuro lejano, muy lejano, maravillosamente ideado y que contiene CF de la buena e incluso terror. O como dicen en USA, fantasía oscura. Volumen ideal para entrar en esta ambientación.

Reseña: B.O. Como Dios, de Ugo Bienvenu

Preferencias del Sistema me demostró que Ugo Bienvenu era un tío diferente. Amante de la Ciencia Ficción pero de un modo especial a la hora de ser creativo. Capaz de idear perspectivas un tanto aterradoras a la vez que curiosas, de las que si te paras a pensar, seguramente el ser humano pasará por ellas antes de su extinción. Historias diferentes como la que podéis encontrar en B.O. Como Dios, el nuevo titulo de este autor que publica Ponent Mon este mes entre sus novedades. Y ahora decidme si no, un robot que viaja por el universo para satisfacer sexualmente al todo sexo femenino que lo requiera, no es una idea tan curiosa como aterradora. ¿O quizás solo sensual y sugerente?

Desde La Survivante, de Paul Gillon (1985), sabemos que los robots también pueden alimentar y despertar sentimientos en los humanos y compartir placeres sexuales con ellos. Ya está pasando aunque de una forma un tanto primaria. Sobre el mismo tema, también leí en su día la hermosa Sixella. Así que estoy de nuevo ante un tema que no me pilla de nuevas. Tema tremendamente atractivo y más con un autor como es Ugo Bienvenu que de algún modo siente algo al mezclar en sus tramas humanos y robots.

Ugo Bienvenu presenta en B.O. Como Dios a un humanoide muy particular. Una especie de gigoló intergaláctico que viene a proporcionar a pedidos a las hembras de todo el universo. ¡Viaja en una nave con forma fálica! ¿Los servicios? Servicios de alta gama para aquellas hembras que lo deseen y puedan pagar por sus trabajos. Un álbum que está compuesto casi en su totalidad por escenas de sexo, pero con una presentación de viñeta muy curiosa porque toda la historia parece estar como “retratada”, por el protagonista. Como si solo se estuviera ilustrando el discurso de B.O. por el universo, su vida artificial, la presentación de su oficio… B.O. es el narrador aunque apenas hay diálogo. Presenta a sus clientas lo que es capaz de hacer mientras analiza todo de una manera bastante fría y funcional. Esa frialdad acentuada por una coloración impersonal muy distinta y es porque a B.O. le gusta el trabajo bien hecho. Un ser artificial muy concienzudo.

Insisto, al igual que en Preferencias del Sistema (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1642), Ugo Bienvenu consigue mostrar con muy poco un comportamiento muy real de lo que viene a ser una inteligencia artificial con una misión o destino concreto. No diría tanto una obra pornográfica sino más bien existencialista pues casi en cada página que sale B.O. se siente el deseo pero también la aceptación de su reto, tan certero, que siempre consigue mostrar en su trabajo una máquina.

Pese a todo, en la segunda parte del álbum se puede decir que B.O. se vuelve más humano, ganando en profundidad, personalidad, cuando comienza a explicar su origen contando porqué es el único ya que hace este trabajo. Repasa el porqué su existencia y como no debe ser conocida por las autoridades, ni por los machos de cada existencia interplanetaria. Se ve inmerso en una orgía que asume como un gran profesional, pero en la que nos analiza cada comportamiento erótico-festivo. Por que B.O. es el último de los robots sexuales. Es de la época en la que los bisabuelos de estas hembras ardientes de pasión aún no habían nacido. Una época en la que los seres humanos llegaron a apreciar tanto a los robots sexuales que la natalidad cayó en picado, y sólo se brindaba por liberar tensiones independientemente de con quién y con uno de ellos de por medio. De como los humanos ya solo querían a robots para el sexo. Y las prácticas se desataron en las más lujuriosas escenas y comenzó a haber accidentes. Una parte donde B.O. se vuelve menos cerebral y más carnal.

Ugo Bienvenu nos ofrece una pequeña joya narrativa y gráfica. La historia autobiográfica de B.O, un robot potente en personalidad, un verdadero juguete sexual viviente para mujeres humanas o alienígenas ricas y solitarias, una visión del amor bastante fría, clínica y desilusionada para algunos, pero terriblemente excitante para otros.

Desde luego, vive como Dios.

Lectura original como pocas.

Reseña: Star Wars. The High Republic. El Miedo No Existe, de Cavan Scott, Anindito, Morales y Leoni

Uno que cada no mucho necesita Star Wars, ante la ausencia de pelis, tira del Universo Expandido que para eso está. Libros, cómics y alguna que otra serie de TV que nos calma la sed con argumentos nuevos, todo antes que revisitar las joyitas que tenemos en nuestro haber. Uno lo que hace es alzar su Ala-B y dirigirse a Planeta Cómic que es ese planeta donde uno/a puede aterrizar en puerto estelar, y encontrar estas chuladas de publicaciones del Universo Expandido con los que uno calma la sed. Novedades que por fin llegan a nuestro país. Donde por fin se ha publicado el tan esperado arco llamado The High Republic, la considerada nueva era de Star Wars en formato cómic.

Un primer volumen que recoge los primeros cinco números de la serie. Una trama que nos lleva al pasado, a la edad dorada de los jedi y ahora os digo una cosa: aferráos a vuestros sables de luz, queridos padawans, pues viene una historia con una fuerza tremenda, que llega aquí, ahora, pero entró en USA a principios de 2021 con una cantidad de títulos que nos ponen coordenadas hiperespaciales establecidas doscientos años antes de la Saga Skywalker. Aun así, una nueva aventura interconectada. Pues el guionista Cavan Scott hace un gran trabajo para configurar una historia que engancha a través del atractivo que siempre tiene en esta obra la interconexión de personajes, escenarios, mundos…

Y ya en las escenas iniciales nos encontramos con la padawan Keeve Trennis que actualmente se entrena con un maestro trandoshano llamado Sskeer. ¿Sabéis quién es? Sólo diré que en este momento Sskeer tiene un brazo y está fresco como un pepino. Además de eso, realmente no hemos visto muchos trandoshanos en el universo de Star Wars que sean jedis, ¿no? La propia Keeve es un personaje nuevo y maravilloso y que la presenten en la cúspide de su título de caballero es una brillante elección para empezar. Rebosa personalidad y parece la combinación perfecta de torpe y tía dura. En sensaciones, me recordó bastante a cuando conocimos a Rey Skywalker por primera vez. Aunque Keeve es muy de decir palabrotas y se emociona bastante cuando conoce a otros jedis. ¿Podéis culparla? Os encantará.

En general, es un cómic muy de inicio que empieza con una historia bastante autónoma. Pero es más un adelanto de otra cosa que está por venir. He podido saber que para aquellos suertudos que han tenido la suerte de leer todo lo existente en otros medios sobre la Alta República, lo que aquí se cuenta es mucho tiempo después de los eventos contados en la novela de Charles Soule (Luz de los Jedi). Que estoy loco por leer, por cierto. Y curiosamente pocas horas antes de la misión en el Faro Starlight.

En los momentos en los que la galaxia se está recuperando del Gran Desastre Hiperespacial que acabó con innumerables vidas cuando los escombros de las naves espaciales devastaron el sistema Hetzel a la velocidad de la luz; al mismo tiempo en el que vemos a Keeve entrenando con Sskeer en sus Pruebas Jedi empuñando su chulo sable de luz de doble hoja que se puede quebrar en hojas separadas. Una tarea aparentemente imposible con los insectoides locales llamados Ximpi, zumbando en su oído, pero bueno. Como os decía, The High Republic: El Miedo No Existe recoge los primeros cinco números de la serie. En estos se presenta bastante acción y una amplia gama de personajes que marcan el tono y la aventura épica de inicio con la que la padawan Keeve Trennis tendrá que lidiar.

Emociona ver tantos datos, aprender más sobre nuevos maestros, héroes, villanos y lo que es mejor: tipos de armas, naves, razas y mundos diferentes a los conocidos. Que para mí siempre ha sido el verdadero atractivo de Star Wars. El Gran Maestro Jedi Veter compartiendo título, nada más y nada menos, que con el propio Yoda. Wow! ¿Y el arte? El arte de Ario Anindito y el entintado de Mark Morales muy resolutivos.

Un comienzo prometedor para una época de oportunidades y aventuras. Un tomo que además aporta una galería de bocetos al final, otra de personajes y portadas de cada uno de los cómics.

Tomitos que dan lo que pido.