Reseña: Suicidas, de Lee Bermejo, Alessandro Vitti y Gerardo Zaffino

Además de ser un artista con talento y con un estilo sorprendentemente crudo y detallado, Lee Bermejo también ha desarrollado cierta reputación como guionista capaz en los últimos años. Suicidas es uno de los titulos más potentes que han brotado de este chico que tan buen tandem forma con Brian Azzarello, por ejemplo. Pero este tochal de Suicidas que os reseño hoy (un dominguito de agosto en el que el noventa por ciento de la gente está en la playita con los pies en alto y algo fresquito entre manos, ah), ha sido la obra que ha permitido a Bermejo regresar al paisaje pos-apocalíptico devastado que más renombre le ha dado. Regresar a una de las mejores obras (sino la mejor) que le he visto como autor. Y es que Suicidas es el proyecto más personal del aclamado ilustrador pero ahora guionista Lee Bermejo, con el que transporta al lector a un futuro distópico para relatar una trama que combina ciencia ficción, género negro y denuncia social. Además, con una trama que tiene un inicio fulgurante con un primer número (de Suiciders: Kings of HelL.A.) que ofrece una puerta de entrada genial para el que no sabe nada de nada de esta serie. Una historia de jóvenes punks patinadores y guerras de pandillas que recuerda a uno de los films que marcaron mi juventud como es The Warriors, de Walter Hill, de 1979, y que aún a día de hoy disfruta, al menos, una vez al año.

Este integral que publicó ECC Ediciones a principios de verano recopila la miniserie homónima, con Bermejo como autor completo, aportando además la precuela escrita también por Bermejo aunque en esta segunda historia (que iría temporalmente antes) tiró de muy buenos ilustradores como son Alessandro Vitti y Gerardo Zaffino. Dos dibujantes que aportan unos de los trabajos más sólidos que se pueden encontrar dentro de la nueva linea Vertigo ahora mismo. La primera miniserie que encontramos es Los Reyes del Infierno, que nos lleva a conocer a una generación de jóvenes que ha crecido después del Gran Terremoto. L.A. era ante la ciudad de Los Ángeles, pero eso fue antes de la catástrofe. Después de eso, crecieron dos ciudades de entre los restos: una de grandes torres de lujo y otra tras los muros de espino para los pobres. Donde personas como Trix y su hermano Johnny no recuerdan como era la vida antes de que la ciudad de sus padres desapareciera bajo el suelo.

Pero estos hermanos han aprendido a aprovechar al máximo la vida dentro de la ciudad amurallada y, en particular, dentro de su barrio. Ahora Johnny es el líder de Los Reyes de HelL.A., una pandilla callejera encargada de proteger el territorio contra otros que vengan de listos. Aunque Johnny pudo haber llevado las cosas demasiado lejos cuando se cruzó con Leonard, un ex -suicida conocido como El Coyote y que ha prometido sangre. ¿Y qué o quiénes son los Suicidas? Unos gladiadores potenciados biomecánicamente que combaten a muerte si te antepones a lo que dien. Desde el encuentro, las cosas están a punto de ponerse mucho más violentas. Mientras tanto, Trix encuentra el amor y su romance cruzado traerá problemas que nadie esperaba tener…

Seis numeritos tiene esta primera miniserie que como dice un colega mío: ¡Está tó guapa! Con una trama que tiene de todo, eso sí. Personajes que nacieron el peor día que se podía nacer, que crecieron en la pobreza y en tiempos difíciles, perdieron a sus padres y ahora transitan las calles de un gueto que no es otra cosa que su antiguo vecindario. Mismo sector donde una poderosa empresa quiere meter el hocico para demoler y apoderarse de la zona. Para más inri, una pandilla callejera rival también quiere el territorio, y además, un amor prohibido, una potente pelea por la conquista… y la presentación de un viejo Suicida al que enfrentarse que equivale, en el peor de los téminos, a darse de ostias con un Terminator a manos peladas.

La segunda miniserie que se aporta de esta franquicia se llama simplemente Suicidas. Y fue la que pudimos leer primero. A modo de conjunto, tras leer Los Reyes de HelL.A., se completa en mi cabeza una trama, muy parecido a cuando vi Terminator 2 tras haber visto la uno. Sí, perdón, otra vez la comparación. Y es que no sé por qué estas dos franquicias tan diferentes, mi cerebro las asocia. Pero, en definitiva, Suicidas engancha muy bien con su precuela. Aquí conocemos más de El Coyote, ese Suicida tan potente con el que los hermanos pandilleros tropezaron y que ahora, retirado, mantiene una relación tóxica incluso con su propia familia.

Totalmente, fan. Suicidas merece peli o serie de TV.

Reseña: Marvel Must-Have. La Patrulla-X. El Don, de Joss Whedon y John Cassaday

¡Camarero! ¡Una de mutantes! Ya tocaba un poquito de salado con dulce, ¿no? Unas fresas con vinagre, un chocolate con queso o una buena aventura de esas que explotan en el paladar. Me decidí por El Don ahora que Panini Cómics sacaba este evento en sus tan indispensables Must-Have, tal como su nombre indica. El Don es un guión que rompe las reglas y se instala desde ya en mi cerebro como historia indispensable a recomendar de La Patrulla-X. Pero en este genial volumen no solo se recoge la miniserie Gifted (El Don) de seis numeritos, también el arco Dangerous (Peligroso) del que después os contaré más. Y eso que como siempre reivindico: ¡No soy de mutantes!

Y a los mandos Joss Whedon (Nueva York – 1964), el museo de las ilusiones en persona. Director, guionista y productor de cine, principalmente reconocido por su labor con los superhéroes, sobre todo por su trabajo en la productora Marvel Studios, donde trabajó como co-guionista de diversas producciones, joyitas como son las dos primeras adaptaciones Los Vengadores y Los Vengadores: La Era de Ultrón. Y es normal que se le diera tan bien. Es un amante de esto y además viene de guionizar cómics. De hecho, su trabajo más reconocido fue éste que hoy os traigo que en 2004 se marcó con los Astonishing X-Men. Emocionado me hallo con el género tras haber leído una de las mejores obras de mutantes que se pueden encontrar ahora mismo en librerías.

¿Sinopsis? Cíclope y Emma Frost vuelven al Instituto con el deseo de formar de nuevo a los X-Men. Quieren asombrar al mundo y que el mundo les devuelva la mirada… Con aceptación. Miniserie que se marcó Whedon, con el arte de John Cassaday (del que después me quejaré) y argumento en el que se basa directamente la tercera película de X-Men. Cuenta la historia de como un genetista acaba de encontrar la cura para la mutación. No obstante, cuando los X-Men se enteran, no ven esto como una bendición sino como un ataque a lo que ellos son. Al menos, la mayoría de ellos piensa así. Empieza entonces una carrera contra «la cura” y los X-Men descubren la verdad tras este propósito. ¿Os lo imagináis? Imaginaos algo muy nazi y acertaréis. Recordad que los mejores guiones de los X-Men, rara vez no están relacionados con el tema nazi. Mas, pese a su constante trajinar con el tema, tengo que decir que me ha enamorado de cómo está elaborada esta historia que, por supuesto, le da tres mil vueltas a la película. La escritura de Whedon esplende. Se ve a leguas lo dotado que está para ello. Pura brillantez. Diálogos inteligentes y dramáticos, al mismo tiempo. Tiene un enorme manejo de los personajes, y también me gustó que el nuevo grupo tuviera menos gente de lo normal. Solo hay seis miembros en estos nuevos X-Men. Y es que con menos personajes, los guiones funcionan mejor. Whedon tiene la oportunidad de que cada uno brille intensamente por su lado o desde su lado, mejor dicho. Tengo que decir también que El Don aumentó mi gusto por La Bestia. Personaje que siempre ha sido para mí ni fú-ni fa, sobre todo, desde que apareció en escena mi amado Rondador Nocturno. Pero aquí Whedon la hace brillar.

Ahora hablaré del arte de John Cassaday, del que habréis podido deducir que no me gusta. Es de los pocos ilustradores que no son de mi devoción. Sus personajes soy muy estáticos, casi maniquíes y no es capaz de hacer un fondo digno de un dibujante de calidad. La mayoría (al menos en este cómic) son fondos monocolor y con menos detalles que un Dacia. Eso está bien para una escena o dos, pero toda una miniserie así… Ufff, cansa. Y no alegaré más porque, sin embargo, la historia es magnífica. El Don me sirvió para descubrir el trabajo de Joss Whedon en cómic. Tenía curiosidad por saber quién era y cómo se defendía en el noveno arte. Y por qué hay tanta gente enamorada de su trabajo…

Peligroso es el otro arco que se incluye en este Must-Have. Del que no contaré demasiado y que es el segundo volumen del Astonishing X-Men, de Whedon. Donde ambos autores tejen una vez más una historia realmente interesante que es mucho más intensa que la primera -diría-, y está llena de sorpresas impactantes que dejarán a todos los fanáticos de los X-Men conmocionados por el resto de sus vidas. Así de claro. Como premisa: después de lo sucedido en El Don, un joven estudiante llamado Wing pierde sus poderes mutantes cuando Ord, el invasor alienígena de la anterior trama, se los quita. Debido a esto, Wing ha decidido suicidarse en la… ¡Sala de Peligro! Esto crea una serie de incongruencias espacio-temporales y el Instituto Xavier se ve atacado desde el interior por… ¿¿¿???

Tendréis que averiguarlo.

De la escritura de Whedon puedo decir que sorprende y que es capaz de crear historias que impactan. Con finales de película. Muy emocionado. No lo esperaba tan bueno, la verdad.

Reseña: ZOO (Integral), de Philippe Bonifay y Frank Pé

ZOO tiene ese regusto a film francés moderno pero de época, con una gran historia detrás. Un ambiente grisáceo que se mueve entre la dura realidad y la ficción que posiblemente fuera verdad. Al leerla, sentí lo mismo y vino a mí de nuevo ese regusto que sentí con films de la talla de Amélie, o incluso más del tono de ZOO podría ser otra joyita del cine francés como es Largo domingo de noviazgo.

Este portentoso volumen integral de ZOO que publica Norma Editorial nos lleva a saber de Célestin, que vive en una pequeña aldea normanda y ha transformado su propiedad en una especie de zoo repleto de animales exóticos. Y es que, como me suele pasar con este tipo de obras de cómic europeo, quedé asombrado por la calidad gráfica de dicha trilogía. No solo por la alta calidad de los dibujos, sino también por el coloreado, la elección del encuadre o la increíble expresividad de la línea de Frank Pé. Maestro ilustrador como pocos. Nos vamos entonces al zoológico propuesto y encontramos una especie de edén frágil y atemporal e increíblemente representado. La atmósfera en constante cambio variará según el estado de ánimo de los cuatro protagonistas de la historia. Estos últimos, muy interesantes, son personajes marcados por la vida. Todos han sufrido (o sufren) de alguna forma, pero ahora, reunidos como una familia, son los protectores de un lugar amenazado, un lugar que los tranquiliza, tanto como los aleja del mal que procesa el mundo de los hombres fuera. Junto a Célestin conviven su hija adoptiva Manon, el escultor Buggy y la misteriosa Anna, una mujer desfigurada que procede de las estepas rusas. Fuera, llamando a su puerta, el inicio de la I Guerra Mundial y gente huyendo de sus casas y pidiendo misericordia…

La gran fuerza de este cómic son los personajes. Tras el guión de Philippe Bonifay, Frank Pé da vida a algunos personajes conmovedores en su humanidad (a menudo heridos), y al mismo tiempo muy característicos. Hay vida propia en cada uno. En un tiempo así, cada uno de ellos podría ser tu vecino, tu primo o incluso tú mismo. Todos y cada uno bajo la sombra de una guerra en ciernes que solo trae pobreza, mejor dicho, más pobreza de la que ya existe en esta época en los vastos campos del continente europeo. ZOO es de esas historias que me trasladan unos personajes posiblemente reales antes de su construcción. Una vez vivieron. Agreguemos a todo ello una historia simple, ya vista en bastantes films bélicos, pero siempre tan efectiva como real. No hay grandes revelaciones o misterios colgando en este guión, solo una serie de personas que viven al margen de una sociedad que colapsará repentinamente. Y la historia tiene ese toque de calma antes de la tormenta, que tanto asusta.

En su conjunto, ZOO es una bella novela gráfica, una enorme historia en tres partes, fina y melancólica, que rinde homenaje a todos aquellos que malvivieron por culpa de naciones sin miramientos, miembros todos de una especie que nunca es capaz de caminar junta en la misma dirección. Pongo este cómic en la estantería de cómics “atmosféricos”, porque en realidad es una ventana a otro mundo, una trama capaz de atrapar, evadirte y embrujarte por el fuerte poder de sus viñetas. Un dibujo lleno de detalles históricos gracias a Frank Pé, aparte de dinámico y acertado para con personajes, decorados e incluso con los animales que rondan el escenario.

Frank Pé es definitivamente un autor atípico. ZOO es una prueba más de su forma de estrujar y ofrecer al lector algo de la vida que no todo el mundo consigue captar. Su arte es tierno y hermoso, a la vez que cruel y severo. La vida. Simplemente. A través del noveno arte. Por lo que ZOO se ha convertido para mí en una grata lectura que me sorprendió con una historia conmovedora y con unos “actores” principales dotados de una gran profundidad de los que conoceremos sus virtudes y sus defectos. Célestin, doctora de gran generosidad e inmensa ternura, Anna que intenta curar sus heridas, Buggy, el escultor desollado vivo y una mujer y un niño que rondan el zoológico con algúna intención…

Sabed de ellos y veréis.

Reseña: Harley Quinn y las Aves de Presa. A la Caza de Harley, de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti

Después de alucinar muy mucho con Escuadrón Suicida 2, uno (ya sabéis) se flipa, y se queda con ganás de más Harley Quinn. Bueno, en realidad, de más de cada uno de esos personajes…, pero es que me encanta como está representada mi Harley Quinn en estas pelis. Y, sin duda, James Gunn, saca buen partido a ese pibón que es Margot Robbie. Y ahora, que si Escuadrón Suicida 2 ha decepcionado en taquilla, que si su presupuesto era demasiado grande y no ha salido rentable, que si es demasiado sangrienta para ver con críos… Quizás deberíamos pensar en que el siempre magnífico James Gunn hace films para nosotros, para los friki-cómics, para los que llevamos toda una vida leyendo, y no, para los que van al cine una tarde en familia, ven una peli, y mañana a otra cosa. Aunque las productores es cierto que miran mucho quedar bien con este tema…, pero en fin, a lo que vamos, que se te quedan una ganas de Harley Quinn y de cómics DC en el cuerpo que alucinas.

De cabeza fui entonces a por Harley Quinn y las Aves de Presa ahora que ECC Ediciones recién publica el tomo que recopila la miniserie de cuatro numeritos denominada A la Caza de Harley. Pues con la gran Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, ¿qué podría salir mal? Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, el dúo que actualizó a la Harley Quinn contemporánea, ponen el broche de oro a su legendaria etapa en este volumen con un regalito al final como es el relato Black + White + Red. Entonces, ¿qué podría salir mal? Pues nada. No insistáis. No seáis esos trolls de DC Cómics que siempre están atacando a todo lo que no sea Marvel. Es más, os aconsejo siempre disfrutar lo mejor de cada casa; las patatas y la ensalada del Burguer King, los Big-Mac del McDonald´s, la Coca-Cola sin Cafeína o la Pepsi Zero… Lo mejor de cada casa. Ser amplio de miras, que decía el asno de Shrek

¿Recuerdas cuando los cómics solían ser divertidos? ¿Cuando la fantasía de los superhéroes no estaba empantanada con antihéroes haciendo muecas e historias intrincadas que se alargaban y se alargaban esquivando tu memoria? ¿Recuerdas cuando un cómic de Batman contenía algo de alegría? Los creadores de A la Caza de Harley lo hacen. Parecen haber acordado elaborar todas y cada una de las escenas cómicas que dan nombre al formato. Nos encontramos con Harley teniendo una pelea de amantes con Hiedra Venenosa (Poison Ivy) solo para terminar descubriendo que “los malos” han incendiado su casa. Afortunadamente, la banda de bichos raros e inadaptados que viven allí, salen casi ilesos. Pero Harley, frustrada, busca venganza. Se trata de un plan descabellado y un viaje a la ciudad de Gotham pero bueno, vale, de acuerdo… (sonríe cínicamente). Por supuesto, este tema no solo atrae la atención de su antigua media naranja El Joker, también de todos y cada uno de esos villanos y superhéroes que algunas vez se toparon con ella.

Se desata la locura.

Un volumen que se sitúa dentro del sello DC Black Label, lo que significa que se pueden usar palabrotas en insinuaciones sexuales, sin tener que preocuparse luego por las quejas de los conservadores. Pero es una trama tonta que no intenta sorprender al lector, por supuesto. Un cómic palomitero, piscinero… y todo esos sinónimos que se usan a día de hoy para, simplemente, divertido. Un buen rato lector que aporta doquiera que te encuentres en este agosto efervescente. Y es que, ¿quién está tan loca como para robarle al Joker? Harley Quinn ha evitado Gotham City desde que rompió con ese tío de verde. No obstante, tras lo sucedido, se va a liar. Y aunque su ex le eche encima a los supervillanos locales poniendo precio a su hermosa y teñida cabecita, también están Canario Negro, la Cazadora, Renee Montoya y Cassandra Cain (¡Las Aves de Presa!) para ayudarle en la contienda…

Un cómic lleno de bromas, puro Palmiotti a tope y el arte de Amanda Conner ideal para la ocasión, que no desperdicia una broma visual en cuanto el guión le da pie. Un cómic muy dirigido a los que no quieren comerse mucho la cabeza con esta calor veraniega y (este si) muy disfrutable para todo tipo de edades. Al menos, así lo veo yo.

Reseña: Mortal Kombat X, de Shawn Kittelsen, Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino

El apelo a la nostalgia y a querer saber más de una franquicia de la que solo me quedé en su día con el film que se pudo disfrutar en cines y videoclubs a mediados de los 90 -y que recuerdo disfrutar con amigos en el cine al grito de ¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!-, me llevó a leer Mortal Kombat X. Puso de moda aquella canción discotequera que contenía su BSO, creo recordar. No obstante, yo sí que iba algo preparado a ese peli. Recuerdo que en casa de un afortunado amigo al que habían regalado la PlayStation (¡la primera!) recién salida del horno, rememoro claramente las sensaciones que fueron probar en su casa el videojuego Mortal Kombat. Dadnos de palos uno contra el otro, en definitiva. Durante toda una tarde, y queriendo más y más dias posteriores. Incluso descubrir que tal titulo también estaba en una de las “maquinitas” de un Salón de Juegos del barrio. Pero lo que recuerdo bien es estar realmente impresionado con los gráficos del videojuego. Los personajes casi eran personas reales. Y luego, por supuesto, estaba la sangre y las ridículas muertes. Esto era algo que nunca antes había visto en pantalla jueguil. Quizás por eso eramos los más flipados en aquella furgoneta que conducía uno del grupo sin carnet y que nos llevo como monos sin cabeza al cine… Uff. Pero había más. Y ahora que al parecer llega una mini-moda de Mortal Kombat al asomar en breve un nuevo film e incluso uno de animación; es bien que gracias a ECC Ediciones podamos degustar integrales como Mortal Kombat X que recogen los doce números que tuvo la serie. Un cómic de acción que muy pocos pueden alardear haber leído.

Al devorar este Mortal Kombat X, me he dado cuenta de una cosa muy chula: la acción se desata en lo que sería la precuela a la historia principal de estos personajes. Por lo que es ideal empezar por aquí si no sabes nada de nada. Y como Mortal Kombat es una franquicia que parece seguir acumulando personajes, facciones y mundos hasta el punto de que realmente necesitaban su propio reinicio al estilo Los New 52 en uno de los últimos videojuegos, decidí saber más. Me atrajo de nuevo. Tenía curiosidad por ver qué trataría este cómic. Y con un inicio súper guapo, os resumo: todo comienza hace muchos años en el desierto del Himalaya. Vemos a Kenshi corriendo con un niño aferrado con fuerza a su espalda, alguien les dispara flechas y Kenshi se gira y lanza una espada que rompe con energía todas y cada una de las saetas. Pronto se da cuenta de que es una forma terrible de luchar, están demasiado expuestos, de hecho, una termina por atravesarle una pierna. Lo que permite a su perseguidor, Hsu Hao, alcanzarlos. Hsu Hao acusa a Kenshi de traicionar al Dragón Rojo. Su líder, Daegon, ha ordenado a Hsu Hao que mate a Kenshi y al niño. Kenshi usa telequinesis para lanzar su espada a Hsu Hao y le dice al niño (Takesha) que corra. Takesha huye como si no hubiera un mañana y choca contra un gran soldado Dragón Rojo enmascarado. El soldado señala una cicatriz en su rostro y dice que el papá de Takesha le hizo eso. Takesha dice desafiante: «No tengo papá». El soldado lo atrapa con la intención de vender al niño a esclavistas, pero de repente, el soldado es empalado por la lanza de Scorpion…

Wow! Puro Mortal Kombat, ¿no? Kenshi, Hsu Hao, Scorpion, los Dragones Rojos, Shirai Ryu, el plan de ir a por Daegon para vengarse, madres/padres asesinados e hijos que claman vendetta… Y, por supuesto, Sub-Zero liderando una masacre en el templo de los Dragón Rojo. ¡Mi amado Sub-Zero! Que ha venido a recuperar el arma a petición de Raiden. ¡Raiden! Como es de prever, al final del volumen, vais a tener cantidad de personajes de Mortal Kombat en vuestra cabeza. Un hype tan alto que querréis calmar echándoos una partidita al videojuego. O al menos, a mí me pasó.

Es un cómic, sin embargo, que mantiene muy bien el equilibrio entre los nuevos personajes y la tradición de los antiguos. Diría que es una buena mirada o una buena actualización del universo de Mortal Kombat para los tiempos que corren. Me pregunto si DC hará que este prólogo se prolongue más y se publiquen más aventuras de la franquicia, al igual que hacen con Injustice: Gods Among Us. Por cierto, unas ilustraciones geniales de Dexter Soy, Daniel Sampere e Igor Vitorino podréis encontrar aquí.

Un demonio de inmenso poder prepara su llegada. ¿Queréis saber como pararlo?

¡Mortaaal Kombaaaaaaaaaaaat!

Reseña: Ghost Money, de Dominique Bertail y Thierry Smolderen

Empezaré por lo fácil: Ghost Money es uno de los mejores thrillers políticos y de acción que he leído en los últimos tiempos. El escenario es simplemente plausible. Tiene lo indispensable a tener para una historia creíble. Su argumento se basa en algunas teorías de conspiración bastante clásicas pero también otras que muy pocos conocen, si nunca indagaron un poco en el tema. ¿Por ejemplo? En Ghost Money estamos rastreando el cofre de guerra de Bin Laden y las travesuras de expertos sin escrúpulos y ex-militares. Por decirlo coloquialmente, todo lo que rondó USA tras pillar a ese tipo que le dio tantos dolores de cabeza. Pero hay más. Aquí tenemos personajes icónicos: entre bribones inmundos, intrigantes señores, primerizos con problemas y gente notoria desquiciada, también hay mujeres jóvenes atractivas y enigmáticas, genios de la informática y de la medicina. Nuestra puerta de entrada a este universo estará asegurada por un personaje de apariencia ordinaria: una mujer joven que, en principio, no estaba preparada para lo que se le viene encima. Una trama clásica pero siempre efectiva. Por otro lado, en este serial el suspense está bien equilibrado y los autores tienen la virtud de darnos suficientes pistas para que el ritmo no decaiga cuando toca. Y para que nos demos cuenta de que algo anda mal… Cuando menos te lo esperas, se viene todo lo gordo.

Pero vamos a centrarnos. ¿Cuál es la idea? En Ghost Money todo nace en Londres, en noviembre de 2028. Durante un atentado, una exótica desconocida salva a Lindsey y esta quedada prendada de ella. Esa desconocida es Chamza, una multimillonaria que vive de incógnito en su jet orbital (echadle un ojo a la portada). Poco después, una serie de sucesos en todo el mundo, llevan a recordar a los momentos previos al terrible atentado del 11-S en Nueva York en 2001. Todo lleva a pensar que el servicio secreto USA está en añerta y que algo gordo se está gestando. Pero Lindsey no puede dejar de pensar en su “amiga”, la cual, por cierto, es estrechamente vigilada por los norteamericanos ya que se han encontrado indicios de financiación de actos terroristas por su parte.

Otros detalles que me llevaron a apasionarme por esta serie durante la lectura fue la evolución o el funcionamiento de ciertos personajes, en particular, la joven Lindsey. Que de una mujercita emocional de la buena sociedad británica se convierte en una especie de líder de comando. Y adopta esa mirada fría que hay que tener para ello. Este cómic que contó de cinco álbumes y que ahora por fin publica Norma Editorial en un solo integral, después de una larga espera de publicaciones en el país vecino, tiene escenas muy chulas como la de los chinos pilotando una especie de robot destructivo que lleva a pensar en las mejores pelis de CF; tema que se siente cercano porque según estamos viendo en nuestra evolución actual, así podrían ser nuestras futuras guerras. En ciertos momentos, la representación gráfica de Thierry Smolderen tiene ese toque semi-manga o semi-anime, mejor dicho, del renderizado, que no me acaba de gustar dentro del cómic europeo. Lo bueno es que en ciertos momentos cambia de tercio y casi que no te das cuenta porque aquí lo que prima es la historia por encima de todo.

El guión que Dominique Bertail establece mucho el atractivo de esta serie anti-políticamente correcta. Encaja perfectamente con ese tono de nueva mirada al espionaje y geopolítica. A pesar de las portadas no muy pegadizas para el tema, Ghost Money es una trama muy digna para el amante de las conspiraciones. Es un thriller político-financiero muy tortuoso (el dinero de Al Qaeda está en el corazón de la trama) que mezcla temas cercanos a lo que vemos en las novelas de Robert Ludlum, por ejemplo, con su ciclo de Jason Bourne. Y todas estas tramas de teorías conspirativas donde el papel de USA y en particular, de la CIA, es como poco, turbio. Sumando el tema del espionaje tecnológico avanzado, que no sé a ustedes, pero a mí cada vez me asusta más, porque pueden hacer desaparecer a una persona en segundos. Y solo tu familia te recordará.

O ni siquiera eso.

Peliculón hecho cómic.

Reseña: Tarzán Vol. 4 (1943-1945), de Hogarth, Don Green y Edgar Rice Burroughs

Van ya cuatro volúmenes publicados de esta maravilla del cómic como es el Tarzán, de Hogarth, las tiras de prensa que se publicaron en el Sunday Pages en los años 40 del pasado siglo. Una reimpresión con un alto nivel de calidad y que da primor tanto a Dolmen Editorial como a cualquier comprador que se precie a poco que te guste el género pulp, de donde Tarzán en novela fue una de las obras más representativas. Tenéis que recordar que Tarzán fue creado por Edgar Rice Burroughs, el portentoso escritor de novelas de aventuras, creador además de grandes personajes e historias de principios de siglo XX.

La primera aparición de Tarzán fue en la revista pulpera All Story Magazine en octubre de 1912. Historia que no mucho después fue trasladada a la primera novela del personaje (Tarzán de los Monos) y a la que sucedieron veintitrés secuelas, aparte de los famosos cómics y películas que le dieron un empujón enorme al personaje. Algo muy parecido a lo que pasó con Conan El Bárbaro que vino algunos años después. Y como alguien que admira enormemente el arte de Burne Hogarth y los mini-guiones (como yo los llamo) de Don Garden, me emociono siempre que me puedo poner con una de estas maravillas ilustradas que está publicando o rescatando Dolmen Editorial. Volúmenes poderosos solo ideados para el disfrute del mejor amante del cómic clásico, donde ya se hacía ver la calidad y suministro que el noveno arte podría dar de sí.

Aquí Tarzán avanza en sus viajes y aventuras por ese entorno mágico que es la jungla donde se crió. Donde aprendió a ponerse firme él solito. ¿Sabéis de dónde viene? No pasa nada, con apenas un par de viñetas, los que no hayan leído los anteriores volúmenes podrán hacerse una idea de dónde podría haber estado y los tejemanejes a los que han querido someterle ciertos tipos. Aquí es un no parar. Pueblos en peligro que están cerca de un volcán activo, verás a Tarzán cruzar un enorme desierto o atravesar esa jungla mística que pocos occidentales han visitado y donde se esconden seres que muy pocos pueden imaginar. Donde incluso los simios no se parecen en nada a los primates con los que estamos familiarizados. La agresividad es tremenda. Tambores de guerra pero con más árabes y alemanes nazis que tribus en disputa. Tormentas de arena, donde muere gente y donde Tarzán encuentra un uso diferente para su taparrabos. ¿Más datos? Como máscara facial para mantener la arena fuera de sus pulmones. Obviamente, aventuras también donde rescata a doncellas en peligro, y nos enseña como el agua, la falta de ella y la abundancia, son dos males para el hombre si no sabe como mantenerlas en equilibrio.

Y muchas historietas más. Donde sin querer revelar nada más, solo diré que hay aparición de un nazi conocido en una de estas tramas. Sorpresa, sorpresa, ¿no? Mirando el arte, te deshaces en halagos. Al menos, a mí me encanta Hogarth y sus primeros planos de personajes. Siempre me preguntaré si usó como modelo para estos casi retratos a Cornel Wilde. Ese actor clásico de cejas curvadas que tanto se parece a este Tarzán. Y es que Hogarth hace una exhibición de todo su don, de su arte, añadiendo acción interesante con sus lápices. En ocasiones, coloca viñetas de mayor tamaño para poder explayarse. Aunque no hay ángulos de visión elaborados, hay que tener en cuenta que esta era la norma para ese período de tiempo, especialmente cuando había tantas viñetas por página para poder desarrollar la trama.

De Tarzán: disfruto siguiendo las historias encantadoramente fechadas y examinando el crecimiento artístico de las habilidades de los autores. Ni que decir tiene que para aquellos que están recopilando las mejores historias de Tarzán (conozco unos cuantos) son súper indispensables estas ediciones. Un personaje que puede presumir de haber gozado de artistas legendarios que le definieron gráficamente en tiras diarias y que tienen una clara evolución, maestros como Burne Hogarth, Russ Manning, Jesse Marsh, Joe Kubert y Hal Foster. Ahí es nada. Aquí hay suficiente material para apaciguar tanto a los fans del personaje como a los de Hogarth.

Lectura veraniega al cien por cien.

Reseña: Friday Foster. Un Icono del Black Power, de Jim Lawrence y Jordi Longarón

Friday Foster es de esas series de cómics que de pequeño vi pasar ante mis ojos pero nunca leí. Por una cosa o por otra, no me llamaba. Es más, no la compraba ni la tenía nadie que conociera. También me ocurría que pensaba que era una serie de amoríos «para chicas», esas tan de moda en los 80. Una fotonovela llevada a cómic o algo así. Pensamientos arcaicos que tenía un niño de aquellos años, porque, madre mía, lo que me estaba perdiendo…

Me parece genial que Norma Editorial rescate este clásico, en el formato que lo hace y con la calidad a la que nos tiene acostumbrados. Además, pega bastante que lo haga en esta nueva edad dorada ochentera que estamos viviendo donde, sin duda, esos benditos años, de algún modo, han vuelto. Por que recalcaré una y otra vez que ha sido con diferencia la mejor década que hemos vivido en cuanto a creatividad. Ha vuelto la moda de aquellos años, los peinados, las tramas de cine, cómics y libros, el mejor género de Terror y CF e incluso bastantes canciones que están pegando fuerte ahora, en ellas se percibe de fondo esos sintetizadores tan especiales que nos hacían mover caderas y brazos como si de títeres se tratara.

Vuelven los 80 y quizás eso lo saben en Norma Editorial por que rescatar series como Friday Foster es una muestra de ello. Historias a ritmo de funk que se adelantaron a su época y demostraron que era necesario un cambio de mentalidad en la sociedad. Friday Foster fue una tira de prensa estadounidense creada y escrita por Jim Lawrence (Buck Rogers, James Bond…) e ilustrada por el dibujante español Jordi Longarón (que usaba el seudónimo Gray Morrow), al cual eligió el mismo Lawrence. La publicación vio la luz entre 1970 y 1974 para el Chicago Tribune Syndicate. Y por eso digo que se adelanta a su tiempo. Pese a esar ambientada en esos años, tiene mucho del ochenteo que nos llegó a todos después. Para más inri, fue el primer cómic protagonizado por una mujer afroamericana. Un guion centrado en la glamourosa vida del personaje homónimo, una ex-modelo que había pasado a convertirse en asistente de un fotógrafo de moda. Pero con una inclinación innata a ayudar a los demás y una belleza natural que la convierte en un imán para los hombres. Y así Friday a menudo se encuentra en situaciones difíciles y aventuras que, sinceramente, a cualquier chica de su edad le gustaría vivir. Por supuesto, hablo de lo bueno. Y es que lo vuelvo a repetir, yo nunca supe qué trataba realmente Friday Foster. No tenía idea de quién era el personaje. Así que me hice con este cómic simplemente porque lo recordaba de mi infancia y por tener una hermosa portada. Un dibujo que mola mil. Y_ seguía pensando que era género romántico. Pero lo que he encontrado después de leerlo e investigar la historia del personaje ha sido bastante excitante.

Friday Foster no solo está bellamente ilustrado, Friday es una protagonista de tomo y lomo. Una joyita de personaje, de mujer estadounidense protagonista y lo que vamos viviendo junto a ella engancha de una forma que no puedo explicar. No son exactamente historias de romances aunque esto es uno de los ingredientes de la pizza que aquí devoramos. Friday es una fotógrafa de moda (que comienza como modelo), una chica con carrera, al igual que muchos de los personajes románticos de los 60 y 70. Friday y su jefe, Shawn North (fotógrafo de moda de fama mundial) empiezan a hacer migas y terminan trabajando juntos en la misma labor. A Friday se le asigna en una de las historias la tarea de fotografiar la llegada de la princesa Shangri de Teri-Aki, también conocida como Jenny Trevor, la mujer más famosa del mundo. Friday está un poco conmocionada por tener un trabajo así y Shawn rápidamente le implora que no deje llevar por los nervios. Que sea profesional. Y más cuando la multitud de fotógrafos acosa a la princesa Jenny lanzando preguntas hasta que esta misma se pone a gritar de lo lindo, el porqué la tratan de forma diferente a los demás. ¿Algo muy de famoso, ¿no? Friday queda alucinada y empieza a ver que este mundillo no va a ser nada fácil. Es una de las mejores historias.

A partir de ahí, se van sucediendo una serie de entresesijos, aventuras y desventuras, diría yo, donde Shawn y Friday van a tener que lidiar con el editor de SHE, la revista de moda femenina para la que trabajan. Pero también con la editora, Mame Van Clive (una «regalito» de persona), pero también con otros muchos personajes como el agresivo paparazzi, el vil Ferdy Trask. Como bien dice la sinopsis editorial: «El regreso de un clásico de culto de la Blaxploitation». Y es así de todas-todas. Para los que no conozcan el término, se refiere a argumentos o filmes de explotación negra. Un movimiento cinematográfico que tuvo lugar en USA en los años 70 donde se ponía a la comunidad afroamericana como protagonista principal y que fue un boom sin precedentes, donde se brindaba por la música funk de fondo. Se mete a Friday Foster en este saco porque, de hecho, en 1975, Friday fue llevada al cine con el mismo nombre y protagonizada por la gran Pam Grier.

Una mezcla de aventura y romance, con un rollito muy chulo a lo Sexo en Nueva York, una joyita de edición que además recopila bocetos ampliados, ilustraciones, fotos, ensayos, artículos, información tras la escena… Y todo un conjunto de detalles que lo vuelven un volumen único e indispensable que ningún comiquero de pro debería pasar por alto. Sin duda, una de las reediciones más sorprendentes del año.

Reseña: Brujeando (Integral), de Juanjo Guarnido y Teresa Valero

Lo que es querer leer un cómic sólo por el dibujante… ¿Os pasa? Ciertamente, no fue una sorpresa para mí descubrir la nueva serie Brujeando que recién publica Norma Editorial en un volumen recopilatorio. Juanjo Guarnido (Blacksad) haciendo lo que mejor sabe hacer pero esta vez uniéndose a la siempre encantadora Teresa Valero para escribir un guión fantástico para todas las edades. Pero de todos modos, no deja de ser un mini-shock el ver a Guarnido cambiar su registro haciendo un álbum muy diferente al del detective-gato-negro. Con esta serie de tres álbumes que ahora se recogen en uno, las principales motivaciones de Juanjo Guarnido son complacer a los jóvenes lectores está claro. Pero, ¿no son a los adultos amantes del buen dibujo a los que reclama casi sin quererlo? Yo he levantado la mano.

Dos autores que presentan un buen título que mezcla humor y fantasía. La historia nos cuenta las aventuras de tres brujas, Brygia, Sortilega y Walpurgis, que adoptarán un hada bebé cuando le dan la bienvenida a su sobrina Panacea y a su pequeña familia. Una historia bastante rítmica que en ningún momento se detiene. Sin embargo, admito que esta historia se ve bastante orientada adolescentes aunque no a los más jóvenes. Algo parecido a lo que ocurre con las pelis de Pixar o Dreamworks que se estrenan actualmente. De ciertas edades hacia arriba, se disfrutan muchísimo. De hecho, el cómic contiene referencias al mundo de la magia y los medios de comunicación que pueden desconcertar a los jóvenes «menos puestos”. Eso, si no sumamos que al comienzo el guión se vuelve algo complejo para un no-lector constante pues trata dos historias paralelas.

Tres álbumes ahora recopilados en forma integral de una serie bastante chula. La primera parte de la historia sirve, sobre todo, para presentarnos a los principales protagonistas, criticar a los medios de comunicación y criticar con humor nuestra sociedad de consumo. La narrativa, en mi opinión, se combina con un poco de diálogo. En cuanto al humor utilizado, se disfrutan muchísimo los momentos de conflicto entre las tres brujas. De hecho, estas tres abuelas me parecieron entrañables. Pero está claro que desde ese día en que la pequeña hada Hazel se escapa de su país y pone patas arriba tanto lo que tiene por delante como lo que deja detrás; ya nada será lo mismo.

En la segunda parte se desarrolla fuertemente la búsqueda. Las hadas no están dispuestas a quedarse con los brazos cruzados mientras la pequeña Hazel anda perdida por esos mundos insondables de seres aterradores como los trolls, los humanos, los enanos o incluso esas mismas que dicen cuidar de ella. ¿O quizás es peor para ellos tenerla? Como colofón del tríptico, Hazel vive feliz en el mundo de las brujas y por nada del mundo quiere abandonarlo. Pero la reina de las hadas sigue obsesionada con traerla de vuelta. Ha diseñado un plan para que uno de sus súbditos se infiltre en casa de Sortilega, Panacea y Brygia y se haga pasar por un bebé abandonado y entonces… Tendréis que verlo y disfrutar de la historia final por vosotros mismos.

Lo digo claramente, una de esas potentes productoras cinematográficas que mencioné antes, con Brujeando harían un peliculón. Gráficamente es un portento -como no espero menos de mi tocayo Juanjo Guarnido-, los tonos han sido elegidos con criterio y son agradables de contemplar. Los personajes son muy expresivos y tuve la sensación de que salían directamente de un dibujo de Walt Disney clásico en ocasiones. De hecho, me enteré que el autor trabajó en un estudio de animación como subcontratista de Disney Pictures en su día. Por otro lado, la narración me pareció muy correcta y disfrutable. Los tres protagonistas principales (las brujas), para el recuerdo. Aunque quizás es que soy tan fan de las brujas como personaje fantástico que todo me encanta. Como poco, si habéis leído hasta aquí, este integral es para vosotros.

Reseña: Marvel Integral. Ojos de Halcón, de Jeff Lemire y Ramón Pérez

Creo recordar que fue viendo el principio de Vengadores: Endgame que le dije a mi mujer: «Mira, mira, fíjate en ese detalle. ¿Sabes por qué? Porque, de hecho, tienen una serie en cómic juntos…». En la escena se ve a Clint Barton en su casa de campo con su mujer y sus hijos y este está enseñando a su hija mayor a tirar con arco. Bueno, luego su familia desaparece y demás, ya sabéis… Pero yo sabía que existía ya por entonces un miniserie que todo el mundo ponía muy bien donde Ojo de Halcón y su hija (algo más crecidita que en la peli) ponían a caldo a más de uno con sus geniales arcos y flechas trabajadas. Y una de esas series era Ojos de Halcón, una de las que incluye este genial Marvel Integral que publica Panini Cómics este mes. La colección de Marvel Integral de tapa dura y lomito de decorado chulo donde ya se publicaron otras genialidades como el Ojo de Halcón, de Matt Fraction y David Ajá, La Muerte del Capitán América o la eternamente recomendable La Visión, de Tom King y nuestro paisano Gabriel Walta. Y es que todos y cada uno de los títulos de esta colección son maravillas en sí mismas, no solo en cuanto a guion y dibujo, también en calidad de tomo, páginas…, etc. Diría, sin temor a quemarme, que es la colección más cuidada de la editorial. Este volumen contiene los tres arcos argumentales o miniseries en los que se pueden encontrar trabajando juntos a padre e hija. Wunderkammer, El Hombre de Bishop y Ojos de Halcón. Fue curioso pero después de la exitosa carrera de Fraction con el personaje se decidió pasar el turno a Lemire (que tiene experiencia de Green Arrow), por tanto, encontramos varios aspectos de la carrera anterior aquí también: un perro, los dos Hawkeyes, Clint y Kate, y héroes mucho más humanos (realistas) que sus compañeros.

Ahora, en esta primera aventura, el Equipo Ojo de Halcón es enviado por S.H.I.E.L.D. a una base de HYDRA. Existen indicios de que en ese lugar se está probando una terrible arma secreta. Pero la misión no va bien, el arma, obviamente, no es lo que parece. Pero lo más importante es que S.H.I.E.L.D. sigue sin funcionar como le caracteriza. Sigue siendo una empresa de planes no cuidados y para nada salvaguarda la vida de los Hawkeyes. Aquí hay gato encerrado. Una historia donde al mismo tiempo aprendemos más sobre la juventud de Clint Barton tras la muerte de sus padres.

En El Hombre de Bishop no todo es tan directo como una flecha para Clint y Kate. Una grieta profundamente arraigada que se extiende a lo largo del tiempo, une al anciano Clint y a una Kate más sabia mientras persiguen los errores de su pasado. Aunque la trama del presente es interesante en cuanto a los efectos sobre ambos socios y algunas cuestiones éticas, el pasado arroja luz sobre el primero al explicar el pasado de Clint. Por lo tanto, nos damos cuenta que, pese a estar separados, están muy juntos, y son almas bien dirigidas y equilibradas. Una miniserie que deja con ganás de más, sobre todo, a los cotillas que queremos saber todo-todito-todo de un personaje que gustaba «algo» en su día y ahora mola un montón. Pero no hay que esperar más para saber. Por que el tomo cierra con la miniserie de tres números, Ojos de Halcón. Una aventura completamente nueva sobre Kate y Clint Barton. Donde un adelanto del pasado de Kate revela más sobre su misterioso padre. No obstante, de vuelta al presente, Clint dirige un nuevo equipo de S.H.I.E.L.D. para rescatar niños de las garras de HYDRA. Pero durante los últimos meses, Clint y Kate han estado enfrentados. Los flashbacks continúan explorando la infancia de Kate y lo que la llevó a su camino heroico. Y ahí es donde una joven Kate Bishop comprende la clase de hombre que realmente es su padre. Clint Barton deberá demostrar que, pese a todo, es alguien en quien Kate puede confiar. Una historia climática que define para siempre lo que significa ser parte del Team Hawkeye.

No me extraña que se haya decidido sacar Ojos de Halcón en esta colección. Historias así lo merecen. Merecen estar en una edición chula porque además pega bastante tenerla junto a los acontecimientos narrados en el Ojo de Halcón, de Fraction y Ajá. Situarlos juntitos en nuestra cómicteca, tal como se sitúa en nuestra linea argumental cerebral después de haberlas leído. La etapa completa de Jeff Lemire (Gideon Falls, El Viejo Logan) y Ramon K. Pérez (Cuento de Arena, Lobezno y La Patrulla-X), dándolo todo sobre los mejores arqueros que vais a encontrar en el Universo Marvel.