Reseña: URBAN (Integral), de Luc Brunschwig y Roberto Ricci

Otro genial tomo integral de buen cómic europeo que se ha publicado hace nada y que no debiera pasar desapercibido, sobre todo, por el buen amante de la Ciencia Ficción es Urban. Un integralazo que se marca Yermo Ediciones con cantidad de puntos positivos, y que tuvo mucha expectativa con la salida de cada nuevo álbum al otro lado de los Pirineos.

Cantidad de preguntas en las tramas que no dejan de ser ramales que brotan (y vas descubriendo) de un trasfondo o argumento principal. Algunas de esas historias, os dejarán con el culo torcido por ser contadas mediante flashbacks que ayudan a completar las tramas que conforman el puzzle que se abre en la mente del lector cuando empiezas a leer Urban.

Urban es potente porque contiene dos puntos muy logrados. Por un lado, tenemos un universo escalofriante e hipnótico, la empatía mostrada por muchos protagonistas. Por otro el trasfondo de los personajes secundarios que son una maravilla acompañando las tramas. Del guion me gustó mucho el trasfondo psicológico que tienen ciertos detalles, insisto, por parte de los personajes. Da la sensación (por como se comportan) que provienen o están adaptados de ciertas entidades reales con un pasado real (las malas maneras del hombre nunca se enmascaran). Eso sin contar a lo que les lleva su libre albedrío: giros regulares inteligentes, la insistencia en el tiempo extra, normalmente, infrautilizado… La historia en sí, cuenta que Zacchary Buzz proviene de una familia de granjeros pero lo deja todo para irse a vivir a Mi Placer, una gran ciudad dedicada al ocio, el juego, los placeres de la vida… Siguiendo como modelo al mayor justiciero de todos los tiempos, sueña con unirse a la mejor policía del mundo: la Urban Interceptor. Pero Mi Placer no es un sitio cualquiera. En realidad, es una especie de urbe-empresa hipercontrolada, dirigida por un jefe omnipresente, el cual, con grandes refuerzos de cámaras y pantallas gigantes, controla toda la ciudad y sigue en directo las más mínimas acciones y gestos de sus habitantes. Y es que Mi Placer está bajo el control de A.L.I.C.E., un sistema automatizado formado por robots limpiadores del mal que cazan a ladrones con métodos bastante “sutiles”. El sistema de control ideado permite a la policía presentarse in situ a poco que un delito real se cometa. Y es que en Mi Placer tiene cabida todo-todito-todo (encontramos los cuerpos mutilados de varias niñas, por ejemplo). Una de las terribles tramas por las que tendrá que pasar el protagonista, uno de los horrores que le hará pensar si trabajar par la Urban Interceptor era tan ideal como imaginaba.

Y el caso de las niñas solo es una de las tramas por las que tendrá que pasar. Sumad a eso ciertas intrigas como que el investigador principal más conocido sea asesinado y sustituido por uno demasiado sospechoso para ocupar su lugar, un teatro de acusaciones y delitos enmascarados o una cacería que se escenifica en vivo como programa de juegos donde los espectadores pueden apostar a la muerte de uno de los dos protagonistas. Zach, que soñaba con la justicia, descubre que todo es violencia y cinismo y que el mundo mágico de Mi Placer es demasiado cruel para formar parte de él.

Una historia de CF que sí, que el que haya leído mucha Ciencia Ficción le va a encontrar muchas similitudes a otras (1984, Campo de Concentración, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas o Blade Runner, la serie de TV Westworld…). Estoy de acuerdo en que también traslada una ácida crítica al mundo del ocio contemporáneo. Pero es una historia general que atrapa. Cinco álbumes reunidos que hacen que te compense el tiempo y dinero por la obra que tienes entre manos. El mundo a descubrir aquí te “afecta”.

Aparte, amé muy por encima de todo, el dibujo del señor Roberto Ricci, al que pienso seguir en todo lo que ilustre porque sus diseños son geniales. En ocasiones, tuve la sensación de estar leyendo algo que podría ser la versión seria de Goomer incluyendo en el pedido también unos dibujos evolucionados y estilizados como los que consigue Ricci. Diseño minucioso, variado y detallado.

En resumen, muchas cosas buenas.

Reseña: El Porteador, de Armand y Roulot

Después de revisitar el western con Sykes y Texas Jack, Armand cambia de universo y opta por una historia de Ciencia Ficción, aunque la estructura de El Porteador y la psicología del personaje principal son muy similares a las de un western. Este famoso Porteador es un personaje bastante cercano en apariencia y carácter al pistolero de labios apretados interpretado por Clint Eastwood en la «Trilogía del Dólar», de Sergio Leone. Por lo que mola ya desde la primera vez que te topas con él. Así tenemos un cómic que nos trae Ponent Mon, un integral que recopila los álbumes originalmente publicados, un cómic apocalíptico de los chulos e indispensable para los amantes de esta temática… como yo.

En un mundo pos-apocalíptico, el legendario Porteador va a caballo a cumplir las misiones que le encargan. Porque nadie se atreve. Un virus se ha extendido por la tierra; el óxido ha atacado al hierro, destruyendo poco a poco las infraestructuras, los vehículos, las herramientas… El metal se desmorona en todas partes y nuestra civilización ha vuelto a edades antiguas. En este mundo brutal de inquisidores, seres mutantes y ruina en un escenario medieval de atmósfera apocalíptica que recuerda a Mad Max, el legendario y enigmático Porteador encarna la única esperanza para muchas personas ofreciéndose a cumplir todas las misiones que se le encomienden. ¿El girito? Lo tienes en que como pago por esas misiones este señor exige que quien se la encargue debe comerse un extraño y misterioso huevo…

Quizás más que un Clint Eastwood, en el modo de operar, el prota me recordó más a un Jeremiah pero sin Kurdy. Lo que me suele gustar de los cómics que describen un mundo pos-apocalíptico es a menudo la descripción que dan los autores, y más concretamente, el diseñador. Aquí reconozco que lo hicieron medianamente bien. Esa mezcla de Edad Media con referencias a Mad Max están muy logradas. El escenario del primer álbum es el de un volumen introductorio que deja muchas preguntas sin respuesta. De ahí lo de celebrar que Ponent Mon publique esta serie en formato íntegro. Estos señores de la BD no entienden que hay series que no se deben cortar. Mirar más por el lector y menos por la pasta. Por eso, cuando comprendemos las tramas al completo que se nos quieren contar, el cómic gana mucho. El Porteador desarrolla una atmósfera angustiosa y fascinante en torno a este universo deshumanizado con su cuota de violencia y oscuridad. Lo que no cuenta la sinopsis es que la epidemia no solo afectó a los metales sino también a los humanos debido al contenido de hierro en sangre. Lo que llevó a mutaciones genéticas a veces monstruosas como la de Nymph…

A primera vista, este cómic no tiene tantos elementos sorprendentes, varios cómics post-apo ya han mostrado este tipo de mundo destartalado y criaturas con trastornos genéticos, pero hay algo que hace que te aferres a la historia, al trasfondo general. Los autores entregan una visión oscura de la humanidad que está entre los mejores cómics post-apocalípticos que he leído. Tiene ese estilo de maldad que se puede encontrar en el maravilloso Hombre, de Antonio Segura y José Ortíz (un referente del género), al igual que lo que se puede encontrar en The Land of the Bomb, un mundo poblado bestialmente por mutantes degenerados que impresiona.

Y esta historia está maravillosamente traducida en imágenes por Dimitri Armand. Encuentro que su poderoso dibujo ha logrado un nivel alto aquí. Se percibe cierto encuadre estudiado. Se puede sentir que su dibujo se espesa un poco tras sus dos westerns, pero da el paso para parecerse a la vigorosa maestría de Swolf. La serie está diseñada según un sistema de ciclos de álbumes autónomos concluyentes de los que cada volumen sería una historia completa. Menos el primer álbum, como dije antes.

¿Un thriller de anticipación? Ya hemos vivido una pandemia y la hemos superado. A ver si la próxima no se parece demasiado a esto.

Reseña: Dolmann y sus Muñecos, de Tom Tully y Eric Bradbury

No me cansaré de repetir que lo que está haciendo Dolmen Editorial a nivel recuperación de cómic clásico europeo no tiene nombre. Es maravilla tras maravilla. Pero no un título o dos al año sino un constante, muchos de los cómics que jamás pensábamos que volveríamos a volver a ver editados, y mucho menos, en geniales tomos en tapa dura. Sumad a eso esta aventura que acaba de llegar como es la genial The House of Dolmann (Dolmann y sus Muñecos), de Tom Tully. Un título precursor al igual que muchos que se nos vendrían encima en aquellos años desde las islas británicas como, por ejemplo, Spider (https://dolmeneditorial.com/tienda/spider/), Steel Claw, Thunderbolt, Phantom Viking, Captain Hurricane, Robot Archie, Kelly: Ojo Mágico (https://dolmeneditorial.com/tienda/kelly-ojo-magico-05/) y/o Cursitor Doom. Y otros que nos contaminaron de aventuras locas, de maestros autores locos ingleses, surgidos de aquellos años locos que fueron los 60 del pasado siglo.

Este primer volumen de Dolmann y sus muñecos reúne el material inicial de Valiant, que abarca desde el 8 de octubre de 1966 (número 208) hasta el 6 de mayo de 1967, además de una entrada tardía como fue el Valiant Super Special de 1980. Una tira que se publicó hasta mayo de 1970 y ha reaparecido varias veces desde entonces, tanto en forma de reimpresión como en nuevas historias. Y es que Dolmann y sus muñecos fue una mezcla curiosa e inexplicablemente cautivadora de una tira cómica de súper espías y detectives de crímenes escrita por el magníficamente prolífico Tom Tully. Un autor cuya producción fue asombrosamente amplia y que incluyó delicias como Roy of the Rovers, Heros the Spartan, Dan Dare, Master of the Marsh, Janus Stark, Mytek the Mighty (https://dolmeneditorial.com/tienda/mytek-el-poderoso-01/), The Wild Wonders, Nipper, Adam Eterno, The Mind of Wolfie Smith, Johnny Red, Harlem Heroes, Mean Arena, Inferno, The Robo Machines, Football Family Robinson, Buster’s Ghost, así como otras muchas tiras comiqueras. Su mano derecha al dibujo en muchos casos fue el siempre Eric Bradbury junto al cual comenzaron a adornar los estantes de los quioscos desde los años 50 de varios países.

Por eso estas ilustraciones nos recuerdan a tantas otras series.

El protagonista principal en Dolmann y sus muñecos es Eric Dolmann, un «genio» creador y experto ventrílocuo que crea un equipo de pequeños muñecos robot cada uno con un conjunto particular de habilidades. Raider es un comando armado con un arma que puede disparar un láser y proyectiles de gas lacrimógeno. Mole puede cavar profundamente en la tierra. Togo es un robot súper fuerte junto a Giggler y algunos más que van apareciendo. Dolmann usa el Dolmobile, un helicóptero de su propio diseño para mantenerse al día contra criminales. Al principio, sus enemigos son delincuentes menores dedicados a la extorsión o secuestradores de camiones pero con el paso de las aventuras todo apunta a un enemigo de gran relevancia como es el grupo D.A.R.T. (Departamento de Incendios Provocados, Revolución y Terror); ahí, sin ocultarse lo más mínimo… jajaj. Un cómic por tanto donde las aventuras son cortas, ocasionalmente en dos partes, pero casi todo hecho en pocas páginas. Es un volumen de historias que se devora en nada. Las historias no son lo suficientemente largas como para hacer que un lector se vaya del tema, pese a la posibilidad de dejar la lectura a medias.

Tom Tully y Eric Bradbury introdujeron uno de los equipos de lucha contra el crimen más extraños que existen y solo por esa originalidad recomiendo la lectura de esta viejunada recuperada a día de hoy.

Diferente como pocas.

Reseña: Star Wars. Rebelión, de Rob Williams y Brandon Badeaux

Los catorce primeros números de Star Wars: Rebelión ya se pueden disfrutar en un sólo tomo. En el formato que a mi me gusta. Uno quiere más, cada vez más, una grapa no es más que un suspiro para alguien que lee tanto como nosotros y que a estas alturas de la película apenas tiene tiempo para sentarse a leer. Pero ya que lo hace, es para aprovechar un buen tirón. Por eso agradecí a Planeta Cómic que este mes decidiera sacar este arco en este formato además de situarlo dentro de Leyendas que es donde debe estar.

Gran punto de partida para nuevos lectores.

Una nueva historia (convincente además) ambientada entre los eventos de Una nueva esperanza y El Imperio Cotraataca que nos lleva junto a Luke Skywalker a la lucha desesperada de la Alianza Rebelde contra el Imperio Galáctico pero con una visión original del evento, con muy alto octanaje, gracias al guionista Rob Williams y el dibujante Brandon Badeaux. ¿Qué cuenta exactamente? Buscando explotar una fallo total en las estrategias de escape de la flota Rebelde, el Imperio coloca a un agente infiltrado dentro de la Alianza y pone en marcha una serie de eventos que tendrán consecuencias devastadoras para Luke Skywalker y sus compañeros. Y eso que por este lado la propia agenda de Darth Vader va en contra de los planes del Imperio. Ha atrapado al teniente Janek Sunber para que lleve a cabo una misión secreta que llevará al idealista oficial imperial directamente al corazón de la Rebelión. ¿Y qué ocurre? El oficial imperial Janek «Tank» Sunber toma una decisión crítica entre su deber con el Imperio y su lealtad a su amigo de la infancia Luke Skywalker. Se denomina esta historia una tremenda trama de espías, escaramuzas y todo bajo la visión oscura de un Darth Vader desbocado. En definitiva, es eso. Después de haber rescatado al estratega rebelde Jorin Sol del Imperio, Luke Skywalker ahora lidera los ataques X-Wing contra los convoys imperiales para conseguir los suministros que tanto necesita la flota rebelde. Pero poco sabe él que dentro de Sol se esconde un secreto que pondrá en peligro a toda la Alianza.

Historia de roles ocultos muy chula. Eso my friends, es Rebelión, o al menos, en eso se basa este primer tomo que se llamó originalmente Mi hermano, mi enemigo. La tesitura de pertenecer a un complot Imperial para capturar al mayor héroe de la Rebelión o ser delatado por el que considerabas hasta ahora como tu casi hermano. Y es que Rebelión se vuelve un poco más ambiciosa que Imperio (https://www.planetadelibros.com/libro-star-wars-imperio-n-0107/57919). Se construye con mucha fuerza sobre las semillas plantadas de las películas que nos metieron este enorme universo en mente. Los eslabones débiles aquí, para mí son la angustiosa historia de fondo de Tank sobre Luke, que surge de la nada y borra la gran introducción que tuvo en Imperio. Y el peso que pone en las traiciones y el control mental que son dos momentos fuertes de esta historia.

De este tomo también me encantó el arte por lo diferente y tan marcado a la hora de mostrar los rostros. También la acción con la que transcurre el guion y, sobre todo, Deena como personaje. Definitivamente alcanza la calidad y la innovación que quiero ver en los cómics de Star Wars hoy en día. Dulces títulos que muchos estamos disfrutando del ya muy amplio Universo Expandido. Además de disfrutar mucho la mirada a la mente de un oficial imperial y ver la lógica y el porqué del por qué se convirtió en uno. Las películas nunca los humanizaron.

Reseña: Weird Science Vol. 4, de Al Feldstein, Wally Wood y VVAA

También llegó a su culmen la genial colección en tapa dura de Weird Science. Junto a Tales from the crypt, otra colección súper celebrada por estos lares. Que vuelva a estar cada poco esta joya del cómic fantástico en nuestras librerías es para festejarlo. Y aunque aquí se dé el cierre, recuerden que es una antología que se puede degustar de forma independiente dada su variedad en las historias de los relatos. Un maravilloso arte y grandes historias donde se brinda por la Ciencia Ficción, y donde se ve como ya dije en su día, la enorme influencia que tuvieron estos trabajos en cine y televisión, historias que incluso influyeron en la gloriosa joya de la televisión como fue la serie The Twilight Zone, de 1959.

Un nuevo volumen de Weird Science…, un cierre que nos apena a la vez que nos alegra por la sensación maravillosa de tener por fin todo-todito-todo de esta genial revista que triunfó en los años 50 del pasado siglo. Al Feldstein, Wally Wood, George Evans, Frank Frazetta, Harvey Kurtzman, Joe Orlando y muchos más. Volumen contenedor de los números de la revista del #19 al #22, publicados originalmente entre mayo y diciembre de 1953 y marzo de 1954; además del #23 y #24 y de la Weird Science-Fantasy a la que derivaron entre marzo y julio de 1954. Las más chulas historias como El que espera, ¡Aborrecible!, Los reformadores, 50 chicas 50, La cosa fea, Mi mundo… donde el Terror está muy presente. Pero muchas más historias.

Una cosa que digo bastante es que si deseas ver dónde comenzó parte del gran arte y la escritura en los cómics fantásticos tienes que irte a los cómics de la EC. A estos. Dibujazos y grandes guiones, es que no se puede pedir más. Además, matizando, esta antología particularmente contiene seis historias con arte de Wally Wood, adaptaciones de cinco historias de Ray Bradbury, cuatro historias donde Frank Frazetta comparte créditos artísticos (con Al Williamson y otros) y una adaptación de una historia de Harlan Ellison. Puede ser de los cuatro volúmenes, el que más quilates tiene. Donde curiosamente, la adaptación de Harlan Ellison se publicó en 1954 y la historia no se publicó hasta 1958 (según isfdb); tengo que investigar el porqué.

Pero dicen que Weird Science fue lo mejor de toda la serie de EC Comics. No estoy de acuerdo. Pero obviamente es porque por aquí amamos más el género de Terror que otra cosa. Aunque sí que estamos de acuerdo en que la colección tuvo/tiene un potencial muy alto e incluso algunos relatos superan en calidad a los de Tales from the crypt. Pero no hemos venido a comparar a los dos mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. Juegan en puestos diferentes. Aquí lo que ha de quedar claro (repito) es que este volumen contiene lo mejor de lo mejor en cuanto a autores y que además contiene la adaptación de una de mis historias de CF como es The Rocket, de Ray Bradbury.

Invasiones extraterrestres, cohetes, experimentos nunca intentados… un volumen que tiene una vibra genial en historias como Un nuevo principio y Dos son compañía…, Historia de unos peces, todas de Al Williamson, quien redefine maravillosamente lo que debería ser la CF en el mundo del cómic. Relatos como El que espera y ¡Expulsión!, que han sido auténticos descubrimientos para mí. Y Wally Wood apostando por su reclamo, tocando el cielo con sus trazos, en Mi mundo. Una historia que muestra una galería de algunos de sus universos más fantásticos.

Y podría perderme en los interiores rarunos de una historia como Los años preciosos, o volver a releer una y otra vez historias como La cosa fea o Los niños, que son piedras preciosas flotando sobre oro líquido. Así que ya no babeo más vuestra lectura. Un gran volumen muy consistente, uno de los mejores, si amas la CF, lectura obligada.

Reseña: La Glándula de Ícaro. El Libro de las Metamorfosis, de Anna Starobinets

El potencial de Anna Starobinets ya lo vi en En la guarida del lobo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5609), donde la autora mostraba como las cosas no son siempre lo que parecen; giros, vueltas de tuerca y humor muy refinado en casos de asesinatos. Bien, pues La glándula de Ícaro es un nuevo lugar donde encontrar historias (varias, porque es un antología) con las que disfrutar. Una muy chula recopilación de tramas de la ya considerada maestra rusa de la ciencia ficción.

Ahora casi toda antología se compara con Black Mirror, claro, lo más fácil es compararlo con lo mejor, con lo que está de moda en el momento. Pero a mí esta antología me recuerda más a una de esas maratones de películas basadas en historias de Stephen King que me dio por hacer una vez. Hay historias geniales, un par de ellas bastante normalitas y un cuento de miedo digno de enmarcar. Pero también un reportaje de REN-TV y una parábola sobre la necesidad de leer «spoilers» y sobre los efectos secundarios del tratamiento. Y en mi cabeza, para la escena final de Reencarnación, una especie de infierno satánico que jamás olvidaré.

Me gusta mucho la sensación de desesperanza que esta autora es capaz de crear. Como si de pronto para alguien ya está todo perdido y poco se puede hacer. O para todo el mundo, lo que da un miedo atroz. Pero siendo sincero hay un par de cuentos que terminan justo cuando la cosa empieza a tomar impulso (La frontera y El lazarillo) y eso no mola. Pero Starobinets, maestra creadora de sensaciones, es capaz de hacer que sientas asco y que algo mecánico y físico se vuelva espiritual, y eso es muy difícil de conseguir. Delicados pastos os va a dejar a muchos de piedra. Una colección que consta de siete cuentos, de los cuales el último es lo suficientemente largo como para llamarlo novela corta por derecho propio. Las historias son bastante diferentes entre sí, pero todas pueden ser etiquetadas de CF, menos la de Terror que antes os comentaba. Y en la medida de lo posible, todas tienen lugar en un futuro indefinido, cercano o lejano y todas tienen algún tipo de avance tecnológico como punto focal de ocasión. Los dos últimos cuentos son una bomba. Spoki hace que te sientas incómodo a más no poder.

Ciencia ficción rusa moderna con elementos de fantasía y terror. Los cuentos de Anna Starobinets son oscuros, macabros e inquietantes, pero también humorísticos y críticamente reflexivos. El que da título a la antología habla de como la ciencia ha localizado el órgano responsable de la propensión de los hombres al adulterio y otros excesos, la glándula de Ícaro, por la cual (afortunadamente) también se ha encontrado un método para extirparlo. Supuestamente, sin efectos secundarios. A partir de ahí el hombre será para siempre un esposo estable, cariñoso y fiel, dedicado a las virtudes cívicas y conyugales… O eso creen.

La invención del viaje en el tiempo le ha permitido a un hombre iniciar una especie de aventura con su propia esposa, la versión más joven de ella de la que se enamoró hace años, antes de que se convirtiera en la aburrida y lo dominante que es en la actualidad. El parásito, es el de Terror que os decía. Recuerda bastante a El fin de la infancia, de Arthur C. Clarke; un médico ha descubierto un método para liberar una hormona hasta ahora inactiva en humanos que puede iniciar una metamorfosis física. Te lleva a la pregunta de ¿la naturaleza más íntima del hombre es realmente ser un ángel o demonio? ¿O algo que nunca hemos conocido?

La Glándula de Ícaro no es la única recopilación de relatos de Anna Starobinets. Editorial Impedimenta, por favor, necesitamos más títulos de esta autora.

Reseña: La Montaña en el Mar, de Ray Nayler

La Montaña en el Mar es una novela de éxito que acaba de cruzar el charco gracias a NOVA. Una fusión de tecno-thriller llena de originalidades que cuenta lo que se encuentra en Con Dao con visiones intrigantes de un mundo diferente y cercano al futuro de este archipiélago de dieciséis islas que sirvió como isla prisión para presos políticos durante la era colonial francesa, y que en años posteriores el régimen de Saigón la utilizó para encarcelar a los opositores en sus infames celdas conocidas como «jaulas de tigres». Pero lo chulo es que las islas Con Dao se separaron del continente hace unos 15.000 años. Lo que dio como resultado un desarrollo de docenas de especies de vida silvestre no descubiertas o no documentadas entre tierra mar y tierra, y es el mismo lugar que durante mucho tiempo ha sido objeto de leyendas sobre un terrible monstruo marino…

Formas extrañas en la playa. Cuerpos de personas muertas con ataques misteriosos. Una novela que presenta dos tramas secundarias además, que también aportan suspense. Cuya conexión con la historia se revela lentamente. En una, Rustem, un pirata informático ruso particularmente intuitivo y, por lo tanto, excepcionalmente dotado, acepta un trabajo de una mujer que lleva una máscara digital que oculta su rostro. Ella actúa en nombre de una organización en la sombra a la que quiere encontrar una puerta trasera de entrada a dicha red neuronal. En la otra, un joven japonés que solicita un puesto en la sede regional de Dianima en la Zona Comercial Autónoma de Ho Chi Minh es expulsado de un burdel y se despierta esclavizado en un enorme barco pesquero operado por inteligencia artificial y patrullado por personal fuertemente armados. ¡Mercenarios! Pero, ¿cuál es la trama principal? ¿Qué es Dianima? Dianima es una potente corporación internacional que compró toda la Reserva Natural de Con Dao y expulsó a toda persona viva del lugar. Cuando comienza la novela no quedan aldeanos para poder escuchar su opinión. Dianima contiene un balneario frente a la playa que aboga por los pulpos gigantes y estudia como intentan vivir en sociedad, mientras que la mayoría de ellos tienen “hambre de humanos”. Como explica Ha Nguyen, biólogo marino de esta deslumbrante novela debut de Ray Nayler, los pulpos son animales solitarios mientras que los humanos son muy sociales, y la esperanza de vida de los pulpos es corta: un promedio de tres años. Pero la mayoría de las especies viven como mucho un año. Por eso Ha, que ha escrito un libro especulativo sobre la posibilidad de la conciencia del pulpo, señala que una vez que los huevos de pulpo eclosionan, muere cualquier conexión con el lugar o el parentesco del que salieron. Y para desarrollar las conciencia de un pulpo tal como la atendemos declara: «Necesitarías tener una criatura que sea longeva, que sea social, que críe a sus crías y que pueda pasar información de una generación a la siguiente. Un pulpo que haya desarrollado un sistema complejo y simbólico de comunicación”. Y hasta donde sabemos, dice Ha, ese pulpo no existe.

Sus únicos compañeros son un vigilante de seguridad malhumorado llamado Altantsetseg, una mujer que es veterana de guerra asiática y Evrim, el único androide del mundo. Creado por el científico que fundó Dianima, una figura que se cierne en la periferia de la novela como una mente maestra y que mueve los hilos (los Evrim provocaron tanta indignación popular cuando se anunciaron que fueron relegados a este remoto puesto de avanzada para mantenerlos fuera del ojo público).

La Montaña en el Mar es una novela que lleva ases guardados en la manga. Ideas que enredan, que evitan que sospeches, para luego darte con esas mismas pesquisas en los morros. Solos en la isla, Ha, Altantsetseg y Evrim luchan por encontrar definiciones de conciencia, individualidad y cultura que puedan adaptarse tanto a los seres humanos como a los pulpos. Y Evrim es algo más extraño que el Ash de Alien: El Octavo Pasajero.

En la realidad, Ray Nayler trabaja con santuarios marinos en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Dado que es este su principal trabajo, no sorprende que la novela se incline brevemente hacia el didactismo sobre cómo las personas deberían preocuparse más por los demás y por el medio ambiente. Aún así, el puntito de thriller y ciencia ficción que tiene esta historia es la mar de interesante.

En My Octopus Teacher, el documental de Netflix de 2020 ganador del Premio de la Academia, el cineasta Craig Foster relata su relación de un año con un pulpo que vive en un bosque de algas marinas de Sudáfrica. Lo recomiendo ver antes de leer esta novela.

Reseña: Redshirts, de John Scalzi

Redshirts es, además de sus premios, una novela de CF tremendamente divertida. Lo que Scalzi hace, de alguna manera, es explorar lo absurdo de lo típico mencionado sobre los redshirts (camisas rojas) y sin burlarse de los propios protagonistas, saca adelante una historia brillantemente divertida, insisto, con una cantidad inesperada de peso emocional, que deja un tremendo buen sabor de boca. Y deja con ganas de más como suele pasar con casi cualquier libro de Scalzi. Os lo confieso: mi autor favorito de Ciencia Ficción actualmente, al que me enganché con su obra de arte como es La Vieja Guardia.

Redshirts (originalmente titulada Redshirts: A Novel with Three Codas) es una aventura espacial que aprovecha esos toques que Star Trek y series de televisión similares aportaban a la CF. Fue un libro que la crítica en USA adoró desde el primer momento y se demuestra en como se hizo con los premios más valiosos del género como son el Premio Hugo (2013) a la Mejor Novela y el Premio Locus a la Mejor Novela de Ciencia Ficción. Scalzi combina una parodia directa, y además aporta esa característica narración de ritmo rápido y personajes ingeniosos que tenían las novelas de a duro (algunos me entenderán). Historias palomiteras. Y diría que, en ocasiones, llega a tener un nivel tan alto de gustosidad que la podría poner entre uno de los libros más disfrutables que se pueden leer actualmente dentro del género.

Ambientada en el siglo XXV y centrada en la tripulación del buque insignia de Universal Union, el Intrepid, esta novela es todo Scalzi en tono y estilo, desde el principio. En el primer prólogo, varios oficiales superiores de la nave lamentan el número inusualmente alto de bajas de miembros de la tripulación de bajo rango caídos durante misiones recientes. Y concluyen que necesitarán más tripulantes para reemplazarlos. Y adquieren cinco nuevos alféreces, incluido Andrew Dahl, un experto en religiones alienígenas y xenobiología.

Dahl rápidamente se da cuenta de que la tripulación es extremadamente fóbica de estar cerca de los oficiales superiores y de salir en misiones debido a su alta tasa de mortalidad. Así que en el transcurso de varias misiones, varios miembros de la tripulación sugieren que las muertes se deben a la incompetencia, la superstición o las fuerzas cósmicas, lo que requiere «sacrificios» de algunos miembros de la tripulación para que otros sobrevivan…

Hay docenas de esos momentos que capturan la inspiración y los chistes internos que ayudan a construir el mundo de Redshirts (en una entrevista, Scalzi habló sobre su enfoque del proyecto) y, si bien son divertidos, también son sorprendentemente efectivos. en atraerte a una historia que es más que una simple parodia.

Si estás leyendo esta reseña, tienes que leer este libro sí o sí.

Reseña: The Plot Holes, de Sean Murphy, Matt Hollingsworth y Dave Stewart

Argumento tan raruno como original lo tenemos en The Plot Holes (Los Fallos de Argumento), la nueva obra escrita y dibujada por Sean Murphy. Por supuesto, un cómic que encontramos en Norma Editorial, súper recomendable para fans del autor entre los que me encuentro. Un cómic que combina multitud de géneros y que es todo un homenaje a los lectores de buenas historias, como bien dice la sinopsis editorial. Y es que desde su ascenso meteórico en el noveno arte, comenzando con su clásico Punk Rock Jesus, obra que ultra-recomiendo, aunque también moló con su Joe el Bárbaro (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3492), tenemos a un Sean Murphy que ha abierto un camino distintivo al mantenerse fiel a sus raíces creativas y redefiniendo los límites brutos del medio. Después de su carrera como dibujante junto al guionista Rick Remender, y un concierto de alto voltaje con Mark Millar en Crononautas, el maestro Murphy llegó a la mega-combustión a partir de 2018 al deconstruir para DC al orejas picudas en El Caballero Blanco (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5679). Y obviamente su secuela. Pero ahora, este guionista e ilustrador inconformista nos presenta su proyecto más nuevo y ambicioso en lo que es una nueva y emocionante novela gráfica de aventuras con mucha CF y Fantasía de por medio.

The Plot Holes trata sobre un dibujante de cómics fracasado que se da cuenta de que su mundo no es real. Murphy contó en una entrevista que en realidad está dentro de una novela que apesta y va a ser eliminada. Y entonces se le acerca un escuadrón de héroes llamado The Plot Holes y lo que hacen es subirse a un barco y saltar de un argumento a otro, arreglando cada trama a medida que avanzan para que cada libro que corrijan pueda ser publicado. Todo en un mundo tipo Matrix digital.

Ufff… Parece un poco paranoia pero ya os digo que está tan bien llevado que lo que tenemos entre manos en realidad es un cómic de viajes en el tiempo maravilloso. Un quantum-leap-cómic-book de órdago.

Hablamos de Cliff, un guionista fracasado que vive en Nueva York, viudo, que espera su oportunidad. Pero esto llega de una manera que no se espera. Con una mujer misteriosa en su apartamento, la cual, le dice que es un personaje en un libro no particularmente bueno. Y que necesita su ayuda. Todo esto justo antes de que un extraterrestre gigante atraviese la pared y el Editor los atrape. Al poco, llega un grupo de otros personajes de historietas que se han reunido para ayudar a evitar que se eliminen lo que de otro modo serían libros digitales basura, ya que el servidor que almacena todos los libros digitales del mundo está eliminando para siempre cualquier libro que tenga problemas importantes de guion.

En serio, estamos ante esa típica historia que habla de meta-historias, que suena peor si te la cuentan que si la lees. The Plot Holes es una trama que en ocasiones recuerda a La Historia Interminable o a The Pagemaster. Sí, aquellas dos grandes pelis ochenteras. Cuando terminas de leerlo y cavilas todo lo acontecido, por supuesto. Por otro lado, el arte y los diseños como siempre, y en cualquier cómic de Murphy, son muy buenos. Es el estilo clásico de Sean, eso si, personajes o caras ya vistas en otras obras. Pese a todo, los personajes son interesantes: Roar, el tigre azul que cambia de forma, Kevin, un niño pequeño de los años 30 con una mala boca… Y Jonny, personaje típico de un manga de lucha con robots que me encantó. Ah y Rasoir, un vampiro encantado de ser un buen villano en su propia historia.

The Plot Holes es un cómic raro en cuanto a guion, ya os aviso. Y solo si cavilas sobre la idea conceptual que presenta, te llegará a gustar.

Reseña: El Último Americano, de John Ames Mitchell

Para estar instruido en la buena Ciencia Ficción clásica, las imágenes de una Estatua de la Libertad en ruinas con un telón de fondo de la decadente Nueva York, no sólo te deberían recordar a un famoso final de una peli de monos inteligentes. Estaría bien que te llevaran también a pensar en una novelita súper curiosa de un tal John Ames Mitchell que escribía algo tan diferente como extraño en El Último Americano. Un título que Ediciones Obelisco acaba de rescatar y traer a novedades en su ya considerable colección de grandes clásicos de la CF.

Para vuestra información también vais a encontrar las visiones de una Washington D.C. pos-apocalíptica. No sólo la ciudad que nunca duerme se lleva flores aquí. Como he señalado en reseñas anteriores, la fascinación por la ruinas, por un mundo devastado y echado a perder, no es algo moderno que hayan puesto de moda las pelis de zombies o Last of Us. Fue una inquietud literaria que surgió en ciertos autores a finales del siglo XVIII. Pero hay que tener en cuenta que USA era un remanso en aquellos años de Revolución Industrial importada de Europa. El Nuevo Mundo (o la presencia occidental allí) era demasiado nueva como para que triunfaran historias que querían arruinarlo todo con visiones futuristas. Sin embargo, la primera obra de CF que se conoce con las principales ciudades estadounidenses en ruinas, es la breve sátira de 1889, El Último Americano, escrita por el editor, arquitecto, artista y novelista estadounidense, pero también cofundador, editor y editor de la revista Life original, el señor John Ames Mitchell (1845-1918).

El Último Americano se presenta como un extracto del diario de un almirante naval persa, quien con su tripulación llega al puerto de Nueva York, mil años después de la desaparición de Estados Unidos en 1990. Los persas, que tienen nombres burlones, comentan las locuras de la civilización perdida, mientras que ellos mismos son retratados como primitivos supersticiosos que hacen que los antiguos «mehrikans» se vean bien en comparación. En un mundo que ha sido devastado y América del Norte prácticamente aniquilada por los cambios climáticos.

La edición viene presentada en tapa dura e ilustrada con grabados de media página insertados en el texto y algunos grabados a página completa. Es una delicia que evoca a a aquellos grandes libros de aventuras que algunos leíamos de pequeño.

El Último Americano es por un lado, una mirada satírica a los usos y costumbres norteamericanos a partir de los restos que van encontrando los protagonistas persas. También parece ser una parodia de los descubrimientos arqueológicos que se estaban dando en aquellos años de finales del XVIII. Todos los persas y las ciudades tienen nombres ridículos que leídos en voz alta suenan a lo que en realidad son. Una novela que se encuentra en la literatura antiutópica de desastres, muy al estilo de Caesar’s Column, de Ignatius Donnelly o The End of New York, de Park Benjamin Jr. Aunque las Cartas Persas, de Montesquieu, pudieron haber haber proporcionado cierto grado de inspiración.

Es una sátira, una crítica de las gordas al norteamericano de pro. Los historiadores están asombrados de que una nación de más de setenta millones desaparezca de la tierra como una niebla y deje tan poco atrás. No había nada que dejar. Los mehrikanos no poseían literatura, arte o música propiamente dichos. Todo era prestado. Una “raza” aguda, inquieta, aguda, codiciosa, entregada en cuerpo y alma a la acumulación de riquezas, muy “romana”. Te robo, copio tu idea y me la quedo. Pocas historias de CF vais a encontrar más sinceras.