Reseña: Eight Billion Genies, de Charles Soule y Ryan Browne

Una premisa curiosa y brillantemente ejecutada con la máxima de: ¿Qué pasaría si hubiera ocho mil millones de genios, uno por cada humano, y a cada uno de nosotros nos concedieran un deseo? ¡Caos, por supuesto! Pensé que este cómic iba a ser una locura muy difícil de sacar adelante (¿Se puede mantener este nivel de interés de forma continua?). Charles Soule, el gran Charles Soule, ha demostrado que me equivocaba. Uno de los cómics o serie que ya os adelanto que voy a revisitar cada poco porque inspira esta historia cosa mala para los que escribimos y amamos el fantástico. Y muy intrigado por la premisa, me encantó ver que Panini Cómics traía este primer recopilatorio con los ocho primeros números de la serie. Una buena serie que se recomienda sola. Os aseguro que difícilmente vais a ver una reseña hablando mal de este titulo a extramuros. Fue la serie favorita de muchos de mis colegas norteamericanos en 2022 y ahora por fin la tenemos al completo por aquí. Y sinceramente también es genial que esté ambientada en Michigan; eso solo yo sé porque lo digo.

Entonces, de la nada, aparecen ocho mil millones de genios y todo ser viviente con dos dedos de frente (o no) obtienen un deseo. Y tenemos un primer número que te engancha de todas-todas relatando los ocho primeros minutos tras la aparición de los genios. Seguimos principalmente a un conjunto de personajes en Lampwick Bar & Grill, cuyo barman de pensamiento rápido y ligeramente misterioso usa inmediatamente su deseo para proteger a aquellos dentro del establecimiento de los efectos de todos los demás deseos fuera del lugar. Una buena decisión y honrada por su parte, porque como se puede ver en las locuras que suceden en la obra, la gente pierde la chaveta con los deseos que piden. Y molan detalles como recibir un recuento de población actualizado a medida que la cantidad de genios (y personas) comienza a disminuir… Ocho mil millones de genios, escrito por Charles Soule (Star Wars, Undiscovered Country, Inhumanos, Daredevil) e ilustrado por Ryan Browne (God Hates Astronauts), responde a estas preguntas alucinantes. Una obra que pone de relieve no sólo los aspectos positivos de tener un deseo sino también sus consecuencias negativas.

Desde las primeras páginas, la historia comienza a arrastrarte a su universo y es difícil dejar el volumen. Los dibujos de Browne no son de mi agrado. Demasiado caricaturescos, demasiado tirando a fanzine. Pero aquí la historia es tan potente que te lleva a (casi) olvidarlo. Los diseños de personajes y la distribución de las viñetas sí que son excelentes y agregan una profundidad muy necesaria a la historia. Cada fotograma, cada palabra, parece haber sido diseñada con cuidado.

Y el diálogo es divertido y genuino también. Y el desarrollo del prota mola y te involucras en la vida de cada uno de los miembros del elenco, hayan pedido un deseo bueno o no. A medida que avanza la historia, podrás ver muchas perspectivas diferentes de los deseos y cómo han impactado al mundo y creo que esto es la verdadera savia de la obra. Además de que estamos ante un cómic impredecible cuanto más avanza la trama porque no paras de preguntarte cómo demonios va a acabar todo. Giros y vueltas que te mantienen en tu asiento. Ocho numeritos de este título solo hace que desees que el segundo volumen se publique YA.

Eight Billion Genies es otro gran éxito bien pensado por el mismo tándem que hizo Curse Words. La combinación de los escritos de Charles Soule y las ilustraciones de Ryan Browne se mezclan bien. Sus tramas en conjunto son intrigantes, los personajes son genuinos y la construcción, incluso la destrucción del mundo es excepcional. Puede ser uno de los cómics del año.

Reseña: MARVELS Anotado, de Alex Ross, Kurt Busiek y VVAA

No sé si sois conscientes algunos de lo que es realmente disfrutar de un cómic Marvel. De lo que es…, llevar haciéndolo tantos años y que el gusto no decaiga. Si en algún momento os paráis a pensar fríamente, no es otra cosa que COMER. Tragarnos cosas que nos gustan y muchas de las veces, cuando ya alcanzas un nivel de paciencia (y tienes tiempo), pararte a masticarlo. Eso es el disfrute, eso es apostar por algo que nos gusta: saber de mundos, aventuras, arcos argumentales, historias llenas de actividad… eso es. En definitiva, leer un buen cómic Marvel. Son las reflexiones que me han venido a la mente al terminar esta maravillosa miniserie como es Marvels. Ahora en un volumen, una edición de lujo anotada (Marvels Annotated 1-4, Marvels Epilogue y Marvels 25th Tribute Variants), una maravilla que acaba de publicar Panini Cómics y que recoge desde los orígenes de los superhéroes a la trágica muerte de Gwen Stacy, la llegada de Galactus a la Guerra Kree-Skrull, la irrupción de los mutantes a la boda de Reed Richards y Sue Storm… ¡Los Prodigios están aquí! Todos los números que compusieron la genial serie del siempre maravilloso Alex Ross. Historias modernas con sabor clásico.

Marvels ya entra por los ojos con la enorme portada de mi amado Alex Ross, ese ilustrador primigenio universal el que es llamado Aquel Que Es Capaz de Hacer Real Todo Lo Que Ilustra. Que da paso a una trama donde nos vamos a un mundo donde todas las personas están obteniendo súper poderes y un joven encontrará que el mundo de la heroicidad no es tan bonito como imaginaba. Y es que David ama a los superhéroes, pasa horas jugando con sus favoritos Capitán América, Spider-Man e Iron Man, para disgusto de su familia. Mas, en medio de su sueño de ser un héroe con poderes, el mundo tiene otros planes: un virus misterioso comienza a transformar a los humanos comunes en seres con habilidades especiales y la familia de David decide aislarse y esperar poder sobrevivir a lo que se avecina. No obstante, el virus se apodera de los padres de David cuando este se encuentra al cuidado de su hermana y abuela. El cambio afecta a todos y de diferentes maneras. Su hermana se niega a ser vista y su abuela se está muriendo. A medida que el mundo continúa derrumbándose a su alrededor, David se encuentra en un mundo peligroso lleno de seres que ya poseen lo único que siempre deseó: súper poderes. Un chico que va de un lado para otro con una máscara del Duende Verde…

Todo esto se cuenta en la precuela Marvels X, precuela a su vez de Tierra X, aunque la serie principal la tenemos aquí. Alex Ross mostrando el mundo de los superhéroes a través de los ojos de ciudadanos comunes. Un tema que me interesa muchísimo, de hecho, podría decir que es el tema dentro del pijameo que más me mola. Por eso, una edición de Marvels como nunca has visto, con todo el material creado para el vigesimoquinto aniversario de esta obra maestra. Un emocionante recorrido por los momentos que sirvieron para forjar el Universo Marvel bajo la visión única del fotógrafo Phil Sheldon, es un volumen más que indispensable.

La narrativa de un futuro distópico (no necesariamente nueva), para ver qué sucedía con los superhéroes en un arco donde todo el mundo tenía poderes. Supongo que lo veis: esto no es otra cosa que un modo de convertir a los superhéroes en personas normales. En Marvels, sus creadores Alex Ross y Kurt Busiek, vuelven a juntarse para contarnos cómo ese mundo se hizo pedazos. Una colección de precuelas en realidad que empiezan aquí, con la historia de un joven, una mirada profundamente humana y realista de un joven enamorado de los superhéroes que navega por una realidad donde lo extraordinario se vuelve corriente. Vais a encontrar desde un primer momento en Marvels, una historia bellamente diseñada que recuerda de todas-todas a los cómics de mis queridos años 80. Los personajes son convincentes. La historia tiene un ritmo perfecto y atrae con la promesa de una trama emocionalmente satisfactoria. El mundo que Ross y Busiek han creado para toda la serie me alucina pues tiene ese toque maravilloso y peligroso que gusta de los cómics de antaño. Uno quiere seguir sabiendo de este viaje.

INDISPENSABLE.

Reseña: Flash. La Guerra de un Minuto, de Adams, Cruz, Díaz y VVAA

La guerra de un minuto conocida por todos comenzó oficialmente en el The Flash #791, cuando la cabecera DC era llevada por Jeremy Adams, a los lápices de Roger Cruz y con tintas y colores de Wellington Diaz, Luis Guerrero y Rob Leigh. Aunque en realidad esta sería una segunda parte de la primordial obra. Pero este #791 no fue otra cosa que el inicio de un arco argumental potente del Velocista Escarlata así como de sus respectivos rayito-brothers. Una señal desgarradora de todo tipo de intenciones. Y un arco que da mucha profundidad y peso a un cómic, una serie, una cabecera que llevaba demasiado tiempo siendo bastante ligera en cuanto a temática. Un tema peligroso ya que provocaba que ciertos personajes perdieran su regustillo lector. No obstante, Adams dejaba y deja claro en esta obra que nadie está a salvo en las primeras etapas de una historia llena de emoción. Un tema importante pero devastador, y dará un puñetazo en el estómago al lector acérrimo del personaje que dolerá por un tiempo.

Después de que una extraña nave se estrelle en Central City, los speedsters se tambalean por el ataque mientras los alienígenas hacen su primer movimiento. Y Wally y Barry intentan darle sentido a una muerte dolorosa… Esta historia es invertir desde el principio. Al afrontar las consecuencias inmediatas del ataque, los héroes se muestran inestables, separados y asustados. La inquietud y la conmoción son palpables y emanan desde la primera página. Adams vuelve a dividir brillantemente las ubicaciones, pero la estructura es muy diferente. El grupo se enfrenta a problemas distintos, desde estar atrapado fuera de la ciudad hasta que lleguen tragedias mayores. Luego, lentamente, el equipo se encuentra, reuniéndose y encontrándose contra las primeras oleadas de villanos. Todavía hay humor en la serie, pero se ha vuelto extremadamente oscuro y peligroso. Cuando la acción estalla es enérgica y hay signos de emoción en este gran arco que va desde el #791 al #796 y que ECC Ediciones ha recopilado en uno de sus maravillosos TPBs. En La guerra de un minuto es extremadamente impactante como va sucediendo todo, algo que muchos esperarían que fuera una falsa alarma, pero que resultó ser extremadamente desgarrador, se trata con el respeto y el tiempo que merece. Adams demuestra desde el principio que en este arco no se andará con chiquitas.

Y los personajes están llenos de personalidad. Esta es una comunidad de personajes impulsada y unida por la familia. Están estrechamente vinculados entre sí, quizás más que cualquier otro grupo dentro del Universo DC. Por eso duele tanto que suceda algo terrible. Aquí los vemos trasladados a aventuras y exploración, hacia lo oscuras que ciertas situaciones pueden llegar a ser. El guion es fenomenal. Cada personaje tiene una voz clara y sus reacciones son naturales e impactantes dada la intensa situación. Los villanos apenas han comenzado a actuar, pero son siniestros y están excelentemente descritos. Y el dibujo me encanta. Algo que noté llamativo es lo emotivos que son los personajes, magníficamente creados por Cruz y Díaz. La desesperación y la naturaleza inquietante de la segunda mitad del arco se capturan maravillosamente. El estilo angular del entintado es distintivo y nítido, y se intensifica aún más cuando los velocistas están en movimiento.

Todos los trajes molan y están marcados los músculos como el que más. La musculatura y las diferencias de tamaño de los héroes son excelentes cuando están juntos en viñeta… Y como veis, todo son elogios. Pero es que un cómic de The Flash bien hecho, es un genial cómic de superhéroes.

Reseña: Cyberpunk 2077. Where´s Johnny?, de Bartosz Sztybor, Milonogiannis y Titov

Un mes más y una nueva aventura en el universo de Cyberpunk que disfrutar gracias a Panini Cómics. Una serie de títulos que he advertido varias veces que no me iba a perder. Where´s Johnny ha sido el último tomito disfrutado, una historia escrita por Bartosz Sztybor (Fading Memories, The Sirens de Jim Henson), con el dibujo de Giannis Milonogiannis (Prophet, Ronin Island, Old City Blues, G.I.Joe) y colores de Roman Titov (Angel). Un nuevo pulp noir de ciencia ficción basado en en el videojuego de éxito así como en los relatos del famoso juego de rol ochentero Cyberpunk 2020.

Where´s Johnny (¿Dónde está Johnny?) nos lleva a saber del periodista anticorporativo Lyle Thompson, que también sale algo en Love Like Fire y Never Fade Away, por cierto. Uno de los personajes característicos de Cyberpunk 2013 y Cyberpunk 2020 y que aquí encontramos como un fracasado que persigue historias que a nadie le importan en una época en la que el periodismo está muerto, incluso cuando es periodismo sensacionalista. Una trama común de esas de género negro, pero de las que uno nunca espera ver dentro de un universo como el que promueve Cyberpunk. Y eso que está considerada en foros como una de las mejores de la franquicia CDPR, y toca la patata por el hecho de que sucedió justo después del bombardeo nuclear de Night City.

Un periodista empedernido empeñado en acabar con las corporaciones corruptas de Night City y con una verdadera oportunidad de hacerlo. El periodista borracho, cínico y testarudo Thompson está trabajando arduamente para despertar a la población: mantener los ojos y oídos cerrados ante la inmundicia y la corrupción de Night City administrada por corporaciones es una elección y va a volar en pedazos sus desviaciones autoprescritas. Alguien ha hecho saltar por los aires la sede de la megacorporación Arasaka y se rumorea que ha sido el infame Johnny Silverhand. En las calles se rumorea que está muerto y que su cuerpo permanece al pie de cierta torre nuclear. Hay que encontrar el cuerpo. ¿Pero está muerto o son sólo rumores? Las calles de Night City al rojo vivo.

Me gusta mucho la ambientación Cyberpunk. La he disfrutado desde sus inicios en mi juventud con partidas de rol en los años 90. Por supuesto, leí novelas de William Gibson. Y me ha ido encantando todo lo que he ido encontrando después. He dicho varias veces que estos títulos no me los pensaba perder porque cada aventura aporta algo diferente dentro de un universo futurista que mola tela. Where´s Johnny? es otra historia corta y única sobre un periodista que es contratado cuando Johnny hizo estallar la torre Arasaka y posteriormente recibe el encargo de investigar dónde está su cuerpo. El problema de estos one-shot es que el desarrollo del personaje debe ser apresurado, los autores no tiene mucha opción, y son tramas realmente interesantes. Es el único problema que le veo pero por lo demás genial todo. Mola tener una ciudad y que me cuenten historias (diferentes) sobre sus ciudadanos.

Cada aventura, cada cómic, es «un día en la vida de un ciudadano de Night City».

Where’s Johnny? nos lleva a saber un poco del mundo de Night City donde aunque una persona te contrate para hacer un trabajo, eso no significa que esté trabajando para otro a su vez. Y las corporaciones tienen en sus manos todo el poder. Difícil escapar de su intromisión. El periodista de esta historia emprende un viaje para hacer un trabajo y en el camino se resigna al hecho de que las corporaciones siempre estarán involucradas de alguna forma y, a veces, sólo a veces, sus objetivos pueden alinearse. Si eres fan acérrimo de Cyberpunk, esta serie es para ti. Si no, en mi opinión, debes probar con algún titulo (no lleva mucho tiempo hacerlo), y así sabrás si estos cómics son tan indispensables para ti como para mi.

Reseña: Control de Daños. La Colección Completa, de Dwayne McDuffie y VVAA

Control de Daños puede ser la serie Marvel que llevo más tiempo esperando ver recopilada. Una de mis más preciadas rarunadas dentro del noveno arte, porque si hay alguien que no aboga por seguir solo lo mainstream, uno de esos siempre he sido yo. Amante de lo diferente y original, Control de Daños fue una de las series que más disfruté a finales de los 90 en su idioma original. La misma que de un modo extraño mi cerebro olvidó con los años e incluso me perdí o pasé por alto los siguientes especiales que salieron. Pero una serie que regresó a mi mente cuando caí en la cuenta (y me encantó el detalle) cuando los vimos aparecer al inicio de Spiderman: Homecoming. Desde entonces, los que andamos por aquí no hemos parado de dar calor…, de reclamársela a Panini Cómics por RRSS porque, sin duda, esta serie debía estar nuevamente disponible. Y sueño cumplido. Y no solo se ha publicado La Colección Completa con las tres miniseries ochenteras-noventeras que leí, también contiene todas las apariciones de este genial departamento en el Marvel Age Annual #4 USA (de donde parte la idea), Marvel Comics Presents #19 USA, el especial de Los 4 Fantásticos así como la miniserie de tres numeritos donde vuelven a encontrarse con el gigante verde, la genial World War Hulk Aftermash!: Damage Control de 2008. Indispensable se mire por donde se mire.

Lo dicho. Si buscas una serie diferente con la que reír un rato pese a que toca de forma general un tema obvio, un tema que curiosamente muchos lectores nunca se han preguntado pues: ¿Qué ocurre con todo lo que superhéroes y villanos dejan tras una tremenda lucha? ¿Quién paga toda esa destrucción? ¿Quién corre con los gastos? O como dice la sinopsis de este volumen: ¿Galactus se ha comido tu casa? ¿El Helitransporte de SHIELD se ha estrellado sobre tu coche? ¿Los alienígenas han destrozado Manhattan… otra vez? ¡Será mejor que llames a Control de Daños! Si no habéis caído ya, os lo digo yo, Hulka tendrá un papel importante en estas miniseries. Su primo es el principal «arrasador de lugares» cuando se encuentra en batalla y ella… Bueno, ella es abogada defensora de profesión, y de vez en cuando también se le va la mano, ¿no?

Un comienzo genial. Los Vengadores (Thor, Hulka, Black Knight y Spiderman) están luchando contra un robot gigante en el centro de Nueva York. El Bug-Bot alternativo (así se llama) crece hasta tres veces su tamaño y aplasta a Thor a varias calles de distancia, derribando un edificio. Entonces Spidey logra meterse dentro de la boca del robot hasta la sala de control y lo apaga…

El atasco que rodea la aventura del superhéroe amenaza con hacer que John Porter llegue tarde a su nuevo trabajo, por lo que corre por las calles hasta el edificio Flatiron y las oficinas de Damage Control, la empresa que repara lo que los superhéroes y villanos destrozan. En el vestíbulo, John se encuentra con el villano Thunderball, que perdió su característica bola de demolición y cree que Control de Daños podría recuperarla (también se encargan de cosas así). Un primer capítulo que os cuento porque representa bien el humor de aventuras posteriores. El gigantesco robot derribado por Spiderman (con un solo click) está tendido en pleno Manhattan entre múltiples edificios, con la cabeza y los hombros apoyados contra el World Trade Center y… ¿quién demonios quita esa chatarra de ahí?

Ya estás enganchado/a. Y en caso de que estuvieras preocupado/a, Thunderball recuperó su bola de demolición. Considero que Control de Daños, de Dwayne McDuffie, es uno de los cómics más divertidos que Marvel ha publicado jamás. Y aunque sé que muchos marvelitas no le dan valor, lo tiene, y mucho por lo original y diferente, además de tratar un tema real llevado al mundo del pijameo. Pero también lo que siempre nos ha atraído del mundo de los superhéroes. Mi parte favorita es la del trabajador que descubre una esfera brillante y tiene un «Origen», convirtiéndose en un nuevo súper… alguien.

Maravilloso, se mire por donde se mire.

Reseña: Días del Futuro Pasado, de Chris Claremont y John Byrne

Días del Futuro Pasado es de esas grandes historias que nunca se ha podido representar bien en la gran pantalla. Y sabiéndolo el personal del séptimo arte, se han limitado a hacer variaciones de la idea principal o contar en pelis lo anterior o lo posterior a la principal trama en la que se basa esta joya del cómic de superhéroes. Arco argumental que solo se recogió en cuatro grapas pero que todo el mundo comprendió como una única aventura y entonces ya solo la podemos encontrar como historia única pese a ser publicada por primera vez en los X-Men #138-#143 y el Annual 4. Por lo que súper lógico encontrarlo ahora dentro de los Must-Have.

Tras los acontecimientos de la saga Fénix Oscura (otra joya del pijameo), los X-Men dejan descansar a Jean Gray. Y después de perder a la mujer que ama, Cíclope abandona a La Patrulla-X (icónica portada). Los X-Men: Bestia, Ángel, Cíclope, Profesor Xavier, Coloso, Banshee, Tormenta, Rondador Nocturno y Lobezno; junto con John y Elaine Grey, Lilandra y Moira están en el funeral de Jean. Y Cíclope hace un viaje al pasado…, recordando al primer equipo de los X-Men, el día en que Jean llegó a la Mansión X y su primera misión contra Magneto. Piensa en cuánto amaba a esa chica desde el principio, pero no podía hablar con ella debido a su poder y responsabilidad de liderar a La Patrulla-X. Su encuentro con Ka-Zar en la Tierra Salvaje, con el extraterrestre llamado Stranger, y con Juggernaut, a quien habían vencido con la ayuda de la Antorcha Humana. La llegada de Los Centinelas y el sacrificio final…

Pero Días del Futuro Pasado es un viaje a un futuro distópico, donde Los Centinelas acechan el planeta cual historia de Terminator. Y donde los X-Men son la única esperanza de la humanidad… ¡hasta que mueren! Treinta años después de lo contado anteriormente, USA está totalmente controlada por estos seres. Los pocos mutantes sobrevivientes son: Kitty Pryde, Tormenta, Coloso, Lobezno y Franklin Richards (hijo de Mr. Fantástico y la Mujer Invisible), ah, y Magneto. Y juntos planean cambiar la historia haciendo que Rachel Summers intercambie la psique de la Kate Pryde adulta con esa de su yo más joven. La idea está clara. Conjuntar un inmenso poder para aniquilar la dictadura a la que están sometidos. En este futuro, los X-Men escaparon del campo de concentración, sufrieron dos muertes y planean contraatacar. Un cómic para revivir el legendario viaje hasta el futuro distópico de 2013, donde Los Centinelas han conquistado la Tierra y todo se torna en desgracia. Una edición especial imprescindible, con una de las más inolvidables aventuras de los mutantes.

Días del Futuro Pasado fue una especie de milagro en la franquicia mutante. El último arco de una serie que tuvo muchos altibajos. Pero esta historia no solo continúa la trama de un film que salió hace diez años, sino que ofrece lo que podría ser la película de mutantes más satisfactoria en pantalla si alguna vez le dan la oportunidad a alguien con criterio para hacerlo bien. Tan solo si lo hicieran con decencia y sin altos miramientos como hicieron con la maravillosa X-Men: First Class (2011) o cualquiera de las pelis de Spiderman, pienso que quedaría algo muy digno de ver ahora que casi todo cómic tiene su reflejo en series de TV o cine. De hecho, si hicieran una miniserie de cuatro capítulos de esta aventura, sin duda, saldría muy beneficiosa la trama. Tenemos aquí, de todas formas, uno de los mejores arcos argumentales de los mutantes en la etapa Claremont/Byrne. Para muchos, los mejores autores que han tratado a los mutantes. Un relato que se divide entre presente (1980) y futuro (2013), y debo decir que me parece una maravilla como se hacen los saltos en el tiempo en este guion.

Historia del cómic. Digno de estudio.

Reseña: Bodycount, de Kevin Eastman y Simon Bisley

Si os enteráis que un cómic de hoy en día se inspira en los cómics que uno podía encontrar en la clásica revista Heavy Metal, y si le sumáis el estilo de las pelis de John Woo, creo que os va a entrar un poquito de hype por querer leer el cómic que se marcaron Kevin Eastman y Simon Bisley con Bodycount. Donde se unieron para presentar una versión mucho más oscura de Las Tortugas Ninja, mientras tejen una trepidante historia de acción exagerada con ultraviolencia de la buena. Y es que mientras Raphael y Casey Jones se ven envueltos en una trama complicada que conduce a un tiroteo salvaje… Donde incluso con lo exagerado y atrevido que es, honestamente, lo pasas tremendamente bien leyendo este tomito que recoge los cuatro números de esta miniserie que ahora publica en nuestro país ECC Ediciones.

Creo que los cómics de Eastman funcionan para mí (en su mayor parte) porque parece publicar todo lo que le divierte a él o le divertiría hacer a un guionista sin impedimentos editoriales. Y esta tontería, la libertad, hace que brilles en lo que haces, sobre todo, si normalmente trabajas para grandes empresas. La libertad. Se nota a leguas que Bodycount fue un cómic que tanto Eastman como Bisley claramente se divirtieron al hacerlo. Usando un montón de elementos de otros medios que amaban en ese momento, todos juntos en lo que es uno de los cómics de Las Tortugas Ninja más locos que se pueden encontrar. Si no el que más.

Raphael y Casey Jones ayudan a una mujer perseguida por asesinos. Kevin Eastman intenta y logra crear un largo tiroteo digno de película, insisto. Al nivel de Heat. Y es que si hay alguien capaz de meterse con facilidad en una pelea de bar, ese es Casey Jones. Y en su última bronca, ha conocido a una chica que huye de la mafia de Hong Kong, de su propio hermano y de un pasado complicado. Con ayuda del amigo Raphael, Casey está dispuesto a acompañar a su nueva amiga a Pittsburgh, donde espera salvarse por fin de sus perseguidores. Pero estos no les van a poner el camino fácil… Lo van a llenar de sangre.

Eastman se encarga de la historia y los diseños, mientras que Bisley se encarga de los lápices, las tintas y las portadas. Ellen Sullivan Farley, de los colores, mientras que el pilar de TMNT, Steve Lavigne, ayuda con los colores también cuando es necesario. Y, como siempre, hace las letras. Es decir, tremendo equipo para un cómic que a vista de cegato puede parecer indie pero cuando te pones, lo flipas.

¿La historia, un poco mareante? He visto pelis de supuesta acción, de directores reconocidos, que no le llegan a la suela del zapato a este cómic. Confusa y complicada,dicen, pero bueno ok, no es la trama el principal atractivo aquí. Sino el camino, como un muchísimas pelis de acción. El atractivo principal es el loco arte de Simon Bisley que ha sido trazado con diseños de Kevin Eastman, y que te lleva a recordar y amar las grandes aventuras que Bisley se marcó en Lobo.

¿Uno de los imprescindibles cómics de Las Tortugas Ninja? Obvio. Esto tenéis que leerlo sí o sí. De hecho, se lo recomendaría a cualquier fan de Las Tortugas Ninja así como a cualquier fan de un buen one-shot diferente y original. Sobre todo, para fans de las gamberradas dentro del noveno arte. Una historia divertida con un arte loco y momentos absurdos, como Raphael derribando matones a cascoporro con ametralladoras… Y cómic hasta ahora muy difícil de encontrar en nuestro idioma. Quizás te guste. Quizás te mole. Quizás te encante. Leído con soundtrack rockera esto es la leche.

Reseña: Huérfana y las Cinco Bestias, de James Stokoe

Uno de los mejores juegos de los últimos años es, sin duda, The Legend of Zelda: Breath of the Wild, de Nintendo de 2017 para Switch. La historia va de la princesa Zelda pidiéndole al aventurero Link que derrote al malvado Ganon con la ayuda de las Cuatro Bestias Divinas, todas las cuales, junto con la tierra de Hyrule, han sido corrompidas por la plaga de Ganon y Link debe curarlas a cada una de ellas para cumplir la misión de tal búsqueda. Estoy especulando, pero supongo que James Stokoe estaba entre los millones de gamers que jugaron y amaron Breath of the Wild. Y, inconscientemente o no, ha replicado a su modo una historia en formato cómic. Para los que conozcan el videojuego, esas serían las sensaciones al leer Huérfana y las cinco bestias, este tomito que publica este mes en nuestro país Planeta Cómic. Un tipo le encarga a la luchadora Huérfana Mo que derrote al malvado Hombre Lobo, así como a las Cinco Bestias, todas las cuales, junto con la tierra misma, han sido corrompidas por el poder demoníaco del Hombre Lobo.

Huérfana Mo debe derrotarlos.

Una Quest en toda regla. Un cómic que, por supuesto, cuenta con el asombroso arte de Stokoe; maravillosamente detallado, coloreado de una manera que complementa perfectamente el estilo dinámico, viñetas barrocas donde cada uno de los huecos se rellenan. Mola el estilo del diseño a lo manga El Puño de la Estrella del Norte o Kamui, de los primeros mangas que llegaron a nuestro país.

Huérfana Mo parte después de que su maestro muera. ¿El objetivo? Destruir a cinco de sus discípulos que amenazan al mundo con sus poderes demoníacos. Básicamente estamos ante una aventura que nos lleva a una serie de batallas contra jefes finales cual videojuego de plataformas que se precie. Pero de los que todos disfrutamos y mira que casi siempre son más de lo mismo. La receta fácil es la receta efectiva, ¿no? Cada Bestia tiene su estilo único, sus armas, sus detalles su historia detrás…, como en un videojuego de artes marciales de los que a tantos de nosotros nos han encantado en algún momento de nuestras vidas.

James Stokoe aporta su ultra-detallado dibujo fantástico de violencia desbocada en un relato de venganza clásico a lo John Wick. Eso cuenta la sinopsis y es eso, concretamente. Y yo que siempre he disfrutado el dibujo de Stokoe, aquí no decepciona. Es un artista talentoso para los cómics de acción. Y aunque es una pena que exista una enorme disparidad entre arte y guion (los malos son muy malos y los buenos son muy buenos), de todos modos, la historia se disfruta por ser palomitera al estilo John Wick o una peli de Statham. Simple pero acción a tope, lo que deriva en diversión.

El arte es magnífico, tanto la violencia gráfica como las expresiones faciales. Realmente, uno de los diseños más detallados que podrás ver en un cómic. Es impresionante. Por eso, feliz de que James Stokoe haya regresado por estos lares con una serie en curso.

Hoy sale.

Reseña: Los Nuevos Vengadores. La Edad Heroica, Acuña, Immonen y Bendis

Mola ver en un cómic, franquicia o género que la cosa después tantos años, de pronto, cambia. Por eso mola encontrarse con una nueva serie de Los Nuevos Vengadores, descubrir su nuevo punto, y sobre todo, te peta la cabeza cuando descubres que Vengadores Oscuros se han unido a sus filas y qué un demonio interdimensional amenaza nuestra existencia. Los Nuevos Vengadores vuelven a nosotros de un modo fresco e interesante de la mano de Daniel Acuña, Stuart Immonen y, por supuesto, Brian Michael Bendis. Un primer arco de una serie regular que se ha llamado por estos lares La Edad Heroica.

Durante bastantes años, Brian Michael Bendis consiguió que Los Nuevos Vengadores fuera la serie de Marvel más seguida. Y eso no es moco de pavo. Por eso vais a agradecer, sobre todo, los que aún no os habéis puesto con estos cómics, la publicación del primer arco de esta serie dentro de la colección Must-Have. Por lo menos, económico sale ahora darles un tiento, por si existiera la ínfima posibilidad de que no os gustara. Pero ya os digo que vería muy raro que un lector de pijameo de toda la vida no se enganchara a la serie tras degustar el primer arco que brinda esta serie. Y es que cuando Tony Stark, también conocido como Iron Man, actuaba como un completo imbécil y se nombró rey de los superhéroes, Luke Cage y otros que habían sido parte de Los Nuevos Vengadores pasaron a la clandestinidad y contraatacaron. Ahora que la Civil War de Marvel y sus secuelas finalmente terminaron y la llamada Edad Heroica ha comenzado, Steve Rogers quiere que Luke continúe liderando un equipo de Vengadores…, y esto mola que te cagas. Pero de pronto, en la nueva sede, Dr. Strange y el nuevo Hechicero Supremo Dr. Voodoo aparecen poseídos por demonios. Y tras ello una entidad poderosa de otra dimensión queriendo hacerse con el Ojo de Agomotto. Para ello, dispuesto a destrozar nuestro universo para conseguirlo.

Me divertí especialmente con estos cómics porque aporta muchos de los superhéroes Marvel que me gustan: Luke Cage, Spiderman, Lobezno, La Cosa, Iron Fist, Miss Marvel y mi amada Pájaro Burlón. Todos juntos pero no revueltos, creando una dinámica de equipo interesante y jugando con la principal fortaleza del diálogo ingenioso de Brian Michael Bendis. Y simplemente, porque se muestra una alineación sólida de personajes geniales con un buen guionista y dibujante, que eso raras veces sale mal. Un nicho interesante que había que rellenar en el Universo Marvel.

Bendis también muestra su poder de narración en una trama de misterio de varios hilos y de formato largo que te mantendrá enganchado y querrás a volver a casa rápido a leer si no lo terminaste la primera vez de una atacada. La forma en que el tomo comienza con ¡Vengadores Desuníos! (¡Avengers Disassembly!) me hizo pensar: «Tío, me espera un regalo aquí».

Y lo tuve.

Reseña: The Nice House on the Lake, de James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno

Imagina a tu mejor amigo de la infancia. Un poco incómodo, un poco raro e intenso; querido por todos, pero sólo unos pocos pueden afirmar que realmente lo conocen bien. Un confidente; el padrino de su boda, un oído comprensivo y una mano amiga siempre ansiosa que nunca está a más de una llamada de distancia. Ahora, imagina que ese amigo fuera en realidad un macabro y trastornado alienígena disfrazado de ser humano que lleva dentro un intento de exterminar a toda la humanidad, y te ha elegido como uno de los pocos para sobrevivir. Para los protagonistas de The nice house on the lake, la serie de terror del siempre interesante guionista James Tynion IV y el ilustrador Álvaro Martínez Bueno para DC Comics, esta hipótesis se convierte en una realidad aterradora. Ganadora de los Premios Eisner a Mejor Serie Nueva en 2022, Mejor Guionista y Mejor Colorista en 2023 y nominada en las categorías de Mejor Serie Regular y Mejor Dibujante/Entintador…, que duda cabe que esta miniserie, y más aún en este tomo recopilatorio de doce números que trae ECC Ediciones, es como poco recomendable. Por su originalidad y horror descrito.

Una nueva manera de entender el cómic de terror moderno. De dejarse sorprender por la primera temporada de una serie en la que las grandes ansiedades del siglo XXI adquieren un nuevo y aterrador rostro… que bien podría ser el de la persona en la que más confías. Para resumirlo a través de una comparación, tenemos una mezcla de Reencuentro, de Lawrence Kasdan, con El cazador de sueños y algo de la genial It, de Stephen King. Incluso muy del estilo de la novela La cabaña del fin del mundo, de Paul Tremblay, de la que Shyamalan convirtiera en peli en Llaman a la puerta. Mirad, hasta el poderoso ambiente de Señales tiene. Un thriller de misterio apocalíptico donde el punto focal de estas influencias dispares es Walter, el antagonista de la serie, uno de los villanos de cómics más intrigantes que me he encontrado en mucho tiempo.

Walter deja la compra en una mesa y dice: “Me alegro de que hayas venido. Ahora… ¿quién quiere probar estos filetes a la parrilla? Sus gafas reflejan la luz de manera siniestra como un villano de anime o manga, pero todo comienza con la imagen de una mujer envolviéndose la cabeza con una venda, con el fondo ardiendo con un resplandor naranja y rojo y cuenta la historia de cómo conoció a Walter, el amigo de un amigo, quien la invitó a ella y a un pequeño grupo de conocidos cercanos a pasar unas vacaciones en una hermosa casa en un lago de Wisconsin. En verano de 2021. Lugar del horror donde como ya os he dicho antes, todo el mundo se da cuenta de la horrible verdad en la que Walter no es humano y el viaje se convierte en una culminación del horror para un ser que pretende erradicar la raza humana. Y muertos por doquier.

The nice house on the lake responde preguntas a través de flashbacks de sucesos trágicos en cada número. Cada uno narrado por un nuevo huésped de la casa mientras reflexiona sobre su propia relación con Walter antes del apocalipsis. Historias que pintan un retrato complicado de Walter, un ser de inmenso poder entrando en conflicto con su propio papel de malo-malón. Por lo que contar más es destripar una maravillosa serie de terror que todo lector de cómics debería disfrutar.

Trama poderosa como pocas.